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ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO

Y su ejecución o realización, se hace por medio de la Dirección Técnica del Presupuesto y


la Tesorería Nacional, actuando como órgano fiscalizador La Contraloría de General de
Cuentas de la Naciona

DEFINICION

La Actividad Financiera del Estado es la función que éste desarrolla para procurarse los
recursos necesarios y estar en condiciones de sufragar los gastos públicos, destinados a
satisfacer las necesidades colectivas a su cargo, mediante la prestación de los servicios
públicos correspondientes.

GESTIÓN O ADMINISTRACIÓN DE LOS RECURSOS


Es el encargado de la Coordinación de la Política Financiera del País, el cual de
conformidad con el articulo 132 de la CPRG, señala que es POTESTAD EXCLUSIVA DEL
ESTADO EMITIR Y REGULAR LA MONEDA, ASI COMO FORMULAR Y REALIZAR LAS
POLÍTICAS QUE TIENDAN A CREAR Y MANTENER CONDICIONES CAMBIARIAS Y
CREDITICIAS FAVORABLES AL DESARROLLO ORDENADO DE LA ECONOMÍA
NACIONAL
a. LA JUNTA MONETARIA- BANCO DE GUATEMALA
b. EL MINISTERIO DE FINANZAS PÚBLICAS
c. LA SUPERINTENDENCIA DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
El Sector Público Financiero, esta conformado por:
Es toda erogación que realiza el Estado en funciones de Gobierno
La Imposición de Tributos, cuando actúa en uso de su poder de imperio
EROGACIÓN O GASTO
La Actividad Financiera del Estado, es la actividad que realiza el Estado para recaudar y
administrar el dinero, que invertirá en el cumplimiento de su fin supremo, el BIEN
COMUN, el cual se encuentra consagrado en la Constitución Política de la República, asi
como del sostenimiento económico de sus organismos.
Para ello, el Estado realiza una programación sobre las necesidades que va a satisfacer
en el presupuesto.
El Crédito Público Interno o Externo
Anteriormente, esta actividad de recaudación de Tributos estaba a cargo de la Dirección
General de Rentas Internas y el Banco de Guatemala, sin embargo, con la creación del
Decreto 1-98, es funcion de la Superintendencia de Administración Tributaria, llevar a
cabo la función de Recaudación de los Tributos.
La Actividad Financiera del Estado, es la actividad que desarrolla el Estado con el objeto
de procurarse los medios necesarios para los gastos públicos, destinados a la satisfacción
de las necesidades públicas, y en general, a la realización de sus propios fines.

El Estado obtiene sus recursos por medio de tres grandes fuentes que son
La Explotación de su propio patrimonio

GASTO PUBLICO
FUNCIÓN:
El estudio, programación, dirección y administración superiores de la activadad fiscal,
monetaria, cambiaria y crediticia, y en general cualquier otra funcion relacionada en el
desarrollo ordenado de las finanzas públicas
Específicamente a través de:
LA DIRECCIÓN TÉCNICA DEL PRESUPUESTO, LA DIRECCIÓN DE LA
CONTABILIDAD DEL ESTADO Y DE LA TESORERÍA NACIONAL

Para Joaquin B. Ortega:


En Guatemala, la Actividad financiera esta encomendada a la Superintendencia de
Administración Tributaria, en lo relativo a los TRIBUTOS, pues esta es quien controla,
recauda y fiscaliza todos los tributos, de conformidad con el artículo 3. literal a) del
Decreto 1-98 (Ley Órganica de la Superintendencia de Administración Tributaria.
Y de igual manera al Ministerio de Finanzas Públicas, que es al que le corresponde
recaudar, administrar, controlar y fiscalizar las demás rentas e ingresos que debe percibir
el Gobierno.

SECTOR PUBLICO FINANCIERO


La obtención o recaudación de Tributos, es la fase fundamental de la actividad financiera
del Estado.
Es la fase en donde se emplean recursos con que cuenta el Estado en la satisfacción de
sus propias necesidades o en las de la comunidad.
Consiste en la programación, manejo y distribución de los fondos públicos, la cual se
realiza a través de la Secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia y el
Ministerio de Finanzas Publicas

FASES DE LA ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO

a) Recaudación u obtención de los recursos


b) Gestión o administración de los recursos
c) Derogación o gasto de los recursos

a) Recaudación u obtención de los recursos:


Tradicionalmente el Estado ha obtenido recursos por medio de tres grandes fuentes que
son:

1. La explotación de su propio patrimonio

2. Laimposición de tributos cuando actúan en uso de su poder de imperio, y

3. El crédito público interno o externo

Conceptualización de Recaudación u Obtención de Recursos.

“La recaudación es la actividad por medio de la cual se realiza la cobranza de rentas


públicas, se hace la percepción de pagos; y por recaudar se entiende la acción de cobrar
contribuciones, impuestos y otras rentaspúblicas”.

La obtención o recaudación de tributos es la parte fundamental de la actividad financiera


del Estado, porque es primordial para que existan las demás, nace de la necesidad del
Estado de agenciarse de fondos para poder funcionar y cumplir con sus fines, motivo por
el cual la mayoría de constituciones políticas contemplan o establecen la obligación
ciudadana de contribuir al gasto público.La constitución Política de la República de
Guatemala en el artículo 135, literal d), establece:

“Deberes y derechos cívicos. Son derechos y deberes de los guatemaltecos, además de


los consignados en otras normas de la Constitución y leyes de la República, los
siguientes: d) contribuir a los gastos públicos, en la forma prescrita por la ley”.

La norma anteriormente transcrita nosdemuestra que el Estado haciendo uso de su poder


de imperio, establece el deber de todos los guatemaltecos de contribuir al gasto público y
para poder hacer realidad la fase o función de recaudación, ha creado instituciones,
administrativas específicas que han venido realizando dicha función como lo son la
Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y el Banco de Guatemala.

El objeto de laSuperintendencia de Administración Tributaria, es la de ejercer la


administración de régimen tributario, aplicar la legislación tributaria, la recaudación,
control y fiscalización de todos los tributos internos y todos los tributos que gravan el
comercio exterior, que debe percibir el Estado, con excepción de los que por ley
administran y recaudan las Municipalidades.

También tiene entre susfunciones la de organizar y administrar el sistema de recaudación,


cobro, fiscalización y control de los tributos a su cargo, así como mantener y controlar los
registros, promover y ejecutar las acciones administrativas y promover las acciones
judiciales, que sean necesarias para cobrar a los contribuyentes y responsables los
tributos que se adeuden, sus intereses y si corresponde, sus recargos ymultas.

b) Gestión o Administración de los Recursos:

Gestión: es la acción o efecto de gestionar o administrar. Gestionar: es procurar


prácticamente, valiéndose de diligencias, trámites, visitas, intermediarias y otros medios
de información o influencia eficaces, el logro de alguna finalidad, que suele depender de
más o menos libremente de otro.
Administración: es la gestión, gobierno delos intereses o bienes, en especial de los
públicos.

En el campo de la actividad financiera del Estado, la administración de los recursos,


consiste en la programación, manejo y distribución de los fondos públicos, función que en
nuestro país se realiza a través de la Secretaria de Planificación y Programación de la
Presidencia y del Ministerio de Finanzas Públicas, específicamente por lasdependencias
de dicho Ministerio:

a. La Dirección Técnica del Presupuesto


b. La Dirección de Contabilidad del Estado
c. La Tesorería Nacional

Los gastos que realice el Estado deben de estar orientados a satisfacer sus propias
necesidades y las de la comunidad, por lo que su presupuesto debe ser elaborado con la
orientación de satisfacer primordialmente las necesidades...

