Você está na página 1de 12

ADOPCION: ENTRE LO JURÍDICO Y LO SUBJETIVO

ADOPCION: ENTRE LO JURÍDICO Y LO SUBJETIVO

Autoras:
Silvina Rivas silvinarivas@hotmail.com Licenciada en Psicología
Gabriela Lía Roitstein. Gabrielaroitstein@gmail.com. Licenciada de Psicología.
Facultad de Trabajo Social. Universidad Nacional de La Plata. Calle 9 y 63. Ciudad
de La Plata. Pcia de Buenos Aires.

Área Temática: Tema central: Violencias y derechos: conquistas, avances y retrocesos


ADOPCIÓN: alcances y perspectivas, de la ampliación de
derecho a la vulnerción

Resumen

El presente trabajo propone reflexionar y problematizar los discursos y representaciones en


relación a la institución de la Adopción como así también se propone revisar aquellos
factores que obstaculizan o la convierten en una práctica vulneradora de derecho.
La misma es presentada socialmente como una urgencia, llegando a las agendas políticas al
suponer que es una resolución ante los niños con vulneración de Derechos, pero resuelve el
derecho vulnerado? desde que actor social?
En los últimos tiempos se han realizado cambios legislativos y en el Código Civil
relevantes, pero, se trata de una problemática que sólo atañe al ámbito jurídico y
procedimental ó involucra procesos psíquicos, tiempos de elaboraciones, renuncias, deseos,
ideales, etc, etc.
La forma de entender a la adopción ha ido cambiando según las realidades y complejidades
socio-históricas. En un tiempo de resignificación de viejas categorías y concepciones, hoy
desde la Psicología y el Trabajo Social podemos realizar una elucidación crítica de ciertas
nociones que rodean el tema de la adopción: es un derecho, cuando puede volverse una
práctica que violenta? Una conquistas, un avance y/ó retroceso?

Palabras claves: Adopción, Procesos Psíquicos, Familia, Derechos Del Niño.

Desarrollo
La Adopción como categoría social

Sin duda a partir de las recientes modificaciones introducidas en código civil y con la
sanción de ley 14.528 de la provincia de Bs As se ha promovido la ampliación de
derecho hacia todos aquellos niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales y en
estado de abandono. Tal reforma viene a dar respuesta a una situación que en otros
momentos obstaculizaba el derecho, el acceso y la inclusión de muchos NNyA a una
familia
La forma de entender a la adopción ha ido cambiando según las realidades y
complejidades socio-históricas. En un tiempo de resignificación de viejas categorías y
concepciones estamos obligados a pensar desde otras perspectivas y enfoques; no es
sólo lo legal lo que hace al proceso de adopción, desde la psicología y el trabajo social
se introducen aportes necesarios que además invitan a revisar ya a tener una
elucidación crítica con dicha práctica
La orientación de los derechos del niño permite poner en perspectiva los alcances y
efectos de la adopción a efectos de garantizar la formación y constitución de la
subjetividad desde la Salud Mental. Pero la experiencia nos muestra que debemos
estar advertidos porque ciertos obstáculos o posicionamiento pueden impedir dicha
perspectiva de derecho, violentando, revulnerabilizando y desubjetivando a los niños y
niñas.
Esos impedimentos los pensamos desde dos aristas que interviene en el proceso de
adopción. Una con relación a los tiempos subjetivos es decir tensiones que se
producen muchas veces entre los tiempos subjetivos y los tiempos jurídicos, el otro
con relación a los momentos previos, es decir a los criterios que se establecen para
decretar el abandono y estado de adoptabilidad.

