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A una Madre

Cuando viniste a este mundo,


Ella te sostuvo en sus brazos.
Tú se lo agradeciste gritando.
Cuando tenías un año,
Ella te alimentaba y te bañaba.
Tú se lo agradeciste llorando la noche entera.
Cuando tenías 2 años,
Ella te enseñó a caminar.
Tú se lo agradeciste huyendo de Ella cuando te llamaba.
Cuando tenías 3 años,
Ella te hacía todas las comidas con amor.
Tú se lo agradeciste tirando el plato al piso.
Cuando tenías 4 años,
Ella te dio unos lápices de colores.
Tú se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.
Cuando tenías 5 años,
Ella te vestía para las ocasiones especiales.
Tú se lo Agradeciste tirándote por la pila de barro mas cercana.
Cuando tenías 6 años,
Ella te llevaba a la escuela.
Tú se lo agradeciste gritándole: ¡NO VOY A IR!
Cuando tenías 7 años,
Ella te regaló una pelota.
Tú se lo agradeciste arrojándola contra la ventana del vecino.
Cuando tenías 8 años,
Ella te trajo un helado.
Tú se lo agradeciste derramándoselo sobre su falda.
Cuando tenías 9 años,
Ella te pagó unas clases de piano.
Tú se lo agradeciste nunca practicando.
Cuando tenías 10 años,
Ella te llevaba en el auto a todas partes, del Gimnasio al partido de
fútbol, de fiestas de cumpleaños, a otras fiestas.
Tú se lo agradeciste saliendo del coche apresuradamente sin mirar atrás y darle una
sonrisa.
Cuando tenías 11 años,
Ella te llevó a ti y a tus amigos a ver una película.
Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.
Cuando tenías 12 años,
Ella te aconsejó que no miraras ciertos programas televisivos.
Tú se lo agradeciste esperando que ella se fuera de la casa para mirar tales programas.
Cuando tenías 13 años,
Ella te sugirió un corte de pelo que estaba de moda.
Tú se lo agradeciste diciéndole que ella no tenía buen gusto.
Cuando tenías 14 años,
Ella te pagó un mes de vacaciones en el campamento de verano.
Tú se lo agradeciste olvidándote de escribirle una breve carta.
Cuando tenías 15 años,
Ella venía de trabajar y quería darte un abrazo.
Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.
Cuando tenías 16 años,
Ella te enseñó como manejar su coche.
Tú se lo agradeciste usándoselo todas las veces que podías sin permiso alguno.
Cuando tenías 17 años,
Ella esperaba una llamada telefónica muy importante.
Tú se lo agradeciste hablando por teléfono con tu amigo toda la noche.
Cuando tenías 18 años,
Ella lloró en la fiesta de tu graduación de la escuela.
Tú se lo agradeciste estando de fiestas con tus amigos hasta el amanecer.
Cuando tenías 19 años
Ella te pagó la cuota de la universidad, te llevó en coche hasta el campus
y cargó tus maletas.
Tú se lo agradeciste diciéndole adiós desde afuera del dormitorio, así no
te sentirías avergonzado ante tus amigos.
Cuando tenías 20 años,
Ella te preguntó si estabas saliendo con alguien.
Tú se lo agradeciste diciéndole: "A Ti no te importa eso"
Cuando tenías 21 años,
Ella te sugirió algunas carreras para tu futuro.
Tú se lo agradeciste diciéndole: "No quiero ser como Tú."
Cuando tenías 22 años,
Ella te abrazó en la fiesta de graduación de la Universidad.
Tú se lo agradeciste diciéndole si te podía pagar un viaje a Europa.
Cuando tenías 23 años,
Ella te dio algunos muebles para tu primer departamento.
Tú se lo agradeciste diciéndoles a tus amigos que los muebles eran feos y de muy mal
gusto.
Cuando tenías 24 años,
Ella conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el futuro.
Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste "¡Cállate, no te metas con ella!".
Cuando tenías 27 años,
Ella te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando te dijo que te amaba muchísimo.
Tú se lo agradeciste mudándote por la mitad del país.
Cuando tenías 30 años,
Ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé.
Tú se lo agradeciste diciéndole que las cosas son diferentes ahora que en sus tiempos….
Y que se las podían arreglar solos.
Cuando tenías 40 años,
Ella te llamó para recordarte el cumpleaños de tu Papá.
Tú se lo agradeciste diciéndole que estabas muy ocupado... y que no tenías tiempo ya
para esas cosas.
Cuando tenías 50 años,
Ella se enfermó y necesitó que la cuidaras.
Tú se lo agradeciste argumentando que llega un tiempo en que los padres vienen a ser
una carga para los hijos.

De repente, un día,
Ella silenciosamente murió. Y todas las cosas que nunca hiciste vinieron a tu memoria
como un trueno. Tomémonos un momento para rendir honor y tributo a la persona que
llamamos Mamá, aunque algunos no la pueden llamar así de ese modo abiertamente.
No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento de su vida. Aunque a veces, Ella no
parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero aún
así… ¡Es tu Madre!
Ella estará allí cuando otros te abandonen… para ayudarte con tus dolores, tus penas,
tus frustraciones.
Pregúntate a ti mismo:
¿Has separado tiempo para estar con Ella, para escuchar sus quejas sobre el
trabajo en la cocina, su cansancio?
Sé prudente, generoso y muéstrale el debido respeto, aunque pienses
diferente de Ella.
Una vez que se vaya de este mundo, solamente los recuerdos cariñosos
del ser que llamamos Mamá quedarán….Sólo eso nos quedará.

El Portero del Botiquín

No había en el pueblo peor oficio que el de portero del botiquín. Pero ¿qué otra cosa
podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no
tenía ninguna otra actividad ni oficio.

Un día se hizo cargo del botiquín un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El
joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después citó al personal para darle
nuevas instrucciones.

Al portero, le dijo: A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar


un reporte semanal donde registrará la cantidad de personas que entran día por día y
anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio. El hombre tembló, nunca
le había faltado disposición al trabajo pero..... Me encantaría satisfacerlo, señor -
balbuceó - pero yo... yo no se leer ni escribir. ¡Ah! ¡Cuanto lo siento! Pero señor, usted
no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida. No lo dejó terminar.

Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una
indemnización para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que
tenga suerte. Y sin mas, se dio vuelta y se fue. El hombre sintió que el mundo se
derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación.
¿Qué hacer? Recordó que en el botiquín, cuando se rompía una silla o se arruinaba una
mesa, él, con un martillo y clavos lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó
que esta podría ser una ocupación transitoria hasta conseguir un empleo. El problema es
que solo contaba con unos clavos oxidados y una tenaza mellada.

Usaría parte del dinero para comprar una caja de herramientas completa. Como en el
pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más
cercano a realizar la compra.

¿Qué mas da? Pensó, y emprendió la marcha. A su regreso, traía una hermosa y
completa caja de herramientas. De inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa.
Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme.

Mire, si, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin
empleo...

Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano. Esta bien.

A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta. Mire, yo todavía
necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?

No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería esta a dos días de mula.

Hagamos un trato -dijo el vecino- Yo le pagaré los dos días de ida y los dos de vuelta,
más el precio del martillo, total usted esta sin trabajar. ¿Qué le parece?.

Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días... Acepto. Volvió a montar su mula. Al
regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa. Hola, vecino. ¿Usted le vendió
un martillo a nuestro amigo? Si...Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a
pagarle sus cuatros días de viaje, más una pequeña ganancia. Yo no dispongo de tiempo
para el viaje.

El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un


destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.

"...No dispongo de cuatro días para compras", recordaba. Si esto era cierto, mucha gente
podría necesitar que el viajara a traer herramientas. En el siguiente viaje arriesgó un
poco más del dinero trayendo más herramientas que las que había vendido.

De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y
muchos quisieron evitarse el viaje.

Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que
necesitaban sus clientes. Alquiló un galpón para almacenar las herramientas y algunas
semanas después, con una vidriera, el galpón se transformó en la primer ferretería del
pueblo.

Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le


enviaban sus pedidos. El era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas
preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha. Un día se le ocurrió que
su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por
qué no? Las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los
tornillos... Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se
transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. Un día
decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñaría, además de leer y escribir, las
artes y oficios mas prácticos de la época. En el acto de inauguración de la escuela, el
alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo: Es con gran orgullo y
gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primer hoja del
libro de actas de la nueva escuela.
El honor sería para mí - dijo el hombre -. Creo que nada me gustaría más que firmar allí,
pero yo no se leer ni escribir. Yo soy analfabeto. ¿Usted? - dijo el Alcalde, que no
alcanzaba a creerlo -¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir?
Estoy asombrado. Me pregunto, ¿que hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y
escribir?

Yo se lo puedo contestar - respondió el hombre con calma -. Si yo hubiera sabido leer y


escribir... ¡sería portero del botiquín!.

Generalmente los cambios son vistos como adversidades. Las adversidades muchas
veces encierran bendiciones. Aún en las crisis más profundas podemos encontrar nuevas
oportunidades.

A Mi Padre

De niño tan seguro me sentía de tu mano, que el tan solo perderme por segundos, me
hacía sentir como un velero en tormenta.

Más el tiempo fue pasando y mi cuerpo fue creciendo, terminé siendo un adolescente el
cual odiaba el tener que agarrarte de la mano, por miedo de lo que otras personas
pensaran o que me llamaran niño, más mi intelecto mucho lo sabía, un gran sabio me
creía, que tus consejos menospreciaba pensando que tu nada sabías.

Pasé la etapa de adolescente a adulto, mis ocupaciones y mi trabajo, de tu lado me


despegaron, tiempo alguno no tuve para disfrutar de tu compañía, como aquellos viejos
días que entre cuentos y pescados veíamos transcurrir el día.

Ahora soy padre y mucho comprendo lo que tu sentías, el tratar de ser mi amigo eso es
lo que tu pedías, en mi ignorancia e inexperiencia pude haber aprovechado mucho más
de tu sabiduría y estoy cien por ciento seguro que en estos aprietos que estoy ahora, no
lo estaría, y a la vida le sonreiría.

Gracias por tus enseñanzas, padre, que trataré de pasárselas a mis hijos algún día.

Sólo deseo que tus consejos y tu compañía, padre, sean como la luz de ese faro, hasta el
fin de mis días...

Abandono

Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo de algún lugar de Oriente, vivía un señor
con cuatro hijos, el menor de los cuales tenía 30 años. Sus hermanos 35, 37 y 40...

El padre tenía algo más de sesenta, pero como en esa época el promedio de vida
rondaba los cuarenta años, era prácticamente un anciano y, por lo tanto, tenía todos los
problemas propios de la senectud....
Su cabeza, su cuerpo, sus esfínteres, su capacidad de valerse por sí mismo, nada de esto
funcionaba bien en el viejo....

Un día, el hijo más joven se casó y se fue de la casa. Se generó entonces un gran
problema: el padre se quedaría solo. La madre había muerto a raíz del último parto y los
otros hermanos ya estaban casados. En consecuencia, no había nadie que pudiera
hacerse cargo de este viejo, con el agravante de que no eran épocas en las que hubiera
geriátricos ni dinero para pagarle a alguien para que se ocupara de su cuidado....

Los hijos empezaron a sentir que, pese al amor que le tenían, el padre era una
complicación. No era posible que ninguno de ellos se llevara al padre a vivir a su casa
para hacerse cargo de él. Los hijos tenían verdaderamente un serio problema....

Se reúnen para conversar acerca de cuál será el futuro del padre. En un momento dado,
se les ocurre que se podían turnar. Pero pronto advierten que esa solución no va a ser
suficiente y, además, significa un gran costo para sus vidas. Y entonces, casi sin darse
cuenta, empiezan a pensar que lo mejor que les podría pasar sería que el padre se
muriera.

Pese al dolor que significaba para ellos ese reconocimiento, pronto advirtieron que no
podían esperar sólo que esto sucediera, porque el padre podría vivir muchos años más
en aquella situación. Y entonces, misteriosamente, a uno se le ocurrió que, quizás sólo
deberían esperar a que el invierno terminara con él. Y así fue como imaginaron que si
entraban al bosque con su padre, y el padre se perdía, el frío y los lobos harían el resto...

Lloraron por esto, pero asumieron que tenían que hacer algo por el resto de sus vidas. Y
decidieron turnarse para cuidar al padre, pero sólo hasta la llegada del invierno.

Después de la primera nevada, los cuatro hermanos se reunieron y le dijeron al padre:-


Ven papá, vístete que vamos a salir. -¿Salir? ¿Con la nieve? -preguntó el padre sin
comprender. Pero los hijos respondieron: -¡Sí, vamos!.

El padre sabía que su cabeza no estaba funcionando bien, así que decidió acatar con
sumisión lo que sus hijos le decían. Lo vistieron, lo abrigaron mucho y se fueron los
cinco rumbo al bosque.

Una vez allí, buscaron un lugar para abandonarlo y desaparecer rápidamente. Cuando
llegaron a un claro, de pronto, el padre dijo: - Es aquí. ¿Qué? - preguntaron asombrados
los hijos. - Es aquí- repitió el anciano.

Supuestamente el anciano no tenía lucidez suficiente para darse cuenta de lo que estaba
ocurriendo. Ellos, además, se habían cuidado muy bien de no decirlo. -¿A qué se
referiría el padre?. - Aquí, aquí, éste es el lugar, insistió. - ¿Qué lugar papá, qué lugar?

-Este es el lugar donde, hace veinticinco años, abandoné a mi papá....

¡Abrázame!
¡No me ahorques! ¡abrázame! Lee Shapiro es un juez jubilado. Realmente es también
de las personas más cariñosas que conozco. En un momento de su carrera se dio cuenta
que el amor es el poder más grande que existe. Como resultado se convirtió en un
abrazador. Comenzó ofreciendo a todos un abrazo. Sus colegas lo apodaron "el juez
abrazador" (creemos que
en oposición al "juez ahorcador"). La calcomanía de su auto dice: "¡No me ahorques!
¡abrázame!" Hace más de seis años Lee creó lo que llama su kit abrazador. En la parte
de afuera se lee: "Un corazón por un abrazo". El interior contiene treinta corazoncitos
rojos bordados, con cinta pegante en la parte posterior. Lee saca su kit de corazones para
abrazar, se dirige a todas las personas y les ofrece un corazoncito a cambio de un
abrazo. Lee llego a ser bien conocido por esto, y a menudo se le invita a conferencias y
convenciones en las que comparte sus mensajes de amor incondicional. Los diarios
locales lo criticaron en San Francisco. -Es fácil dar abrazos en la conferencia, a personas
que seleccionaron para estar aquí. Pero no dará resultado en el mundo real- le dijeron.

Desafiaron a Lee para que saliera a dar abrazos en las calles de San Francisco. Salió
entonces a la calle seguido por un equipo de televisión de la estación local de noticias y
se aproximó a una mujer que pasaba por allí. -Hola, soy Lee Shapiro, el juez abrazador.
Estoy cambiando estos corazoncitos por un abrazo-le dijo. -Seguro-, Replicó ella.
-Demasiado fácil- dijo el comentarista local. Lee miro alrededor. Vio una controladora
de parquímetros que tenía dificultades con el propietario de un BMW, al que estaba
multando. Se dirigió hacia ella seguido por las cámaras. -Me parece que le hace falta un
abrazo. Yo soy el juez abrazador, y le ofrezco uno-le dijo. Ella aceptó. El comentarista
de la televisión lanzó un desafió final: -Mira, ahí viene un bus. Los conductores de
buses en San Francisco son las personas mas rudas, toscas y malas de la ciudad.

