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Raúl Bernal i\1eza


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SISTEMA MUNDIAL
y MERCOSUR
Globalización, Regionalismo y
Políticas Exteriores Comparadas
Prólogo de Roben:o Lavagna

Universidad Nacional
del Centro de la Provincia
de Buenos Aires
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I. NATURALEZA Y TRAYECTORU
DEL SISTEI\-H 1\-fLL'<l)L\.L

En el im:o1gmaiio colectivo se ha difundido la tdea según ia cual el sistema inter-


nacional se caracteiizaiia hoy por dos conceptos: "nuevo orden mundial" y "glo-
balización". Como abordaremos en las páginas de esta Piimera Parte, ambas
cuestiones son -no obstante ia apelación constante a estos ténnmos- objeto de
grandes controversias y discusiones.
Esto no se1ia nada grave si su apelación formara parte del mterés coloquial
de cada uno de nosotros; pero este no es el caso, pues, cuando los contenidos
con que se llenan los conceptos fo1man parte de la fundamentación de la polí-
bca pública, sea ésta la económica o la política exteiior, las consecuencias de su
mstrumentalización las v1ve la sociedad toda y su proyección recae sobre e! des-
1 tino del prop10 país.
La interpretación sobre la naturaíeza v trayectoria del sistema mundial es
una macro-cuestión qué remite a la necesidad de identificar, previamente, cmíl
es "la naturaleza básica del sistema", es decir, aquello que le da coherencia y
unidad, y de la cual detivan estructuras y subsistemas. Sin embargo, por ser és-
te un tema esencialmente ideológico -en el sentido más puro y abarcativo, es
decir, como concepción del mundo- existen vis10nes e interpretaciones absolu-
tamente opuestas al respecto.
Se trata. por tanto, de una discrepancia básica sobre la concepción del mun-
do, en cuya interpretación se debe incoqJorar el debate respecto del arelen co-
mo tal, de si existe o no un "nuevo orden mternacional" posteiior al orden de
la guerra fria. Es a partir ele estas incertews que asentamos nuestra preocupa-
ción en ,·eiación a las condiciones para un g0b1erno y admi111strac1ón mundial:
la parte política de la (supuesta) globali::.ación o el management mtenrnc10nal, a
la cual habría dado paso el fin del orden bipolar.
Como ha se1'ialado Sonia Camargo (Camargo, 1998), esta discrepancía bási-

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32. Raúl Be mal Meza El impacto de la globalización y e] an;'í]isis ele los subsistemas

ca se refiere tanto a la falta de precedentes que implica la palabra "nuevo" co- cífica; y es mundial porque marca los límites del espacio que abarcan est"'
mo a la idea de una construcción ya concluida, que implica la palabra "orden". interacciones.
De este modo, sí nosotros aplicáramos esta defimción al análisis que aqui
desaITollmnos -aun quizás pecando de sm1plificación- podríamos sei'ialar q\I('
I-1. Paradigmas y enfoques sobre "orden mundial" los at1ibutos <le poder estaiian representados por b relación estratégica EF
UU-OT-'\N, las ideas sobre la GLOBALlZACIOI\í y las ínstituc1011es por org:t-
¿Qué se entíende por "orden mundial"? Usado en ocasiones como "sistema in- nismos o agn1pam1entos, más o menos institucionalizados, como el G- 7 el Ba11-
ternacional", es una determinada distribución del poder enb·e las p1incipaies co 1vlunclial, el F\'11 o la 0:\,IC.
unidades políticas de una era. Orden, en un sentido elemental, alude a una dís- La interpretación de que la globalizac1ó11 representa una nueva configun-
t1ibución regular, metódica o am10n10sa de la posición de las cosas contenidas ción <le ideas -y su relación con fuerzas hegernónícas- hace que, en nuestra
en un espacio o zona, que componen un grupo o cuerpo4, Aplicado a la vida so- perspectiva, se hable ele ellas sólo para aplicarlas a las últí1m1s décadas, va q11e
cial, el orden protege contra la violencia; permite la confiabilidad de Jos contra- sí bien la globalización es un fenómeno reciente que forma parte del largo
tos que pactan las partes y asegura la pertenencia de la propiedad. Sin embar- proceso histórico de mundializacíón capitalista, ahora comporta también un
go, en las relac10nes entre Estados no hay orden, pues el esquema de las rela- sistema de ideas y una concepción del mundo que no existían en las etapas
ciones que sostienen no justifica que se le confiera el titulo de "sociedad", a me- an teriores5,
nos que "orden" se defina en fonna menos esb·icta (Vincent, 1976). Por tradi- La expresión nuevo orden nwndial, como la utilizara el presidente Busb, el!-
ción, la enunciación de los elementos de orden, o de ias razones de desorden, cíerrn un conjunto de supuestos que emanan cleJa trnclic1ón política e mteJec:-
entre los Estados, empieza cuando concluye la enunciación del orden inten10 tual norteamenc:ana conocida como "internacionalismo liberal", que -según la
de los Estados; se düia que cuando hay orden en los Estados, hay mrnrqufa en- síntesis <le Russell (1992a)- cree en el liderazgo ele las democracias ocC!denta-
tre ellos, como si una cosa fuera consecuencia ele la otra. Se;1 que la anarquía les para la construcción de un orden mundial pacífico, basado en la cooper:1ció1~
internaciona.i es n1"ís soportable que la anarquía entre hombres, según Hobbes, multilateral y en organizaciones intcn1ac10nales efectivas, ¡x11«1 lo cual se: re-
o ya Jo sea menos, como sugiere Rousseau, el orden entre los Estados es una si- quieren tres condic10nes: la implantación de .regímenes democráticos a esc:ala
tuación precalia No se espera que en el campo <le lucha <le las relaciones inter- planetaiia; la 1·ealización de acuerdos entre países para mantener la segundad
nacionales las vidas <le los hombres encuentren protección, sino que depongan colectiva castigando a los agresores, y el func10namiento ele con<licíones que ha-
sus esperanzas a] se1vicio de algún imperativo supe1ior. En la sociedad interna- gan posible el comercio y la especialización global.
cional, ciertos objetivos como la seguií<la<l de la vida humana, la santidad <le los Desde nuestra perspectiva, en el orden de la postguerra fría, la globalí:::.a-
contratos y la estabilidad de la posesión de la propieclad no son perseguí<los di- ción debería ser contrapuesta a bipolaridad y, en este sentido, la "globaliza-
rectamente por los hombres. No constihiyen tareas inmediatas de esa sociedad ción" representa un triunfo basado en tres factores: 1) una alianza 1cleológ1ca
sino problemas confiados plincipalment~ a Ja responsabilidad de cada Estado en la esencia del capitalismo, entre el orden doméstico (derechos m<liv1duales
(Vincent, 1916: 326). y políticos) y los pnncip10s económicos (economía ele mercado); :?.) 11na alian-
Según autores neo-marxistas, en paiticular Cox, la idea de orden como con- za militar estratégica, en la cual los Estados Unidos clesempei1an un papel he-
figuración de fuerzas de un momento histórico dete;111inado considera que los gemónico respecto de sus socios (0TA0!, Alemania, Japón); v, :3) Ja capacidad
órdenes mundiales son estructuras l11stó1icas sucesivas en ias que interactúan del capitalismo para supernr sus tradic10nales crisis cíclicas. El neolibernlismo
tres categorías de fuerzas: atiibutos matenales de poder, ideas e instih1ciones
(Cox, 1986).
Según Russell (1992al, esta interpretación indica que orden designa la 5 Esta inte11)retac1ón, que he desarrollado en vanos trabaJOS, ha sido reconocida ~)or \hno
configuración de las relaciones de fuerzas en una estructura histórica espe- Rapopo1-t. quien ha seiin.Jado que, si bien rnundiaJización y globalizac1ón han sí do en tendi-
dos como conceptos similares, a partir de lo seüalado en nus traba¡os, teud1inn que ser di-
ferenciadas, (Cfr. Mano Rapoport, "Ln globali::ación económica: ídeologias, realidad, insto
ria", en Ciclos, Urnvers1dad de Buenos .-\...tres; Bs.As., Aiio VJI, Vol. VII, Nº 12, ler. Se111 .
.¡Según ia defoución del Oxfonl English Dictionary. 1997, pp. 3-42).
Raúl Bernal Meza
El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas
sería pues la ideología ele la _alobalización v ei
Mec:.a, 1991)6. => , capitalismo su orden (Bernal-
Poi· cieito que ésta 110 e ¡. · t . , , más importante, en términos ele las necesidades explicativas v prescnpt1vas de
Otros autores (R - _s ;'. m erpreracion unica sobre nuevo orden nwndial. la disciplina, se esté dando entre teóncos e h1storwclores. !\! uchas teorías v mo-
b1e ' .. ' 'l.Osenau, Hofrmann, Bull) dan a orden mundial un sentido m<ís
n nonnatn·o que puede desw 1 t t ' delos adoptados en los tiempos de la fonnac1ón del conocimiento o de las re-
prncesos (Rass~ll 199")· ·1 =>1 ar an o una conaición como un conjunto de laciones mternacionaies como ctenc1a) de la v1da mte1·nacional, perdieron vi-
r 1 ' ~.' 'unque es mreresante sei1a1ar c1ue Hoffmann v Bull
1 on11u aron est·1s reíle~( . - ' gencia, como consecuencia ele la formidable imprevisión y dime11sión ele los
tanto. ale¡'·idos del el. b'.1toncles \]'ano~ anos antes ele] fin ele] orden bipolar -v, por cambios mundiales. Algunos busc:won la luz por el camino del elescubnmiento
· .' e a e e os anos 90. -
Este orden intennc· · l de cie1tas regubncla<les en el comportamiento de las relaciones mtenrnc10na-
t-nc.1 d . t ' iona' que representa un cierto consenso sobre la e:ds- les, para construir sobre esa base un marco teónco capaz ele aportar mstn.1me11-
c ª e m ereses comunes v de ¡.. . . . , d. , . ·
i.Bull) f .. el l· - . .· a aceptac1011 e. ciertas practicas v i·errlas tos conceptuales y cognitivos para el conoc1m1ento, la inte11)retación ele los fe-
• ueia e as cu·1Jes los E-t el ·. , , "'
, R _ , ' . ~ ª os no podnan existir (1.Vallerstein 1985) 5 _
gun osenau tl991) hab -. - ···el ,. ' ,, e nómenos y las demandas ele los procesos de torna ele decisión de política; pero.
vez d d \\! f ¡ · na >llffl o una prorunda transformación ¡Joi· 1Jrimer·1 por otro lado, muchos elementos opuestos invalidaron esas premisas, que ter-
, es e · est a ia. ' '
C na seaun<la cu es ti, . minaron por reducir la fi,1bilicla<l ele los modelos, así como la capacidad explica-
, o l on, que remite a 1a vinculación con el {Jrobiem·i ele h he
:;emonza. es e ele hs pol't. . ' l . ' ' - 1 ·:· tiva y generalizada ele los criterios comunes construidos sobre ciertas regulan-
.:zbi1cas_,cbie1 ore en ~wndwl y en qué medida ellas podnín
¡ -·
Ínfluu- m.ás sobre 1· '_ i~ cla<les hístóncas (Rapoport, 1997; Sombra Saraiva, 1997).
_f . , as vana es anclas" (val ' o i·e s • s1s
" tem as d e creencias
. JerceiJ- El surgürnento de los Estados L'melos como potencia :11uncliaL luego ele la
c1one~. om1acwn ele los o-oberna t ) 1 . . .. '1
ele el . . 'bl . => .• 'n es, etc., o as vanables ··duras" (elementos
fº. et t,ingi . es e mtangiblesJ de la política mundial.
Segunda Guerra :\.! unelial, implicó en los hechos una hegemonía del pensa-
miento realista sobre otros paradigmas y una enorme predomirnmcia sobre los
_vJ 1 perspectiva sobre j el . l
~::~~~~l~:;~i¡i~;·~~~<~ri~~:~ ~n~~i~~~a:
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!~~:~:: l:::~1~~:;;~:i~~r~1!ª~i~\~~:1~~~i1::0d:
de du1,1cwn mc1erta- (Bernal-í\.fe-a '9º1· 100) f'
enfoques o escuelas europeas, francesa e inglesa. Sin embargo, las propias de-
bilidades explic:1tivas del realismo conclu1eron a revisiones y crít1c:1s, proceso
•)arce micial de .. el . · -· · .t ., · . ue que se fue dando en concordancia con una etapa ele cambios ele relaova impor-
~on t. un g_i an. e bate pos tenor. Poco mús tai·cle Russell coincidió
nues I a pers1JectJV'1 il 999 l") tancia en el sistema mternac10nal, que ciertos autores identificaron en los con-
)apeJ o d l l . ' . , -ª' ..) .' cuyo pronóstico sobre Ja ex URSS (de su ceptos de interdependencia y trans11acionali::ac1ón. ·
~el ele R e ele] Rulsia ,ºJa CEI) resultó bastante acerta.<lo. En ambos enfoques Hov, enfrentados a los dilemas que impone a la disciplina el debate acerc:1
, usse Y e mio- se trlt·1ba el l z
po1· el c~,mb10 ~ 1 1 ¡· • 'el . e una nueva mu tipo aridad, cleten11ínacla del ">fuevo Orden Mundial", advertimos que en los Estados Unidos existen t1·es
, 1 a natura e-a e Ja com1Jete . b, .
éll1errrente -· · ncrn asica en eJ orden mundial graneles conientes de la teoría de las relacwnes Internacionales. El mar:nsmo,
:=> •
basado en los antecedentes ele las teoiias del impenalismo, llegó a la conclusión
que el mismo se explicaba por la razón ele ser del tipo de sistema económico,
I-2. Paradigmas, modelos e interpretaciones socü1l y político interno de los Estados. Este sistema, siendo la representación
de una relación de poder y explotación que ponía a la burguesía sobre el prole-
Con el fin de h auern f.-. ] el . . taiia<lo, era el garante ele un statu quo, resultado de la estrnctura económic:1
nes mternacio1~ales h~n i 1a ~.e esmoi·onai1;,iento del orden bipolar las relac10- que definía -por medio ele la producción- la ubicación de las clistmtas cL1ses so-
e el ent:iaclo en una prorun<la revisión, en tanto ciench ele
slls rnn amentos teóric t el ¡ - · . '' ciales, e íeleológicamente, representaba -a nivel ele la superestrucrur:1- la pre-
o-me o o og1cos y epistemológicos. Quíz,ís el debate
servación ele los mtereses ele la burguesía. El Estado era así instrumentado por
la burguesía y su organización capitalista ele la producción. AJ habei· una cone-
r. \iuestra inte11)retación ha sido tomada Jor -1..mad .
analizar ditlcultades en ·¡.1 t . , <l l • 0
Luiz Cervo, qmen Ja h. a ª.plicado ¡Jara xión entre el modo capitalista de producción, representado por el Estado, y la
' ' cons n1cc1on e un or<l al 0 b·u Cf· <l . tendencia a la 1ivali<lacl y la competencia entre las potencias colomales, se v1n-
1wl do Século X."· D'fi l , en " ' · 1. ..\.ma o Luiz Ce1vo "O Fi-
- • '· ~ IClt taaes para a Co11str11cd 0 d O, · ,, :
::iombra Saraiva (ora) Re! •. . · e llma 1 dem Global , en Jose Fhív10 cuJó a éste con el conflicto. El impeiialismo pasaba a ser así el resultado ínev1-
a9oes 1nternac10na1s Contemporá ,
l 1.b eral á a/obali-ar-iio
. o· '
B..
D • .
" - Y ' 1as1'j·ia, paral e .Jo 15.
.
1997.
neas. o constn19ao do mimdo tnble de la política ele los Estados capitalistas, en fase monopólica.
En la teoiia de relaciones internacionales contemponíneas, para el marxis-
mo, el orden internacional es la expresión ele las relac10nes sociales :1 de poder
Raúl Bernal ..Y!eza El impacto ele la giobalización y el análisis ele los subsistemas 45

