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ENFOQUE SISTÉMICO DE LA SEGURIDAD DE PRESAS

Ing. Francisco L. Giuliani *

Resumen

La práctica tradicional de la seguridad de presas se sustenta en evaluaciones


deterministas y/o semi-probabilísticas de las distintas partes de las obras, en estándares
reconocidos, en la experiencia y el criterio. La gran cantidad de presas existentes y su
envejecimiento progresivo, así como una creciente demanda de la sociedad por mayor
seguridad, han dado lugar desde hace más de una década al enfoque sistémico de la
seguridad de presas. Esta nueva metodología, denominada “Análisis y Evaluación del
Riesgo”, sigue procedimientos asentados en otras industrias y actividades, como la
nuclear, aeronáutica y petroquímicas, y comienza a aplicarse en la ingeniería de presas
en varios países e instituciones del primer mundo. El presente artículo es una síntesis de
la temática, de sus posibilidades y limitaciones, y refleja algunos puntos de reciente
discusión en el Comité Técnico de Seguridad de Presas de ICOLD.

Introducción

Las presas son una fuente de bienestar y desarrollo de la sociedad, a la vez que imponen
un riesgo por las consecuencias asociadas a su eventual colapso. La falla de una presa
constituye una catástrofe que se traduce en pérdidas de vidas, daños económicos y
ambientales.

Durante el siglo XX se construyeron decenas de miles de presas de la mano del fuerte


crecimiento de los conocimientos y de la tecnología. La seguridad de estas obras ha sido
un tema de constante preocupación en función de exigencias cada vez mayores. Con los
años mejoraron fuertemente los criterios de seguridad aplicados al proyecto y la
construcción, los sistemas operativos y la auscultación y el control, a la vez que se
incorporaron previsiones para situaciones de emergencia.

Desde hace años la seguridad estructural se sustenta en evaluaciones determinísticas


y/o semi-probabilísticas, en la experiencia y en estándares internacionalmente
reconocidos. También se avanzó con legislación específica y se crearon organismos
regulatorios y de fiscalización, existiendo en la actualidad una profusa documentación
sobre seguridad de presas.

Lo anterior puede denominarse como la práctica tradicional en la materia. El boletín 59


“Dam Safety” de ICOLD de 1989 es una síntesis de la filosofía y de los métodos
aplicados hasta entonces.

* Director y Vocal del Consejo Técnico del Organismo Regulador de Seguridad de Presas.
Profesor Titular de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue.
Miembro del Comité Técnico de Seguridad de Presas de ICOLD en representación del CAP.

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Desde el año 2004, el Comité Técnico de Seguridad de Presas del ICOLD (CODS) se
encuentra trabajando en la redacción de un nuevo boletín titulado “Dam Safety
Management”. El objetivo es desarrollar y documentar la estructura general del
tratamiento sistémico de la Seguridad de Presas.

El nuevo documento deberá tener en cuenta la práctica tradicional expresada por el


boletín 59 (Dam Safety), e integrarla con los nuevos principios basados en la estimación
y evaluación del riesgo, descriptos en el boletín 130 (Risk Assessment).

Se plantea así incorporar modernos conceptos de administración de la seguridad, donde


río, presa y embalse, sean considerados como un sistema y donde el riesgo asociado sea
tratado en forma similar a otras grandes industrias. En particular se hace referencia a los
documentos para la seguridad y administración integrada del riesgo desarrollados por la
Agencia Internacional de Energía Atómica.

Administración del Riesgo

En la actualidad existen miles de presas en el mundo, muchas concebidas y construidas


según criterios menos exigentes que los actuales y con edad superior a los 50 años. Este
es el caso en países como Estados Unidos, Cánada, Australia, Gran Bretaña y de la
mayoría de los países de Europa. También las presas han sido el motor de un fuerte
desarrollo, cambiando las condiciones ambientales, económicas y sociales de su
entorno.

Varios países europeos clasificaron sus presas en función de las consecuencias que
derivarían de un colapso, tal como la clasificación española en tipos A,B,C, con
exigencias decrecientes.