Veamos si consigues que éste te dé un abrazo. Lee aceptó el reto. -Hola, soy Lee
Shapiro, el juez abrazador- dijo el chofer cuando el autobús llego a la parada-. Este
trabajo suyo tiene fama de ser el mas difícil de todo el mundo. Estoy dando abrazos a
las personas hoy dia, para aliviarles un poco la carga... quiere uno? El conductor del
bus, de 1.85 metros y 105 kilos, se levantó de su asiento, bajó a la calle y le dijo: ¿Por
qué no? Lee le dio un gran abrazo, le entregó un corazón y se despidió con la mano
cuando el bus se alejaba. El equipo que filmaba para la televisión estaba sin habla.
-Tengo que admitir que estoy muy impresionado dijo finalmente el comentarista.

Un día, Nancy Jonson, amiga de Lee se presentó en la puerta de su casa, utilizando su


tradicional disfraz de payaso con maquillaje y todo, y le dijo: - Lee agarra algunos de
tus kyats del abrazador y vámonos al hogar de los minusválidos. Cuando arribaron al
lugar comenzaron a repartir sombreros hechos con globos y brazos a los pacientes. Lee
se sentía incómodo, Nunca había abrazado a personas con enfermedades terminales,
retardados mentales o cuadripléjicos. Era definitivamente ponerse a prueba. Sin
embargo, después de un momento se hizo fácil que un grupo de enfermeras, doctores y
camilleros siguieran a Nancy y Lee de sala en sala. Varias horas más tarde entraron a la
última sala. Estos fueron los peores treinta y cuatro casos que Lee había visto en toda su
vida. La tristeza fue tan grande que se descorazonó. Pero resuelto a a cumplir su
compromiso de compartir su corazón y de hacer algo que valga la pena, Nancy y Lee
comenzaron su tarea por toda la habitación seguidos del personal médico, quienes
tenían ya sus corazoncitos en la solapa, y los sombreros inflados en la cabeza.
Finalmente, Lee fue hasta donde estaba Leonard, la última persona. Éste usaba una gran
pechera blanca sobre la que babeaba. Lee miró a Leonard babeando sobre su pechera y
dijo a Nancy: -Vámonos, no hay modo de que podamos lograr hacer nada con él.
-Vamos Lee, le replicó Nancy-, Él es también un ser humano, que no?

Entonces ella colocó un cómico sombrero inflado sobre al cabeza de él. Lee tomó uno
de sus corazoncitos rojos y lo colocó en la pechera de Leonard, respiró profundamente,
se inclinó y le dio un abrazo.

¡Ehhhh, Eehh!! Comenzó a chillar Leonard de repente. Algunos de los otros pacientes
empezaron a aplaudir y a sonar todo lo que podían. Lee se asustó y volteó al personal
médico en busca de una explicación, sólo para descubrir que cada médico, enfermera y
camillero estaba llorando. ¿Qué pasa? preguntó a la jefa de enfermeras. Lee no olvidará
lo que ella dijo:
-Ésta es la primera vez en 23 años que hemos visto sonreír a Leonard. ¡Qué sencillo es
hacer algo que valga la pena en la vida de los otros!

Acuérdate...

Cuando el cielo esté gris, acuérdate cuando lo viste profundamente azul.

Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.

Cuando sufras una derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros.

Cuando necesites amor, revive tus experiencias de afecto y ternura.

Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.

Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes que has
disfrutado y las risas que de ti han emanado.

Si esto has tenido lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a
ganar.

Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; desecha los recuerdos tristes y
dolorosos, no te lastimes más.

Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.

Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas
otra vez.

Visualiza aquel atardecer que te emocionó.

Revive esa caricia espontánea que se te dio.

Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.

Allá en tu mente están guardadas todas las imágenes


Y solo tú decides cuáles has de volver a mirar...

Ángeles del Callejón

Diana, una joven estudiante de la universidad, estaba en casa por el verano. Fue a visitar
algunos amigos en la noche y por quedarse platicando se le hizo muy tarde, mas de lo
que había planeado y tuvo que caminar sola a su casa. No tenia miedo porque vivía en
una cuidad pequeña y estaba a solo unas cuantas cuadras del lugar. Mientras caminaba a
su casa, oro a Dios que la mantuviera salva de cualquier mal o peligro.

Cuando llego al callejón que le servia como atajo para llegar mas pronto a su casa
decidió tomarlo, sin embargo cuando iba a la mitad, noto a un hombre parado al final
del callejón y se veía como que estaba esperando por ella. Diana se puso nerviosa y
empezó a rezar a Dios por protección. Al instante un sentimiento de tranquilidad y
seguridad la envolvió, sintió como si alguien estuviera caminando con ella; llego al final
del callejón y camino justo enfrente del hombre y llego bien a su casa.

Al siguiente día, leyó en el periódico que una joven había sido violada en aquel mismo
callejón unos 20 minutos después de que ella pasara por allí. Sintiéndose muy mal por
esa tragedia y pensando que pudo haberle pasado a ella, comenzó a llorar dando Gracias
a Dios por haberla cuidado y le rogó que ayudara a la otra joven, que la acogiera en su
reino.

Decidió ir a la estación de policía, pensó que podría reconocer al hombre y les dijo su
historia.

El policía le pregunto si estaría dispuesta a identificar al hombre que vio la noche


anterior en el callejón, ella accedió y sin dudar reconoció al hombre en cuestión.
Cuando el hombre supo que había sido identificado, se rindió y confeso.

El policía agradeció a Diana por su valentía y le pregunto si había algo que pudieran
hacer por ella, y ella le pidió que le preguntaran al hombre porque no la ataco a ella
cuando paso por el mismo callejón. Cuando el policía le pregunto al hombre el contesto:
"Porque ella no estaba sola, había dos hombres altos caminando uno a cada lado de ella

Antes que Ellos Crezcan

Hay un período en que los padres quedan huérfanos de sus hijos.

Es que, los niños crecen independientes de nosotros, como árboles murmurantes y


pájaros imprudentes.

Crecen sin pedir permiso a la vida.

Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia.


Pero no crecen todos los días, de igual manera, crecen de repente.
Un día se sientan cerca te ti en la terraza y te dicen una frase con tal naturalidad que
sientes que no puedes más ponerle pañales a aquella "criatura".
¿Dónde fue que anduvo creciendo aquella insignificancia que no lo percibiste?
¿Dónde quedaron la placita de jugar en la arena, las fiestecitas de cumpleaños con
payasos, los juguetes preferidos?...
El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.

Ahora estás allí, en la puerta de la discoteca, esperando que él/ella no sólo crezca, sino
aparezca.
Allí están muchos padres al volante, esperando que salgan zumbando sobre patines y
cabellos largos y sueltos.
Allá están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas, con uniforme
de su generación, e incómodas mochilas de moda en los hombros.
Allí estamos, con los cabellos casi blanquecinos. Esos son los hijos que conseguimos
generar y amar a pesar de los golpes de los vientos, de las cosechas, de las noticias y de
la dictadura de las horas.
Ellos crecieron medio amaestrados, observando nuestros errores y aciertos.
Principalmente con los errores que esperamos que no repitan.

Hay un período en que los padres vamos quedando un poco huérfanos de los propios
hijos... ya no los buscaremos más en las puertas de las discotecas y en las fiestas.
Pasó el tiempo del piano, el ballet, el inglés, la natación y el karate...
Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.
Deberíamos haber ido más junto a su cama al anochecer, para oír su alma respirando
conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes
cubrecamas de aquellas piezas llenas de calcomanías, posters, agendas coloridas y
discos ensordecedores. No los llevamos suficientemente al cine, a los juegos, no les
dimos suficientes hamburguesas y bebidas, no les compramos todos los helados y ropas
que nos hubiera gustado comprarles.
Ellos crecieron, sin que agotásemos con ellos todo nuestro afecto..