El estudio de los recursos en este orden, después de los gastos, no significa que en
el proceso de la actividad financiera la determinación de los gastos sea previa a la de los
recursos ni que ésta dependa de aquélla. Por el contrario, las dos son interdependientes: el
proceso de determinación de ambos es muy complejo y se desarrolla a través de cotejos
múltiples de utilidades y sacrificios; o sea, utilidades y desutilidades según el método de
comparaciones marginales de acuerdo con las escalas de prioridades de gastos y recursos.
Las utilidades positivas y negativas de los gastos y de los recursos, respectivamente, son
apreciadas no en cantidades expresadas en sumas de dinero sino a través de avances y
postergaciones, según los números ordinales, o a veces mediante el empleo de
cuantificación relativa con los conceptos de mayor, igual o menor.
La creación del distingo entre recursos racionales e irracionales, según la conocida
clasificación de Griziotti (1), depende —esencialmente— de una premisa no demostrada
que condiciona el principio de que la capacidad contributiva es el fundamento
del impuesto, con el agregado: siempre que se la tenga como índice de la "participación del
contribuyente en los beneficios generales y especiales que el Estado brinda a los habitantes
del país con su actuación.
Caso contrario, no estaríamos en presencia de un impuesto sino de otro recurso racional o
irracional, que podría llegar a ser una exacción según el autor citado.
Por otra parte, los recursos pueden distinguirse por connotaciones de diferente naturaleza:
económicas, políticas, jurídicas y técnicas, lo cual contribuye á la complejidad del
problema de la clasificación de los recursos.
Ello se debe a que no hay, siempre, coincidencia entre las connotaciones de diferente
naturaleza, sino que éstas pueden presentarse desfasadas.
Nuestra posición intolerante de las excesivas clasificaciones, especialmente de las que se
han indicado pocos párrafos atrás oque se fundan en criterios formales y de las qué no son
utilizadas para sacar de ellas alguna consecuencia ponderable (que veremos luego en su
aplicación a varios criterios clasificatorios de los impuestos), no significa rechazar
cualquier agrupación de fenómenos de acuerdo con indudables caracteres comunes, a fin
de una mejor comprensión de los fenómenos reales, pero sin distingos escolásticos ni
juicios valorativos preexistentes, o sea prejuicios en el sentido etimológico.
Clasificación de los recursos
2.1 Recursos ordinarios y extraordinarios
Si hizo la mención de esta clasificación en oportunidad de examinar la clasificación de los
gastos en ordinarios y extraordinarios y dijimos la respecto que se trata de una
clasificación perimida, sobre todo a causa de la doctrina moderna que ha refutado la
correlatividad entre gastos y recursos ordinarios y gastos y recursos extraordinarios.
En efecto, gastos destinados al pago de sueldos y salarios del personal administrativo del
Estado pueden financiarse con endeudamiento, cuando así lo exija la coyuntura económica
y, por el contrario, gastos excepcionales como los de movilización total de
la Nación para la defensa en caso de guerra, pueden financiarse con impuestos en
alta proporción, a fin de evitar la explosión inflacionaria.
2.2 Recursos Originarios y Derivados
Esta clasificación distingue los recursos obtenidos por el Estado de su propio patrimonio o
del ejercicio de actividades comerciales, industriales, mineras, agrícola-ganaderas,
bancarias, de seguros, los que por proceder de los bienes o de las empresas propias del
Estado- se consideran originarios de aquellos que son extraídos del patrimonio ajeno
por el poder de imperio del Estado y que sé denominan derivados.
En esta categoría debe incluirse no sólo a los recursos tributarios, sino también a los
procedentes del crédito, porque el endeudamiento del Estado implica la creación
de recursos tributarios para cubrir los servicios por intereses y
amortizaciones. Es dudosa, en cambio, la inclusión en ésta o en la otra clase de recursos,
de los que el Estado obtiene de la emisión de moneda-papel o de
otras operaciones monetarias; porque —por un lado— el régimen monetario
es función típica del Estado que la cumple a través de la Banco Central o Bancos de
Emisión, por lo que los recursos obtenidos podrían asimilarse a los originarios; por otro
lado, los efectos de la emisión sobre el nivel general de los precios y las consecuencias de la
reducción del poder de compra de importantes sectores de la población, permitiría
clasificar a estos recursos entre los derivados y, más precisamente, entre los tributarios. La
característica de la coerción está presente en la moderna economía por la asunción de la
emisión como monopolio legal del Estado y por el curso forzoso de los billetes emitidos.
En resumen, la clasificación de los recursos en originarios y derivados se identifica
parcialmente con la clasificación de los recursos en patrimoniales y
tributarios. La coincidencia no es tota], por las observaciones que acabamos de formular
respecto de los recursos del crédito y de la emisión u otras operaciones monetarias y las
que exponemos a continuación.
2.3 Recursos regidos por el derecho privado y por el derecho público
Desde un punto de vista jurídico pueden distinguirse los recursos en: los regidos por el
derecho privado y los regidos por el derecho público.
Esta clasificación sólo en ciertos casos coincide con los recursos originarios y derivados.
En algunos recursos originarios pueden estar sujetos al derecho privado, cuando las
actividades o los bienes que los producen son frutos de empresas privadas o estatales o
autárquicas sometidas – a voluntad- al derecho civil y comercial.
Esto no se verifica siempre, ya que el régimen legal de muchas entidades estatales que
producen recursos es netamente de derecho público. Por otra parte, no es impensable que
algunas operaciones de crédito estén regidas por el derecho privado.
Además, no es superfluo recordar que el distingo entre derecho privado y público es muy
controvertido y que en algunos casos de empresas del Estado o de entidades autárquicas, si
bien las operaciones pueden regirse por normas del derecho privado, el estatuto de la
empresa o entidad, el control, el nombramiento de los administradores y
su responsabilidad y otros aspectos de su organización y funcionamiento, son regidos por
normas de derecho público.
Diferentes géneros de recursos
Los recursos del Estado son agrupables, según su naturaleza, en las siguientes categorías:
a) Recursos patrimoniales.
b) Recursos tributarios.
c) Recursos del crédito.
d) Emisión monetaria.
e) Varios.
Antes de entrar en el estudio analítico de cada una de estas categorías creemos oportuno
observar, en general, que la delimitación de cada una de ellas, como también de los
recursos reunidos en las distintas categorías entre sí o con los de otras categorías, no es
absoluta, sino que existen diferencias de matices y un gradual camino de uno a otro
recurso y un sinnúmero de casos en que los recursos, aun clasificados en diferentes grupos,
se mezclan o combinan entre sí.
Recursos originarios o patrimoniales
Concepto
Son estos recursos obtenidos por el Estado del aprovechamiento económico
de su patrimonio.
Pueden citarse en estos recursos:
 el producto de tierras de propiedad del Estado a través de su explotación directa o
por arrendamiento o aparcería,
 el resultado de la venta de tierras públicas tanto rurales como urbanas o suburbanas;
 el producto de bosques o florestas tanto naturales como artificiales, por explotación
directa o por concesión a particulares;
 el producto de empresas del Estado o de sus entidades autárquicas, en la minería,
la industria y el comercio, incluyendo empresas de transportemarítimo, terrestre o
aéreo, de carga y de pasajeros,
 de entidades bancarias o financieras;
 de las empresas de seguros y reaseguros,
 de capitalización y ahorro;
 las explotaciones de juegos de azar (casinos, loterías, quinielas, apuestas en hipódromos
y similares);
 el producto de la explotación del patrimonio artístico y turístico (entradas en museos,
templos e iglesias, monumentos y ruinas históricas, visitas de castillos, palacios y
jardines; entradas para el acceso a lugares de particular belleza natural, como parques
nacionales, cascadas, volcanes, grutas, etc.
 Constituyen también recursos originarios o patrimoniales los frutos de la participación
estatal en empresas mixtas de capital privado y estatal y ensociedades de capital con
mayoría privada.
Económicamente, todos los recursos originarios o patrimoniales cuyas fuentes hemos
ejemplificado, son precios. En muchos casos se advierte también la connotación jurídica
de pertenecer su régimen al ámbito del derecho privado. Pero esto no ocurre siempre. En
efecto, como ya dijimos, hay reparticiones estatales o entidades descentralizadas que
prestan determinados servicios al público, por lo que perciben precios, aunque estén
sometidas a un régimen netamente de derecho público.
Por ejemplo, el Banco Central percibe de los bancos diferentes montos en concepto de
intereses y comisiones, pero su naturaleza legal es, sin lugar a dudas y sin excepción,
juspublicista. Ello puede extenderse, aunque con mayor incertidumbre, a otros bancos
estatales o provinciales, como el Banco de la Nación, el Banco Hipotecario Nacional, el
Banco Nacional de Desarrollo y todos los Bancos de Provincia, con estatutos legales de
derecho público pero cuyos recursos provienen de los precios de sus servicios.
4.1 Evolución histórica
Históricamente, los recursos originarios o patrimoniales tuvieron importancia primordial
en el Estado absoluto anterior a la revolución francesa y como prosecución de
las finanzas de la época feudal.
Hubo épocas en las que el señor feudal era titular de un dominio eminente sobre todas las
tierras y los bienes de su jurisdicción y con derecho a los frutos de las actividades de sus
súbditos. Era generosidad del señor, la parte que de esos frutos podían disponer para sí los
particulares, aunque la arbitrariedad estaba atemperada por la necesidad de asegurar a los
subditos —por lo menos- un nivel de subsistencia y por cierto temor religioso o,
simplemente, por temor a la reacción de éstos.
Las monarquías absolutas heredaron el régimen feudal, transformando las finanzas
públicas en un enjambre de derechos sobre cada actividad, que conservaban la
contraprestación simbólica de concesiones del soberano al subdito pero, en realidad, eran
el preludio de los tributos que caracterizaban el régimen de recursos de la época posterior a
la revolución francesa.
La época de los estados constitucionales surgidos bajo la influencia
del pensamiento político del siglo XVIII marca el eclipse de los recursos originarios o
patrimoniales y el ascenso de los tributarios.
Sin embargo, los primeros han resurgido con nuevo vigor en nuestros días, a partir de
la primera guerra mundial y, especialmente, después de la gran depresión de los años
treinta. Por distintas razones, en dicha época se multiplicaron las empresas estatales, en
parte por la absorción de empresas industriales y bancarias en estado de falencia, en parte
por la creación de organismos de regulación económica y de empresas estatales para
explotación de industrias, comercios y servicios
En el mundo occidental se observa un proceso análogo con mayor o menor intensidad en
los diferentes países, pero con las mismas características.
La nueva concepción de la función del Estado
La filosofía común de esta evolución histórica consiste en la transformación de la función