Para grandes presas tipo A es frecuente adoptar como crecida de diseño la


correspondiente a un período de retorno de 10000 años o el valor determinístico de la
CMP. Criterio similar se sigue en la adopción del sismo de verificación.

En el campo geotécnico se utilizan criterios conservadores compatibles con el mejor


nivel de información logrado con las investigaciones.

Esta práctica, si bien lógica y necesaria, a fin de cubrir en parte las incertidumbres
existentes en el proyecto de nuevas presas, no siempre resulta razonable o posible de
llevar a la práctica en todas las obras en operación desde larga data.

Es decir que la adecuación de las numerosas presas construidas en tiempos pasados,


acorde con las exigencias más modernas de seguridad, conduce con frecuencia a una
problemática de difícil resolución económica.

Desde poco más de una década se desarrolla una nueva tendencia que sigue ejemplos de
otras industrias, como la nuclear, la aeronáutica y químicas, con base en el análisis del
riesgo y teoría de confiabilidad.

La nueva metodología considera al Riesgo, como resultante del producto de la


Probabilidad de Falla de la estructura por las Consecuencias del evento. El análisis de
riesgo puede ser de carácter cualitativo o cuantitativo.

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Fig.1. Arbol de eventos. Escenario sísmico.

Estimar la probabilidad de falla requiere de un análisis sistémico, donde se tengan en


cuenta las distintas amenazas que podrían dar lugar al colapso de la obra, los modos de
falla vinculados a estas amenazas y los procesos correspondientes a cada caso, a fin de
evaluar partes vitales del sistema (presa, estribos, vertedero, etc.).

Entre las técnicas más divulgadas se encuentran los llamados árboles de eventos (Fig.1)
y de fallas, donde se requiere adjudicar probabilidades a las distintas ramas de cada
proceso, a fin de obtener la probabilidad de falla de distintas partes del sistema. Los
valores de probabilidad pueden ser de carácter estadístico y/o subjetivos basados en la
experiencia y el criterio.

La consideración de los distintos escenarios bajo los cuales puede ocurrir el colapso
permitiría en teoría obtener la Probabilidad Global Anual de Falla.

Las Consecuencias se evalúan por separado y se expresan en número de personas en


riesgo de muerte (N), daños económicos ($) y en impacto ambiental.

El riesgo individual de muerte de una persona/año por rotura de una presa, ha sido
comparado con el riesgo de muerte de un individuo por distintas actividades

El riesgo social (muerte de un grupo de personas) no debería ser significativamente


aumentado por la presencia de una presa. Estos conceptos dieron lugar a criterios de
aceptación del riesgo en función del número esperado de víctimas.

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El número esperado de víctimas se obtiene en función del número de personas en
riesgo, y depende del modo de falla y de las características de la onda de crecida (altura,

velocidad y tiempo de arribo), así como de la existencia de planes de acción en la


emergencia, sistemas de aviso y de evacuación de la población (Fig.2).

En los casos de presas donde no existe riesgo de muerte de personas, las decisiones para

ESCENARIO GRUPO SISTEM A SISTEM A DE


DE FALLA POBLACIONAL DE AVISO EVACUACIÓN

N1 α

SOBREPASO N2 β
Ps 1 -α
N3
α*
1-β
N1
1 - α*
DESLIZAM IENTO N2
Pd
N3

N1

EROSIÓN INTERNA N2
Pe
N3

R = Σ P N [ β ( 1 - α ) + ( 1 - β ) ( 1 - α * )]

disminuir el riesgo son basadas en análisis costo-beneficios.

Fig. 2. Arbol de eventos. N (número estimado de víctimas)

La Autoridad de Salud y Seguridad del Reino Unido (HSE) define:

“Riesgo Aceptable es el que toda persona se encuentra preparada de aceptar bajo


condiciones normales de la vida o el trabajo”.

“Riesgo Tolerable es aquel asumido por una sociedad en función de beneficios netos
efectivos y siempre que no sea posible reducir o que el costo para lo mismo sea
groseramente desproporcionado” (ALARP – As low as reasonable possible).

