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La vulneración al debido proceso y

la tramitación de una demanda bajo


las reglas de otra vía procedimental
Sumario:

1. Introducción
2. Análisis
3. Opinión
4. Colofón
5. Bibliografía.

Resumen:

No deberá anularse la sentencia si el juez de la causa admitió a trámite la


demanda bajo las reglas del proceso de conocimiento, cuando lo que
correspondía era tramitarlo bajo los alcances del proceso abreviado. Esto,
cuando se advierta que la recurrente no haya cuestionado este tema en la
primera oportunidad que tuvo para hacerlo.

En ese sentido, el hecho de contestar la demanda y presentar diferentes


escritos hasta antes de la expedición de la sentencia de primera
instancia sin decir nada al respecto, evidencia que la recurrente dejó
consentir esta situación, por lo que en casación no se puede pretender
subsanar su falta de diligencia oportuna en el ejercicio de su defensa. Por
tal razón, en estos casos resulta aplicable el principio de trascendencia de
las nulidades, previsto en el artículo 172 del Código Procesal Civil.

1. Introducción
De la sentencia de Casación 1272-2016, Lima Norte, se tiene como
antecedente la demanda de impugnación de acuerdos solicitando que se
declare la nulidad y se deje sin efecto las Asambleas de Elección de Comité
Electoral y Asamblea de Elección de Consejo Directivo.

Como fundamentos señalan que Guido Andrés Huaraz Rivera fue elegido
presidente de la Asociación para el periodo del veintiocho de febrero del dos
mil diez al veintisiete de febrero del dos mil doce (dos años), el que modificó
parcialmente los Estatutos de la Asociación, y se introdujo la autorización a
la reelección de la junta directiva, a pesar que en sus textos anteriores no lo
permitían. Esta modificación fue puesta en conocimiento de los asociados
cuando se solicitó mediante carta notarial que convocara a elecciones para
elegir a la nueva Junta Directiva, en razón que su periodo de gobierno ya
había fenecido.

En la contestación a la demanda, la Asociación Pecuaria “Valle Sagrado”,


sostiene que jamás han recibido carta notarial requiriendo que convoquen a
la asamblea general eleccionaria. Los demandantes no tienen legitimidad
para obrar, puesto que son socios inhábiles, ya que no han pagado sus
cuotas mensuales, no han cancelado sus aportes económicos acordados en
la asamblea y tampoco han participado en actividades institucionales por
más de un año.

En ese sentido, en el proceso se fijaron como puntos controvertidos,


determinar si resulta procedente declarar la nulidad de las elecciones del
Comité Electoral de fecha cinco de febrero del dos mil doce y la Asamblea
General de Elección de Consejo Directivo de fecha veintidós de abril del dos
mil doce, por haber vulnerado las disposiciones legales y estatutarias.

En primera instancia, el juzgado declaró fundada en parte la demanda,


fundamentando que del Acta de Asamblea General ordinaria de elecciones
generales para el nuevo Consejo Directivo de la Asociación Pecuaria Valle
Sagrado, obra la constancia integra sobre convocatoria y quorum de
asamblea general ordinaria de elecciones, donde aparece la relación de
nombres de los que asistieron y sufragaron en las asambleas; y se puede
leer en el número trece como asistente a las dos asambleas; a Elia Huaman
Pingus, con el número setenta y seis; a María Elena Urquizo Carrasco, con
el número ciento ocho; a Esmeralda Rubí Viera Ramos, con el número
cincuenta y siete; a Nory Luz Garcia Alfaro, sin embargo las mismas
personas han presentado sus declaraciones juradas notariales
manifestando que no han asistido a las dos asambleas materia del proceso.
Además, la parte demandada no ha aportado el libro de actas Nº 03 donde
se verifique la firma de dichas personas.