del Estado en el mundo capitalista, donde no se llega a la propiedad colectiva de todos
los medios de producción, pero tampoco se mantiene la limitación del Estado a
sus funciones clásicas de la época liberal.
En la realidad de la vida económica de los países de Occidente, el Estado tiene reservada
para el sector público una amplia gama de empresas algunas monopólicas, otras no, que
pueden proporcionar ganancias destinadas a constituir recursos de las finanzas estatales.
El nuevo papel de los recursos patrimoniales
Lo dicho atribuye a los recursos patrimoniales una nueva significación en las finanzas,
aunque no se llega a quitar el predominio de los recursos tributarios. Dicha significación
debe considerarse tanto cualitativa como cuantitativamente.
La significación cualitativa frente a los recursos tributarios consiste en no considerar los
recursos coercitivos (principalmente tributos) como los característicos de la economía del
sector público y rescatar la importancia de los recursos patrimoniales que no son
coercitivos y permiten al Estado desarrollar una actividad económica propia, sin depender
de la recaudación de los tributos a cargo del sector privado, que representa una invasión en
la esfera del mismo y, por otra parte, alcanzar directamente ciertos fines de bien público.
La importancia cuantitativa de los recursos originarios o patrimoniales en
el presupuesto estatal ha crecido, con respecto a la de la época liberal de las finanzas, pero,
como ya dijimos, está lejos aún de destruir el papel principal de los recursos tributarios.
Debe observarse, por otra parte, que no siempre la coerción está ausente de los recursos
patrimoniales. En efecto, en el caso de los monopolios fiscales hay coerción en cuanto el
Estado asume el papel de monopolista garantizando este carácter con leyes prohibitivas de
la competencia y represivas —a veces duramente— de toda infracción a las prohibiciones
mencionadas.
También puede reconocerse el poder coercitivo del Estado aun allí donde su actividad
económica se desarrolla en un régimen de libre concurrencia con las actividades del sector
privado, puesto que su poder político y su vida perenne le permiten, por ejemplo, proseguir
durante muchos años actividades económicas deficitarias, cubriendo las pérdidas con
erogaciones a cargo de los contribuyentes o con otros recursos.
Esta posición de fuerza en el ejercicio de actividades empresariales tiene su posible
consecuencia en el mercado, aun cuando no se trate de monopolios fiscales institucionales,
si el Estado hace uso de su capacidad de absorber pérdidas durante un largo plazo para
desbaratar la competencia de empresas privadas y lograr así una situación de
monopolio de facto o por el solo hecho de sus dimensiones posibles, que pueden significar
una posición de liderazgo en un régimen de competencia monopólica o de competencia
imperfecta.
La doctrina financiera ha escudriñado en la esencia de las actividades estatales que
producen recursos patrimoniales y, en términos generales, ha puesto de relieve las
diferencias existentes entre los precios que se forman libremente en el mercado y los que
constituyen los recursos patrimoniales del Estado.
4.2 Distinción Recursos patrimoniales y los tributarios
Debemos principalmente a Seligman ya Einaudi la teoría gradual de los recursos
patrimoniales y la desembocadura, al final de la escala, en los recursos tributarios y en los
impuestos. Los recursos patrimoniales constituyen precios que el Estado percibe por la
prestación de servicios en el mercado.
Pero aunque sea un operador en la economía de mercado, el Estado no pretende —
necesariamente— obtener precios que logren las máximas ganancias, sino que ejerce sus
contrataciones con los demás sujetos que actúan en el mercado, teniendo presentes
el interés público y los fines políticos en los que se inspira su acción. Por ello, no es
infrecuente el caso en que, aun actuando en régimen de competencia monopólica o de
monopolio, el Estado fije precios menores de los que le brindarían la máxima ganancia; o
que se conforme con una ganancia mínima o bien con la simple cobertura del costo o hasta
puede ocurrir que se limite a una cobertura parcial de éste. En todos los casos hay una
escala ascendente de prevalecencia de los fines políticos sobre las connotaciones
meramente económicas de las negociaciones mercantiles.
Según el "slogan" aplicable a estos recursos originarios-pero que se repite con respecto a
las tasas—, la parte del costo no cubierta por los usuarios de los servicios la cubren los
contribuyentes. Es ésta una expresión sumamente simplista que indica, defectuosamente,
que el costo del servicio en cuanto no esté a cargo de los usuarios deberá ser financiado con
otros recursos, principalmente por impuestos.
El criterio clasificatorio de los autores mencionados consiste en considerar como precios
totalmente privados aquellos que el Estado obtiene por los bienes y servicios que ofrece en
el mercado comportándose como un sujeto cualquiera; precios quasi privados, cuando
el precio se determina según las reglas del mercado, pero asoma incidentalmente o
secundariamente un fin público; precios públicos aquellos precios originados por la venta
de productos o servicios en el mercado, pero con fines eminentemente públicos que
explican las razones de la asunción de la actividad por empresas públicas.
En la exposición de Einaudi son ejemplos típicos de precios quasi privados los obtenidos
por la explotación de bosques, y de precios públicos los de las empresas de ferrocarriles o
de correos y telégrafos. La explotación de estas actividades por el Estado se debe al fin
público de suministrar los servicios, aun cuando ellos arrojen pérdidas, en zonas o lugares
donde ninguna empresa particular los llevaría a cabo por no ser rentables.
Einaudi en su obra "Principios de hacienda pública" como ya lo hiciera en sus cursos
anteriores en la Universidad de Turín, ha ampliado la escala de los recursos patrimoniales
hasta abarcar bajo el nombre de precios políticos a las tasas, que otros autores consideran
como una especie del génerotributario. Es éste uno de los aspectos más controvertidos de
la clasificación de los recursos y especialmente del deslinde entre recursos patrimoniales y
recursos tributarios, al cual nos referiremos más adelante
4.3 Recursos patrimoniales y tributarios . Límites de separación
Los recursos originarios son precios en los que la finalidad del Estado de producir ciertos
servicios es cada vez más importante que la necesidad individual que los servicios mismos
satisfacen
Dicha finalidad pública hace que el Estado provea en cantidad creciente o financie el
servicio con recursos diferentes del precio, de modo que, a medida que crece la
importancia relativa de la finalidad pública decrece el precio cargado al sujeto usuario del
servicio.
Visto el problema desde este ángulo, podemos concluir que en los recursos originarios hay
precios de importancia decreciente, acompañados por impuestos (u otros recursos) en
proporción creciente, para la financiación de un mismo servicio que el Estado considera
conveniente o justo dividir entre los usuarios en medida cada vez menor, al crecer la
importancia de la necesidad pública que el mismo Estado desea satisfacer con la prestación
de un servicio, sin repartir el costo del mismo entre los usuarios.
4.4 Monopolio fiscal
Se ha invocado, a menudo, como fundamento de ciertos monopolios fiscales por ejemplo:
el de las loterías, de los casinos, de las carreras de caballos o de las apuestas sobre los
resultados de partidos de fútbol, la circunstancia de que, siendo el juego de azar un vicio
arraigado en amplios sectores de la población, se justifica su monopolio estatal como un
instrumento para volcar los recursos fiscales que se obtengan por su explotación, en
beneficio de lasociedad.
4.5 Empresas mixtas
Son también recursos patrimoniales del Estado los que obtenga de su participación en
empresas mixtas o de participaciones accionarias en sociedades con mayoría privada en el
capital.
Tales recursos son aleatorios, por cuanto las empresas mixtas y las sociedades con
participación estatal pueden no arrojar ganancias sino pérdidas. Sin embargo,
prescindiendo de esa eventualidad, el objetivo de la preservación del interés público desde
adentro de la empresa, conjuntamente con la posibilidad de obtener recursos, no parece
fácilmente asequible en teoría, puesto que puede resultar contradictorio el logro de ambos
fines y es posible que se verifique una inconciliable divergencia de intereses entre el capital
y el empresario privado y el capital y la representación estatal (8). En la práctica, tampoco
hay pruebas de éxito de las experiencias en diferentes países, incluyendo la
Argentina,.donde, después de un corto período de florecimiento en distintos campos, las
empresas mixtas se transformaron en empresas estatales, lo que ocurrió con bancos,
compañías de transporte aéreo, marítimo o fluvial, empresas de teléfonos y otras.
Recursos tributarios
Los recursos tributarios son aquellos que el Estado obtiene mediante el ejercicio de su
poder de imperio o sea por las leyes que crean obligaciones a cargo de los obligados
tributarios - personas físicas capaces del derecho e incapaces según los alcances de la
norma tributaria y las entidades jurídicas del derecho y todo otro sujeto que posea
condiciones de imposición, en la forma que lo establezcan las leyes fiscales de fondo.
Característica común de los recursos tributarios en su obligatoriedad por imperio de la ley,
siendo ésta fuente de las obligaciones tributarias dentro del marco de las facultades y de
los límites que establezcan las constituciones modernas.
Es un hecho aparentemente paradójico, pero de profunda importancia filosófica que,
mientras en las estructuras políticas de las monarquías absolutas que se remontan
al sistema feudal, predominan las finanzas patrimoniales y al lado de ellas toda suerte de
recursos por actos de liberalidad en favor de la corana, en el Estado moderno
constitucional y, especialmente, en la economía liberal fundada en los principios de la
propiedad privada y de la iniciativa individual, prevalecen los recursos tributarios, frutos
del poder de imperio del Estado. Se puede sintetizar este contraste con el esquema:
a) Estado absoluto —recursos patrimoniales y ofrendas al poder público.
b) Estado constitucional —recursos coercitivos.
El segundo esquema indicado se explica por el principio político-institucional, según el
cual el poder coercitivo que se reconoce ahora al Estado, sólo puede ejercerse con los
límites y las garantías de la Constitución. La ley, que es producto de la voluntad general, es
la única fuente de las obligaciones tributarias y en su creación concurren los
representantes de los ciudadanos, quienes consienten las invasiones del fisco en la
economía privada, sujetas a los principios de la Constitución.
Este breve excursus nos permite llegar a la conclusión que los recursos tributarios nacen
del poder del Estado, pero les acompañan desde el propio nacimiento las limitaciones que
la Constitución crea al ejercicio de dicho poder y las garantías que ella establece para todos
los habitantes del país.
Concepto jurídico, económico y político de los recursos tributarios
No existe diferencia alguna, en nuestra opinión, entre el concepto jurídico de tributo y su
concepto económico o político. En efecto, el concepto del fenómeno tributario, necesario
para la investigación científica no puede ser sino el que corresponde a las instituciones del
mundo real y éstas son creación del ordenamiento jurídico. Existen, sin embargo,
