Você está na página 1de 5

Semblanzas de los teóricos.

1
De lo que se habló en clase, me quedó resonando la idea de no anteponer al debate la palabra °justificar°,
que lleva a un binarismo de culpables e inocentes. Desde hace un tiempo que me viene interpelando esta
cuestión, por eso escribí un breve ensayo.

¿Podremos algún día superar esta suerte de binarismo genealógico que nos atraviesa?
Si bien no hace mucho tiempo se empezó a hablar de la grieta en relación a la división en la que se encuentra
inmersa la sociedad, una idea bastante reiterada y fogoneada mediáticamente, sin embargo pareciera que esta
suerte de antagonismo excluyente tiene que ver con nuestra génesis de cómo nos hemos conformado como
sociedad.
Si uno retrocede unos doscientos años aproximadamente, ya teníamos a un Saavedra y a un Moreno
enfrentados. Si le damos una mirada a la literatura, a la historia, sucede casi lo mismo. La novela fundacional de
la historia argentina es “El matadero”, donde la violencia (asesinato político), está dado por el enfrentamiento
entre Unitarios y Federales, y los ejemplos pueden seguir con el Facundo de Sarmiento, Los Vengadores de la
Patagonia Trágica, Operación Masacre, etc.
Me parece que algo dice de nosotros esta idea de pensar la política como la exclusión y la eliminación del otro,
esta futbolización de la sociedad que se ha apropiado de los discursos y de los comportamientos de las
personas. La idea del Boca-River (del “no existís”; “me juego la vida”) fue ganando cada vez más espacios,
insospechados como la música, el rock cuando todavía tenía olor a contra cultura, enfrentaba a Pappo- Spinetta,
después a Soda-Redondos.
Pareciera que no se puede construir o ser en tanto y en cuanto se excluye al otro. Y no tiene que ver con el
antagonismo que puede ser reproductivo porque hace aparecer lo distinto, sino que el “problema” pasa por la
eliminación del antagónico.
Esta lógica se ha apropiado de los conceptos que por lo general no resisten ningún tipo de análisis, como el
“bueno vs malo”, o “década ganada vs década perdida”. Conceptos que no habilitan ningún tipo de debate y que
por lo tanto quita la posibilidad de establecer consensos, encontrar puntos de contacto, puntos intermedios.
La gravedad que puede tener estas formas de pensar, tal vez viciada de intereses, que en algunos casos se
transforman en paradigmas cristalizados, como por ejemplo el de “La guerra contra las drogas”, que tiene
aproximadamente 50 años y que se ha encargado de criminalizar la parte débil, al consumidor desfavorecido, lo
cual ha servido solo para acrecentar los índices de violencia que generalmente se paga con vidas.
Creo que es bastante difícil que una sociedad avance en cuestiones principales, como el trabajo, la salud, la
educación, si la forma de hacer política de los dirigentes es de “construcción destructiva”, es decir, eliminar todo
lo que existe, sin contemplar la posibilidad de rescatar lo que sirve, para imponer una nueva impronta.

De los dichos a lo no dicho

En síntesis: la resonancia que tuvieron los dichos de cordera, develan dos aspectos, uno positivo, ya que hay
una respuesta generalizada de la sociedad sobre el tema en cuestión, y otro negativo porque dicho tema lo
excede ampliamente al pelado y no hay un análisis significativo para la complejidad del asunto por parte de los
"críticos"... pensadores, profesores que surten distintos calificativos, pero sin bucear la profundidad (la cultura, la
música y sus lugares, etc). De manera que plantarse solamente en esa "suerte de narcótico" del repudio,
principalmente el ámbito intelectual, no conduce al entendimiento de las causas, de ese trasfondo que motorizan
esas manifestaciones aberrantes.
3

Entre dichos y diretes

Me quedé pensando en la frase de Facundo Manes acerca de que hay que cuidar el cerebro de los
niños porque es el capital de un país (y también hizo hincapié en la buena alimentación),

ya que dijiste que la misma tenía un germen político (o similar), porque el cerebro no está
separado del cuerpo.

Sin intentar defender posturas, pero si con el deseo de bucear en la comprensión y


específicamente porque estábamos hablando de la subjetividad, me pregunto cómo se hace para
notar una intencionalidad en una frase como esa, a menos que la persona que la manifieste se
encuentre en un escenario concretamente partidista, o juegue de puntero político. Pienso todo
esto porque no se hacer la diferencia y me parece que todos estamos atravesados por recortes o
categorías profesionales que a su vez focalizan en primer lugar, la dimensión de su especialidad.
Como, por ejemplo, un maestro de teatro, lo primero que dice es ´´la voz es el primer cuerpo del
actor y hay que cuidarla´´ o un nutricionista hace foco primeramente en la alimentación, etc. Con
lo cual me cuesta pensar que un neurocientifico, a menos que sea un dirigente político, se ocupe
de apostar más allá de las áreas que formen parte de su especialidad.

