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PELICULA: LUCY

Desde el principio de todas las cosas, el hombre siempre ha soñado con


superar su condición humana imperfecta. En la religión y la mitología, los seres
humanos siempre nos hemos sentido como simples espectadores de la
realidad que nos rodea, ya que el potencial de nuestro cerebro se encuentra
parcialmente bloqueado. La teoría generalmente aceptada es que el ser
humano sólo usa un reducido porcentaje de su cerebro. La ciencia especulativa
lleva siglos imaginando lo que pasaría si se consiguiera superar ese límite. ¿De
qué seríamos capaces si usásemos todo el cerebro? Si cada una de las
ochenta y seis mil millones de neuronas que componen el cerebro humano
funcionase a la vez, ¿podría esa persona convertirse en un superhumano?

La película nos plantea un escenario donde una chica universitaria que vive en
Taiwán, llamada Lucy se ve envuelta en un malentendido con una mafia
coreana, donde se le obliga a ejercer de mula transportando una nueva droga
dentro de su estómago llamada CPH4, y por un accidente mientras esta en
cautiverio, su cuerpo termina absorbiendo esa sustancia, haciendo que
desarrolle de manera progresiva su capacidad cerebral hasta el 100%. Lucy
intenta entender e incorporar los increíbles cambios que sufren su mente y su
cuerpo luego de que su estómago absorbiera esa sustancia; ella empieza a
percibir de otro modo todo lo que la rodea y desarrolla unas capacidades
increíbles como la telequinesia y conocimientos amplificados, sumados con un
impresionante control de la materia.

En la película se mencionan frases como: “La Naturaleza de la vida desde su


inicio, siempre ha sido compartir, no hay propósito más alto”, una frase que nos
deja una gran enseñanza, ya que si la analizamos desde un enfoque
evolucionista la vida comenzó cuando una célula compartió su conocimiento
adquirido, dividiéndose para así formar otra célula que repitiera este proceso,
tal y como se muestra al comienzo de la película.

Otra frase importante es la que dice que, “los seres humanos estamos
obsesionados con poseer y no con ser” y esto nos hace pensar en que el
propio egocentrismo humano es lo que nos ha guiado a lo largo de nuestra
historia barbárica como especie dominante. Teniendo en cuenta lo anterior,
podríamos preguntarnos ¿qué pasaría si lográramos desarrollar el 100% de
nuestra capacidad cerebral? y de ser así, ¿Podríamos solucionar todos los
problemas que nos aquejan como sociedad? Pienso que si por alguna razón
lográramos alcanzar nuestra máxima capacidad cerebral, entonces dejaríamos
de ser simples seres humanos y pasaríamos a ser deidades capaces de vivir
eternamente en armonía y de forma independiente.

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