ternacíonal, tenernos que pai·tír de un p1incíp10 unificador para todas las nacío- esta autora, después del profundo esrnclio realizado por el economista austría-
nes. Pero ese pnncipio no existe. co Rudolf Hilferclini:r en su obra O ca'JJítal t1nanceiro 9 , quedó demostrada Ja ne-
lna fundamentación adicíonal, mc1s cercana a la economía política de las re-
"' ' -
ces 1dacl que tiene el sistema capitalista de expanc1.irse y ocupar cae~'' ~ez rn'ís
Íac10nes intenrncionales, señala que, mientras para los países desanollados -en amplios espacios geográficos y económicos, dencro del proceso que el denomi-
particular las potencias occidentales- la esencia de las relaciones internac10na- nó de "im1)e1ittlismo"
les girn en ton10 a las cuestiones estratégicas v Je segundad, para los países Es mi ~onviccíón que la caída del blooue soviético v la desaparición ele las
atrasados la esencia es el desanollo. He aquí, entonces, una cuestión estructu- economías centralme~te planificadas constituveron los :1spectos políticos de ia
ral que sólo podemos abordar desde una perspectiva que identifique la existen- nueva etapa ele expans1ó~ de la economía-mundo, que hov caracterizamos co-
cia de segmentos que tienen necesidades v ob.ietivos distintos. mo crlobalización. Tal como señalarnos desde perspectivas políticas (Bernal-:\'1e-
En síntesis, lo expresado significa que el "orden internacional emergente", ::a, l991) v de la economía política (BernaLH~::a. -1.CJ.9"1; 19.94a) si bien b globa-
.iunto a sus címientos, instituciones v regímenes, sus polítícas ele orden, etc., son li::ación -~n este senbdo- se advertía desde los a11os '60 y '70, ya en su nueva
valorados y pensados desde perspectivas esencialmente diferentes. De allí la fase dinámica, durante h cnsis de las economías centrales surgió un nuevo tipo
obligací.ón de analizar l)no1itaiia v críticamente los diversos roaracliamas v tracli- de organización proclucbva que limitaba rn demanda a un cierto número ele
~ .=:i •
ciones de pensamiento, que ínterpret,:.n tanto la concepción del orden y ln es- mercados especializados en los sectores ele alta tecnología, concentradores ele
tructura del orden mundial, como la dinámica ele cambios y los procesos que inversión en conocnniento intensivo e 111formac1ón v cuya organización produc-
afectan a la "naturaleza" del sistema ínternac1onal. tiva fue sustituyendo a las graneles empresas productoras ele bienes estanclaii-
Desde nuestra perspectiva, cons1clernmos que ia única forma ele abordar el zados, liberando éstas y adaptando a sus subsiclianas en procesos ele reíngerue-
mundo es desde una visión o concepción sistémica global. En este sentido, se- iia a esc,tla mundial (tal como luego lo analizó Robert Reich en El trabajo de
grnrnos la mterpretacíón sistémico-estructural CWallerstem, Ferrer, etc.), que las Naciones), lo que tornó superfluos hombres y núqmnas.
permite comprender el mundo como una totalidad articulada, a partir de la ex-
pansión geográfico-territonal de la economía-mundo v la consolidación del mo-
do ele producción capitalista. Como producto ele su ~xpans1ón y necesidad ele I--í. La crisis del capitalismo.
orgamzacíón ele la división mundial del traba.10 se constituye un sistema de Es- Interpretaciones neoliberal y neomarx:ista
tados nacionales. De esta forma, llegamos a un sistema capitalista mundial
cuando se produce la fusión cleí Estado con el capital. Solamente a pai·tir ele la La mundiali::.ación ele la economía v la globalizac1ón financiera (como nueva
comprensión ele un único sistema mundial, que ha generado dos segmentos que eta1x1 ele transnacionalización) identificrn~ la actual etapa del sistema capitalis-
fonmm parte del mismo proceso histónco -el clesarrnllo y el subdesarrollo- es ta. La globali::,ación es quizás -y simultáneamente con algunas características
que podemos aborda1· el problema del para qué y del cómo identificar los vec- propias ele la evolución ele ia tecnología y la mfon11ación- la expresión ele una
tores cleí actual management mundial. Sin embargo, como hemos visto, existe profunda ciisis ele la acumulación capitalista. En efecto, como otras etapas del
una discrepancia básica a este respecto, en el sentido ele considerar al sistema pasado, el avance del capital financiero fue la respuesta a una cns1s que, no por
internac10nal como una instancia esencialmente interestatal. ser cíclica, se ha manifestado como tendencia estructral del capitalismo.
Durante la fose de crísís del capitalismo europeo ele la segunda mitad clei si-
glo XIX se produjo -simultáneamente con ei nuevo impeiialismo (1870~1880)
I-3. Globalización y expansión capitalista -una expansión del capital financiero. Se trataba ele una fase de expans10n que
seguía a una fose previa ele expansión rnatenal. Siguiendo esta línea ele ínte11xe-
Un terna que se encuentra bien analizado, como ha señalado recientemente
Fonseca Gaclelha 8 , es la tendencia del capital a su expansión. Como argumenta
9Traducción de Finance Capital. A. study of the Latest Phase of Capitalist'Development, Lon-
~ Regrna viaria A.. Fonseca Gadelha, "Globalizai;ao e Cnse Estrutural", en R.M. A. Fonse- dres: Routíedge y Kegan Paul, 1981. A. continuación, las referencias se hacen sobre ]a edi-
ca Gadelha (orgamzadora), Globaliza9iio, J,fetropoliza¡;iío e Políticas Neoliberais, Sao Paulo, ción original.
Educ, 1997; pp. 51-72.
Raúl Bernal Meza El impacto de la giobalización y el análisis de los subsistemas