Al principio fueron al campo o fueron a la playa entre discusiones, galletitas,


congestionamiento, Navidades, pascuas, piscinas y amigos.
Sí, había peleas dentro del auto, la pelea por la ventana , los pedidos de chicles y
reclamos sin fin.
Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un
sufrimiento, pues era imposible dejar el grupo de amigos y primeros enamorados.

Los padres quedaban exiliados de los hijos.


"Tenían la soledad que siempre desearon", pero de repente, morían de nostalgia de
aquellas pestes".
Llega el momento en que sólo nos resta quedar mirando desde lejos, torciendo y
rezando mucho (en ese tiempo, si nos habíamos olvidado, recordamos cómo rezar) para
que escojan bien en la búsqueda de la felicidad, y que la conquisten del modo más
completo posible. El secreto es esperar...
En cualquier momento nos pueden dar nietos.
El nieto es la hora del cariño ocioso y picardía no ejercida en los propios hijos, y que no
puede morir con nosotros.
Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.
Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto.
...Así es. Aprendemos a ser hijos después que somos padres, sólo aprendemos a ser
padres después que somos abuelos... en fin...sólo aprendemos a vivir después que ya no
tenemos más vida.

Los hijos crecen demasiado rápido o ¿nosotros vamos demasiado rápido por la vida...?

Nos pasa que un día los contemplamos y nos asombramos de la estatura de nuestros
hijos...o los escuchamos hablar sin parar...y allí el recuerdo nos emociona...
Recordamos el primer día que los cobijamos en nuestros brazos, los primeros pasos, la
primera palabra que dijeron así de improviso, la carita de sorpresa cuando se abrió la
puerta del colegio el primer día de clase...Tratamos de darles lo mejor, pero tal vez no
nos dimos cuenta que ellos necesitaban algo más...

Entonces nos damos cuenta que lo que dimos no fue suficiente y los vemos partir llenos
de emoción... No esperemos ese momento, el momento es ahora...el mimo, la caricia, el
abrazo, el beso, el dialogo...nos necesitan, a pesar de que en algunos momentos creemos
que no porque hay una etapa en que nos ven como seres anticuados o desactualizados:

Somos importantes para ellos, la calidad de lo que les damos es lo importante... nuestro
tiempo, nuestra protección, nuestra compañía, nuestro consejo...

Nuestro amor. Por eso es necesario hacer algunas cosas adicionales...

Antes que ellos crezcan...

Aunque... Gracias a Dios

"Aunque me tapo los oídos con la almohada y gruño de rabia cuando suena el
despertador... gracias a Dios que puedo oír. Hay muchos que son sordos.

"Aunque cierro los ojos cuando, al despertar, el sol se mete en mi habitación... gracias a
Dios que puedo ver. Hay muchos ciegos.

"Aunque me pesa levantarme y pararme de la cama... gracias a Dios que tengo fuerzas
para hacerlo. Hay muchos postrados que no pueden.

"Aunque peleo cuando no encuentro mis cosas en su lugar porque los niños hicieron un
desorden... gracias a Dios que tengo familia. Hay muchos solitarios.

"Aunque la comida no era de la que me gustaba mas... gracias a Dios que tengo
alimentos. Hay muchos con hambre.

"Aunque mi trabajo es difícil a veces... gracias a Dios que tengo ocupación.


Hay muchos desempleados.
"Aunque no estoy conforme con la vida, peleo conmigo mismo y tengo muchos motivos
para quejarme... gracias a Dios por la vida y por su paciencia al amarme a pesar de ser
tan malagradecido".

Demos gracias a Dios por todo lo que hagamos, pensemos, veamos, escuchemos.

Amar a la Vida

Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo
recibió un soldado llamado Ralph.

Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres


ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos
pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona.
Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.

"¿Dónde aprendió a comportarse así?", le preguntó el profesor. "En la guerra", contestó


Ralph. Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar
campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras
otro, encontraban una muerte prematura.

"Me acostumbré a vivir paso a paso" -explicó. "Nunca sabía si el siguiente iba a ser el
último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría
entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una
vida".

Nadie puede saber lo que habrá de suceder mañana. Qué triste sería el mundo si lo
supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida sería como una película
que ya vimos. Ninguna sorpresa, ninguna emoción. Pienso que lo que se requiere es ver
la vida como lo que es: una gran aventura. Al final, no importará quién ha acumulado
más riqueza ni quién ha llegado más lejos. Lo único que importará es quién lo disfrutó
más. Eso es, creo yo, lo que se pondrá en la balanza a la hora de hacer el recuento final.

Amigos

Hace tiempo al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada
telefónica de un muy buen amigo mío. Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que
me preguntó fue: ¿cómo estas? Y sin saber porqué le contesté: "solísimo".

¿Quieres que platiquemos? Le respondí que sí y me dijo: ¿quieres que vaya a tu casa? Y
respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a
mi puerta.

Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia,


de mis deudas, y él atento siempre ,me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente
cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me
escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto y
cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: bueno, pues me retiro tengo
que ir a trabajar.

Yo me sorprendí y le dije: pero porque no me habías dicho que tenias que ir a trabajar,
mira la hora que es, no dormiste nada, te quite tu tiempo toda la noche. El sonrió y me
dijo: no hay problema para eso estamos los amigos. Yo me sentía cada vez más feliz y
orgulloso de tener un amigo así.

Lo acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité


desde lejos: oye amigo, y a todo esto, ¿porqué llamaste anoche tan tarde?. El regresó y
me dijo en voz baja… es que te quería dar una noticia...y le pregunté: ¿qué pasó? Y me
dijo...fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se
puede operar, y solo me queda esperar... yo me quedé mudo...él me sonrió y me dijo:
que tengas un buen día amigo... se dio la vuelta y se fue...

Paso un buen rato para cuando asimile la situación y me pregunté una y otra vez, porque
cuando él me preguntó ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mi. Cómo tuvo la
fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en
esa situación?...esto es increíble.. desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser mas
crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora
aprovecho mas el tiempo con la gente que quiero.. por ejemplo él... todavía vive y
procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y platicamos, sigo disfrutando de sus
chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo...

"No hay amor más grande que dar la vida por los amigos". Cristo

Amor de Madre

Un artículo en National Geographic varios años atrás mostraban una foto impactante de
el verdadero amor materno.

Después de un incendio forestal en el Parque Nacional de Yellowstone, los


guardabosques iniciaron una larga jornada montaña arriba para valorar los daños del
incendio.

Un guardabosque encontró un pájaro literalmente petrificado en cenizas, posado cual


estatua en la base de un árbol. Un poco asombrado por el espeluznante espectáculo, dio
unos golpecitos al pajarillo con una vara. Cuando lo hizo tres diminutos polluelos se
escabulleron bajo las alas de su madre ya muerta.

La amorosa madre, en su afán de impedir el desastre, había llevado a sus hijos a la base
del árbol y los había acurrucado bajo sus alas, instintivamente conociendo que el humo
tóxico ascendería.

Ella podía haber volado para encontrar su seguridad, pero se había negado a abandonar
a sus bebes. Cuando las llamas llegaron y quemaron su pequeño cuerpo ella permaneció
firme. Porque había decidido morir para que aquellos que estaban bajo sus alas pudiesen
vivir.

Amor Verdadero

Moses Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba de ser guapo.
Además de una estatura algo baja, tenia una grotesca joroba. Un día visito a un
mercader de Hamburgo que tenia una hermosa hija llamada Frumtje. Moses se enamoro
perdidamente de ella, pero ella le repelía su apariencia deforme. Cuando llego el
momento de despedirse, Moses hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta
donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la ultima oportunidad de
hablar con ella. Era tan hermosa, pero a Moses le entristecía profundamente su negativa
a mirarlo. Después de varios intentos de conversar con ella, le pregunto tímidamente: -
¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?, - Si- respondió ella, todavía mirando
al suelo - Y tú ?...
- si, lo creo - contestó -. Verás. En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia
con que niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces
el Señor añadió: "Pero tu esposa será jorobada". Justo en ese momento exclamé: "Oh,
Señor, una mujer jorobada seria una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea
hermosa".. Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moses y un
hondo recuerdo la conmovió. Alargo su mano y se la dio a Moses, tiempo después, ella
se convirtió en su esposa.

