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Ian Westbury

(compilador)

¿Hacia dónde va el currículum?


La contribución de
la teoría deliberadora

Anuario 2001
Revista de Estudios del Currículum
Consejo editor
Ángel Díaz Barriga Miguel A. Pereyra
CESU/UNAM, México, D.F. Universidad de Granada
Inés Dussel Ian Westbury
FLACSO, Buenos Aires Universidad de Illinois-Urbana

Ediciones Pomares, S. A.
c/ Josep Pla, 70 — 17412 Massanet de la Selva (Girona)
teoría, como tal, sino un cierto uso de la misma en la práctica. De hecho, el
uso pluralista o ecléctico de la teoría es esencial para la deliberación, en la
medida en que ésta se ve enriquecida por el examen de situaciones proble-
máticas vistas desde una variedad de perspectivas diferentes. A modo de
advertencia, debería añadir a modo de advertencia que las artes eclécticas
sólo son algunas de las necesarias para la deliberación efectiva aunque,
4. Deliberación del curriculum: el pluralismo
como veremos, su análisis se transforma fácilmente en otros aspectos de la
y la práctica deliberación.
Este capítulo se dividirá en dos partes, la primera de las cuales se ocupa
William Knitter de clarificar las motivaciones de la necesidad de un pluralismo crítico o un
eclecticismo en el uso de la teoría. En esta sección revisaré algunas consi-
Universidad de Concordia, Montreal, Quebec deraciones planteadas por Schwab en sus artículos sobre la «práctica»,
analizaré algunos problemas relativos a la limitada descripción de los bie-
nes humanos y examinaré la pertinencia de analizar conceptos esencial-
mente controvertidos. En la segunda parte empiezo por trazar un esbozo
para la adquisición de las artes eclécticas, es decir, aquellas capacidades,
habilidades y sensibilidades que se necesitan para la práctica de un plura-
La cuestión que quisiera establecer en este capítulo es que el pluralismo lismo crítico.
crítico y las artes asociadas de la ecléctica son esenciales para la delibera-
ción curricular. Mi argumentación se deriva de las nociones explícitas e im-
plícitas que encontramos en la serie de artículos de Schwab sobre «la prác- La naturaleza parcial de la teoría
tica», que también se explican.' En esos artículos, Schwab argumenta que
el campo del currículum está moribundo y que, con sus métodos actuales, En sus artículos sobre la «práctica», a Schwab le preocupaban, entre
es incapaz de afrontar los problemas que se le plantean. Y se encuentra en otras cosas, las adhesiones doctrinarías a las posiciones teóricas. Una de las
tal estado debido a una dependencia acrítica con respecto a la teoría, de dificultades de tales adhesiones para la práctica (calificadas como «visión
modo que únicamente se revitalizará a sí mismo y a la educación en la me- túnel») es la naturaleza parcial de la teoría. Puesto que la teoría, sobre
dida en que vuelva a dirigir sus energías hacia la práctica, la cuasi-práctica y todo en las ciencias sociales, versa sobre aspectos destacados de partes del
la ecléctica. Schwab sintetiza brevemente su argumento como sigue: funcionamiento humano (como, por ejemplo, el desarrollo emocional de
su sí mismo psicológico, en contraposición con algún aspecto del com-
La materia de la teoría son las representaciones abstractas o idealizadas
portamiento económico), extraer prescripciones para la práctica a partir
de las cosas reales. Pero el currículum en la acción trata las cosas reales, los
actos reales, los profesores reales, los niños reales, las cosas más enriqueci- de la teoría, sin compensar previamente la naturaleza parcial de esta últi-
das que sus representaciones teóricas y diferentes a ellas. El currículum ma, puede constituir una política infructuosa e incluso desastrosa. Aunque
abordaría mal las cosas reales si las tratara simplemente como réplicas de lo que aquí nos preocupa sea la deliberación del currículum, la cuestión se
sus representaciones teóricas. Por ello, para que la teoría se utilice bien en aplica, naturalmente, a todo el pensamiento sobre la política pública. Por
la determinación de la práctica curricular, necesita de un complemento. ejemplo, las soluciones a los problemas de alimentación, derivadas única-
Necesita de las artes que permitan su aplicación.' mente de principios relacionados con la agricultura, pueden echarse a
perder como consecuencia de los hechos sociales y culturales de la vida.
Como una alternativa a la adhesión doctrinaria a las posturas teóricas,
En mi tratamiento de la propuesta de Schwab, me concentraré en el uso
Schwab recomendó, entre otras cosas, formarse en las artes eclécticas, ya
y en el estatus de la teoría, pues está claro que la mala de la película no es la
que eso nos permite abordar los problemas desde una perspectiva «poli-
Este artículo se publicó en el Journal of Curriculum Studies, 1985, vol. 17, núm. focal».
4, págs. 383 -395 . Para elaborar esta visión general sobre cómo las alternativas plausi-
bles pueden verse oscurecidas por las adhesiones doctrinarias, considere- La tercera exhortación resalta el problema de cómo puede afrontar el
mos con mayor detalle los argumentos aducidos en dos de los artículos niño los impulsos instintivos:
de Schwab. En «La práctica: las artes eclécticas», Schwab señala y critica
la naturaleza unilateral de las recomendaciones educativas que fluyen des- En resumen, las escuelas deben aportar primero a cada niño ocasiones y
de las teorías tomadas de prestado a las ciencias del comportamiento. Tal objetos de agresión que sean a un tiempo satisfactoriamente destruibles,
unilateralidad se remonta a la naturaleza abstracta de la concepción de la pero no tan irreemplazables como para que el consiguiente sentido de cul-
materia científica, de la que se extrae la recomendación y de la visión con- pabilidad sea demasiado grande. Deben aportarle objetos apropiados de ca-
secuentemente parcial que adopta la teoría tomada prestada con respecto texis libidinal. Deben ofrecer actividades y ocasiones que permitan al niño
a las circunstancias y problemas concretos del «comportamiento» real. Eso aumentar su capacidad para dejar en suspenso el impulso, incluyendo, natural-
equivale a decir que cada recomendación se habrá extraído probablemen- mente, figuras adultas que le apoyen adecuadamente, le guíen y le castiguen.
te de una ciencia altamente especializada, con exclusión de otras que afec- Finalmente, deben aportarle al niño recursos para la sublimación adulta de las
tan a la misma gama de material o «asignatura tosca». Cada conjunto de energías instintivas.'
exhortaciones fundamentadas sobre una ciencia se habrá desarrollado a
partir de una visión o perspectiva particular de la materia de esa ciencia, en La coexistencia de una serie de visiones plausibles revela lo incompleta
la que se habrán destacado algunos hechos de la materia, mientras que se que es cada una de ellas; de este modo, seguir exclusivamente una visión
habrán ignorado otros. significa ignorar las posibilidades viables aportadas por las otras visiones.
Para ejemplificar la diversidad de perspectiva posible en las exhortaciones Según Schwab, las características de las que se deriva la unilateralidad
a la educación derivadas de una sola ciencia, Schwab perfila las tres exhorta- de las exhortaciones no es peculiar de las teorías de las ciencias del com-
ciones siguientes, tomadas de la ciencia de la psicología: la primera resalta un portamiento, como tampoco es el resultado de ningún error en las teorías,
estado actual de la existencia del niño: como tales, sino que «esta separación de la totalidad de los asuntos huma-
nos en sujetos de varias ciencias... [es más bien] una condición de toda in-
En una inestructura de las escuelas, tenemos que incorporar nuestra dagación científica».6 A través de diversos conjuntos de indagaciones se
toma de conciencia de que la capacidad de atención de los niños es breve, analiza el complejo mundo que encontramos ante nosotros, para formar
sus intereses son fugaces y numerosos y su capacidad para aprovechar una unidades abstractas menos complejas, cada una de las cuales es investigada
experiencia se ve limitada por la duración de su interés por esa misma expe- de acuerdo con principios y métodos especializados. El problema que se
riencia. Las escuelas tienen que ser informales, no estructuradas, tienen que nos plantea no surge porque la indagación tenga que proceder de tal
permitir una amplia variedad de actividades para cada niño y permitirle mo-
verse a voluntad de una a otra.' modo, sino porque en el uso de tales investigaciones separadas y parciales,
como fundamentos para la política a seguir, los rasgos abstractos seleccio-
nados por la teoría pueden adoptar la apariencia de abarcar la totalidad
La segunda exhortación se concentra en una condición del crecimiento del tema. Como ya he señalado, Schwab califica el problema, denominán-
sostenido del niño: dolo «visión túnel». Según escribe:
El niño exige una estructuración del espacio y el tiempo contra la cual El poseedor de sólo una colección de teorías en competencia ve su mate-
pueda poner a prueba la creciente fortaleza de su ego y a la que se pueda re- ria únicamente bajo la peculiar luz arrojada por esa teoría, concibe como al-
tirar cuando las ansiedades planteadas por la incertidumbre superen su ca- ternativas de la educación (fines o medios) únicamente las sugeridas por esa
pacídad del momento para ampliar su realidad externa. De ahí que al inicio única visión y juzga entre dichas alternativas únicamente a la luz de ésta.'
del período escolar se le aporte una firme división del tiempo y del esfuerzo,
así como una clara demarcación del «hogar» y del «otro». Estas divisiones En un artículo anterior, «Medios dialécticos frente a extremos dogmáti-
no se deben imponer de grado o por fuerza, sino que sus ritmos se tienen cos en relación con la educación», Schwab explora una forma más funda-
que respetar lo bastante como para estar siempre presentes en el trasfondo mental mediante la que los compromisos intelectuales pueden contribuir a
inmediato de la conciencia del niño.' formar la visión túnel.' En dicho artículo, Schwab observa que las distin-
ciones básicas (o las distinciones colapsadas) de nuestras visiones funcio-
nan como principios básicos en la medida en que sirven para definir el pro-
blema al que nos enfrentamos, marcar datos como relevantes o irrelevantes como el «bien en sí mismo» y el «bien en general».9 El problema general
y limitar posibles hipótesis sobre la situación. Sin embargo, como quiera que analiza Wick es por qué «los frutos del conocimiento pueden agriarse
que no se afirman como principios, a menudo no se ven sometidas a escru- cuando tratamos de saborearlos y disfrutarlos».'° La cuestión tan dolorosa-
tinio reflexivo y entonces no es probable que se investiguen las posibles si- mente paradójica para quienes viven incómodamente con las consecuen-
militudes y conexiones de materias que son características. Consideremos, cias de las acciones elegidas «conscientemente», es: «Pero eso era lo que
por ejemplo, la familiar distinción entre pensamiento y sentimiento. Si la querías, ¿no?». Al poner a prueba esa pregunta, escribe:
distinción se mantiene firme y rápida, los intentos por intensificar el pen-
samiento y el sentimiento seguirán líneas separadas;por ejemplo, se pue- El cabeza de una familia con dos o tres coches, que vive en una zona resi-
den construir conjuntos separados de objetivos educativos para los ámbi- dencial en la que abundan los árboles, cuyos hijos se muestran rebeldes y
tos cognitivo y afectivo. Entonces se pasarán por alto las posibilidades de cuyo futuro está amenazado por los pagos de la hipoteca de la casa, la escue-
interrelación y de interacción entre los dos. Para hacer real la posibilidad la y el psiquíatra, avanza lentamente por la «autopista», de regreso a su ho-
de una conexión entre los dos términos, consideremos el hecho de que gar, contestándose a esa pregunta: «Bueno, sí, pero no, ¡no es esto!»."
nuestras emociones se hallan estrechamente relacionadas con nuestra vi-
sión de los hechos de una situación. Sentirse traicionado, por ejemplo, La solución a esta paradoja depende de la descripción que hagamos de
implica 'la convicción de que alguien con una lealtad reconocida hacia una situación determinada. Bajo una descripción estrecha (el bien en sí
nosotros actuó de forma consciente y voluntaria en contra de nuestros in- mismo) de los bienes previstos, aspiramos a conseguir lo que conseguimos.
tereses. Si la indagación de la situación revela que los hechos sucedieron de Lo que en realidad obtuvimos incluye siempre consecuencias a largo pla-
otra manera (quizá descubrimos que los actos se hicieron con la intención zo, así como a corto plazo, lo imprevisto así como lo previsto. Nos mete-
de favorecer nuestros intereses), cambiarán nuestros sentimientos sobre la mos en problemas al confundir el bien en sí mismo de nuestra descripción
cuestión. limitada con el bien en general.
Al plantear los aspectos problemáticos de una tenaz adhesión a una Veamos una ilustración relacionada con la educación: aprender a leer o
sola concepción de un bien educativo, no pretendo sugerir que habría que a realizar operaciones aritméticas es un bien en sí mismo y una prueba so-
obedecer y seguir cada posibilidad que llame nuestra atención, ya que eso, bre lectura o habilidades aritméticas nos permite obtener algún tipo de va-
además de ser imposible, tampoco sería particularmente deseable. No obs- loración del bien alcanzado. No obstante, la manera de hacer las cosas y de
tante, al menos parecería deseable ser más consciente de los énfasis de las aprender, que tiene consecuencias con respecto a la formación de actitu-
visiones que utilizamos, de las condiciones de su funcionamiento y de al- des, preferencias y aversiones duraderas, así como los costes de oportuni-
gunos problemas y temas importantes amortiguados o arrinconados por dad, también se han de tener en cuenta a la hora de valorar si esas formas
diferentes visiones. Una alternativa al uso doctrinario de la teoría podría de hacer las cosas y de aprender suponen un bien en general. La frecuencia
describirse, por utilizar la expresión de Schwab, como el uso informado de actual de los cursos universitarios para tratar la «angustia que producen las
una sola teoría. En un nivel superior de flexibilidad en el uso de la teoría, matemáticas» atestigua la necesidad de volver a valorar el aprendizaje des-
existe la posibilidad de tomar una decisión informada sobre un conjunto de una perspectiva más amplia. Dewey plantea una cuestión similar al ana-
de teorías, para tratar el caso específico al que nos enfrentamos. Pero tam- lizar el aprendizaje colateral en Experiencia y educación, al afirmar concre-
bién existe la posibilidad de utilizar una variedad de puntos de vista para tamente que necesitamos vigilar las actitudes duraderas, así como los gustos
analizar algún caso concreto, con la finalidad de tener a nuestra disposi- y aversiones que se forman y no simplemente los detalles de una lección de
ción un conjunto relativamente amplio de soluciones alternativas entre las historia o de ortografía. Según escríbe:
que elegir.
De poco sirve obtener cantidades prescritas de información sobre geo-
grafía e historia, dominar la habilidad para leer y escribir, si el individuo
Descripciones parciales de bienes humanos: el bien en sí mismo pierde su propia alma en ese proceso, pierde su aprecio por aquellas cosas
frente al bien en general que valen la pena, por los valores con los que esas cosas se relacionan, si
pierde el deseo de aplicar lo que ha aprendido y, por encima de todo, pierde
Utilizando términos diferentes, Wick ofrece una distinción muy útil la habilidad para extraer significado de sus experiencias futuras, a medida
para analizar problemas relativos a la parcialidad de los bienes humanos, que éstas se produzcan."
Necesitamos, pues, tener en cuenta alguna clase de distinción entre el vante pero estrecho de conocimiento puede ser engañosa. Hasta el filósofo
bien en sí mismo y el bien en general. más positivista de la ciencia, Ernst Nagel, se mostró cauto ante las «confir-
Creo que nuestra tendencia' a confundir los dos se ve reforzada por la maciones» a las que únicamente se llegaba a través de los hechos, pues,
naturaleza del conocimiento experto. Nuestro conocimiento más especia- como afirma:
lizado y codificado se refiere a partes de situaciones, no a totalidades.
Como dice Wick, poseemos conocimientos sobre aguas residuales, agua, Hay una manifiesta circularidad en defender una concepción de la natu-
construcción y transporte, pero no sobre cómo conseguir que las grandes raleza humana aduciendo que dicha concepción se halla en concordancia
ciudades funcionen. Y, sin embargo, seguros de nuestro conocimiento es- con los hechos de la psicología, cuando tales hechos son los productos de
una interpretación de datos empíricos controlados por tales suposiciones
pecializado, nos resulta fácil llegar a una conclusión sobre el bien de una
anteriores sobre la naturaleza del hombre."
cosa, dejándonos llevar por nuestra limitada descripción. La cuestión que
se plantea el constructor sobre si una casa es buena o no, es mucho más re-
suelta que, por ejemplo, la cuestión de si algún organismo gubernamental La cuestión, naturalmente, no estriba en disminuir el valor de los he-
debería despejar, con unos recursos limitados, barriadas de casas viejas chos «confirmadores», sino en considerar reflexivamente los principios
para promover un nuevo tipo de viviendas y ofrecer así un buen estilo de que señalan ciertos hechos también como «los hechos».
vida. Esto último supone algo más que limitarse a contestar a la pregunta
de cuántos metros cuadrados de vivienda se pueden proporcionar y a qué Problemas procedimentales frente a problemas prácticos inciertos
precio. Y, sin embargo, al pasar de las descripciones determinadas (en el
ejemplo de Wick, el acto de Eva de comer una deliciosa manzana en un
jardín cálido y soleado, algo que, seguramente, es bueno en sí mismo) a la Reid plantea un tema similar al de Wick, al trazar una distinción entre
cuestión del bien en general (cómo se sintió Eva al realizar su acto, tenien- los problemas prácticos inciertos y los problemas procedimentales. 14 Con
do en cuenta todos los aspectos), resulta que nuestro conocimiento se los problemas procedimentales queda establecida la cuestión de la des-
vuelve mucho menos seguro. cripción y el fin del problema; la cuestión que se plantea es técnica y se re-
El artículo de Wick conecta la acidez de los frutos del conocimiento fiere a cómo alcanzar un fin limitado (¿qué debo hacer?). Con los proble-
con dos cuestiones. Una es nuestra condición humana: desde que perdi- mas prácticos inciertos, en cambio, no hay tal limitación de descripción o
mos la inocencia, nos hemos visto «bendecidos» con el conocimiento y el fin y la cuestión que se nos plantea es: «¿Qué debería hacer?». Los proble-
libre albedrío, aunque sean humanos y, por tanto, perfectibles. En segundo mas prácticos inciertos se caracterizan por una serie de rasgos similares a
lugar, y aquí encontramos la cuestión sobre la que podemos hacer algo, te- los que, como veremos más tarde, Kekes asigna a conceptos esencialmente
nemos tendencia a confundir nuestra limitada descripción de los bienes controvertidos. Se refieren a preguntas acuciantes, con motivos de deci-
con el bien en general. Seguramente, para relacionar el análisis de Wick sión inciertos, ante los que se cuestionan el interés, las pruebas y qué clase
con lo que se trata de exponer en este capítulo, tenemos que sentir en estas de pruebas son relevantes. Se debe tener en cuenta el estado de las cosas y
circunstancias que, al tratar de examinar el bien de un objeto bajo una va- cada pregunta planteada es singular y se refiere al momento y al contexto
riedad de perspectivas, obtenemos una valoración mucho más realista concretos. La situación está plagada de objetivos y valores contrapuestos y,
acerca de cómo saldrán las cosas a la larga. Para expresarlo de otra mane- al emprender una acción, el resultado no se puede predecir del todo. Fi-
ra, cabría decir que la valoración estratégica de perspectivas plurales a tra- nalmente, los criterios se relacionan no con la acción elegida sino con el fin
vés de un uso juicioso de las artes eclécticas nos permite cobrar conciencia de la acción. En el artículo de Reid, el principal ejemplo tiene que ver con
de que el conocimiento humano es corregible y parcial, haciendo así viva y la cuestión de dónde situar un nuevo aeropuerto en los alrededores de
real la distinción abstracta entre el «bien en sí mismo» y el «bien en gene- Londres (incluido en una cuestión más amplia acerca de qué hacer con el
ral». transporte).
La fuerza del argumento de Wick nos obliga a buscar de un modo mu- Una diferencia típica, aunque no esencial, entre los problemas prácti-
cho más amplio y extenso aquellos hechos y consecuencias que sean rele- cos inciertos y los procedimentales es que, en el caso de los primeros, las
vantes para las opciones que estemos considerando. La sensación subjetiva decisiones se toman habitualmente por juicio, mientras que en los segun-
de seguridad que se deriva de nuestro firme control de un fragmento rele- dos se toman por cálculo. Según escribe Schwab, hay:
una característica muy marcada y peculiar del proceso deliberador: tiene mediata. Tras una vacilación y el acuerdo reacio por parte de la esposa, el
que comparar inconmensurables. La tarea no es simplemente técnica, de marido me llamó para explicarme lo incómoda que se sentiría su esposa al
predicción de consecuencias y costos. No está adecuadamente dedarada en tener que mostrar la casa a otras personas en el estado en que se encontra-
el sentido de que no se limita a determinar el valor o bien de las consecuen- ría mientras empaquetaban todas sus cosas. Según me dijo, la cuestión no
cias previstas. Pues «el» valor es, de hecho, una serie de valores diferentes: era que yo le asegurase que a los interesados potenciales no les importaría
una contribución valorada a la madurez del niño, un efecto valorado sobre el el desorden (puesto que eso no interferiría esencialmente con mi tarea de
estado actual de la mente del niño, un efecto valorado sobre la comunidad. alquilar la casa). Se trataba de una cuestión de salvar las apariencias para la
Estos diferentes valores son los inconmensurables que hay que sopesar unos esposa, algo que no había que tomarse a la ligera. Como recapitulación del
frente a otros. Y no hay factores que se puedan aportar al grupo deliberador tema: podemos destacar la importancia de tener en cuenta la naturaleza de
para que los sopesen y que les permitan simplificar el proceso:5
los problemas prácticos inciertos examinando lo que suele suceder cuando
ignoramos su naturaleza.
Con los problemas procedimentales se reducen las dimensiones de va- Es instructivo examinar los motivos para evitar la incertidumbre de los
lor; hacemos conmensuradas las alternativas, de modo que podamos com- problemas prácticos inciertos, ya que eso nos ayuda a identificar algunas
pararlas directamente. ¿Qué camino es el más corto? ¿Qué apuesta es la de las dificultades de tener en cuenta «la práctica», así como a reforzar la
más baja? ¿Qué tamaño de paquete es más barato por kilo? importancia de hacerlo así. Si el motivo que nos «arrastra» es el de un sen-
Aunque está claro que hay numerosas cuestiones tratadas apropiada- timiento de tener derecho a nuestros propios valores y valoraciones, los
mente como procedimentales, Reid señala nuestra infortunada tendencia a motivos que nos «empujan» son el dolor ante la inseguridad y la incerti-
evitar los problemas prácticos inciertos mediante el expediente de reducir- dumbre. Se necesita una tolerancia de ambigüedad o, como dice Garver,
los a procedimentales o de imponer una solución ideológica. Podemos indi- una «actitud de conclusión suspendida», para mantener abierta la propia
car la importancia de tener en cuenta la naturaleza de los problemas prácti- mente ante una amplia gama de hechos y perspectivas potencialmente rele-
cos inciertos conjurando violaciones típicas de las características que Reid vantes para la deliberación. Según escribe Garver:
asigna a tales problemas. Aunque evidente, en cierto sentido, el ejercicio
parece hacer más real la importancia de los puntos que plantea. Por ejem- Los dolores asociados con una conclusión suspendida conducen a la
plo, la violación del segundo punto de Reid supone actuar como si los mo- gente a evitar la deliberación y a buscar un sustituto más rápido... De ahí que
tivos para tomar la decisión fueran ciertos. La dificultad es la habitual la gente... busque y encuentre una imagen intelectual que estimula la preci-
pitación hacia el juicio, evitando los dolores de la deliberación al proporcio-
cuando se define prematuramente la naturaleza de un problema: se cie-
namos una justificación «científica» e intelectual de tal comportamiento."
rran, sin examinarlas, líneas de indagación potencialmente relevantes. Se
consideran como ilegítimos o irrelevantes los intereses distintos a los ofi- La dificultad surge, claro está, cuando cerramos inapropiadamente esos
cialmente reconocidos. Según comenta Schwab: valores y evaluaciones ante la reflexión y los hacemos inaccesibles a las ca-
lificaciones o las correcciones que otros podrían comunicarnos.
Es «normal» que los hombres traten sus propios valores como si los hu- Los efectos potencialmente perjudiciales de reducir inapropiadamente
bieran examinado bien, que ignoren valores contrarios o diferentes, utiliza- los problemas prácticos inciertos a problemas procedimentales (el de tener
dos por otros y, sobre todo, que eleven automáticamente el ámbito de su una mentalidad cerrada, ser dogmátícos, estar poseídos por una visión tú-
propia capacidad experta para asumir el papel de árbitros definitivos sobre nel o, simplemente, estar abiertamente unidos con la sensación de seguri-
las cuestiones que se están considerando.'6 dad), siguen dos direcciones. Por lo que se refiere a la acción y a sus conse-
cuencias, corremos el riesgo de «obtener lo que deseamos» en el sentido
A modo de modesto ejemplo, cabe considerar mi experiencia al tratar de esa ingeniosa y paradójica frase de Oscar Wilde: «Hay dos tragedias en
de alquilar la casa propiedad de un amigo. Los inquilinos anteriores, una esta vida; una es no conseguir lo que se desea y la otra es conseguirlo». Así,
familia japonesa, tuvieron que regresar a su país antes de lo previsto. Al descubrimos que aquello que elegimos como un bien en sí mismo, resulta
abordar el problema como una pérdida de ingresos para mi amigo y ante la no ser tan bueno en general. En la otra dirección, resulta que el hecho de
necesidad de que alguien se cuidara de la casa durante el invierno, le pre- cerrarnos a consideraciones e intereses más amplios tiene consecuencias
gunté a la familia japonesa si podía empezar a mostrar la casa de forma in- para la clase de persona en la que terminamos por convertirnos. Lighthall,
al revisar la Anatomía de la innovación educativa, de Smith y Keith, comen- cas en problemas relativos a las necesidades físicas, problemas que se rela-
ta sobre los efectos regresivos que se acumulan en la personalidad como cionan con las personas y la sociedad y problemas relativos a uno mismo.
consecuencia de actuar según un modelo elitista y paternalista de lideraz- Nuestras formas de responder ante tales problemas «ejemplifican diversos
go, al presentar la negación de las realidades de los demás y la presunción modos de intentar satisfacer las necesidades de los agentes, al tratar de
de que la visión de la realidad que tiene el líder es la única legítima. Según conseguir varios objetivos».' Según Kekes, es importante reconocer el le-
Lighthall, Smith y Keith: gítimo carácter controvertido de tales conceptos, ya que la legitimidad
otorga un estatus diferente a los argumentos sobre opciones para afrontar
aportan datos abundantes que apoyan la hipótesis... de que el poder otorga- los problemas de la vida. En lugar de tratar la discusión como una señal de
do por la posición, no apoyado por una comunicación auténtica y relevante, confusión o error, deberíamos tratar el debate como un recurso esencial
ejerce una influencia regresiva (en el sentido piagetiano) sobre la persona para sacar a la luz las cambiantes relaciones que tienen, en situaciones dife-
que detenta la posición, y que se hace más egocéntrica a la vista del mundo
en el que interviene con su poder.' 8
rentes, los diversos factores que constituyen los conceptos esencialmente
controvertidos. Consideremos, por ejemplo, el concepto de igualdad y su
En resumen, el poder corrompe. Parte de lo pernicioso de los malos há- relación con el problema de la distribución de unos recursos escasos. Se
bitos es que crean en nosotros un estado en el que nos sentimos menos in- han resaltado, como factores de importancia, la necesidad, la recompensa
clinados y somos menos capaces de ver lo perniciosos que son. por el esfuerzo y el beneficio que tiene para todos el dar a alguien una par-
Por el contrario, uno de los efectos de la deliberación, cuando es genui- ticipación extra. El equilibrio apropiado entre ellos sólo se puede valorar
na, es que tiene un carácter educativo. Según escribe Reid: examinando los méritos de cada uno en las diversas situaciones y para va-
rios fines. Según escribe Kekes:
Las mentes de las personas cambian mediante el acto del aprecio. Enton-
ces, ven las cosas de formas nuevas y, en consecuencia, cambian sus puntos Es, simplemente, un hecho de la vida, que uno tenga que adoptar una acti-
de vista sobre lo que constituyen los hechos relevantes para emitir juicios. tud, posiblemente inarticulada, hacia sí mismo, los demás, la sociedad y la na-
Puesto que el aprecio es educativo, constituye una actividad que merece la turaleza. Los debates sobre ECC se ocupan de dilucidar cuáles deberían ser
pena practicar por derecho propio, aun cuando se ignoren las recomenda- esas actitudes. La dificultad estriba en que, si bien podemos contar con necesi-
ciones para la acción.i9 dades y objetivos duraderos, la decisión sobre la política a seguir depende de
innumerables factores. El estado del conocimiento científico, la sofisticación
De hecho, que se produzca el crecimiento o la educación es probable- tecnológica, la perspectiva histórica, la situación política prevaleciente, el esta-
mente una señal tan buena como cualquier otra de que se ha producido do de la economía, las relaciones internacionales y otras muchas consideracio-
nes, pueden influir sobre el resultado del debate. Y si una facción alcanza éxi-
una deliberación que ha tenido verdaderamente en cuenta el carácter prác-
to al presentar victoriosamente su opinión, el debate únicamente habrá
tico de un problema práctico incierto. quedado resuelto temporalmente, pues la consideraciones relevantes cambia-
rán y los méritos de las aspiraciones competentes volverán a hacerse notar."
Conceptos esencialmente controvertidos
Lo mismo que Reid, Kekes distingue los problemas de la vida, califi-
Pasando a un nivel diferente, necesitamos reconocer, incluso con res- cándolos de eliminables y duraderos. Un problema eliminable (¿Qué hago
pecto a la teoría, la indeterminación de ciertos conceptos. Al examinar el de cenar esta noche?) tiene algún tipo de solución definitiva. Pero el pro-
artículo de Gallie sobre conceptos esencialmente controvertidos, Kekes blema duradero de qué debería hacer respecto de la alimentación, tenien-
especifica un conjunto de características que se parecen a la lista de Reid do en cuenta cuestiones de salud y nutrición, precio y gusto, sociabilidad,
de atributos de los problemas prácticos inciertos.' Los conceptos esencial- facilidad de preparación, etc., es susceptible de no contar con una solución
mente controvertidos son conceptos de evaluación que surgen en relación fija. En lugar de intentar buscarla, aspiramos de algún modo a encontrar
con los problemas comunes e inevitables de la vida, internamente comple- una especie de modus vivendi o un estilo de vida que nos ofrezca un equi-
jos porque están compuestos por muchos factores que se pueden valorar librio razonable entre los diversos factores contrapuestos que forman par-
de diversos modos. te del problema. Los problemas duraderos surgen en relación con concep-
Por conveniencias de la explicación, Kekes divide las áreas problemáti- tos esencialmente controvertidos, es decir, aquellos en los que interviene
una variedad de factores contrapuestos y variables. Los cambios en las cir- arbitrariamente limitado de teorías), supone ver y sentir las limitaciones de
cunstancias, el estatus de los factores, etc., abren el camino para la contro- descripciones teóricas restringidas de las alternativas de que se dispone
versia acerca de cuál sería la forma más satisfactoria de funcionar. Según para la acción. Pero ¿que implica ese «ver» o, en la versión de Hampshire,
señala Kekes, «puesto que las situaciones problemáticas cambian, ninguna ese «saber» que nuestros intereses son comparativamente limitados?
respuesta es definitiva. Por ello, las discusiones filosóficas son intermina- El fin de las artes eclécticas nos indica el camino; Schwab describe estas
bles y, sin embargo, susceptibles de encontrar una solución racional y el artes como sigue:
hecho de que se produzcan constituye un bien común»."
Para resumir, ¿por qué, entonces, el pluralismo o la apertura a las dife- Las artes eclécticas son aquellas mediante las que preparamos la teoría
rencias de puntos de vista, es importante para la deliberación? Stuart para su uso práctico. Son las artes mediante las que descubrimos y tomamos
Hampshire sitúa el tema muy bien cuando escribe: conciencia práctica de las distorsiones y de la perspectiva limitada con la que
toda teoría impone su materia."
Todo ser racional tiene que saber que sus propios intereses son compa-
rativamente limitados y que habitualmente ve las situaciones y sus propios Las teorías son cegadoras y suponen una limitación de la perspectiva
rendimientos dentro del conjunto y de los términos convencionales que ha (como dice Dewey de los hábitos en su obra Naturaleza y conducta huma-
heredado y aprendido pasivamente... Se considerará más libre en su pensa- na), debido fundamentalmente a que son caminos positivos." A mí me pa-
miento cuando sea capaz de desvincularse experimentalmente de sus pro- rece que un primer movimiento para eliminar las barreras que se oponen a
pios hábitos y convencionalismos de pensamiento y de redescribir su pro- la aceptación del pluralismo consistiría en demostrar cómo la teoría da po-
pia situación y conducta desde un nuevo punto de vista y en términos der. Como cuestión abstracta, veo que mis alumnos tienen en cierto senti-
nuevos.24
do pocas dificultades para aceptar la ídea de la influencia de las orientacio-
nes y los principios interiorizados sobre la acción. Los estudiantes se hallan
Así pues, para que la deliberación sea educativa, para no confundir ha- familiarizados con el contraste de las reacciones estereotipadas de un car-
bitualmente varios «bienes en sí mismos» con el bien en general, para evi- pintero y de un decorador de interiores con respecto a una casa, de un do-
tar tomar alegremente la parte por el todo, tenemos que darle al pluralismo cente idealista y otro progresista al visitar una escuela típica, del vaso me-
lo que es debido y al desarrollo de las artes eclécticas la atención que se dio vacío o medio lleno del pesimista y del optimista, o de cualquier otro
merecen. conjunto de ejemplos sobre orientadones. Y, para explicar que las cosas
sean así, los estudiantes utilizarán con relativa facilidad algunas expresio-
nes lingüísticas habituales, como «marco de referencia» y «relativismo cul-
Nutrir las artes eclécticas tural». A primera vista, parecen ver y saber qué es el pluralismo. El proble-
ma surge por lo que se refiere a la profundidad de ese «ver» y «saber». Los
En la segunda seccíón de este capítulo me centraré brevemente en los estudiantes, que aceptan e induso se aburren con los ejemplos habituales,
problemas de alimentar a los futuros trabajadores del currículum con una frecuentemente pasan por alto y dejan de percibir los principios, qua prin-
comprensión de los motivos y las razones para cultivar el pluralismo estra- cipios, de las indagaciones sobre las que leen; naturalmente, dan como sen-
tégico, y para desarrollar algunas de las artes eclécticas. Esta sección sirve tadas las suposiciones básicas de su propio pensamiento, hasta el punto de
para dos propósitos. El primero es declaradamente práctico: es posible que que apenas piensan en ellas. En realidad, los estudiantes «ven» la cuestión
a los lectores interesados en estas ideas les resulten útiles algunas de las su- de un modo abstracto y en casos limitados, pero no acaban de ver todo el
gerencias que aquí se hacen. El segundo es teórico en el sentido de que ha- amplio alcance (y, de hecho, la ubicuidad) y la importancia de los princi-
blar de la práctica va en beneficio de la comprensión teórica, pues la aplica- pios, suposiciones, orientaciones, etc. sobre la percepción y la interpreta-
ción sirve no sólo como una especie de definición ostensible de conceptos, ción.
sino también como una forma de clarificar el significado y la importancia de Para volver al tema planteado sobre la dualidad de principios, que dan
un discurso más abstracto sobre pluralismo y las artes eclécticas. poder tanto como limitan, tenemos que pasar a una especie de indagación
La aceptación y comprensión del pluralismo (como una alternativa a dentro de la indagación (lectura, si se quiere) en la que prestemos atención
los extremismos del dogmatismo o a la aceptación acrítica de un número no sólo a las conclusiones de un autor, sino a la configuración y el orden
dados a la propia indagación por las suposiciones asumidas sobre la natu- Mi siguiente sugerencia es un recurso para transmitir la parcialidad de
raleza del problema y por los conceptos y métodos considerados como las suposiciones metodológicas. Lo encontramos en La esencia de la deci-
apropiados para su investigación. En varios de sus ensayos, Schwab elabo- sión: explicación de la crisis cubana de los misiles, de Graham Allison." La
ra el tema y el método para una enseñanza como la lectura. En «La ense- materia inmediata del libro es la crisis cubana de los misiles. Pero, más allá
ñanza de la ciencia como indagación», contrasta la enseñanza de la indaga- de los temas particulares sobre esa crisis, a Allison le interesa mostrar cómo
ción en la indagación con enseñar la retórica de las conclusiones." En «La los marcos que utilizamos canalizan nuestro pensamiento sobre los aconte-
práctica: las artes de la ecléctica», encontramos un amplio análisis del pro- cimientos que analizamos. Ya en el Prefacio hace una declaración de inten-
blema de «transformar una doctrina en una visión, pasándola desde el es- ciones que es toda una afirmación pluralista clásica:
tatus de "conocimiento" al de un modo de discriminar ciertas clases de
problemas y materiales apropiados para sus soluciones en las situaciones Las respuestas a las preguntas como por qué la Unión Soviética intentó
educativas».28 «Indagación y el proceso de lectura» es también un texto introducir subrepticiamente misiles ofensivos estratégicos en Cuba tienen
extremadamente útil sobre la posibilidad y los métodos de formar a los es- que verse afectadas por las suposiciones básicas que hacemos, por las catego-
tudiantes en las artes de recuperar el significado dotado de principios." rías que utilizamos o por nuestro ángulo de visión. Pero ¿qué clase de supo-
Estos textos se pueden encontrar con relativa facilidad, de modo que no siciones nos sentimos inclinados a hacer? ¿Cómo canalizan esas suposiciones
reelaboraré aquí sus sugerencias. Por ello, me limito, simplemente, a reca- nuestro pensamiento? ¿De qué perspectivas alternativas disponemos? Este
pitular la cuestión general que planteo: que el primer paso importante para estudio identifica el marco de referencia básico utilizado por la mayoría de la
fomentar el pluralismo crítico consiste en dar poder a los estudiantes para gente cuando piensa en las relaciones internacionales. Además, perfila dos
discernir en las indagaciones que lean los principios y los temas de principio estructuras alternativas. Cada marco de referencia es, en efecto, una especie
que allí se encuentran o, en otras palabras, ver los poderes de las teorías de «lente conceptual». Al comparar y contrastar las tres estructuras, vemos
como herramientas intelectuales. lo que cada una de ellas aumenta, destaca y revela, así como aquello que de-
Aunque ver los poderes de los principios también transmitirá inevita- senfoca o descuida."
blemente algo de la parcialidad de la teoría, esa parcialidad queda podero-
samente impresa en la mente cuando se comparan y contrastan las teorías El marco básico de referencia al que se refiere Allison es lo que deno-
con respecto a lo que tienen que decir sobre un caso común o una materia mina el modelo clásico o el modelo del actor racional. Perfila ese modelo
común. En «La práctica: las artes de la ecléctica», Schwab ofrece la intere- en el capítulo uno y lo aplica como un «primer corte» del caso. El segundo
sante comparación de las teorías de la personalidad. Además, permítaseme modelo se refiere a los procesos organizativos y el tercero a la política gu-
sugerir dos recursos interesantes para transmitir a los estudiantes la parcia- bernamental. Cada uno de estos cortes aporta facetas diferentes de la cri-
lidad de la teoría. El primero lo encontramos en Anatomía de la innovación sis. Es más, los cortes muestran no simplemente diferencias en las respues-
educativa, de Smith y Keith, así como en el ensayo de Lighthall en el que tas que se obtienen a las mismas preguntas, sino «diferencias en las formas
revisa esa obra, tomados como un conjunto.» Smith y Keith hacen una viva que tienen los analistas de concebir el problema, configurar el rompecabe-
descripción de un intento fracasado por instituir un conjunto de innova- zas, desvelar las preguntas que lo resumen y recomponer las piezas en bus-
doras ideas de enseñanza en una escuela elemental «hecha a la medida». ca de una respuesta»." El trabajo es, en resumen, un recurso excelente
Junto con la descripción, hay una interpretación del fracaso o de las difi- para transmitir, en primer lugar, la importancia que tienen para el análisis
cultades, como las actitudes recalcitrantes, la actitud reacia al cambio y el los principios metodológicos que elijamos, en segundo lugar que los prin-
atrincheramiento en sus posiciones por parte de los profesores. El ensayo cipios ejercen un efecto palpable y, en tercer lugar, que junto con la selectivi-
