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Capítulo I: Adulto mayor

1.- Definición y características del adulto mayor

Según la OMS las personas de 60 a 74 años son considerados de edad avanzada, de 75 a 90


años viejas o ancianas, y los que sobre pasan los 90 años se les denomina grandes, viejos o
longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará de forma indistinta persona de la
tercera edad. (Quintanar, 2010, p.16)

El envejecer es un proceso de declive en las funciones orgánicas y psicológicas como una


pérdida de capacidades sensoriales y cognitivas. Las perdidas se dan en tiempos diferentes
en cada persona. Así mismo las personas de la tercera edad requieren una mayor atención
médica y psicológica ya que comienzan a volver mas vulnerables a enfermedades físicas y
cognitivas, teniendo en cuenta que hay personas de tercera tienen una larga vida sana hasta
su muerte. (Quintanar, 2010, p.17)

2.- Envejecimiento físico y psicológico

Como se puede observa en la realidad los adultos mayores presentan grandes cambios en lo
físico y lo psicológico.

Cambios físicos

La movilidad. – En el adulto mayor esta muy evidenciado este cambio pues el anciano ya
no puede movilizarse como lo hacía años atrás, ya no puede correr y por lo general comienzan
a utilizar algún apoyo para poder caminar, como lo es el bastón o la silla de ruedas.

Problemas en los intestinos. – En esta etapa los adultos mayores presentan seguidamente
estreñimiento y irregularidad en sus intestinos ya que no se le da la atención adecuada.

Problemas en los huesos. - Llegada a esta edad los huegos comienzan a debilitarse y a
romperse fácilmente, por el uso que se le dio durante toda su vida, teniendo en cuenta la
alimentación que pudo haber tenido la persona.

Problemas en los ojos. – El cambio más común que se da es la disminución de la vista de


lejos, los problemas mas frecuentes en los adultos mayores son las cataratas y glaucoma.
Los sentidos del gusto y del olfato cada vez se vuelven menos sensibles, así mismo el sentido
del tacto se ve reducido con la edad.

Cambios psicológicos

El deterioro cognitivo cada vez se vuelve mas evidente en el adulto mayor el declive de su
memoria se evidencia claramente, así mismos cambios en su atención, en su aprendizaje, el
lenguaje y la percepción

Capítulo II: Desarrollo y deterioro cognitivo en el adulto mayor

La velocidad de procesamiento

La velocidad de procesamiento es la capacidad que tiene el adulto mayor de procesar su


información de manera automática, incluyendo la selección rápida de los estímulos. (Sosa,
2016, p. 17)

Sosa, 2016 cito a Vásquez, Morante y Soto (2011) dicen que, una de las explicaciones ante
la pérdida de memoria sería un fallo ante la posibilidad de selección de estímulos. Una falla
en la posibilidad de separar los estímulos deseados de aquellos no deseados.

Los mismos autores explican que hay diferentes perspectivas en cuanto a la velocidad de
procesamiento que afecta a la población de adultos mayores y que entre ellas se encuentran
por un lado que hay un proceso lento en la identificación de tareas y que esto lleva a que no
se cuente con la totalidad de información para realizar la tarea. Y por otro lado se asocia el
enlentecimiento al declinar de inteligencia en la vejez. (Sosa, 2016 cito a Vásquez et al,
2011).

La memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento tienen una relación muy estrecha, así
mismo la edad y el genero son muy importantes cuando se evalúa la velocidad del
procesamiento. (Sosa,2016, p. 18)

Detectar un déficit de atención de las funciones ejecutivas ayuda en la detección de


enfermedad de Alzheimer. (Sosa,2016, p. 18)
AFASIA

La comunicación entre individuos es uno de los rasgos más característicos de la especie


humana, por lo cual contamos con un repertorio comunicativo muy amplio, bien sea oral,
escrito o por signos; lamentablemente existen numerosas circunstancias por las cuales
podemos perder alguno de los recursos comunicativos anteriormente mencionados. Una
patología causante de la pérdida comunicativa es la afasia. La afasia es una patología que
cuenta con una gran incidencia en la población actual. Si atendemos uno de los factores de
riesgo para que se desarrolle esta enfermedad, se puede ver que el grupo más afectado va a
ser el de los adultos mayores.