Es necesario, reflexionar un poco en todo esto. Muchas veces, los prejuicios que
tenemos al estar o convivir con personas distintas a nosotros, nos impiden entender y
vivir el amor. Hoy, haz la diferencia y verás.

¡Que tengas un excelente día!

Ayúdame Señor, te lo Suplico

A entender a mis hijos, a escuchar pacientemente Y contestar sus preguntas sin


alterarme; no permitas que los interrumpa y menos que los contradiga sin razón.
Concédeme la gracia de ser siempre cortés para con ellos, como yo quiero que sean
conmigo.
Dame el valor suficiente para confesarles mis faltas Y pedir perdón cuando les haya
hecho algún daño.
No permitas que hiera nunca con mis actos sus sentimientos o que me ría de sus errores
Y los castigue injustamente, avergonzándolos o poniéndolos en ridículo y, sobre todo, te
pido Señor que nunca descargue en ellos mi ira, tan solo para satisfacer mi egoísmo;
jamás permitas que los induzca a mentir o a robar.
Hazme cada día más humilde y que deje de sermonearles por cosas insignificantes.
Cuando salga de mis casillas, ayúdame Señor a contener mi lenguaje, pon siempre en
mis labios La palabra justa para cuando merezcan elogios.
Ayúdame a tratarlos de acuerdo a su edad, no permitas
Que les robe la oportunidad de cuidarse ellos mismos Y que piensen y lleven a cabo sus
propias decisiones.
Permíteme que pueda concederles todas las satisfacciones.
Que sean razonables, pero dame el valor suficiente para negarles cualquier privilegio
que pueda perjudicarles.
Permíteme que sea tan equitativo, tan justo y amigable para con ellos, que sientan
auténticamente estimación por mí. Concédeme Señor Todopoderoso, que sea siempre
digno de que mis hijos me amen y me imiten en lo bueno.

Caleidoscopio

Existía un hombre que a causa de una guerra en la que había peleado de joven, había
perdido la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló
una gran habilidad y destreza con sus manos, lo que le permitió destacarse como un
estupendo artesano; sin embargo, su trabajo no le permitía más que asegurarse el
mínimo sustento.

Cierta Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había
conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre con los que fantaseaba
reinos y aventuras. Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle, con sus propias manos
un hermoso calidoscopio como alguno que él supo poseer en su niñez. Por las noches
fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de partes, pedazos de
espejos, vidrios, metales, ...

Al cabo de la cena de Noche Buena pudo, finalmente imaginar a partir de la voz del
pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo. El niño no cabía en sí de la
dicha y la emoción que aquella increíble Navidad le había traído de las manos rugosas
de su padre ciego.
Durante los días y las noches siguientes el niño fue a todo sitio portando el preciado
regalo, y con él regresó a sus clases en la escuela del pueblo. En el receso entre clase y
clase, el niño exhibió y compartió lleno de orgullo su juguete con sus compañeros que
se mostraban fascinados con aquella maravilla.
Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del
artesano y le preguntó con mucha intriga: "Oye, que maravilloso calidoscopio te han
regalado...¿dónde te lo compraron?, no he visto jamás nada igual en el pueblo..."

Y el niño, orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante desde su pequeño


corazón, le contestó: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá"

A lo que el otro pequeño replicó con cierto tono incrédulo: "¿Tu padre?...imposible...¡si
tu padre está ciego!"

Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y al cabo de una pausa de


segundos, sonrió como solo un portador de verdades absolutas puede hacerlo, y le
contestó: "Sí ... mi papá esta ciego ... pero de los ojos...SOLAMENTE DE LOS
OJOS..."

El amor solo se puede ver con el corazón ..."Lo esencial es invisible a los ojos"
El Niño y el Helado

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un
establecimiento y se sentó a una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él.

"¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?", preguntó el niño.

"Cincuenta centavos", respondió la mesera.

El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. "¿Cuánto cuesta


un helado solo?", volvió a preguntar. Algunas personas estaban esperando por una mesa
y la mesera ya estaba un poco impaciente.

"Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas.
"Quiero el helado solo", dijo el niño. La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la
mesa y se fue. El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera
volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio.

Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos ... su
propina.

Jamás juzgues a alguien antes de tiempo

Da Todo a Quien Amas

Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford,


conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad.

Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su


hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y
había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a


dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran
suspiro y decir: "Si, lo haré, si eso salva a Liz."

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su


hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo
retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su
sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿A qué hora
empezaré a morirme?".

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría TODA su
sangre a su hermana, y entonces moriría. Y aún así se la daba...
¿Eres tú capaz de DAR TODO a quien amas?

Depende de la Forma

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó
llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.

- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida
de un pariente de vuestra majestad.

- ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme


semejante cosa? ¡Fuera de aquí!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.
Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que


sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien
monedas de oro.

Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el
primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien
monedas de oro.

- Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que todo depende de la forma
en el decir las cosas... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a
comunicarse.

- De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la


guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas
la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes
problemas.

- La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro
de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos
con ternura ciertamente será aceptada con agrado.

El Amor no Espera
Había una vez un viejito que estaba enfermo y cansado. El tenía cuatro hijos, y de
ninguno de ellos recibía la menor atención.

Vivía en una abundante pobreza. A duras penas lograba sobrevivir. En su pequeñísima


granja deambulaban unas cuantas gallinas flacas, que existían casi de milagro, y por lo
menos, no dejaban de poner un par de huevos diariamente. El resto de la dieta que el
viejito consumía, eran unas cuantas frutas silvestres que cada día le costaba mucho
esfuerzo recolectar.

Un día, buscando entre sus escasas pertenencias, encontró dos monedas de plata y se le
ocurrió una genial idea. En el pueblo las intercambió con un mercader de artículos
antiguos quien le dio un viejo baúl.

Como pudo, se las arregló y lo trasladó a su casa. Una vez en ella, lo dejó a la vista en el
centro de su humilde choza. Por casualidad uno de sus hijos lo visitó e intrigado le
preguntó: "¿Qué guardas ahí?" -"Un secreto", le contestó, "que solamente conocerán tú
y tus hermanos el día en que me muera, pues ahí está toda mi herencia". Al día siguiente
lo enterró debajo de su lecho.

Cual fue su sorpresa que a partir de entonces, un hijo al menos lo visitaba durante el día.
Le llevaban leche y miel, y entre los cuatros hijos le mantenían su choza bastante
limpia.

Un día al viejo se le detuvo el tiempo muriendo en su granja. De inmediato los hijos se


dieron cita, no tanto para velarlo, por supuesto, sino para ver a cuanto ascendía su
herencia.

Y cual fue su sorpresa que una vez desenterrado y abierto el cofre, lo único que
encontraron fue un trozo de papel que decía de su puño y letra, un poco torcida y
temblorosa: "Hijos míos: el auténtico amor no espera, se entrega generosamente sin
esperar recompensa. Mi única herencia es que aprendan a amar; hubiera deseado
dejarles más, pero mi único legado es darles las gracias por lo que me dieron en vida."

Los cuatro hermanos al fin comprendieron que un buen padre puede dar la vida por sus
hijos, pero algunos no entregan nada en vida a sus padres. En profunda reflexión y con
lágrimas en los ojos, le dieron finalmente una digna sepultura, y uno de ellos, cuando
arrojó el último puñado de tierra, le despidió diciendo: "TE PROMETO AMAR SIN
ESPERAR, AMEN".