divergencias en los criterios para ubicar algunos fenómenos financieros en una u otra clase
de recursos.
En este aspecto recordamos lo dicho con referencia al producto de los monopolios fiscales,
de que algunos ordenamientos positivos reconocen la existencia de un impuesto
al consumo —el excedente del costo más una utilidad normal mientras que desde un punto
de vista económico o de política económica es sólo un precio de monopolio en todas sus
partes, aunque sus efectos parcialmente equiparse a los impuesto.
5.1 Diferentes especies de tributos
Se reconoce como tributo:
a) la tasa;
b) la contribución especial;
c) el impuesto;
d) los recursos llamados parafiscales;
e) las regalías del sector público;
f) los empréstitos forzosos.
En todos ellos puede encontrarse el carácter coercitivo unilateral y la finalidad del fin
público al que se destinan sus productos. Puede agregarse la exclusividad de la ley como
fuente de la obligación tributaria (con importantes excepciones en la actualidad).
Las tasas
Generalidades
La tasa es un tributo caracterizado por la prestación de un servicio público individualizado
hacia el sujeto pasivo.
Se entiende que, como tributo, es un recurso obligatorio cuya fuente es la ley y tiene
carácter coercitivo no tiene el carácter de precio.
Es un fenómeno financiero cuya importancia presupuestaria es escasa y totalmente
desproporcionada con las controversias doctrinales a que ha dado origen.
Hay controversias porque algunos autores sostienen y niegan el carácter coercitivo,
razonando que el particular que pide la prestación del servicio público expresa
su demanda voluntariamente, aceptando por ello el pago de la tasa.
En contra de esa teoría se contesta que, tratándose de servicios que el Estado presta con
carácter excluyente de toda competencia, la voluntad del sujeto pasivo que expresa su
demanda no es libre, siendo casi siempre, la prestación del servicio es obligatoria para su
destinatario.
La tasa es la contraprestación obligatoria del uso de servicios inherentes al Estado como
poder público, estableciendo así un criterio para diferenciar este tributo de los precios de
los servicios que el Estado presta mediante la explotación de su patrimonio o el ejercicio de
actividades empresariales.
Por otra parte, se agrega, también las actividades que políticos y sociólogos consideran
como ineludiblemente propias del Estado no fueron siempre tales en la historia (prestación
de servicios de justicia y de educación), ni lo son ahora con carácter exclusivo.
Finalmente, se objeta la teoría que limita las tasas a las retribuciones de actividades
inherentes al Estado, con el argumento de que no se ve cómo la naturaleza de la actividad
del Estado influye sobre el carácter de la tasa y sirve para fundar su diferencia del precio
Hay quienes sostienen que las tasas presuponen un servicio beneficioso para el
destinatario a quien se impone el pago del tributo.
Se contesta por otros que la prestación del servicio puede no ser beneficiosa para el sujeto
obligado al pago del tributo, como ocurre en la justicia penal; es suficiente que se
individualice con respecto al sujeto obligado.
Las tasas no pueden exceder el costo del servicio y por su vinculación con la prestación de
un servicio estatal, implican la afectación de lo recaudado a la financiación del servicio
mismo.
Contribuciones especiales
Concepto
Son tributos que la ley establece sobre los dueños de inmuebles que experimentan un
incremento de su valor como consecuencia de una obra pública construida por el Estado u
otras entidades públicas territoriales.
Existen casos de tributos establecidos a cargo de grupos de habitantes que gozan de
beneficios especiales no ya por una obra sino por la prestación de un servicio público que
no se individualiza hacia determinadas personas, pero beneficia en forma indirecta y
especial a dichos grupos.
Es éste el caso de los servicios municipales de alumbrado público y de barrido. Ambos se
prestan en forma general y en beneficio del tránsito, de la seguridad pública, de la higiene y
de la conservación de las condiciones de salubridad del medio ambiente. Pero los
habitantes de los inmuebles sitos a cierta distancia de los focos del alumbrado público, o
frentistas de las calles en que la Municipalidad presta el servicio del barrido, reciben un
beneficio diferencial, por lo cual pueden ser gravados también en forma diferencial para la
financiación del servicio.
Estos tributos son clasificables en la categoría de las contribuciones especiales y no en
la de las tasas, por cuanto éstas corresponden a la prestación de un servicio individualizado
hacia el usuario, connotación ésta que no se encuentra en los casos que estamos
examinando.
La contribución de mejoras tiene como característica esencial el beneficio diferencial
que la obra pública depara a las propiedades privadas de la zona de influencia de esa obra.
Ello equivale a decir que la colectividad toda recibe un beneficio general y será una
decisión de orden político determinar cuál parte del costo total se quiere financiar con
impuesto y cuál mediante la contribución de mejoras.
Los empréstitos forzosos
Caracteres
Pertenecen a los recursos tributarios, sin perjuicio de su inclusión también entre los
recursos del crédito y, en especial, entre los empréstitos, los empréstitos forzosos.
Se trata de empréstitos que por fuerza de ley deben suscribir los habitantes de un
determinado país cuando se encuentren en las situaciones de hecho que la propia ley
define.
Esta dispone con carácter obligatorio el tipo de interés que se pagará a los tenedores de
títulos y la forma de amortización y reembolso del capital. El interés periódico puede faltar
completamente o ser inferior al tipo vigente en la plaza al tiempo de la emisión. Es muy
probable que esto acontezca, pues el Estado recurre al empréstito forzoso precisamente en
la prevención que una emisión de un empréstito voluntario en las condiciones del mercado
no tendría éxito.
También influye en la decisión del gobierno de acudir a este empréstito en lugar de otra
alternativa, por ejemplo, de establecer un impuesto extraordinario al patrimonio, la
suposición que la medida puede más fácilmente lograr el consentimiento de la población y
de sus representantes parlamentarios.
El carácter tributario surge precisamente de la coerción de la suscripción, a través de la ley
que lo establece. Como en el impuesto, hay un presupuesto de hecho definido en
el texto legal que, al verificarse en la realidad de los hechos del caso concreto, da
nacimiento a la obligación de suscribir el empréstito en la cantidad, precio y demás
condiciones que la ley fije o autorice al poder público a fijar.
La diferencia entre el empréstito forzoso y el impuesto consiste en que "el gobierno asume
las obligaciones referentes a intereses, amortización y extinción de la deuda a
su vencimiento para el empréstito" y para el impuesto el estado pasa hacer el acreedor y no
el deudor.
Regalías mineras y similares
Concepto
Existen en muchos países obligaciones, a cargo de las empresas de extracción de minerales,
incluyendo el petróleo, a favor del Estado (Estados miembros o Estado Federal) medidas
en función de la cantidad o ad valorem del mineral extraído (regalías mineras o similares).
Puede plantearse el interrogante siguiente: ¿se trata de un tributo y, en particular, de un
impuesto, o bien se trata de un recurso originario fundado en un derecho que el Estado se
ha atribuido, de propiedad sobre los minerales existentes en el subsuelo de su territorio?
El problema no puede ser resuelto con una solución general prescindiendo de las
disposiciones del ordenamiento jurídico del país en que el fenómeno se verifica.
El derecho a las regalías mineras, que nace de la ley que reconoce al Estado o a entes
estatales de menor jerarquía (Estado miembro, provincias, departamentos, etcétera) un
derecho eminente sobre las minas de su territorio, puede considerarse como un
recurso originario, a pesar de la incertidumbre causada por la coerción y
la estructura que a veces las leyes pertinentes adoptan en forma análoga a la de las leyes
fiscales.
Observamos, finalmente, que también con respecto a las regalías mineras puede
observarse la gradualidad con que en los recursos públicos se pasa de los recursos
patrimoniales a los tributarios y, como ocurre en este caso, resulta imposible trazar con
exactitud la línea divisoria de validez absoluta entre las dos categorías de recursos.
Recursos parafiscales
Las doctrinas italiana y francesa y, por contagio, las de otros países, han creado una
categoría especial de gravámenes que, siendo análogos a los tributos, se diferencian de
éstos, por algunas connotaciones, como ser:
a) La administración y recaudación por medio de reparticiones públicas diferentes de
la administración fiscal. Debemos acotar que esta diferenciación no es sustancial y no
influye sobre la naturaleza y efectos de los recursos en cuestión;
b) La afectación del recurso a un fin establecido, sustrayéndolo de la masa general de los
recursos del Presupuesto del Estado. Tampoco esta característica es típica de estos
recursos ya que a pesar de las críticas que merece dicha afectación, a la cual nos referimos
al tratar los principios generales del Presupuesto proliferan en muchos países los casos de
impuestos destinados a fines especiales, de ahí el nombre a estos impuestos
en Alemania "Zwecksteuer", ya sea para cubrir los gastos de un determinado servicio
público, ya sea para constituir fondos especiales para determinadosobjetivos.
Puede darse como ejemplo del primer caso el destino de la recaudación del impuesto
sucesorio para organizar y mantener la educación primaria en la Argentina, tanto en la
legislación nacional como en las provincias. Como ejemplos del segundo caso se puede
mencionar el fondo de amortización de la deuda pública y varios fondos para promover
diferentes actividades artísticas o culturales o para diferentes inversiones (fondos de
vialidad, de autopistas, de estímulo a las artes o la ciencia, etcétera);
c) El parafiscalismo agrupa a tributos a favor del Estado o de entes públicos
descentralizados con fines sociales o de regulación económica. En nuestra opinión,
tampoco esto constituye una connotación especial, porque dichas finalidades se
encuentran también en los impuestos en general. Las finalidades extrafiscales están
descubiertas en los tributos y, especialmente, en los impuestos, siglos antes del
descubrimiento del parafiscalismo.
La consecuencia de la creación de esta categoría de recursos, fuera de los recursos
tributarios, es principalmentela de justificar la transgresión de algún principio
fundamental de las finanzas, tanto en el aspecto político-económico, como en el aspecto
jurídico. Por ejemplo, se pretende que los gravámenes de la parafiscalidad no estén sujetos
al principio de legalidad con el mismo rigor que los impuestos o los tributos en general.
Esto nos fortalece en la convicción ya manifestada en esta obra, que a menudo las
clasificaciones sirven para justificar juicios a prior/ o prejuicios. Así se observa la realidad
de algunas desviaciones o violaciones del principio de legalidad y se formula el juicio
general de que por no tratarse de tributos financieros sino de gravámenes parafiscales, no
rige o —por lo menos— no es tan absoluto el principio de legalidad que sólo atañe a los
tributos de las finanzas públicas.
Consideramos más fructífera para la ciencia, la búsqueda de los caracteres comunes o
concurrentes de las instituciones que las fragmentaciones y dispersiones a que lleva el afán
clasificatorio.