regulación de los mercados laborales y procesos de desregulación global de la estructural: la articulación entre empresas-tecnología-gobiernos, pero ba30
m~vilidad del cauítal financiero. Se trata ele medidas que penniten un nuevo es- concepción de la "nueva política" impulsada por Íos enfoques neoliberales, q1
tadio en la conc~ntrac1ón del capital, como el que se ha advertido. a través. de supone, como paso previo y necesaiio para el aumento de la competít1v1d
los procesos de pi·ivat1zación de empresas públicas en los país.es latinoamenc~­ (rentabilidad), el fin de la regulación, la reducción de íos salaiios v la 1·educci1
nos. la amoliac1ón v libertad del capital móvil y del comerc10 f111anc1ero (Acue1- del gasto social ~salud, previsión, educación), generando así una situactón abs
do ,'vlultil;teral de. lnvers10nes) v el proceso de ti·ansnacionalización de las so- lutamente contradictoria con los ~bjetivos de la nueva articulación competitJ\
ciedades iconsumo. cultura). E~ este último sentido, ciencia, tecnología Y con- El resultado de la globalizacíón (como proceso) y de la mundializac1ón
sumo se escán transfonnando en vectores del proceso de globalización de las so- que de ellas están de1ivando nuevas tendencias objetivas para la división mtc
nacional del trabajo (Bernal-L'vleza, 199í; 1997b). Éstas constítuven un nue·
ciedades nac10nales.
dilema a enfrentar por nuestras sociedades, en el ob.1etivo de resoÍver el probl
ma hístódco del desarrollo en un mundo global.
I-5. Acumulación, globalización financiera y desn.acionalización Sin embargo, identificar este dilema con la inviabilidad ele todo proceso n
c10nal-regional y adoptar visiones segadas y fundamentalístas ele la giobaliz
Vale la pena preguntarse: ;son posibles los proyectos de desarrollo nacional (in- cíón puede tenninar con las perspectivas de la concertación reg10nal -posible
cluyendo los 'pro~'ectos devmtegración económica 1·egional) b~JO c~ndiciones de con los ideales de participación en la construcción del mundo del mai'iana.
dobalizac1ón del sistema económico mundial (transnacíonahzac1on de las act1- En síntesis, la mundiali:::;ación es, desde nuestra perspectiva, una c:·isis a
capitalismo, pero no sólo de la acumulación, sino de la política muncliai (dei "e
~1elades ,xoduct1vas.
[ . rn.unclialización de l:i.s finanzas, etc.)? d ,,
La ·:rlobalización. como proceso económico-financiero e concentracion Y den internacional") y de la política como gestión de gobien10 v de los s1stem
de autoridad.
transna~ionalizac1ón. pone ~n evidencia las contradicciones entre la acum~la­ v ·

f..:iÓn ·¿iobal -a través ele la expansión mundializada del capital transnac10naJ- Y La complejidad de los procesos de la economía y la política mundiales i
(ia ac,;mulación a escala nacional. Se trata, por tanto, de un proceso que contra- puesto en evidencia las dificultades epistemológicas. teóricas y metodológic
pone la acumulación impulsada por las corporaciones ti·ansnacional:_s a la acu- que enfrentamos para abordar con cei·teza los mismos. -
De estas interpretaciones se desprende la existencia.de una anarquía basi•
mulación estatal yío privada de carácter nac10nal (Bernal-Me:::a, l99tb). .,
A partir ele estos procesos de acelerada transnacíonalización y concentracion del sistema mundial, que se ha acrecentado como consecuencia de la nueva o
del capital surge el gran interrogante: ¿es posible seguir imagmando modelos ganización capitalista mundial, caractenzada -tal como decía Paui Baran-, p•
de mtegrac1ón económica y de concertación de estrategias políticas sobre bases la irracionalidad de su proceso de acumulación. (Wallerstein, 198.'5; Bernal-M
:::a, 1997b). Aun a pesar de no compaitir las premisas estructurales de este an
nac10nales'?
La mundiali:::ación, como estrategia para detener la tasa decreciente de ga- lisis, la percepción sobre un escenario de anarquía es confinnaclo por Stan11
nancia del capital -como consecuencia de décadas de regulac'.ón (Welfare S~a­ Hoffrnann, cuando, al hablar de la crisis del internacionalismo liberal, pone e
te. Estado de Bienestar v desarrollismo e, incluso, los modelos denvados ael evidencia las concesiones a la "real politik" de las grandes potencias occident
"soviet1smo")- pe1·mitüi; a las corporaciones transnacionales enfrentar también les,. porque los diferentes elementos de la agenda liberal compiten ent1·e sí -d
la profundización de los costos deiivados de la investigación-desan:ollo del pro- rechos humanos y democracia versus expansión del iíbre comercio- (Holfman;
ceso de cambio del paradigma tecnológico (dei "energético", do~inante del 1996). -
modelo norteame1icano, al "científico-tecnológico" de las vanguardias del capi- En definitiva, los valores ideales del internac10nalismo liberaJlO quedan n
talismo). surgidos luego de la cns1s de los atí.os 1970-1980, que 1·equieren cada legados o subordinados a las exigencias de la expansión del capitalismo o de
vez de m<wo; üwersió; en los campos de la robótica, la informática Y las corn.u-
111cac10ne;, con el fin de mantener la competitividad y retomar Úna tendencia
10
creciente de rendimiento del capital, Para "manejar"' políticamente esta anarquía, los ideales clásicos del internac10nalismo :
Esa capacidad competitiva se articula en tomo a un eje político ~ternacio- beral fueron Ia construcc1ón y el fortalec1n1iento de regin1enes internacionales. los acuerdt
nal (el G-7), que es la instaneta superestructura! de otra doméstica, de carácter entre paises y ei mantenimiento de la seguridad colectiva. entre otros aspectos.

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~:··~,~:;~~~l..J~~¿~:~..:.:'f:......!l':::"Sl~~¡¡¡.•!f;:,_~~~~fill'il~~:!ll!l.lll!llllll!llillilllllllllllllllllllllll
El impacto de la globalizac1ón y el análisis de los subsistemas
.so Raúl Bernal Meza

posición en la estructura de poder mundial de las grandes potencias ?ccidenta- Entendemos que la globalización no es un prnceso distinto. diferente, autó-
nomo de la historia social y económica del sistema internacional. v es eslabón
les. Como ha seíi.abelo Russell. el mternacionalisrno liberal, una cor:n.ente de la
tradic1ón polltica e mtelectual norteamencana. "se nutre ele 'vaiias yerti:ntes de d_e un largo p'.·oc~s.o, miciado con la internacionalización y seguido .luego por Ja
la filosofía política, cree en la necesidad del liderazgo de las democr~c!as occ1-
~ ansnac1onalizac10n de las economías y de las actividacles económicas ;; produc-
tivas. La existencia de la globalización es posible sólo v dentro de un sistema
clentales para la construcc1ón de un orden m.undial pacífico b<1sado en la coope-
ración multilateral y en orrramzaciones internacwnales efectivas: Sos.tiene que
el logrn ele ese orcl~n requ~ere el cumplimiento ele tres concliCí~'~es'?.~si·c~as: la
¡ mundial. Un sistema mundial cuya caractelistíca est111ctural es el moclo de c1cu-
mulación dominante (capitalismo-liberalismo); es clecir, la instancia económica
1mpl;ntac1ón de regímenes democráticos a escala planeta1ia; lacrea~1:zac10n de Y no la insta.ncía política, como seiia e[ oi·den interestatal. El hec110 ele que eXIs-
acuerdos entre países para mantener la seguridad colectiva y c.as,~gar a los even- t~~' al mtenor del sistema-mundo, distmtas unidades políbcas -los Estados-na-
tuales ag1·esore;; y, finalmente, el func10nam1ento de una econo~!a}i,beral -es- 1 cion, que son el aspecto político ele la forma de acumulación dominante llama-
da capitalismo- se e'.\.1)lica por la naturaleza misma del sistema mundial: una or-
to es. ele condiciones que hagan posible el comercio entre l~s ~ ~~;.i,()i;:e,s y, por
ganización también estatal, ¡_Jero cuyo vínculo fundamental es eCO!lÓl11!CO V 110
tanto, la especiauzación global" (Russell, 1992). Así, d~sde esta R,~r~J:l_edi''.ª· '.~ 12
político : Sin embargo, el proceso ele mundialización actual tiene compo; en-
anarquía es la consecuencia de la contrnmdad de la pohtica ~~Jf :_re,1 pohtik · 1
tes esencialmente distintos (en térmmos de actores), pero no por ello difer·en-
tes en la lógica que fundamenta su gestión: la acumulación pernrnnente; así co-
1-6. La globalización como proceso mo los recursos a la 1cleología para imponer las políticas necesa1ias. como ins-
trumentos parn impulsar el mismo.

En un traba10 anterior definíamos nuestra posición acer¿a·4~;;J~~;§füi:~~es de


la glohali::.ación '!la actual etapa ele mundialización corr;o,<¡;_L~~(,~Ji~-~1~1Jg.5-acrual I-7. Globalización y :Hundialización
ele la acllrnu1ac1ón capitalista (Bernal-?víe::.a; 1994; 199~)·.::~~&f~~r?r,~~~~/usten­ corno procesos histórico-sistémicos
ta ::lsimísmo en el pensamiento de diversos au~ores coi:H.º1~,f,gP.J&rr·:,1~,~~J~~.1.ti~:1 os
una concepción sistémica para la inte11xetac10n de lo,s )~;;J,f~f~trW:T;;~:?;~7;~~ · El a~mento constante ele la rroductivídad del traba30. es decir. el hecho de pro-

.·:_,':~:,~·~~i~Y~1i~:~~~i·:,. ducu m;a mayor cantidad ele bienes con el mismo costo de producción, ha siclo
uno de JOS i~asgos carnctelistrcos v más importantes ciel capitalismo desde fines
Cfr. Immanllei Wallerstein, Le systeme du monde clu )CVe si.e.<;l.~~?,zi!J..cí~:'JQ)fri.§~i~i1if!.1!í'.!~sme et del s glo XV Y comie~zos deí XVl (etapa en la cual se produce [a expansión ai
:1
1

Econ.011ue-monde·l-1.50-1640 y Le ~i.Jercantilisnie et la conso~i_cl~~{O'!.i~-~~-Jj,~~~-~~ffi~~~,tBli~le e~t­


mundo de la econom1a eurnpea) hasta el clía de hoy. Ello implicó el aprovecha-
ro¡;een11c 1600-.i-:'-W, Pans, Fbrnmanon, 1980, también, I;f¡F~g\~~J.i4Wf~é~1§!~Q:W'~nPans, miento v la apl'c , , · 1 ¡ , · ¡ · · ,
198.5. Editwns ia Oéc:ouverte; F ernand Braudeí, Civílisatio~ '!',d~f¡r,~~- · 'J,?.fgfo.~f:.~apzta- .. , r auon ae a c1enc1a y a tecmca, puestas al serv1c10 de la pro<luc-
lismc, Pans. 1979 . .-\.nnand Colin. :J vol., H. J. Singer, "Inter:Natiói}\ c;:~;~,;f:<i!FhlMo- cion, cuyas consecuencias. medidas en términos de 1·evoluciones tecno-mdus-
dei". en Jar;1es l'i .. Rosen::m (comp.), International Politics''a~~'~¡::~~[~iR!J1'..j,?,'.i~0'fi~\i~faYork, trales, implicaron ciclos de reestn1cturación, en diversos momentos ele la hísto-
l969, Free Press, 2a. ediclón rev., H. J. Singer y J Rosenau;~$i:st~.1!!:g~~,lf:bft!':Wl¡~,1 ~'.~mas Y
::in.wlaciones nac10nales-i11 ternacionales. Buenos Alres, 19'.i'.:;lj; E:clAsiJ;irn;:~~~,).l~Y}~1~.1_911~ Fer-
nancl Brnudel. ··Earopean e"-1Jai1s10n ancl capitalism:. 1450-16~Q;;~.e,1~~0ficip~~.f;~~~nfw.e.1.tern C1-
vili::ation, I, ;y de., Nueva Yock, Colu111b1a U 111vers1ty·Pr~s~;,~ij~~~~ .~.:. ~ i1ff~:J:ffrh~~t~mu-
r~peos !:asta cubrir el globo hacia el s1gio .\l'i:", Di11ám1ca de la cnsis global, \·léxico D. F.,
S1g10 .m Editores. 1987, 2a. edición, p. 11.
lacion en escala mundial, :Vlé:aco D. F, 1971, Sigio XXI Ecl\~9,Hi~i·: ·í:'~"~'~J;}\'!E2Y;~teme- 1

monde", Socioiogws et Societes, Mon~reai, ,1992; E. ~~Ji:íge~µgÍ;:j;<··;,.i~rr"fü\[?f~iª~ional