Apelada la sentencia del Juzgado, la Sala Superior, confirma la sentencia


de primera instancia sosteniendo que la ley también establece que para la
validez de las reuniones de asamblea general se requiere, en primera
convocatoria, la concurrencia de más de la mitad de los asociados; en
segunda convocatoria, la presencia de cualquier número de asociados, y
que los acuerdos se adoptan con el voto de más de la mitad de los
miembros concurrentes. Dicha disposición fue contravenida en los actos
cuestionados. En primer lugar, los ahora demandantes, siendo asociados,
no fueron convocados a la realización de las referidas asambleas generales,
y que el argumento de la contestación de la demanda en el sentido que se
trataba de asociados inhábiles, dice, por incumplimiento de sus
obligaciones, no tiene lugar, por cuanto, la Asociación no implementó
ninguna medida de limitación ni restricción de los derechos de ellos.

2. Análisis

2.1. El proceso judicial y los tipos de procesos

Como se señala en el IV Pleno Casatorio, “el proceso judicial es unitario;


constituye un conjunto de actos que se realizan durante la ejecución de la
función jurisdiccional del Estado; no obstante, atendiendo a la finalidad de la
pretensión que constituye su objeto o la complejidad o urgencia de tutela del
derecho material, los procesos contenciosos se clasifican en: a) proceso de
declaración o de conocimiento; b) proceso de ejecución y c) proceso
cautelar”.

Al respecto, Monroy (2007: 723)[1], señala que: “la intervención de un Juez


en un proceso de conocimiento es más o menos amplia, dependiendo de la
naturaleza del conflicto de intereses y de la opción del legislador de
conceder más o menos posibilidades de actuación al Juez y a las partes,
siendo que esta variación determina precisamente la existencia de distintas
clases de procesos de conocimiento: a los más amplios se les denomina de
conocimiento propiamente dichos, a aquellos en los que los plazos se han
reducido se les conoce como abreviados, y a los procesos en los que el
debate se reduce a la prueba de uno o dos hechos específicos reciben el
nombre de sumarísimos”.

Desarrollando lo citado, podemos desarrollar los procesos de la siguiente


manera:

1. Procesos de cognición o de conocimiento.- Se les denomina así


porque en ellos hay un debate entre los hechos y el derecho. Los Procesos
de Cognición a su vez se sub dividen en 03 grandes grupos: procesos de
conocimiento, procesos abreviados y procesos sumarísimos.

Al respecto, en el Pleno Casatorio[2], sobre estos procesos se señala lo


siguiente:

“El proceso de conocimiento propiamente dicho: se distingue por ser el más


completo, así como por la amplitud de los plazos previstos para cada una de
las actuaciones procesales, concediendo un amplio margen para la
acreditación de los hechos alegados por las partes, en atención a la
naturaleza compleja de las pretensiones que se discuten o a su alta
estimación patrimonial.

Según el artículo 475 del código procesal civil, modificado por Ley 29057,
acceden al proceso de conocimiento los asuntos contenciosos que: 1) no
tengan una vía procedimental, no estén atribuidos por ley a otros órganos
jurisdiccionales y, además, cuando por su naturaleza o complejidad de la
pretensión, el Juez considere atendible su tramitación; 2) la estimación
patrimonial del petitorio sea mayor de mil unidades de referencia procesal;
3) son inapreciables en dinero o hay duda sobre su monto, y siempre que el
Juez considere atendible su procedencia; 4) el demandante considere que
la cuestión debatida fuese de derecho; y, 5) los demás que la ley señale.

El proceso abreviado: se caracteriza, precisamente, por la abreviación o


reducción de plazos, así como de las actuaciones procesales, en razón a la
menor complejidad de las causas tramitadas en esta vía o su reducido valor
económico.

Acceden al proceso abreviado, según lo dispuesto en el artículo 486 del


mismo cuerpo normativo, también modificado por Ley 29057, los siguientes
asuntos contenciosos: 1) retracto; 2) título supletorio, prescripción
adquisitiva y rectificación de áreas y linderos; 3) responsabilidad civil de los
jueces; 4) expropiación; 5) tercería; 6) impugnación de acto o resolución
administrativa; 7) la pretensión cuyo petitorio tenga una estimación
patrimonial de cien hasta mil unidades de referencia procesal; 8) los que no
tienen una vía procedimental propia, son inapreciables en dinero o hay duda
sobre su monto o, por la naturaleza de la pretensión, el Juez considere
atendible un empleo; y, 9) los demás que la ley señala.