Un poco de historia
En la Argentina, según lo investigado por Elias, Felicita (2004), la primera ley de
adopción data del año 1948. Anteriormente la asistencia a niños huérfanos y niños que
ingresaban en la categoría de niñez abandonada- delincuente (asimilando ambos
términos), era gestionada por grupos de beneficencia bajo un discurso moral
disciplinador.
Recordemos que es a partir de disciplinar a las clases bajas, moralmente cuestionadas
y que promovían conflictos sociales que se aprueba la primera ley de patronato de
menores, en el año 1919 de la mano del Dr. Agote (Garcia Mendez, E (1992)). Desde
esa misma lógica en el año 30 comienzan las primeras discusiones referidas a aprobar
una ley de adopción.
Así bajo la dupla niñez desprotegida/estado protector se dio origen al rol
patronato/patrón/patronazgo que caracterizaron las prácticas de adopción de la época y
que se desarrollaban con una lógica de apropiación/menor patronado.(Elias, F 2004)
La primer ley de adopción N° 13.252 sancionada en 1948 durante el gobierno de Juan
Domingo Perón y de la mano de Evita, se sostiene en la una concepción asistencial a
cargo del Estado, regulando así desde el Estado las prácticas de crianza y poniendo fin
algunas acciones ilegales como las inscripciones fraudulentas de niños.
En esta ley, solo se concebía la adopción simple, a efectos de no romper con los lazos
de sangre, manteniéndose además la práctica del “criado” como una forma de
contención social afectiva.
El concepto de adopción Plena se incorpora en las modificatorias del año 1971,
durante gobierno de facto, brindando también una amnistía a todos aquellos que
habían realizado inscripciones fraudulentas, anotando como propios a niños que eran
adoptados-apropiados. (Elias, F 2004)
Así vemos como la lógica de adopción como un derecho y las prácticas de
apropiación sobre un supuesto moral atraviesan la temática.
Luego, en los gobiernos democráticos, se fueron realizando otras modificatorias a las
leyes de adopción, incorporando conceptos como derecho a la identidad, derecho a ser
escuchado, a limitar los requisitos para los pretensos adoptantes y procurando que los
tiempos de los trámites de adopción sean cada vez más cortos, como las
modificaciones que se realizaron en la Pcia de Buenos Aires en el año 2013 plasmada
en ley 14528.
A partir de esto se conjugan los principios rectores del sistema de protección integral a
través de las medidas excepcionales o abrigo y los procedimientos emanados de la ley
de adopción
Pero Nuevas contradicciones atraviesan el tema. Al discurso moralista/disciplinador
que presume que todos de los niños que viven en instituciones estatales con
características iatrogénicas, son huérfanos y necesitan familias continentes se opone
aquellas enunciados que dan cuenta de parejas que desean ser padres y no pueden
adoptar por un supuesto burocrático de tiempos legales,
Por otro lado avances tecnológicos científicos de tratamientos de fertilidad que
refuerzan el deseo de la paternidad/junto a lógicas sociales capitalistas en los cuales
los tiempos de espera imaginarios se limitan.
Y la máxima contradicción entre la agenda política de apurar los tiempos de adopción,
con la incorporación constitucional de los tratados internacionales que regulan
derechos del niño, debiendo pasar a ser una prioridad de las políticas de Estado. Así,
los derechos del niño pasan a ser la guía y prioridad ante las políticas
En este sentido la modificatoria al Código Civil en materia de adopción promueve
como significativo para el presente desarrollo, el derecho del niño a ser activo en el
proceso, su derecho a la identidad, al agotamiento de las posibilidades para
permanecer en su familia de origen ampliada y la preservación de vínculos fraternos.
La situación de adoptabilidad, según la ley 14528 se dicta ante:
 Ausencia ó habiendo agotado la búsqueda de familia de origen en un plazo de 30
días (prorrogables por 30 días más)
 Si los padres tomaron la decisión libre de que el niño sea adoptado, dentro de los de
45 días de producido el nacimiento
 Si se agotaron las medidas excepcionales para que un niño permanezca con su
familia de origen ó ampliada, no habiendo dado resultado en un plazo máximo de 180
días, el órgano administrativo dictaminará sobre la situación de adoptabilidad,
debiendo ser comunicada al juez dentro del plazo de 24 hs luego, el juez debe resolver
la situación de adoptabilidad en el plazo máximo de 90 días.
 La sentencia debe disponer que se remita al juez interviniente en un plazo no mayor
de 10 días el ó los legajos seleccionados por el registro de adoptantes a efectos de dar
inicio de forma inmediata el proceso de guarda con fines de adopción,
 Resulta equivalente la sentencia de privación de responsabilidad parental a la
declaración judicial en situación de adoptabilidad.
 La selección de los pretensos adoptante se realizará de acuerdo a los fines de
asegurar de un modo permanente y satisfactorio el desarrollo pleno del niño, niña ó
adolescente tomando en cuenta las condiciones personales, edad y aptitudes, su
idoneidad para cumplir con las condiciones de cuidado, educación, sus motivaciones y
expectativas frente a la adopción, el respeto asumido frente al derecho a la identidad y
origen.