Los tributos son ingresos de derecho público1 que consisten2 en prestaciones


pecuniarias obligatorias, impuestas unilateralmente por el Estado, exigidas por
una administración pública como consecuencia de la realización del hecho imponible al
que la ley vincule en el deber de contribuir. Su fin primordial es el de obtener los ingresos
necesarios para el sostenimiento del gasto público, sin perjuicio de su posibilidad de
vinculación a otros fines.

Tenemos entonces la primera y fundamental limitación a la potestad tributaria que los


preceptos constitucionales consagran la potestad tributaria deben ser íntegramente
ejercida por medio de normas legales, denominado Principio de Legalidad a lo cual “este
principio significa que no puede haber tributo sin ley previa que lo establezca (nullum
tributum sine lege)”. Modernos tratadistas italianos y españoles opinan que la ley es solo
la "base" sobre la cual se ejerce la potestad tributaria. Para estos autores, basta con que
la ley establezca algunos "principios fundamentales", siendo luego "integrada" por el
Poder Ejecutivo mediante delegación de facultades”. Claro está que tal principio es sólo
una garantía formal de competencia en cuanto al órgano productor de la norma, pero no
constituye, en sí mismo, garantía de justicia y razonabilidad en la imposición.
El segundo, se refiere a la potestad de la administración pública tendiente a aplicar las
normas tributarias. Por lo tanto constituyen dos acepciones distintas de una misma
locución quien denominamos siguiendo a Micheli “potestad tributaria normativa” a la
primera potestad de imposición a la segunda.
El poder tributario es la facultad que tiene el estado en el ejercicio de IUS IMPERIUM, de
crear, modificar y derogar tributos con el objetivo de captar los recursos con los que
pueda cumplir los altos fines del estado y la satisfacción de necesidades públicas.
Así como la expresión “poder tributario significa la facultad o la posibilidad jurídica del
Estado, de exigir contribuciones con respecto a personas o bienes que se hallen en su
jurisdicción”. Pero también se debe tomar en cuenta que el poder tributario es la
jurisdicción y coacción que entrega el Estado en materia tributaria para modificar o
suprimir en virtud de una ley para responder a las obligaciones tributarias.
1. Abstracto: La existencia del poder tributario surge antes de ser ejercitado, con la sola
existencia del Estado nace el poder público. Algunos autores expresan que el poder
tributario no es abstracto sino que necesita para poder existir que se materialice el poder
del estado en un sujeto. El cumplimiento de la obligación no tiene que ser lo primero para
que pueda existir el poder tributario.
Por lo anterior que el artículo 239 de la Constitución Política de la República, otorga
facultades específicas al Congreso de la República, para decretar impuestos y sus
figuras, norma que se concatena con lo dispuesto en el inciso c) del Artículo 171 de la
Constitución Política de la República, por lo que el constituyente concedió al Poder
Legislativo el monopolio en la creación de los tributos y la determinación de las bases de
tributación. Se hace mención a los principios que se encuentran establecidos en la
Constitución de la República, habiendo ya hecho énfasis en el Principio de Legalidad:
Principios de Prohibición de la doble o múltiple tributación, Artículo 243. Principio de la
capacidad de pago, Artículo 243. Principio de equidad y justicia tributaria, Artículo 243.
Principio de no confiscación, Artículo 41.

Poder Tributario
El poder tributario puede ser definido como la facultad inherente al Estado para exigir
tributos dentro de los límites establecidos por la Constitución y que sólo puede
manifestarse por medio de normas legales. También puede definirse como la facultad que
tiene el Estado de crear unilateralmente tributos, cuyo pago será exigido a las personas
sometidas a su competencia.
Poder Tributario Derivado: Cuando nace de una Ley ordinaria que puede ser modificada
constantemente y la Constitución no lo regula ni lo autoriza, por lo tanto, aunque la Carta
Magna de un país norma y limita los principios de la tributación, no nace de la misma el
poder tributario.
Gracias
4. Irrenunciable: El Estado no puede renunciar a este poder especial inherente al mismo,
ya que sin él no podría subsistir, pues los tributos son recursos que el Estado necesita
para sostenerse.
El poder Tributario como facultad estatal, es de dos clases y estas son:
Poder Tributario Originario: Cuando nace originalmente de la Constitución y del poder
tributario que ejerce el Estado, se encuentra estrictamente supeditado a la misma y
desarrollado por leyes de carácter ordinarias y sus respectivos reglamentos y nunca
superiores a la misma Constitución. (Este es clase de poder tributario en Guatemala).
Así mismo, las Constituciones incorporan también el Principio de Capacidad Contributiva
que constituye el límite material en cuanto al contenido de la norma tributaria. Ambos
principios constituyen el estatus básico del contribuyente que la Constitución ampara.

CARACTERÍSTICAS DEL PODER TRIBUTARIO


El poder tributario es inherente al Estado, nace, permanece y se extingue con él. No
puede ser objeto de cesión o delegación, como no podrían serlo los derechos esenciales
del ser humano, connaturales a su persona, pertenece al Estado y no al cuerpo político
que en la organización de cada país tiene por misión ejercitarlo (poder legislativo). Pero
tal potestad no es omnímoda sino que se halla limitada en los modernos Estados de
derecho.
A lo largo del tiempo el poder tributario ha existido conjuntamente con la creación de
tribus y neo sociedades desde los inicios más remotos del hombre, podemos hablar de
que el hombre primitivo tributaba al jefe lo que conseguía de aquel insipiente modo de
producción de esa caza, pesca y recolección.
Paralelamente a la potestad tributaria está la facultad de ejercitarla en el plano material a
la cual Hensel denomina “Competencia tributaria”, de modo tal que ambas situaciones
pueden coincidir peo no es forzoso que así ocurra. Puede haber órganos dotados de
competencia tributaria y carentes de potestad tributaria como ocurre en los concesionarios
de obras públicas, entes públicos no estatales, económicos y otros. La Potestad
normativa es inherente al Estado y no puede delegarse pero el poder de hacerla efectiva
se puede transferir.

ALCANCES DEL PODER TRIBUTARIO


El poder tributario tiene características que lo diferencian de su función y competencia,
determinados por las demás atribuciones que la ley le delega, y los podemos enumerar de
la siguiente forma:
5. Irrenunciable: El Estado no puede renunciar a este poder especial inherente al mismo,
ya que sin él no podría subsistir, pues los tributos son recursos que el Estado necesita
para sostenerse.
El poder tributario es llamado también “Potestad tributaria y se entiende como la facultad
de instituir impuestos y tasas, como también deberes y prohibiciones de naturaleza
tributaria; es, en otras palabras, el poder general del Estado aplicado a un sector
determinado de la actividad estatal: la Imposición”. No obstante, el poder, como realidad
social, es igualmente ingrediente connatural a la política.

CLASES DE PODER TRIBUTARIO


Igualmente, la concepción de poder tributario, como poder singular limita el derecho a la
creación por la norma, de derechos o deberes directamente vinculantes para el
ciudadano, colocando al Estado en una situación prevalente, en su calidad de fuente de
todo derecho. En cuanto a la materia tributaria, tales concepciones han llevado a la
aceptación incondicional de las teorías que conciben las relaciones tributarias como
relaciones a su poder.
De otro lado, suele hablarse en la doctrina de potestad tributaria en dos sentidos distintos,
que contemplan la acción del Estado como legislar y administrar sus recursos
económicos, en el primero se habla de potestad tributaria aludiendo el poder legislativo
que corresponde al Estado.
En consecuencia, la diferencia entre ambos conceptos ha sido puesta de manifiesto por la
doctrina italiana al establecer la separación entre sujeto activo de la potestad tributaria y
sujeto activo de la obligación del tributo especialmente con motivo de los numerosos
organismos de carácter económico, cámaras de comercio, seguridad social y entes de
regulación económica y de servicios públicos a los cuales fue necesario dotar de medios
financieros.
De ahí que la potestad tributaria es la capacidad potencial de obtener coactivamente
prestaciones pecuniarias de los individuos y de requerir el cumplimiento de los deberes
instrumentales necesarios para tal obtención.

PODER TRIBUTARIO Y SUS CARACTERÍSTICAS


CARACTERÍSTICAS DEL PODER TRIBUTARIO
En Guatemala, el poder tributario se encuentra enmarcado en la Constitución Política de
la República y en las leyes ordinarias tributarias, el Código Tributario tiene el carácter
general y es un instrumento que rige todas las relaciones de carácter tributario, y se
complementa con las demás leyes tributarias específicas.
2. Permanente: El poder tributario solamente puede nacer, modificarse y extinguirse con
el Estado a través de la legislación tributaria, la potestad tributaria de dictar normas no se
extingue con el transcurso del tiempo, ni con el cambio de Gobierno ya que existe por sí
solo mientras exista el Estado.
3. En realidad que lo que se puede extinguir con el tiempo es el derecho a ejecutar las
obligaciones que se manifiestan en el ejercicio del Poder Tributario.
ORIGEN DE LOS TRIBUTOS
Tan antiguo como el hombre son igualmente los tributos, sus orígenes
datand e s d e l o s i n i c i o s d e l a h u m a n i d a d , e s t o s s u r g e n d e b i d o a t r e s h e c h o s
h i s t ó r i c o s importantes como son: la religión, la guerra y la piratería, dentro del aspecto
religiosoaparece durante el periodo paleolítico y nace como una necesidad del hombre
param a n i f e s t a r s u g r a t i t u d a l o s d i o s e s , c a l m a r l o s y a t e n u a r s u s p r o p i o s
t e m o r e s , p o r medio de ofrendas en especies y sacrificios de animales o seres humanos.Durante
las sucesivas guerras estos fueron el principal sustento económico para poder cubrir los gastos que
estas originaban, el primero del que se tiene conocimientofue creado en Grecia llamado eisfora y
debía ser cancelado por todos los ciudadanos,e s t e e r a u t i l i z a d o s o l o d u r a n t e e l
periodo de conflicto una vez culminado este sesuprimía el tributo, y
c u a n d o p o r e l e s f u e r z o d e g u e r r a e r a n g e n e r a d o s i n g r e s o s adicionales estos se
usaban para devolver dicho tributo.La piratería o pillaje, cobra mayor fuerza y auge en el norte de
África durante elsiglo XVII, esta consistía en la apropiación de forma ilegítima e
irracional y por lafuerza de bienes ajenos de algún valor, tales como: cosechas, ganado, marfiles,
cera, pieles, maderas preciosas y otros. Es asi como, los pueblos nómadas de esta
regiónq u i e n e s e r a n l o s d u e ñ o s d e l o s o a s i s p r o t e g í a n a l o s s e d e n t a r i o s a
c a m b i o d e u n sistema de tributos contra el pillaje al cual eran sometidos por otros grupos.E s
así como, los principales tributos de la antigüedad de los que se
t i e n e conocimiento son:
Alcabala
, la cual gravaba todas las transacciones de bienes;
almojarifazgo
, era un derecho de aduana y se aplicó a las exportaci
o n e s e importaciones de bienes;
tributo
p a g a d o p o r l o s i n d i o s d e m a n e r a c o m u n a l , l o s nativos tenían esa obligación en su
condición de vasallos del rey;
diezmo
, consistía enque el 10% de la producción de la tierra o beneficio se dedicara a la Iglesia
Católica.En Venezuela, no es sino hasta el año de 1989 que se plantea el
implementar una estrategia tributaria por medio de la propuesta de crear una administración para
elimpuesto al valor agregado (IVA), que posteriormente fue asumiendo el control d

Impuestos
El impuesto es la prestación pecuniaria exigida a los individuos destinadas a cubrir los
gastos de interés general y únicamente a causa de que los contribuyentes son
miembros de una comunidad política organizada.
Los elementos propios de los impuestos consisten en:

a) su independencia entre la obligación de pagar el impuesto y la actividad que el


Estado desarrolla con su producto.

b) su cobro se debe hacer a quienes se hallan en las condiciones consideradas como


generadoras de la obligación de tributar;

c) dichas condiciones deben consistir en hechos o circunstancias que puedan reflejar la


verdadera capacidad contributiva;

d) el impuesto se debe estructurar de tal manera que las personas con mayor
capacidad económica tengan una participación mayor en los ingresos estatales.