El proceso sumarísimo: Es el proceso de cognición reducido a su mínima


expresión, tanto en lo que se refiere a actuaciones procesales como a
plazos, de forma tal que, inmediatamente después de concluir la etapa
postulatoria, el juez se encuentra habilitado a sanear el proceso, fijar puntos
controvertidos, admitir y actuar pruebas y emitir sentencia en un solo acto.
Su existencia y regulación obedece a la necesidad de tutela urgente y a la
escasa complejidad de las materias sometidas a jurisdicción, por tanto, está
prohibido en esta vía: reconvenir, informar sobre hechos y ofrecer medios
probatorios en segunda instancia, entre otros.
En atención a lo normado en el artículo 546 del acotado código procesal,
igualmente modificado por ley 29057, se tramitan en la vía del proceso
sumarísimo los siguientes asuntos contenciosos: 1) alimentos; 2)
separación convencional y divorcio ulterior; 3) interdicción; 4) desalojo; 5)
interdictos; 6) los que no tienen una vía procedimental propia, son
inapreciables en dinero o hay duda sobre su monto o, porque debido a la
urgencia de tutela jurisdiccional, el Juez considere atendible su empleo; 7)
aquellos cuya estimación patrimonial no sea mayor de cien unidades de
referencia procesal; y, 8) los demás que la ley señale”.

La diferencia entre los procesos citados, se encuentra en el plazo, y en la


forma como se deducen las excepciones: en los procesos de conocimiento
y abreviado se pueden hacer en escrito aparte, en los sumarísimos se
realiza junto con la contestación de la demanda. Además, en los
sumarísimos no se puede presentar reconvención, asimismo en los
procesos sumarísimos hay audiencia única.

Asimismo, debemos precisar que el código procesal civil no señala


expresamente los procesos que se tramitan en vía de conocimiento, sino
que señala que se tramitan los que tengan una cuantía mayor a mil
unidades de referencia procesal y los que el Juez considere por la
complejidad de su pretensión (art. 475 CPC).

2. Procesos ejecutivos.- En este tipo de procesos el derecho está


acreditado con el título de ejecución que se pone a cobro, solo de manera
muy eventual se puede discutir entre los hechos y el derecho, cuando el
ejecutado formula contradicción.

Para iniciar un proceso ejecutivo se debe contar con un título ejecutivo. En


el código procesal civil los títulos ejecutivos están regulados en el artículo
688, y son por ejemplo, títulos valores, laudo arbitral, resoluciones judiciales
firmes. Además, los títulos ejecutivos deben tener una obligación cierta,
expresa y exigible.
3.- Proceso cautelar.- Es una novedad que trajo el código procesal civil,
puesto que en el código anterior la única forma era la del embargo. La
medida cautelar es aquella que tiene por finalidad asegurar el cumplimiento
de la futura sentencia a expedirse.

2.2. La impugnación de acuerdo societarios

En el V Pleno Casatorio Civil, que trató sobre impgunación de acuerdos


societarios, se estableció como precedente que “el procedimiento
predeterminado por ley para la tramitación de la pretensión de impugnación
de acuerdos de asociación civil, regulado en el artículo 92 del código civil de
1984 es en la vía abreviada y de competencia de un juez civil”.

Asimismo, se señaló que se encuentran legitimados para impugnar el


acuerdo asociativo, tal como señala el artículo 92 del código civil, el
asociado que asistió a la toma del acuerdo si dejó constancia de su
oposición en el acta respectiva, los asociados concurrentes, los asociados
que fueron privados ilegítimamente de emitir su voto, así como el asociado
expulsado por el acuerdo impugnado, y, que los legitimado antes precisados
no pueden interponer indistintamente pretensiones que cuestionen los
acuerdos asociativos, sustentados en el Libro II del código civil u otras
normas, fuera del plazo previsto en el artículo 92 del citado cuerpo
normativo; sólo y únicamente pueden impugnar los acuerdos de la
Asociación Civil en base al citado artículo 92 que regula la pretensión de
impugnación de acuerdos de la asociación.