La palabra afasia procede del griego y significa “sin palabra”, lo que describe de una manera
bastante sencilla en qué consiste este síndrome. La afasia es una patología que que incapacita
a la persona, total o parcialmente, para el uso del lenguaje, cada paciente afásico va a tener
unas características determinadas, puede tener la incapacidad para encontrar una palabra o
puede que pierda la capacidad del habla o la capacidad de comprender lo que escucha.
(Lorenzo, 2013, p.3)

Una afasia generalmente ocurre por un daño causado en una o más partes del cerebro
relacionadas con el lenguaje. Muchas veces la causa de la lesión es un ataque al cerebro;
dicho ataque ocurre cuando un coágulo de sangre o una rotura en un vaso sanguíneo no deja
que el flujo de sangre llegue a alguna parte el cerebro. Las células del cerebro mueren cuando
no reciben su cantidad normal de sangre, ya que ésta transporta el oxígeno y nutrientes
importantes. Otras causas de la lesión en el cerebro son golpes graves en la cabeza, tumores
y trastornos neurológicos progresivos como la enfermedad de Alzheimer. (NIDCD, 2015,
p.1)

Existen dos grandes categorías de afasia: fluente y no fluente. Dentro de estos dos grupos
hay varios tipos; el tipo más común es la afasia fluente: afasia de Wernicke, la cual puede
resultar de una daño al lóbulo temporal del cerebro. Las personas con dicha afasia pueden
hablar con oraciones largas y completas pero que no tienen sentido, añadiendo o inventando
palabras innecesarias. Por otro lado, la afasia no fluente más común es la afasia de Broca}.
las personas con dicha afasia tienen una lesión que afecta el lóbulo frontal, dichas personas
hablan con frases cortas , pero son capaces de comprender lo que ellas dicen y lo que los
demás dicen, es por ello que se pueden sentir frustrados al darse cuenta que no pueden
construir una oración de forma adecuada. Otro tipo de afasia no fluente es la afasia global:
las personas con la afasia global tienen gran dificultad para comunicarse, por lo que su habla
y comprensión pueden ser extremadamente limitados. (NIDCD, 2015). Por otro lado, como
lo mencionamos con anterioridad, la mayoría de las personas que tienen afasia son adultos
de la mediana edad o mayores, generalmente en ellos los problemas en la comprensión y
producción de estructuras sintácticas se debe a un conglomerado de situaciones que afectan
tanto el nivel cognitivo como el físico; a nivel cognitivo, las afasias están relacionadas con
la pérdida de memoria ( dificultad para encontrar algún nombre o contar alguna situación) o
la atención; a nivel físico, existen innumerables enfermedades como la el excesivo colesterol
o la hipertensión elevada que pueden hacer que el adulto mayor sea más propenso a sufrir
un accidente cerebro vascular y como consecuencia de dicha manifestación: una afasia.

CAPITULO II: DESARROLLO Y DETERIORO COGNITIVO EN EL ADULTO


MAYOR

5. El lenguaje

El adulto mayor implica una serie de daños psíquicos siendo uno de estos la alteración
cognitiva y conductual debido a una carencia neuropsicológica y neurofisiológica.

En razón al lenguaje, que es preservada por lo general, según Birren, citado por Santiuste
(2007) el cerebro sigue recibiendo información y generando conocimientos durante esta
etapa, sin embargo, a su vez, pierde capacidad de procesamiento lo que genera variantes en
la actividad del cerebro además de necesitar mayor tiempo para reaccionar frente a un
estímulo, es decir que, las capacidades cognitivas relacionadas con la comprensión y el
lenguaje, sufren un enlentecimiento.

Maxim y Bryan, enfatizan que los cambios usuales que influyen al lenguaje son la
disminución del rendimiento motor y psicomotor y los cambios anatómico-fisiológicos en la
percepción y producción del habla, causados por la privación de la agudeza visual y auditiva.
Por otro lado, existe un menor apoyo respiratorio para el habla y un cambio en el
funcionamiento laríngeo y, por lo tanto, en la voz.