de Lighthall ofrece una reelaboración de los acontecimientos como temáti- dad de la percepción que da poder a un principio, encontramos un conjun-
cos de un modelo elitista de liderazgo que niega la otroridad elemental de to de limitaciones que suponen facetas del problema que serán soslayadas o,
los otros. Con bastante riqueza de datos y descripción, para permitir cortes simplemente, pasadas por alto.
adicionales de interpretación y para ofrecer visiones contrapuestas de los Para recapitular: la barrera que se opone a la aceptación del pluralismo,
«mismos» acontecimientos, estos recursos son una ayuda útil para transmi- que ha sido el tema tratado aquí, está constituida por carencias en relación
tir el efecto que tienen el principio y la orientación sobre la interpretación con las artes de recuperar el significado. A medida que los estudiantes ob-
y sus limitaciones. tengan el poder para discernir los principios y los temas de principio en las
obras que lean y en las doctrinas que utilicen, y comparen tratamíentos al- 14. REID, WILLIAM A. (1979), «Practical reasoning and curriculum theory: in
ternativos de los problemas, se hallarán en mucha mejor posición para usar search of a new paradigm», Curri culum Inquity, 9, págs. 187-207.
recursos plurales que enriquecerán sus deliberaciones. Hay también otras 15. SCHWAB, J. J. (1978), «The practical: translation into curriculum», pág.
barreras, entre las que se incluye la tendencia tecnocrática a tratar todos 382.
los problemas como procedimentales y a buscar el más significativo. Estas 16./bid., pág. 381.
y otras barreras exigirán tratamientos diferentes, pero para eso habrá que 17. GARVER, EUGENE (1984), «The arts of the practical, variations on a theme
esperar a otra ocasión. of Prometheus», Curriculum Inquir y, 14, págs. 187-207.
18. LIGHTHALL, FREDERICK E (1973), «Multiple realities and organizational
nonsolutions: an essay on Anatomy of Educational Innovation», School Re-
view, 81, pág. 256. Véase tambíén SMITH, Louis M. y KEITH, PAT M.
Agradecimientos (1971), Anatomy of Educational Innovation: an Organizational Analysis of
an Elementary School John Viley and Sons, Nueva York.
Una versión anterior de este capítulo fue presentada como parte del 19. REID (1979), pág. 100 (véase nota 14).
simposio titulado «Qué hacer sobre la deliberación», celebrado en la reu- 20. KEKES, JOHN (1978), «Essentially contested concepts: a reconsideration»,
nión anual de la American Educational Research Association en Montreal, Philosophy and Rhetoric, 11, págs. 71-89. Véase también GALLIE W. B.
en 1983. (1957), «Essentially contested concepts», Proceedings of the Aristotelean
Society, 56, págs. 121-146.
21. /bid., pág. 77.
22. Ibid., pág. 78.
Referencias bibliográficas 23. Ibid., pág. 89.
24. HAMPSHIRE, STUART (1959), Thought and Action, The Viking Press, Nueva
L ScHwAB, J. J. (1978), «The practica': a language for curriculum», «The prac- York, pág. 213.
tical: arts of edectic», «The practical: translation into curriculum», todos 25. SCHWAB, J. J. (1978), «The practical: arts of eclectic», pág. 323.
ellos en WESTBURY, IAN y WILKOF, NEIL (eds.), Science, Curriculum, and 26. DEWEY, JOHN (1922), Human Nature and Conduct, The Modem Library,
Liberal Education, University of Chicago Press, Chicago. (Un enfoque prác- Nueva York, págs. 175-176. (Naturaleza humana y conducta, FCE, México,
tico para la planificación del currículo,El Ateneo, Buenos Aires, 1974.) Véa- 1961.)
se también SCHWAB, J. J. (1983), «The practical 4: something for curricu- 27. So-1w" J. J. (1960), «The teaching of science as inquiry», en So-1-w" J. J.
lum professors to do», Curriculum Inquiry, 13, páginas 239-255. y BRANDWEIN, PAUL (eds.), The Teaching of Science, Harvard University
2. SCHWAB, J. J. (1978), «The practical: a language for curriculum», pág. 310. Press, Cambridge, Mass.
3. SCHWAB, J. J. (1978), «The practical: arts of eclectic», pág. 327. 28. ScHwAB, J. J. (1978), «The practical: arts of eclectic», pág. 356.
4. Ibid. 29. SCHWAB, J. J. (1978), «Enquiry and the reading process», en WESTBURY, I.
5. Ibid. y WILKOF, N. J. (véase nota 1).
6. /bid., pág. 330. 30. LIGHTHALL, FREDERICK (1973), véase nota 18, y SMITH, LOUIS y KEITH,
7. Ibicl., pág. 333. PAT M. (1971), véase nota 18.
8. SCHWAB, J. J. (1951), «Dialectical means vs dogmatic extremes in relation to 31. ALLISON, GRAHAM T. (1971), Essence of Decision: Explaining the Cuban
liberal education», Harvard Educational Review, 21, págs. 37-64. Missile Crisis, Little, Brown and Company, Boston.
9.WICK, WARNER (1976), «Sour apples from the tree of knowledge», TheUni- 32. Ibid., pág. v.
versity of Chicago Magazine, primavera, págs. 29-33. 33. Ibid., pág. 249.
10.Ibid., pág. 30.
11.Ibid.
12. DEWEY, JOHN (1938), Experience and Education, Collier Books, Nueva
York, pág. 38. (Experiencia y educación, Losada, Buenos Aires, 1939.)
13. NAGEL, ERNEST (1971), «Philosophy in educational research», en STRAIN,
PAUL (ed.), Modern Philosophies of Education, Random House, Nueva
York.
ciona». Eso significa basarse en parte en la experiencia existente sobre qué
hacer y cómo hacerlo, y en parte en probar ideas que parezcan prometedo-
ras, para ver lo que podría tener éxito y capacidad para ser añadido al acer-
bo de la experiencia.
En la práctica resulta muy dificil separar estas dos perspectivas. Las
teorías administrativas de la planificación tienden a promover, en algún
5. Planificación del currículum punto, los procedimientos pragmáticos y a presentar propuestas que, a
como deliberación* primera vista, parece que son científicas pero que, examinadas más aten-
tamente, resultan ser esencialmente pragmáticas. Lo que se puede decir
William A. Reid con certeza es que la planificación del currículum ha estado dominada
por teorías que se presentan como administrativas, pero que contienen
fuertes elementos de pragmatismo. Según he argumentado (Reid, 1993),
así es como deberíamos ver, por ejemplo, el trabajo de Ralph Tyler que
Philip Jackson, en su introducción al Handbook of Curriculum Research,
califica como representativo de la «perspectiva dominante» (Jackson,
1992).
Introducción Ciertas deficiencias de esta «perspectiva dominante» han dado lugar a
numerosas críticas (para una reciente exposición de las mismas, véase
Una teoría de la planificación del currículum es una teoría de la acción. Hlebowitsh, 1992). Estas deficiencias percibidas se han centrado en dos
En consecuencia, a diferencia de una teoría científica, no se satisface dan- aspectos interrelacionados de las teorías administrativas. En primer lugar,
do una descripción de cómo ocurren las cosas, o una explicación del por se ha criticado su intento de representar los problemas del currículum
qué ocurren. Su tarea principal consiste en mostrar cómo se pueden defi- como solubles a través del procedimiento; antes al contrario, se afirma
nir y tratar de alcanzar los fines deseados. Pero, para que sus propuestas que en cualquier determinación sobre el currículum se hallan profunda-
sean realistas tiene que hacer al mismo tiempo una exposición plausible de mente implicadas cuestiones de valores, intereses e ideales y que sería
los materiales y acontecimientos que son los objetos de la acción, y tam- fraudulento y equívoco pretender adoptar ante ellas un enfoque técnico
bién del comportamiento de quienes deciden e inician la acción. completamente neutral. En segundo lugar, se ha objetado que representar
En los últimos años, la teoría de la planificación del currículum ha es- las escuelas y los distritos escolares como sistemas de transmisión de los
tado dominada por conceptos derivados de las perspectivas administrativa currículos es simplista. Se trata, de hecho, de creaciones sociotécnicas
o pragmática sobre la planificación. Una perspectiva administrativa (o lo- muy complejas, con largas historias, que no responden bien a las interven-
gística, o sistemática) se esfuerza por ser procedimental y científica. Es de- ciones basadas en principios de ingeniería. Estas dificultades tampoco se
cir, en respuesta a la cuestión de cómo se han de definir y tratar de alcan- ven aliviadas cuando nos movemos en la dirección del pragmatismo. El
zar los fines, propone un conjunto de técnicas universalmente aplicables, pragmatismo plantea todavía menos preguntas sobre las cuestiones fun-
mientras que, en respuesta a la cuestión de la naturaleza de los materiales, damentales de valor, o sobre la naturaleza intrínseca de las situaciones que
acontecimientos y comportamientos, ofrece una descripción mecánicamen- tiene que afrontar.
te científica, arropada en términos de sistemas, vínculos entre sistemas, me- Las críticas de la perspectiva dominante han surgido de perspectivas
diciones psicométricas, objetivos de comportamiento, etcétera. Por otra alternativas que he descrito como radical, existencial y deliberadora (Reid,
parte, una perspectiva pragmática (u operativa), utiliza una especie de en- 1992). Las críticas radicales consideran las actuales instituciones de la so-
foque de «caja negra». No plantea preguntas profundas acerca de la natu- ciedad como fundamentalmente deficientes y por ello no están dispuestas
raleza de las cosas sobre las que trata, sino que se concentra en «lo que fun- a discutir las teorías de la planificación del currículum si previamente no se
han hecho reformas revolucionarias, mientras que las críticas existenciales
* Este artículo se publicó originalmente, bajo el mismo título, como Rapport
Nr. 11, 1994, Pedagogisk Forskningsinstitut, Universidad de Oslo, ISSN 0800- basan sus puntos de vista de oposición en la prioridad de las necesidades y-
6113. deseos del individuo, que se ven amenazadas por los imperativos institu-
cionales. Así pues, estas dos perspectivas que, por lo que se refiere a la pla- catión y en la sociedad y que incluya referencias a una amplia variedad de
nificación del currículum, han aparecido de una forma más destacada en la tradiciones de deliberación y ambientes en los que ésta puede tener lugar
literatura como posturas de oposición frente a una perspectiva administra- (Dillon, 1994).
tiva o sistemática, no ofrecen en realidad ninguna alternativa, ya que la pla- El propósito de este capítulo es, pues, argumentar en favor de la deli-
nificación es un tema que son incapaces o que no están dispuestas a discu- beración como un modelo para la comprensión y realización de la planifi-
tir. Únicamente la tercera de las otras perspectivas, la deliberadora, ha sido cación del currículum, dentro de los sistemas escolares.
crítica con la perspectiva dominante, al mismo tiempo que una fuente de El modelo se apoyará en cuatro fundamentos:
propuestas alternativas.
La perspectiva deliberadora propone un «método de lo práctico», • Que refleja apropiadamente la lógica del proceso de la planificación
que se plantea como una exposición moral y lógica de cómo se tienen del currículum.
que definir y resolver los problemas presentados por el currículum, y • Que respeta la naturaleza práctica e institucional del currículum de
también como una fuente de ideas acerca de cómo han de dirigirse los la escolarización, tal como éste ha sido determinado históricamente.
procesos de la planificación. En el núcleo de la deliberación está la no- • Que permite la reconciliación de intereses potencialmente conflicti-
ción de «indagación» que, allí donde se tienen que resolver problemas vos, que pueden influir con legitimidad sobre las decisiones del cu-
prácticos, se refiere a influir y determinar las acciones morales, políticas rrículum.
y sociales y, en consecuencia, a configurar los procesos mediante los que • Que refleja apropiadamente la moral y el carácter ético de la planifi-
«acordamos una conclusión o aceptamos seguir un curso de acción» cación del currículum.
(McKeon, 1952, pág. 85).
La teoría deliberadora no es nueva. Tiene sus raíces en Aristóteles e El artículo se ocupará de trazar un perfil general de las características
impregna toda la obra de John Dewey. Más recientemente, encontró un del modelo deliberador y no abordará cuestiones específicas de organiza-
defensor destacado en Joseph Schwab (Westbury y Wilkof, 1978), cuya in- ción (composición y selección de grupos de deliberación, etc.). Tampoco
fluencia aparece fuertemente representada en los escritos actuales de aque- incluye el análisis de los lugares comunes del currículum, que han sido am-
llos que intentan explorar y extender aún más el concepto de deliberación pliamente abordados en otra parte (Westbury y Wilkof, 1978; Pereira,
como «el método de la práctica». Así, abarca no sólo la discusión frente a 1991; Reid, 1992).
frente entre educadores, sino también los procesos de planificación en los
que intervienen clientelas más amplias, que tienen que colaborar dentro de
los parámetros de las instituciones (Holt, 1994; Reid, 1992; Westbury, 1. La lógica del modelo deliberador
1994).
La revitalización del interés por las perspectivas deliberadoras o «in- El primer argumento en favor de la deliberación como un modelo para
dagadoras», encaja bien con la evolución del pensamiento en otros ámbi- la planificación del currículum es que ofrece una exposición apropiada de
tos en los que se reconoce que la perspectiva dominante quizá no sólo sea la lógica que interviene en el proceso. El paso inicial en este argumento es
deficiente, sino incluso peligrosa, como sucede por ejemplo con las cues- un análisis de la naturaleza de los problemas que tiene que abordar la pla-
tiones de la planificación medioambiental. En este terreno, resulta cada nificación del currículum. El paso siguiente es una demostración de que la
vez más evidente que las huidas hacia la crítica radical o el individualismo deliberación constituye un método lógico para la resolución de problemas
anárquico, aunque satisfagan a quienes se entreguen a ellas, no contri- de este tipo. Puesto que nuestra clasificación de un problema viene deter-
buyen en nada a aliviar problemas que no harían sino empeorar si no se minada por las categorías que propone nuestro método prospectivo, de
interviniera. La cuestión, pues, no consiste en determinar si hay que pla- ello se desprende que el primer paso es el más importante. Para que la de-
nificar o no, sino en cómo hay que hacerlo y el imperativo no es el de liberación avance como un modelo para la planificación del currículum, es
producir exposiciones cada vez más elaboradas de lo que hay de erróneo preciso, antes que nada, presentar la visión que adopta ante los problemas
en la actual teoría de la planificación, sino proponer una mejor forma de del currículum.
hacer las cosas. Resulta significativo que una de las obras recientes publi-
cadas sobre la deliberación del currículum se titule Deliberación en la edu-
130 131
1.1. Problemas del currículum los problemas del ámbito de la economía se trataran como si fuesen pro-
blemas de física («la mecánica celestial aplicada a los asuntos terrenales»),
1.1. 1 . PROBLEMAS TEÓRICOS Y PRÁCTICOS ¿qué credibilidad podríamos adscribir a esos resultados? La segunda de-
¿Qué clase de problema es un «problema del currículum»? Una distin- bilidad es que los paradigmas disciplinares dan cabida a datos de una na-
ción importante a realizar entre tipos de problemas es la que se establece turaleza general, pero no de una naturaleza particular. ¿Y si nuestro pro-
entre aquellos que surgen a partir de estados mentales y aquellos otros que blema tiene aspectos singulares? ¿Y si no se trata de lo que suele suceder
surgen a partir de estados de las cosas. En el primer caso nos enfrentamos cuando se limita la circulación del dinero, sino de lo que sucederá en un
a un verdadero rompecabezas acerca de qué pensar o creer. ¿Debemos tra- país concreto, en un período de tiempo determinado y teniendo en cuenta
tar la luz como una onda, como un corpúsculo o como ambos? ¿Está el ín- toda clase de circunstancias particulares? En tercer lugar, el resultado de
dice de inflación de una economía directamente relacionado con el dinero nuestra indagación es una explicación y las explicaciones no son guías para
que hay en circulación? En el segundo caso, el rompecabezas se refiere a la acción. No obstante, por mucho que creamos en una explicación que
qué hacer. ¿Se deben invertir fondos para investigar la naturaleza de la nos diga que disminuir el dinero en circulación reducirá la inflación, aún
luz? ¿Debemos restringir la circulación de dinero con la esperanza de que tenemos que decidir que es precisamente eso lo que queremos provocar o
se reduzca el índice de inflación? En el primer caso, el problema exige una si, aunque sea eso, puede haber razones imperiosas que, por otros motivos,
resolución teórica: la producción de una explicación, una hipótesis, una nos induzcan a rechazar la idea, o que nos planteen el por qué no sería
conjetura. En el segundo caso, exige una resolución práctica: el inicio de la apropiado tratar de ponerla en práctica en estos momentos. Si el problema
acción. que queremos solucionar se puede categorizar dentro de una disciplina
Está daro que las dos clases de problemas no se pueden considerar por que trabaja con datos generalizados, que no ha de tener en cuenta circuns-
separado. Lo que creamos sobre las teorías actuales de la naturaleza de la tancias singulares y que se preocupa por el conocimiento y no por la ac-
luz influirá en nuestra voluntad de emprender acciones que favorezcan ción, entonces hacemos bien en concebirlo como un problema teórico. En
una mayor investigación. Lo que creamos sobre la relación entre la infla- la medida en que no se cumplan estas condiciones, la categorización puede
ción y el dinero en circulación influirá en las decisiones que tomemos so- conducirnos a resultados que no sean fiables y que sean positivamente
bre política económica. Pero eso no disminuye la 'importancia de utilizar la equívocos. Así pues, tenemos que preguntarnos, como un primer paso en
distinción entre problemas que exigen resoluciones teóricas y prácticas la caracterización de los problemas del currículum: «¿Son teóricos o son
como una guía indicativa de los métodos que deberíamos utilizar para so- prácticos?».
lucionarlos. Al decidir esta cuestión, podemos considerar, antes que nada, si una
Si categorizamos un problema como teórico, el método que utilicemos determinada cuestión del currículum se puede categorizar como «un ejem-
para abordarlo se desprende de la categoría disciplinar en la que decidi- plo de x», en el que x es el nombre de un modo disciplinar de indagación.
mos situarlo. Los problemas sobre la naturaleza de la luz se clasifican El currículum mismo no es un modo disciplinar de indagación, de modo
como pertenecientes al ámbito de la física. Los problemas sobre la natura- que tenemos que buscar posibilidades en otra parte. Es bastante improba-
leza de la inflación se clasifican como pertenecientes al ámbito de la econo- ble que sugiramos que x podría referirse a la física, aunque a la economía
mía. Esta percepción de los problemas, como solubles dentro de los recur- ya sería algo más plausible y no son extraños aquellos casos en los que se
sos teóricos de una disciplina, es a un tiempo una fortaleza y una debilidad. afirma que x podría pertenecer al ámbito de. la psicología. El intento por
La fortaleza de los métodos disciplinares para la resolución del problema mantenernos dentro de una categorizadón teórica se hace más difícil cuan-
se encuentra en su potencial para la simplificación de los procedimientos, do pasamos a la cuestión de las circunstancias singulares. Algunos proble-
ya que proporcionan un criterio claro que nos sirve para especificar los da- mas del currículum se refieren a lo que debería enseñarse en un Estado, en
tos a los que debemos prestar atención, y también nos ofrecen métodos un país o a los niños de una edad determinada, y tienen el aspecto de ser de
bien establecidos para analizarlos y para juzgar la importancia que debería- una naturaleza general. Pero siempre habrá que tener en cuenta las parti-
mos adscribir a los resultados obtenidos de esos análisis. cularidades de lugar y tiempo. Las condiciones reinantes en los países no
La primera debilidad de la indagación teórica es que la validez de son uniformes, los niños pueden variar mucho en cuanto a su carácter y
nuestros resultados depende de lo apropiada que haya sido nuestra catego- habilidad.
rización a priori del problema a resolver. Si, como ha propuesto alguien, No obstante, este carácter emerge con mayor claridad cuando aborda-
mos la cuestión de qué clase de solución deseamos para un problema de sin poder predecir si alguno de ellos será efectivo o si alguno será más efec-
currículum. Los problemas de currículum exigen acción. Es la acción, y no tivo que los demás; todas las soluciones posibles pueden presentar desven-
la explicación, lo que mejora las condiciones humanas y sociales. Los re- tajas, en la medida en que permiten hacer progresar los íntereses de algu-
sultados de las indagaciones en disciplinas como la economía o la psicolo- nos, mientras que provocan un daño en los intereses de otros. Cuantas más
gía son simples ayudas que contribuyen a tomar decisiones conducentes a condiciones de éstas se tengan que aplicar, tanto menos «ciertos» serán los
la acción, que, mientras tratamos de establecer juicios sobre respuestas a problemas y, en consecuencia, menos «procedimentales». Hay menos cer-
las deficiencias percibidas en el currículum, deberían tener en cuenta las tidumbre en cómo debería verse el problema, en qué información ayudaría
aspiraciones de cambio del currículum, o las afirmaciones que se hayan he- a encontrar una solución, en cuáles serían los méritos de las posibles solu-
cho sobre los méritos de nuevas clases de currículos. Así pues, los proble- ciones. Por ello, hemos de consíderar que algunos problemas prácticos
mas del currículum son problemas prácticos. tienen que concebirse como inciertos y que el trabajo de encontrar una so-
lución tiene que continuar dentro de un marco de referencia diferente,
1.1.2. PROBLEMAS PRÁCTICOS PROCEDIMENTALES E INCIERTOS aun cuando el procedimiento sea útil en algunas fases del esfuerzo por so-
Pero aún podemos llevar más lejos nuestra investigación. Aunque sean lucionarlos (del mismo modo que la indagación empleada en un modo te-
problemas prácticos, que tratan de rectificar y mejorar los estados de las órico quizá tenga también algo que aportar).
cosas y, en consecuencia, que no se pueden solucionar mediante la aplica-
ción del método teórico, de ello no se desprende que nunca puedan so- 1.1.3. PROBLEMAS PRUDENCIALES Y MORALES INCIERTOS
meterse a alguna clase de procedimiento pre-especificable. Si nos encon- Aún tendríamos que dar otro paso más. Cabe entender los problemas
tramos ante una máquina que no funciona, probablemente existirá un prácticos procedimentales como aquellos acerca de los cuales podemos
conjunto muy bien definido de pasos que podemos seguir para encontrar preguntamos: «¿Qué tenemos que hacer?». La forma de alcanzar una so-
el fallo y corregirlo. En consecuencia, es posible catalogar algunos proble- lución es especificable, de un modo razonablemente directo y alguien pue-
mas prácticos como «ciertos» o «procedimentales», dando a entender con de decimos lo que es. En contraste con ello, cabe entender los problemas
ello que los categorizamos con certidumbre y que los solucionamos a tra- prácticos inciertos como aquellos acerca de los cuales podemos preguntar-
vés de los procedimientos disponibles, apropiados para esa categorización. nos: «¿Qué tendríamos que hacer?». No obstante, hay otra respuesta que
Así, pensamos que aunque no existe un modo teórico de solucionar pro- también deberíamos considerar. Nuestra búsqueda de guía podría adoptar
blemas clasificados como curriculares, sí que puede haber procedimientos la forma de: «¿Qué deberíamos hacer?». La utilización de la palabra «de-
prácticos para hacerlo. beríamos» implicaría que vemos el problema práctico al que nos enfrenta-
De hecho, las propuestas sobre cómo debería ponerse en práctica la mos no sólo como incierto, sino como incierto de una forma que implica
planificación del currículum resaltan a menudo los procedimientos de este plantearnos preguntas de responsabilidad moral. Esta distinción final nos
tipo, como por ejemplo al recomendar la especificación de objetivos y la indica una diferencia entre los problemas prácticos que son inciertos y los
selección de contenidos relacionados con tales objetivos. Estas recetas no problemas prácticos que no sólo son inciertos, sino que afectan a intereses
han de considerarse como teóricas, ya que únicamente son ejemplos de que no podemos concebir exclusivamente en términos de importancia y
procedimientos prácticos a aplicar a los problemas del currículum. Por eficacia. Los problemas del primer tipo se han clasificado como «pruden-
otro lado, nos vamos a encontrar indefectiblemente con problemas prácti- ciales» porque el método para solucionarlos es el empleo del razonamien-
cos de tipo muy diferente, que no tienen precedentes, al menos dentro de to prudencial, que es la parte del razonamiento práctico en el que las ra-
nuestra experiencia, de modo que no dispondremos de soluciones proce- zones para actuar se ven limitadas a los deseos, aspiraciones, necesidades
dimentales para ellos. También pueden presentar otras características que y objetivos del agente. La segunda clase de problemas consiste en aquellos
los descalifiquen como «procedimentales» (o «ciertos»); quizá sea difícil que afectan a otras personas y a otros intereses y cuya resolución exige, por
determinar qué variedades de conocimiento deberían aplicarse para su so- lo tanto, un razonamiento moral. Puesto que los currículos están destina-
lución; el problema se puede presentar dentro de un contexto singular, de dos, por su naturaleza, a afectar a quienes se relacionan con ellos y puesto
tal modo que el conocimiento de ese contexto sea tanto o más importante que su transmisión exige la participación no sólo de los estudiantes, sino
que el conocimiento de algún procedimiento general aplicable a una clase también de otros grupos, como los profesores, los problemas del currícu-
de problemas; quizá tengamos que elegir entre diversos cursos de acción lum tienen que clasificarse como problemas morales inciertos.
1.2. Resolución de problemas morales inciertos afirma ser capaz de hacer estas cosas. Sus características básicas son la in-
dagación y el juicio.
Hemos llegado ahora a una respuesta a nuestra pregunta: dentro de
una perspectiva deliberadora, ¿cuál es la naturaleza de un problema de cu- 1.2.1.INDAGACIÓN
rrículum? Se trata de un problema práctico, pero es incierto, no procedi- El modelo deliberador de planificación del currículum se basa en la
mental. La principal consideración que nos lleva a esta conclusión es que indagación práctica, que se distingue de la indagación teórica porque tie-
el problema se producirá dentro de un contexto singular. Cuanto más nos ne que ocuparse no de generalidades, sino de particularidades. Mientras
acerquemos al currículum de la clase, tanto más claro será el problema. Al que la indagación teórica puede aplicar métodos que vienen determina-
nivel de las decisiones relativas al currículum que afectan a un Estado o a dos por la naturaleza de una tradición disciplinar, la indagación práctica
una nación, quizá podamos comportarnos como si tratásemos con situa- ha de considerar las circunstancias especificas, como cuáles son las satis-
ciones muy generales, dentro de las cuales no tienen tanta importancia los facciones que están en juego, a quiénes afectan, en qué lugares se ha ob-
detalles particulares. Pero los profesores son muy conscientes de las cir- servado el descontento y cuáles son los rasgos específicos de las personas
cunstancias concretas que rodean las decisiones sobre el currículum y que o de los escenarios implicados en el reconocimiento de los problemas.
afectan a sus propios estudiantes, en sus propias aulas y escuelas. Además, Luego, en su investigación de los problemas, tiene que ser receptiva a
tales problemas son morales, no prudenciales. Resulta difícil pensar en toda clase de hechos y opiniones y ofrecer un medio de permitirles contri-
cualquier decisión relativa al currículum que no afecte a los intereses de buir conjuntamente a la producción de propuestas y a la determinación
personas distintas a quienes toman las decisiones: a los intereses de los es- de las acciones a seguir.
tudiantes, de los profesores, de los padres y de la comunidad. Eso significa Así pues, el curso de la indagación práctica viene determinado no por
que el marco de referencia dentro del cual tenemos que ver los problemas consideraciones apriorísticas de procedimientos disciplinares o técnicos,
del currículum es el de un problema moral práctico. sino por la naturaleza del problema abordado. Eso implica, a su vez, que la
Cualquier método que se proponga para abordar los problemas mora- esencia del método se encuentra en la práctica del juicio.
les prácticos tiene que responder a aquellos aspectos que los señalan como
claramente diferentes de los problemas que son inciertos, pero prudencia- 1.2.2. Juicio
les, aquellos que son prácticos pero ciertos (procedimentales) y aquellos Puesto que la indagación práctica tiene que admitir toda clase de datos
que son teóricos. y nunca es capaz de establecer selecciones entre movimientos alternativos
Tiene que ofrecer, en primer lugar, una forma de moverse desde la sen- sobre la base de una información completa, su curso tiene que estar guiado
sación de que el estado en que se encuentran las cosas resulta insatisfacto- por el juicio que sólo puede ser aportado por la agencia humana. En el
rio, hasta la definición de problemas específicos prácticos que sus métodos caso de problemas que vayan más allá de los límites de lo prudencial
puedan abordar. (aquellos que no se limiten a los deseos, aspiraciones, necesidades y objeti-
Segundo, tiene que poder abordar las características singulares de vos del agente individual), este agente, que ha de ejercer su juicio, debe ser
tiempo y lugar, institución y práctica, que presentan los problemas prácti- el grupo deliberador, cuya composición vendrá determinada a su vez por
cos inciertos. la naturaleza práctica y moral del problema a abordar.
Tercero, tiene que poder sopesar hechos y opiniones, ideales y realida-
des, dentro de un marco de referencia común que sea moralmente acepta- 1.2.3. AGENCIA
ble, para poder producir propuestas para la acción que afecten a muchas La cuestión de la agencia es, por tanto, fundamental. Dado que el pro-
personas e intereses. ceso de indagación implicado en la resolución de problemas prácticos de-
Cuarto, tiene que poder justificar provisionalmente una acción cuyos pende abrumadoramente de la agencia humana, ¿quién debería asumir la
resultados no serán fácilmente predecibles. tarea de identificar, investigar y resolver problemas? Algunas exposiciones
Quinto, ha de tener en cuenta los puntos de vista y los deseos de todos de la relación de la teoría con la práctica afirman que debería darse priori-
aquellos que tienen un derecho moral a contribuir al proceso y a los resul- dad para tomar la iniciativa a quienes disponen de experiencia técnica es-
tados de la planificación. pecial, a quienes tienen capacidad para ejercer el control político y a quie-
El concepto de deliberación ofrece la exposición de un método que nes tienen que realizar las tareas que se verán afectadas por el cambio. En
«currus» empezó a utilizarse habitualmente para indicar el paso del tiem-
el caso del currículum, los intereses organizativos pueden propugnar la
participación de los expertos y los intereses políticos la de los líderes poli- po, de modo que junto a expresiones como «curriculum horae» (el paso
ticos, mientras que los intereses prácticos y personales se decantan por el de una hora), surgieron, de forma bastante natural, otras como «curricu-
lum studiorum» (el tiempo ocupado por los estudios). A medida que la
lado de los profesores y de los estudiantes.
La indagación, sin embargo, debe tener en cuenta el contexto total, noción del simple paso del tiempo en relación con el aprendizaje se trans-
práctico, personal e institucional dentro del cual se han de tomar las deci- formó gradualmente en otra, en la que se veía el tiempo como estructura-
siones y declarar que se han de consultar todos estos intereses, que tienen do para contener una secuencia que se podía completar, «currículum» ad-
que participar en la deliberación, ya que deberían formar parte del proce- quirió una importancia institucional. La transformación se inició en las
universidades europeas a finales del siglo xvI y principios del siglo xvii.
so de indagación todos aquellos que experimenten ventajas o desventajas
Hasta entonces, el conocimiento se ofrecía y se adquiría según se presen-
con el estado actual de las cosas, o que puedan experimentarlas como con-
tara la oportunidad. No existía una noción fija de lo que se debía estudiar,
secuencia de los esfuerzos para cambiarlo.
La intención de la indagación es que su curso sea cartografiado, no con quién debía estudiarlo, a qué edad, en qué orden o con qué resultados
referencia al peso político, o a la capacidad experta especial de aquellos concretos. La posibilidad de moverse hacia la noción moderna de currí-
que participan en ella, sino de acuerdo con los criterios establecidos por el culum dependió de una conjunción de factores sociales y técnicos. Los
problema que se tiene que abordar. Esto tiene implicaciones no sólo para países de Europa empezaron a abandonar el feudalismo para favorecer
la composición del grupo deliberador, sino también para el proceso de for- otras formas más centralizadas de gobierno. Las culturas nacionales desa-
mación de criterio a través del cual se busca y sopesa la evidencia y se ima- fiaron el dominio del lenguaje y del pensamiento clásicos. El comercio y la
industria comenzaron a organizarse a una escala mucho mayor. Todas es-
ginan y eligen las propuestas para la acción.
tas tendencias sociales dependieron del desarrollo de formas de discurso
y de comportamiento que eran públicas y letradas, en lugar de privadas y
orales. La idea de currículum fue una derivación surgida de este proceso y
2. El carácter institucional del currículum de la escolarización también se convirtió en un vehículo para el mismo. Tal evolución se pro-
dujo a través de la innovación técnica, en forma de textos impresos, que
2.1. Historia
hicieron posible la especificación del contenido uniforme de un curso. La
En la sección 1 examinamos la naturaleza lógica de los problemas del conjunción de los recursos de la imprenta y el interés por las formas jerár-
currículum. Pero la indagación también presta atención al hecho de que quicas de control y organización condujeron al desarrollo del libro de tex-
estos problemas surgen dentro de un determinado contexto histórico. to, que presentaba la enseñanza como una secuencia. Al mismo tiempo, la
¿Cómo ha surgido la idea de currículum, con la que ahora tenemos que elaboración de procedimientos sistemáticos para la conservación de re-
bregar? ¿A través de qué proceso se institucionalizó? ¿Cuál es su papel gistros preparó el camino para la idea de que los estudiantes podían «com-
institucional? Mientras la deliberación no se halle informada por com- pletar el currículum de sus estudios» y recibir grados y diplomas que fue-
prensiones acerca de esta clase de preguntas, se verá limitada en su habili- ron cada vez más valorados en sociedades donde empezaron a adquirir
dad para responder a los problemas morales inciertos que no se pueden importancia las mediciones objetivas del estatus de las personas. Así pues,
comprender en términos estáticos, y que únicamente pueden asumir todo los rasgos del currículum que tienen una mayor probabilidad de dividir
su significado cuando considerarnos que surgen a partir de un determina- a los teóricos en campos contrapuestos (regulación, uniformidad, jerar-
quía), estuvieron necesariamente presentes desde el principio, ya que se
do contexto histórico. trataba precisamente de los rasgos que daban al currículum su identidad
como algo diferente de la enseñanza y el aprendizaje y que lo lanzaron
2.1.1. ORÍGENES
Algunos autores han tomado la relación de «currículum» con «cu- como una práctica institucionalizada. Lo notable fue lo diferente: la pre-
rrus» y con el significado más común de esta palabra para afirmar que su decibilidad apareció allí donde había existido la idiosincrasia, la idea de
importancia procede de la metáfora de la «carrera». Participamos en ca- currículum como una experiencia común, la necesidad de que el estu-
rreras a lo largo (o a través) de varios «cursos», al final de los cuales se diante abordara tanto los aspectos públicos como privados del aprendiza-
otorgan recompensas. La verdad es más vulgar. La forma diminutiva de je. Pero muchas cosas se mantuvieron incólumes o únicamente cambiaron
139
138
muy lentamente. Si, a principios del siglo xix, la idea de currículum como Los principales inventos técnicos que lo hicieron posible fueron las
institución pública estaba ya bien establecida en las escuelas públicas y en aulas y los sistemas de clasificación y certificación. Estos aportaron los
las universidades, su realización conservaba aún buena parte de la natura- medios para racionalizar los sistemas educativos y hacerlos comparables
leza de las tradíciones más antiguas. El aprendizaje seguía dirigido a gru- a través de las culturas. Así, la naturaleza ordenada del currículum se ha-
pos heterogéneos de estudiantes, utilizaba de una forma meticulosamente llaba en conjunción con las estructuras jerárquicas ordenadas de la escola-
oral ciertos recursos literarios como los libros de texto y conservaba hábi- rización. La secuencia del currículum encontraba su correlación en las
tos medievales de confrontación y antagonismo en la enseñanza. progresiones de grados y clases relacionados con la edad, y los niveles del
Pero las ideas fundamentales del currículum aparecían bastante claras: currículum con los tipos y fases de la educación. Y todo ello se hallaba
estaban los conceptos de secuencia, conclusión y certificación. Sin estos apoyado por la autoridad política más alta. El currículum, plenamente ar-
procesos podemos aprender y hasta podemos enseñar, es decir, podemos ticulado, correlacionaba las formas y estructuras de las verdaderas organi-
tener educación, pero no currículum. La secuencia, la conclusión y la cer- zaciones, como las escuelas, con categorías abstractas, pero plenamente
tificación son nociones universales, que exigen la intervención de instítu- cornpartidas y comprendidas, compuestas por temas curriculares, roles y
ciones para establecer y mantener su universalismo en el dominio público. estatus.
Y, una vez más, lo fundamental de la evolución del currículum en este
2.1.2. CURRÍCULUM Y NACIONALIDAD punto (clasificación, aulas y nacionalismo) fueron temas que en la actuali-
La siguiente evolución importante en el carácter del currículum tuvo dad provocan una gran controversia acerca de cómo deberíamos consi-
lugar a lo largo del siglo xix. Una vez más, fue el resultado de una combi- derar el currículum. La clasificación parece elevar el interés nacional por
nación de evolución social y de capacidad inventiva técnica. En Europa y encima del individual; las aulas suelen verse como ámbitos coercitivos y
en el norte de América, el siglo xix fue una era de crecitniento de los Esta- alienantes que promueven el fracaso, al menos tanto como permiten el éxi-
dos-nación, que reclamaron para sí mismos un lugar en el escenario mun- to; el nacionalismo se asoda con el apoyo a las actitudes gubernamentales
dial. La centralización y el control evolucionaron al mismo tiempo que la con respecto a la paz y el medio ambiente, actitudes que parecen cuando
rivalidad y la comunicación internacionales, posibilitadas por inventos menos miopes e incluso inmorales. Es muy posible que la supeditación del
como el barco de vapor, el ferrocarril y el telégrafo. El nacionalismo avan- currículum a los objetivos de la nación, algo que sucedió hace aproxima-
zó al tiempo que se producía el lanzamiento de nuevas instituciones y la damente un siglo, fuese algo que dejase como consecuencia graves proble-
transformación de las viejas. En el siglo xix se produjo el surgimiento sin mas para el currículum como práctica, a pesar de lo cual forma parte de la
paralelos de una gran actividad institucional: oficinas de correos, bibliote- realidad de su propia historia. Parece ser que las grandes instituciones lle-
cas públicas, grandes almacenes, ministerios gubernamentales y bancos van consigo durante mucho tiempo las señales del período de su funda-
nacionales sólo constituyen algunas de las instituciones que son, esencial- ción. Los sistemas nacionales de escolarización no son ninguna excepción
mente, inventos decimonónicos. Aunque el currículum no fue un invento a esta regla.
decimonónico, sí que lo fue su emparejamiento con los sistemas nacionales
de educación. El desarrollo del Estado-nación dependió crucialmente de 2.1.3. HISTORIA RECIENTE
la creación de instituciones simbólicas. Si examinamos, por ejemplo, los Pero ¿qué decir de la historia más reciente? Podemos anticipar que
informes anuales del comisario de Educación de Estados Unidos a finales los últimos avances tecnológicos en los sistemas de comunicación y de
del siglo xix, vemos que no sólo existía una preocupación por el estableci- control, junto con la evolución social en la dirección de una mayor liber-
miento de sistemas domésticos de escolarización, sino también un interés tad individual de elección y un más amplio acceso a la información con-
intenso por lo que estaba sucediendo en otras partes del mundo. En dichos ducirán a un nuevo cambio en la naturaleza institucional del currículum.
informes abundan las exposiciones de la organización de la escolarización Deberíamos sospechar que así será, en efecto. Algunos consideran que el
no sólo en países de Europa, sino también de América del sur, Oriente hecho de que los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido no en-
Medio y Australasia. Los sistemas de escolarización fueron como «portaes- cuentren mejores medios de responder a la disminución de la confianza
tandartes» para las naciones en desarrollo del siglo x[x, del mismo modo en las escuelas y el currículum que reafirmando las políticas articuladas a
que las líneas aéreas nacionales lo son para los actuales países en desarro- principios del siglo xx, constituye una serial del final del currículum tal
llo. como se ha desarrollado históricamente. Pero de ello no se desprende ne-

