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Para visitar Cusco y Machu Picchu y no perderte ninguno de los sitios imprescindibles de la ciudad y
alrededores necesitarás por lo menos cinco días. Recuerda que llegar de un sitio a otro puede ser algo
complicado, por lo que contratar excursiones es la opción más segura.
El recorrido comienza en la Plaza de Armas, corazón de Cusco desde la época del Imperio Inca, en cuyas
inmediaciones se levantan la Catedral, con su impresionante altar cubierto en hojas de plata. En el interior
se pueden ver importantes obras de la Escuela Cusqueña.
Junto a la Catedral está la Iglesia de la Compañía de Jesús, una de las iglesias barrocas más hermosas del
país. Su altar de madera tallada y su púlpito, ambos cubiertos con hojas de oro, son verdaderas obras
maestras realizadas por artistas cusqueños.
Frente a la Plaza está el Museo Inka. Te aconsejamos visitarlo para conocer más sobre la historia y forma de
vida de los incas antes de la llegada de los españoles.
Por la Calle Triunfo, a 100 metros de la Plaza de Armas, llegaremos al Museo de Arte Religioso. Si no
tienes mucho tiempo, te aconsejamos dejar la visita para otro momento y caminar por Hatun Rumiyuk, la
calle más famosa de Cusco, donde está la Piedra de los Doce Ángulos.
Bajando por la Calle Tullumayo y luego por Maruri encontraremos las ruinas de Qorikancha, un complejo
formado por varios templos, dominado por el Templo del Sol.
Volvemos hacia la zona de la Plaza de Armas y después de almorzar en los alrededores visitamos uno de
los museos más interesantes de Cusco, el Museo de Historia Regional, que tiene su sede en la que fuera la
casa familiar del Inca Garcilaso.
Después de recorrer el museo podemos pasar la tarde paseando por el barrio San Blas y visitando los
talleres de los artesanos más famosos de la región.
En el barrio hay muchos bares y restaurantes donde tomar algo o cenar algunos platos típicos peruanos.
Es aconsejable hacer este recorrido con una excursión ya que no hay transporte que lleve de un sitio a otro.
Si prefieres hacerlo a tu aire, puedes contratar un taxi que te lleve a hacer el recorrido.
No olvides llevar el Boleto Turístico, que incluye la entrada a los sitios arqueológicos más importantes.
En Sacsayhuamán visitaremos las murallas y los restos de la inmensa fortaleza o centro ceremonial que allí
se levantaba.
En Qenqo podremos recorrer la misteriosa sala subterránea tallada en la roca y seguir el recorrido de los
canales que transportaban la chicha para las ceremonias que allí se llevaban a cabo.
En la Fortaleza Roja, Puka Pukara, se conservan los restos de esta ciudadela donde el séquito del Inka
descansaba mientras el rey seguía su viaje hasta Tampumachay, un lugar realmente impresionante donde
aún funciona el sistema hidráulico que transportaba el agua desde un manantial hasta las piletas donde el inca
tomaba sus baños y celebraba ceremonias.
Una vez de regreso a Cusco podemos almorzar en el Mercado San Pedro, un lugar donde podremos ver la
cantidad de productos autóctonos que se cultivan en la región.
Luego visitaremos el Museo de Arte Precolombino, donde se exhiben piezas de los períodos pre-inca e
inca.
Tanto el Boleto Turístico Integral como el Boleto Turístico Circuito 3 te servirán para entrar sin pagar
entrada a las ruinas de Pisac y Ollantaytambo.
En Pisac podremos aprender cómo cultivaban los incas, mediante un sistema de andenes o terrazas. En la
feria de Pisac podrás conseguir artesanías hechas por artesanos de la zona.
El conjunto arqueológico de Ollantaytambo impresiona aún hoy y nos da una idea de la majestuosidad que
debió tener en la época del Imperio.
Recuerda llevar el Boleto Turístico Integral o el Boleto Circuito 3 para entrar a las ruinas de Chinchero y
Moray sin pagar entrada.
En Maras visitaremos las impresionantes salineras y podremos aprender cómo se hace manualmente la
extracción de la sal, tal como se hacía en la época incaica.
En Moray podremos ver un antiguo "laboratorio" inca, unas terrazas circulares con varios andenes
concéntricos donde los incas experimentaban con la adaptación de nuevas especies de cultivo.
Al llegar a Chinchero visitaremos las ruinas y la iglesia y, si es domingo, veremos uno de los más animados
mercados populares de la región, donde aún se practica el trueque. El encanto de Chinchero reside en que es
el pueblo que más puras mantiene las tradiciones incaicas, tanto en su vestimenta como en su organización
social e, incluso, sus viviendas.
Si no queremos perdernos nada de lo mucho que hay para ver, debemos llegar bien temprano, a primera
hora de la mañana, ya que la visita completa no lleva menos de seis o siete horas.
Podremos ver la Puerta del Sol, que marca la entrada la ciudadela, subiremos a Huayna Picchu (el ascenso
lleva alrededor de 45 minutos) para asombrarnos con la vista de los bosque, valles y montañas que rodean
Machu Picchu, veremos los templos del Sol, de las Tres Ventanas y el Templo Principal y admiraremos la
perfección de las construcciones en piedra que aún se conservan.
De regreso a Cusco, podemos despedirnos de esta increíble ciudad haciendo el recorrido nocturno y
aprender cómo preparar el verdadero pisco sour, una de las bebidas tradicionales de Perú.
Si puedes, recorre en combi la Ruta del Barroco, que incluye el poblado de Andahuaylillas y su iglesia.