Que entendemos por familia

La adopción es una institución que remite al derecho y al deseo de familia, tanto para
los niños que detentan un lugar de hijo como para los adultos que quieren ser padres.
En “Familias en Jaque” ( ficha de catedra Psicología II, 2010)se plantea que “ Desde
una mirada centrada en la construcción de lo social, Bourdieu (El espíritu de la
familia, 1994) sostiene que la definición dominante de la familia se apoya en una
constelación de palabras que bajo la apariencia de describirla, la construyen como
realidad social. Según estas definiciones consensuadas colectivamente, familia sería
un conjunto de individuos emparentados ligados entre sí ya sea por la alianza
(matrimonio), por filiación, por adopción (parentesco) y que viven bajo un mismo
techo (cohabitación). Pero el autor advierte que lo que tomamos por realidad es una
ficción construida a través del léxico que recibimos de lo social a efectos de
nombrarla”. De modo que lo que podríamos considerar como natural, porque se nos
presenta con esa apariencia, es una invención reciente tal como la conocemos y que
más bien la familia nuclear es en la mayoría de las sociedades modernas.
Lacan también menciona esta transformación: ¿Pero qué entender por familia
conyugal?se pregunta en La familia (1938) y aclara que se trata de un modo de
nominarlo acuñado por Durkheim : “Se comprende la profunda reestructuración que
condujo a la institución familiar a su forma actual; se reconoce también que es
necesario atribuirla a la influencia predominante que asume en ese caso el matrimonio,
institución que se debe distinguir de la familia. Es así que podemos calificar como
excelente el término de «familia conyugal» con el que la designa Durkheim”.
Años más tarde en “Dos notas sobre el niño”(1968) dirá “ La función de residuo que
sostiene (y a un tiempo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las
sociedades, resalta lo irreductible de una transmisión - perteneciente a un orden
distinto al de la vida adecuada a la satisfacción de las necesidades – que es el de una
constitución subjetiva, que implica la relación con un deseo que no sea anónimo”
Entiende Lacan que la función materna quedará definida entonces a partir de un
cuidado que no es sin efectos dejando marca que están signados por un interés y un
deseo singular y particular, la función paterna se plantea en relación a la transmisión
de un deseo que no sea anónimo, y de una legalidad que considera la prohibición y la
prescripción de lugares posibles. Tanto la maternidad como la paternidad y la de
familia no son hechos de la naturaleza, no hay naturalidad posible, por el contrario
ahijar, hacer lugar para un hijo supone siempre una adopción, en tanto se trata del
orden simbólico, de una donación libidinal
Por su parte Silvia Bleichmar (2008) explica que lo que define a la familia no es la
existencia de padre, madre e hijos sino que se trata de: “Una asimetría que determina la
responsabilidad del adulto con respecto al niño. En la medida que haya dos generaciones,
hay una familia; con la asimetría correspondiente que orienta a la obligatoriedad de la
transmisión y de la producción de sujetos en el interior de algún tipo de comunidad
humana, que básicamente se estructura con dos personas como base” . Lo fundamental y
definitorio para la autora no está en quienes sean los adultos responsables de la crianza del
niño, sino que sostengan su función de amparo, protección y deseo atravesados ellos
mismos por las legalidades del lazo social.