3. Opinión

En el presente caso, al momento de interponer el recurso de casación se


alega que al haberse tramitado un proceso de impugnación de acuerdo
societario en vía de conocimiento, cuando el código procesal civil establece
que el mismo debe llevarse en vía abreviada, se ha incurrido en una
contravención al debido proceso, al no haberse desarrollado el mismo en la
vía regulada por ley.
Al respecto, al igual que la Corte Suprema, consideramos que si bien el
Juez de la causa, al expedir el auto admisorio, admitió a trámite la demanda
bajo las reglas del proceso de conocimiento, cuando lo correcto era
tramitarlo bajo los alcances del proceso abreviado; sin embargo, no se
advierte que la recurrente haya cuestionado este tema, en la primera
oportunidad que tuvo para hacerlo de conformidad con el artículo 176 del
Código Procesal Civil, sino más bien lo dejó consentir, ya que contestó la
demanda y presentó diferentes escritos hasta antes de la expedición de la
sentencia de primera instancia, sin decir nada al respecto, sino que, recién
lo hizo valer a través de su recurso de apelación y ahora en casación,
pretendiendo subsanar su falta de diligencia oportuna en el ejercicio de su
defensa, lo cual le resulta imputable solo a su parte.

Como también se señaló en el Cuarto Pleno Casatorio Civil (fundamento


23), “no basta con que se denuncie que se ha violado el debido proceso,
sino que es menester se precise cuál de los derechos que componen este
derecho complejo (continente) se han vulnerado, esto es: qué actos
procesales se ha visto impedida de realizar la parte que alega esa
vulneración y de qué manera se le ha causado algún perjuicio, puesto que
para alegar nulidades no basta con que se haya infringido alguna formalidad
prevista por ley, sino que además se debe haber causado agravio con ello,
de lo contrario, al no existir agravio no hay nulidad que declarar”.

En el caso, cabe agregar que el impugnante no indica el perjuicio real y


directo que la ha ocasionado que se tramite en una vía distinta; más aún, si
el proceso de conocimiento es uno que ofrece mayores garantías para el
ejercicio del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva al justiciable, de la
cual la impugnante no se ha visto afectada, pues ha ejercido plenamente su
derecho a la defensa de manera irrestricta, por tanto, consideramos que en
este caso no se produjo una afectación al debido proceso, más aun si nunca
denunció esa vulneración.

4. Colofón
Finalmente, queremos referirnos a la acumulación de procesos que se
tramiten en distintas vías procedimentales. Al respecto, en el IV Pleno
Casatorio, se estableció que no se admite la posibilidad de acumular
pretensiones que se tramitan en distintas vías; empero, nada impide que
ante situaciones especiales puedan acumularse determinados casos,
tramitables en vías de cognición diferentes, siempre y cuando el Juzgado
justifique los motivos por los que resulte atendible dicha acumulación y no
se afecte el derecho a la defensa de las partes.

Así, como señala en el IV Pleno Casatorio, se afectaría el derecho de


defensa si se dispone la acumulación de la prescripción adquisitiva, con el
ya iniciado proceso de desalojo por ocupación precaria – que por tramitarse
en la vía sumarísima resulta más breve -, con una reconvención cuya
pretensión sea prescripción adquisitiva que, por corresponderle el
procedimiento denominado abreviado, los plazos de su trámite son mucho
más latos y la posibilidad de defensa de las partes resulta más amplia.

5. Bibliografía

Monroy Gálvez, Juan (2007). Teoría General del Proceso. Lima: Palestra
Editores.

[1] Monroy Gálvez, Juan (2007). Teoría General del Proceso. Lima: Palestra
Editores.

[2] En el Voto en minoría de los señores jueces supremos Ponce de Mier;


Valcárcel Saldaña; Miranda Molina y Chávez Zapater.

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