~ La .peculiaridad del sistema mundial moderno (desde el siglo Xv1) es que una econonll::i-
como lmtona, \[ex1co O. F., F ando de Cu1tura Econo.:,n1ca;~~9f8~.\;,l?±~?'}f~~fl:~~'·:;/f ,1,ustona
.~undo hay~ sobrev1v1do sm llegar a transformarse en w1 m1!Jeno-mundo. Dice \Vailerstem:
de la globali::ac:ón. I.500-1800, \lé:o.co D. F. FCE, 199::i.Oq-?~~C::MD,:trpia.¡;~~Fe~.\}~rA.rrun,
est~ peculrandad es el aspecto político de la forn1a de orgamzación económica llamada ca-
pitalismo. ,El capitalismo h~ sido capaz ele flor·ecer· precisamente porque ía economía-rnun-
Giova~rnr AJ·ngtu, Anclre Gw1der Frank, Immanuel W~<lqs;t~~n, . '-~~-~)f?ffJf~;.nzsas
conzpartulas, seüa1an: "Creeri.1os que existe un todo _s~i:::~~- ,. ~~~P@tP::J.~-~~;.ec~no-
d~ contema dentro de sus limites no llno, smo múltipies sistemas políticos"' (I. Wa]lerstein.
n1Í<'t-n1undo capitalista y que esta econon1ía-n1undo C'._~pi.:t:~ ~&? tie111-
E. moderno sistema mwidial. l. La agncultrira capitalista 'f los ongenes de la economla- rn -
do europea en el siglo XVI, .\léX.Jco D. F., Siglo XXI Editores S. A.~. 1991. G" eclición, p. 491).
11 11
po, probablernence desde ei siglo :\.'V1, v se e.'-1Janclió"histó ~nes eu-
52 Raúl Bemal Meza El impacto de la globalizacíón )' el arní.lisís de los subsistemas 53

na, como el que vJVió la economía capítalista ele los países centrales entre los ca del Pacífico; entre los segundos, el despbzamiento de la actividad económi-
a11os 1970 y 1980. ca desde el Athintico al Pacífico, mientras, al mterior ele esos íluios que la c1-
La sustitución del paradigma tecno-energético y la llamada "tercera revolu- racteiizan, la desconexión entre la economía real (o prnclucbva) y la economía
ción industnal" forman parte ele las respuestas contemporáneas clel capital en financiera.
su necesidad de obtener ese constante aumento de la productividad. Pero tam- El núcleo movilizaclor del proceso de globali::.acíón y m1mcliali:::.ació11 de la
bién ha sido justamente esa productividad la que ha diferenciado enonnernen- economía o, lo que es lo mismo, la globalización de la economía-mundo, ha si-
te a las dist111tas economías, caracte1iz<indolas entre desarrolladas o altamente do el crecimiento constante de algunos sectores claves en su ex1x111sión mte;· ,.
mdustrializadas v economías en desarrollo o subdesarrolladas. h·ansnacional, como la globalización de las finanzas, la expansión mternac10nal
La actual et;pa ele globalizac1ón, identificada también como la mundializa- de las empresas, la convergencia de los sistemas económicos ele "economía de
ción del capital, se insci·ibe en este proceso constante, asociado a la búsqueda mercado", la cooi·dinación macroeconóm1c;1 (en particular. dentro de la OCD E.
ele nuevas formas de rendimiento del capital. Los recientes desarrollos tecnoló- de aquellas economías integrantes del Grupo d~ los Siete v de Ja limón Euro-
gicos, la aplicación ele la robótica, la ínfonn>ltíca, la automatización, la bio-tec- pea) y las nuevas formas de organización ele las empresas. Todo lo cual se irn
nología, la genética y otras a la procluccíón han permitido un importante incre- acompañado ele la difusión de nuevas tecnologías -en particular de las teleco-
mento de esa procluctíviclad, que como resultado ha llevado a profundos cam- municaciones y ele la informátíca- y ele la deslocalización (y tercenzac1ón) de los
bios en las formas ele organización del trabajo, la orgamzacíón indust1ial, el ge- procesos productivos, mtra e inter sectonales.
rencrnm1ento empresano, la segmentación y relocalización ele los procesos pro- Si -tal como desarrollaremos más adelante- la globaliznción ele la economía
ductivos v otros. financiera tiene en la globalizac1ón e interconexión ele los mercados financieros.
Tomando en cuenta lo señalado, he optado por designar el concepto de y en el over nigth y la apertura/elesregulac1ón nac10nal del sector financiero su
m11ndiali::.ació1113 para identificar el proceso económico que da cuenta de ias fuente ele expansión dinámica, la globalizacíón de la economía real o producti-
nuevas fonnas que est<l asumiendo la acumulación capitalista (producción, co- va tiene en la expansión y c1·ecim1ento del comerc10 111ternac10nal de las empre-
merc10, desarrollo científico-tecnológico; ínvers10nes) y dejar el concepto de sas y en el crecimiento en general del comerc10 mundial Slls fuentes dirnimicas.
glohali::.ación para comprender tanto a éste como al complejo ele ideas que se Sin embai·go, es evidente que este proceso, ele crec11111ento del comercio
integran en una particular "concepción del mundo", mundial no hubiese sido posible sm procesos comcidentes en el tiempo, como
La globali::.ación -a pesar de ser una característíca del proceso histónco de la reducción ele los costos ele! transporte y las comunicac10nes, el tráfico ele
mundializac1ón capitalista que ha identificado esta forma de acumulación- se "perfeccionamiento" de los productos (que ha tnplicado el cornerc10 en rela-
diferencia, desde nuestro punto de vista (adquinenclo connotaciones ele "fenó- ción a la producción de los m1smos 1 ~). el abandono ele las estracegins nac10na-
meno reciente"), por el sistema de ideas y la concepción del mundo que la les de sustitución de importac10nes por pa1te ele las economías en desarrollo v
acompañan. Siempre hubo globalizac1ón como mundialización, pero el sistema ele la planificación central. por p<tite de hs economfas ele carácter estatista que
de ideas y la concepción que sustenta su interpretación actual es lo novedoso, habían seguido el modelo soVJético, y de los prncesos de apertura, desregula-
en las últimas dos o tres décadas, y se cla en el marco de oti·os procesos políti- ción, retracción del Estado y de pnvatízaciones de empresas públicas ele la ma-
cos y económicos de grandes transfor:rnaciones de la economía y la política 111- yor parte ele las economías de los llamados antenormente "segundo" y "tercer"
temacionales. Entre los primeros, la desintegración ele la URSS, el fin de la mundo. Es decir, la predominancia ele las concepciones íeleológ1cas neolibera-
guerra fiia y el desplazamiento del poder desde Europa-Atlántico hacia la cuen-

H El cornerc10 mun<lial se ha <lesar:rolbdo mucho mas rápido que b prnducc1ón, tnplk:ü1-


lJ El concepto de mundialización podiia ser entendido como un concepto neo-mar.asta, un- dola en casos. Por eiemplo, en 1995 el come1-c10 mundial creció un S%, mientras que b pro-
lizaclo por autores tan clistmtos corno Wallerstem, Amín, Arnghi, Viclal Villa, etc. Sin embar- ducción sólo lo hizo en un 3o/a. Esta diferencia entre producción y con1erc10 :;e e:\--plica por
go, también es usado hoy tanto por los regulac10nistas franceses corno Michel Aglietta, Alam la expansión del tráfico de "perfecc10nam1ento". segun el cu::d los prn<luccos manufacturados
Lipietz, Jacques Adela, Frarn;:o1s Chesmus; por estructuralistas v neoestructuralistas (Bernal- son montados en países en vías de <lesarrollo, a partir de matenales v coml)onentes anpor-
Meza); por académicos canadienses\]. Letoumeau), así como por economistas de fonnación tados. Luego son reexportados, de manera que una sola producción genera vanos movumen-
liberal, como J. Canals y otros. tos comerciales, antes ele llegar al compra<lor final.

l
Raúl Berna.l Meza
El impacto ele la globalización y ei análisis ele los subsistemas

. ]· strateans oosibles de desarrollo/ci·ec1-


ies en hL5 ;11terprecac10nes so b te ,1s. e o ' e punto de vista histórico. (Krippendorff, 198.S; Bernal-Me=.:a; 1996a; 1996b). Es-
m1e:1to v el.e gestión ele los asuntos públicos. . 1 lso obte- te punto ele vista histó1ico debe sustentarse en el pnnc1p10 de que el conoc1-
, - · ·ct· factor determmante en e impu
Estos últanos aspectos han s1 o un d d 1 d, . 1 de 1980 nuento del pasado puede ofrecernos mdicíos, también regulandades, sobre po-
- , .f ·era es e a ec,1c a · ,
rndo Do1· '.a ·Ylobaiizac1ón econom1ca y . manci .. l l't1c·1< mo- sibilidades futuras (Neustadt !J }lay, 1986).
acorn•~aüada ~lel abandono del kep1esiamsmo y de la adopc1on e e po l '~ "Lo absoluto en la h1stona -como decía Edward Can- no es algo del pasa-
1 . · ·. desarrolladas.
netanstas por par-::e ele algunas econom1asd .. 11 en ' articular los de Arné- do de que se parte; no es tampoco algo en el presente, ya que todo pensamien-
A 'Jes;Jr de que han siclo los pa1ses en esa110 o - . P l . d 1 . 1- to presente es necesariamente relativo. Es algo aún incompleto y en proceso ele
. t d 1 bl .. tico quienes rnn esta o a a va1
nea Latina- y íos ex miembros e. oque so~'.e • . del 75% del comercio devemr -algo en el futuro hacia el que nos movemos, que sólo empieza a cobrnr
o-uardia de la adopción ele este tipo ele pohticas, cei ca . e se ··eali- forma cuando partimos en su dirección, y a cuya luz, confo1111e vamos adelan-
"' d b· 1plementanos qu 1