140 141
cesariamente que el currículum pueda seguir teniendo utilidad como ins- ción que las especifica (una forma segura de saber cuándo se ha cruzado
titución. De hecho, si falla como institución, falla también como práctica. una frontera nacional es la de comprobar el contenido del currículum de
Si la historia nos induce a algo es a que, en lugar de negar o rechazar el pa- Geografía).
pel institucional del currículum en los sistemas nacionales de escolariza- La categoría institucional y abarcadora del currículum contiene una
ción, deberíamos buscar nuevas formas de interpretarlo. Si no nos senti- amplia gama de subcategorías, que se refieren al contenido que pertenece a
mos felices con ello es porque el trabajo realizado por los fundadores en el materias o temas de importancia, o al contenido que pertenece a subdivi-
siglo xix estuvo muy bien hecho. El currículum todavía tiene que encon- siones de la población estudiantil, clasificada por edades, grados, habilidad
trar un papel verdaderamente contemporáneo. Pero si queremos encon- o destino: el currículum de lectura, el currículum de la escuela superior jun-
trar ese papel, debemos abordar el problema y nuestra forma de abordarlo ior, el currículum preparatorio para el ingreso en la universidad, etcétera.
será tanto más fundamental cuanto más veamos el currículum no simple- Asociadas con estas categorías que, en realidad, pertenecen más propia-
mente como una práctica, sino como una práctica institucionalizada y de- mente a la escolarización que al currículum, se encuentran la maestra de la
terminada históricamente. escuela elemental, la directora de la escuela superior, el estudiante del duo-
décimo grado. Todas estas categorías institucionales, que representan ideas
2.2. El currículum como una categoría institucional universales, configuran y son configuradas a su vez por las correspondien-
tes categorías organizativas que son su personificación práctica: lo que su-
Pero ¿cuál es el núcleo esencial de esta práctica institucionalizada? En cede en las clases calificadas como de «duodécimo grado» viene influido
la actualidad, los estudiantes de muchos lugares diferentes, que constitu- por lo que se entiende que exige la categoría institucional universal como
yen muchos casos diferentes de experiencia curricular, pueden tener la «duodécimo grado»; y, a la inversa, esa comprensión se halla influida a su
sensación de pasar por una experiencia progresiva común. En Estados vez por lo que sucede en muchos miles de clases individuales de duodécimo
Unidos, por ejemplo, la sensación de esa experiencia común procede de grado.
la matriculación en programas como «Estudios sociales de sexto grado», Lo que se ha descrito es el mecanismo institucional mediante el que es-
«Francés avanzado», o «Iniciación al Álgebra», todos los cuales ofrecen tudiantes, profesores y administradores se comprometen con y en la insti-
un punto de referencia universal en la carrera del estudiante, al margen de tución del currículum. La planificación del currículum tiene que abordar
cuál sea el lugar donde estudie. Eso es posible gracias a un proceso social este aspecto de su naturaleza, conjuntamente con su otro aspecto, de algún
descrito como la creación de «categorías institucionales». Se trata de divi- modo contrastante, que procede de su carácter como una práctica.
siones del mundo, que existen en las mentes de las personas, indepen-
dientemente de las manifestaciones físicas asociadas con ellas. No son 2.3. Deliberación e instituciones
muy universales y eternas, pero tienden hacia la universalidad y la intem-
Las perspectivas administrativas y pragmáticas sobre la planificación
poralidad.
En las sociedades modernas, «currículum» se ha convertido en una del currículum no tienen en cuenta la historia. De una forma u otra pro-
categoría institucional. Se le puede promover, denigrar, escribir sobre él o ponen afrontar el estado actual de las cosas como si las formas que dieron
convertirlo incluso en un tema electoral. Los gobiernos pueden actuar so- lugar a estas situaciones no tuvieran apenas importancia, como por ejem-
bre el currículum nacional, del mismo modo que lo hacen sobre la deuda plo tratando el currículum de modo que sólo sea cuestión de decidir so-
nacional o la seguridad social del país. Lo que estas cosas tienen en co- bre lo que se va a ofrecer y de proponer los contenidos diseñados para
mún es, en primer lugar, que aun siendo de carácter un tanto abstracto, su ofrecerlo. La deliberación, sin embargo, está naturalmente equipada para
existencia sigue dependiendo de categorías organizativas correspondien- respetar los orígenes, así como las circunstancias actuales y, de hecho, tie-
tes (escuelas, el Banco de la Reserva Federal, hospitales), de una forma ne dificultades para concebir las circunstancias actuales como ajenas a sus
como no puede hacerlo la existencia de abstracciones más grandes, como orígenes. La indagación práctica no se considera a sí misma como porta-
educación, prosperidad o salud y, en segundo lugar, que se las puede ver dora de respuestas definitivas a las preguntas planteadas, ya que los pro-
como posesión de una comunidad. Un currículum nacional define se- blemas prácticos siempre surgen a partir de circunstancias singulares y
cuencias de materias que se pueden completar y obtener un certificado de éstas se hallan determinadas históricamente. Es más, el juicio que se esta-
que así se ha hecho, en términos de los intereses y las tradiciones de la na- blece en los esfuerzos que se hacen por resolver los problemas prácticos,

142 143
es el juicio de individuos que actúan sobre la base de la experiencia, an- cación», que es el término preferido a utilizar cuando la institución se des-
tes que profesionales de las ciencias y de los procedimientos; en conse- cribe no sólo como abstracta, sino también como ideal. Las escuelas y los
cuencia, ese juicio, que constituye la agencia a través de la cual se toman sistemas escolares son las representaciones concretas de la institución. El
las decisiones, surge de las historias de prácticas, tradiciones y carreras currículum es una institución subsidiaria de la escolarización y de las es-
personales a las que ellas mismas representan. La deliberación del currí- cuelas, que también existen a su vez como ideal institucional (lo que se
culum, que es en sí misma una práctica institucionalmente incorporada, propone) y como realidad organizativa (lo que realmente se hace en las
observa que los currículos de éxito no pueden surgir simplemente a par- aulas de la escuela).
tir de la consideración de las aportaciones y de las transmisiones efec- Las instituciones, pues, existen antes que nada como colecciones de
tuadas desde un sistema; lo que se dilucida siempre es cómo se pueden ideales comúnmente mantenidos y, en segundo término, como formas or-
generar compromisos con el currículum como institución y cómo se ganizativas que tienen la intención de traducir esos ideales en actividades.
pueden reconciliar los variados intereses que afectan a ese compromiso. Dentro de cualquier jurisdicción dada (habitualmente equiparable a un
Al responder a esa pregunta no trata de encontrar algún mínimo deno- Estado o un país), hay nociones comúnmente mantenidas sobre los propó-
minador común que pueda representar de alguna forma todos los inte- sitos para los que debería servir el currículum, del mismo modo que hay
reses implicados, sino que se esfuerza por descubrir un interés público nociones comúnmente mantenidas sobre cómo deberían realizarse esos
centrado en el mantenimiento y mejora de las instituciones que los re- propósitos, a través de las distintas categorías organizativas: ministerios,
presentan a todos ellos. consejos escolares, escuelas, etcétera.
Las instituciones tienen que servir y reflejar un amplio espectro de in-
tereses. Pero su éxito depende de su capacidad para hacerlo así de una for-
3. Descubrimiento del interés público ma unificada. La esencia de las instituciones públicas se encuentra en su
aspiración de alcanzar la universalidad dentro de las jurisdicciones. Eso es
Las jurisdicciones difieren de los grupos compuestos por individuos más evidente por lo que se refiere a las instituciones legales. No es acepta-
colaboradores en la medida en que poseen las instituciones que incorpo- ble que los procesos de la ley dependan de instituciones que actúen de
ran y conservan las tradiciones de acción colectiva con las que se tiene la acuerdo con compromisos establecidos ad hoc entre los intereses de gru-
intención de asegurar los valores generalmente acordados de una socie- pos especiales. En consecuencia, el problema de la planificación central
dad, con respeto a un cierto propósito identificado. El currículum y la es- que plantean las instituciones consiste en ver cómo se pueden transformar
colarización, con la que está íntimamente relacionado, son ambos institu- esos diversos intereses, que prima facie se hallan en conflicto, de modo que
ciones. se conviertan en un interés universal que tenga carácter directivo del pro-
La razón de la existencia de instituciones es que a las jurisdicciones ceso de planificación. A ese interés universal me refiero al hablar de interés
modernas a gran escala les resulta necesario organizar y sistematizar los público.
funcionamientos de las prácticas. Las prácticas son actividades como la El análisis precedente ha definido cuatro tipos de interés que la plani-
enseñanza, la curación, la atención médica y la gobernación que, empren- ficación del currículum tiene que transformar en un interés público, en la
didas sobre la base de la responsabilidad ética, cubren necesidades no ma- medida en que aquella se ocupa del currículum como una institución.
teriales que los individuos no pueden satisfacer por sí mismos (la propia
planificación del currículum se considera como una práctica, así como 3.1. La identificación de intereses
otras actividades necesariamente asociadas con el currículum, como la en-
señanza). No se puede asumir nunca que la relación que se ha desarrollado La comprensión del problema planteado por la necesidad de sustituir
entre instituciones y prácticas haya alcanzado una situación de estabilidad una variedad de intereses por un interés público, exige alguna forma de ca-
definitiva. En consecuencia, es necesario que el proceso de planificación tegorización de los intereses subsidiarios. Para lo que nos interesa aquí, se
tenga en cuenta las críticas que plantean cuestiones fundamentales sobre propone categorizarlos como: personales, prácticos, organizativos y críti-
los materiales y el escenario que está llamado a considerar. cos. Esta categorización se deriva de la naturaleza de las jurisdicciones
Las instituciones tienen aspectos abstractos y concretos. La «escolari- dentro de las cuales existen las instituciones.
zación» es una abstracción relacionada con la idea más amplia de la «edu-
144 145
3.1.1. EL INTERÉS PERSONAL 3.1.3. EL INTERÉS ORGANIZATIVO
En primer lugar, las jurisdicciones existen para permitir a quienes las Aunque las prácticas pueden estar en conflicto con las instituciones, su
habitan el tratar de satisfacer con mayor efectividad sus propios intereses. mantenimiento exige la existencia de éstas, ya que aportan las estructuras
En consecuencia, podemos definir un «interés personal» que expresa los organizativas que aseguran el apoyo administrativo, logístico y financiero
valores y las aspiraciones de los miembros de una jurisdicción que, consi- que necesitan las prácticas en sociedades complejas y tecnológicamente so-
derados individualmente, se juegan algo en ella o se ven afectados por una fisticadas.
institución concreta y ven un potencial para el conflicto entre sus propios El interés organizativo, que es el tercero, propugna la promoción y
objetivos y valores y los de la institución. En relación con el currículum, conservación de organismos como ministerios, consejos escolares, comités
éstos serán principalmente los estudiantes o futuros estudiantes, pero y cuerpos de inspección que aseguren la continuidad y la predecibilidad.
también los profesores, los administradores y otros cuyas vidas se hallan En conjunto, refleja las visiones de los administradores.
directamente afectadas por contacto con aspectos concretos de la institu- El interés organizativo, que se puede identificar con el interés institu-
ción. En cierto sentido, hay tantos «intereses personales» como indivi- cional en su forma concreta, tiene legitimidad puesto que el currículum,
duos afectados por el currículum. Pero, considerado de otro modo, el in- comprendido como programas de aprendizaje, depende de la existencia
terés personal puede verse como una expresión general del conflicto entre de estructuras capaces de traducir con fiabilidad las propuestas en accio-
las preferencias personales y las exigencias institucionales, prácticas o re- nes, a través de procesos administrativos, al mismo tiempo que mantienen
visionistas. el sistema en un estado de estabilidad.
El interés personal, pues, evoca la primacía de las preocupaciones del
ciudadano individual por encima de las de la institución. Plantea la posibi- 3.1.4. EL INTERÉS CRÍTICO
lidad de que la institución, en la medida en que actúa según los intereses El cuarto es el interés crítico, que representa el pensamiento de aque-
de colectividades, trabaje en contra de los intereses de los individuos. llos individuos y grupos que, sobre la base de una crítica fundamentada
La legitimidad del interés personal se basa en la idea de que las institu- teórica o prácticamente, antes que por motivos de violación del interés
ciones existen para servir a los individuos y no al contrario. personal o práctico, plantea desafíos a las aspiraciones de legitimidad o
efectividad de las instituciones. El interés crítico es la voz de la reforma
3.1.2. EL INTERÉS PRÁCTICO que, aun teniendo defensores dentro de las instituciones, es a menudo
Aquellos que consideran su trabajo como «profesional» son emplea- más articulada por parte de los observadores externos, habitualmente
dos ahora con creciente frecuencia por las instituciones, cuya autoridad y académicos o políticos.
estándares se derivan de otras fuentes, que a veces se hallan en conflicto El interés crítico tiene legitimidad porque las instituciones, así como la
entre sí. acción organizativa y estabilizadora en relación con la situación actual,
Podemos definir, pues, un segundo interés: el interés práctico, que ex- también necesitan poseer capacidad para identificar e integrar los cambios
presa los valores y aspiraciones de aquellas prácticas esenciales para los que se producen en la sociedad a la que sirven.
propósitos de una institución, como lo es la enseñanza para el currículum.
El interés práctico se concentra en cuestiones relativas a cómo los ideales 3.1.5. EL INTERÉS PÚBLICO
de la práctica, que son generales, se pueden traducir en acciones adaptadas Aunque los intereses personales, prácticos, organizativos y críticos se
a las exigencias de individuos y contextos específicos. Lo mismo que el in- apoyan de algún modo mutuamente, en otros casos entran en conflicto.
terés personal, el interés práctico puede concebirse como potencialmente Para mantener y mejorar las instituciones es necesario que esta situación
en conflicto con los intereses de las instituciones, ya que promueve la ac- de interés comunal combinada con conflicto quede resuelta mediante la
ción específica, dirigida éticamente, por encima de las directrices o pres- identificación de un interés universal que, aun teniendo en cuenta los inte-
cripciones generales. reses subsidiarios y basándose en su diversidad, comprenda que éstos no
El interés práctico tiene legitimidad porque aporta una dimensión mo- representan, en sí mismos, una base satisfactoria para la acción. La planifi-
ral a las acciones de las instituciones, sin la que faltaría credibilidad a sus cación que tiene lugar dentro de las instituciones y para éstas, tiene que
aspiraciones de obtener la confianza y el apoyo públicos. descubrir cuál es este interés universal o público.
3.2. Relacione's de los intereses tras que el interés organizativo está plenamente comprometido con la ne-
cesidad de preservar las instituciones en su forma actual, al menos en la
Los intereses personales, prácticos, organizativos y críticos pueden medida de lo posible.
verse como elementos que ocupan posiciones congruentes o contrapuestas
sobre cuestiones de actitudes adoptadas hacia las dos dimensiones clave de 3.3. Reconciliar los intereses
la naturaleza de las instituciones.
La primera dimensión clave se refiere a la cuestión de si las acciones y El examen de la naturaleza de los cuatro intereses sugiere, primero,
propósitos se han de comprender en términos específicos o generales. Los que las diferencias entre ellos son tales que de la amalgama de sus puntos
intereses personales y prácticos relacionan acciones y propósitos con per- de vista no podría derivarse ningún interés público general, pero que, se-
sonas y contextos específicos. La pregunta que se plantean sobre las ins- gundo, es muy probable que se pueda encontrar, sobre cualquier tema en
tituciones quienes están guiados por intereses personales es ¿hasta qué particular, un terreno común entre dos o más de ellos. Cabría suponer, por
punto son capaces de hacer avanzar los intereses personales de quienes tanto, que existe la posibilidad de una resolución y que, como consecuen-
son los clientes de la práctica? Los que se dejan guiar por el interés prác- cia de ella, se podría reconocer un interés público que trascendiera los in-
tico se preguntan hasta qué punto son personalmente libres para respon- tereses subsidiarios.
der a las circunstancias específicas de casos que entienden de una manera ¿Cómo producir esa resolución? Tenemos que analizar aquí tres tipos
profesional. Por otro lado, los intereses organizativos y críticos relacionan de resolución: política, dialógica y deliberadora.
acciones y propósitos con las estructuras comunes y los principios genera-
les. Los que se dejan guiar por los intereses organizativos preguntan hasta 3.3.1. RESOLUCIÓN POLÍTICA
qué punto se ven impulsadas las instituciones por especificaciones univer- La política es un medio de legitimar la asignación de ventajas y desven-
salmente coherentes, fiables y detalladas. Por su parte, los que se dejan tajas dentro de una jurisdicción. En el caso que consideramos aquí, el tema
guiar por los intereses críticos preguntan hasta qué punto se pueden ex- parece ser el siguiente: cuando no se pueden satisfacer plenamente todos
plicar los defectos de las instituciones en términos de ideas y principios los intereses, ¿cuál de ellos debería tener prioridad? La politica podría ver-
generales. se como un medio apropiado para resolver esta pregunta. Pero aun cuan-
Los cuatro intereses ofrecen exposiciones radicalmente diferentes de do la política apela a menudo al interés público, resulta un medio deficien-
cómo deberían estar determinados la acción y el propósito (y, en conse- te para crear uno, ya que está mejor adaptada para favorecer los intereses
cuencia, cómo se debería llevar a cabo la planificación). No obstante, las existentes, siguiendo aproximadamente aquellas líneas que concuerdan
exposiciones presentadas por los intereses personales y prácticos por un con el poder al que debería controlar.
lado, y por los intereses organizativos y críticos por el otro, comparten un Si estos intereses se relacionan con ciudadanos individuales o con gru-
cierto terreno común: los primeros empiezan a partir de lo específico y juz- pos de ciudadanos, es posible que esa forma de actuación sea la apropiada.
gan tácticamente el mérito de las instituciones. Los segundos empiezan a Si, por ejemplo, se tiene que determinar cómo asignar aumentos fiscales
partir de generalidades y las juzgan estratégicamente. que afectan a diversos sectores de la población, eso podría convertirse en
La segunda dimensión clave se refiere a la cuestión de si las institucio- una cuestión de resolución política. En el caso que nos ocupa, sin embar-
nes se consideran como inherentemente malas o inherentemente buenas. go, lo que tenemos que considerar es cómo hacer planes, que implican
Aquí, las relaciones entre los intereses siguen una pauta diferente. Los in- asignaciones, para una institución que existe para servir a un interés públi-
tereses personales y críticos se inclinan hacia la primera visión, mientras co. La acción debe iniciarse a partir de la suposición de integridad por par-
que los prácticos y organizativos tienden hacia la segunda. El énfasis te de la institución, lo que no puede ser el caso si la acción ha de basarse en
puesto en el interés personal conduce casi inevitablemente a la percep- prioridades determinadas polfticamente, que reflejan en buena medida los
ción de que las instituciones son, en el mejor de los casos, males necesa- poderes de los grupos de interés.
rios, mientras que la inversión en el interés crítico presupone que las ins-
tituciones son inevitablemente defectuosas. Por otro lado, el interés 3.3.2. RESOLUCIóN DIALóGICA
práctico, aunque a menudo se muestra crítico con los aspectos de las ins- Cuando se tienen que hacer planes para acciones consideradas como
tituciones, acepta que la práctica depende del apoyo institucional, mien- pertenecientes al ámbito público, donde la aplicación de la política está