Pensar en la subjetividad, me produce algo similar a cuando pienso en el infinito, porque hay un
deseo por atrapar y al mismo tiempo me surge la pregunta de ¿qué cosas se puedan atrapar y que
cosas no?

07/09/16

Teórico psicología

Cuando hablabas retomando el concepto de anestesia de Book More y la sobre abundancia de


estímulos a los que nos enfrentamos en esta sociedad infocomunicacional, además de retracción
o la indiferencia que produce en las personas frente a la realidad, también produce una gran
confusión que no permite discernir cuales son las cuestiones relevantes que se deberían subrayar.
Es decir, que en un mundo donde la única constante es el cambio, los parámetros o marcos
referenciales que suelen funcionar como guías en torno a la toma de decisiones, no llegan a
desarrollar la solidez necesaria, dado el permanente bombardeo de información y por lo tanto la
identidades se vuelven mutantes. Por eso, tal vez, sería necesario el desarrollo de la capacidad
crítica y discriminatoria, en el sentido que ayude a seleccionar o elegir la información con
conciencia.

31/08/16

Teórico: psicología y comunicación.

La idea del giro lingüístico, consiste en atribuir cualidades independientes del sentido en una
situación comunicativa, ya que entra a jugar el plano de lo inconsciente. Esta mención en clase,
me disparó a pensar, aunque parezca algo forzado, en el estudio de la experiencia subjetiva que
es estudiada por una corriente denominada Programación Neuro Lingüística (PNL), que parte de
la idea de que “el mapa no es el territorio”, postulado estudiado por Watzlawick. La PNL es una
tecnología de la comunicación que tiene poca aceptación en las universidades por considerarla
conductista. Su desarrollo más bien fue capitalizado y aplicado con bastante éxito en el campo
netamente comercial. Esto mismo me lleva a pensar que, si una tecnología de la información
funciona en las relaciones interpersonales o intrapersonal, es porque algo del comportamiento
humano se ah comprendido y que sería interesante tomarlo en consideración. No comparto
demasiado la idea de tomar una postura reacia o rechazar en bloque a lo que se considera
conductista, sin antes analizarlo, porque conductista en gran medida es la vida social, que nos
programa sin nuestro consentimiento. De manera que me parece interesante considerar la mayor
cantidad de elementos que entran en juego en una experiencia comunicativa.

¿Somos dueños de nuestros recuerdos?

La relación con la infancia es de ajenidad, ya que la reconocemos como algo perdido, fue lo que
se dijo en algún momento de la clase. Inmediatamente me disparó, sin saber demasiado porqué,
lo que Borges dijo alguna vez acerca de que recordamos las cosas no tal como ocurrieron, sino
tal como las evocamos o relatamos en nuestro último recuerdo. De manera que nuestra relación
con la infancia es ajenidad, dada la distancia, dado lo irrecuperable de una etapa, pero al mismo
tiempo es un recuerdo va resignificándose en la medida que transcurre el tiempo. Es decir, que el
recuerdo lo tenemos de distintos presentes, y cada presente tiene un clima, una sensación
diferente, lo cual influye o transforma esa relación con nuestra infancia.

Lo curioso de todo esto, es que generalmente las relaciones con nuestros recuerdo se van
modificando, ya sea por agregados o por omisión que van resignificando las situaciones y ocurre
de manera “natural”, es decir, un proceso a nivel prácticamente inconsciente, porque no nos
proponemos modificar porque si nuestra propia experiencia.

5/10

Teórico psicología

La idea de lo ominoso pareciera que suele habitar con más frecuencia en la experiencia
individual que en la social, ya que los acontecimientos de fuerte impacto rara vez ocurren a nivel
molar, y en parte, tal vez, porque las estructuras del sistema suelen estar tan controladas y
aceitadas en ciertas direcciones, lo cual dificulta o condiciona en alguna medida las condiciones
para que se produzca un quiebre o lo disruptivo.

Si tomamos por caso a Argentina, tal vez deberíamos remontarnos a la crisis del 2000 para leer
un acontecimiento que produjo eructos inesperados, ya que se manifestaron estratos sociales
provenientes de una clase mas acomodada, que hasta ese momento era impensable verlos
reclamando en una plaza.