mundial ha pasado a ser un comerc10 e '.~neds con .. el fa ,tores IJroductivos


'
tando, vamos dando forn1a gradualmente a nuestra interpretación del pasado"
. . el t.11 :J· . das de sunilar otac10n e e
za entre econon1ias ll1 us " iz,t · · ¡ , le ··ecien- (Carr, 1983: 16.3-164). Pero la histona sirve para legitimar un orden, un siste-
- - . 1 1 ·¡ 11'1n aareaado as economias e i
icomerc10
• :'-iorte-0ion:e), a cua so o se ·, ' · 'o·H o Kona - /R epu'bl.ica ele Ch1'n·1' , ma, una soberanía estatal y una ontología. al hablar de visión ele mundo; onen-
te mclustrializac1ón clel este y sudeste asiat1co 1 ong- o tando, además, la doctnna dominante del progreso (Bernal-Me:::.:a, 1996b: 401.
·~ .. cl.~l .;:ui·
1_,01 e,1 e _, , '· ' , T'iw·m Süwanur,
o i:-
Malasia. Indonesia). . ¡ .. erc10 . 1ntrain-
. "Por lo tanto, el fundamento h1stó1ico de la discipÍina ele las Relac10nes In-
P·-w1 1994. cerca del -±0'7o del comerc10 rnternaciona e1a com 1 . 1 " ternacionales debe afirmarse en la comprensión de la época, lo que desencade-
"". . . . . ' n mismo sector me ustna, oe-
cluStnaL es dec!l'. comercw entre emp1es,1s ae u . . . Un comer- nó un proceso de desarrollo específico, gracias al cual un sistema mcoqJoró
neralmente ele tntercarnb10 entre filiales de una m1sm<1 co11?01ac10n. e se nuevos tenitorios, generando metrópolis y colonias, luego un centro y una pe-
c10 del cual los paises en desarrollo estaban en gran parte ausentes: ya lqu iifena" (Bernal-iHe:::.:a, l996b: 41).
. . . l . -l . las co11)orac10nes transnac1ona es.
trataba de an mtercam.b10 e ommac o p01 ' . . . t de determi- El sistema internacional, como lo entendemos hoy, tiene su Nigen en el cle-
. . d ¡.1 convera,,ncia c1 ec1en e
~o obsmnte estos datos y, a pesa1 e ' . o~ . d . l sanollo del mercantilismo y la revolución capitalista; dentro ele ella, la revolu-
nadas dimens10nes, vanabl~s y ~e polítícas ec~n~m1cas (?~~~~;~an~;1~~~1:~ ción índust1ial. Bajo el control de una superestructura estatal, el sistema se de-
ción libernlizacíón del me.reacio fmanc1ero), p01 parte dde ud ílt. , on- sarrolló como capitalista por medio del colonialismo y el 11npe1iaiisrno. Así se
, "un esta 0 e u10 aun no c
. el, . 'ses la crlobalizac1ón se presenta como " . . . logró la integración de mercados en un sistema mundial, cuyo resultado tra¡o
1o e p,u , ' "' . . . . . ·t d las transacc10nes econo-
- · .'. 1 "15 debtclo al hecho ele que la mavo1 pa1 e e . . autonomía y dependencia, desarrollo y subdesarrollo (Bernal-M e:::.:a, l 996b: :39 i.
,011c.t,1ao , . d 1 b· l smo en los nac10nales; que aun
micas no se re~1lizan en los merca os g o a es el . t . os de los El mecanismo de integración y transferencía fue ia realización del progreso .
.· . clef c;o00 'le h '¡)rnclucción mm.1dial se destina a los merca os ll1 edin . Su v1s1ón excluyente y hegemómca eliminó otras forrnas ele alcanzar un nusmo
111, '1 d 1 d n 1·o ucen pata
J • - · '- ' - -

n· 1ises· que alrededor ele 9 e.le cada 10 traoapclores e mun


i:-' • ' •
, ·

°i:-
l exiJóltacwnes represen an me-
t· fin: una sociedad de utopías (Bernaí-Me:::.:a, 1996b: .39).
los mercados ele sus respectivos paises )'que as_ --r La última utopía, ba.io la dominación del capitalismo y la economía-mundo,
nos del 20% del producto mundial (Ferre1-, 199;: 19). es la "globalizac1ón", a través de la cual se alcanzará el mundo ideal: el clomirno
del mercado autorregulado. En esa embestida eidética, de una "vísión del mun-
do", se advierten los esfuerzos por hacer aparecer a la giobalizac1ón como un
I-8. Globalización e Historia: fenómeno distinto del capitalismo histónco. Se trata también de una visión
un inodo de interpretar el mundo moderno fragmentada de la realidad, que divide los ámbitos que, para las sociedades v los
. 'l 'bl com1Jrender el sistema mternac10- hombres, aparecen objetivamente unidos.
Part11nos del supuesto ele que so o es pos1 e e '· .. al·:··.. d 1 d ' un La globalizacíón como ideología, el carácter a-histórico de ésta, impide
• . . di . . conflictos- .an izan o os esae
naí -su tonna accual, sus cont1a cc10nes} . ·' ....·· .. :· abordar las relaciones mtenrncionales como un todo. Es importante entonces

'
recordar ia relación entre paradigma y dominación, en la medida que la visión
de mundo que éste representa se hace hegemónico. El paradigma hegemórnco
t.5 Ta1 coino
. . . J C als C Garcí~··':.·v.:,.~..
io describen econonustas con10 · an.. : ....·
p~~'t y E. Ballarin, en Glo-
. .. !. valonza la política ele poder s1 pe1111ite servír e mformar sobre la perspectiva ele
. l ¡ · B . ¡0 1a Ediciones Folio, 1996.
bali:::ac1ó1L Hacia la 1nterc epenc encw, a1ce 1 ' ., , ,. ·:;:· . los gobernantes y no ele los gobernados. Es hegemómco y conservador, a mvel
.56 Raúl Bernal Meza El impacto de ía globalizac1ón y el am'ilis1s de los subsistemas

del sistema mternac10nal, en la medida que legitima la perspectiva de las gran- Durante el peiiodo <le vigencia de ios tres modelos ele postguerra (fonlismo,
eles potencias -en este caso también de los grandes podei·es transnacionales-, sovietismo y clesan:ollismo) -más o menos por los m'ios 1960-, período en el cual
porque afecta a los Estados medianos y pequei'ios y a los movimientos sociales la riqueza mundial creció a tasas históricas ímmagmables hasta entonces, cuan-
que aspiran a cambiar a su favor la política mundial y el orden inte111acional do al progreso de la modernidad se asoció b des;olomzac1ón v los prncesos ele
(Bernal-Me:;a, 1996b: 42.). integración regíom-J, el ingreso medio per dp1ta en los países. 1nc'ís ~·reos era :3S
Todas las transformaciones ocurridas como consecuencia de la evolución de veces supenor al de los más pobres; en 1985, al promediar ía ern de la globali-
las relaciones ca¡:ntalistas de producción, que provocai·on profundos cambios en zación, esa rebelón ya era 52. veces supedor.
las estructuras sociales, estatales y del orden mundial, no pueden ser explicadas Estas diferencias penniten percibir que la idea de la "aldea global" tnmbién
desde una perspectiva a-históiic~, en la cual las profundas trnnsfonnac10nes de lleva en sí una combinación de íos imperativos que emanan de ]as necesidades
In mundiali:::.ae'Íón16 parecen ser irreversibles, y que, sin embargo, no tienen on- de la producción de plusvalor y ele las necesidades ideológicas de dominación,
gen en las estructuras del pasado anteiior al capitalismo; sino en las de éste. impulsadas por el neolibernlismo.
La vinculación Globalizución e Histona nos perTnite trabajar la estructura La utopía de la '\-Jdea global", en la cual v gracias a ]a revoh1c1ón ele las te-
sistémica del capitalismo desde una perspectiva históiica. Permite explicamos lecomunicaciones y la mfonmíbca, los seres humanos, en todo el mundo, pue-
que la gíobalización de hoy es distinta de la globalización del pasado, aquélla den comunicarse entre sí en cualauier momento (gracias a b T'v: la Internet, el
del siglo XIX o, aun, la del siglo XVI. Lo importante es tener la perspectiva his- correo electi·ónico), contrasta con.la realidad ele q~1e la m1tad ele la hurnanídml
tóríca de la estructura de la economía-mundo, poi·que así podemos compren- todavía no ha tocado un teléfono en toda su existencia.
der la globalización, en cada etapa, como parte del proceso de expansión del Esta paradop, como tantas de la realidad real, que ponen en entredicho la
capitalismo. realidad virtual de la ideología, nos obligan a enfrentarnos con los hechos, pa1·:1
La globalización ele hoy, ¿es una nueva fonna de acumulación; un modo de que podamos -a través <le ln realidad científica- mte11xetar correctamente la
acumulación que se va haciendo dominante? ¿Es un nuevo modo de produc- realidad real.
ción? ¿Es generadora -a través del camb10 de los patrones productivos Oo na- Debemos reconocer que la tarea es hoy extremadamente ardua. El preclo-
cional por lo transnacional)- de nuevas clases sociales, que responden a un mo- minío de la ·'visión del mundo" transnacional, de sus paradigmas sobi-e la histo-
do ele acumulación distmto? ¿Es generadora de un nuevo tipo de orden mun- iia del sistema internacional; sobre los procesos históncos ele la economía v la
dial, el orden interestatal entre ellos? Me pregunto si la globalización de hoy su- política internacionales, sei'iala que el balance de fuerzas entre nacionalist;1s v
p1·ime la polaiizacíón estructural entre aquellos que reciben un surplus que no ti·ansnacionalistas, entre Estado con autonomía v Estado trnnsnacionalizaclo. s~
han creado, del cual ellos reservan una parte a la acumulación de capital, y ha volcado, poi· ahorn, en favor ele estos últimos . .El resultado es el debilitamien-
aquellos otros que ceden a los piimeros una parte del valor que producen. to ele las políticas de un mercantilismo ele bienestar, mientras las v1siones neo-
La polanzac1ón entre aquellos que tienen y los que no tienen, que surge en liberales ven incrementado el poder del capital por sobre el poder ele la socie-
la 111sto1ia con las ptimeras estructuras de clases, pero cuya profunda fractura -en dad civil y del Estado.
relación a la iiqueza producida- es responsabilidad ele este siglo, nos debe man-
tener en la perspectiva de que estamos hablando de seres humanos, condenados
al infierno de la mai·gmalidad o salvados al paraíso del mercado globalizado. I-9. Precisiones concephrnles sobre la globalización

No hay duda acerca ele que globalización es un término que ha tenidopna ex-
lG Se adVlerte que estamos usando aquí el concepto de mundialización en vez del más gene-
trnordinaría utilización, en especwl durante la presente década, con e{ cual se
ralizado ele giobalización. La diferencia radica en que la segunda tiene componentes tanto
ideológicos como económícos, vrnculados a pseudo-utopías deforrnadoras de la realidad, ta-
ha venido haciendo referencia a procesos, ideas, situac10nes, con<lic10nes, etc.
les como "aldea global", mientras que mundialización -desde una perspectiva sistémica- da de los más vaiiados órdenes ele Ja vicla social, tanto nac10nal corno mteniacw-
más ampliamente la vtsión de un mundo vinculado por un modo de producción dominante,
el capitalismo mundial. La acumulación no se da a mvel global, sino que existe en tanto cuan-
to acmnulacíón mundialiw.da, en esta actual etapa de e;.,,'Pansíón y cns1s del capitaíisrno. .
: ..
--.·
-;.
: ...;,:
nal. Su utilización como concepto es, sin embargo, un tema de gran discusión;
tanto desde el punto de vista ele su relación con alguna de las ciencias sociales
(sea la política, la economía) o la cultura, como de su contenido en tanto valor
:.
..

1·· ·..