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restringida, a veces se busca la resolución a través de formas de diálogo, ción, a través de su ejercicio de paciencia, humildad, simpatía, valor, capa-
dentro de las cuales podemos incluir debates, comisiones, audiencias y re- cidad de recursos, etcétera. Del mismo modo, la deliberación puede verse
visiones. dificultada por los vicios contrapuestos, como impaciencia, arrogancia, in-
La virtud del diálogo es que puede tener lugar fuera de las estructuras tolerancia, cobardía y desconsideración.
políticas y, en consecuencia, cabe afirmar que aborda, de una forma obje- Pero cada uno de los intereses subsidiarios que intervienen en la defi-
tiva, cuestiones de puesta en práctica de la política a seguir y de priorida- nición del interés público aporta también virtudes al proceso deliberador,
des, teniendo en cuenta la naturaleza especial de los temas relacionados así como vicios. El interés personal aporta preocupación por el bienestar
con el ámbito público. Sus posibles defectos son, en primer lugar, que el del individuo, el interés práctico aporta preocupación por el mantenimien-
diálogo suele girar alrededor de elegir entre posibles acciones ya determi- to de estándares de profesionalismo motivados éticamente, el interés or-
nadas y, en segundo lugar, que su misma afirmación de objetividad signifi- ganizativo aporta fiabilidad y el interés crítico franqueza. Para que estas
ca que las conclusiones a las que llega quizá no incluyan la participación virtudes puedan contribuir a la deliberación, se tienen que controlar los
de los responsables de traducir las ideas en acción. El diálogo asume, sin vicios correspondientes. El interés personal puede descender al privatis-
embargo, la naturaleza de la deliberación en la medida en que evita esas mo, en el que las preocupaciones personales adoptan un aspecto egoísta; el
deficiencias. interés práctico puede convertirse en sectario, elevando las preocupacio-
nes de un subgrupo por encima de las de una institución; el interés organi-
3.3.3. RESOLUCIÓN DELIBERADORA zativo puede adoptar una actitud dirigista, en la que se resaltan los valores
La deliberación contrasta con el diálogo en que describe no sólo un y propósitos de la administración, por encima de los fines a los que esa
proceso social para determinar las decisiones que han de tomarse sobre la misma administración debería servir; el interés crítico puede manifestarse
acción práctica, sino que también contiene una concepción filosófica acer- nada más y nada menos que como subversión, de modo que la crítica se
ca de cómo debería llegarse a tales decisiones. Mientras que el diálogo se convierte en una indulgencia para los críticos, en lugar de un medio de
inicia con la esperanza de que surjan las ideas sobre las intervenciones permitir a las instituciones ser objetivas acerca de sus fallos.
prácticas, la deliberación representa los medios a través de los cuales se re- El control de los vicios que dificultan la deliberación depende de una
suelven naturalmente los problemas relativos al estado de las cosas. variedad de factores. Los medios más eficientes de asegurar que los juicios
La exposición particular que da la deliberación sobre la naturaleza de deliberadores procedan del compromiso virtuoso con el proceso se en-
la acción práctica incorpora concepciones fundamentadas moral y cuentran en la existencia de una tradición de deliberación que asegure que
éticamente sobre la relación de la teoría con la práctica, sobre la cuestión los individuos o los grupos recientemente incorporados a ella adquieran
de quiénes deberían deliberar y sobre cómo deberían tomarse las decisio- los rasgos de carácter que exige, a través de la experiencia de una ejemplar
nes relativas a la acción. resolución de problemas prácticos. Pero todas las tradiciones se tienen que
crear y ello exige realizar esfuerzos, aunque sean provisionales, para pro-
mover los caracteres y escenarios de los que dependen.
4. El carácter moral de la deliberación Allí donde falta la tradición, se tienen que fomentar el carácter y el es-
cenario mediante el examen de otros modelos ejemplares que puedan in-
El modelo deliberador ofrece una exposición moralmente fundamen- vocarse y, lo que es más fundamental, utilizando los recursos técnicos de
tada de cómo se deberían resolver los problemas prácticos que afectan a que se disponga para crear circunstancias en las que se puedan crear los
los individuos y a las instituciones. Puesto que tiene este carácter, el proce- elementos de la tradición, aunque sea de una forma rudimentaria. La deli-
so práctico de la deliberación tiene que enseñarse tanto en términos de vir- beración se crea a sí misma. Allí donde ya no existe la tradición, no es po-
tudes como de vicios, tanto de técnica como de organización. sible importarla, ya preparada.
La virtud no sólo es necesaria para el proceso deliberador, debido a la La tradición, el ejemplo y la técnica, en combinaciones apropiadas a las
clase de problemas que aborda, sino que también forma parte integral del circunstancias de deliberaciones concretas, constituirán los medios de ase-
método que propone. gurarse que a las virtudes se les de amplio campo para combinarse en la de-
Es posible solucionar los problemas a través del ejercicio de cualidades finición de los intereses prácticos y públicos y de que ese proceso no quede
de carácter por parte de quienes participan individualmente en la delibera- viciado por la competencia producida por sus correspondientes vicios.
pliega sus habilidades en ministerios, departamentos estatales y distritos
El modelo deliberador de la planificación difiere del modelo adminis-
escolares. No obstante, la «planificación del currículum», como asignatura
trativo en que le parece no sólo deseable, sino necesario, analizar el méto-
de estudio, ha mostrado tendencia a versar principalmente sobre el enfo-
do y el proceso en términos de virtud y carácter, así como en términos de
que administrativo del currículum. Asume, como hacen muchos informes
habilidad y técnica. De ese modo, responde a la cuestión de cómo ha de
y propuestas actuales, que podemos pensar sobre las escuelas y las aulas
evitar la planificación el llegar a conclusiones que sean moralmente recha- como sistemas de transmisión del currículum que plantean relativamente
zables de una forma muy fundamental: insistiendo en que la realización de
muy pocos problemas, y que tenemos que preocuparnos más por los pro-
la propia planificación debería ser una práctica moralmente fundamenta- cedimientos necesarios para mantener y mejorar el sistema. Se trata de una
da, en lugar de filtrar, calibrar o modificar los resultados ya defectuosos de suposición razonable..., hasta cierto punto. Como cualquier otra institu-
procedimientos técnicamente neutrales. ción duradera, las escuelas y las aulas incorporan formas de «realizar el tra-
bajo» y éstas parecen limitarse a menudo a una cuestión de poner en prác-
tica los procedimientos estándar. Pero las quejas que escuchamos en la
5. Conclusión: la necesidad de un modelo deliberador actualidad no se refieren simplemente a ajustes necesarios de las disposi- -
cionesyatbld.Econexambitdluríc,ompá-
En años recientes, ciudadanos de muchos países de Europa, América y tica y como institución, plantea exigencias que van mucho más allá de lo
Australasia, han observado la proliferación de documentos sobre escolari- que se puede aportar con enfoques diseñados para sintonizar mejor unos
zación y el currículum. Estos documentos han abarcado una impresionan-
sistemas que ya funcionan bien.
te gama de temas: la relación del currículum con los problemas sociales y En respuesta a la pregunta de cómo enfocar los ejercicios fundamenta-
económicos, la necesidad de imaginar medios curriculares para elevar los les en planificación del currículum, el modelo administrativo adolece de
niveles de habilidad y logro, la reforma de la organización escolar, de las varios grandes defectos que el modelo deliberador afirma ser capaz de re-
asignaturas, de los sistemas de valoración, de la formación del profesora-
mediar.
do, etcétera. Los medios de comunicación están llenos de declaraciones,
reacciones, críticas que emanan de la gente y de organizaciones de todo
5.1.1. DEFICIENCIAS DE PROCEDIMIENTO
tipo. Pero en todo ese material brilla por su ausencia el análisis de un tema: En primer lugar, concebir la configuración del currículum como una
¿cómo se han de traducir en planes curriculares concretos todas esas de-' cuestión de procedimiento supone confundir el carácter de los problemas
claraciones, aspiraciones y contraaspiraciones, remedios y reformas? El que tiene que resolver. El modelo deliberador considera los problemas del
documento América 2000, por ejemplo, establece objetivos como: «Para el currículum como problemas prácticos morales y, como medio para su re-
año 2000, los estudiantes estadounidenses serán los primeros en el mundo solución, propone el empleo del «método de la práctica». El cambio de
en rendimiento escolar en ciencias y matemáticas», o «El índice de gradua- «procedimiento» a «método» quizá no parezca tan grande, pero es funda-
ción en la escuela superior aumentará hasta por lo menos el 90 por ciento». mental. Un método, como un procedimiento, es una forma de adaptar los
Pero no tiene nada que decir sobre qué clase de planificación del currícu- medios a los fines. Pero, a diferencia del procedimiento, no necesita tratar
lum podría permitir que se alcanzaran tales resultados. En la mayoría de los medios como una secuencia previamente especificable, no necesita tra-
las ocasiones, las propuestas de reforma se plantean sobre la suposición de tar los medios como separados de los fines y tampoco necesita tratar los fi-
que alguien, en alguna parte, sabe lo que hay que hacer, que no hay necesi- nes como fijos y predeterminados. La esencia de la indagación metódica
dad de abordar la cuestión de cómo hacer un currículum y de que la discu- consiste en iniciar y mantener un proceso a través del cual queda expuesta
sión se puede limitar a la definición del estado de las cosas al que se desea la naturaleza de un problema y se converge hacia una solución. Cada paso
llegar. depende de los pasos precedentes y se basa en ellos, el método y la cues-
tión a tratar interactúan en cada momento, su utilización se halla sometida
5.1. Insuficiencias de los modelos administrativos permanentemente al juicio de los individuos y sólo retrospectivamente se
puede cartografiar su curso, puesto que su lógica se reconstruye continua-
Cabría objetar que, seguramente, tenemos razón al suponer que «al- mente, a medida que interactúa con la cuestión que trata.
guien, en alguna parte, sabe lo que hay que hacer» La gente obtiene grados El método de la práctica se inicia no a partir de una declaración pre-
y diplomas sobre algo llamado «planificación del currículum» y luego des-
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viamente especificada del problema que ha de abordarse, de modo que la blema a solucionar son considerados como inmediatamente disponibles y,
deliberación quede limitada a los medios, sino a partir de la sensación de por ello, no exigen de investigaciones retrospectivas.
que el estado actual de las cosas resulta insatisfactorio y de que se halla No obstante, el carácter de las prácticas, como el currículum y la ense-
constituido por condiciones que desearíamos que fuesen de otro modo y ñanza, viene definido por sus historias. Por mucho que deseemos que sus
que creemos que se puede lograr que sean de otro modo. Así pues, la pri- caracteres fuesen de otro modo, las iniciativas para cambiarlos no tendrán
mera fase de la deliberación es la búsqueda del problema y es el descubri- éxito si no apreciamos previamente sus orígenes y su evolución. La delibe-
miento y la posesión del problema por parte del grupo deliberador lo que ración así lo reconoce. El comprender lo que condujo a las «situaciones in-
controla el proceso de la indagación, en lugar de los imperativos de los or- satisfactorias» y el acceso a las experiencias personales de las situaciones
ganismos políticos o administrativos que ya han definido el problema y previas, se consideran como elementos esenciales del tratamiento de la cla-
afirmado su derecho de propiedad sobre el mismo. se de problemas de los que tiene que ocuparse la planificación del currícu-
Puesto que es la naturaleza del problema lo que controla el proceso, lum.
ningún elemento de información adquiere automáticamente un estado pri- La comprensión histórica es también un prerrequisito para la tarea de
vilegiado a la hora de aportar respuestas a las cuestiones planteadas por la conceptualizar el papel institucional del currículum. Los modelos adminis-
indagación. Es el propio proceso deliberador el que asigna autoridad a los trativos de planificación tienden a trabajar con conceptos simplistas de la
hechos y opiniones. Estas no disfrutan de estatus basándose simplemente función de las instituciones, o a considerarlos simplemente, en sus mani-
en la capacidad experta de la fuente de la que proceden. festaciones, como formas de organización y, como consecuencia de ello,
Al recopilarse la materia a tratar y deliberar sobre ella, el centro de asumen una elemental relación causal entre las aportaciones de contenido
atención de la indagación práctica se desplaza desde la búsqueda del pro- y la enseñanza y la utilización de habilidades y conocimiento. La delibera-
blema y de información a la búsqueda de soluciones. Naturalmente, algu- ción, por su parte, asume que las instituciones alcanzan sus efectos de for-
nas soluciones habrán surgido por sí mismas en una fase inicial del pro- mas mucho más sutiles y menos predecibles.
ceso (posiblemente ya estaban allí antes de que se iniciara el proceso
mismo), pero éstas no tendrán prioridad. La indagación práctica realizada 5.1.3. AUSENCIA DE BASE MORAL PARA LA PLANIFICACIÓN
con éxito inventará soluciones durante el transcurso de la deliberación y La planificación del currículum tiene que afrontar la cuestión de cómo
dispondrá de una variedad de soluciones, viejas y nuevas, que podrán ser se han de resolver intereses aparentemente conflictivos entre sí, que afec-
examinadas para determinar la importancia que tengan para el problema tan a los individuos y a los grupos, al tiempo que se relacionan con el currí-
que se ha definido. Un elemento esencial de esta fase de la indagación es culum como una institución. Los modelos administrativos asumen que los
el esfuerzo por establecer las consecuencias de las acciones, lo que supon- intereses pueden quedar incorporados en los procedimientos, que afirman
drá, casi con toda seguridad, la recopilación de más datos. La fase final de ser neutrales, pero esa aspiración es defectuosa, tanto teórica como prácti-
la indagación es el proceso de resolución del problema, lo que significa camente. Las determinaciones sobre la acción social no pueden enmasca-
elegir un curso de acción a través de la consideración de todas las solu- rarse como ejercicios de ciencia pura y, en la práctica, tampoco consiguen
ciones disponibles. Los problemas prácticos nunca se «solucionan» en un hacerlo así. Las agendas en las que se aplican los procedimientos de plani-
sentido definitivo y, en consecuencia, la indagación debe prestar una estre- ficación administrativa se hallan políticamente determinadas y sus resulta-
cha atención a todas las posibles consecuencias del curso de acción que se dos exigen voluntad política para su puesta en práctica.
propone. La deliberación así lo reconoce, como un hecho evidente en sí mismo.
La cuestión que se plantean quienes se encuentran en el proceso de la deli-
5.1.2. AUSENCIA DE UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA beración es: ¿hasta qué punto se puede mejorar el proceso político? El arte
La definición del problema, los juicios sobre la importancia de los datos de la política, como la práctica de la deliberación, aspira a encontrar un te-
y las decisiones sobre los cursos de acción a seguir tienen lugar en relación rreno común en el que se puedan mantener una variedad de personas y di-
no sólo con las situaciones prevalecientes, sino también con las condiciones ferentes intereses. La política procede por «definición de temas», lo que
históricas que dieron lugar a las mismas. Las perspectivas administrativas puede conducir a la construcción de plataformas políticas que atraigan un
demuestran muy poco interés por estas cuestiones. Puesto que sus procedi- apoyo más o menos unánime. La búsqueda del problema también puede
mientos son tratados como universalmente importantes, los datos del pro- concebirse como la búsqueda de la plataforma. Pero durante la búsqueda
de datos, de soluciones, y de resolución, se necesitará reconsiderar la pla- como el autodescubrimiento, la conjunción de propósitos comunes y el
taforma cada vez que se pongan de manifiesto las inconsistencias, las con- cultivo de las cualidades del carácter. Pero, por el otro lado, también de-
tradicciones y las deficiencias. Es posible que, para algunos propósitos, pende de los recursos técnicos. Si la práctica, entendida dentro de una
tengamos que contentarnos con esta clase de metáfora. En su nivel más perspectiva deliberadora, tiene un lado que parece casi existencial, eso
alto e incluso en niveles más bajos, las cuestiones del currículum tienen queda complementado por otro lado claramente realista y muy concentra-
inevitablemente aspectos políticos. No obstante, la aspiración de la delibe- do en la tarea a realizar. No podemos esperar que los hábitos virtuosos sur-
ración del currículum consiste en expulsar de su configuración aquellos as- jan de las buenas intenciones o que las cualidades de carácter broten a par-
pectos que vayan más allá del establecimiento de «plataformas» por me- tir de la exhortación. La técnica juega una parte importante en la creación
dios politicos. Una interpretación puramente política de adaptación entre de circunstancias en las que el comportamiento humilde, paciente, valero-
intereses resaltaría la evitación del conflicto, las concesiones mutuas basa- so y franco se convierte en algo natural, antes que antinatural. La calidad
das en el poder relativo y la reconciliación entre las personas que son re- de la deliberación depende de su capacidad para encontrar recursos en
presentantes de las diversas posiciones. Esta clase de adaptación será nece- ambientes creativos que faciliten el despliegue de tales cualidades, en am-
saria a veces para gestionar las fronteras entre el proceso del currículum y bientes informales que probablemente demostrarán ser más productivos
los milieux políticos dentro de los cuales tiene éste que aplicarse. Pero, en que los formales. La técnica también juega su papel para asegurar que el
la medida de lo posible, los valores internos a la configuracíón del currícu- despliegue del proceso deliberador favorezca el comportamiento virtuoso.
lum exigen que se establezcan objetivos más elevados. Por ejemplo, sin la intervención técnica, el conocimiento que ha contribui-
La deliberación es un proceso mediante el que los planificadores em- do a la deliberación aparece asociado con las personas que lo poseen. En
piezan a descubrirse a sí mismos (sus valores y proyecciones en las inten- esas circunstancias, las respuestas críticas o despreciativas se consideran
ciones educativas), así como a sus colegas, para llegar a una colegialidad en como perjudiciales para el poseedor de las ideas, la información o las pro-
su propósito de realizar la tarea a la que se enfrentan. En otras palabras, el puestas que aporta. Pero eso no tiene por qué ser necesariamente así. Se
descubrimiento, en el contexto de la deliberación, es un proceso moral an- pueden disponer las cosas para que el conocimiento aparezca disasociado
tes que técnico y su realización fructífera depende de las cualidades de ca- efectivamente de las personas, de modo que se le pueda tratar de un modo
rácter, antes que del dominio de la técnica. más objetivo.
El proceso de deliberación permite que el conocimiento de varios indi- Otra importante cuestión técnica es cómo se han de comunicar las re-
viduos e intereses se convierta en una posesión del grupo. La posibilidad soluciones de los problemas del currículum a aquellos que se verán afecta-
de crear un proceso unificado y virtuoso, en lugar de uno impulsado por la dos por ellas, pero que no forman parte del grupo deliberador. Cuando la
especialización del conocimiento o por el interés, la hallamos en el sentido deliberación versa sobre problemas a nivel institucional, es inevitable que
de disponer de un enfoque claro ante un problema que es de todos. La de- el grupo deliberador incluya únicamente a un muy pequeño número de
liberación del currículum identifica problemas que no se refieren a la me- aquellos que se verán afectados por sus trabajos.
jora de la enseñanza, el bienestar de los estudiantes, la remodelación de la Entonces, ¿cómo se han de presentar los productos de la deliberación
asignatura o el fomento de intereses especiales, sino a la creación de un cu- a los muchos que no poseen un conocimiento directo de los procesos que
rrículum. Enfrentados con tal problema, ninguna persona o grupo dispone condujeron hasta ellos? Por un lado, la configuración del currículum tiene
del conocimiento necesario para resolverlo de una forma unilateral, pero que contribuir con conocimiento acerca de lo que se ha de dar a conocer y
todos los que participan en la deliberación colectiva poseen una capacidad con conocimiento suficiente de la clase adecuada, de modo que las inten-
singular para resolverlo. La deliberación es la práctica de la identificación ciones se traduzcan en acciones, pero, por el otro lado, también tiene que
y resolución de los problemas del currículum y, como práctica, posee un juzgar qué huecos es mejor dejar en la interpretación, de modo que las in-
carácter virtuoso. tenciones generales se puedan adaptar a las circunstancias de distritos, es-
cuelas y aula concretas.
5.2. La deliberación como un arte de la práctica En todos estos sentidos, la configuración del currículum es un arte de
la práctica, pero las técnicas que posee se hallan subordinadas a las exigen-
Por un lado, pues, la deliberación es un proceso virtuoso que se tiene cias de un proceso metódico que depende de la virtud y del carácter. La
que fomentar por medio de actividades tan aparentemente esotéricas técnica no aparece corno la respuesta a la pregunta: «¿Qué debemos ha-

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cer?», sino que se la invoca, cuando sea necesario, como parte de una bús- es, en aspectos importantes, un reflejo de la otra. Eso asegura una compa-
queda metódica de una respuesta a la pregunta: «¿Qué deberíamos ha- tibilidad en los valores entre la una y la otra y hace más probable que tanto
cer?». Al mantenerse dentro de esta concepción del papel y del estatus de los profesores como los estudiantes entren con facilidad en la deliberación
la técnica, la configuración del currículum verá sus productos no como in- del currículum y que las propuestas que surjan de ésta se puedan comuni-
vestidos de autoridad, sino como persuasivos. Las propuestas para nuevos car con mayor facilidad en aquellos ambientes en los que tendrán que tra-
contenidos y prácticas no tienen que ser simplemente directrices sobre lo ducirse en actividades concretas.
que los expertos determinen como actividad necesaria, sino también re-
presentaciones de los valores que se supone deben contener esos conteni- 5. 4. La deliberación del currículum y el interés público
dos y prácticas.
Del mismo modo que cabe considerar el aula como una especie de mi-
5.3. La deliberación del currículum y el aula crocosmos del proceso deliberador de la configuración del currículum,
también podemos considerar ésta última como un microcosmos de ámbi-
Los modelos administrativos de planificación se encuentran fuera del tos en los que se tienen que formar los valores del campo más amplio que
orden de las aulas y, con frecuencia, ofrecen productos muy mal adaptados abarca a las instituciones, tales como el currículum. Aquí también halla-
para las limitaciones y recursos naturales de aquellas. No obstante, forma mos una reflexividad igualmente importante, aunque menos inmediata-
parte intrínseca del carácter de la deliberación del currículum que ésta no mente aparente, que falta en los modelos administrativos de la planifica-
se vea como una pieza especializada del proceso del currículum, cuya na- ción. La vitalidad del currículum de la escolarización, como institución,
turaleza y función es distinta a las de otras partes del proceso. Eso queda depende del reconocimiento ampliamente difundido de valores comunes,
más claro cuando consideramos la relación que existe entre la deliberación de contenidos culturalmente significativos y acordados, de aspiraciones
del currículum y su puesta en práctica en el aula. La configuración del cu- cívicas que pueda incorporar. Pero quienes vayan a ser los reformadores
rrículum como práctica y de la enseñanza como práctica comparten for- prácticos del currículum (en contraposición con los enunciadores de ob-
mas y propósitos comunes. Ambas se ocupan de los intereses de los indivi- jetivos globales y de preocupaciones mal definidas) se enfrentan a una
duos y de los grupos y de cómo se han de recondiar éstas creativamente. multiplicidad de intereses fragmentados, y tienen que intentar asumir la
Ambas utilizan técnicas para fomentar cualidades de carácter con el pro- tarea de destilar de ellos algunas versión del interés público que informe
pósito de animar a la búsqueda de propósitos en común. Ambas conside- la institución de la escolarización. En términos generales, la creciente es-
ran que el proceso y el producto, los fines y los medios se encuentran inex- pecialización de intereses que se produce en la sociedad priva a la espe-
tricablemente unidos. Desde una perspectiva del aula, la deliberación es cialización del currículum del centro de atención natural que necesita
relativamente fácil de comprender, al menos en los términos de su estilo, si para afrontar los problemas de las escuelas. Pero, por esa misma razón, la
bien no en los términos de su alcance. Los profesores no sólo sienten pre- propia configuración del currículum se ha encontrado sometida a presión
siones contradictorias, sino que saben que su resolución se ha de encontrar en muchas partes del mundo, para convertirse en un campo abiertamente
a través de su propia acción práctica. También saben que los resultados de especializado. En primer lugar, se ha definido estrechamente el conoci-
esta acción no son completamente predecibles. Son por lo tanto conscien- miento apropiado para el campo. Eso ha tenido como consecuencia dos
tes de la necesidad de búsqueda del problema, de la información, de las resultados indeseables. Las clases de conocimientos que han quedado cer-
propuestas y de una resolución. Comprenden que ninguna de esas búsque- tificadas como apropiadas para el «experto en currículum» han sido, casi
das puede llevarse a cabo mediante la aplicación de reglas explicitas y que exclusivamente, de naturaleza procedimental. En efecto, se han realizado
será improbable que las resoluciones adopten la forma de fórmulas clara- muchos esfuerzos para desarrollar enfoques al currículum que tomen
mente definidas, que resuelvan el problema para bien. La enseñanza crea como puntos de partida la psicometría y las ramas relacionadas con la psi-
un contexto dentro del cual la consideración deliberadora de fines y me- cología y que luego elaboren teorías de planificación basadas en especifi-
dios es una forma totalmente natural de abordar los problemas de la prác- caciones de objetivos, formas objetivas de evaluación y aplicación siste-
tica. mática de protocolos de currículum. Nada de todo eso encaja bien con la
En consecuencia, podemos discernir una reflexividad útil entre la idea de configuración del currículum como un ejercicio en las artes de la
práctica de la deliberación del currículum y la práctica del aula. Cada una indagación práctíca.
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La configuración del currículum ha terminado siendo considerada tuvieran su carácter actual, también presta atención a los intereses indivi-
como subsidiaria de las actividades de organismos políticos y administra- duales y críticos, con la intención de definir un interés público que per-
tivos, que determinan agendas «reformistas» que, en realidad, tienen muy mita conducir a una evolución institucional. Es más, reconoce que las vir-
poco que ver con los aspectos prácticos de la indagación del currículum. tudes de la práctica dependen de la buena salud de las instituciones y que
Esto tiene como resultado una agitada actividad de producción de planes el currículum de la escolarización no podría tener éxito como práctica a
de actualización y programas de evaluación que, en su conjunto, sugieren menos que se prestara la debida atención al mantenimiento de las catego-
que se están haciendo muchas cosas, al mismo tiempo que se ignoran e in- rías institucionales que le permiten recabar el apoyo del conjunto de la co-
cluso se exacerban los problemas del currículum práctico en las aulas. munidad.
Para remediar esta situación se necesita poner un nuevo énfasis en la pre- Aquellos para quienes la perspectiva administrativa ofrece el modelo
paración de quienes se presentarán a sí mismos como expertos en el campo más lógico para la planificación, objetan que la deliberación sustituye los
del currículum, un énfasis que disminuya la importancia de la especializa- preceptos morales por las técnicas procedimentales. Pero el método de la
ción y que se concentre en temas amplios relacionados con la naturaleza y práctica reconoce la necesidad del procedimiento para configurar sus pro-
la dirección de la sociedad y de sus instituciones. Eso supondría un regre- cesos y alcanzar sus fines. Simplemente, sugiere que allí donde el procedi-
so a la práctica de una época anterior, en la que los educadores se preocu- miento sea un medio de configurar una acción que tendrá consecuencias
paban por los problemas de la sociedad, en general, abordándolos desde para los intereses individuales y de grupo, siempre debería hallarse subor-
perspectivas morales y filosóficas y esforzándose por encontrar soluciones dinado a una deliberación dirigida moralmente.
prácticas dentro de las limitaciones organizativas de la escolarización, en De hecho, la propuesta de que la planificación del currículum debería
lugar de aspirar a aplicar una tecnología neutral para la mejora de las pre- entenderse corno un proceso moralmente dirigido, puede considerarse
ocupaciones vagamente declaradas de los políticos y de los grupos de in- como algo menos caprichoso que la idea de que se la considere como una
terés. cuestión de técnica. Resulta difícil discutir la idea de que la pregunta:
La deliberación, por su propia naturaleza, conduce a realizar esfuerzos «¿Qué deberíamos hacer?» es aquella a la que, típicamente, tienen que
que articulen un interés público y no estimula la creencia de que tales es- contestar los planificadores del currículum. ¿Por qué suponer que una
fuerzos puedan ser sustituidos por procedimientos especializados y de pla- cuestión moral como ésta pueda contestarse mediante la técnica, adecua-
nificación técnica. La deliberación anima, mediante el ejemplo, a buscar da para afrontar la cuestión sobre «lo que tenernos que hacer», con su im-
valores y aspiraciones comunes entre intereses aparentemente contrapues- plicación de que los materiales sobre los que hay que actuar y los medios
tos. para hacerlo son totalmente ciertos y han sido plenamente comprendi-
dos? A pesar de los mejores esfuerzos de los expertos técnicos, las cues-
5.5. Virtudes de la deliberación tiones del currículum siguen siendo cuestiones morales, que es la razón
por la que las medidas técnicas tienen frecuentemente como resultado
Una perspectiva deliberadora ofrece una forma de superar las defi- planes inferiores y decisiones deficientes. Por lo que se refiere al currícu-
ciencias inherentes de los modelos administrativos de la planificación del lum de la escolarización, hablar del lenguaje de la virtud sería realista.
currículum. Entre aquellos que se decantan por plantear críticas de oposi- ¿Por qué no creer que los planificadores son capaces de desarrollar y fo-
ción ya se la considera como una perspectiva que presenta una alternativa mentar cualidades de carácter, del mismo modo que son capaces de adqui-
positiva. Al hacerlo así, se abre a las objeciones planteadas desde ambos rir habilidades y técnicas? El currículum de la escolarización sigue refirién-
lados. dose obstinadamente al desarrollo del carácter y resulta completamente
Quienes apoyan las posiciones radicales o existenciales se sienten ofen- lógica la idea de que quienes se ocupan de las cualidades de carácter de-
didos por la aceptación de que la planificación del currículum debe tener berían preocuparse por las cualidades de éste. La discusión sobre como
en cuenta las estructuras administrativas actualmente constituidas. Pero planificar el currículum debería ser la discusión de la virtud, antes que la
esas estructuras existen por buenas razones históricas y, tal corno han evo- discusión de la técnica.
lucionado en el pasado, seguirán evolucionando en el futuro. No son fijas e
inmutables y la deliberación no las trata como tales. La deliberación, al
tiempo que escucha los intereses que preferirían que las instituciones man-
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WESTBURY, IAN (1994), «Deliberation and the improvement of schooling», en
se han puesto se apartan en su mayor parte de los objetivos teóricos (como la
DILLON, J. T. (ed.), (1994), Deliberation in Education and Society, Ablex, persecución de principios globales y modelos comprensivos, la búsqueda de
Noorwood, NJ, págs. 37-65. secuencias estables y elementos invariables, la construcción de taxonomías
WESTBURY, IAN y WILKOF, NEIL J. (eds.) (1978), Science, Curriculum, and Li- de clases supuestamente fijas) para orientarse hacia... la práctica.
beral Education: Selected Essays of Joseph J. Schwab, University of Chicago JOSEPH J. SCHWAB
Press, Chicago. Un enfoque práctico como lenguaje para el currículum (1969)

En este ensayo partimos de una premisa central: la teoría y la práctica


constituyen dos compromisos fundamentales del campo del currículum.
En esta exposición buscamos dilucidar cada uno de ellos, partiendo de la
idea de que el futuro de este campo de conocimiento deberá resolver sus
responsabilidades en ambos niveles. Reconociendo que los sistemas edu-
cativos enfrentan una era de cambios sín precedentes, que reclaman de
una respuesta puntual y pronta en la conformación de proyectos de forma-
ción. Las nociones de enseñanza, aprendizaje y currículum se encuentran
trastocadas en su mismo fondo por cuanto las tendencias mundiales y los
desarrollos de la tecnología permiten vislumbrar un horizonte diverso para
ellas.
No es que desconozcamos la dinámica de la educación, ni mucho me-
nos la importancia de conformar un proyecto para el sector desde los re-
sultados de la investigación o desde la experiencia generada a través de los
años, sino que es imprescindible reconocer los grandes cambios de todo
tipo que se han producido, así como la necesidad de que estos sean proce-
sados por los proyectos educativos.
162 163
Futuro del campo del currículum tropología, la historia, la sociología, la economía, la psicología y la didácti-
ca, entre otras).
Recién comenzado un nuevo siglo, atendiendo a las características que En la actualidad el desarrollo del campo curricular se encuentra entre-
tiene la evolución del desarrollo del campo curricular y de las disciplinas cruzado por actividades realizadas en algunas de estas tres tipologías (lo teó-
que convergen en el mismo, así como a las grandes líneas en las que se van rico, lo referencial con datos empíricos y las reflexiones sistematizadas).
definiendo los proyectos educativos (reconociendo sus contradicciones in- Ello genera, en sí mismo, una prirner dificultad para establecer una clara
herentes), es conveniente volverse a preguntar sobre el futuro próximo del delimitación de objeto en el catnpo curricular.
campo del currículum. Todo ello sin desconocer que las fronteras del campo curricular son
Esta reflexión requiere incorporar los temas que conforman una endebles, que de la misma forma que lo llevan al ámbito de la didáctica o al
«nueva agenda» de formación profesional/académica para el siglo que se estudio de las vivencias en el aula, pueden diluirlo en estudios de egresa-
acaba de iniciar, donde sobresalen los siguientes temas de importancia: dos o de desempeño profesional. Finalinente, uno de los grandes temas
competencia que lleva implícita el sentido de necesídad de tener la forma- que no se han resuelto es la misma delimitación de esta disciplina. En su
ción y el desarrollo de habilidades necesarias que permitan «competir» versión más amplia se llega a fundir con las llamadas ciencias de la educa-
con egresados de otras instituciones, tanto a nivel nacional como interna- ción o queda restringida a las teorías instruccionales.
cional, así como el desarrollo mismo de la habilidad; certificación profe- Por otra parte, el desarrollo de lo curricular se encuentra estrecha-
sional como reflejo de lo anterior, que permita resolver con eficiencia un mente ligado con lo que podríamos considerar como su historia contem-
conjunto de pruebas estandarizadas y acompañar los procesos curricula- poránea. Dicha historia se caracteriza por la internacionalización de una
res con la acreditación adecuada de los programas; una formación flexible teoría gestada dentro del marco de la educación para el ser humano en el
que permita al profesional adaptarse a los cambios que la tecnología y las seno de la sociedad industrial, la teoría del currículum alimentada desde
legislaciones nacionales establecen para el mundo del trabajo, con flexibi- su génesis en Dewey, Bobbit y Charter de una visión pragmática (con sus
lidad así como capacidad de generar procesos de aprendizaje permanen- ejes científicos y valorales, como se puede observar en el pensamiento de
tes; una formación para tolerar la diversidad y para la convivencia (tema William James), administrativa (que le deviene de la administración cien-
planteado por la UNESCO ante los problemas de destrucción racial, étni- tífica del trabajo) y con amplias aspiraciones de conformar la utopía de la
ca y religiosa en la Europa de la era postsocialista, que nos recuerdan sociedad democrática. Una teoría de la escuela, del proyecto escolar y del
nuestra relación con los diversos grupos indígenas) y que ciertamente hoy trabajo en el aula que, al desplazar la didáctica del eje de la estructuración
demandan se vuelvan a enriquecer con la educación para la paz, tema que de la disciplina educativa, se encontraba en el proceso de conformación
acompañó el desarrollo del movimiento de la escuela activa en los prime- de un nuevo paradigma en las disciplinas educativas: la educación (cientí-
ros arios del siglo xx. fica) en la era industrial, tal es la tesis que en el fondo defiende Hans-Jür-
Empleamos intencionadamente la denominación campo curricular gen Apel en su libro Teoría de la escuela en una sociedad industrial demo-
con la finalidad de reconocer que en este ámbito de conocimiento y prácti- crática.'
ca se integran diversos elementos, entre los cuales reconocemos: a) un de- Schwab incluyó la idea del campo en una etapa «moribunda», porque
sarrollo teórico o conceptual; b) un desarrollo práctico y de técnicas para las principales reformas que se hicieron al currículum en la «era post-Sput-
mejorar los planes y programas de estudio, así como para mejorar la inter- nik» fueron realizadas por académicos que no provenían del ámbito del
vención en el trabajo escolar; y, c) el empleo de diversas metodologías para currículum, al mismo tiempo que la reducción de recursos para la educa-
realizar estudios de base empírica sobre diversos tópicos del campo del cu- ción impedía el funcionamiento del campo.
rrículum: estudios sobre egresados y/o del mercado ocupacional, estudios La internacionalización de esta teoría en la década de los arios setenta
sobre los contenidos y/o los procesos de desarrollo cognoscitivo, estudios del pasado siglo (que concluyó con una especie de primicia de la globaliza-
sobre la dinámica escolar y/o sobre los procesos del aula (en este punto, el ción), permitió generar un debate en el campo del currículum que, al mis-
campo del currículum se asemeja al campo de las ciencias de la educación, mo tiempo que se encuentra signado por temáticas mundiales, responde a
puesto que para su investigación, sobre todo aquella que acude a formali- una especificidad regional.' Este debate quedó atrapado inicialmente en la
zarse buscando datos empíricos, se emplean metodologías cuyo origen se dimensión técnica sobre la formulación de planes, programas, estrategias
encuentra en otras disciplinas; tal es el caso de las que devienen de la an- de enseñanza y evaluación; y posteriormente se ha enriquecido con los más
164 165
diversos elementos, desde los que dan cuenta de los problemas del currí- He dedicado un espacio amplio a esta clasificación porque, más allá de
culum, hasta aquellos genéricos de la educación. su misma riqueza, quizá debamos analizar cómo también tuvo un empleo
Así, el campo del currículum se encuentra totalmente integrado en el parcial y acrítico, ambos elementos contradictorios en sí, que impactaron
debate actual de las ciencias de la educación, varias de cuyas pautas prin- sobre el debate curricular mexicano en la década de los arios ochenta y no-
cipales (quizá, incluso, las más importantes) se encuentran signadas por venta.
la estructura de problemas que dieron origen al campo, a saber: lograr En algún sentido habría que recuperar —para no dejar en una especie
la educación/entrenamiento del ser humano de cara a las exigencias de de reprimido histórico-- las múltiples experiencias latinoamericanas de
la industrialización, así como formar al ciudadano de una sociedad in- formación profesional orientadas a resolver los problemas de los sectores
dustrial-democrática.' más amplios. Tales como Arquitectura de lo popular, Medicina de primer
En esta historia contemporánea del campo distintos autores han esta- nivel. Reconocer el período donde tales proyectos se gestaron (mediados
blecido una dasificación de etapas o períodos en la evolución que tuvo en de los sesenta), la forma como articularon lo teórico/técnico con lo polfti-
el siglo pasado, en particular en los últimos cincuenta arios. Una de las co, así como analizar los elementos que llevaron a que tales proyectos pa-
más aceptadas fue la que estableció Pinar' en 1979, donde mencionaba decieran fuertes crisis que finalmente los condujeron a su extinción en la
tres etapas: los tradicionalistas, la conceptual empirista y los reconceptua- mayoría de los casos.
listas. Mientras los primeros se ubicaban en el pensamiento de Tyler, a Ciertamente, el problema de clasificar la producción curricular bajo
este tipo de trabajo se le asignan diversas características: se orientan ha- una perspectiva sigue siendo un reto de los que trabajamos este tema. El
cia los profesores y las escuelas, orientado por el modelo burocrático, un debate en este punto no está cerrado. Al realizar el estado del conocimien-
cientificismo, una visión progresista, su posición ahistórica y fidelidad al to en 1993 propusimos como un esquema para trabajar dicha producción
conductismo. MacDonald los denominó de «racionalidad tecnológica», el analizarla desde la perspectiva de Programas de Investigación (concepto
su lenguaje es simple, «de estilo periodístico» para que puedan ser com- retomado de Lakatos) y bajo la visión de los temas que se abordan en el
prendidos por los profesores; mientras que los segundos, los conceptual campo. En ese momento logramos establecer los siguientes programas de
empiristas, mantienen su interés por los profesores y las escuelas, parten investigación: el de la racionalidad técnica (planes y programas de estudio
de una crítica a la visión de Tyler, buscan fundamentar sus propuestas, en en su calidad de productos y estructuras formales), procesos de enseñanza,
particular las que pretenden lograr una justificación a la secuenciación de aprendizaje e instrucción, currículum oculto y vida cotidiana en el aula,
los contenidos de la enseñanza, a partir de un rigor científico que pueda currículum en la relación con la formación de profesionales y con su fun-
fundamentar las decisiones tomadas. Critican la relación mecánica entre ción social, currículum como práctica educativa, currículum como proble-
teorías educativas y realidad curricular (plantean que el currículum debe ma de selección, organización y distribución de contenidos y lectura e inter-
dejar de moverse con teorías prescriptivas), lo cual los acerca a los traba- pretación de los sujetos en torno al currículum. En esa ocasión reconocimos
jos apoyados en la etnometodología (en todo caso, en este acercamiento que los diversos programas de investigación coexisten y reflejan la diversi-
siempre se olvidaron del concepto del currículum oculto, elaborado por dad del campo.'
Jackson en 1968, así como la metodología, precisamente cercana a lo etno- Una visión que hoy puede aportar a la forma de producción de cono-
gráfico, que le permitió construir dicho concepto). Finalmente, los recon- cimientos en el campo del currículum es el concepto de Gibbons,7 en el
ceptualistas, conservando su interés por los profesores y la escuela, sostie- que estudia que existe una forma disciplinar de producir información (lo
nen la dimensión polftica de la perspectiva curricular. Asumen una mirada que denomina modo 1), frente a un modo multidisciplinar que atiende a
emancipadora del currículum, vinculando sus reflexiones, estructuradas la resolución de problemas (que denomina modo 2). En el mismo conver-
en diversas miradas marxistas, con las necesidades y perspectivas de los gen diversas disciplinas, pero el centro de su interés consiste en identificar
grupos sociales desposeídos. Su crítica a la racionalidad técnica es clave, problemas y establecer diversas estrategias de solución. Consideramos
así como su alejamiento de las prescripciones curriculares. En vez de ello, que la producción curricular se encuentra mucho más ligada a esta con-
analizan las complejas situaciones en las que se desarrollan las diversas si- cepción.
tuaciones curriculares y escolares. La crítica a las visiones técnicas y sus ex- Por otra parte, el empleo del concepto «racionalidad técnica» no ha
cesos, que derivaron en una especie de fobalotecnia, que confundió tecno- sido afortunado en nuestro medio, porque a la larga genera una especie de
cracia con necesidades técnicas. descalificación de las propuestas que tienen como objetivo primordial la
práctica cotidiana. Debemos reconocer que los planteamientos que se en- ¿Cuál es el papel de la teoría en el campo curricular?
cuentran centrados en los problemas de la realidad escolar, de la interven-
ción escolar, pueden proceder de un diverso interés cognitivo; unos devie- Partimos de la necesidad de reconocer la necesidad de conceptualizar
nen de una mirada exclusivamente tecnicista, mientras que en otros casos (teorizar) el desarrollo curricular frente al tecnicismo que lo caracterizó en
se logra una articulación «teórico-técnica»;' articulación que busca resta- los primeros textos referidos a la elaboración de planes y programas de es-
blecer de la forma que sea el circuito realidad-conceptualización-realidad, tudio en nuestro medio. La reacción fue la necesidad de establecer los fun-
ya que son las situaciones concretas del sistema educativo, de la realidad damentos conceptuales del currículum.
institucional y de las demandas del aula, las que exigen concebir formas de De ahí se avanzó en buscar elementos que permitan comprender cómo
intervención, o bien reflexionar sobre intervenciones desarrolladas, lo que el desarrollo de un corpus teórico (proveniente de varias ciencias sociales y
significaría un reencuentro de diversa forma entre especialistas y actores, de la epistemología) permitía focalizar de otra forma una temática curricu-
fundamentalmente los docentes. Quizá para avanzar en esta perspectiva lar, manteniendo un compromiso con la práctica. Quizá de ahí se pasó al
sea necesario empezar a hablar de una «racionalidad que emana de la prác- otro extremo: aplicar al campo del currículum discusiones conceptuales, y
tica». más aún, estructuras conceptuales de otros campos de conocimiento, pro-
Lo que nos obliga a cubrir una deuda histórica para valorar su impor- moviendo un debate que por una parte pierde su compromiso con la prác-
tancia, pero también para analizar hasta dónde es responsable de un cierto tica y, por la otra, no logra incorporar las intenciones sustantivas del cam-
«letargo» que ha generado que ciertas exigencias de la visión formalista de po curricular (interés cognitivo en términos de Habermas), produciendo
la política educativa internacional, traducida a las locales, hayan sido cu- un debate cercano a las teorías centrales de discusión y alejado de lo curri-
biertas por propuestas que emanan de perspectivas fuera del currículum. cular.
Así, los puntos que el debate curricular dejó fuera, han sido ocupados en la En 1987 Alicia de Alba se preguntaba por el papel que jugaban los
actualidad por los diversos sistemas de evaluación: exámenes de ingreso y «Productores de conocimiento en el campo del currículum». Pregunta re-
de egreso de la licenciatura, así como los sistemas de acreditación de pro- levante, por cuanto impulsaba una discusión con dos orientaciones: ¿con-
gramas y de certificación de profesionales que tienden a convertirse, a cor- servan algún compromiso tales productores con la práctica curricular?, a
to y medio plazo, en los principales impulsores para la revisión y reforma la vez que permitía pensar acerca de cuál es la capacidad de tales produc-
de los planes de estudio en los próximos años. tores para generar un conocimiento que pueda ser entendido y compren-
En estos treinta últimos años (en los que se ha internacionalizado) he- dido por los académicos con los que conviven.
mos pasado por diversas etapas en nuestro medio: la incorporación de los Así podríamos afirmar que no necesariamente se ha logrado una arti-
teóricos estadounidenses a nuestra perspectiva, la génesis de diversas ten- culación teórico-técnica, sino que se avanza en ámbitos donde la mayoría
dencias nacionales respecto del campo (lo que significó la conformación de las ocasiones ambos temas no se tocan. Así, por ejemplo, ¿cuáles fueron
de incipientes tradiciones diversas y luchas intelectuales en su interior), los soportes teóricos para la conformación y generalización de las diversas
junto con la incorporación de otras tradiciones que se venían conforman- propuestas de flexibilización curricular? No me refiero a la dedicación y
do en relación al mismo, donde sin duda sobresalen los autores ingleses, exigencia que se ha tenido en diversas instituciones para impulsar este
australianos y españoles. proyecto, aunque una revisión de los mismos refleja que fueron las autorida-
Finalmente, y no menos importante, el reconocimiento que se estable- des educativas de diverso nivel (rectores en unos casos, autoridades educati-
ció en el estado del conocimiento del campo del currículum en 1993, como vas nacionales en otros) las que han impulsado el proyecto de flexibiliza-
un campo de investigación y desarrollo en proceso de consolidación en ción, frente al cual han tenido que responder un conjunto de especialistas
nuestro medio. de cada institución. En sentido estricto, sin embargo, el proyecto no fue el
Estos dos elementos: la conformación de diversas etapas de desarrollo resultado inicial de una propuesta conceptual, sino el resultado de un cam-
del campo, junto con el desarrollo particular que ha tenido en nuestro me- bio que la política educativa definió, más en cercanía con lo qué acontece
dio, son el punto de partida que nos permite reflexionar sobre el futuro del en el mundo del trabajo, que de su «estudio de los expertos del currícu-
mismo. lum». Se podrá argüir que los principales cambios de la «educación para la
era industrial» se conformaron de esta manera, lo cual es cierto: un estudio
de las diversas prácticas de evaluación a principios del siglo xx, estudios
168 169
sobre eficiencia escolar, sobre mecanismos para asignar salarios diferencia- ceptos desarrollados en diversas disciplinas. Por ello la historia de la cien-
dos a docentes a partir del rendimiento de sus estudiantes; encuestas repu- cia necesita ser reconstruida en forma transversal (esto es, en su relación
tacionales en el sistema de educación superior estadounidense; estudios de con la cultura y el debate de los demás campos del conocimiento). Así por
inteligencia y aptitudes para el aprendizaje, todos ellos fueron realizados ejemplo, Freud retomó el término Edipo de la cultura griega, sublimación
antes de la década de 1920, cuando la disciplina que los engloba se confor- de la química, pero no fue un empleo mecánico del mismo, sino que su uso
maría hasta las décadas de 1940 (vinculada a la evaluación del aprendizaje) fue un paso en una necesidad de construir un concepto en el marco de una
y de 1960 (ya como evaluación educativa). De esta manera también pare- estructura teórica. En este sentido, podemos reconocer que múltiples con-
cería que el papel de la teoría es acercarse de manera tardía a las propues- ceptos que se emplean de ataño y otros modernos en el campo del currícu-
tas curriculares. Lo mismo se puede afirmar de la llamada «educación por lum, tanto los que se refieren a problemas «técnicos», tales como «perfiles
competencias». de egreso», «objetivos generales», «competencias básicas», «contenido,
asignatura o módulo», así como los que se emplean para realizar un señala-
miento de nivel conceptual: «determinación curricular», «discurso curri-
¿Qué teoría necesita el currículum? cular», «hermenéutica y currículum», son tomados de otras disciplinas con
la pretensión de lograr una formulación y un sentido propio en el campo
No se puede desconocer que la estructura que subyace en esta pregun- del currículum.
ta es similar a la que varios autores formularon desde el siglo xix para el En este caso, estamos en la obligación de analizar hasta donde el tér-
campo de la educación. De esta manera, Herbart, en Pedagogía general, mino que se emplea en el campo curricular respeta realmente el rigor o la
derivada del fin de la educación (1806), advertía que si la pedagogía no estructura de la disciplina de origen. En algunos casos ello se puede re-
daba un paso en la construcción de su propia teoría se vería permanente- conocer, mientras que en otros tendremos que aceptar que dicho con-
mente invadida como una provincia por fuerzas del extranjero. Razón te- cepto forma parte más de una «moda», antes que de un concepto que
nía, por cuanto el mismo autor visualizaba la relación en la que surgía la permita clarificar un problema específico en lo curricular. Quizá «her-
pedagogía vinculada al saber filosófico. menéutica» sea uno de los temas que han sido objeto de abuso y defor-
Quizá sea este un tema que hoy en día convendría dilucidar de nuevo mación.
en el campo del currículum. No se trata de negar o desconocer la necesi-
dad de desarrollar una sólida conceptualización en relación a este campo,
aún reconociendo que para los estudiosos de las teorías, los «epistemólo- Y en el campo de la práctica, ¿qué?
gos», en muy pocos campos existe una teoría, sobre todo cuando conside-
ran que sólo la física ha logrado establecer un cuerpo de conocimientos Un último nivel es el campo de la práctica. Necesitamos analizar por
propios y predictivo. De ahí la distinción entre conceptualización y teoría; dónde vienen las demandas y las exigencias para la educación del hombre
de esta manera, el campo del currículum es un campo en el que se pueden del siglo que acaba de empezar. Ello requiere seguramente de una profun-
desarrollar conceptualizaciones, y no, por lo menos en este momento, una da modificación de nuestra cosmovisión sobre la educación. Desde mi
teoría. perspectiva, tres ejes se constituirán en articuladores de esta demanda de la
Se trata, entonces de analizar tanto las posibilidades de una teoría cu- práctica:
rricular (expresión que utilizamos en otros trabajos en un sentido colo-
quial), como de analizar el significado que tienen los conceptos teóricos en a) La eficiencia, como necesidad de generar una formación para resol-
el campo del currículum, esto es, determinar si estos son el resultado de la ver una multiplicidad de problemas del mundo que nos rodea. En
necesidad de construir un concepto para «nombrar», «explicar», «descri- este momento seguramente se impone una lectura de nuevo del pró-
bir» un tema, tópico y objeto en este campo de conocimiento, o si bien son logo de Bobbit, en el que presenta una importante caracterización
términos retomados de otras disciplinas, para lograr una argumentación, de las diferencias entre una educación «enciclopédica», frente a la
pero sobre todo para producir un efecto de explicación retomando como que emana de un mundo práctico. Lo escolar requiere redefinir el
«andamiaje» un constructo de otro campo de conocimiento. Esta práctica sentido de su contenido: educamos para recuperar lo más importan-
no es necesariamente improcedente, puesto que constituye la base de con- te de la historia de la cultura o para ayudar a que el sujeto estructure