Respuesta a una Oración

Luisa Ríos, una mujer pobremente vestida y con una expresión de derrota en el rostro,
entró en una tienda de abarrotes. Se acercó al dueño de la tienda y de una forma muy
humilde le preguntó si podía fiarle algunas cosas. Hablando suavemente, le explicó que
su esposo estaba muy enfermo y no podía trabajar, que tenían siete hijos y que
necesitaban comida. Juan Longoria, el abarrotero, se mofó de ella y le pidió que saliera
de la tienda. Recordando las necesidades de su familia, la mujer le dijo: "Por favor
señor, le traeré el dinero tan pronto como pueda" Juan le dijo que no podía darle crédito,
ya que no tenía cuenta en la tienda. Junto al mostrador había un cliente que estaba
escuchando la conversación. El cliente se acercó al mostrador y le dijo al abarrotero que
él respondería por lo que necesitara la mujer para su familia. El abarrotero, no muy
contento con lo que pasaba, le preguntó de mala gana a la señora si traía una lista. Luisa
respondió: "Sí, señor" "Está bien", le dijo el tendero, "ponga su lista en la balanza y lo
que pese la lista, eso le daré en mercancía". Luisa pensó un momento con la cabeza
baja, sacó una hoja de papel de su bolso y escribió algo en ella. Después puso la hoja de
papel cuidadosamente sobre la balanza, todo esto con la cabeza baja. Los ojos del
tendero se abrieron de asombro, al igual que los del cliente, cuando el plato de la
balanza bajó hasta el mostrador y se mantuvo abajo. El tendero, mirando fijamente la
balanza, se volvió hacia el cliente y le dijo: "¡No puedo creerlo!" El cliente sonrió
mientras el abarrotero empezó a poner la mercancía en el otro plato de la balanza. La
balanza no se movía, así que siguió llenando el plato hasta que ya no cupo más. El
tendero vio lo que había puesto, completamente disgustado. Finalmente, quitó la hoja de
papel del plato y la vio con mayor asombro. No era una lista de mercancía, era una
oración que decía: "Señor mío, tú sabes mis necesidades y las pongo en tus manos". El
tendero le dio las cosas que se habían juntado y se quedó de pie, frente a la balanza,
atónito y en silencio. Luisa le dio las gracias y salió de la tienda. El cliente le dio a Juan
un billete de 50 dólares y le dijo: Realmente valió cada centavo. Fue un tiempo después
que Juan descubrió que la balanza estaba rota. En consecuencia, solo Dios sabe cuánto
pesa una oración.

Entrevista con Dios

Con mi título de periodista recién obtenido, decidí realizar una gran


nota...
-"Pasa" me dijo Dios, -"¿Así que quieres entrevistarme?"
-"Bueno" le Contesté, "si tiene tiempo..." Se sonrió y dijo:
"Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo; ¿Qué preguntas quieres hacerme?"
-"Ninguna nueva ni difícil para usted".
"¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres?"
Y dijo:
- Que se aburren de ser niños, apurados por crecer, y luego suspiran por regresar a ser
niños.
Que primero pierden la salud para tener dinero y enseguida pierden el dinero para
recuperar la salud.
Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que ni viven
el presente ni el futuro.
Que viven como si fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido, y pensar
que yo..."
Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada deja de hablar. Sus manos toman
fuertemente las mías y seguimos en silencio. Después de un largo tiempo y para contar
el clima, le dije:
-"¿Me deja hacerle otra pregunta?" No me respondió con palabras sino sólo con su
tierna
mirada.
"Como padre, ¿qué es lo que pedirías a tus hijos para este nuevo año?"
"Que aprendan, que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que sí pueden es dejarse
amar.
Que aprendan, que toma años construir la confianza, y sólo segundos para destruirla.
Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en
sus vidas.
Que aprendan, que no es bueno compararse con los demás. Pues siempre habrá alguien
mejor o peor que ellos.
Que aprendan, que "rico" no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Que
aprendan, que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes los controlarán.
Que aprendan, que bastan unos pocos segundos para producir heridas profundas en las
personas que amamos, y que pueden tardar muchos años en ser sanadas.
Que aprendan, que a perdonar se aprende practicando.
Que aprendan, que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no sabe
cómo demostrarlo.
Que aprendan, que el dinero lo compra todo, menos la felicidad.
Que aprendan, que a veces cuando están molestos tienen derecho a estarlo, pero eso no
les da derecho a molestar a los que los rodean.
Que aprendan que los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de
aterrizaje para lograrlos.
Que aprendan que amigos de verdad son escasos y, quien ha encontrado uno, ha
encontrado un verdadero tesoro.
Que aprendan, que no siempre es suficiente ser perdonado por otros, algunas veces
deben perdonarse a sí mismos.
Que aprendan que son dueño de lo que callan y esclavos de lo que dicen.
Que aprendan, que de lo que siembran cosechan, si siembran chismes cosecharán
intrigas, si siembran amor cosecharán felicidad.
Que aprendan, que la verdadera felicidad no es lograr sus metas sino ser feliz con lo que
tienen.
Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de sus decisiones.
Ellos deciden ser feliz con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por lo que les
falta y carecen.
Que aprendan, que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente
diferente.
Que aprendan, que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo
mismos llegan lejos en la vida.
Que aprendan, que a pesar de que piensen que no tienen nada más que dar, cuando un
amigo llora con ellos encuentren la fortaleza para vencer sus dolores.
Que aprendan que retener a la fuerza a las personas que aman, las aleja más rápidamente
de ellos y el dejarlas ir las deja para siempre al lado de ellos.
Que aprendan, que a pesar de que la palabra `amor" pueda tener muchos significados
distintos, pierde valor cuando es usada en exceso.
Que aprendan, que amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige
todo, al amar lo entrega todo.
Que aprendan, que nunca harán nada tan grande para que Dios los ame más, ni nada tan
malo para que los ame menos. Simplemente los amo, a pesar de sus conductas.
Que aprendan, que la distancia más lejos que pueden estar de Mí es la distancia de una
simple oración..."
Y así en un encuentro profundo, tomados de las manos, continuamos en silencio.
La Herramienta Favorita

En una tienda de herramientas, dentro de un estuche de cartón y plástico, colgado en


una mampara se encontraba un destornillador, era el último modelo que se había sacado
al mercado, su mango estaba pintado de vistosos colores que lo hacían ser bastante
llamativo.. cuando caía la noche y toda la gente abandonaba la tienda, las herramientas
se ponían a platicar...

-- Hoy vino un electricista y me estuvo observando por varios minutos, seguro que en
cuanto junte el dinero viene a comprarme -- platicaba emocionada la caja de
herramientas.

Pues hoy se vendieron diez de mis hermanos destornilladores, seguramente no tarda en


que alguien me compre a mí, somos las herramientas más nuevas y bonitas que hay en
toda la tienda -- decía el orgulloso destornillador. Y tenía razón, al día siguiente un
padre de familia, de esos que les gusta hacer un poco de todo y que no contratarían a un
plomero o a un electricista hasta no estar seguros de haber dejado sin remedio aquello
que querían arreglar por sí mismos con tal de ahorrarse unos centavos.. El señor iba en
busca de un nuevo destornillador y nuestro orgulloso amigo resultó ser el afortunado
elegido... camino a su nuevo hogar iba pensando en todos los tornillos que atornillaría o
destornillaría... . Después de todo él había sido fabricado para hacer eso y le
emocionaba cumplir con su destino. Por fin llegó a su nuevo hogar y su dueño lo metió
dentro de la caja de herramientas, el destornillador se puso a observar a sus nuevos
compañeros, todos lucían sucios y grasientos,

-- Todos lucen terribles, definitivamente soy la herramienta más bella que tiene mi amo,
no creo tardar en convertirme en su destornillador favorito--pensaba nuestro amigo, sin
embargo se puso a buscar a su competencia, ¿en dónde estaban los otros
destornilladores?, no podía encontrarlos. Después de algunos minutos de búsqueda la
llave de tuercas le informó que no había más destornilladores, el único que había se
rompió y por eso el dueño tuvo que comprar otro.