Existen significativas cantidades de clasificaciones de impuestos las cuales pueden


resumirse de acuerdo al siguiente detalle: a) Ordinarios y Extraordinarios, b) Reales y
Personales, c) Fijos, Proporcionales, Progresivos y Regresivos, d) Directos e Indirectos.

a) Ordinarios y Extraordinarios

Esta clasificación corresponde al período o duración de los impuestos en el sistema


tributario. Mientras que los impuestos ordinarios o permanentes son aquellos que no
tienen una duración determinada en el tiempo, los impuestos extraordinarios o
también denominados transitorios, por el contrario, poseen una vigencia limitada en el
tiempo.

Un ejemplo que podemos citar del primer caso es el Impuesto al Valor Agregado
mientras que podemos mencionar como tributo extraordinario el Impuesto sobre los
Bienes Personales.

Cabe destacar que los impuestos extraordinarios en su mayoría surgen en períodos de


crisis. Asimismo determinados impuestos ordinarios son denominados “de emergencia”
al momento de su legislación lo que implicaría que los podrían considerarse como
extraordinarios, pero en formar reiterada son prorrogados en el tiempo.

b) Reales y Personales

En los Impuestos Reales no toma en cuenta la situación personal del contribuyente.


Un claro ejemplo de esto son los impuestos a los consumos, donde no se tiene en
cuenta la capacidad contributiva del sujeto adquirente de los bienes gravados.

Son Personales los impuestos cuyas leyes determinan a la persona del contribuyente
junto al aspecto objetivo, es decir procuran determinar la capacidad contributiva de las
personas físicas discriminando circunstancias económicas personales del contribuyente
(cargas de familia, etc.).

c) Fijos, Proporcionales, Progresivos y Regresivos

Los Impuestos Fijos son aquellos que se establecen en una suma invariable cualquiera
que fuera el monto de la riqueza involucrada en este. También incluye la categoría de
graduales, que son aquellos que varían en relación con la graduación de la base
imponible.

Un ejemplo de éste último es al clasificar a las empresas en diferentes clases según


ciertos parámetros (número de obreros y empleados, capital invertido, volumen de
ventas, etc.) con un impuesto fijo por cada categoría, por ejemplo, en el monotributo.

En relación a la denominación de Impuestos Proporcionales podemos definirlos cuando


se mantiene una relación constante entre el impuesto y el valor de la riqueza gravada
y es Progresivo cuando a medida que se incrementa del valor de la riqueza gravada el
impuesto aumenta en forma sistemática.

Utilizando el mismo criterio podemos definir a los impuestos Regresivos como aquellos
que a medida que va aumentando el monto imponible va decreciendo la alícuota del
tributo.

d) Impuestos Directos e Indirectos

La mencionada clasificación es la más relevante en la República Argentina, atento la


delimitación de facultades entre la Nación y las Provincias. Dentro de esta clasificación
existen dispares criterios de distinción. La más antigua se basa en la posibilidad de
trasladar la carga impositiva hacia un tercero. Razón por lo expuesto podemos definir a
un impuesto como directo cuando el mismo no puede ser trasladado mientras que un
impuesto es indirecto cuando la carga impositiva del tributo puede ser trasladada hacia
otra persona.

Tasas
Son el medio de financiación de los servicios públicos divisibles. Son exigidas como
contraprestación por un servicio publico otorgado individualmente a todos los usuarios
efectivos y/o potenciales. En teoría, el importe de la tasa debe ser proporcional al
beneficio recibido y al costo del servicio, y se debe tener en cuenta la capacidad
contributiva del individuo. Algunos ejemplos son: tasa de migraciones, tasa de
escribanía de gobierno, tasa por servicios sanitarios, etc.

Contribuciones especiales
Es una prestación obligatoria en razón de beneficios individuales o colectivos derivados
de obras públicas o actividades especiales del estado. Algunos ejemplos son: Peajes,
Mejoras, Contribuciones Parafiscales, etc.
Clasificación de los impuestos
Por Gerencie.com 15 noviembre, 2017

Son impuestos las prestaciones en dinero o en especie, exigidas por el


Estado en virtud del poder de imperio, a quienes se hallen en las
situaciones consideradas por la ley como hechos imponibles
El impuesto, se fundamenta en la soberanía de la nación, justificado por
la necesidad de atender requerimientos de interés social y es, sin duda,
el más importante de los tributos que percibe el Estado para el desarrollo
de sus fines.
- Impuestos Directos: Son aquellos en los cuales coincide el sujeto
jurídico responsable de la obligación y el sujeto económico que soporta el
tributo. Ejemplo: El impuesto sobre la Renta y Complementarios. El
declarante es el mismo contribuyente que paga el impuesto.
- Impuestos Indirectos: Se trata de aquellos donde el sujeto jurídico no es
el mismo sujeto económico, quien paga el monto respectivo. Ejemplo: El
impuesto sobre las ventas: Quien declara (responsable jurídico) no es el
mismo que paga el monto del impuesto (lo hace el comprador).
CONTRIBUCIONES: Se define la contribución como, una compensación
pagada con carácter obligatoria a un ente público, con ocasión de una
obra realizada por él con fines de utilidad pública pero que proporciona
ventajas especiales a los particulares propietarios de bienes inmuebles.
- Contribuciones sociales: Son los mismos aportes parafiscales, que son
percibidos por las entidades designadas para prestar servicios de
seguridad social, fomentar la enseñanza de los trabajadores, fortalecer la
familia, etc.
- Contribuciones corporativas: Son los aportes pagados a determinadas
instituciones, por servicios específicos, que pueden ser gremiales.
Algunas son: Pagos a Cámaras de comercio, Superintendencias y
Contralorías.
- Contribuciones económicas: Son los pagos obligatorios que hacen los
contribuyentes y que tienen destinación más o menos específica. Ej:
Contribución por Valorización.
- Otras contribuciones: A pesar de su denominación, son: Impuestos a la
Gasolina y el Impuesto de Boca de Mina de Carbón.
TASAS: Se refiere a un tributo con menor grado de obligatoriedad, ya
que depende del sometimiento voluntario del particular al decidirse a
utilizar un servicio del Estado, que se sabe implica una obligación de
pagar y la existencia de un ente público que dará una contraprestación
directa a quien paga.
Dentro de los Impuestos Nacionales tenemos:
- Impuesto sobre la Renta y Complementario
- Impuesto sobre las Ventas
- Impuesto al Gravamen Financiero
- Impuesto de Remesa
- Impuesto de Timbre Nacional
- Impuesto para preservar la seguridad democrática

Un impuesto único es un sistema impositivo que se basa en forma exclusiva o en gran


medida en un solo impuesto, por lo general elegido por ciertas propiedades especiales, a
menudo es un impuesto sobre el valor de la tierra.1 La idea de un impuesto único sobre los
valores de la tierra fue propuesta de manera independiente por John Locke y Baruch
Spinoza en el siglo XVII. Los fisiócratas franceses con posterioridad acunaron el término impôt
unique a causa de las características especiales de la tierra y la renta.

LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES TRIBUTARIOS


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* Carmen del Pilar Robles Moreno.


Profesora de Derecho Tributario de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la UNMSM.
I INTRODUCCION

En esta oportunidad, efectuaremos un primer acercamiento a los denominados Principios del


Derecho Tributario, también conocidos como los Limites al Ejercicio de la Potestad Tributaria.
Esto con la finalidad de conocer exactamente cuales son, en que consisten, que sucede si no
se cumplen, y que podemos hacer nosotros como operadores del derecho tributario en estos
casos.

A manera de adelanto podemos decir que los principios del Derecho Tributario son la garantía
de que gozan los contribuyentes frente al Estado, cuyo poder tributario o capacidad jurídica
para crear tributos se encuentra limitada precisamente por estos principios 1.

II DERECHO CONSTITUCIONAL TRIBUTARIO

Señala Rodolfo Spisso 2 que “El derecho constitucional tributario es el conjunto de principios y
normas constitucionales que gobiernan la tributación. Es la parte del derecho Constitucional
que regula el fenómeno financiero que se produce con motivo de detracciones de riqueza de
los particulares en favor del Estado, impuestas coactivamente, que hacen a la subsistencia de
éste, que la Constitución organiza, y al orden, gobierno y permanencia de la sociedad cuya
viabilidad ella procura”.

Ahora bien, como sabemos, la Constitución es el conjunto de los principios y las normas que
de por si constituyen un sistema orgánico, por el cual, estos principios y normas se encuentran
vinculados, de tal manera que no es posible hacer una interpretación aislada, sino que esta se
debe efectuar de acuerdo al sistema completo, es decir tomando como base a la constitución.
Es justamente en razón de ello que, el tema tributario se debe explicar partiendo de la
perspectiva constitucional.

En la actualidad el derecho constitucional tributario lo entendemos como “ el conjunto de


normas y principios que surgen de las constituciones y cartas , referentes a la delimitación de
competencias tributarias entre distintos centros de poder (nación, provincias, estados) y a la
regulación del poder tributario frente a los sometidos a él , dando origen a los derechos y
garantías de los particulares, aspecto, este ultimo, conocido como el de garantías de los
contribuyentes, las cuales representan, desde la perspectiva estatal, limitaciones
constitucionales del poder tributario ”. 3

El derecho constitucional tributario es según algunos autores, aquella parte del derecho
constitucional que se refiere a materia tributaria; es decir, no es propiamente derecho
tributario, sino derecho constitucional aplicado al derecho tributario. Y según otros autores
como Catalina García Vizcaíno, no comparten el criterio de ubicar a esta rama jurídica
específica dentro del derecho constitucional, sino que sostienen que “pese al obvio contenido
constitucional de sus normas, debe comprendérsela dentro del derecho tributario, a los efectos
de lograr una clara sistematización lógica de las normas que componen este derecho y para
una mejor comprensión de sus conceptos e instituciones” 4.