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mecanismos diversos para acercarse al conocimiento, el cual, en la del campo del currículum, puesto que el especialista puede estar más inte-
era de la información, ha dejado de ser algo acumulado, fijo y ha pa- resado en «sus» desarrollos conceptuales, sin visualizar el sentido que
sado a ser dominado, para convertirse en algo circunstancial, en emana de una realidad específica. Regresar a lo práctico puede traer la uti-
proceso continuo de cambio y que requiere el desarrollo de habili- lidad de visualizar un conjunto de exigencias que requieren ser atendidas y
dades para diferenciar lo sustantivo de lo accidental. Eficiencia para cuya omisión tiene consecuencias en el desarrollo del campo. La realidad
desarrollarse en el mundo que nos rodea significa tener habilidades educativa y escolar puede resignificar el papel del currículum en el marco
de lectura, escritura y comunicación, desarrollar un pensamiento de la tarea educativa, así como sus posibilidades de cambio frente a la edu-
matemático. cación.
b) Una educación que recupere la dimensión valoral como estructu- Una aportación de la década de 1970 fue la discusión sobre los siste-
rante de lo humano. Tolerancia, respeto al otro (educación para la mas de enseñanza modular, que tratan de promover un aprendizaje para
paz) y capacidad de estar bien con los demás y consigo mismo son resolver problemas que emanan del mundo del trabajo, de la práctica pro-
los retos de una educadón del futuro. Se trata de algo difícil de lo- fesional. Después de ello, no hemos tenido una discusión de grandes siste-
grar si los educadores son incapaces de «actuar» este conjunto valo- mas, lo que no significa que no experimentemos una dinámica del cambio.
ral. No se trata de «recitar un nuevo catecismo valoral», sino de es- El currículum mixto (tramos por asignaturas y tramos modulares) de los
tar en un ambiente donde el mismo tenga sentido, porque se posgrados en salud pública, la incorporación de la noción de flexibilidad y
encuentra profundamente enraizado en la práctica educativa. competencia, así como la integración de algunos principios de la psicolo-
c) Un ser humano que haya desarrollado las habilidades tecnológicas gía cognitiva, constituyen elementos del cambio que atraviesan hoy los sis-
que demanda el nuevo siglo. Esas tecnologías que, a la vez que lo temas educativos.
acercan a la información, pueden deformarle su percepción de la Las preguntas básicas para operar un plan y un programa de estudios,
misma. Una habilidad para decodificar los mensajes que son emiti- esto es, para pensar su elaboración o su ejecución, son básicamente las
dos, su intencionalidad y su potencialidad manipuladora, enseñar a mismas. ¿Cómo se puede fundamentar la propuesta? ¿Cuáles son las
«decodificar» los mensajes de los medios (televisivos e impresos) es principales necesidades y demandas (sociales, educativas y del entorno?
una habilidad fundamental, en tanto se puede reconocer que los me- ¿Qué respuesta se puede ofrecer a través del currículum? ¿Cómo selec-
dios juegan un papel básico en la conformación de una conciencia y cionar, organizar y generar procesos de aprendízaje en relación a los con-
una percepción social. Hoy, más que nunca, el medio es el mensaje, tenidos? ¿Cuáles son los contenidos relevantes y en qué concepción de
hasta el punto de que todos los procesos electorales recientes no aprendizaje deben ser trabajados? ¿Cómo reconocer la diversidad cultu-
sólo lo reconocen, sino que lo emplean. Una habilidad para mane- ral y su necesaria expresión en un plan de estudios? ¿Cómo realizar una
jarse en Internet, para acceder a información significativa y, al mis- evaluación que trascienda la dimensíón de un juicio para ejercer la de re-
mo tiempo, para reconocer aquella que carece de sentido; del mis- troalimentación?
mo modo, se requiere recuperar el libro como un instrumento de Las respuestas quizá no puedan ser tan radicales como uno esperaría.
trabajo y de formación. Ciertamente, los sistemas educativos tienen su dinámica y es, difícil salirse
de ella, aun cuando la revolución tecnológica que experimentamos sea el
Estos tres ejes requieren quedar atravesados por una actitud de los es- inicio de un cambio radical en el sistema educativo. Así como la aparición
pecialistas en el campo curricular ante las demandas y necesidades de los de la imprenta tardó más de dos siglos para expresarse plenamente en las
actores, ante las demandas que emanan del mundo del trabajo y de los res- incipientes prácticas escolares, hoy la revolución de la informática trans-
ponsables de las políticas hacia la educación y ante las necesidades que ex- formará las formas de la educación, sólo que esta transformación se reali-
perimentan docentes y estudiantes. zará de una manera mucho más acelerada. No tendremos que esperar dos
No se trata necesariamente de demandas y necesidades que conver- siglos, sino que, seguramente, esa transformación se realizará en el plazo
gen, del mismo modo que las necesidades tampoco adquieren necesaria- de una o dos generaciones. Pero no podemos desconocer que estamos su-
mente una expresión lingüística. Sin embargo, ambas se encuentran pre- jetos a una serie de tensiones en su resolución, entre ellas sobresalen: el
sentes. avance de un pensamiento formal sobre el sistema educativo (sistemas de
Quizá esta sea una nueva tensión que se pueda encontrar en el futuro medición de la calidad, acreditación de programas), frente a la necesidad
172 173
de desarrollar perspectivas procesuales para valorar el desarrollo de los sis- lum», en GIMENO SACRISTÁN, JOSÉ y PÉREZ GÓMEZ, ÁNGEL (eds.), La ense-
temas educativos; los amplios residuos de una formación enciclopédica ñanza: su teoría y su práctica, Akal-Universitaria, Madrid, págs. 231-240.
que se expresa en los contenidos de las ciencias, la literatura, las ciencias 6. DfAZ BARRIGA, A. (compil.), (1995), Procesos curriculares, institucionales
sociales (vale la pena analizar los libros de biología, física o química que y organizacionales. La investigación educativa en los ochenta. Perspectivas para
existían a principios del siglo xx y los contenidos de los planes de estudio los noventa, Consejo Mexicano de Investigación Educativa, México.
referidos a estas disciplinas, o bien asistir a los debates de los profesores de 7. GIBBONS, M., LIMOGES, C., NOWOTNY, H., SCHWARTZMAN, S., SCOTT,
literatura que insisten en que los estudiantes «lean» autores del período de P. y TROW, M. (1997), La nueva producción del conocimiento, Ediciones Poma-
las luces, romántico, etc., aunque ello mate su placer por la lectura), frente res, Barcelona.
8. Esta es una conceptuación que se encuentra en las primeras versiones
a la necesidad de educar para entender y enfrentar un conjunto de proble-
de Didáctica y currículum, hacia 1984. Por alguna razón, que habría que inda-
mas que emanan del mundo actual. gar, no ha tenido impacto en el campo, a pesar de la consistencia de la formu-
Quizá valga la pena hacer una reflexión colectiva sobre qué tipo de lación.
educación podremos establecer y al mismo tiempo realizar cambios en la
concepción de los contenidos de enseñanza y en las prácticas educativas de
las que somos directamente responsables.

Notas

1. Investigador titular C, actualmente director del CESU, de la UNAM


(2002).
2. APEL, HANS-JÜRGEN (1979), Teoría de la escuela en una sociedad indus-
trial democrática, Sociedad de Educación Atenas, Salamanca.
3. En este punto no debemos perder de vista que un elemento constitutivo
de otras «teorías» educativas es precisamente la forma como se van incorporan-
do en las acciones educativas de naciones diversas a las que fueron su punto de
generación. En cierto sentido, esto sucedió con varios elementos del pensa-
miento de Comenio. Por ejemplo, los principios de «una sola cosa a la vez»,
«primero la cosa y luego la idea», entre otros. O bien a propuestas pedagógicas
contemporáneas, como puede ser la escuela Montessori, la pedagogía Freinet,
o los conceptos de Freire sobre la educación (educación bancaria). Todos ellos
se han convertido en elementos universales del pensamiento educativo (en
otro sentido, se han globalizado). En el caso de la ideas pedagógicas desarro-
lladas en la industrialización estadounidense, no podemos desconocer que
mucho antes de la universalización del campo del currículum se dio la univer-
salización de la evaluación del aprendizaje (en particular de la teoría de la me-
dición educativa y de la teoría de los tests). En México, los tests se emplean
desde finales de la década de los arios veinte del siglo pasado.
4. APEL, HANS-JÜRGEN (1979), Teoría de la escuela en una sociedad indus-
trial democrática, Sociedad de Educación Atenas, Salamanca. Para tener una
panorámica del ideal educativo en el que se desarrolló la construcción del pen-
samiento educativo del siglo xx, véase CREMIN, L. (1962), La transformación
de la escuela, Omega, Buenos Aires.
5. PINAR, W. (1989), «La reconceptualización en los estudios del currícu-

174 175
sobre la misma. También surgen otras dificultades adicionales, a partir del
carácter doctrinal de la propia investigación educativa, cuyos defensores
suelen delimitar sus fronteras y defender los ámbitos de investigación con
terminologías novedosas. Si el currículum se puede «reconceptualizar» de
este modo, también se puede hacer lo mismo con los términos novedosos
8. Hábitos que dificultan la deliberación de los reconceptualistas. A medida que continúa este proceso de delimita-
ción, cada parte interesada hace ondear su bandera favorita, al tiempo que
suele atacar la postura de quienes tiene más próximos. El diálogo que que-
Thomas W Roby
da suele tratar sobre el «currículum», antes que sobre la verdadera prácti-
City Colleges of Chicago ca. La mejora de esta situación exige que los defensores de la deliberación
del currículum hagan algo acerca de la funcionalidad de sus ideas, median-
te una variedad de materiales de enseñanza y de enfoques. Tal actividad
puede fundamentar el discurso deliberador en los problemas concretos de
la escolarización, aportando una pluralidad de modelos para estimular una
mayor actividad, y concentrar los términos del discurso en ejemplos signi-
ficativos.
Introducción Los ingredientes de este ensayo son sencillos: se presenta una breve
descripción del formato deliberador, así como una descripción de algu-
nos de los hábitos que más dificultan la deliberación (especialmente en su
Durante más de una década la literatura sobre el currículum ha estado forma curricular) y, finalmente, se hacen algunas sugerencias para su
salpicada de artículos, críticas y revisiones relativas a la deliberación del mejora. Puesto que el proceso de deliberación es complicado, retorcido
currículum. Quienes propugnan este enfoque sobre la construcción, el y difícil de representar al margen de circunstancias concretas, he inten-
funcionamiento y la evaluación de los currículos, han producido diversas tado clarificarlo haciendo referencia a diversos ejemplos y a prometedo-
etiquetas: desde el primer artículo de «la práctica» hasta el reciente mani- res estudios relacionados con el currículum, aunque no limitados a éste.
fiesto de Reid sobre la «Teoría deliberadora del currículum». Una muestra En los ejemplos educativos me refiero principalmente a tres categorías de
más amplia incluiría, entre otros a Westbury sobre el arte del currículum, estudiantes del currículum: futuros profesores que participan en la pre-
Orpwood sobre la investigación del currículum deliberador y Pereira so- paración subgraduada o graduada para la enseñanza; profesores en acti-
bre la percepción y las artes prácticas. La investigación relacionada con el vo que.confían en mejorar sus habilidades mediante un curso en currícu-
currículum ha incluido la investigación en la acción, el profesor como in- lum, y administradores que tienen a su cargo la responsabilidad de super-
vestigador, la reflexión en la acción y la teoría de la decisión, así como di- visar el currículum y que vuelven a estudiar para obtener una titulación
versas reafirmaciones de Dewey.' superior.
No obstante, las diversas tendencias de análisis sobre la deliberación No obstante, mostrar una amplia variedad o incluso extensas ilustracio-
del currículum poseen una curiosa característica de parón y reanudación, nes en la literatura sobre el currículum no debería tomarse como sustituti-
una aparente incapacidad para mantener el análisis o coordinar los signifi- vo de la práctica. En líneas generales, los deliberadores novatos lo harán
cados de las diversas terminologías. Por lo visto, el problema radica en par- menos bien que los experimentados, con resultados que incluso pueden
te en la propia naturaleza de la deliberación del currículum, puesto que se inducirles a abandonar el proceso. Eso plantea un clásico dilema educati-
trata de un enfoque con respecto a la práctica, antes que de una doctrina vo: si adquirimos buenos hábitos y carácter mediante el ejercicio, ¿cómo
podemos ejercitarlos cuando todavía no los hemos adquirido? Aquí pre-
Este artículo se publicó en el Journal of Curriculum Studies, 1985, vol. 17, núm. sento una respuesta parcial para que los estudiantes del currículum se in-
1, págs. 17-35 y es una revisión de otro presentado al simposium «¿Qué hacer so- volucren en el proceso del razonamiento práctico sobre alguna situación
bre la deliberación del currículum?», en la reunión anual de la American Educatio- problemática, simulada o real, bajo la tutela de un mentor experimentado.
nal Association en Montreal, abril de 1983. Una experiencia que haya dado frutos positivos en el ejercicio de la delibe-
ración, aporta sin duda uno de los mejores argumentos para cambiar los ciertos hábitos que dificultan la deliberación cuando se ven sometidos al
hábitos existentes. proceso deliberador. Concibo dos resultados a partir de esta interacción.
El primero de ellos es la modificación de los hábitos que dificultan las artes
o los hábitos reflexivos que facilitan la deliberación. El segundo resultado
Hábitos es la modificación y complicación del formato en serie para la delibera-
ción, que pasaremos a describir a continuación, a partir de su intersección
Examinemos los hábitos en el contexto de la deliberación. Los hábitos con los hábitos. Creo que este uso del formato deliberador en contextos
son pautas de comportamiento identificables utilizadas consciente o in- prácticos revela el carácter espiral del proceso deliberador. Revisemos este
conscientemente por los individuos o los grupos para responder a las ne- formato.
cesidades de una situación. Puesto que las situaciones son a menudo típi-
cas, el comportamiento se puede repetir con éxito. Los problemas aparecen
cuando las situaciones se vuelven atípicas y los comportamientos anómalos. El formato deliberador
Nuestras pautas establecidas conducen entonces a percepciones erróneas
de la situación y de su remedio. Por ejemplo, tenemos el hábito de salir cada Schwab ha descrito de forma secuencial las artes prácticas, que consti-
día de casa para trabajar a las 8.03 de la mafiana. Una huelga de ferrocarri- tuyen el formato básico para la deliberación, curricular o de cualquier otro
les interrumpe el horario y nos vemos obligados a desarrollar una nueva res- tipo:
puesta. A menudo, ésta no es una modificación fructífera de la vieja pauta,
ya que en la mayoría de los casos tomamos el coche a las 8.03 y llegamos con Hay artes mediante las que asignamos varios significados posibles al de-
dos horas de retraso debido a los embotellamientos de tráficos provocados talle percibido de la situación y los agrupamos de formas diferentes, para
precisamente por la huelga. percibir y configurar diferentes formulaciones del problema planteado por
Los hábitos no son únicamente pautas habituales de comportamiento, la situación desagradable. Hay artes para sopesar las formulaciones alterna-
sino también disposiciones para actuar de determinadas maneras, basán- tivas de un problema así planteado y para elegir una con la que seguirlo. Hay
donos en nuestros impulsos, para lograr ciertos fines, como por ejemplo artes para generar posibles soluciones alternativas al problema, artes para se-
llegar puntuales a trabajar, ver las películas que más nos hacen disfrutar (y guirle la pista a cada solución alternativa hasta sus consecuencias más proba-
no las demás) o desarrollar habilidades de estudiante para apreciar las bue- bles, artes para sopesar y elegir entre ellas y también artes reflexivas para de-
nas historias. Los hábitos manifiestan nuestros intereses, tanto como aque- terminar cuándo debe darse por concluida la deliberación para pasar a
llas otras cosas que evitamos. También son respuestas flexibles. Al juzgar realizar la acción.'
los fines y al tomar decisiones sobre los medios, podemos alterar nuestros
hábitos para encontrar mejores formas de organizar los impulsos. Y tam- A continuación, se incluye un bosquejo de este párrafo sintetizado:
bién podemos cambiar conscientemente los hábitos de una forma mecáni- a) Asignar significado a los detalles en la situación problemática.
ca o reflexiva. b) Formular detalles significativos en forma de problemas separados.
Los hábitos mecánicos, aquellos que asociamos con el condicionamien- c) Sopesar y elegir entre las formulaciones del problema.
to operativo y la modificación del comportamíento, se crean mediante Formular soluciones al problema elegido.
pautas de refuerzo.' Los hábitos o artes reflexivas se hallan más cerca de e) Ensayar las consecuencias de las soluciones.
los propugnados por Dewey en sus diversas descripciones de la suspensión Sopesar y elegir una solución.
y mediación del impulso por la razón.' Aunque ambos tipos tienen sus uti- g) Terminación y acción.
lidades, esta última parece la más deseable para la tarea que aquí nos ocu-
pa: en último término nuestro objetivo en la educación es la autonomía y, El esquema deja claro el carácter serial de esta descripción, en la que el
en este caso, se trataría de liberar a los estudiantes de las limitaciones que movimiento hacia la siguiente fase o paso depende de la realización de la
dificultan su progreso. En dicho propósito, la autocrítica será uno de nues- tarea de la fase o el paso precedentes. Tres de los pasos se refieren al pro-
tros principales medios. blema planteado en la secuencia (a c), mientras que cuatro se refieren a la
-

En el texto que se presenta a continuación espero mostrar cómo actúan solución (d g). La expresión «ensayar las consecuencias», perteneciente al
-

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extremo de la solución, se ha tomado de la formulación anterior que hizo Representaciones de la deliberación
Schwab sobre esta tarea.'
F'ara dirigir las tareas anteriores hacia una deliberación específicamente Entre las pocas exposiciones de que disponemos sobre la deliberación
curricular, tenemos que introducir cuatro componentes educativos comu- curricular, hay tres que muestran tendencia a seguir la pauta que acabamos
nes en cada una de las siete fases. Esos componentes, llamados «lugares de describir. Sintetizo una deliberación individual relativa al desarrollo de
comunes» por Schwab, son: estudiantes, profesores, asignaturas y milieux un programa de recuperación destinado a estudiantes negros en una escue-
(es decir, los contextos económico, social y cultural). Así expuestas, son la de una comunidad urbana a finales de la década de 1960.7 El resu-
coordenadas abstractas que exigen una especificación concreta. Como co- men siguió un modelo de diagnóstico-prescripción (en un modo casi médi-
ordenadas, a cada una se le puede dar un peso igual en un currículum par- co) desarrollado por Schwab, en el que el diagnóstico se ocupó de las fases
ticular o se pueden organizar las cuatro en diversas jerarquías en las que a-c, mientras que la prescripción se refirió a las fases d-g.' La deliberación
una o más tienen mayor importancia que las otras.* de Schwab se entabló en un nivel más general, al abordar, como hizo, el
La representación adecuada de los lugares comunes exige competencia componente de las artes liberales en las universidades en las épocas de gran
en diversas disciplinas y en los correspondientes cuerpos de experiencia, inquietud estudiantil. Por tomar prestado un término que utiliza en otra
algo que raras veces se encuentra en una misma persona. Schwab recomien- parte, y concretamente en El currículum universitario y la protesta estu-
da que la deliberación del currículum sea llevada a cabo por un grupo en el diantil, constituye un ejercicio en el arte de lo «casi práctico». Ello se debe
que uno o varios individuos sirvan como defensores de cada uno de los lu- a que sus diagnósticos y prescripciones, para que sean efectivos, necesita-
gares comunes, todos ellos bajo el liderazgo de un presidente que equilibre rían ser modificados por consideraciones relativas a las necesidades e inte-
sus diversas preocupaciones dentro del conjunto de configuración del cu- reses de un grupo específico de estudiantes universitarios, así como de los
rrículum.' La especificación concreta de tal grupo del currículum, utilizan- profesores y asignaturas disponibles en sus milieux concretos.' Resulta in-
do las artes prácticas, convierte los «lugares comunes» en «lugares particu- teresante observar que la recomendación de Schwab para la deliberación
lares». Utilizadas correctamente, las artes implican a los usuarios, sea cual simulada, incluida en Currículum universitario y protesta estudiantil, haya
fuere su lugar de partida, en una consideración de los cuatro componentes sido llevada a cabo por Townsend, aunque con un grupo muy diferente (el
y de las complejidades de sus interrelaciones. Cuando no se emplean las ar- de los adtninistradores educativos) al de los estudiantes universitarios que
tes prácticas para especificar los componentes, su utilización viene dictada fueron originalmente imaginados como su clientela!' Siegel, en una acción
ya sea por consideraciones supuestamente teóricas o bien por generaliza- imaginada con el propósito de enseñar Hamlet a estudiantes avanzados
ciones implícitas que funcionan de modo casi teórico. de escuela superior, de origen predominantemente judío, suburbano de
Estas preocupaciones complican nuestro bosquejo anterior si quere- clase media a alta y de naturaleza móvil ascendente, demostró la existen-
mos participar en la actividad implícita en los escritos de Schwab: cia de una tendencia a ejemplificar soluciones aportadas por un tratamien-
to ecléctico de las artes de la crítica literaria." A pesar de todo, al moverse
a) Asignar significado a los detalles en la situación problemática. de un lado a otro entre los problemas y soluciones presentadas por cada
b)Formular detalles significativos en problemas separados. Por parte de uno de los cuatro lugares comunes de la educación, Siegel se las arregló
c) Sopesar y elegir entre las formulaciones del problema. un grupo para transmitir algo de la espiral, diferenciada del movimiento lineal, en la
d)Formular soluciones al problema elegido. que utilice deliberación que acabamos de perfilar. Más adelante volveremos sobre esta
e) Ensayar las consecuencias de las soluciones. los lugares distinción.
fi Sopesar y elegir una solución. comunes de Dejando aparte a Townsend, hay dos dificultades con estas representa-
g) Terminación y acción. la educación. ciones. En primer lugar, todas son deliberación de «alcance solitario» que
no tratan debidamente su carácter de grupo. Siegel, especialmente, ilustra
las dificultades que tiene una sola persona para representar adecuadamen-
* En algunas de las más recientes discusiones sobre el currículum, se han omitido
uno o más de los componentes, como en la discusión cuyo atractivo para los nuevos te cada lugar común. En segundo lugar, todas ellas son deliberaciones que
currículos se basa exclusivamente en un núdeo tradicional de textos o en una nueva no atañen al aula. Se ocupan de las llamadas fases preactiva y postactiva,
visión de la asignatura, sin nínguna otra consideración hacia las necesidades, intereses pero no de la interactiva de la enseñanza. Parte de la fuerza que tiene esta
o experiencias pasadas de los estudiantes, los profesores y la sociedad. omisión se ve en la noción común de que los currículos, una vez desarro-
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liados, ya sea por deliberación o por otros medios, son simplemente «pues- a reconsiderar y alterar sus disposiciones al pasar al ámbito problemático.
tos en práctica en el aula», sin ninguna modificación significativa. Hasta la A medida que avancemos irá surgiendo una estructura comparativa en la
fecha, sin embargo, la única representación que tenemos de deliberación que un profesor de los estudiantes del currículum puede obtener delibera-
del aula es la que he derivado de mi experiencia de enseñar tanto la inno- ción al tiempo que pasa por las diversas fases, utilizando para ello las artes
vación curricular que se acaba de mencionar como los fracasados cursos propias de cada fase, así como las del proceso mismo.
que sustituyó en paradigmáticos diálogos paralelos entre los estudiantes y Al enfrentarse con una situación problemática, el primer hábito obsta-
el profesor.' culizador es el de «precipitarse para encontrar la solución». A todo el
mundo le encanta una solución, pero a nadie le gusta un problema. El de-
liberador impulsivo prefiere empezar con determinación y acción. Este im-
La deliberación y los hábitos que la dificultan pulso puede adquirir varias formas.
Una de ellas consiste en pasar a «una solución preferida»." Considere-
La deliberación curricular es compleja y retorcida aunque, paradójica- mos el ejemplo del profesorado de una pequeña facultad de artes liberales
mente, los términos de una deliberación llevada a término, establecidos que debate un programa de educación general.' El profesorado discute
en los formatos anteriores, aparecen como seriados y relativamente flexi- acaloradamente cuántas horas de cada disciplina deben incluirse en el nú-
bles. La limpieza retrospectiva del proceso en fases discretas y lineales cleo del programa, ignorando la posibilidad de formular la situación de
puede circunscribir su propia dinámica cuando se confunde por el proce- una forma interdisciplinar. El resultado de esta situación es un profesora-
so mismo. No obstante, la secuencia de una deliberación completada des- do encarnizadamente dividido, puesto que nunca hay suficientes horas en
cribe muchos de sus necesarios términos, aunque no todos: puede servir el programa nuclear como para satisfacer todas las preferencias. Las solu-
como una clase de lista de comprobación para estar seguros de que no se ciones preferidas indican a menudo la existencia de predisposiciones en fa-
haya dejado nada fuera. Yo la utilizo como una conveniente estructura re- vor de ciertas asignaturas, lo que no hace sino transformar en tradicional lo
tórica de la que colgar los hábitos que suponen una dificultad en cada que se ha dado en llamar la visión túnel. Cuando se nos anima a regresar a
fase. lo básico, aparece una tendencia a trasladar lo básico a una asignatura pre-
Los hábitos se agrupan en tres categorías principales, dependiendo de ferida. Esta concepción incompleta de los lugares comunes significa, por
si dificultan una fase deliberadora específica, sus fases, de una forma más ejemplo, que los problemas relativos a las necesidades, intereses y talentos
general o su proceso. Hay tres hábitos agrupados en la parte de la solución de los estudiantes quedan absorbidos en el dominio de la asignatura básica
del formato deliberador. Estos son: la «precipitación para encontrar la so- que se haya favorecido.
lución», reforzada por la «conciencia de crisis» y la «expectativa utópica». La segunda forma habitual adoptada por un impulso hacia la solución
Hay otros dos hábitos que interfieren en los inicios problemáticos: «exter- es la «mentalidad global». Aquí encontramos métodos tan universales
nalizar los elementos de la situación problemática» y «excluir o cambiar como el aprendizaje de la maestría, los objetivos basados en la competen-
los lugares comunes de la educación». Los hábitos más generales que apa- cia, etc., cuya solución predetermínada encaja en todos los problemas. A
recen tanto en el planteamiento del problema como en el escenario de la menudo, la propaganda que se hace en favor de tales métodos es tan entu-
solución son «mentalidad global», «formulación preferida», «o bien..., o siasta que apenas si se oye hablar de los problemas específicos que se pre-
piensas» y «enfoque del solitario». Finalmente, hay dos hábitos con capa- tendía abordar en un principio y mucho menos de los problemas con su
cidad para abortar el proceso: «la expectación del progreso lineal» y «la in- aplicación. Puesto que pretenden trabajar con cualquier asignatura, se
tolerancia de la incertidumbre»." convierten en la respuesta shakesperiana a toda pregunta.'
Tales hábitos alteran el carácter de la deliberación, al conducir a la omi- Los administradores y legisladores, que exigen panaceas universales a
sión de algunos términos del proceso y al invertir el orden de sus fases con- los teóricos de la educación, parecen preferir las soluciones globales. Los
cebidas serialmente. Es más, tanto la deliberación como la descripción son profesores, con su repertorio de técnicas de trabajo, se hallan menos some-
sistemáticas: los problemas y soluciones interactúan entre sí y, del mismo tidos a los caprichos educativos y suelen inclinarse por las soluciones pre-
modo, los hábitos se refuerzan unos a otros. Empezaremos por los hábitos feridas. Esta distinción, sin embargo, no es en modo alguno absoluta, y
que se agrupan en el extremo de la solución de la deliberación, para mos- ambas comparten la inclinación a encontrar soluciones finales y utópicas.
trar a continuación cómo se puede inducir a los estudiantes del currículum El impulso hacia una solución final incorpora la evitación del ensayo de las
consecuencias. Cada vez que se ponen en práctica tales soluciones, se pro- deliberadores orientados hacia la solución. Uno de ellos podría denomí-
duce una sorpresa y una desazón ante las modificaciones impuestas por la narse «crisis de conciencia». Es lo contrario de la «generación anticipato-
aparición de problemas imprevistos. El aprendizaje de la maestría, por ria de alternativas», de Schwab.' La ansiedad ante el descenso de las pun-
ejemplo, presupone la habilidad del estudiante para dominar casi cual- tuaciones en capacidad de lectura, despierta la necesidad de regresar a lo
quier tarea educativa." Y, no obstante, el programa de lectura de apren- básico. Esta clase de orientación cortocircuita el carácter deliberador del
dizaje de la maestría, aplicado en Chicago, ha tenido que cambiar el con- razonamiento práctico. Algunos administradores no se sienten cómodos
tenido de las tareas educativas presentadas originalmente para reflejar un en una deliberación, a menos que exista una crisis, real o imaginada. Así, el
mejor equilibrio de los modelos de rol positivos y negativos:8 Las soluciones espíritu de la época ha terminado por convertirse en un consenso prema-
concebidas a nivel global del educando generalizado, se convierten en turo.
problemas que deben afrontarse dentro de los milieux de los estudiantes El otro hábito, bastante prevaleciente entre los profesores, es el «enfo-
específicos. Otro caso es el del currículum nuclear antes mencionado. La que del solitario». A ello se aludió anteriormente en las deliberaciones de
solución preferida para el núcleo, planteada por parte de un historiador, Roby, Schwab y Siegel. Las soluciones globales de examinadores, teóricos
se pone en tela de juicio debido a los problemas que supone convencer a e investigadores sobre lo que se ha puesto de moda, ponen las cosas patas
los colegas de su departamento de que abandonen los aspectos electivos de arriba en las aulas, donde se supone que existen limitaciones para los pro-
su especialidad, a cambio de la dudosa recompensa de reestructurarlos fesores individuales que trabajan con estudiantes igualmente muy concre-
para un curso general. tos. Para los profesores, tales soluciones suponen problemas que hay que
Reíd señala cómo «si miramos a los académicos o a los administradores afrontar con, por ejemplo, procedimientos que se tienen que instituciona-
en busca de guía para diseñar el currículum, descubrimos habitualmente lizar, o con formularios que se tienen que rellenar. Las reuniones a las que
que tratan de convertir algo intrínsecamente complejo y ambiguo en algo se les convoca persiguen con frecuencia la intención de facilitar las solu-
lógico, de perfiles claros, y que eso se hace de una de las dos formas si- ciones ya previamente preparadas de los administradores. En consecuen-
guientes: o bien se declara un principío que debería guiar el diseño del cu- cia, no están acostumbrados a deliberar en grupos de compa.ñeros. Ello da
rrículum, o bien se propone un conjunto de reglas de procedimiento que un marchamo individualista e incluso idiosincrático a su tendencia hacia
deberían seguir los diseñadores». Al seguirle la pista al proceso de un de- las soluciones preferidas.
sarrollo curricular en Gran Bretaña, se muestra cómo la pauta del debate
se trasladó desde vagos sentimientos de inquietud acerca de una situación,
a una propuesta de solución (un «currículum nuclear»), sin haber realiza- Recursos iniciales: promover alternativas a través de
do investigación alguna sobre las causas que motivaron tal inquietud. El las artes de la autocrítica
análisis de Reid muestra cómo el despliegue inicial de un principio global,
como por ejemplo el «currículum nuclear», soslaya la fase de apreciación Permítaseme abordar ahora las consecuencias educativas que tienen los
del problema y cortocircuita el proceso del razonamiento práctico. Según análisis de la deliberación curricular, así como los hábitos que la dificul-
señala, las reglas procedimentales basadas en objetivos fijos, empleadas en tan. Quienes se precipitan a encontrar soluciones globales o preferidas
Estados Unidos, sirven para un propósito similar. Tanto los principios predeterminadas, tienen que afrontar dos conjuntos de problemas. En pri-
como las reglas incluyen la postura ante el problema, convirtiéndolo en el mer lugar, están los problemas generados por la solución misma, que indi-
escenario de la solución, es decir: «Nuestro problema consiste en que ne- can ya el carácter finalista y a menudo idealista de la solución preferida,
cesitamos un currículum nuclear». Eso deja a las escuelas en la posición de En segundo lugar están los problemas supuestamente solventados por la
tener soluciones en busca de problemas, en lugar de tener problemas que solución. La introducción de ambos conjuntos de problemas sitúa en un
buscan soluciones. En cierto modo, el ejemplo de Reid combina los vicios prímer plano soluciones alternativas que compiten entre sí ante sus pri-
en el extremo de la solución de la deliberación; a medida que se va produ- meros impulsos.
ciendo el debate, las soluciones globales de los administradores del Depar- Consideremos el idealismo. A menudo, los estudiantes del currículutn
tamento de Educación se fueron asimilando con las preferencias de los no son conscientes de la naturaleza utópica de la solución preferida. La
profesores del Consejo Escolar.' ven como realista y factible, aunque a veces la consideren como novedosa.
A menudo hay otros dos hábitos que refuerzan la precipitación de los Entonces, una especie de pensamiento mágico se hace cargo de la situa-