Las palabras de la llave de tuercas tranquilizaron al destornillador, él sería el favorito y


no tendría competencia.. Al poco tiempo comenzó su trabajo, un día a quitar los
tornillos de un contacto eléctrico, al otro a desarmar la plancha y así fue pasando la vida
del destornillador, hubo un día en que el amo estaba pintando unas ventanas y quiso
revolver la pintura, la única herramienta que se encontraba cerca de él era el
destornillador así que lo tomo, lo metió a la lata de pintura y comenzó a revolver. El
destornillador estaba confundido, el no estaba hecho para eso, él era un
DESTORNILLADOR no un revolvedor, al sacarlo de la lata estaba todo manchado de
pintura y eso no le gustaba mucho a un destornillador tan orgulloso de su apariencia.

Espero que no tarde mucho antes de que mi amo me lave, no quiero lucir así por el resto
de mi vida-- sin embargo ese día nunca llegó y tuvo que vivir manchado por siempre.
En otra ocasión, el dueño estaba clavando unas maderas, cuando sólo le faltaba colocar
un clavo se dio cuenta que el martillo se encontraba algo lejos, así que tomó el
destornillador y utilizó su mango como martillo. El destornillador sintió dolor, los
golpes le dejaron algunas marcas y su apariencia se había deteriorado aun más y así
fueron pasando los días, en ocasiones servía como espátula, otras como martillo o como
palanca, en una ocasión hasta sirvió de asta de bandera para que el hijo de su amo jugara
a los soldaditos, un día se dio cuenta que los colores que tanto orgullo le causaban ya no
podrían distinguirse entre tantos rasguños, abolladuras y manchas, pero era el único así
que no tenía de que preocuparse... Casualmente ese mismo día su dueño llegó con un
destornillador nuevo, un nuevo modelo con colores aun más vistosos que los que él
había tenido cuando era nuevo.. nuestro amigo se preocupó, -- Ya no me va a utilizar,
ahora él va a ser el destornillador favorito, luce mucho mejor que yo -- nuestro amigo se
llevó una gran sorpresa al día siguiente cuando se dio cuenta que su amo lo seguía
utilizando en sus labores diarias. Nuestro amigo no entendía lo que pasaba, cada día su
apariencia era peor, cada día estaba más maltratado, en cambio su rival lucía totalmente
nuevo, bello y lleno de color, simplemente no podía comprender que era lo que pasaba,
¿porque él tenía tanto trabajo y el otro destornillador no?, pronto se llenó de envidia. --
Todo el trabajo lo hago yo y por eso tengo esta apariencia tan horrible, mi cuerpo esta
cansado, en cambio tu no haces nada y por eso luces así de bello, no es justo!! -- le gritó
desesperado al otro destornillador, en eso se escuchó la voz de su amo platicando con
otra persona. -- Pero aun no tengo dinero ¿con qué quieres que cubra mi deuda?-- --
Puedes darme algo a cambio del dinero, por ejemplo tu caja de herramientas-- El amo
de las herramientas se dirigió a la caja y separó su viejo, manchado y maltratado
destornillador y dijo en voz alta, "este destornillador es lo único que me voy a quedar, es
mi favorito, me ha servido para muchísimas cosas, el resto de las herramientas son
tuyas". El corazón del viejo destornillador se llenó de alegría, pudo comprender que
nunca fue el favorito por su apariencia sino por todo el trabajo que había realizado para
su amo, al recordar todo lo que había hecho desde que salió de la tienda se dio cuenta de
que no solo había servido para poner y quitar tornillos sino que había servido para
muchas otras cosas que jamás imaginó y que gracias a todo eso fue que su amo le tomó
mayor aprecio.

Cuando estés cansado, desvelado o enfermo y veas que eres el que más ha trabajado
para el único dueño que todos nosotros tenemos no te enojes con el que luce limpio,
sano y poco cansado, por el contrario siéntete feliz porque tú eres el favorito, si de
pronto te sucede lo que al desarmador, que recibes golpes, rayones, maltratos o trabajos,
cansancios, preocupaciones, problemas y responsabilidades con los que otros no tienen
que vivir, entonces alégrate de ser la herramienta favorita de Dios porque igual que al
destornillador del cuento, puedes estar seguro que en el día de la verdad vas a ser de los
seleccionados para quedarse por siempre a acompañarlo en su casa.

La clave está en estar siempre dispuesto a trabajar por Dios en lo que Dios te pida sin
importar si fue para eso para lo que te preparaste y sin importar que tanto hayas
trabajado por él, por el contrario, preocúpate si tú o tu vida luce demasiado bien debido
a que nunca te has preocupado por trabajar para El.

Carta de Dios para Ti

Querido (a) hijo (a):

Tú, que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno de
dones y talentos. Cuenta tus dones y talentos. Entusiásmate con ellos. Reconócete.
Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu
vida para bien, si te lo propones y te llenas de entusiasmo. Y sobre todo, si te das cuenta
de la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo.

Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No
te lamentes nunca. No te quejes. No te atormentes. No te deprimas. ¿Cómo puedes
temer, si eres mi milagro?. Estás dotado de poderes desconocidos para todas las
criaturas del universo. Eres único. Nadie es igual a ti. Sólo en ti está aceptar el camino
de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante hasta el fin. Simplemente porque
eres libre.

En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice
perfecto para que aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas con tonterías. Te
di el poder de pensar, te di el poder de amar, te di el poder de determinar, te di el poder
de reír, te di el poder de imaginar, te di el poder de crear, te di el poder de planear, te di
el poder de hablar, te di el poder de rezar...y te situé por encima de los ángeles, cuando
te di el poder de elección. Te di el dominio de elegir tu propio destino usando tu
voluntad. ¿Qué has hecho de estas tremendas fuerzas que te di?. No importa. De hoy en
más, olvida tu pasado, usando sabiamente ese poder de elección.

Elige amar en lugar de odiar, elige reír en lugar de llorar, elige actuar en lugar de
aplazar, elige crecer en lugar de consumirte, elige bendecir en lugar de blasfemar, elige
vivir en lugar de morir.

Y aprende a sentir mi presencia en cada acto de tu vida. Crece cada día un poco más en
el optimismo de la esperanza. Deja atrás los miedos y los sentimientos de derrota. Yo
estoy a tu lado siempre. Llámame, búscame, acuérdate de mi. Vivo en ti desde siempre y
siempre te estoy esperando para amarte. Si has de venir hacia mi algún día...que sea hoy,
en este momento. Cada instante que vivas sin mi, es un instante infinito que pierdes de
paz.
Trata de volverte niño, simple, inocente, generoso, dador, con capacidad de asombro y
capacidad para conmoverte ante la maravilla de sentirte humano, porque puedes conocer
mi amor, puedes sentir una lágrima, puedes comprender el dolor...

No te olvides que eres mi milagro. Que te quiero feliz, con misericordia, con piedad,
para que este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que tú aprendas a
reír. Y si eres mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente,
contagiando esperanza y optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado.

Con todo cariño,


DIOS.

El Elefante

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos
eran los animales.

También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.


Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza
descomunal ... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario,
el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a
una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos
centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que
ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con
facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenia
cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces
a algún maestro, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó
que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: -Sí está amaestrado... ¿Por qué lo encadenan? No
recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del
misterio del elefante y la estaca ... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros
que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio
como para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que
era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.

Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de
soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.

La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día
siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un día, un
terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que NO PUEDE. El tiene
registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sentís poco después de
nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.

Jamás... Jamás ... intentó poner a prueba su fuerza otra vez ... Cada uno de nosotros
somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que
nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos"
simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro
recuerdo: No puedo... No puedo y nunca podré. Crecimos portando ese mensaje que nos
impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de
saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO TU CORAZÓN.