Según, Santiuste (2007) clasifica el deterioro del lenguaje en tres principales aspectos:

1. Disminuye la capacidad para entender enunciados complejos.

2. Dificultades en entender oraciones de doble objeto potencialmente ambiguas, también en


oraciones en las que el orden de la mención difiere del orden de acontecimiento del suceso:
“se fue después de desayunar”) frente a (“desayunó antes de irse”)

3. Dificultades en hacer inferencias a partir de textos hablados. Los ancianos tienen más
dificultades en responder cuestiones inferenciales acerca de los textos (pero no preguntas
directas), sobre todo si aumenta la velocidad de emisión del texto.

Cambios en la producción:

1. Mayor número de disfluencia que los jóvenes. (Interjecciones, conjunciones, etc.) que
atestiguan que necesitan mayor tiempo para procesar la producción de enunciados.

2. Utilizan menos cláusulas coordinadas. No hay pérdida en la elaboración de un discurso


conectado.

Modificaciones en los componentes del lenguaje Elaboración de palabras simples


(componente léxico)

1. Los ancianos son más lentos en tareas de fluencia (producir nombres dentro de una
categoría semántica).

2. Utilizan preferentemente palabras semánticamente indefinidas y pronombres en tercera


persona, lo cual es consecuencia de la pérdida de memoria. También se detecta una menor
capacidad para producir sinónimos superiores.

3. Presentan una grave dificultad para recuperar nombres propios.

6. La inteligencia
Acorde a Erickson en la vejez la persona pasa por la última crisis que es la de integridad vs
desesperación llegando a la superación de esta con la virtud de la sabiduría. En esta etapa es
fundamental las relaciones con la familia siendo fuente de apoyo emocional para el adulto
mayor.

Según Guilbe (2012) el mantenimiento o caída de la inteligencia en el adulto mayor es un


tema de controversia. Defendiendo que la inteligencia fluida, la capacidad para resolver
problemas parece disminuir; por otro lado, la inteligencia cristalizada, que tiene su
fundamento en el aprendizaje y la experiencia, tiende a mantenerse e incluso a incrementarse.
El funcionamiento intelectual viene con el chip insertado de influencias ambientales como
culturales. “El funcionamiento intelectual en la edad adulta tardía está marcado por
influencias ambientales y culturales. Algunos aspectos de la inteligencia parecen aumentar
con la edad, la mecánica de la inteligencia declina a menudo, pero la pragmática de la
inteligencia (pensamiento práctico, conocimiento y habilidades especializados, y sabiduría)
continúan creciendo. La vejez exitosa, involucra optimización selectiva con compensación
(uso de capacidades especiales para compensar pérdidas).”

Aunque la memoria sensorial, los aspectos de la memoria de corto plazo y la memoria de


largo plazo parecen ser tan eficientes en los adultos de mayor edad como en las personas más
jóvenes, la memoria de largo plazo para la información recién aprendida es con frecuencia
menos eficiente, según parece a causa de problemas de codificación y recuperación. La
capacidad para recordar sucesos distintivos, la memoria procedimental y la memoria para el
conocimiento general, se mantienen bien. Si bien es cierto que el anciano ya no cuenta con
la misma eficiencia que tuvo en su juventud, en relación a algunas habilidades cognitivas; en
la actualidad es poseedor de un conocimiento pragmático, que se conoce como sabiduría, la
cual ha sido acumulada como producto de su experiencia a lo largo de la vida. De esta
manera, el adulto mayor posee un gran desarrollo de la comprensión por medio de la
experiencia y la capacidad para aplicarlos a sus asuntos importantes.
PRESBIACUSIA

El envejecimiento de la población es un fenómeno epidemiológico universal, y las


enfermedades concomitantes dependientes de la edad también se hacen presentes, entre ellas
los problemas auditivos son cada día más prevalentes e inciden notoriamente en la calidad
de vida.