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ción. El fracaso no conduce al cinismo. En lugar de eso, el idealismo se del proceso deliberador. Ello significa retroceder a sus orígenes problemá-
queda dormido hasta que es capaz de poner en práctica firmemente la si- ticos, utilizando los lugares comunes de la educación y afirmando su carác-
guiente innovación universal o la próxima oportunidad de plantear la so- ter social. Abordemos estos por orden.
lución preferida. Los estudiantes del currículum necesitan afrontar el ca- Desde el punto de vista del razonamiento práctico, saltar a una solución
rácter idealista de la solución, distinguiendo para ello entre sus aspectos no es, per se, un movimiento indeseable. A menudo resulta que encontra-
factibles y aquellos otros que muy probablemente no serán fructíferos den- mos posibles soluciones al principio mismo del proceso deliberador. Lo
tro de las circunstancias de su introducción. El examen de las razones del que cortocircuita el proceso es el apego por aquella misma solución, que
fracaso pasado en las innovaciones paralelas (problemas generados, pero impone irreflexivamente un cierre prematuro de la deliberación. Así, el
ignorados), puede ser saludable.' movimiento inicial queda incompleto. A los deliberadores excesivamente
Los estudiantes del currículum con experiencia de campo confiesan a rápidos se les tiene que convencer para que modifiquen sus hábitos, retro-
menudo, en discusiones no amenazadoras, su sensación de fracaso en la cediendo para ello a la situación problemática y a la fases de toma de pos-
aplicación de las soluciones preferidas, la consiguiente desviación hacia el tura ante el problema. Al haberse lanzado impulsivamente hacia delante,
chivo expiatorio de la situación problemática que no consiguieron arreglar ahora se las tienen que ingeniar para retroceder. Este movimiento de retro-
y la resultante retirada hacia la torre de marfil. El truco consiste en conse- ceso no es ajeno al proceso, incluso en aquellas deliberaciones que inicial-
guir que los estudiantes vean una solución como utópica, para luego ayu- mente actúan con mayor diligencia sobre la situación. Así, los términos del
darles a desarrollar alternativas más realistas que se apropien de sus ele- proceso pueden utilizar el hecho de que el hábito que dificuha la delibera-
mentos útiles para solucionar un problema específico. Paradójicamente, una ción sea incompleto.
forma de separar el idealismo de los estudiantes que se superpone a la rea- E1 análisis de Reid, al que nos hemos referido antes, señala que, con fre-
lidad curricular es la de animarlos a afrontar y desarrollar el modo utópico. cuencia, las soluciones aplicadas en la educación no tienen problemas da-
Para tal elaboración son útiles modelos como el de la República de Platón ramente formulados, aunque pueden prefigurar problemas planteados
o el Walden, de %inflen" Esto puede dar como resultado un ideal enri- como si formaran parte de la solución. Así pues, disponemos de una ruta
quecido, con más posibilidades para la aplicación que el concepto habi- de regreso a la formulación del problema implícito y, a través de ella, a los
tualmente empobrecido y unidimensional planteado. Otra forma de pro- detalles de la situación de que se trate. En este caso, el retroceso se refiere
mover el realismo es mediante el desarrollo en el estudiante de la actitud al movimiento desde la mentalidad proclive a la solución hacia la aprecia-
de abogado del diablo, que debe tomar una postura contraria a la de su ción del problema. No obstante, si a los estudiantes del currículum no les
propio ideal. La separación de dos alternativas, un ideal que compite o in- gustan los problemas (hasta que encuentren alguna solución conveniente
cluso uno mejor y más grande, constituye un buen comienzo. Tales enfo- para los mismos), pueden desarrollar con rapidez una aversión activa por
ques marcan el inicio de la autocrítica, el arte de escudriñar los sesgos y li- la complejidad y la falta de indeterminación de las circunstancias proble-
mitaciones de las propias formulaciones." máticas. La frustración, con falta de limpieza y claridad, alimenta así otro
Lamentablemente, en este punto se puede ver abortado un inicio pro- movimiento de precipitación hacia la solución. Un rápido vistazo a la si-
metedor, debido al «o bien..., o piensas», que impregna la cultura, al me- tuación nos permite ver el problema, que generalmente es aquel que enca-
nos la estadounidense. Este escenario mental examina dos posibilidades ja con la solución previamente planteada. La mentalidad global refuerza
como exhaustivas y exclusivas: la energía nudear o el carbón, republicanos esta tendencia, puesto que cualquier solución encaja más o menos en un
o demócratas, ganadores o perdedores. Necesitamos disponer de instru- problema planteado en términos suficientemente amplios. Es más, al re-
mentos que nos permitan modificar este hábito. troceder los estudiantes para encontrar el problema formulado en su solu-
ción, aparece otra versión de «o bien..., o piensas», que es la que consiste
en decir: «O bien formas parte del problema o formas parte de la solu-
Recursos a través del proceso deliberador: ción».
retroceder a la situación problemática

El recurso para el conjunto de hábitos que suelen agruparse alrededor


del extremo de la solución del razonamiento práctico exige la afirmación
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Recursos que utilizan el carácter social de la deliberación miembros de la clase a actuar como personas a las que se pueda recurrir. El
papel del profesor no queda limitado al de una simple caja de resonancia,
El regreso a la situación debería significar la posibilidad de generar más sino que intenta que los aspectos molestos pero improbables de cada situa-
problemas. Las soluciones adicionales deberían sugerirse por sí mismas en ción sean daramente visibles para todos y todos puedan familiarizarse con
términos de las posturas posteriores. Necesitamos una situación, ya sea ellos, desde el propio profesor, al conjunto de la clase y, especialmente, al
real o simulada, que atraiga lo suficiente el interés de los estudiantes como estudiante afectado. Esta fase exige la habilidad para dedicar tiempo a
para superar las tendencias simplificadoras del «o bien..., o piensas», al cada estudiante, tolerar una cantidad considerable de esfuerzos un tanto
tiempo que sea lo bastante compleja como para resistirse a la ambigüedad confusos y escuchar creativamente, lo que significa no limitarse a guardar
de la mentalidad global. Aquí también necesitamos contrarrestar los enfo- silencio.
ques del solitario mediante la introducción de procesos de grupo. Para ello La segunda fase es más estructurada. Utilizando un modelo disponible
hay tres posibles procedimientos. Uno es a través de la experiencia del de deliberación," el profesor ayuda sistemáticamente a los estudiantes a
propio proceso deliberador, a medida que los estudiantes afrontan sus localizar problemas y soluciones para la formulación entre los lugares
complejidades. El segundo se logra por medio de ejemplos concretos de comunes de la deliberación del currículum: estudiantes, profesores,
deliberaciones reales, tanto fracasadas como fructíferas. El tercero supone asignaturas y milieux. Para esta fase, los estudiantes pueden analizar va-
una reflexión crítica sobre las fuentes del fracaso y del éxito en los dos pri- rios modelos de deliberación sistemática, de entre los expuestos con an-
meros. terioridad. Pereira sostiene que la fase inicial no estructurada e «ineficien-
Los tres caminos están coordinados. El primero, como ya hemos seña- te» del análisis es esencial para el éxito de la posterior fase sistemática.
lado, es crucial. Los estudiantes del currículum necesitan afrontar los dile- Juntas, las dos fases permiten a los estudiantes concentrar sus malestares
mas de la situación problemática de la manera más concreta y comprome- respecto del currículum, tolerar y captar la complejidad de los factores
tida posible. Cada una de las tres clases de estudiantes antes mencionadas que intervienen en la deliberación, configurándolos en forma de formula-
mantiene una relación diferente con respecto a esta necesidad. Hay profe- ciones alternativas.
sores (y administradores), con experiencia actual y continua de los proble- Para el segundo grupo, Townsend mostró cómo los administradores
mas del currículum, administradores (y profesores) que se encuentran en- candidatos a la obtención de doctorados pueden participar en una delibe-
tre esas experiencias y subgraduados (o graduados) de los que se supone ración simulada sobre temas de política que afecten a sus intereses y habi-
adquirirán una experiencia docente. Se han desarrollado currículos delibe- lidades. Este modelo de deliberación simulada supone dividir la clase en
radores para las dos primeras clases y se ha indicado una forma de tratar al de tres a cinco «grupos de trabajo» (cada uno con tres a cuatro estudian-
último grupo. tes), que intentan establecer la política a seguir para un contexto educativo
Pereira examinó el papel de la discusión en la enseñanza de la delibe- acerca del cual únicamente se les han proporcionado datos básicos no es-
ración curricular a profesores experimentados (en clases de 10 a 20) a ni- tructurados. Un «ciclo político» simulado exige que cada grupo de trabajo
vel de graduados. Tales estudiantes solían integrarse en un programa so- realice análisis escritos u orales de los problemas, las soluciones probables
bre el currículum sin la expectativa de obtener un enfoque útil para sus y las estrategias de puesta en práctica imaginadas por cada grupo. Esos
propios problemas curriculares. Esperaban recetas simplistas, objetivos y análisis deben incluir tanto los problemas, acciones y estrategias recomen-
algoritmos. Se mostraron reacios o incapaces de articular lo que les preo- dadas por cada grupo, como los rechazados y los criterios que se han se-
cupaba en sus propias situaciones. No tenían experiencia en cuanto a guido para su recomendación o rechazo. El profesor funciona como «ban-
concebir formulaciones alternativas de los problemas y soluciones. Final- co de datos» para aportar los nuevos datos adicionales en bruto solicitados
mente, se volvieron temerosos cuando las consideraciones iniciales de las por los grupos de trabajo y para contrastar el trabajo de cada grupo con la
alternativas únicamente parecieron complicar sus puntos de vista. Pereira verdadera situación problemática de la que se obtuvieron en un principio
afrontó estas dificultades con un modelo de análisis dividido en dos par- los datos aportados."
tes." Un aspecto crucial del modelo es una indagación reflexiva llevada a
Primero hay una fase no estructurada en la que el profesor invita a cada cabo por cada grupo de trabajo acerca de los momentos críticos, períodos
estudiante a explicar lo que le preocupa en la situación problemática del y circunstancias implicadas en su propio descubrimiento del problema,
individuo, indaga los diversos aspectos de la misma y anima a los otros formación de la solución y su puesta en práctica. La variedad de posibili-
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dades que surgen así ilustran las razones para los diferentes análisis y las di- ren a los «directores de aula». Como «estudiantes» hablan del «educando
versas soluciones basadas en una diversidad de talentos y hábitos. Enton- adulto», del «alumno desfavorecido», del «alumno dotado», etc.
ces, los modelos contrapuestos surgidos de la deliberación en cada uno de Todo eso hace que los estudiantes del currículum se sientan incapaces
los grupos de trabajo se convierten en parte de los recursos de cada uno de de convertir los lugares comunes en lugares concretos, lo que constituye
dichos grupos para emprender fructíferos análisis del ciclo de política. De la clave para insertar los lugares comunes en la deliberación.' Al enfren-
ese modo, los administradores experimentan las frustraciones y satisfac- tarse con la necesidad de coordinar los cuatro lugares comunes, la mayo-
ciones, los beneficios y peligros de constituir una situación escolar como ría de ellos adoptan fácilmente la metáfora de Schwab de las cajas chinas
una comunidad de deliberadores. que encajan unas dentro de otras, es decir, la interacción de aula, escuela,
Para los estudiantes de currículum a nivel de graduado o subgraduado, familia y vecindario." Tienen muchas más dificultades para aprehender
de los que se supone adquirirán una experiencia en la enseñanza, la reco- las formas concretas en que los milieux, además de proporcionar contex-
mendación sería la de seguir alguna clase de deliberación simulada si- tos educativos, funcionan dentro de los estudiantes y de los profesores.
guiendo las líneas establecidas por Townsend y Schwab." No sirven de gran ayuda las recientes soluciones globales antes menciona-
das, es decir, el aprendizaje de la maestría, que se concentran en el «edu-
cando», ya que tratan a los estudiantes en un alto nivel de generalidad e
Recursos que usan los lugares comunes de la educación ignoran al profesor, al tiempo que dejan intacto el énfasis puesto en la
asignatura.
Ya hemos visto cómo un grupo aporta una variedad de puntos de vista, En otro ensayo he expuesto una ilustración de estas dificultades ha-
algo que no se lograría en las deliberaciones individuales, para afrontar la bituales, que suponen la existencia de sesgos en la asignatura y la inca-
complejidad de situaciones problemáticas. Además, necesitamos de organi- pacidad para interiorízar el milieu del estudiante.' Los profesores y los
zadores que ayuden a los estudiantes a configurar y clarificar la situación administradores (la mayoría de los cuales también fueron antes profeso-
mediante la asignación de significado a sus detalles. Aquí son los lugares co- res) pertenecientes a un colegio urbano en un ghetto negro en desarrollo,
munes de la educación los que aportan los recursos. Esos lugares comunes crearon un programa especial para afrontar la creciente incapacidad de sus
ofrecen focos múltiples para organizar la indeterminación de la situación. estudiantes para alcanzar rendimientos en el nivel de grado. Suponiendo
Veamos cómo desarrollan significado en la fase problemática, al tiempo que que los profesores son simples expertos en asignaturas y comunicadores
consideramos los hábitos que suponen un obstáculo. acerca de tales materias, mientras que los estudiantes son sus receptores
Los lugares educativos comunes (estudiantes, profesores, asignaturas y pasivos, crearon un programa especial de créditos no universitarios, co-
milzeux) funcionan como cuatro focos coordinados en las deliberaciones rrespondientes a estudios descafeinados, basados en el trabajo regular del
del currículum." La existencia de focos múltiples sobre una situación pro- curso. Este intento de «introducir en la corriente principal» a los estudian-
blemática permite a los deliberadores captar una amplia gama de detalles, tes desfavorecidos acabó en fracaso, ya que se prestó muy poca atención a
cada uno de los cuales posee sesgos diferentes. Los estudiantes del currí- la experiencia racial y de clase baja de los estudiantes. La disonancia entre
culum no aceptan fácilmente esta comprehensión pluralista. Una forma de los valores de los estudiantes y los de los profesores de clase medía (tanto
evitación consiste en concentrarse en uno o dos lugares comunes, a expen- negros como blancos), terminó por viciar los bienintencionados esfuerzos.
sas de los otros. Una de las formas más utilizadas, expuesta ya en el extre- Los estudiantes siguieron fracasando a un índice muy similar al anterior en
mo de la solución, consiste en buscar una asignatura preferida. En otras los cursos regulares. El programa se canceló, envuelto en la confusión y las
ocasiones aparecen en un primer plano el interés, las habilidades y la opi- incomprensiones.
niones del profesor, tal como señala Reid. Tales fracasos surgen de los habituales impulsos por introducir a cada
La otra forma en que los estudiantes del currículum evitan el pluralis- estudiante en el drama griego o en la física newtoniana sin haber examina-
mo es a través de la mentalidad global. Tienden a generalizar, en lugar de do las diferencias entre milieux de asignatura y estudiante, lo que puede
percibir y ordenar los detalles. Las generalizaciones adoptan el molde de bloquear la comprensión, o las similitudes con capacidad para promover
estereotipos sociológicos o educativos. Como milieux proponen el reci- esa comprensión. Dada la formación graduada de tantos profesores en las
piente socioeconómico unívoco y abstracto por excelencia de la escolari- distintas disciplinas académicas, no es nada extraño que tales impulsos se
zación, es decir, «el ghetto», «los suburbios». Como «profesores» se refie- conviertan casi en reflejos condicionados.
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Este ejemplo también tipifica las dificultades de los estudiantes del cu- lela y una necesidad concomitante de establecer puentes entre lo viejo y lo
rrículum para captar el carácter interno de los milieux en profesores y es- nuevo.
tudiantes, al señalar la tendencia general a extemalizar los elementos de la
situación problemática. Pueden verse a sí mismos dentro de tales circuns-
tancias, pero son mucho menos capaces de concentrarse en las partes de la Combinación de procesos de grupo con lugares comunes
situación que están dentro de sí mismos, es decir, que constituyen parte del
problema. Así, sus insatisfacciones suelen encaminarse hacia aspectos de Para los estudiantes del currículum, los procesos de grupo descritos
aparente recuperación de una situación que se encuentra fuera de ellos por Pereira y Townsend pueden interactuar con los lugares comunes, per-
mismos. Raras veces indican percibir una insatisfacción con sus propios mitiendo a los miembros de una clase configurar de diferentes formas los
valores o percepciones y no muestran mucha inclinación por cuestionar detalles de la situación considerada como problemática. La expresión de
sus propios prejuicios. los descontentos en el enfoque de Pereira ofrece material para llevar más
Utilizando una clásica ilustración histórica, Schwartz señala que: lejos la autocrítica iniciada antes, en la precipitación por hallar soluciones
preferidas o globales. El profesor ha de tener cuidado de no criticar di-
Existe un reflejo casi innato a plantear problemas en términos de los fe- rectamente ninguna formulación dada y de animar a cada estudiante a
nómenos externos que se han observado. Esa tendencia es adaptativa, en asumir diversos papeles, de modo que pueda representar las formas en
la medida en que conserva tiempo y energía, pues casi siempre es más difí- que reaccionarán los diversos agentes de los diversos mi lieux (estudiantes
cil poner en práctica una solución que exija un cambio en aquello que el y profesores, padres y administradores) ante las formulaciones propues-
individuo cree, tiene depositada su fe, siente o desea, aun cuando el cam- tas. Así, el profesor plantea preguntas que supongan establecer paralelis-
bio sea más adaptativo una vez realizado. Las soluciones que incluyen al- mos personales. La cuestión a plantear a los profesores aficionados a una
guna alteración de las estructuras internas tienen casi siempre como resul- cambiante instrucción literaria, desde una estructura aristotélica tradicio-
tado un aumento temporal de los efectos potencialmente perturbadores y nal (trama, personaje, tema, etc.), hasta una construcción más mítica (el
dolorosos."
«viaje de autodescubrimiento», la «muerte y resurgimiento del héroe»),
podría ser: «¿Cómo justificarías este cambio ante los padres o los admi-
El estudio de Schwartz sobre las percepciones de los estudiantes de nistradores, preocupados por la disciplina de la literatura?». A los admi-
escuela superior acerca de sus problemas, demuestra que el planteamien- nistradores enamorados de los objetivos del comportamiento, el profesor
to de un problema de alto nivel exige que quien lo plantee incluya cons- puede preguntar: «¿Cómo enseñarías el programa de biología basándote
trucciones internas a sí mismo, como parte de la situación problemática. en estos objetivos?». El desarrollo de tal asunción de papeles ayuda a los
Al considerar mi propio ejemplo del fracasado programa de recuperación, estudiantes no sólo a distanciarse más de sus formulaciones preferidas,
los términos de clase media blanca con los que los profesores considera- sino también a captar mejor sus consecuencias en términos humanos, en
ron a sus estudiantes les condujeron a abrigar unas expectativas poco rea- lugar de a través de simples generalidades. Enfrentados con una realidad
listas, según las cuales los estudiantes deberían abandonar su experiencia más vívida, los estudiantes del currículum se ven obligados a reconsiderar,
minoritaria para cambiarla por la correspondiente a la del milieux de la modificar o incluso abandonar posiciones que, bajo un debate más ame-
corriente principal, a pesar de que éste fuese extraño para ellos. Cuando, nazador, podrían endurecerse hasta inducir la adopción de posturas de-
en lugar de eso, los estudiantes profundizaron en la situación y exigieron fensivas.
que los profesores modificaran los términos de la enseñanza, la ansiedad En la segunda fase del esquema de Pereira, más estructurada, se puede
experimentada por algunos fue comparable a la de los contemporáneos adoptar una postura de «abogado del diablo»." El profesor constituye la
de Galileo, que contemplaron la pérdida de la fe teológica que sostenía la clase como un grupo de currículum en el que varios miembros asumen el
teoría geocéntrica. Esta actitud reacia de los deliberadores para conciliar- papel de expertos sobre cada uno de los lugares comunes. Las tareas se
se con el lugar común del profesor supone una trágica ironía cuando los distribuyen teníendo en cuenta los prejuicios revelados en la primera fase;
deliberadores son profesores en ejercicio o incluso en ciernes. Igualmente es decir, los que tengan prejuicios con la asignatura deben ocuparse de or-
irónica es la expectativa de que los estudiantes pueden abandonar o modi- denar el tema de las necesidades e intereses de los estudiantes, mientras
ficar los términos de su experiencia sin sentir por ello una ansiedad para- que quienes se mostraron abiertamente preocupados por los estudiantes se
vean obligados a examinar muy atentamente los recursos de la asignatura. como ya hemos visto en nuestra incursión sobre la precipitación hacia la
Tales maniobras fomentan la deliberación, permitiéndole llegar aún más solución, para regresar después a la situación problemática. Un hábito
lejos, al hacer que cada deliberador sea más consciente de sus limitaciones obstaculizador se refiere a la «expectativa de progreso lineal», mientras
y esté por tanto más dispuesto a aceptar como legítima otras posturas que que el otro supone la «intolerancia de la incertidumbre». Ambos se hallan
difieran de la suya. El deseado cambio consiste e_n pasar de considerar cier- relacionados.
tas alternativas como dificultades que hay que evitar, a considerarlas como La deliberación no es un proceso serial que avanza limpiamente de una
recursos que hay que cultivar y refinar. Aquí no sólo debería adoptarse la fase a otra. Se trata más bien de un descubrimiento espiral de significados.
postura de abogado del diablo en lo relativo a una solución favorita, sino Tomemos, por ejemplo, un problema de dificultades de lectura de un
que también debería darse un reconocimiento e incluso una experiencia alumno. Nuestra formulación sugiere que, a partir de visiones alternativas
de los sentimientos y motivaciones de los deliberadores humanos y de los del contenido de la asignatura, surgen varias soluciones. Contraponemos
temas de la deliberación. Al igual que sucede en las deliberaciones de polí- una estructura mítica a otra aristotélica. Postulamos, además, que resal-
tica simulada de Townsend, los pequeños grupos se pueden estructurar en tar la relación entre el contenido de la historia y la experiencia del estu-
términos de los lugares comunes, mientras que el profesor, que actúa como diante puede suponer una mejora con respecto a los enfoques puramente
«banco de datos», puede transmitir más información sobre cada uno de estructuralistas. Esas soludones se anotan, se discuten y darifican. Re-
ellos. gresamos luego a la situación para ver otra forma de configurar el proble-
Hemos alcanzado así una posición adecuada para expandir de forma ma, algo relacionado con los valores del profesor, el problema interno de
importante el hábito del «o bien..., o piensas», si bien no incondicional- los prejuicios hacia una u otra de las estructuras de la literatura. Esta se-
mente. Supongamos que la consideración de cada lugar común genera al gunda formulación del problema nos sugiere una tercera: el milieu del
menos una formulación concreta de un problema. La distinción entre for- aula. La programadón uniforme impone el tener que utilizar períodos de
mulaciones internas o externas al deliberador amplía de hecho las cuatro tiempo de enseñanza que no están en concordancia con los períodos de
posibilidades a ocho. Si cada lugar común generase también una solución atención del estudiante. Los dos nuevos planteamientos del problema se
ante cada problema, estas se podrían duplicar (de 16 a 32), elaborando la comparan entre sí y con el primero. Una solución del primer problema se
distinción de lo utópico frente a lo realista. El mínimo de cuatro proble- desgaja y modifica de modo que funcione con la tercera, tras haber llegado
mas, cada uno con cuatro soluciones, nos da veinte formulaciones distintas a la conclusión de que la relación entre la historia y el estudiante podría
(es decir, cuatro problemas más 16 soluciones), aunque quizá eso no tenga funcionar si los profesores pasaran del milieu del aula a los métodos de dis-
tanta importancia en el extremo de la solución. No obstante, serviría al me- cusión en grupo, en lugar de alternar la enseñanza de uno en uno con un
nos para fragmentar la mentalidad global. Cuando la riqueza de la situa- rato de lectura. Otra solución competitiva es la aportada por la postura del
ción problemática empezara a ejercer su influencia sobre el significado y el abogado del diablo, tomada desde el lugar común del estudiante, es decir,
interés, esta cifra ya no parecería estar fuera de lugar. La deliberación uni- formar a los estudiantes para que utilicen mejor el período lectivo durante
personal de Siegel sobre una situación imaginada produjo 101 maneras po- la enseñanza de uno en uno. A medida que continúan las relaciones cam-
sibles de enseñar Hamlet a un grupo de estudiantes. Este fue un tour de biantes entre los planteamientos del problema y el encuentro de solucio-
force curricular que, de todos modos, supuso toda una lección sobre lími- nes, a los deliberadores se les ocurren detalles adicionales y nuevos sip,nifi-
tes externos." cados acerca de la situación. Inician así el movimiento que va desde
afrontar una situación problemática a desarrollar una situación de proble-
mas y soluciones.
Hábitos que dificultan el proceso deliberador Pero, a medida que el proceso se mueve de una manera espiral incierta,
con retrasos de los asistentes y aplazamientos del resultado, se llega al mo-
Esta cifra de veinte, postulada teóricamente, adolece de una cierta rigi- mento más peligroso. La incertidumbre y la percepción de falta de progre-
dez. Su formalismo pasa por alto el entrelazamiento de los diversos lugares so pueden inducir a los estudiantes del currículum a dar por conduido el
comunes en problemas y soluciones diversos, al tiempo que avanza y retro- proceso prematuramente. El consejo de tener paciencia necesita de una
cede entre las fases del problema y de la solución. Las dificultades obsta- justificación racional. Será insuficiente afirmar que el intento de huida de
culizadoras implican retroceder, un movimiento crucial en el proceso, la oscuridad y de la confusión, por medio de una conclusión apresurada,
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no hace sino dejar que los aspectos de mayor perplejidad queden a la espe- liberación completos en sí mismos y constituyen prácticamente su propia
ra de un nuevo esfuerzo. fase después de la acción. No obstante, para realizar su trabajo, se tiene
que tomar seriamente el «repaso», lo que significa retroceder a lo largo del
proceso. Aquí es cuando surge el tercero de nuestra tríada de términos re-
Las artes del proceso deliberador lacionados con el proceso de deliberación: el retroceso. Las artes de la de-
liberación no son fases que constituyan las partes inicial, media y final de
En este momento crucial de la deliberación es cuando tenemos que in- ésta. Tal como hemos señalado anteriormente, la expectativa del proceso
troducir un cierto análisis acerca de las fuentes de la confusión. Necesita- lineal ignora los saltos entre las fases, de modo que las artes de la delibera-
mos exponer los términos del proceso de deliberación, algo que consume dón se intensifican y se refuerzan unas a otras. Aquí será importante citar
tiempo. Se trata de las artes de la reflexión crítica, el retroceso, el repaso y dos ejemplos.
la revisión. Han aparecido implícitamente en la descripción de cómo tratar En mi deliberación curricular antes citada," utilicé lecturas filosóficas
los hábitos obstaculizadores. También son intrínsecos al carácter del pro- como una solución alternativa al uso de obras literarias, para contrarrestar
ceso. de ese modo los impulsos de los alumnos de raza negra hacia el estereotipo
La reflexión crítica necesita actuar sobre el conjunto del proceso, así de la sociedad blanca y el papel que juegan en ella. Aunque la lectura de
como sobre los impulsos de los deliberadores. Un aspecto de la misma es obras de filosofía demostró ser demasiado difícil, sobre todo teniendo en
la autocrítica, que funciona cuando los deliberadores se toman el tiempo cuenta el nivel de habilidades de los estudiantes, el hecho de utilizar este
para percibir, criticar y alterar sus propias preconcepciones, profunda- recurso condujo al reconocimiento de una disposición en el comporta-
mente sentidas, de la situación revelada en sus formulaciones preferidas o miento de los estudiantes en el aula. Esta disposición fue su verborrea, un
globales. Para ser efectiva, esta autocrítica tiene que funcionar cuando la aspecto de su impulsividad que a muchos profesores parecía perturbador
situación afecte a los sentimientos del deliberador, induciéndole a ignorar para la lectura, puesto que adquiría la forma de interrupciones, tanto para
algunos de los detalles perceptibles. La reflexión crítica también actúa so- plantear preguntas a los profesores como para mantener conversaciones
bre el conjunto del proceso, con preguntas como: ¿fueron las formulacio- adicionales con sus compañeros. No obstante, esta característica proble-
nes suficientemente numerosas y variadas como para tratar debidamente la mática demostró ser un valor positivo cuando se la consiguió canalizar
situación? ¿Se trataron los lugares comunes de una forma coordinada, de como un método de discusión que formaba parte de la solución para in-
modo que ninguno de ellos fuese ignorado o desairado? Las soluciones cluir la experiencia de los estudiantes. La formulación de esta forma adi-
propuestas ¿tuvieron en cuenta la posibilidad de una posterior coordina- cional de examinar el problema me indujo a adaptar métodos de discusión
ción con futuras deliberaciones? para utilizarlos con narraciones cortas, la solución a la asignatura indicada
Tales preguntas nos conducen a las artes del repaso y la revisión, una antes.
extensión de las artes de la reflexión crítica aplicadas aquí al conjunto del Getzels nos ofrece otro ejemplo que afecta a los administradores educa-
proceso, así como al control de sus resultados. Estas artes son necesarias tivos. En esta ocasión el retroceso nos devolvió a dilemas de la propia si-
para descubrir cómo están funcionando las soluciones que se han proba- tuación problemática, en lugar de avanzar, como se ha hecho en el ejemplo
do, para rectificar los errores que se puedan haber cometido en su formu- anterior, desde la solución probada al planteamiento adicional del proble-
lación o bien para ajustar los cálculos erróneos en su ejecución, revelados a ma hasta una intensificación del planteamiento de la solución. Getzels se-
través de una posterior experiencia de la situación problemática." Final- ñala: «Aunque parece más normal pasar de un dilema a la formulación de
mente, el repaso y la revisión conectan los esfuerzos por solucionar los un problema para hallar la solución, las entrevistas incluidas en este estu-
problemas y las soluciones seleccionadas con otros problemas que pueda dio revelaron que el administrador tenía que avanzar a menudo en la di-
haber en la situación. De este modo hacemos explícito el movimiento en la rección opuesta, siguiendo un problema ya formulado que se le hubiese
comprensión de los deliberadores, inherente a la asignación de posibles planteado para su solución, hasta retroceder al dilema que alguien había
significados, que va desde la «situadón problemática» a la «situación de transformado en el problema que ahora se le pedía al administrador que
los problemas», a medida que se formulan más aspectos de la situación y se solucionara»." Uno de los ejemplos que da Getzels sobre esto es muy ins-
indican soluciones adicionales. tructivo:
El repaso y la revisión suelen entrar en juego como elementos de la de-
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Al pedírsele que describiera una decisión difícil que hubiera tenido que El reconocimiento del retroceso ha conducido a un cambio en la for-
tomar, un inspector de enseñanza primaria aportó la siguiente exposición: mulación de d) yi): las soluciones se formulan ahora para varios problemas
Una de las escuelas de este distrito estaba atestada de alumnos y el edificio y no sólo para uno y se puede elegir y coordinar más de una solución.
más grande destinado a sustituirla no estaría terminado hasta dos arios más Aquí, los términos anteriores de la deliberación (los lugares comunes, los
tarde. Mientras tanto, hasta un total de diecisiete aulas móviles ocupaban el
detalles de la situación problemática, los planteamientos del problema, los
terreno de juegos y el aparcamiento, aunque ya eran insuficientes para la es-
escenarios de la solución, etc.) se ocupan del contenido de la deliberación
perada matriculación de niños, que se produciría a principios del siguiente
curso. y son, en cierto sentido, sus resultados concretos. Los nuevos términos se
El dilema era evidente: la escuela estaba atestada. La discusión manteni- refieren al proceso. Dos de ellos, el retroceso y la reflexión crítica, intervie-
da entre el director, el inspector y el presidente del consejo educativo se cen- nen en todos los puntos del proceso. El retroceso se refiere al movimiento
tró en dos problemas: si había que conseguir más aulas móviles y dónde co- entre las fases, mientras que la reflexión crítica intenta evitar que los térmi-
locarlas en tal caso, o si sería mejor trasladar a los niños que no cupieran a nos se desequilibren, ya sea por prejuicios hacia alguno de los lugares co-
otras escuelas menos atestadas y, en tal caso, cómo transportarlos hasta allí. munes o por número insuficiente y calidad de las formulaciones. El repaso
Típicamente, un dilema se transformaba en dos problemas diferentes. La y la revisión, aunque constituyen claramente una fase tras la culminación
decisión quedó en manos del inspector y dependía del problema que se de una deliberación dada, no se hallan separados de ella y se les podría
prestara a la solución más fácil. Según cuenta el inspector, a su debido tiem- considerar como el espíritu del proceso, puesto que contienen ambos: el
po se le ocurrió pensar que el problema no estribaba en conseguir más aulas retroceso y la reflexión crítica.
móviles y dónde colocarlas, o en desembarazarse de los niños sobrantes y El perfil revisado también sugiere un hábito obstaculizador que puede
cómo transportarlos a otros centros, sino, simplemente, en cómo conseguir surgir a partir de un exceso de las virtudes que se acaban de exponer. Se
más espacio.
trata de la «incapacidad para decidir» que afecta a aquellos individuos o
Una vez que el problema quedó formulado de este modo, la solución de- grupos que tienen una superabundancia de paciencia para examinar todos
mostró no ser tan difícil de encontrar. Fue posible construir una estructura
los aspectos de una cuestión. Estos continúan tirando en direcciones dife-
temporal de aulas que más tarde pudiera desúnarse a un uso comercial, y eso
fue lo que se hizo." rentes y sin consenso. A veces, la causa es afín al temor que experimenta el
administrador tímido y no deliberador ante las consecuencias o los temo-
res. En ocasiones, el vicio es un encaprichamiento con el proceso mismo.
Modelo revisado para la deliberación En cualquier caso, la mejor cura para la indecisión habitual es la concien-
cia reflexiva de que ninguna deliberación es definitiva o perfecta. Como ya
El análisis presentado de los tres términos (la reflexión crítica, el repa- se ha indicado, los errores están «garantizados», sobre todo al principio.
so y la revisión y el retroceso) exige el desarrollo de un tercer modelo para Ya se ha sugerido el remedio ante un exceso de tolerancia del proceso
la deliberación. Esta revisión de los tres primeros modelos muestra cómo que conduzca a una deliberación 'interminable. La deliberación del currí-
se desarrolla el proceso deliberador a través de las interacciones entre las culum no es como ser padres o como un buen comité de investigación.
fases: Normalmente, esos papeles se abandonan en cuanto uno acaba siendo
bueno realizándolos. En lugar de eso, la terminación y la acción no debe-
rían ser más que una fase en la vida continua de un grupo del currículum
a) Asignar significado a los detalles en la situación problemática. que desarrolla y controla su cambiante situación de los problemas que se
b) Formular detalles significativos en problemas separados. Por parte de le plantean.
o
c) Sopesar y elegir entre las formulaciones del problema. un grupo
o (1,s< s— d) Formular soluciones a los problemas elegidos. que utilice
cu d.)
P4 P4 e) Ensayar las consecuencias de las soluciones. los lugares
f) Sopesar y elegir soluciones. Conclusión y recomendaciones: la necesidad de
comunes de
g) Terminación y acción. la educación.
un <■ ángel registrador»
h) Repaso y revisión.
El éxito en la deliberación se refiere a lo bien que las dificultades que-
den remediadas por las acciones resultantes. También se refiere a lo bien
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que los deliberadores formulen la situación problemática. Irónicamente, iniciativas deliberadoras. Eso es algo que debemos hacer enseñando a los
estos dos aspectos no están inevitablemente correlacionados. Los delibera- estudiantes del currículum, siempre que se les conduzca por el proceso,
dores deficientes pueden encontrar un cambio utilizable en la práctica cu- real o simulado, alguna historia como la que acabo de relatar, referida a los
rricular, del mismo modo que los deliberadores buenos puede ser víctimas hábitos obstaculizadores y a las artes que se necesitan para evitarlos. Es
de contingencias imprevistas. Los primeros, sin embargo, no tardarán en más, cuantos más modelos tengamos de éxitos y fracasos, tanto más per-
sentirse nuevamente agobiados, en cuanto no logren controlar sus solucio- suasiva será nuestra postura. En consecuencia, tanto la enseñanza como la
nes «finales», que constituyen el inevitable caldo de cultivo de las nuevas realización de las deliberaciones podrán beneficiarse de esta última reco-
dificultades. Por eso necesitamos que el proceso del repaso y la revisión
mendación.
siga reformulando la situación problemática, convirtiéndola en una situa- Por lo que se refiere al registro, los deliberadores pueden controlarse a
ción de problemas permanentes y coordinados. Así, examinamos cómo la sí mismos mediante las artes de la reflexión crítica. También pueden pu-
acción emprendida revela nuevos detalles en las circunstancias que merece blicar los resultados de la deliberación, creando, por ejemplo, un nuevo
la pena formular, cómo podría funcionar con otras soluciones a un proble- catálogo de facultad. Pero necesitamos algo más que reflexiones retros-
ma relacionado y cómo los problemas imprevistos dificultan la aplicación pectivas o resultados empaquetados; necesitamos ver cómo se produjo el
de la solución. Nuestra esperanza es que la reflexión crítica y fructífera so- paquete y preferiblemente desde el punto de vista de un «ángel registra-
bre el carácter del proceso nos permita hacerlo cada vez mejor. Vista desde dor». A falta de éste, tendremos que recurrir a un añadido al grupo ideal
fuera, esta exigenda de que la deliberación del currículum en las escuelas del currículum de Schwab." En su versión, este incluía a representantes de
sea permanente y continua puede parecer extraordinariamente onerosa. los cuatro lugares comunes, más un experto en currículum. El añadido al
Lo cierto, sin embargo, es que ocurre precisamente lo contrario. Es el ca- que nos referimos sería el de un registrador experto pero imparcial que
rácter de inicio, parada, nuevo inicio y nueva parada de las deliberaciones grabara en audio las deliberaciones, solicitara la clarificación de posturas e
obstaculizadas, lo que resulta más gravoso. Los hábitos que fomentan aún indagara sobre las justificaciones racionales correspondientes. La indaga-
más la deliberación la hacen mucho más gratificante, satisfactoria y agra- ción paralela tomada de otro ámbito serían las deliberaciones del jurado,
dable, pero no por ello menos necesaria. grabadas en audio, realizadas en el estudio de la facultad de Derecho de la
Las recomendaciones planteadas en este estudio se refieren a tres acti- Universidad de Chicago, aunque en este caso con un papel añadido. A los
vidades interrelacionadas que tienen que ver con la realización, la ense- estudiantes graduados se les puede convencer para que examinen este
ñanza y el registro de las deliberaciones curriculares. Por lo que se refiere problema para sus tesis, mientras que los etnógrafos podrían aprovechar-
a la realización, es evidente que la escasez de deliberaciones concretas es, se de examinar e indagar las señales de actividad deliberadora por parte
en sí misma, un impedimento para captar adecuadamente sus términos y de los profesores en las aulas.
procesos. Esta ausencia crea la impresión de que la deliberación es un
tipo de discurso idealizado en el que se han de estudiar sus fases y opera-
ciones, aparte de los diversos factores que intervienen. En lugar de eso, he
intentado demostrar cómo los factores que dificultan la deliberación, Notas bibliográficas
como por ejemplo las dificultades habituales analizadas aquí, se estudian
mejor y se actúa mejor sobre ellos al considerarlos como parte del proce-
so. Cuando se emprenden y se registran más deliberaciones, el proceso 1. SCHWAB, J. J. (1978), «The practica': A language for curriculum», en
mismo adoptará indudablemente formas más variadas, como una empre- WESTBURY, I. y WILKOF, N. J. (eds.), Science, Curriculum and Liberal Educa-
sa práctica no procedimental. Según señala Schwab: «... casi todo episo- tion: Selected Essays of Joseph J. Schwab, University of Chicago Press, Chicago.
dio que ocurre en el aula es una corriente de situaciones que exige discri- Este artículo fue publicado originalmente en 1969. REID, W. A. (1981), «The
deliberative approach to the study of curriculum and its relation to critical
minación de los problemas deliberados y de las decisiones tomadas según
ellos».39 pluralism» (capítulo 1 del presente volumen), en LAWN, M. y BARTON, L.
Por lo que se refiere a la enseñanza y puesto que la deliberación sólo la (eds.), Rethinking Curriculum Studi es , Groom Helm Londres. WESTBURY, I.
(1972), «The Aristotelian art of rhetoric and the "art" of curriculum», en Phi-
entienden realmente aquellos que la llevan a cabo, resulta que necesitamos
losophy of Education, 28. ORPWOOD, G. W. E (1983), «Deliberative inquiry:
convencer a más educadores para que emprendan y registren sus propias The study of politics and practice in Canadian science education», ponencía
216 217
presentada en la retmión anual de la American Educational Research Associa- incluyen a grupos diferentes de estudiantes del currículum en el formato y el
tion, Montreal. PEREIRA, P (1984), «Deliberation and the arts of perception», proceso deliberador. Naturalmente, no todo estudiante del currículum mues-
Journal of Curriculum Studies, vol. 16, núm. 4, págs. 347-366 (capítulo 2 del tra cada uno de los hábitos. Para un análisis del desarrollo y utilización de las
presente volumen). Véase también COREY, S. M. (1953), Action Research to «generalizaciones modestas», véase PEREIRA, P., «Deliberation and the arts of
Improve School Practices, Bureau of Publications, Teachers College, Columbia perception» (capítulo 2 del presente volumen).
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to bridging the practice-research gap», Journal of Curriculum Studies, 14. Schwab indica que en su forma de asignaturas, las soluciones preferidas tienen
SCHON, D. (1983), The Reflective Practitioner, como resultado una visión en forma de túnel, cuyas limitaciones vienen im-
Basic Books, Nueva York (El
profesional reflexivo: cómo piensan los profeszónales cuando actúan, Paidós, puestas por la adhesión unívoca a una sola teoría sobre el tema, a partir de las
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ban Missile Crisis, Little Brown, Boston. 15.La referencia indefinida enmascara un ejemplo real.
15 y ss.
2. Véase, por ejemplo, SKINNER, B. E (1971), Beyond Freedom and Dignity, 16. SHAKESPEARE, W., All's Well that Ends Well,II, ii, págs.
Knopf, Nueva York. 17. BLOOM, B. S. (1981), All Our Children Learning: A Primer for Parents,
3. Véase, por ejemplo, DEWEY, J. (1957), Human Nature and Conduct, Ran- Teachers, and Other Educators, McGraw-Hill, Nueva York.
dom House, Nueva York. (Naturaleza humana y conducta, FCE, México, 18. El aprendizaje de la maestría tiene por objetivo el progreso de la lectu-
1961.) ra. Covering Education (1982), 1, Chicago Board of Education, Chicago, IL.
4. SCHWAB, J. J., «The practical: Arts of eclectic», en Curricu-
WESTBURY, I. y WIL- 19. REID, W. A. (1981), «Core curriculum: precept or process?»,
KOF, N. J., op. cit., pág. 326 (véase nota 1). lum Perspectives, 1.
5. ScHwAB, J. J. (1969), College Curriculum and Student Protest, University 20. Sams, J. J., «The practical: A language for curricultun», págs. 315-
of Chicago Press, Chicago, págs. 167 y ss. 318 (véase nota 1).
6. SCHWAB, J. «The practical: Translation into curriculum», en WEST- 21. En una serie de artículos publicados en varias revistas (History of Edu-
BURY, I. y WILKOF, N. J., op. cit. (véase nota 1). Véase también
SCHWAB, J. J.
cation Quarterly, School Review, Journal of the Midwest History of Education
(1964), «The teaching of science as inquiry», en SCHWAB,
J. J. y BRANDWEIN, Society), HAROLD B. DUNKEL ha explorado las historias de los movimientos
P E, The Teaching of Science, Harvard University Press, Cambridge, Massa- educativos. Buena parte de ese material ha sido reelaborado en «Write in Wa-
chusetts. ter: The epitaph of educational innovation» (manuscrito). Véase también
7. ROBY, T. W (1978), «Problem situations and curricular resources at DUNKEL, H. B. (1970), Herbart and the Herbartians, University of Chicago
Central College: An exemplification of curricular arts», Curriculum Inquiry, 8. Press, Chicago, y en «Voices from the past», en Elementaty School Journal, 75
8. SCHWAB, J. J., College Curriculum and Student Protest (1975), donde se sugieren algunos de estos paralelismos, como por ejemplo las
(véase nota 5).
9. Ibid. fortalezas y debilidades del aprendizaje de la maestría, para las que se encuen-
10. TOWNSEND, R. G. (1981), «One way to train for the problems of admi- tran paralelismos con los del Plan Winnetka; o bien podemos calcular las posi-
nistrators», revisión de una ponencia presentada en la reunión anual de la bilidades de éxito de los planes de entrega de vales, comparándolos con los de
American Educational Research Association, Los Angeles, ERIC ED 208 473. Harris en St. Louis. Los paralelismos a los que se quiera recurrir dependerán,
11. SIEGEL, J. S. (1973), «Curricular deliberation and naturalmente, del sentido de la innovación de los estudiantes y del sentido de
Hamlet: an exercise
in the practical», tesis doctoral, Universidad de Chicago. la historia de los profesores.
12. ROBY, T. W (1973), «The use of literary materials toward characterial 22. PLATÓN (1956), The Republic, Loeb Classical Library, Cambridge, MA.
change», tesis doctoral, Universidad de Chicago. Véase también ROBY, T. W (La República, Atalaya, Madrid, 1994.) SKINNER, B. W (1962), Walden
(1984), «Deliberation and the arts of teaching», ponencia presentada en la MacMillan, Nueva York.
ROBY, T. W.
reunión de la American Educational Research Association, Nueva Orleans. 23. Para los usos pedagógicos del abogado del diablo, véase
13. Los hábitos específicos propuestos aquí no representan una taxonomía (1983), «The other side of the question: Controversial turns, the devil's advo-
exhaustiva, sino que se trata más bien de un conjunto de «generalizaciones cate, and reflective student responses», ponencia presentada en la reunión
modestas» extraídas de las respuestas de los estudiantes del currículum men- anual de la American Educational Research Association, Montreal.
cionados anteriormente. Supongo que a los lectores les resultarán familiares. 24. PEREIRA, P. (1981), «Curriculum students and their discontents», po-
También se pueden sugerir variantes de las que se indican, otras no menciona- nencia presentada en la reunión anual de la American Educational Research
das o incluso una organización diferente, en la medida en que los profesores Association, Los Angeles, ERIC ED 201 635.
25. Véase, por ejemplo, ROBY, T. W, «Problem situations and curricular 37. GETZELSj. W. (1982), «The problem of the problem», en HOGARTH,
resources» (véase nota 7). R. (ed.), New Directions for the Methodology of Social and Behavioral Science:
Jossey-Bas, San Francisco,
26. TOWNSEND, R. G., op. cit. (véase nota 10). Question Framing and Response Consistency, 11,
27. Véase también HEGARTY, E. H. (1977), «The problem identification pág. 46.
phase of curricular deliberation: Use of the nominal group technique», Jour- 38. Ihid., págs. 45-46.
nal of Curriculum Studies, 9. ILENE HARRIS, de la Universidad de Minnesota, 39. ScHwAB, J. J., «The practical: A language for curriculum», pág. 321 (véa-
informa que el uso de esta técnica es útil para concentrarse en los detalles de la se nota 1).
situación problemática, identificar todos los aspectos de un problema y deter- 40. SO-1w" J. J., «The practical: Translation into curriculum» (véase nota 6).
minar las prioridades de tales aspectos. Una versión de este procedimiento
puede emplearse con éxito en la fase de identificación del problema, como un
complemento de los enfoques planteados por PEREIRA (véase nota 24) y
TOWNSEND (véase nota 10), a los que nos hemos referido anteriormente.
28. ScHwAs, J. J., «The practical: Translation into curriculum» (véase nota
6). Véase también SCHWAB, J. J. (1983), «The practical 4: Something for curri-
culum professors to do», Curriculum Inquity, 13.
29. PEREIRA, P., «Deliberation and the arts of perception» (capítulo 2 de
este volumen).
30. ScHwAB, J. J. (1973), «The practical 3: Translation into curriculum»,
School Review, 81, pág. 503. La referencia a las «cajas chinas» se tomó de la
versión de este artículo publicada en WESTBURY, I. y WILKOF, N. J., op. cit.,
pág. 366 (véase nota 1).
31. ROBY, T. W, «Problem situations and curricular resources» (véase nota
7).
32. SCHWARTZ, D. M. (1977), «A study of interpersonal problem solving»,
tesis doctoral, Universidad de Chicago.
33. Las sugerencias incluidas en esta sección constituyen mis adornos de la
adaptación libre de PEREIRA y TOWNSEND acerca de las nociones de delibera-
ción de grupo sobre el currículum aportadas por J. J. SCHWAB en «The practi-
cal: Translation into curriculum» (véase la nota 6) y «The practical 4» (véase la
nota 28).
34. SIEGEL, J. S., op. cit. (véase nota 11).
35. La deliberación del currículum es una empresa suficientemente com-
pleja como para pensar que se producirán cálculos equivocados, malinterpre-
taciones y errores. Por otro lado, la simple «puesta en práctica del currícu-
lum» hará que esos errores no se puedan corregir. El truco consiste en no
desperdiciar el tiempo buscando un El Dorado de desarrollo del currículum
que esté totalmente libre de errores. Una situación a propósito sería la de los
currículos «a prueba de profesor», que no lograron traspasar la puerta del
aula. Es mucho más seguro asumir que todo parece estar saliendo bien, que
algo tiene que estar saliendo mal o que algo se puede hacer mejor. Así, sólo ne-
cesitamos convertir los consejos de perfeccionamiento de los estudiantes del
currículum en un impulso que conduzca hacia la mejoría.
36. ROBY, T. W., «Problem situations and curricular resources», pág. 115
(véase nota 7).