¡¡,¡;
l<"
58 Raúl Bernal Meza
El impacto de la giobalización y el análisis de los subsistemas
,59
mternretat1vo. De allí aue el término se haya p1·estado a grandes confusiones,
mter}Jt'etarse en vanos "sentidos o servir de argumentación a r-.:i.c1onalizaciones
ti.varne:1te nuevos de la mundialización indican que un sistema productivo glo-
mó.s con11JÍe¡as. Estas coufusrones han generado erróneas interpretaciones so-
bal esta tomando el lugar de los sistemas productivos nacionales, autocentrados
bre las dt~11~nswnes de lo posible, en maten.a de gestión de los asuntos públicos
(formación ele un Estado burgués nacwnal v constrncc1ón de una economía ca-
pitalista), que fueran dominantes hasta el p~sado reciente. La contradicción m-
v las reiacwnes económicas intenrncionales.
. ...IJgunos autores han buscado hace1· más comprensivo el té1mino, convier-
manente a la propia estructura sistémica del capitalismo, entre un centro v una
t1énd~lo en un concepto aba1·cativo de la difusión de ideas, valorns, formas ele
peiifeiia, h<:ce _imposible el desarrollo autocentrado ele los países periféti~os s
prnduccrón, de conducta. de consumo y otras. Se tratada, en definitiva, de una 1
no esª trnves de un paso previo de "desconexión., y luego del socialismo. En el
renovación, reformulación y redefilución de los parámetros mús nnportantes ele
otro extremo, la propuesta liberal a ultranza, expresada por Ohmae20, sei1a1a
la sociedad capitalista contemporánea (Bretton, 1994; Bernal-iWeza. 1994; To-
que, como consecuencia ele las nuevas reglas derivadas ele una economía o-ioba-
ma.ssim. 1996; 1997). Én perspectivas más o menos coincidentes_, el término se
lizacla, las empresas benen que desarrollar economías de escala mundial~s, no
ha impuesto como uno de los rasgos clistmtivos ele la transición del orden mun-
ya nacionales; con productos al gusto del consumidor ele mercados claves, con-
cli~tÍ, 1;or su nnpacto sobre el funZionam1ento de los me1·caclos y su relación con
cent1·ados en los países desarrollados, que están müs informados v son más exi-
la efe.ctl\·i<lacl de \as políticas públicas. También ha temdo una 1~tilicl~1d com? s1~1-
~entes. En esta econo.1:1ía global, ei Estado debe asumir un nueva' papel, que se
pllfícación de ia realidad, contlibuyendo a la formulación ele cliagnosb.cos lacihs-
iestnnge a la protecc10n del medio ambiente, la educación ele la fuerza ele tra-
tas, los que se basan en un supuesto cambio en la ¡·elación ele equilibiio en la ar-
bajo Y asegurar al mundo ele los negocios y ele las inclustnas una infraestructu-
t1culac1Ón ent1·e Estado v mercaclol 7 . Incluso, algunos autores han intentado ha- ra social cómoda y segura.
cer comprensivo el con;epto en su <1plicac1ón a la economía mundial, identifi-
La _prnpia complejidad,, como veremos rm1s adelante, se1"íala que es un posi-
cando los factores dinámicos y los elementos motoiizadorns ele los prncesos ele
ble, asimismo, separar el ten.111110 globalización de su vrnculación con diversos
o-1ooaiizac1ón; v, aunque reco;1ocen que ésta es un proceso multiclimensional y
prncesos, políticos y económicos, que han caracterizado la evolución de sistema
~omple¡o, que se pre;enta en estado ele fluJO (es decü· aún no consolidado), lle- internacional contemporáneo y que han alterado sustancmlmente las relaciones
van a cabo un i·educciopísrno mteivretativo, cuya síntesis puede expresarse en la tan:_<: a mvel de las sociedades como entre los países. .
idea de qL1e el nuevo contexto económico global es "un mundo ele oporhmida-
, t'.ol objetivo del presente capítulo es aportar un punto ele VISta analítico sis-
cles para la ex¡:mnsión inten1acional de las empresas y la generación de venta¡as
tenuco y sistematizado sobre la globalización; abordúndola desde una perspec-
compeb.tivas nacionales "IS. Esta posición ha siclo criticada por ot:J.·os autores cer-
bva soc10-cultural y político-económica, con el fin de evaluar cómo alaunas ele
canos al pensamiento econón11co chí.síco, como Les ter Thurow y Paul Krn?man.
las caracteiisticas que se le atribuyen pueden generar dificultades. rie:gos \'al-
Parn observai· la dimensión del prnblema, viene bien confrontar tamb1en po-
ternativas para Amé1ica Latina, en particular p-;rn la ínserc1ón eco~ómí~a í~ter­
siciones que, ¡_Jarec1endo antitéticas, ren1iten a cuestiones claves, como el pap~l nac10nal.
clel Estado v la relación entre éste v el mercado, en el marco ele una economra
Para ciertos analistas, la globali:::.ación y la regionali:::.acíón son Jos elementos
capitalista global. Para algunos aut;res, como Samir Amin 19 , los rasgos cualita-
estructu1:ales_ constitutivos _ele la sustitución de un orden en el cual predomina-
ban los ob.1et1vos de segu1iclad de la guerra fría por los de un "nuevo orden", do-
mmaclo por la economía capitalista, luego de la caída del modeio contestatario
17 Ver, .-u respecto, SEL-\, Cambio IJ continwdacl en el proc~so ele globali=ación intenwcio-
de acumulación. Más abarcativamente se habla hoy clel nuevo sistema aloba/.
ncl: Escena ,.;os de fin ele s1gio, Caracas, SP/CU:C'UL O. Di. Nº 4, .ºc.tubre ele 1996. En su re-
:accón con la cultura he <lesan-ollado estos temas en un docmne:-itóde'UNESCO: Cultura, que incluye una transición política (promoción ele las "democracias fom~ales '')
Globali:::ac:on e Ident1clacl Cultural. Buenos AJ.res, Unesco; dicíeirl!?"re'cle 1997. Y transiciones sociales de1ivadas ele los cambios políticos, ele la generalizada _
1111
18 Véase a! .-es¡Jecto, oor eienmlo, Jordi Canals, La n.tieva:econorhíd:·gfobal. Deusto, 1994. y
La 111.ternacio11:1/i:::ac1Ó11. ele, la e;npresa, Me Graw-Hill, 1994;-.t~mbiéi1, ,\'1ichel Porte1-, La ven-
'ª'ª competitíL'ª ele las naciones, Buenos A1.res, Vergara,, ~9,9):.._Pii,1<L_u11a,clitica de esta inter- debate sob'.·e la nrnndializac1ón''. en S . .-\111111 y Pablo González Casanova (Dirs.), La n!leva
p;.etacton son tnteresantes los recientes trabajos de Paul }\n.ig1,rmn. ":. .. _ orga/l/;;;acwn capitalista mundial oista desde el Sur. l. Mundiali;;;ac/ón lj acumulación, Barce-
lona, Anthropos. 1995.
rn Sanur .-\mm, "Introclucctón. ~ürnclialización y acumulación_c_apit,~ista''. y "Conclusión. El
' ¡ ~' < ' • ., • '
°
2
Kenichi Olunae, The Borderless World. Po
wer an
d St t / Gl b l
ra egy in t ie o a Mark.etplace,
Harper Collins, London, 1990.
Raúl Bernal Meza El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas 61
60