Mas allá de que la doctrina no esté unánimemente de acuerdo sobre si el derecho


constitucional tributario es derecho constitucional aplicado al derecho tributario o si éste está
comprendido dentro del derecho tributario; en lo que sí están de acuerdo es que el derecho
constitucional tributario tiene en su contenido temas como: los principios, garantías y normas
que regulan la potestad tributaria, temas como los derechos humanos y tributación, la vigencia
de la norma tributaria en el tiempo, la teoría de la exención tributaria.
Entendemos al Derecho Constitucional Tributario, como aquella parte del Derecho
Constitucional, que se denomina tributario, debido al objeto que regula y trata. Es decir, que
aunque se le considera como una área del Derecho Tributario, no se trata de Derecho
Tributario Sustantivo, ya que, en esencia es la parte del Derecho Constitucional que regula los
temas tributarios, como por ejemplo especifica en la Constitución (claro esta) quienes gozan, o
a quienes se les ha otorgado Potestad Tributaria, en que forma se ha otorgado ésta potestad
tributaria, cuales son los límites que tienen que respetar aquellos que ejercen potestad
tributaria.2.1. Potestad Tributaria

La Potestad Tributaria, llamada por algunos, Poder Tributario, es aquella facultad que tiene el
Estado de crear, modificar, derogar, suprimir tributos, entre otros, facultad que le es otorgada
a diferentes niveles de gobierno o entidades del Estado, exclusivamente en la Constitución.

Esta potestad tributaria, no es irrestricta, no es ilimitada (como lo fue en la antigüedad), sino


que su ejercicio se encuentra con límites que son establecidos también en la Constitución, de
tal manera que a quien se le otorga Potestad Tributaria, se encuentra obligado al cumplimiento
de estos límites, para el ejercicio de la potestad otorgada sea legítimo.

2.2. Limites al ejercicio de la Potestad Tributaria

Como hemos indicado, se señalan en la Constitución, pero no necesariamente todos los


límites al ejercicio de la potestad tributaria se indican en forma expresa, ya que hay una serie
de principios que se encuentran implícitos, es decir no es necesario que la Constitución los
señale.

2.3. Constitución de 1979

En el artículo 139 de la Constitución de 1979 se indicaba lo siguiente:

“Sólo por ley expresa se crean, modifican o suprimen tributos y se conceden exoneraciones y
otros beneficios tributarios. La tributación se rige por los principios de legalidad, uniformidad,
justicia, publicidad, obligatoriedad, certeza y economía en la recaudación. No hay impuesto
confiscatorio ni privilegio personal en materia tributaria….”.

De otro lado, el artículo 77 indicaba que “todos tienen el deber de pagar los tributos que les
corresponden y de soportar equitativamente las cargas establecidas por la ley para el
sostenimiento de los servicios públicos”

Lo primero que podemos apreciar, es que el artículo 139 va dirigido a quienes se les otorga
potestad tributaria, en estricto podíamos decir al legislador, o entidad que goza de potestad
tributaria, (y los límites que obviamente se deben cumplir), mientras que el artículo 77 va
dirigido a las personas, administrados, contribuyentes en su caso.

2.4. Constitución 1993

En el artículo 74 de la Constitución vigente, se establece que:

“Los tributos se crean, modifican o derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente


por ley o decreto legislativo en caso de delegación de facultades, salvo los aranceles y tasas,
los cuales se regulan mediante decreto supremo.
Los Gobiernos Regionales y los Gobiernos Locales pueden crear modificar y suprimir
contribuciones y tasas, o exonerar de éstas, dentro de su jurisdicción y con los límites que
señala la ley. El Estado, al ejercer la potestad tributaria, debe respetar los principios de
reserva de ley, y los de igualdad y respeto de los derechos fundamentales de la persona.
Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio…
No surten efecto las normas tributarias dictadas en violación de lo que establece el presente
artículo.”

Como podemos apreciar, la actual Constitución señala expresamente sólo cuatro Principios
del Derecho Tributario, que es lo mismo que decir los cuatro Límites que debe respetar quien
ejerce potestad tributaria: i) Reserva de Ley, ii) Igualdad, iii) Respeto a los Derechos
Fundamentales de la Persona, iv) No Confiscatoriedad.

Asimismo, el último párrafo de este artículo indica que aquellas normas tributarias que se
dicten violando este artículo no surten efecto.

Este último párrafo debe ser entendido en su verdadera dimensión, que a nuestro parecer es
justamente la consecuencia de lo que debería suceder cuando quien ejerce la potestad
tributaria no respeta estos límites en el ejercicio de esta potestad. Esto constituye la excepción
a la regla general establecida por el artículo 200 de la Constitución.

Es decir, la Constitución ha precisado en el artículo 74 quienes gozan de potestad tributaria,


pero no otorga (como hemos indicado anteriormente) potestad tributaria irrestricta, sino
restringida, en el sentido que el ejercicio de esta potestad se encuentra limitada justamente
por los cuatro principios que hemos mencionado y que más adelante trabajaremos.

Sabemos de otro lado, que la propia Constitución ha previsto en el artículo 200, numeral 4)
que “La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen rango de
ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso,
normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la
Constitución en la forma o en el fondo…”

Asimismo, el artículo 204 de la Constitución precisa que:

”La sentencia del Tribunal que declara la inconstitucionalidad de una norma se publica en el
diario oficial. Al día siguiente de la publicación, dicha norma queda sin efecto. No tiene efecto
retroactivo la sentencia del Tribunal que declara inconstitucional, en todo o en parte, una
norma legal.

De lo hasta aquí señalado, podemos afirmar lo siguiente:

1.- La regla general está contenida en el artículo 200 y 204 de la Constitución, según la cual la
sentencia del Tribunal Constitucional (que declara la inconstitucionalidad de la norma) produce
efectos solo para adelante.

2.- La excepción a esto, se encuentra en el último párrafo del artículo 74 de la Constitución


según el cual la referida sentencia del Tribunal Constitucional (que versa sobre la violación de
principios constitucionales – tributarios) puede producir efectos “para atrás”.

3.- Esta excepción a la regla general tiene que aparecer en la propia Constitución y no en
normas de menor jerarquía, como la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, el Código
Procesal Constitucional, entre otras.
Ahora bien, veamos como el Código Procesal Constitucional, aprobado por la Ley 28237
señala en su artículo 81 lo siguiente:

“Las sentencias fundadas recaídas en el proceso de inconstitucionalidad dejan sin efecto las
normas sobre las cuales se pronuncian. Tienen alcances generales y carecen de efectos
retroactivos. Se publican íntegramente en el Diario Oficial El Peruano y producen efectos
desde el día siguiente de su publicación.
Cuando se declare la inconstitucionalidad de normas tributarias por violación del artículo 74 de
la Constitución, el Tribunal debe determinar de manera expresa en la sentencia los efectos de
su decisión en el tiempo. Asimismo, resuelve lo pertinente respecto de las situaciones jurídicas
producidas mientras estuvo en vigencia”.

Entonces, el Código Procesal Constitucional está regulando los efectos de las normas
dictadas en violación de lo establece el artículo 74, en ese sentido, debemos entender que si
no existiera el último párrafo del artículo 74 de la Constitución, el articulo 81 del Código
Procesal Constitucional sería inconstitucional: inclusive podríamos afirmar que el artículo 74
es la condición de validez del artículo 81 del Código Procesal Constitucional.

III RESERVA DE LEY

Según este principio –que está vinculado al principio de legalidad- algunos temas de la
materia tributaria deben ser regulados estrictamente a través de una ley y no por reglamento.

El complemento al principio de reserva de la ley, y respecto del cual se debería interpretar sus
preceptos, es el principio de Legalidad el cual se puede resumir como el uso del instrumento
legal permitido por su respectivo titular en el ámbito de su competencia 5.

Señala el doctor Humberto Medrano 6, que en virtud al principio de legalidad, los tributos sólo
pueden ser establecidos con la aceptación de quienes deben pagarlos, lo que modernamente
significa que deben ser creados por el Congreso en tanto que sus miembros son
representantes del pueblo y, se asume, traducen su aceptación.

En derecho tributario, este principio quiere decir que sólo por ley (en su sentido material) se
pueden crear, regular, modificar y extinguir tributos; así como designar los sujetos, el hecho
imponible, la base imponible, la tasa, etc 7.

Desde la perspectiva de Iglesias Ferrer 8 son diversas las razones que han llevado a
considerar que determinados temas tributarios sólo puedan ser normados a través de la ley:

Primero: Impedir que el órgano administrador del tributo regule cuestiones sustantivas
tributarias a través de disposiciones de menor jerarquía.

Segundo: Impedir que un ente con poder tributario originario como el ejecutivo o el municipio,
que son más dinámicos, abusen de su dinamicidad y se excedan.

Tercero: Impedir que se den casos de doble imposición interna y normas tributarias
contradictorias.

Según el referido autor todas estas razones tienen como denominador común evitar el caos y
premunir de la formalidad adecuada a la norma tributaria que así lo merezca por su
sustancialidad.
Sin embargo, este principio ha ido evolucionando con el tiempo, de tal manera que, por las
necesidades propias de la técnica en el ámbito tributario, muchas veces es necesaria la
delegación de competencias del legislativo al poder ejecutivo, situación que se ha
generalizado en distintos países. En nuestro país dicha situación viene establecida como
precedente en la Constitución de 1979.

Como todos los demás principios, el de legalidad no garantiza por si sólo el cumplimiento
debido de forma aislada, ya que el legislador podría el día de mañana (ejemplo hipotético),
acordar en el congreso el incremento del Impuesto General a las Ventas del 19% al 49%, y
estaría utilizando el instrumento debido, la Ley, pero probablemente este incremento en la
alícuota sea considerado como confiscatorio. De la misma forma, el congreso podría acordar
que todos los contribuyentes del Impuesto a la Renta (sin excepción alguna) a partir del
ejercicio 2005, tributarán este impuesto con una alícuota única (no progresiva sino
proporcional) del 52 %. Vemos como se aplica el principio de legalidad, pero este no es
suficiente, ya que no se estaría contemplando la capacidad contributiva de los contribuyentes.

IV IGUALDAD

Según el principio de igualdad tributaria los contribuyentes con homogénea capacidad


contributiva deben recibir el mismo trato legal y administrativo frente al mismo supuesto de
hecho tributario 9.