La adopción : tiempos jurídicos y tiempos subjetivos

La adopción como institución no escapa a estas conceptualizaciones si se las considera


desde el derecho de todo niño a tener una familia, familia que se constituye en el
trabajo psíquico y subjetivo de cada uno de sus miembros.
Aceptar la asimetría/responsabilidad, ejercer las funciones maternas y paternas y dar
un nombre-no anónimo al deseo parental es un proceso psíquico que los
procedimientos jurídicos no garantizan. Pero además son las condiciones necesarias
para poder reconocer en cada niño no sólo a un sujeto de derecho sino a un sujeto de
deseo.
Se trata entonces, siempre de una problemática que no sólo atañe al ámbito jurídico y
a un procedimiento específico sino que conlleva necesariamente tiempos diferentes no
pautados ni reglamentados a priori. Tiempos de tramitar diversas elaboraciones,
renuncias, deseos, ideales es decir una economía libidinal puesta en juego en dicho
acto.
Si tenemos en cuenta el trabajo subjetivo de cada actor social involucrado en un
proceso de adopción podemos observar que:
Con relación a los niños y niñas observamos que desde algunas narrativas imaginarias
resulta aparentemente sencillo pensar en la adopción de un niño recién nacido ó en los
primeros días de vida, suponiendo que cuanto más pequeño sea el niño más fácil
resultara la vinculación, la crianza y la pertenencia al nuevo entorno familiar, esto
implica no considerar que cada niño por pequeño que sea, ya cuenta desde su
nacimiento con vivencias y una historia que le son propias, con vínculos particulares
con su progenitora y con un entramado de investimientos y desinvestimientos
libidinales que tendrá efectos en su identificaciones y en su conformación psíquica.
Aceptar que la historia de ese niño ha comenzado con otros no es sin efectos, por lo
que es indispensable crear las condiciones de posibilidad para que el nuevo contexto
familiar posibilite la elaboración y la resignificación de esa historia que además pudo
haber tenido consecuencias traumatizantes.
Marisa Rodulfo (1992) recuerda que la pregunta por sus orígenes lleva al niño a
cuestionarse acerca del antes de su propia existencia. Pero esto no lo puede hacer él
solo; para fundar su historia, dirá citando a Piera Aulagnier (1984) ,que se verá
necesitado de encontrar “una vía y una voz que le posibiliten ese antes”. La necesidad
de preservar la memoria de un pasado como garantía de un presente, […] “no puede ir
más allá de las huellas dejadas por representaciones de ideas, pero su cuerpo y sus
inscripciones inmediatamente familiarizados con la voz, el cuerpo y la imagen
materna le confirman que lo ha precedido algo ya trabajado, ya investido, ya
experimentado”.
La realidad social nos muestra que la mayoría de los procesos de adopción se realizan
en niños que ya han pasado por una problemática familiar compleja. Situación afectiva
que ha dejado marcas, huellas en el psiquismo, que no pueden eludirse tampoco ante
este proceso.
Los tiempos del trabajo psíquico en un niño no pueden ser medidos jurídicamente. Si
un proceso de adopción se desarrolla sobre un niño mayor Eva Giberti (2010) señala
que el mismo deberá realizar un proceso psíquico de duelo por la pérdida de su
familia/referentes afectivos para luego poder catectizar y nombrar a otras personas
como padres/familia.
Para que exista una verdadera adopción (y no meramente una apropiación) M.
Rodulfo sostiene que la misma “Debe fundarse en primer lugar en una donación
libidinal por parte de los adultos implicados en esta situación, ligada al
reconocimiento de los orígenes y de la historia que, por otra parte le pertenece. La no
devolución de su trama generacional lleva al niño a la pérdida de su autonomía
potencial de persona…”
Por lo que reconocer y aceptar a ese niño implica necesariamente reconocer y aceptar
su historia y poder escucharlo en esa singularidad ….todo proceso que implique la
restitución de derecho conlleva necesariamente dos dimensiones planteadas en la
CIDN, una establece el interés superior como directriz que orienta la intervención , la
otra ligada a la primera , es decir, para que se a posible alcanzar el interés superior , la
dimensión de la escucha, el derecho a ser escuchado y que su opinión sea tenida en
cuenta.