220 221
forma parte de un programa estadounidense de formación del profesora-
do, y un estudio concreto de pensamiento del profesorado, titulado «El
maestro de escuela», de Dan C. Lortie (1975).
Al observar que el estudio de Lortie indica la importancia de dejar
espacio para las perspectivas que puedan tener personas ajenas a la inves-
tigación sobre el pensamiento del profesorado, examinamos dos objetivos
9. Puesta en práctica de la investigación que merecen ser considerados en la formación del profesorado: la expan-
del pensamiento del profesorado sión del contexto del pensamiento del profesorado y la promoción del
como deliberación del currículum papel de orientación de los docentes. Estos objetivos asumen que la ense-
ñanza va más allá de un rendimiento habilidoso, que induye elementos de
elección, reflexión y responsabilidad y que los formadores del profesora-
John S. Zeuli y Margret Buchmann do deberían tratar de influír sobre el contenido, el contexto y la orienta-
ción del pensamiento de éste. Al analizar cómo se pueden justificar y tra-
tar de alcanzar estos objetivos en un curso previo, intentamos demostrar
que las cuestiones del currículum que afectan a la formación del profeso-
rado son problemas de práctica, de pensamiento que sigue unos principios
y que influye sobre personas concretas (véase Reid, 1978), en contraposi-
ción con la aplicación técnica de la investigación o el depender irreflexi-
vamente de la tradición (véase Lanier, 1986). A través de una combinación
¿Cuáles son las preguntas correctas? de análisis filosófico y de la exposición de un caso intentamos clarificar el
significado de la acción profesional en el acto de enseñar a los futuros pro-
¿Cuáles son los usos de la investigación del pensamiento del profesora- fesores.
do para enseñar a los profesores? ¿Qué significaría poner en práctica tal
investigación en un programa de formación del profesorado? ¿Deberían
preguntarse los formadores del profesorado de qué investigación disponen Antecedentes: el mito de la puesta en práctica
para ponerla en práctica o deberían considerar una cuestión de currículum,
es decir, qué puede aportarles a los profesores el conocimiento de la investi- En el título mismo de «Pensamiento del profesorado y acción profesio-
gación sobre el pensamiento del profesorado (véase Clark y Lampen, nal» (1986), una conferencia organizada por la Asociación Internacional
1985 )? ¿Exige la deliberación del currículum en la formación del profe- para el Estudio sobre el Pensamiento del Profesorado, ya se puso de mani-
sorado un cambio que permita pasar de las preguntas sobre utilización fiesto la esperanza de que este tipo de investigación fuese útil para los pro-
de la investigación a preguntas sobre objetivos y justificaciones? Este en- fesores. Los ensayos presentados en esta conferencia documentaron que
sayo, fundamentado en la filosofía, la teoría del currículum y los estudios de muchos investigadores seguían considerando el valor de su trabajo para la
formación del profesorado, aspira a reconstruir la cuestión de la puesta en práctica en términos de descubrimientos relativos a la puesta en práctica
práctica en la investigación sobre el pensamiento del profesorado, propug- de programas de formación del profesorado. Hablar de «puesta en prácti-
nando e ilustrando un cambio que permita pasar de las cuestiones relativas ca» resulta, sin embargo, engañoso y sugiere conexiones directas y mecáni-
a la utilización y puesta en práctica de la investigación, a aquellas otras re- cas entre la investigación y la formación del profesorado.
lacionadas con la deliberación y la justificación del currículum. Para ilus- El enfoque de la puesta en práctica tiene varios problemas. En primer
trar nuestra argumentación, nos concentramos en una ocasión específica lugar, tiende a dar a los profesores una confianza equivocada en la certi-
en la formación del profesorado, un curso de «fundamentos sociales» que dumbre y posibilidad de aplicación de los resultados de la investigación. El
conocímiento derivado de la investigación, sin embargo, está delimitado
Artículo publicado en Journal of Curriculum Studies, 1988, vol. 20, núm. 2, en diversos grados por el tiempo, depende de la teoría y es específico del
págs. 141-154. contexto: la investigación sobre el pensamiento del profesorado no es nin-
guna excepción a estas limitaciones. Hablar de «aplicaciones» no hace sino contenido defendible a la tarea de formación del profesorado. Según seña-
reforzar la falsa suposición de que podemos fiarnos de los descubrimien- lan Floden y Feiman-Nemser (1981), los modos típicos del pensamiento
tos científicos para transmitir lecciones claras para la práctica en el aula del profesorado pueden representar pautas que habría que evitar con la
(Buchmann, 1984a). misma frecuencia que pautas que habría que emular; en consecuencia, al
En segundo lugar, este enfoque enmascara el hecho de que «los descu- preparar a los futuros profesores, el hecho de que los ya experimentados
brimientos a poner en práctica» se hallan configurados parcialmente por piensen de una determinada manera, no es «razón suficiente para recetar-
las definiciones de los propios investigadores acerca de qué objetivos me- les esta forma de pensamiento» (1981, pág. 9).
rece la pena alcanzar, tanto en el aula como en la formación del profesora- Así pues, al «poner en práctica» la investigación del pensamiento del
do. Al confundir autoridad científica con autoridad moral, los profesores y profesorado en la educación profesional de éste, de una forma que evite
quienes les preparan terminan por aceptar estas definiciones sin conside- estos problemas, quienes se dedican a la formación del profesorado tienen
rar otros objetivos que quizá sean más apropiados (véase Floden, 1985). que pensar en objetivos que merezca la pena alcanzar y en actividades do-
Considerar una amplia gama de objetivos en la formación del profesorado centes en concordancia con ellos. La «puesta en práctica» en la formación
puede crear incluso situaciones en las que se tenga que ignorar algún co- del profesorado significa incluir contenido en un currículum y eso exige a
nocimiento derivado de la investigación (véase Fenstermacher, 1986, pág. su vez una justificación. Considerar lo que se puede enseñar y aprender en
45). Preparar a los profesores para realizar su trabajo es posible que exija, un curso de fundamentos sociales nos proporciona la ocasión para enta-
por ejemplo, el tener que situar convicciones cruciales y moralmente signi- blar una deliberación sobre el currículum y también nos sugiere una direc-
ficativas por encima de «los hechos», ya que la base para la acción se halla ción para la investigación del pensamiento del profesorado diferente a la
en el mantenimiento de la convicción de que los estudiantes pueden hasta ahora habitual en los estudios individualistas o interactivos (Clark,
aprender, a pesar de que las puntuaciones de los exámenes, las opiniones 1985).
de los padres e incluso las experiencias de primera mano del propio pro-
fesor puedan implicar lo contrario. Este triunfo de la esperanza sobre la
experiencia se justifica no porque encaje bien con los datos, sino porque ¿Por qué Maestro de escuela?
puede crear nuevos datos deseables, como el aprendizaje entre aquellos
estudiantes a los que se ha enseñado a no esperar que se produzca ese he- La investigación sobre el pensamiento del profesorado suele examinar
cho (véase Buchmann, 1984a, pág. 427).' el contexto en términos del «ambiente social inmediato», definiendo el co-
En tercer lugar, los críticos de la puesta en práctica están de acuerdo en nocimiento contextual de los profesores como interactivo (véase Clark y
que se debe educar a los profesores (en lugar de capacitarlos), de modo Lampert, 1985). Tal conocimiento, aunque sea inspirado y cognitivdnente
que puedan utilizar la investigación acertadamente (Buchmann, 1984a, complejo, está claramente limitado (Clark, 1985). Al ampliar el concepto
1986a; Fenstermacher, 1979, 1986; Zumwalt, 1982; véase también Gage, de contexto, para incluir pautas e influencias estructurales, que normal-
1985). Puesto que los descubrimientos de la investigación son específicos mente no son visibles desde una perspectiva del aula, se destaca el hecho
del contexto y tienen valiosas implicaciones, no nos podemos limitar a ca- de que las perspectivas de los profesores no son más que uno de entre va-
pacitar a los profesores para hacer ciertas cosas, de acuerdo con algunos de rios puntos de vista posibles sobre la enseñanza. Puesto que la enseñanza
los descubrimientos realizados. Tienen que ser capaces, por ejemplo, de se halla vinculada con un contexto más amplio, dentro del cual está regula-
comprender cuándo, para qué propósito y por qué razones puede ser efec- da, nuestra comprensión del pensamiento del profesor mejorará en cuanto
tiva una estrategia docente: «una habilidad que exige saber sobre los estu- consideremos los determinantes sociales que la afectan (Lindblad y Has-
dios de la investigación mucho más que simplemente las conclusiones» selgren, 1985).
(Floden, 1985, pág. 21). De hecho, la retórica de la puesta en práctica pue- En términos generales, los puntos de vista del especialista no tienen por
de privar a los profesores de lo mejor que cabría aprender de la investiga- qué ser necesariamente más válidos que los de la persona ajena al tema (véa-
ción: el deseo de comprender y de hacer preguntas. se Merton, 1973). Un grupo de hombres estadounidenses puede afirmar,
Si el currículum define y proyecta concepciones de capacidades valora- por ejemplo, que ingresó en la profesión docente porque deseaba ayudar a
das que se han de desarrollar, entonces los estudios de lo que piensan los la gente joven; quizá los sociólogos descubran que la mayoría de ellos son
profesores, cómo piensan y por qué, no pueden aportar por sí mismos un graduados universitarios de primera generación e interpreten su elección
224
profesional en términos de movilidad social (Donmeyer, 1985). Esas afir- guiendo objetivos que merezcan la pena en contextos concretos y el ajus-
maciones no son contradictorias entre sí; es decir, se puede desear ayudar te de los medios y posiblemente de los fines, a la luz de la reflexión sobre
a los demás y progresar uno mismo. Pero los objetivos y las acciones de las acciones. Nuestros contextos para la deliberación no son cursos sobre
los profesores serán mucho más inteligibles una vez que tengamos en métodos de enseñanza o asignaturas. El curso de fundamentos sociales,
cuenta tanto las perspectivas de los especialistas como de las personas que ha formado parte de los programas estadounidenses de formación
ajenas al tema. del profesorado desde que se produjera el movimiento de la educación
Maestro de escuela, de Lortie (1975) es una obra de referenda estándar progresista en la década de 1930, se supone que proporciona a quienes
que combina un punto de vista sociológico con el enfoque dirigido hacia tienen la intención de convertirse en maestros la oportunidad de exami-
el pensamiento de los profesores, sus objetivos, sentimientos y recompen- nar los factores sociales y los propósitos educativos, más allá de las prácti-
sas psicológicas. Lortie investigó las comprensiones que obtuvieron los cas individuales y establecidas. En nuestra versión, este curso examina es-
profesores acerca de su trabajo, pero también analizó cómo se veían in- tudios descriptivos y analíticos de escuelas y de la docencia, para clarificar
fluidas éstas por las pautas estructurales existentes dentro de la profesión cómo e_l trabajo de la enseñanza y sus resultados se ven configurados por
docente. Basó su investigación integrada en entrevistas a profesores que el pasado, las pautas estructurales y por el conocimiento y las conviccio-
representaban una amplia gama de ambientes socioeconómicos y nive- nes de los profesores. Analizamos con nuestros alumnos cómo conseguir
les docentes en distritos escolares situados alrededor de Boston. Cotejó que la escolarización sea más equitativa y productiva, concentrándonos
los datos obtenidos y sus propias interpretaciones con las encuestas que en temas de diversidad estudiantil, aprendizaje académico y responsabili-
representan a la población docente estadounidense a nivel nacional. dad profesional. En este ensayo analizamos nuestro curso en relación con
Aunque hizo varias afirmaciones sobre los maestros de escuela estadou- los dos objetivos de expandir el contexto del pensamiento de los profeso-
nidenses, distinguió en su análisis entre diferentes grupos y prestó una res y promover la orientación del papel de éstos. Está claro que esos obje-
particular atención al significado diferencial que la carrera y la estructura tivos no agotan los que valdría la pena tratar de alcanzar en la formación
de recompensas de la docencia tenía para hombres y mujeres. Lortie rea- del profesorado, ni todos los que se podrían intentar conseguir utilizando
lizó así inferencias sobre el pensamiento del profesor «a través de una el contenido instructivo del estudio de Lortie (1975).2 L'os hemos elegido
combinación de cuidadosa selección de una muestra, cotejo cruzado con para su análisis porque, según esperamos demostrar a continuación, son
otras muestras, advertencias en contra de cualquier generalización de los especialmente importantes en la formación del profesorado estadouni-
resultados y descripción y posibles explicaciones de las diferencias entre dense y porque encajan con el curso que utilizamos como una ocasión para
los diferentes grupos de maestros de escuela» (Feiman-Nemser y Floden, la deliberación.
1986, pág. 507). Aportaremos a continuación un breve análisis y una justificación de
Al explorar lo que significan las experiencias de los profesores para cada uno de estos objetivos. Después nos basaremos en el estudio de Lor-
ellos mismos, Lortie llamó la atención sobre las contingencias comunes tie para el contenido docente específico en consonancia con los objetivos,
que siguen influyendo en el reclutamiento y la socialización, así como en el analizaremos las actividades docentes que deberían promoverlos e ilustra-
contenido, el contexto y la orientación del pensamiento del profesorado en remos las dificultades de cumplirlos. En principio y en la práctica, el cido
Estados Unidos. Los estudios realizados a partir del efectuado por Lortie de la deliberación del currículum continúa a través de los intentos progre-
confirman que el currículum de la formación inicial y continua del profe- sistas por hacer concordar los objetivos, el contenido docente y las tareas
sorado contiene un «pesado elemento de experiencia cognitiva que refuer- (factibles), de modo que nos permitan reflexionar sobre lo que se debería y
za las tendencias conservadoras, individualistas y orientadas hacia el pre- se puede conseguir y sobre lo que se ha conseguido y cómo esos logros se
sente» en el pensamiento del profesorado (Lanier, 1986, pág. 550). pueden mejorar a su vez.