Si se entiende que lo ominoso está ligado al fenómeno del acontecimiento, algo que produce
desconcierto, en la medida que es propio pero no familiar o viceversa, tal vez algún componente
de esta naturaleza tengan lugar en los sucesos ocurridos recientemente, como por ejemplo el
triunfo por el “no a la paz” en Colombia. Un proceso caracterizado por la violencia y marcado a
sangre, resulta desconcertante en alguna medida, especialmente si se tiene en cuenta conceptos
como democracia, paz social, DDHH, etcétera, que resuenan en la estructura social.

Aunque si retrocedemos solo unos días más, también nos encontramos con lo que ocurrió con
Dilma Rousseff, que por un lado parece casi impensado que pueda ocurrir lo que ocurrió, pero
por otro se sabe que fue una campaña de destitución totalmente pensada.

12/10

Teórico psicología.

Retomando la idea de que el capitalismo organiza los deseos, de manera que nos convierte en
cyborgs deseantes, donde la gran mayoría deseamos lo que en principio se nos cuenta que es lo
más deseado (la idea de producto). Pero la invitación al deseo suele discriminar en tanto
posibilidades, ya que los que pueden acceder a eso que se desea, con facilidad, el mismo se
convierte en consumo, a diferencia del deseo que conlleva una cuota de imposibilidad, el cual
permanece como tal, por su no concreción.

¿Por qué cuanto más deseado es algo, mas lo deseamos? ¿Se trata de una consideración
valorativa aprendida en la sociedad capitalista o más bien es algo que responde a la condición
humana?

Teóricos.

26/10

Me pareció interesante la idea del encuentro con el otro, en tanto rostridad que me inhibe, porqué
está ahí y no lo puedo captar, pero al mismo tiempo somos responsables de ese otro. Es decir,
como nos manejamos con esa vulnerabilidad, con esa fragilidad del otro. La pregunta que surge,
es hasta que punto somos responsables por el otro, o mejor de otra manera, ¿Hasta qué punto mi
“yo” queda subsumido en la responsabilidad por el otro? Porque no queda claro (o tal vez no
debería) es el lugar que debería ocupar mi “yo”.

La idea de no equivalencia que propone Levinas en el plano de las vinculaciones, por fuera de la
dinámica mercantil, da de alguna manera la idea de que el sujeto no se convierta en objeto. Sin
embargo uno también se podría preguntar cual sería el universo necesario para su propuesta, ya
que si parafraseamos a Sartre, diría que el mero hecho del encuentro de los sujetos es violento y
es una violencia que lo convierte en objeto al otro.

2/10

La idea de vorágine tecno de la que se habló en clase, también se la a puede relacionar con la
hibridación en la producción cultural. Un claro ejemplo de ello, es el sello ZZK, que mezcla
cumbia tradicional con sonidos electrónicos, de lo cual sale la denominada cumbia digital, una
especie de pastiche rítmico, que responde a una gramática de consumo, sin sutileza, ya que las
mezclas se realizan durante las fiestas, que no es mas ni menos que una forma de testeo para
probar cual es el mix que mas funciona. Sin embargo hay discurso que sostiene que la cumbia
digital produce un desclasamiento, algo así como un borramiento de las barreras prejuiciosas, ya
que invita a participar a distintas clases sociales. Pero lo curioso es que no se dice que se impuso
un marco tecno-electrónico a la cumbia tradicional, para atraer a personas con mayores recursos.
Las fiestas suelen ser exclusivas, en la zona de Palermo.

10

9/10

En determinado momento se habló de que la violencia es indeterminada, que no es cuantificable.


Se puede entender esa idea, tal vez en un sentido especifico (como la reproducción mediática
intenta asignar valores de violencia, según los intereses editoriales), y no como una generalidad,
porque sabemos que aunque quisiéramos no podemos escapar a la idea de medidas. Creo la
mayoría de las experiencias de la vida están atravesadas por marcos que remiten a cantidad,
intesidad o por lo menos nuestra percepción y nuestras referencias funcionan de esa manera, ya
se trate de placer, de dolor o afectividad, etc.

Me pareció interesante la idea de que el dolor es administrado por alguien, lo cual me hace
pensar en cuanto habrá colaborado la educación sentimental para las masas, como el melodrama;
toda una serie de productos culturales, desde novelas, canciones, etcétera, que siembran la idea
que se aprende con el sufrimiento.

Você também pode gostar