La obligatoriedad que le plantea la ley al juez, sobre escuchar al niño y que su opinión
sea tenida en cuenta, especialmente a partir de los 10 años, resulta un avance en la
protección de los derechos del niño. Pero la misma puede ser vulnerada si esto se
considera sólo un procedimiento administrativo y si además no se toman en cuenta las
características evolutivas, las particularidades subjetivas y sociales de cada NNyA, y
especialmente si no se problematiza que se entiende por “escuchar a un niño”. Cuál es
el valor de la palabra del niño, y quién se atribuye su interpretación? Desde que
posición ética escuchamos e interpretamos, bajo que paradigma sostenemos tal
escucha? La experiencia nos muestra que desde el mundo adulto y desde las
disciplinas que en sus prácticas incluyen niños, se arrogan la interpretación de lo que
supone es la palabra del niño o lo que representa el bien para él, pero sin haberlo
escuchado o suponiendo de antemano cuáles son sus necesidades, conveniencias,
como si estos fueran valores universales para todos por igual.
En el caso de los padres adoptivos, por el contrario una vasta mayoría de las
acciones de agenda pública se dirigen hacia ellos, se les supone sufrimiento por la
imposibilidad de lograr la concepción biológica, se valora que posean recursos y que
deseen adoptar. Dice Giberti (2010) que en la clínica se escucha la expresión “tengo tanto
amor para dar”, frase que no es garante de la distinción entre la responsabilidad de una
adopción y el trabajo psíquico de modificar las significaciones imaginarias respecto a el
deseo de un hijo/niño. Muchas veces esa necesidad tiene que ver con poder hacer algo con
ese amor y la posterior devolución que, se podría pensar, se espera del niño adoptado.
En la decisión de adoptar se observa un conflicto inicial que reside en la identidad de
ser padre adoptivo, debiendo realizar un trabajo psíquico de modificación de creencias
e imaginarios respecto de ser mujer, madre; padre, proveedor y la problemática de la
imposibilidad. Duelo necesario a elaborar a efectos de poder ahijar a otro niñ@,
diferente a lo imaginado inicialmente. También de trabajar la pregnancia que tiene lo
biológico sobre la filiación homologando esta con la procreación

EL abandono y la situación de adoptabilidad

¿ Qué criterios se establecen para decretar el estado de abandono y luego la situación


de adoptabilidad?
Pregunta que nos lleva a interrogar nuestra propia práctica en la medida que tantos los
agentes de las políticas de infancia coo los de la justicia emiten opiniones , puntos de
vista orientaciones y prescripciones respecto de la vida y el futuro de los NNyA.
Como decíamos en párrafos anteriores en la provincia de Bs As se sancionó la ley
14528, la misma fue aprobada con entusiasmo por los futuros padres adoptantes y
por los agentes involucrados en las políticas de infancia, en los organismos de
aplicación del sistema de protección y por los agentes de la Justicia.
Algunos de los avances sustanciosos de dicha ley se encuentran sobre todo con
relación a los tiempos y al procedimiento para decretar el estado de adoptabilidad, el
nuevo código civil también se expresa en ese sentido.
Ambos proponen un trabajo articulado entre el funcionamiento de las leyes de
protección de infancia y la de adopción, es decir entre las medidas de protección y la
declaración de la situación de adoptabilidad
Para que este acto jurídico sea posible, los profesionales del SPPD han intervenido
previamente solicitando se decrete el estado de abandono y o situación de
adoptabilidad.
Esto debería ser la última instancia luego de haber agotado todas las acciones posibles
en el ámbito de la familia de origen. Actualmente se interviene con demandas
provenientes de diversas situaciones de violencia, diferentes tipos de maltrato y
agresiones, descuidos, negligencias, por nombrar sólo algunas de ellas. Niños con
diferentes tipos de sufrimiento y padecimiento.(Rivas Fuentes) La prioridad de los
agentes que abordan a estos niños es protegerlos y restituir derecho, no dejarlos solos
frente a peligros o amenazas. De allí que muchas veces con la finalidad de cumplir
con el tiempo establecido por las medidas administrativas surge como resolución del
problema, la orientación a que se realice la declaración de abandono.
Con cierta preocupación observamos en la práctica de niños cuyos derechos han sido
vulnerados que rápidamente se desestima el trabajo con sus padres o familia de origen,
desvinculándolos en general desde el inicio de la medida de protección especial, , aún
cuando haya relaciones donde prime el deseo el afecto pese a las dificultades y los
conflictos que originaron dicha medida. Se ha observado que muchos niños y niñas
han manifestado no querer ser adoptados y aún asi no se ha considerado su opinión.
Por otra parte nos encontramos con madres o/y padres que desvinculados de sus hijos
no disponen ni acceden a los medios ni los lugares adecuados para revertir la situación
que dio origen a las medida excepcionales estando ellos también vulnerabilizados. Se
trata en la mayoría de los casos, de familias fragilizadas o precarizadas, madres (en
general) atravesadas por diferentes tipos de violencias, y desamparos.
Estos escenarios por su complejidad requieren de problematizaciones y miradas
críticas.Bustelo(2011) hace una advetencia en este sentido “:::no deseo pasar por alto
el punto en el cual seasume que “la familia”es una familia “regularizada” y es el
templo santo e inviolable donde los derechos de los niños y niñasseran primariamente
inculcados y respetados.”
En ocasiones determinadas matrices interpretativas obturan o son poco permeables a
la escucha de las diversas dificultades o conflictos, como así también de sus
capacidades, reacomodamientos y transformaciones. Muchas veces, aún considerando
la perspectiva de los derechos, las intervenciones son pensadas como correctivas,
punitivas y/o normalizadoras tanto para el niño como para su familia desoyendo la
singularidad de cada sujeto, de cada familia, singularidad que da cuenta de las
condiciones no sólo libidinales sino históricas, culturales, políticas y económicas a
través de la cuales se han constituido esas vidas, esas subjetividades y esas familias.
(rivas 2015)