Carta de Satanás
Te vi ayer cuando comenzabas tus tareas diarias. Te levantaste sin siquiera orar a tu
Dios, en todo el día no hiciste nada de oración. De hecho ni recordaste bendecir tus
alimentos. Eres muy desagradecido con tu Dios, y eso me gusta de ti. También me agra
la enorme flojera que demuestras siempre en lo que se refiere a tu crecimiento cristiano.
Rara vez lees la Biblia y cuando lo haces estas cansado. Oras muy poco y muchas veces
recitas palabras que no meditas. Por cualquier pretexto llegas tarde o faltas a tus
reuniones en la iglesia. Y qué decir de tus quejas al cooperar en la evangelización o dar
tus ofrendas. Todo eso es útil para mí. No puedo describirte cómo me alegra que en
todo este tiempo en que estas siguiendo a tu Dios, no hayas cambiado tu manera de
comportarte. Tantos años y sigues como al principio, crees que no tienes nada que
cambiar. Me encantas. Recuerda que tú y yo hemos pasado muchos años juntos y
todavía te detesto. Es mas te odio porque odio a tu Padre. Solamente te estoy usando
para molestarlo. El me echó del Cielo y yo voy a utilizarte mientras pueda para
vengarme de El. Mira ignorante, Dios te ama y tiene grandes planes preparados para ti,
pero tu eres tan tonto que me has cedido tu existencia y yo voy a hacer que vivas un
verdadero infierno en vida. Con tu cooperación voy a mostrar quien realmente es el que
gobierna tu vida. Recuerdo de todos los momentos que hemos pasado juntos... Hemos
disfrutado juntos muchas películas XXX, y ¡qué decir de las veces que hemos ido a los
"espectáculos artísticos mundanos! Recuerdo aquel día de tu debilidad con aquella
personita simpática, que bien nos la pasamos. Pero más me agrada que no te
arrepientes, sino que reconozcas que eres joven y tienes derecho a gozar la vida, no hay
duda: eres de los míos aunque te llames de Dios. Disfruto mucho los chistes colorados
que dices y que escuchas, tú te ríes por lo gracioso de ellos, yo me río de ver a un hijo
de Dios participando en eso. El hecho es que ambos la pasamos bien. La música vulgar
y de doble sentido que escuchas me encanta. ¿Cómo sabes cuáles son los grupos que
me gusta escuchar? También disfruto cuando difamas y te revelas contra tu Dios, me
siento feliz cuando te veo bailando y haciendo ese tipo de movimientos que tanto te
fascinan, ¡cómo lo disfruto! Ciertamente cuando vas y te diviertes sanamente, me
desilusionas, pero no hay problema siempre habrá otra oportunidad. Hay veces que me
haces servicios increíbles cuando das malos ejemplos a los niños o cuando le permites
que se desvíen de su inocencia, por medio de la televisión o cosas por el estilo. Me
encanta cuando los niños están intranquilos y en vez de mandarlos a orar o leer la
Biblia, los mandas a jugar juegos de videos. Son tan perceptivos que fácilmente imitan
lo que ven. Te lo agradezco mucho. Lo que más me agrada es que rara vez tengo que
tentarte, casi siempre caes por tu cuenta. Tú buscas los momentos propicios, tú te
expones a situaciones peligrosas, tú buscas mis ambientes, si tuvieras algo de sesos
cambiarías de ambiente y compañías, recurrías a la Biblia y entregarías realmente tu
vida al que dices llamar "tu Dios" y aun vivir mas el resto de tus años bajo la guía del
Espíritu Santo. No acostumbro enviar este tipo de mensajes, pero eres tan conformista
espiritualmente que no creo que vayas a cambiar. No malentiendas aun te odio y no me
interesas en lo más mínimo. Si te busco es porque me agrada como es tu manera de
comportarte, hace quedar en ridículo al cristianismo.

Tu enemigo que te odia Satanás, o como me quieras llamar. JAJAJAAJAJA...............

Psdta. Si realmente me amas, no muestres esta carta a nadie.

La Cadena de Papel
El pastor, un misionero norteamericano y su esposa, decidieron que la congregación se
responsabilizara, unos con otros de formar una cadena de oración, con el propósito que
Dios nos mostrara cómo desarrollar las actividades en la iglesia y especialmente
conseguir o encontrar un nuevo pastor ya que ellos viajarían definitivamente a USA.
Es lamentable, pero como las palabras, generalmente se las lleva el viento.
Hicimos un compromiso de orar por escrito. En una cintas de papel se escribió el
nombre de cada uno y el día y hora que estaríamos utilizando para orar. Estas cintas
tomaron forma de eslabón y se pegaron unas a otras como una cadena. Y se colgaron en
la pared principal de la iglesia. Como para recordar en nuestro compromiso.
La verdad es que la gran mayoría NOS olvidamos de cumplir con esa promesa.
No solo las palabras se las llevó el viento sino que también nuestras letras.
Cierto día, en la iglesia el misionero preguntó: ¿qué ha pasado que la congregación ha
ROTO la cadena y ya no cumplimos con este compromiso? ¡Nadie habló!.
Pero un niño de apenas 7 años, mirando hacia aquella pared vio que la cadena de papel
que colgaba estaba despegada y suelta en varios lados.
Entonces, con su inocencia y sin saber que lo estábamos escuchando dijo: ¡y cómo no se
va a romper la cadena si es de papel!.

Esto me hizo pensar que muchas veces nuestro compromiso es tan débil como un fino
papelito. ¡Y en ese compromiso ponemos nuestra confianza!

Carta de un Hijo...a su Padre

No me des todo lo que pida. A veces sólo pido para ver hasta cuanto puedo obtener.

No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también y yo


no quiero hacerlo.

No des siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me sugieres las cosas, yo lo haría
más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo, pero también
si es un castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces


lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces lucir peor que los demás,
seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa
decisión.

Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti. Aunque sea para
sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga "el porqué lo hice". A veces ni yo
mismo lo sé.

Cuando estás equivocado en algo admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti y me


enseñarás a admitir mis equivocaciones también
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos ya que
porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa que tú no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú
hagas y no lo que no hagas.

Enséñame a amar y a conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar,


que de nada vale.

Cuando te cuente un problema mío, no me digas: "No tengo tiempo para boberías" o
"eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.

y ... Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario


decírmelo.

Sobre el Juzgar

Una pareja de jóvenes tenían varios años de casados y nunca pudieron tener un hijo;
para no sentirse solos compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera
su propio hijo... El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor
alemán. El perro salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacadas por ladrones,
siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de
siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba
muy contenta con su recién nacido hijo, Y como era de esperarse, disminuyeron las
atenciones que tenían para con el perro, éste a su vez se sintió relegado y comenzó a
sentir celos del bebé y ya no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.

El perro se sentía sólo y siempre estaba en espera de un llamado de su amo para sentirse
contento. Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la
terraza a preparar una carne asada, posteriormente fueron a ver al niño y cual fue su
sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca
ensangrentada, moviéndoles la cola. El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma que
llevaba y en el acto mató al perro, después corre al cuarto del bebé y cuál fue su
sorpresa, encuentra una gran serpiente degollada... El dueño comienza a llorar y
exclamar.... iHE MATADO A MI PERRO FIEL! El perro salvó al bebé de la culebra y,
como pago le dieron la muerte.

Cuántas veces no hemos juzgado a las personas; lo que es peor las juzgamos y
condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuáles son sus
pensamientos y sentimientos... Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen,
sino todo lo contrario... La próxima vez que nos veamos tentados a juzgar y condenar a
alguien, recordemos esta historia, así quizás; aprendamos a no tener malas impresiones
de tal o cual persona. Debemos darnos cuenta que los sentimientos de las personas son
fáciles de dañar, pero difíciles de sanar.

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