plementación ele políbcas económicas neoliberales, rápidos cambios tecnológi- una visión despojada del optimismo ingenuo 2:J ,que inundó ia literatura prove-
cos y la creciente impo1tancia ele actores transnacionales (corporacíones) que, niente del Norte (a la cual se asociaron muchos en el Sur) acerca del tmpacto
combinados con el retroceso sufii<lo por las formas de regulación estatal, han del nuevo orden sobre los países en desarrollo 2 ", ya que si se analizaban sus ele-
claclo corno consecuencia un avance ele las organizaciones no-gubernamentales, mentos estructurnies, en el marco de un prnceso histól"ico, la pérdida relativa
otros acto1·es no-estatales y -es preciso sefialarlo- también de las organizacio- de importancia de las cuest10nes refendas a la seguridad -en la\1genda políhca
nes y grupos criminales en las relaciones internacionales contemporáneas. intenmcíonal- permitía al1ora, con mús fuerza aún, ia in:upción predcm1inante
Estas transfonnaciones han abarcado tantos y tan diversos aspectos ele la vi- de la consolidación ele las relaciones N01·te-Norte y el crecimiento ele fus asime-
da internacional y nacwnal que se las puede contener en la interpretación del tiias en el desarrollo econórmco ,y científico-tecn~lóaico
o
entre Jos dos secrmen-
"
cambio o ele la transición del orden global. El impacto ha siclo tal que, para al- tos del capitalismo global: el desarrollo y el subdesarrollo.
gunos autores, hasta puede hablarse de "un cambio de época" 21 . Desde nuestra La década de los 80 se caracterizó p~r ia crisis de los organismos de regula-
perspectiva, tal como señalamos precedentemente, el "nuevo orden mundial" ción multilateral del comercio y por la emergencia de modelos concun-entes de
clebeiia ser considerado como paradigmático. En tal caso, globali=-aó.ón es con-
trapuesto a bipolarídad y, en este sentido, la primera representada un tiiunfo
basado en tres factores: una alianza ideológica en la esencia del capitalismo, en- "'1 Refl~xionando sobre~"lo _nuevo" del "nuevo orden mundial'', Roberto Russell srntetizó, por
tre el orden doméstico (de1·echos individuales y políticos) y los principios eco- esos anos, el debate sobre lo que él consideraba las esencias o los conteniclos más profundos
refetidos a la naturnieza misma de las relacrnnes internac1onales. En una sene de artículos
nómicos (economía de mercado); una alianza militar estratégica, en fa cual los
precisó que, en el debate sobre la natw·aleza profunda de las relaciones mternactom1les, que
Estados Unidos desempeñan el papel supenor y hegemónico entre los soc10s iba más allá del debate sobre los c:11nb10s ocurndos en la estructura del orden mundial. se
(OTA:N, Japón), y la capacidad ele! capitalismo para sustituir sus paradigmas tec- advertían dos grandes con:ientes. Los de la pritnera, reacios n aceptar un ca1nb·10 de esencws,
no-pro<luctivos más atrasados y realizar los ajustes socio-in<lustiiales, con lo sostenían que los Estados continua1ian comportándose conforme a los rnpuestos de la teoría
cual supernr las crisis ele los 70s y los 80s, etapa que se inscribe en una de sus realista, insistiendo en la "'continuidad supralustónca" de la luc:ha por el. poder v la reitera-
cdsis cíclicas históncas. Así, el "neoliberalismo" seiia la ideología de la globali- ción <le los equilibnos de poder; mientras que los de la segunda, entre los cuales se podían
zación y el "capitalismo" su 01·den (Bernal-Me::a, 1994, 1994a). Por ello, desde contar idealistas y otros que no lo eran, enfatizaban "'el advenuniento de la disc:ontinuiciad"
en los asuntos intenrncionales, opinando que, por ptimerá vez en b historia <le b humanidad,
1991, al describir e tdentificar las nuevas tendencias mundiales, hablábamos de
ia estrecha relación entre "o-lobalización"
o
22
,y "sistema mundial en transición" .
1 se estaría a mitad de camino entre el gobierno mundial y el estado ele naturaleza, ya que los
cimientos de la política mundial se habían alterado profundamente, lo que se manifestaba en
Entonces, nuestra opmión era más bien pesnnista respecto ele] impacto que los el camb10 de objetivos de los actores, sus prioiidades normativas, las n¡ievas formas de cola-
cambios tendrían sobre el mundo en desarrollo (Bernal-Me:::a, 1991; 1992). No boración, las nuevas dimens10nes de ia agenda de política extenor. etc., por lo c¡ue el mundo
resulta parnclójico, por tanto, que otras intet-pretaciones posteiiores tuvieran de la política mundial hab1ia dejado de ser Estado-céntnc:o para couvernrse en un mtu1do
multicéntrico, en e! cual participadan miles de acto1·es esencrnJes. Russell concluía seiiabn-
do que la historia de las relaciones internacionales enseilaba a ser cautelosos. Cfr. Roberto
Russell, "'El contexto externo de la política exterior argenti110: notas sobre el 'h1euo Orden
"l Como lo seiiala Luciano Tomassini; cfr. "'El proceso de globalización y sus impactos socio-
Mundial", Buenos Aires, FL-\.CSO, Docs. e Infs. de Íllvestigación, julio de 1992; ·'El contex-
polític:os", en Estudios Internacionales, s,rnt.iago, Instituto de Estudios Internacionales de la
to externo de la política exterior argentina: notas sobre el nuevo orden mundial'" en R. Rus-
Universidad de Chile, Aüo X.X.IX, Nº 115, julio-sept., 1996, pp- 315-353.
sell (edíto1·), La política exterior argentina en el Nt1e!JO Orde11 Mundiai, Buenos .-\.Jres. FLAC·
'!'!En un libro publicado en ese aiio seüalábamos: "'Estamos en presencia de un sistema mun-
SO/Grupo Editor Latinoamericano, 1992, pp. 15--±-±; _v "Reíle.>Goties sobre !o nue,·o del lill<o-
dial en transición; la globaliznc:ión de la economía-mundo o la constitución de un sistema
vo orden mundial, en Estudios Internacionales, Santiago, Instituto de Estudios lnternac:10na-
económico impenal, a partir de la desaparición gradual, pero progresiva, de los sistemas po-
les <leía Universidad de Chile, ,-\.J!o X.X.VI, N" 102, abril-Junto 199:3, pp. l:3~-L54.
lític:os y económicos contestatanos; en el cual aparecen nuevos elementos dominantes, v1n-
" 4 En la smtetizada descripción que hace Sagasti (1998) de las 111te11)retac:10nes recientes so-
culado~ con el poder del capital financiero trnnsnacional, la coordinación de políticas rna-
<.:roeconónucas por parte <le las siete naciones más mdustrwlizadas con los organismos finan- bre orden global llama Ja atención que un importante número el~ autores, en sus anúlisis
cieros multilaterales y por la 111teracción crec:1ente de políticas entre los miembros de la prospectivos, clesc1iban un panorama sombno para los paises en desarrollo; entre ellos.
OT.-\.N y la CEE. ;'vluchos de estos factores son consecuencia de la declinación de la hege- Emerij .(1989), Si11ger y \<Vildaws1.-y (199:3), el lmtituto de lnvestigac1011es de Desarrollo So-
monía ;iorteamencana en los ámbitos económico y fü1a11ciero y la constitución de un nuevo cial de las Naciones Unidas UNRIS.-\. (1995), Brnno (1995), Slater et. al. 1J99:3), The Eco110-
management rnternac:ional en relación al tránsito de la hegemonía" Wenwl-Meza, 1991: 99). mist (199-±), Kenne<ly (1993), Castells (1996), etc.
El impacto ele la globalización y ei análisis ele Íos subsistemas 63
Raúl Bernal Meza
62. do de "lo primero") entre ideoiogía y proceso, para centralizar nuestro enfoque
1' 1
Jaíses industtializados: el unila- en la mrmdialización como un estadio, el más complejo y avanzado, del proce-
ba3'0 el cual se busca-
--¿estacíón
. de interdependencias
- z·- ·,_ · atomve
terahsmo v la regwna ¡_.acion, .iun
ae olsilI ·al·
a un mu t ate1
.
!SIDO '.
. , d ] Ronda Uru-
so lustóiico de ínternacionalizac1ón v transnacionalizacíón de la economía im-
pulsado por el capitalismo 2S, De allí también nuestra preferencia por la distm-
, . d l ¡ ·
ba 1a refo1"IJ.1ulac1ón e as regu ac10nes
de comercio a t1aves e a
'. , . . . te1"IJ.a-
. . _ f - hs relacwnes econom1c,1s m ción entre globalización y mundialización, conceptos que hacen referencia a
cr11·wlS, :\luchas de las trans o1"IJ.1.ac10nes en ' , 1 .b. en las políti- subsistemas distintos.
=-'. · J ·esanas v os cam ios '
c1onales. incluyendo nuevas estrategias e:Ul t . 1 , bl " lob·1lizac1ón" La mundialización de la economía capitalista supone que hay una profundi-
cas J?úblicas, fueron sírn.plificadas en slmt~s1s dte (~~: i~te~-pr:tar el presen-
'.ª zación de la interrelación (si por esto comprendemos ias relaciones tanto ele in-
Como desarrollamos en otr.os cap1tu os e es e I l ' , 1 tido iJevo- terdependencia simétrica como asimétrica, así como interdependencia de sen-
1 t hacer ideologia en e sen r _
te J?Or el presente misrn.o es, s1rnp emen e, . 1 bal' . , n se nresta a de- sibilidad y ele vulnerabilielad29 ) de ias economías, por vía de las cornentes de co-
llo el tér"IJ.1.ÍilO cr o , izac10 r
nt1vo o bastarel o d e l mismo. P or e ' ·=> to claramente mercio, bienes y se1vicíos. flu¡os de capital e mversíón extranjera directa. en un
, . ' . d , d su utilización como argumen '
m<.lsrnClas confus10nes, a emas e d t sobre lo cual marco ele creciente predominio de las coqJorac10nes transnacionales en el con-
, d
ideológico, tal como nemos a ver 1 - ·t do en oáginas
r _ prece en es y
trol ele estas operatorias:Jo En tanto, la globalización, como perspectiva ideoló-
volvemos en capitulos s1gmentde:· - l , - fue rápidamente aprovechado gica, impulsa la aplicación de políticas, por parte <le Íos países en desarrollo,
Surcr1do en el mundo peno 1st1co, e tenmno d 1 -d d un mundo tendientes a que sus políticas económicas se ajusten a estas realidades de la
" - , . ·¿ l' . J'beral basa o en a l ea e
p_or el universo poht1co_-1 eo_ og1c~ neo i ·- '~ ' d· de barreras comercíales y no mundialización, cuestión que se traduce en demandas por la apertura, des regu-
e .. . s . ¡. "educc'· on =
·11· ·"anteras. ai,1c1,\ '1 '1 '
crene1 <u1za a d f' · · s b e-
, ' ·' . "' ' . . - v redon•1nancü1 de los n1erca os inanc1e1 o ' lación y eliminación ele trabas al ingreso ele bienes. servicios, los movimientos
comerciales v a ia exp«nswn , l? ' l , d ¡ · f ~1ac1ón a ele capitales y las transferencias de tecnología, asociados a profundos cambios
· . -, d ¡ . s tecno ogras e a 1ll 01 ..
néic1ados éstos por la aphcac1011 e as n~lva di ·on a su inte1-pretación un en la naturaleza y las relaciones entre sociedad, Estado y gobierno.
las finanzas v los se1v1c_ ws . .-\utores como 1mae e1 . '¡· r;'íobal aunque En el avance ideológico ele la globali=ación es J?Osible que se haya dado Lm
· ¡· l'beral del cap1ta ismo 0 ' , '
o1Jt1m1smo típico del mternac10na ismo 1 d l 1 b ¡· . , han siclo proceso similar al que ocunió con el keynesiamsmo, en el cual tanto los "exper-
' ~ d f l t mismo e a g o a izac1on- '
otros autores -a pesar e campar u· e op r . ·'6 tos" como el "Estado·' (o gobiernos) tuvieron un papel .fundamental en su utili-
más mesurados en la valoración de sus consecuenc1~s-., . no sola-
"i o obstante. la alobali=ación implica una amphac10n ele es,pac1dos. f a-
• · "' e d 1 t creor;ráficos cultunues, e 111 on11, men, el artícuio <le Gilles Breton, "La Globalización v el Estado: algunos conceptos teon-
mente eco11óm1cos, smo run amen ta men e"' od. :, . r;in·1l (en el senti-
c1ón v cultura"" Ello nos ha movido a hacer esa 1stm.c10n o110 ' cos", PP· 19-32. También, distintos enfoques en Renato Baumann :_Orgarnzador), O Brasil e
a Economía Global, Río de Jane1ro, Editora Campus/SOBE ET, 1996; Carlos Juan Moneta,
"Espacios económicos e mserc1ón externa: nuevos parámetros", en SELA, Capitt1los, Cara-
cas, Nº .30, ab1il-junio 199í, pp. :29-48. etc.
. d ¡ la Jerspectiva brasileiia, se puede ver en
lSC na visión genera.i ele estas_ caractenst1cas, ~se~ ft l O Brasil e a inteara¡:do hemisférica' 28
Siguiendo en esta línea el pensamiento sistémico, ver, enb·e otros, InmanueJ \>Vallersteín,
Toao Paulo dos Re1s Velloso ',coorcl.), Mercos11 y ' a
'Rio de J ane1ro, José Olv111p10 "" · •99- E·i' e·pec1w
ª·_,
a es
te i·esrJectoº la Introdurdo, de
, ' Y
Capitalisme et Economie-monde 14.50-1640 y Le Mercantilisme et la consolidatwn de l'Eco-
~clitora, L ;:>. , ' nomie-monde e¡¡ropeenne 1600-1 í.50, Pmis, Flarnmanon, 1984: Alelo Ferrer, Histona de ia
Pedro evlotta Veiga. . .1 Ik bei~~· (1998) quien sostiene Globali::.ación. Orígenes dei orden económico mundial. ;v1ex1co D. F.. Fondo ele CLdtura Eco-
· - -. ifb-1<laes
1 1a que ca en 'l '
2G Cna v 1s1ó1_1 opt_1rnista pero mas equ i ' _· - . .d. . <le EurorJa Japón v Es- nómica, 1996 y Sarmr .-\.min y Pablo González Casanova (Dirs.i. La nueva 01·ga11i::ación capí-
, . . . . artll' de la comc1 encm '• .
que la giobali::;acwn puede comp1 enaeise a P . l b·:J 11 ero· 1Jara quedarse" v que ella es ta!L~ta m1mdial vista clesde el 5,,,., Barcelona. Edit . .-\.nthropos, 1995.
, - ·_ · d "el cap1talismo ªo • e,, ' ' ' - - " 9 Según la definición cíe Keohane y Nye. ve1~ R. O. Keohane y J. :--íye, Poder e lnt.erdepen-
taClos Cmdos, en e1 ,ent1Clo e que d " , 1t1·e las princírJales economias_ del
. . . e coo¡Jerac1on ei '
causa Y consecuenc1a ele las ie 1ac10nes . -b ·ta se requiere de una gober- dencía. La política mundial en trans1ción, Buenos Aires, Grnpo Editor Lat1noamencano,
. .. ,.. a itener una econo1n1a a ier '
:nunclo, aunque adv1er.e que Pª"' rn i l con los Jaíses industiializados Y los paí- 1988, Pnmera Parte.
nnbilidacl tnternac1on<li, con un nllevo contrato socia l JO Segúu estimac10nes de E<lwarcl Gralrnm (Global Corporatwns and Natwnal Covern-

ses en clesarroílo. _ . _ . ¡ Economía Política .Hundial, Bue- ments), citado por Ikenben¡ (1998), el ínventano global agregado <le IED aumentó de
27 Ve:· al res¡'lecto. Raiil Bern<li-Meza, Amenca Latma en a . b-, leí autor "Globa- .303.000 millones de dólares en 1980 a .J.35 billones de dólares en 1993. Como seiialamos en
, . . l994 Pnmera Pai te; tam ien. e '
nos .-\lres, Grupo Editor Latmoamencano, .. ' . os de i'i1se1·c1o'n de los ¡Jaises en nota más adeíante, solmnente uuas 1.000 corporaciones transnac1onales realizan, efectiva-
. . - - M '":J· L rnevos maic
Hzacton, Reg10nal1zac1on y Orden 'dune!'.' C. l ~si¡·- ·o·n lnteuración e Identidad. Nacwnal. mente, ínversíón extrai11era directa.
,, ;,_.¡ _ R J0t"" (E itor¡ ova 1-ac1 , " ¡
desarro 11 o en : ª' 10 '1Pºl '. ' J. 45 _6 =: Tambíén en el mismo vo u-
Buenos :\.ll'es, Grupo Editor Latmoamencm10, 199 ., PP· u. '
64 Raúl Bernal Meza El impacto de la globalizac1ón y el análisis de los subsistemas 6S