Bibliografía
Aulagnier, P.: “El aprendiz de historiador y el maestro brujo”. Ed. Amorrortu. Bs.
As. 1984.
Bleichmar, Silvia: (2008): La construcción de legalidades como principio
educativo. Violencia social-violencia escolar. Noveduc.
Bourdier, P: (1994) El espíritu de la familia. Editions du Seuil.
Bustelo Eduardo (2011) El recreo de la infancia. Siglo XXI editores. Buenos Aires
Código Civil de la Nación Argentina. 2015
Elías, Felicitas: (2004) La adopción de niños como cuestión social. Ed. Paidós.
Fuentes, Silvana: (2015) Familias hoy. Desbordes de un lazo social deficcionado. En
edición EDULP.
Giberti, Eva: (2010) Adopción siglo XXI. Ed. Sudamericana.
Iturriaga, Silvia: (2015) No es el dinero, sino el deseo. Diario Página 12. 9/4/15.
Lacan Jacques (1938) (1997)La Familia. Argonauta. Buenos Aires
Lacan, Jacques: (1969-1991) Dos notas sobre el niño Intervenciones y textos 2. Ed
Manantial.
Seoane Toimil, I; Lonigro, S; Roitstein, G; Fuentes, S; Riva, S; González, a y Vega,
M: (2013) Familias en Jaque. Producción colectiva de la cátedra Psicología II.
FATS-UNLP
Rodulfo Marisa: (1986) Perturbaciones en el vínculo temprano. La sustracción de
un trayecto identificatorio. Ficha Facultad de Psicología. UBA
Videla, M y Maldonado M: (1981) Hemos adoptado a un hijo. Ed. Trieb.
Declaración de responsabilidad:

Título: Adopción: Entre Lo Jurídico Y Lo Subjetivo

Autor(s): Lic. Silvina Rivas y Lic Gabriela Lia Roitstein

Certifico que he participado en la producción del trabajo, como parte o en su


totalidad, ya que omite cualquier afiliación o acuerdo de financiamiento entre los
autores y compañías que tienen interés en la publicación de este artículo. Certifico
que el texto es original y que este trabajo o cualquier otro trabajo con contenido
substancialmente similar, de mi autoría, no fue enviado a otra revista y no será
enviado mientras su publicación esté siendo considerada por la Revista Escenarios,
ya sea en formato electrónico o impreso.

Firma:

Fecha:
Declaración de transferencia del derecho de autor

Título: Adopción: Entre Lo Jurídico Y Lo Subjetivo

Autor(s): Lic. Silvina Rivas y Lic Gabriela Lia Roitstein

El autor abajo firmante transfiere todos los derechos de autor del artículo para la
Revista Escenarios, siendo prohibida cualquier reproducción total o parcial, en
cualquier medio de difusión impreso o electrónico, sin que la previa y necesaria
autorización sea solicitada y, de ser obtenida, se incluirá el reconocimiento
adecuado a la Revista.
Firma:
Fecha:

Você também pode gostar