Gráficos F-N (Frecuencia acumulada de falla – Número de víctimas) se han propuesto


como referencia para la toma de decisiones en la disminución del riesgo. Estas curvas se
comparan con los riesgos derivados de otras industrias y actividades. Así se visualizan
conceptos sobre niveles de seguridad o áreas de distinto riesgo: aceptable, tolerable e
inaceptable (Fig.3).

La nueva tendencia surge y toma fuerza en varios países del primer mundo (Canadá,
Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda y otros) y comienza a incorporarse
como ayuda en la administración de la seguridad de las obras, por conocidas
instituciones (Bureau of Reclamation, Corps of Engineers, FERC, etc.).

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Fig.3. Criterio de aceptación del riesgo.
Bureau of Reclamation. Estados Unidos

El reciente boletín 130 de ICOLD, titulado “Risk Assessment in Dam Safety


Management” trata sobre esta nueva metodología. Sobre estas bases se procura
clasificar las presas en función del riesgo y optimizar la administración de los recursos
en el mejoramiento de la seguridad.

El procedimiento presenta aspectos conceptuales valiosos y a la vez propone un camino


para tratar la problemática que presenta la gran cantidad de presas existentes y su
envejecimiento progresivo.

El establecimiento de portfolios de presas de acuerdo al riesgo permitiría orientar las


inversiones en seguridad, priorizando los casos de mayor gravedad.

El análisis del riesgo mediante árboles de eventos y/o de fallas, resulta una herramienta
útil para una mejor comprensión de los distintos procesos que pueden conducir al
colapso de la obra .

Controversias

En general es aceptado que cuantificar el riesgo asociado a una presa (probabilidad de


falla x consecuencias) presenta aún grandes dificultades. Se requiere establecer los
distintos escenarios que pueden conducir al colapso, reconocer sus procesos y elementos

correspondientes, evaluar sus interacciones, contar con extensas bases de datos,


formular y calibrar complejos modelos, etc.

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La metodología mencionada ha dado lugar a fuertes controversias. En particular se
cuestiona la posibilidad y/o validez de cuantificaciones probabilísticas, frente a muchos
problemas de carácter único no dables de tratar estadísticamente, caso ciertos procesos
geotécnicos.

Cabe destacar que en varios casos se ha propuesto estimar la probabilidad de falla por
erosión interna, ya sea con base en estadística de fallas históricas (Foster et al), o
mediante las técnicas de árboles de eventos (Whitman, Johansen et al, Dise and Vick,
Fell, Foster, otros).

Estos cálculos presentan fuertes incertidumbres toda vez que se trata de procesos
función del tiempo de muy difícil comparación con otros casos. De igual manera,
resulta frecuente que por falta de datos suficientes y limitaciones de los modelos, sean
poco confiables extrapolaciones correspondientes a muy elevados períodos de retorno.

Conocidos expertos se han referido a estas limitaciones y a la gran sensibilidad que


tienen los resultados al nivel de la información disponible (DeMello, Lombardi,
Kreuzer).

Pequeñas diferencias en los coeficientes de variación, ya sea de las cargas y/o de las
resistencias, producen resultados de la probabilidad de falla con diferencias de varios
órdenes de magnitud (Kreuzer 2003) (Fig.4).

Fig.4. Análisis de sensibilidad. Kreuzer 2003.

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También se ha marcado la importancia de adoptar funciones de distribución acotadas
(Lombardi 1999, Kreuzer 2003- Fig.5).

Estas y otras consideraciones hacen que las cuantificaciones del riesgo no puedan
considerarse como absolutas y que el criterio y la experiencia serán siempre
irreemplazables.

También es conocido que en muchos casos, los parámetros más críticos de un problema
suelen ser fuertemente dependientes de la escala, por lo cual no siempre es válido
comparar presas de igual tipología.

KREUZER
KREUZER- -2001
2001
Fig.5. Análisis de sensibilidad. Kreuzer 2003.