Deliberación en la formación del profesorado Expandir el contexto del pensamiento del profesorado

La deliberación del currículum exige considerar repetidamente las po- Muchos alumnos estadounidenses de formación del profesorado espe-
sibles acciones y sus justificaciones, los probables efectos de actuar si- ran convertirse en maestros como los que han tenido o conocido (no es in-

226 227
sólito que sean sus propios parientes) y esperan enseñar a alumnos como ñanza forma parte de su trabajo y que el pensamiento del profesor efectivo
los compañeros con los que fueron a la escuela. La siguiente cita, tomada va más allá de los confines de la práctica y la experiencia. Para que los
de una entrevista realizada por Lortie (1975, pág. 79) ilustra cómo la en- maestros puedan ayudar a los alumnos a verse con mayor claridad a sí mis-
señanza encaja en la continuidad de las vidas de muchos maestros, desta- mos y al mundo, quienes se ocupan de formarlos también tienen que rom-
cando los estrechos vínculos con el sí mismo y con la experiencia perso- per las cadenas de la continuidad, cuestionarlas y mostrar aquellos puntos
nal: en los que sus efectos sean engañosos y nocivos.
Esas «conmociones saludables» (véase Floden et al., 1987) permiten
Recuerdo lo que sentía, por qué me gustaba alguien... o por qué no me promover una transición hacia la asunción del papel de docente, que in-
gustaba un determinado maestro. Creo que recordar esas cosas te da una cluye los beneficios de adoptar una postura reflexiva respecto de los pro-
idea general de lo que quieres hacer, de lo que quieres ser y de lo que quieres pósitos de la escolarización y de la enseñanza. En consecuencia, una de las
que tus hijos piensen de ti. (Véase también Feirnan-Nemser y Buchmann, consideraciones más importantes a la hora de deliberar sobre el currícu-
1986.) lum de la formación del profesorado consiste en determinar si su conteni-
do amplía el contexto en el que los maestros ven su trabajo. Según explica
Frecuentemente, los maestros estudian en facultades cercanas a sus Scheffier (1985, pág. 106): «El autoconocimiento es un fruto típico del
lugares de nacimiento y prefieren dedicarse a la enseñanza en sus estados contraste con los demás, ante los que se perfila más nítidamente la propia
de origen. La socialización informal y formal en la profesión que han ele- singularidad; este principio se aplica tanto a los grupos como a los indivi-
gido no experimenta discontinuidades con respecto a sus experiencias duos».
personales.
Durante la iniciación profesional, esa socialización les impide a menu- El contenido docente apropiado de Lortie
do el ver las exigencias del papel que desempeñan como fundamentalmen-
te diferentes a las que reconocieron desde la perspectiva de alumnos. Sin La investigación de Lortie ofrece una perspectiva sobre lo que hace que
necesidad de ninguna escolarización especial, los recién llegados se darán los maestros sean diferentes a otros trabajadores. Desde esa perspectiva
cuenta de que los maestros tienen que presentar y abarcar ciertos materia- comparativa, se ponen de manifiesto pautas que no son visibles «desde el
les, dar a sus alumnos algunas oportunidades para la práctica y averiguar ínterior». Lortie examina, como una parte importante de su análisis, en
de algún modo qué han aprendido. Pero saben poco sobre «el mundo in- qué medida difieren pautas estructurales como reclutamiento, iniciación y
visible de la enseñanza», el mundo de los fines y no simplemente el de los las recompensas propias de la carrera docente con respecto a las de otras
medios, de la reflexión sobre la acción a la luz de la obligación, o sobre los ocupaciones, al tiempo que investiga las formas en que esas pautas afectan
dilemas de la enseñanza, como la necesidad de reconciliar los objetivos de a los modos de pensar y actuar de los maestros.
equidad con el aprendizaje académico. Lortie identifica los componentes básicos descubiertos en todos los sis-
Una vez en el aula, los maestros dependerán a menudo de aquello que temas de iniciación profesional para juzgar la complejidad y los efectos de
les resulte particularmente convincente, de lo que hayan visto y de lo que la iniciación en la profesión docente. Identifica tres mecanismos comunes:
parezca funcionar en otras aulas. Hasta es posible que esperen enseñar el escolarización formal (que incluye la educación general y la escolarización
mismo contenido que aprendieron en la escuela, a pesar de los cambios especial), lo que denomina «ingreso mediatizado» (aprendizajes, acompa-
que se han producido en las vidas de las personas en cuanto a valores, co- ñados a menudo por una ampliación y una diversificación graduales de las
nocimientos, tecnología, economía y política. Al sentirse atraídos hacia las responsabilidades) y «aprendizaje por la práctica» (aprendizaje laboral
escuelas, quizá supongan que la escolarización encaja de modo natural en mediante un proceso independiente de ensayo y error).
las vidas de los alumnos que tienen aptitudes para el aprendizaje. Eso im- Al estudiar Maestro de escuela, de Lortie, los estudiantes de formación
plica que, para ellos, los hijos de los grupos minoritarios, para quienes la del profesorado aprenden que la socialización en la docencia es un proce-
escolarización tradicional quizá resulte extraña, pueden parecer poco pro- so bastante prolongado de educación general, al menos en Estados Uni-
metedores. dos, donde la mayoría de maestros cuentan con una licenciatura de cuatro
Para hacer progresar los objetivos de equidad y de aprendizaje acadé- años. No obstante, la escolarización especial de los maestros es breve y no
mico, los futuros maestros tienen que aprender que pensar sobre la ense- puede decirse que sea intensiva ni intelectual y organizativamente comple-
ja. El ingreso en la docencia es abrupto, la práctica supervisada es breve y Aparece la tendencia a creer que sus salarios deberían equipararse con los
no se halla estandarizada, en comparación con otras profesiones, como por de otros trabajadores con títulos universitarios y entienden que la ausencia
ejemplo el aprendizaje en las profesiones relacionadas con la construcción de recompensas profesionales constituye un desincentivo para los maes-
o con una interinidad médica. El aprendizaje independiente en la práctica tros dotados de talento y ambición. No obstante, por regla general no
y el «aprendizaje por observación» se convierten en los principales medios comprenden la estructura y los efectos del proceso de socialización que ex-
de socialización. Esos procesos informales de socialización del maestro tie- perimentan o las formas en que tales procesos difieren con respecto a los
nen efectos mucho más fuertes y característicos que la formación y la ini- de otras profesiones.
ciación formales. Para que los estudiantes vean y entiendan estos temas, tienen que asi-
Lortie también incluye en su estudio vivas descripciones de la medida milar primero los componentes básicos de la socialización profesional que
en que los maestros suelen aferrarse a sus experiencias personales, que se Lortie ha descrito y que hemos analizado brevemente: «ingreso mediati-
ven reforzadas por las pautas estructurales de la profesión (como, por zado», «escolarización general» y «aprendizaje por la práctica». A través
ejemplo, la prevaleciente y aislante arquitectura de «jaula» de las escuelas de la lectura de Lortie, los estudiantes han aprendido que, en Estados
y las normas informales en contra de la búsqueda de consejo y ayuda por Unidos, los docentes novatos se encuentran en una situación equivalente
parte de los compañeros) y muestra cómo todo esto afecta a su vez al pen- a un «húndete o nada» y que su «aprendizaje mediante la observación»
samiento del profesorado y al conjunto de la profesión. Pero hace algo ocurre antes de que se produzca la preparación formal. Después de estu-
más que limitarse a afirmar «los hechos» sobre la socialización formal e diar el significado de estos términos, los estudiantes exploran en grupos el
informal del docente estadounidense y sus correlaciones afectivas, como predominio y los efectos de estos mecanismos de socialización entre las
la dependencia de la experiencia personal. profesiones con las que están generalmente más familiarizados: enferme-
Lortie sitúa estos descubrimientos dentro de un contexto más amplio, ría, derecho, medicina e ingeniería. Al comparar lo que descubren con la
lo que les da importancia crftica. Los maestros, incluidos los estudiantes docencía, los grupos presentan y defienden sus análisis. A medida que se
de formación del profesorado, pueden ver el alcance y el poder de los despliega la discusión, la clase suele mostrarse de acuerdo con los siguien-
procesos de socialización aplicados en otras profesiones y cabe esperar tes puntos:
que vean también bajo una nueva luz las orientaciones inducidas por su Los estudiantes se dan cuenta de que el «aprendizaje por la observa-
socialización profesional. La experiencia personal en la docencia ya no ción» y el «aprendizaje por la práctica» constituyen los mecanismos de so-
puede seguir pareciendo apodíctica, sobre todo cuando las otras profesio- cialización más característicos y poderosos en la docencia. No obstante, no
nes se hallan organizadas específicamente, de tal modo que las predisposi- creen que ninguno de esos mecanismos sea organizativa o intelectualmen-
ciones de los recién llegados pierden importancia y «los sí mismos de los te complejo. Es más, empiezan a darse cuenta de que al observar al docen-
participantes tienden a fusionarse con los valores y las normas incorpora- te desde una perspectiva de alumno, el aprender a aprender depende
das a la profesión» (Lortie, 1975, págs. 5-6). De hecho, la socialización abiertamente de la intuición y la imitación, antes que de la crítica informa-
profesional suele experimentarse como un proceso de «ver el mundo a la da, de la atención a los detalles específicos o de las reglas explicitas de va-
inversa» o de «atravesar un espejo» (véase Davis, 1968). El aislamiento loración (véase Lortie, 1975, pág. 63).
del docente se vuelve problemático cuando quienes aspiran a formar par- De ese modo, los estudiantes tienen más clara la «autosocialización»
te de la profesión observan que el desarrollo de la solidaridad y la com- del docente y sus peculiaridades. También reconocen que otras profesio-
prensión compartidas pueden conducir al establecimiento de estándares nes tratan de romper la conexión entre la experiencia de primera mano y el
comunes que tienen capacidad, entre otras cosas, para mejorar la calidad pensamiento y la acción profesionales. Las enfermeras o las abogadas, por
y contrarrestar las incertidumbres propias de su trabajo (Lortie, 1975, ejemplo, siguen aprendiendo en el ejercicio de su profesión, pero su traba-
pág. 161). jo viene precedido por una escolarización especial comparativamente rigu-
rosa y por un ingreso gradual en la profesión. Los estudiantes comentan a
Actividad instructiva menudo que el derecho difiere de la enfermería por la complejidad de sus
procesos de socialización. Están de acuerdo, sin embargo, en que ninguna
Conscientes de haber elegido una carrera, los futuros maestros suelen de estas dos profesiones concede mucha importancia a la experiencia per-
interesarse por ver cómo se compara la docencia con otras profesiones. sonal de los novatos que se inician en su carrera. Los estudiantes de inge-
niería y de medicina dependen todavía menos de la experiencia personal en los medios y en sus consecuencias. La orientación del papel en la do-
durante su preparación formal. cencia significa, por definición, interesarse por aquellas cosas que merez-
En resumen, los estudiantes empiezan a comprender ahora que a los can ser aprendidas por los estudiantes; de ahí que los profesores deban
poderosos mecanismos de socialización de la docencia les faltan comple- prestar atención a las comprensiones obtenidas por sus estudiantes. Inte-
jidad y profundidad intelectual y se fían en su mayor parte de las expe- rrogarse sobre lo que sucede en el interior de las cabezas de los jóvenes ya
riencías personales de los propios profesores, antes o después de la so- es lo bastante difícil cuando profesores y estudiantes comparten una mis-
cialización formal. En contraste con esta situación, están habitualmente ma cultura, pero se vuelve tremendamente difícil cuando no la compar-
organizados de formas más complejas y son intelectualmente más rigu- ten. Y, sin embargo, los profesores tienen que asumir una cierta respon-
rosos en aquellos puntos en que los mecanismos de socialización de las sabilidad por lo que se refiere a un acceso equitativo al conocimiento.
otras profesiones tienen efectos más intensos. Tal actividad ayuda a los fu- Según explica Soltis (1981, página 111), en una sociedad multicultural
turos docentes a reconocer que el énfasis que ponen en sí mismos y en la como es la estadounidense, enseñar exige «construir puentes de raciona-
experiencia es el resultado de unas pautas dadas de socialización profesio- bilidad» entre personas que «en razón del grupo étnico, la clase social, la
nal, la mayoría de ellas informales; es decir, son reales, pero no por ello fase de desarrollo y su propia dotación genética, o incluso por accidente
correctas. idiosincrático, viven en un mundo algo diferente al mundo en el que no-
sotros, como docentes, intentamos conseguir que vean, comprendan y
participen».
Promover la orientación del papel del docente Los docentes bien orientados hacia su papel se sitúan en un contexto
más amplio, en el que se encuentran de forma destacada las obligaciones,
Expandir el contexto del pensamiento del profesor tiene un propósito los ideales sodales y las disciplinas del conocimiento (véase Thelen, 1973).
doble. Provoca que los docentes sitúen sus ideas sobre la enseñanza dentro La desvinculación del sí mismo, de las prácticas habituales y de las reali-
de un marco más amplio. Es posible que a sus predilecciones les falten las dades inmediatas, crea oportunidades para hacerse preguntas, ver alter-
cualidades indispensables, condicionados como están por una aceptación nativas y considerar la acción a la luz de la intención y de la efectividad
incuestionada de sus propias experiencias. La desvinculación con respecto (véase Buchmann, 1986b). En contraste con ello, los profesores orientados
a estas experiencias puede provocarles una saludable conmoción, una níti- hacia sí mismos suelen dejarse guiar por la inclinación personal, por las
da discontinuidad que amplía sus propios marcos de referencia y promue- formas habituales de trabajar o por una consideración irreflexiva respecto
ve la transición hacia su papel como docentes. Expandir el contexto del de las necesidades e intereses de los estudiantes (véase Buchmann, 1983, y
pensamiento del profesor también puede ayudarles a orientar sus acciones Cusick, 1982).
en el futuro, ya que les proporciona un fundamento que les permite reco- La «autosocialización» de los profesores refuerza el desarrollo y la per-
nocer los juicios idiosincráticos o infundamentados de lo que son profesio- sistencia de las orientaciones personales con respecto a la enseñanza. Por
nalmente. ello, uno de los grandes desafíos al que se enfrentan los responsables de la
El análisis de Scheffler sobre las contribuciones de la erudición univer- formación del profesorado estadounidense es ayudar a los futuros maes-
sitaria a la educación del profesorado sigue un curso paralelo en este pun- tros a reconocer los límites de esa socializadón y fomentar entre ellos un
to. Scheffler argumenta que el contenido de los currículos de formación concepto de la enseñanza que encaje con la idea de responsabilidad públi-
del profesorado deberían ampliar el contexto del rendimiento del docente. ca. Ello no quiere decir, sin embargo, que las orientaciones personales con
Para empezar, los alumnos no responden simplemente al material explícito respecto a la enseñanza sean siempre inapropiadas o estén equivocadas; se
de la lección o al contenido de las actividades del aula, sino también a lo trata más bien de que allí donde gobiernan las consideraciones personales,
que representa el profesor. Para defender conscientemente una idea, en lu- como la necesidad de sentirse recompensado, es posible que pasen a un se-
gar de presentarla inconsdentemente, los profesores tienen que poseer gundo plano otras consideraciones más importantes, como la equidad o el
una clara conciencia de los estándares, las convicciones y las más amplias aprendizaje académico.
justificaciones racionales que subyacen en sus prácticas en el aula (Scheffler,
1968, pág. 6).
La enseñanza es una actividad moral que implica pensar en los fines,
El contenido docente apropiado de Lortie cribieran sobre la entrevista. Tomamos a los estudiantes que eligieron la
opción de la entrevista con profesores y su especialidad y les dimos guías
Al explorar el pensamiento del profesorado, Lortie descubre que las para entrevistarlos; frecuentemente, los estudiantes entrevistan a profeso-
«ocasiones orgullosas» de estos pueden entrar en conflicto con los ideales res a los que conocen y que les caen bien. Para ambas opciones, les pedi-
afirmados de «llegar a todos los estudiantes» y, en consecuencia, también mos que siguieran un perfil en el que se incluyera una descripción del lugar
con la norma institucional de universalismo, o con el compromiso oficial de trabajo como escenario, una breve caracterización de los protagonistas
de la escuela con el aprendizaje de todos los estudiantes. Al recordar las (profesores, alumnos y otras personas significativas) y una narración deta-
ocasiones en las que se han sentido especialmente orgullosos de algo que llada de la ocasión orgullosa propiamente dicha. Finalmente, les pedimos
han logrado, los profesores suelen mencionar logros alcanzados con estu- que considerasen la siguiente pregunta: «¿Qué le sugiere esta ocasión or-
diantes 'individuales (es decir, alcanzar éxito con un niño al que otros gullosa sobre los objetivos del profesor y sobre los aspectos desafiantes de
estaban convencidos de que no se podía ayudar) o con demostraciones pú- la enseñanza?».
blicas especiales (como, por ejemplo, asambleas, exposiciones de arte, Pedimos a los estudiantes que consultaran la pregunta de entrevista
pruebas atléticas). Los profesores que más se enorgullecen de sus logros que se encuentra en el apéndice del libro de Lortie (1975, pág. 251): «Re-
con estudiantes individuales restan énfasis a los objetivos de equidad de la cuerde alguna ocasión en la que se sintió especialmente orgulloso de algo
escolarización; las exposiciones públicas, por su parte, pueden revelar el que consiguió como profesor. Hábleme de eso». No obstante, programa-
aspecto no académico de los logros del profesor (y, a menudo, también mos el ejercicio para antes de que leyeran el capítulo correspondiente en
elitista). Maestro de escuela. Así, los participantes pueden considerar los objetivos
Mediante un cuidadoso estudio del análisis de Lortie sobre estas oca- implicitos y los sentimientos relacionados con el trabajo de sus propios
siones orgullosas, se puede orientar a los alumnos de formación del pro- profesores y de los de otros, antes de examinar los datos y las conclusiones
fesorado hacia sus obligaciones para con el papel que desempeñan, per- de Lortie.
mitiéndoles percibir también cómo las características estructurales de su Las narraciones de los estudiantes sobre ocasiones orgullosas permiten
trabajo contienen en sí mismas el dilema entre lograr los objetivos institu- realizar varias comparaciones interesantes. La ocasión orgullosa de los par-
cionales y recibir recompensas por su trabajo. En Estados Unidos, la ense- ticipantes de clase se puede contrastar con lo expresado por los profesores
ñanza es una profesión muy poco histriónica, desprovista en buena medida experimentados que fueron entrevistados, y las narraciones de los maes-
de aumentos significativos de salario, estatus y poder para quienes perma- tros de enseñanza elemental y de los profesores de secundaria de cada gru-
necen en las aulas (Feiman-Nemser y Floden, 1986). Dada la ausencia de po (es decir, alumnos de formación del profesorado y profesores experi-
recompensas profesionales, los profesores dependen de las recompensas mentados) se pueden comparar entre sí. Una vez estudiado el capítulo de
emocionales y «psíquicas» en la realización de su trabajo. Su dependencia Lortie, los estudiantes pueden examinar cómo se comparan los diferentes
estructuralmente condicionada de las recompensas psíquicas puede esti- grupos en la clase con los profesores estudiados por Lortie. La tarea tam-
mular y reforzar las definiciones idiosincráticas de lo que se puede y se bién crea, de forma agregada, un conjunto de datos e interpretaciones ge-
debe conseguir en la enseñanza. De este modo, los objetivos organizati- nerados por la clase.
vos formales y las políticas públicas pueden quedar subordinados a las Quizá lo más sorprendente para los estudiantes sea lo estrechamente
definiciones individuales de objetivos y resultados de trabajo (véase que concuerdan las tendencias observadas por Lortie con lo que ellos in-
Lipsky, 1980). forman sobre sí mismos y sobre los profesores experimentados a los que
entrevistaron. Eso ya supone un gran adelanto, dado que los estudiantes se
Actividad instructiva preguntan a menudo si los descubrimientos de Lortie son importantes
para sí mismos o para los profesores que conocen y que les caen bien. Per-
Para dar a los estudiantes un sentido concreto del concepto de «oca- mite que tales descubrimientos les parezcan más fiables.
siones orgullosas» de Lortie, les pedimos que redactaran una descripción Pero tratar como datos las narraciones de las ocasiones orgullosas pre-
de algo que les hubiese hecho sentirse bastante orgullosos durante su pe- sentadas por los estudiantes también tiene otras ventajas educativas im-
ríodo de formación del profesorado, o que entrevistaran a un profesor ex - portantes. Permite tomar seriamente el trabajo del estudiante en la fase de
perímentado para obtener información sobre tal ocasión y que luego es- transición a la aceptación de su papel profesional. El ejercicio ejemplifica
y promueve el pensamiento sobre la enseñanza y ayuda a los futuros maes- fesor. ¿Y qué? Desde el punto de vista del sentido común, la gente apren-
tros a considerarse a sí mismos y a otros como parte de una imagen más de mejor a través de la experiencia, que aporta las lecciones que necesitan
amplia. No sólo se informa y se recuerda lo que hacen o creen ellos u ser aprendidas y parece una guía fiable para la acción (véase Buchmann y
otros maestros más experimentados, sirio que ese material se considera Schwille, 1983). Así pues, reconocer el papel de la experiencia personal en
abierto a juicios de valor y de irnportancia a la luz de las obligaciones del el proceso de aprender a enseñar quizá no conduzca a los estudiantes a
papel que desempeñan (véase Little, 1981, 1982). Y eso se puede conse- cuestionar los estándares, a buscarlos en marcos de referencia más gran-
guir sin poner en duda las buenas intenciones del profesor. Las «ocasio- des, en los libros, los colegas o las normas colectivas. En lugar de eso, es
nes orgullosas» son por tanto ejemplos potenciales de formas buenas o no posible que se limiten a confirmar convicciones muy atrincheradas, otor-
tan buenas de trabajar, o de objetivos de trabajo más o menos justifica- gándoles validez añadida a través de la supuesta autoridad de la investiga-
bles, y se pueden analizar en relación con las limitaciones del lugar de tra- ción.
bajo y con otras condiciones estructurales que ya hemos visto anterior- Por lo que se refiere al segundo objetivo, la viveza de las ocasiones or-
mente. gullosas, es posible que a los estudiantes les sea difícil ver qué problemas
aparecen asociados con estos logros, ya que les resulta duro comprender
que aquello que los profesores experimentados más celebran de su trabajo
Peligros y complicaciones puede ser algo problemático, sobre todo cuando esos problemas parecen
tener muy poco que ver con la vida en las escuelas, y mucho con objetivos
En la enseñanza, la reflexión siempre muestra qué más hay que hacer y sociales remotos y abstractos, como el aprendizaje académico y la equidad.
en qué más se ha de pensar. Al analizar las actividades docentes en con- Lo visible «desde el interion> es el éxito de un profesor con un niño para el
cordancia con los objetivos de expandir el contexto del pensamiento del que no parecía haber esperanza, las familias sonrientes en la reunión con
profesor y de promover la orientación hacia el papel que éste desempeña, los abuelos o los aplausos con los que se saluda a un joven atleta. Para per-
presentamos procesos y resultados que concuerdan con nuestras mejores cibir las limitaciones de estos logros y las tensiones inherentes que crean
esperanzas y experiencias como especialistas en la formación del profeso- con el aprendizaje académico y con la equidad, tenemos que aprender a
rado. No obstante, las actividades instructivas pueden empequeñecer y a examinar la enseñanza desde el exterior.
veces incluso malograr los objetivos y resultados que se pretendía alcan- Estos peligros se hallan presentes tanto cuando los estudiantes redac-
zar. tan narraciones reflexivas sobre sus propias ocasiones orgullosas como
Tomemos, por ejemplo, el primer objetivo y la comparación de la so- cuando explican y analizan por escrito una entrevista hecha a un profesor.
cialización del docente con otras pautas de socialización. Quizá los estu- Cada variante de la tarea aporta, sin embargo, complicaciones adiciona-
diantes comprendan muy bien los mecanismos de socialización y las con- les. Cuando los participantes en la clase entrevistan a un profesor que du-
tribuciones características que aportan a las diferentes lineas de trabajo, rante algún tiempo ha enseñado con efectividad un determinado ámbito
pero es posible que no vean las presiones que esas diferencias ejercen so- de contenido o especialidad de formación del profesorado, su informan-
bre sí mismos, como maestros, y sobre el contenido y la orientación de su te les parecerá digno de toda confianza, como un modelo fiable acerca de
pensamiento. La dificultad estriba en que, en la educación profesional, no qué hacer y ser en la docencia. La mayoría de jóvenes docentes se senti-
estamos tratando simplemente de construir un sistema intelectual. Tam- rán fuertemente predispuestos a aceptar los logros del profesor como algo
bién tratamos de ilustrar las pautas sociales y del sí mismo que permitan a que hay que emular, antes que cuestionar. De ahí que las ocasiones orgu-
los estudiantes pensar y actuar de ciertas formas. Aceptar la hipótesis de llosas identificadas por los profesores en la entrevista puedan llegar a con-
que convertirse en profesor es principalmente un proceso de «autosociali- vertirse en recetas para la acción, en lugar de ocasiones para el ejercicio
zación» no es lo mismo que darse cuenta de su importancia para las clases del pensamiento crítico.
de aprendizaje y de acción, que se ven facilitadas o dificultadas por tal so- Cuando los estudiantes escriben sobre aspectos particularmente desa-
cialización. fiantes de su trabajo durante su período de formación, suelen informar de
Esto es particularmente cierto cuando los mecanismos socializadores algo que les resulta personalmente convincente y que posee la viveza de la
tienen un valor literal para los futuros profesores. De modo que el «apren- experiencia directa y reciente. Además, los estudiantes se toman muy se-
dizaje por la práctica» reina con carácter supremo en la iniciación del pro- riamente este período en las aulas reales, como una prueba personal y una
forma de comprobar si han elegido bien su carrera. Puesto que toda la si- dio oeste estadounidense en el que enseñamos, donde muchos estudiantes
tuación es catéctica, las ocasiones orgullosas que contengan tienen una tienen la sensación de que todo está bien en el mundo. Por ello, leemos
gran importancia emocional y poseen una validez personal difícil de dismi- una vez más y analizamos en clase las fuentes seleccionadas que exponen
nuir. El paso que conduce a la reflexión y al análisis crítico no es fácil de estos temas con claridad (véase, por ejemplo, Lipsky, 1980; Cusick, 1983;
dar y sus recompensas sólo se obtienen, en la mayoría de los casos, a largo Buchmann, 1984b; Goodlad, 1984; Sedlak et al., 1986). Cuando los estu-
plazo. diantes leen y reflexionan sobre estos análisis y casos de estudio, empiezan
a comprender los problemas relacionados con la equidad y a darse cuenta
Trampas y deliberación del currículum de que son reales. Como consecuencia de ello, más tarde serán más recep-
tivos a un análisis crítico de sus propias ocasiones orgullosas o las de sus
No obstante, estas trampas y complicaciones forman parte del ciclo de profesores.
deliberación del currículum al reflexionar sobre cómo se pueden superar o Esta interacción entre la enseñanza, la especificación y la justificación
evitar. Si el sentido común conduce a los aspirantes a maestros a reafirmar- del objetivo y la experimentación continua, pone de manifiesto la delibera-
se en la idea de que la experiencia es la mejor maestra de todas, habrá que ción del currículum y explica la naturaleza, el contenido y la organización
poner a prueba esa falsa idea en su propio terreno. Lortie afronta esta idea de nuestro curso. Aunque nos apoyamos mucho en la investigación educa-
equivocada con elaborados argumentos, utilizando un lenguaje especiali- tiva, nuestro curso no es un ejercicio de utilización de la investigación.
zado y empleando con inteligencia y persuasión datos ilustrativos obteni- Toma más bien como punto de partida una concepción razonada de fines
dos de las entrevistas. Esa complejidad, sin embargo, puede embotar el im- que merecen la pena, que adquieren especificidad en la práctica, en térmi-
pacto de los puntos de vista que expone, velados a menudo por el lenguaje nos de contenido y de estrategias y que induso exigen establecer nuevos
que emplea. Por ello resulta muy útil emplear casos de estudio que permi- objetivos, lo que dependerá de que en el curso de la enseñanza se hallan
tan dar una mayor visibilidad a esta idea errónea, así como documentar los desenterrado o no las ideas erróneas que tuvieran previamente los estu-
nocivos efectos que tiene para el estudiante y para la formación del profe- diantes.
sorado (véase, por ejemplo, Hargreaves, 1984; Buchmann, 1983; Feiman- Naturalmente, no sería demasiado realista suponer que las conviccio-
Nemser y Buchmann, 1985,1986). Los casos de estudio son particularmen- nes atrincheradas de la mayoría de ellos y su sensación general de que el
te valiosos, ya que tienen a menudo una gran vivacidad y son bastante mundo es perdurable, se vayan a ver sacudidas en un solo curso por un
accesibles, parecen estar «más cerca de nosotros» y al alcance de la capaci- profesor de educación. De ahí que otros profesores de educación tengan
dad de comprensión de los estudiantes. Si todo va bien, los estudiantes se que apoyarlas, confirmándolas y trabajando para alcanzar estos objetivos
mostrarán más receptivos al más amplio análisis abstracto de Lortie y a sus en la práctica docente, tanto en las clases de pedagogía, como en todos los
perturbadoras implicaciones. Desde ahí sólo queda dar un pequeño salto ámbitos relacionados con el contenido de las mismas. No obstante, es
para empezar a preguntarse si fiarse de la experiencia personal en la ense- precisamente aquí donde se encuentra la trampa más importante, que se
ñanza es una forma de actuar adecuada para satisfacer las demandas que halla incorporada a la estructura misma de la actividad profesional de for-
impone el papel de profesor. mación del profesorado: sus pautas de incentivos, recompensas y carreras,
Por lo que se refiere al objetivo de promover la orientación del papel sus contextos institucionales, el contenido de su currículum y, finalmente,
del profesor, una de las trampas es que las ocasiones orgullosas que exa- las típicas características, como educandos, de quienes nos dedicamos a
minemos tengan una validez personal o que ésta sea evidente en sí misma formar al profesorado.
para los estudiantes. Para superarla, podemos emplear una estrategia simi-
lar a la utilizada para evitar la primera de las trampas. No obstante, el ob- Trampas y estructura social
jetivo intermedio consiste ahora en establecer un cierto sentido de la im-
portancia de los temas de equidad, en lugar de enfrentar a los estudiantes Mientras que de los académicos universitarios se espera que valoren el
con una idea errónea. planteamiento de preguntas y la flexibilidad intelectual, los especialistas
Los estudiantes tienen que comprender primero que los problemas estadounidenses en formación del profesorado no suelen apreciar estos va-
asociados con la igualdad de acceso al conocimiento son reales y tienen lores tradicionales de la educación superior (Conant, 1963; Lanier, 1986,
consecuencias. Eso es particularmente importante en el ambiente del Me- pág. 533). La mayoría de ellos han sido maestros, el currículum profesional
para los maestros no suele estar orientado hacia la reflexión y el análisis, y Notas
la mayor parte del contenido de sus cursos no suele enseñarse siguiendo el
necesario espíritu de la educación liberal (Lanier, 1986).
1. Este punto de vista se ve apoyado por los estudios empírícos sobre cómo
Lanier (1986, pág. 535) llega a la conclusión de que las experiencias de abordan los profesores a los estudiantes hostiles y agresivos (véase Brophy,
una gran parte de los especialistas estadounidenses en formación del pro- 1986). Los profesores más efectivos con estos estudiantes no sólo abrigan expec-
fesorado, sus oportunidades educativas y sus restrictivas condiciones de tativas superiores para ellos, sino que también están convencidos de que son me-
trabajo conspiran para que «los profesores de la formación del profesora- nos agresivos de lo que son en realidad. Según afirma Brophy: «Estas distorsio-
do más cercanos a las escuelas y a los maestros futuros y en prácticas asu- nes de la realidad objetiva, que siguen la dirección de unas expectativas
man con frecuencia tareas y rutinas de trabajo profesional que exigen una optimistas y positivas, son probablemente adaptativas, ya que reducen el alcance
mínima flexibilidad y anchura intelectual y fomentan, en cambio, el con- del problema a un tamaño "manejable" y permiten que los profesores aborden
formismo y un análisis limitado». Tales disposiciones tendrán como resul- con confianza unos proyectos que quizá sólo emprenderían con poco entusias-
mo o que no abordarían si se detuvieran a reflexionar sobre las posibilidades de
tado lo que, según hemos argumentado, debería evitarse al deliberar so-
bre el currículum de la formación del profesorado, ya que allí donde falta llevarlos a cabo con éxito» (1986, pág. 10).
el espíritu de experimentación y de análisis, la investigación educativa se 2. Otro valioso objetivo que se podría intentar alcanzar utilizando el estudio
de Lortie es aprender sobre la estructura de las disciplinas. Según argumenta
pondrá en práctica de modo superficial o será soslayada fácilmente como Schwab (1978), no se comprende un cuerpo de conocimiento si no se entienden
poco importante o incluso irrelevante. Su indusión como contenido de previamente sus conceptos y modos sustantivos de plantear preguntas y de justi-
un programa profesional no beneficiará a los aspirantes a maestros y se ficar condusiones. Lortie trabaja, de una forma característica, con conceptos so-
continuará evitando la cuestión del currículum, como hemos puesto de ciológicos (es decir, con estructura, rol) y presenta los datos y los instrumentos
manifiesto en nuestro análisis. de investigación, permitiendo de ese modo a los lectores considerar las pruebas
que aporta para extraer sus conclusiones. Por ello, el estudio de Lortie acerca de
la enseñanza tiene una ventaja sobre otros importantes estudios sociológicos que
Agradecimientos abordan el mismo tema (como, por ejemplo, Waller, 1932).

Este trabajo fue presentado en la conferencia de la Asociación Interna-


cional para el Estudio sobre el Pensamiento del Profesorado. «Teacher Referencias bibliográficas
Thinking and Professional Action», celebrada en la Universidad de Leu-
ven, Bélgica, del 13 al 17 de octubre de 1986. Una versión anterior se pu- BROPHY, J. (1986), «Classrooms strategy research», en Institute for Research on
Teaching, Final Report, 30 de septiembre de 1986, sección F, Institute for
blicó en las actas de la conferencia. Véase J. LOWYCK (ed.) (1986), Teacher
Thinking and Professional Action, Universidad de Leuven, Leuven, págs. Research on Teaching, Michigan State University, East Lansing, MI.
543 -556. BUCHMANN, M. (1983), Role over Person: JustifyingTeacher Action and Deci-
sion, serie de investigación núm. 135, Institute for Research on Teaching,
El trabajo sobre el que se ha basado esta ponencia ha sido patrocinado Michigan State University, cric ed 241 496, East Lansing, MI.
parcialmente por el Instituto para la Investigación sobre la Enseñanza, de BUCHMANN, M. (1984a), «The use of research, knowledge in teacher educa-
la Facultad de Educación de la Universidad Estatal de Michigan, y ha sido tion and teaching», American Journal of Education, 92, págs. 421-439.
financiado, principalmente, por la Oficina para la Investigación y Mejora BUCHMANN, M. (1984b), «The priority of knowledge and understanding in tea-
Educativa, del Departamento de Educación de Estados Unidos (según ching», en KATZ, L. y RATHS, J. (eds.), Advances in Teacher Education , vol.
contrato núm. 400-81-0014). Las opiniones aquí expresadas no reflejan 1, Ablex, Norwood, NJ.
necesariamente la posición, la polftica o la aprobación de la Oficina o del BUCHMANN, M. (1986a), «Problems of practice and principle in research com-
Departamento.
munication», en BURBULES, N. (ed.), Proceedings of the 42nd Annual Mee-
Al escribir esta ponencia, los autores se han aprovechado de las críticas ting of the Philosophy of Education Society, Philosophy of Education So-
y sugerencias de Robert E. Floden. ciety, Illinois State University, Normal, IL.
BUCHMANN, M. (1986b), «Role over person: morality and authenticity in tea-
ching», Teachers College Record, 87 , págs. 529-543.

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