La audición es una función prioritaria para la comunicación y el intercambio de información,


la cual puede verse afectada por agentes extrínsecos e intrínsecos. Se sabe que la presbiacusia
es la causa más frecuente de déficit auditivo en adultos, y que su prevalencia aumenta con la
edad.

La presbiacusia se define como la pérdida auditiva relacionada con el envejecimiento. La


presbiacusia comienza en las frecuencias más altas, extendiéndose luego a las frecuencias
más bajas y llegando a comprometer finalmente la capacidad para entender el habla. La
Organización Panamericana de la Salud estima que un 30% de las personas mayores de 60
años sufre un grado de hipoacusia significativa. La presbiacusia involucrada con la edad, está
relacionada con múltiples factores y alteraciones, además de los procesos propios del
envejecimiento

Clásicamente se distinguen 4 categorías de presbiacusia propuestas por Schuknecht (como


se citó en Cabello y Bahamonde, 2008); Presbiacusia sensorial, neural, por alteración de la
estría vascular y coclear. Posteriormente Schuknecht introdujo otras dos categorías,
presbiacusia mixta y presbiacusia indeterminada. Cada uno de estos tipos presenta cambios
fisiopatológicos y curvas audiométricas características.

Los factores de riesgo para la presbiacusia son la exposición al ruido, tabaquismo, uso de
medicamentos, hipertensión e historia familiar. La presbiacusia generalmente se detecta
cuando los familiares o el paciente mismo se quejan de que la persona no oye bien o no
entiende lo que se le dice, en ese caso se debe recurrir a un examen médico para evaluar su
condición.

La presbiacusia es una condición irreversible, aunque con amplias opciones de rehabilitación,


entre las cuales se encuentran la terapia de entrenamiento y el uso de audífonos,
amplificadores e implantes cocleares cuya eficacia es muy satisfactoria; sin embargo todas
las opciones mencionadas son de alto costo y requieren de educación y minucioso
seguimiento.

Pues bien, los problemas auditivos constituyen una importante causa de discapacidad ,
limitan la interacción de las personas con su entorno, pues deterioran su funcionalidad global
y representan grandes obstáculos para la realización de las actividades cotidianas. Esto es
especialmente cierto para la presbiacusia ya que los individuos pierden progresivamente las
funciones auditivas y generalmente no se encuentran preparados para adaptarse a esta nueva
condición y continuar con sus actividades. La presbiacusia, por consiguiente, resulta en un
deterioro en la calidad de vida, lo cual se ve reflejado en múltiples esferas, especialmente en
el ámbito social, pero también en las esferas, mental, emocional y funcional.

BIBLIOGRAFÍA:

Cabello, P., Behamonde, S. (2008). El adulto mayor y la patología otorrinolaringológica.


Revista Hospital Clínica Universidad de Chile, (19), 9- 21.

Cano, A., Borda, M., Arciniegas, A., y Parra, J. (2014). Problemas de audición en el adulto
mayor, factores asociados y calidad de vida. Biomédica.

Lorenzo, J. (2013). La afasia en las personas mayores. (Tesis de maestría). Universidad de


Coruña, España.
National Institute on Deafness and other Comunication Disorders (2015). La afasia.
Recuperado de: https://gobierno.usa.gov/agencias-federales/instituto-nacional-de-la-
sordera-y-otros-trastornos-de-la-comunicacion

Sosa, M. (2016). Deterioro cognitivo en la vejez ¿Fenómeno normal?. Recuperado de


https://sifp.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales/%20Archivos/tfg_m.jose_so
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Quintanar, A. (2010). Análisis de la calidad de vida en adultos mayores del municipio de


Hidalgo: A través del instrumento de Whoqol-Bref. (tesis de licenciatura). Universidad
Autónoma del estado de Hidalgo

Guilbe, F. (2012). Inteligencia en la vejez. Recperado de:


http://www.educapr.org/profiles/blogs/inteligencia-en-la-vejez

Santiuste V. (2007). El lenguaje en la vejez eugenésica. Revista de Psicología (2) pp: 57-66.
Recuperado de: http://infad.eu/RevistaINFAD/2007/n2/volumen1/0214-9877_2007_2_1_57-
66.pdf

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