Lógicas alternativas

Es claro que al momento actual de los conocimientos, no es posible asignar un factor de


seguridad o una probabilidad global de falla confiable a una presa, por las muchas
limitaciones antes mencionadas.

Los análisis determinísticos tradicionales sobre las distintas partes constitutivas de las
obras, así como las estimaciones de probabilidad de falla bajo distintos escenarios, son
en todo caso una vista parcial de la seguridad global de una presa.

Ciertamente existen un sinnúmero de factores determinantes en la seguridad final de un


sistema, los cuales no son simples o dables de tratar probabilísticamente.

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Nos referimos a los aspectos políticos, de organización y fundamentalmente al factor
humano, que en definitiva se hallan presentes en todas las etapas de concreción y
operación de las obras. Tradicionalmente estos aspectos son tenidos en cuenta a través
del cumplimiento de una serie de estándares, y del seguimiento de lineamientos y
recomendaciones, a efectos de garantizar una elevada “calidad” del sistema.

Expertos en seguridad de las estructuras han formulado modelos alternativos para el


análisis de la “propensión” a la falla, mediante herramientas como lógica borrosa,
interval probabilities, italian flags,etc., que permiten incluir en el análisis los elementos
no técnicos que hacen a la seguridad global del sistema.

Estos modelos se encuentran en etapa de investigación (Blockley, De Bernardini,


Bignoli).

Comentarios finales

El enfoque sistémico de la seguridad de presas implica un tratamiento holístico de la


problemática, que incluye el análisis de la probabilidad o propensión de la estructura al
colapso y la evaluación de las consecuencias de dicho evento.

El análisis probabilístico del riesgo constituye hoy una corriente de fuerte crecimiento,
adoptada de prácticas asentadas en otras industrias como las petroquímicas y la nuclear,
que se plantea como herramienta complementaria de la práctica tradicional.

Los métodos para el análisis del riesgo y su administración presentan fuertes


dificultades de aplicación, particularmente en lo referente a muchas de las
cuantificaciones que se realizan.

En particular se han mencionado el carácter único de las presas y de muchos de los


procesos que pueden dar lugar al colapso de la obra.

También resulta difícil la estimación de las consecuencias, ambientales, económicas y


de posibles víctimas humanas.

Independientemente de lo mismo se considera que la metodología es una ayuda


importante en la comprensión de los múltiples aspectos que hacen a la seguridad,
expone con más claridad las incertidumbres existentes y permite detectar aspectos
débiles del sistema no siempre visibles con la práctica tradicional.

Ciertamente se requiere de muy extensas bases de datos, de recursos muy significativos


y de equipos multidisciplinarios, para la formulación de estos modelos, su análisis y
evaluación.

Finalmente cabe decir que la “seguridad” nunca será el resultado de un número, sea este
determinístico o probabilístico, sino de la experiencia y el criterio y de la “calidad” del
proyecto, la construcción, la operación y el control de la obra. .

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Referencias

1. Risk Assessment in Dam Safety Management. ICOLD. Bulletin 130.


2. Dam Safety Guidelines. ICOLD. Bulletin 59.
3. Flood Risks and Safety in the Nettherlands (Floris report) Ministry of Transport,
Public Works and Water Management. November 2005.
4. Guidelines on Risk Assessment. Australian National Committee on Large Dams.
5. Conceptos de Seguridad de Presas. Dr. Giovanni Lombardi. Congreso Argentino de
Grandes Presas. San Martín de los Andes. 1999.
6. The use of Risk Analysis to support Dam Safety Decisions and Management.
H. Kreuzer. General Reporter Q76. ICOLD Congress. Beijing 2000.
6. Engineering Safety. David Blockley. McGraw-Hill Book Company.
7. Vulnerabilidad del contexto de una obra de ingeniería. Análisis y evaluación desde
una perspectiva holística. Isabel Ferraris. M.Daniel de la Canal. IV Congreso
Argentino de Presas y Aprovechamientos Hidroeléctricos.
8. Uncertainty in the assessment of failure probabilities. H. Kreuzer. Hydropower &
Dams. Issue six. 2003.

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