El doctor Jorge Bravo Cucci 10 señala lo siguiente:

“El principio de igualdad es un límite que prescribe que la carga tributaria debe ser aplicada de
forma simétrica y equitativa entre los sujetos que se encuentran en una misma situación
económica, y en forma asimétrica o desigual a aquellos sujetos que se encuentran en
situaciones económicas diferentes. El principio bajo mención supone que a iguales supuestos
de hecho se apliquen iguales consecuencias jurídicas, debiendo considerarse iguales dos
supuestos de hecho cuando la utilización o introducción de elementos diferenciadores sea
arbitraria o carezca de fundamento racional.”

Este principio se estructura en el principio de capacidad contributiva, formulada dentro del


marco de una política económica de bienestar y que no admite las comparaciones
intersubjetivas 11.

El principio de igualdad de sustenta en que a los iguales hay que tratarlos de manera similar, y
a los desiguales hay la necesidad de tratarlos de manera desigual. Justamente este principio
de igualdad es la base para que el legislador pueda tener tratos desiguales entre los
contribuyentes, y es la base para el otorgamiento de exoneraciones y beneficios tributarios.

En nuestro país no necesariamente esto se cumple, ya que, como podemos apreciar del
Impuesto a la Renta, las deducciones no son reales, sino que se presumen. Es por ello, que
dos sujetos que ganan lo mismo, pero que tienen capacidad contributiva real distinta (uno
puede ser soltero y vivir en casa de sus padres, y el otro puede ser casado, tener 4 hijos y una
esposa que no trabaja ni percibe ingresos), van a tener la misma deducción. (hace algunos
años en la ley del Impuesto a la Renta, si se permitían que las deducciones sean reales
(principio de causalidad), pero el abuso de los contribuyentes, llevo (aparentemente) a utilizar
el criterio actual. Además hay que tener en cuenta que para efectos de la fiscalización, es
mucho más sencillo trabaja con deducciones presuntas.
Finalmente, es importante mencionar que la igualdad se traduce en dos tipos: i) Igualdad en la
Ley, ii) Igualdad ante la Ley. En el primer caso, el legislador se encuentra impedido de tratar
desigual a los iguales, en el segundo caso, una vez que la norma se ha dado, es la
Administración Tributaria quien tiene el deber de tratar a los contribuyentes en la misma forma,
es decir trato igual ante la Ley.

V NO CONFISCATORIEDAD

Por este principio los tributos no pueden exceder la capacidad contributiva del contribuyente
pues se convertirían en confiscatorios. Hay lo que nosotros llamamos el mundo de lo tributable
(y nos podemos imaginar una línea horizontal), y aquello que podría convertirse en
confiscatorio, bajo esta misma línea horizontal. Lo que tenemos que aprender a diferenciar es
cuanto lo tributario está llegando al límite, de tal manera que no cruce la línea a lo
confiscatorio.

El principio de No Confiscatoriedad defiende básicamente el derecho a la propiedad, ya que el


legislador no puede utilizar el mecanismo de la tributación para apropiarse indirectamente de
los bienes de los contribuyentes.

A decir de Juan Velásquez Calderón 12:

“Este principio tiene una íntima conexión con el derecho fundamental a la propiedad pues en
muchos casos, ya tratándose de tributos con una tasa irrazonable o de una excesiva presión
tributaria, los tributos devienen en confiscatorios cuando limitan o restringen el derecho de
propiedad pues para poder hacer frente a las obligaciones tributarias ante el Fisco el
contribuyente se debe desprender de su propiedad.”

Según el profesor Villegas citado por César Iglesias Ferrer 13 “La confiscatoriedad existe por
que el Estado se apropia indebidamente de los bienes de los contribuyentes, al aplicar un
gravamen en el cual el monto llega a extremos insoportables, desbordando así la capacidad
contributiva de la persona, vulnerando por esa vía indirecta la propiedad privada e
impidiéndole ejercer su actividad”.

Como hemos señalado anteriormente, la potestad tributaria debe ser íntegramente ejercida
por medio de normas legales (principio de legalidad), este principio de legalidad no es sino
solo una garantía formal de competencia en cuanto al origen productor de la norma, pero no
constituye en sí misma garantía de justicia y de razonabilidad en la imposición. Es por esta
razón que algunas las Constituciones incorporan también el principio de capacidad
contributiva que constituye el límite material en cuanto al contenido de la norma tributaria.

Pero, la potestad tributaria que ejerce el Estado no debe convertirse en una arma que podría
llegar a ser destructiva de la economía, de las familias y de la sociedad, en el caso que
exceda los límites más allá de los cuales los habitantes de un país no están dispuestos a
tolerar su carga. En este sentido, debemos comprender bien el límite entre lo tributable y lo
confiscatorio, muchas veces difícil de establecer.

El límite a la imposición equivale a aquella medida que al traspasarse, produce consecuencias


indeseables o imprevisibles, de tal modo que provoca efectos que menoscaban la finalidad de
la imposición o que, se opone a reconocidos postulados políticos, económicos, o sociales.

Todo gravamen influye sobre la conducta del contribuyente y esto sucede particularmente
cuando llega a determinada medida o la pasa, y suele hablarse de límites de la imposición
cuando su medida influye sobre la conducta del contribuyente en forma tal que el efecto
financiero corre peligro de malograrse o que la imposición produzca efectos indeseables.

Por ello, si el estado pretende que los contribuyentes cumplan adecuadamente con sus
obligaciones tributarias debe tener presente los siguientes límites a la imposición: i) Límite
psicológico, que es el punto a partir del cual el contribuyente prefiere el riesgo al cumplimiento
de la obligación tributaria; ii) Límite económico, entendido como el límite real de soportar la
carga tributaria; iii) Límite jurídico, que pretende normar el límite económico real del
contribuyente. Este último lo encontramos en la Constitución y en la Jurisprudencia.

Sobre que es considerado confiscatorio en materia tributaria, se ha recogido el concepto de la


razonabilidad como medida de la confiscatoriedad de los gravámenes, “se considera que un
tributo es confiscatorio cuando el monto de su alícuota es irrazonable”. Así, se sostiene que
para que un tributo sea constitucional y funcione como manifestación de soberanía, debe
reunir distintos requisitos, entre los cuales se ubica en lugar preferente “la razonabilidad del
tributo”, lo cual quiere decir que el tributo no debe constituir jamás un despojo.

La confiscación puede evaluarse desde un punto de vista cualitativo y otro cuantitativo:

1. Cualitativo: es cualitativo cuando se produce un sustracción ilegitima de la propiedad por


vulneración de otros principios tributarios (legalidad por ejemplo) sin que interese el monto de
lo sustraído, pudiendo ser incluso soportable por el contribuyente.

2. Cuantitativo: es cuantitativo cuando el tributo es tan oneroso para el contribuyente que lo


obliga a extraer parte sustancial de su patrimonio o renta, o porque excede totalmente sus
posibilidades económicas.

na tasa es una relación entre dos magnitudes. Se trata de


un coeficiente que expresa la relación existente entre una cantidad y la
frecuencia de un fenómeno. De esta forma, la tasa permite expresar la
existencia de una situación que no puede ser medida o calculada de forma
directa.

La tasa de desempleo, por ejemplo, calcula el número de desempleados a


partir de la población económicamente activa (aquellas personas que están
en condiciones de formar parte del mercado laboral). En una región donde
viven 1.000 personas, si la tasa de desempleo es del 10%, no quiere decir que
hay 100 desocupados, ya que si tan solo 500 de ellas son económicamente
activas, el resultado revelar[ia que el número de personas sin empleo es 50.
La tasa de interés, por otra parte, es el precio del dinero y señala cuánto
se debe pagar o cobrar para tomar un préstamo o ceder el dinero en una
cierta situación. En el caso que una persona solicite un crédito de 20.000
dólares con una tasa de interés del 25%, deberá devolver 25.000 dólares (los
20.000 dólares del préstamo más 5.000 dólares en concepto de intereses).
Si un sujeto deposita 15.000 dólares en una plazo fijo que ofrece una tasa de
interés del 5%, la inversión le representará una ganancia de 750 dólares. Es
decir, cuando finalice el plazo, recibirá 15.750 dólares (su inversión original
más los intereses).
En el ámbito de la demografía y de la ecología, se conoce como tasa de
crecimiento de la población o de crecimiento demográfico al índice
que representa el aumento o el descenso de la población de una determinada
región a lo largo de un período de tiempo en particular (por lo general, un
año). Se suele expresar como porcentaje de habitantes al comienzo de cada
período y se calcula tomando en cuenta dos variables: la cantidad de
nacimientos y de ingreso de personas provenientes del extranjero; el número
de personas que han fallecido o que han emigrado del territorio en cuestión.

La tasa global de fecundidad permite


estimar la cantidad media de niños y niñas que un grupo hipotético de
mujeres daría a luz a lo largo de su vida fértil si no sufrieran ninguna
enfermedad o accidente que amenazara su salud o el correcto desarrollo de
sus hijos. Gracias a este estudio y otros relacionados, es posible calcular la
tasa ideal de hijos que una mujer debería tener para que se cumpla con
el nivel de reemplazo de una población, que actualmente es de 2,1.
Cabe aclarar que se trata de una estimación basada en una serie de supuestos
que poco se relacionan con la realidad, como ser que todos los habitantes
vivieran la misma cantidad de años.
En el mundo de la informática y las telecomunicaciones, se habla de tasa de
bits o de transferencia para definir la cuantía de bits que recorre un
sistema digital de transmisión o que pasan de un dispositivo a otro en un
período de tiempo determinado, lo que devuelve la velocidad a la que se
transfiere la información. Un concepto relacionado con este término es
el ancho de banda, usado masivamente al hablar de conexiones a Internet;
la tasa de bits no es otra cosa que el ancho de banda real calculado en un
momento en particular utilizando rutas definidas de Internet mientras un
número específico de datos es transmitido.
Dadas ciertas limitaciones y particularidades de las conexiones, como ser la
distancia entre dos nodos y la saturación de las red, la tasa de transferencia
suele ser menor al ancho de banda teórico, sobre todo cuando el número de
usuarios varía y las actividades que realizan no pueden controlarse.
La tasa, por otra parte, es un tributo que se impone para acceder a ciertos
servicios o para el ejercicio de una actividad. La persona que está obligada a
tributar, por lo tanto, es beneficiaria directa.

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