zación como fundamento para la fonnulación de políticas públicas y piivadas. Esta visión del fenómeno de la globali::ación, considerada como funclamen-
En efecto, como señala A. de ),!ello e Silva, refüiéndose a este último, "por se talista32, se transfor1naiia en una formidable herramienta de la nueva colomza-
apomr em urn con.1unto de creern;:as causais e normativas novo e heterodoxo a ción política y culh1ral que se impuso sobre los países en desarrollo,
respeito dos objetivos e mstnnnentos da política economica (pleno emprego,
crescimento economico, medidas guvernamentaís anticíclicas via a<lministra9ao
da demanda agregada), o keinesíanismo conh·ibuiu para alterar os própios ter- I-9. 1. LHundíalizaci.ón
mos do discurso politico tanto no plano doméstico como internacional. Ele in-
troduzrn novas categoiias ele representa<;:ao e ínterpreta9ii.o do mundo, fazendo Hasta hace pocos afios, los pah·ones de mserción en la economía internacional
com que os atores (economistas, políticos, agencias burocráhcas, grupos sociais) fueron determinados por la estructura del comercio. Sin embargo; en los ai'ios
passassem a interpretar e definir seus própios mteresses por intennéclio daque- recientes, la producción internacional integrada, la monopolización y la carteli-
las categorías"11, zación (mundialización) pasaron a constiruir factores de integración aclicional.
Del; misma forma, durante los años de 1980 y 1990, "expertos", comunfrla- La inversión extranjera directa es la que determrn;1 la estruccura de este proce-
des epistémicas y gobiernos cont1ibuyeron de manera decisiva parn imponer un so, que puede vemr a modificar el patrón existente de vínculos económicos in-
nuevo conjunto de creencias causales y normativas, cuyo núcleo duro lo consti- ternacionales (Baumann, 1995). Aumentos de la productividad sm precedentes.
tuía la idea de que el problema chísíco (y no resuelto) del desaITollo ya no exis- innovación y adopción de nuevas técmcas de producción y gestión, relocaliza-
tía. Baio esta nueva visión ya no cabía a los Estados o sus gobiernos, sino a los ción de mercados y factores forman parte de esta nueva integrnción, cu~/O actor
agentes trnsnacíonales, el poder <le decisión sobre el destmo de las economías excluyente es la corporación h·ansnac10nal.
nac10nales y sus finanzas, donde la inserción de los países en el sistema econó- El comercio mundial está dominado p1·edornínanternente por las coqJora-
mico mundial se daría ahora en forma pasiva, a través o por medio de la adop- ciones transnacionales. El acceso a los mercados está determmado creci~nte­
ción de políticas neolibernles, las que asignaban al Estado una reducida inter- mente por el acceso a los mercados mternos <le estas mismas corpornc10nes, sin
vención en los mercados. Esta nueva fonrn1 de inserción era posible -dentro de que para ello medien condicionantes como las fuerzas o los precios ele mercado,
la adopción del modelo neoliberal- a través del proceso de piivatizaciones, Ja La mtensida<l relativa de Jos ílujos ele cornerc10 intraindustnaJ reílep JUSta-
apertura y desregulación económica, de los mercados financieros y de bienes mente esta acelerada y creciente vinculación. En los países de Ja OCDE el in-
transables. Esta política fonnaría el núcleo de medidas 1J políticas amistosas ha- tercambio íntrmndust1ial representa el 2J3 del comerc10 mtersectonal, mientras
cia el mercado mundial, caso contra1io los países se veiian en riesgo de sufrir que en Améiica Latina esta tendencia también va en aumento (Baumann,
fugas masivas de capitales especulativos de corto plazo, reducidos sus niveles de 1995), aument<índose así ei grado de complementariedad entre las estructuras
creclibilidad externa v, [JOr en<le, disminuidas sus posibilidades de captar nue- productivas de los distmtos países involucrados.
vas mversiones. La monopolización es parte fundamental en el proceso de homogeneización
Estas políticas externas se acompañaron de una amplia flexibilización de los de las estructuras de oferta y demanda; ya que, como sintetiza R-enato Bau-
sistemas <le seguddnd social, del mercado laboral y de los salarios; además de rnann, citando a Svetlicíc (1993) "de urna perspectiva comercial, o proceso cie ,
equilibi·ío macroeconómico y reducción del gasto social público, Todas estas globaliza9ao se traduz em urna semelharn;:a crescente das estruturas de deman-
medidas pasaban a ser vistas como un test sobre la "gobernabilidad democráti- da, e na crescente hornogeneidade da estrutura de oferta nos diversos países.
ca" <le los países en desarrollo. En la medida que los gobiernos las aplicaran pa- Isso possibilita a apropría9ao de ganhos de escala, a uniformiza9ao de técmcas
saban a contar con un aval de "estabilidad y gobernabilidad"; en caso contrn1io, produtivas e admmistrativas e a reclU1;;iio cio ciclo do procluto, L10 mesmo tempo
eran ejemplo de la mgobernabili<lad democrática. em que muda o ei.\'.O focai da compeb9ao - de conconencía em termos de oro-
dutos para competi9ao em tecnología de processos, Corno conseqüencia, a c~rn-

31 A.lexandra de !\follo e Süva, '1déias e política externa: a atua¡;ao brasileira na Liga das Na- :iz Considerada y explicada así por Aldo Ferrer. Cfr. :\.. Ferrer, Hechos 1¡ jlcciones de la a!o-
r;óes e na ONU", en Revista Brasileíra de Política Inteniac1onal, Brasilia, Instituto Brasile1- bal'ización. Argentina IJ el Mercosur en el sistema internacional; Buenos ,~res, Fondo de CLLl-
ro de Reln~0 6es Intemac1011a1s, Aüo 41, Nº 2, 1998, p. 146. tura Económica. 1997.
Raúl Bemal :V!eza El impacto de la globalizac1ón y el análisis de los subsistemas 67
(36

[Jetiti,·idade na fronteira tecnológica ¡Jassa a ün¡Jlicar custos cada vez mms ele- la formación de grandes bloques comerciales, que asumen un peso geo-econó-
vados em ten11os tanto de ¡Jesqmsa e desenvolvimento de produtos, quanto ~a mico y estrntégico corno las nuevas áreas clave de la expansión capitalista.
necess1dade ele mecanismos de consulta freqüente aos clientes, para prov1sao Como hemos sel'ialado en uno de ios estudios citados 05 y, según diversos au-
de ass1sté11cia técrnca e aclaptac;:oes da linha de ¡Jroduc;:ao""·1 . Al m!smo b:_:npo, tores.'37, la regionalí:::ación es un c:oncepto cuya utilización se ha extendido en ia
el ¡Jroceso ele cartelización v mono¡Jolizacíón, en el cual Estados Umdos, t.uro- medida que ella aparece, en fotma cada vez más creciente, como un fenómeno
L-Ja "ocuclental v Japón se re.pmten 4-±:3 de las .500 corporacíones m:ís importan- que acornpai'ía a la mundialización desde un proceso que tiende a fragmentar-
tes. líderes en. los -sectores estratégicos de la economía global34, pone de rele- la, y que se basa en la idea de que ia economía mundial se está concentrando
vancia el volumen ele uwersiones posibles en el campo de.la innovación Y la bús- en núcleos ;·egionales. centrados en torno a un núcleo más dinámico, de carác-
queda de nuevos productos y tecnologías. ter nacional o Estado-nacional, que es el generador clave, estratégico. de los
Sin embargo, la aceleración de la integración económica global, expresada flujos de comercio, mversión y tecnología, en dirección al raqmo de países que
en la compara-;tón volumen de comercioí PBI mun~ial, no ex1wesa profunda '.ª componen su enton.10 de economías integradas.
La regio11ali::;ación expresa el tránsito de las "nuevas leaitades". Es el paso
desigualdad v diversidad de la part1cipac1ón de las d1stmtas economras en el co-
mer~10 mun~lial. En efecto, el crecimiento de la participación de los países en de un sistema internacional de Estados con diversos grados de autonomía en la
desarrollo en el comerc10 mundial sel'iala que éste sólo se ha dado en un núme- formulación y aplicación de políticas internas y ext~rnas, a un nuevo sistema
más amplio que cada uno de ellos. A través de los bloques y esquemas regiona-
ro muy reducido de ellos.
les, la regulación económico-socíal estatal está transitando desde los Estados-
nacionales a las regiones y bloques, transfiriendo a éstos la autonomía de lapo-
lítíca, que antes era puramente estatal. En este sentido, la regionali::;aci.ón es un
I-9. 2. Regionalí::;ación
corolaiio de la globali::;ación. Y sería un paso importante bacía la configuración
Existen distintas lecturas al respecto, entre las cuales se distinguen aquélla q~e de un sistema económico ele ímpeno-nwndo.
la identifica como un fenómeno que forma parte del nuevo contexto global ae La forrnación de bloques regionales pasó a ser un instrumento, un recurso
la economía v aue posiblemente tienda a fragmentarla, y otra -que retomamos de economía política en el cammo hacia la inserción en una economía mundia-
que busca tdentificar en ésta componentes elenvaaos de 1
1
.,f! • i lizada, independientemente del 111vel de índustlializactón de los miembros que
en líneas siguientes-
prop10 proceso de rnundializacíón"15 ,
Como arrrurnentamos en estudios de hace unos al'ios (Bernal-,'vfe::;a 1994;
HJ94ª), la re;íonali::;ación de la economía mundial es, paradójicamente, un co- 36 Ver. América Latina en la Economw Política M11ndial, op. cit., .v ia bibliografía que apoya
rolario de la mundializac1ón. los capítulos coITespondientes.
37 Cfr. NACIONES UNIDAS, World lnusíment Report 1992. Transnatio11al Corporntio1c~ as
Es dentro del contexto general de reacción a la crisis de la acumulación ca-
:i
pitalista ele los 70 SO y a pa1tir de sus centros (Estados Unidos, CEE, J_apón) Engines of Growth, Nueva York, 1992; ,'v!ikio Kuwavama, "A.rné1ica Latma v la internacwna-
lización de la economía mwidial". Revista de la éepal. Santiago, Naciones Unidas, N"46,
y en su propia dinámica, que debe ser entendida la tendencia contemporanea a abril de 1992; CEPAL lnternocionali;:;ación y regionali::::ación de ia economía mi111dial: s11s
consecuencias para A.mérica Latma, Santiago, >iaciones Unidas, LC/L. 64-t, septiembre de
1991; \.Vinston Fntsch, Latín America in a Changing Global Environment. París, OECD,
:l3Renato Baumann, "Cma Visao Económica cla Globaliza9ao", en R. Baumann (orgamza- Technical Papers >iº66, 1992: R. Z. LawTence, Scenanos far the World Trading System and
dor), O Brasil e a Economía Global, Río de Jane1ro, Editora Campus, 1996, P· 34. the1r Implicati.ones far Deueloping Cotmtries, París, OECD, Reserach Programme 011 Glo-
:N James Petras y Henry Veltmeyer, "El capitalismo al fin del milenio", en Realidad 3co11~­ balisatíon and Reg10nalisation. Techmcal Paper .fi, 1991; C. J. Maneta v C.-Quenan, Las re-
mica. Buenos ..\.ll'es. L.\.DE. N" 168, 16 ele noviembre al .31 ele diciembre de 1999, [Jp. 18-100; glas deljiiego. América Latina, globali=ac1ó11 y regionalismo, Buenos Aires, Ediciones Corre-
Fred. Bergsten y Randall Hennmg, Global Economzc Leadership and tlw Group PÍ Sevemn. gidor, 1994; etc. En nuestro caso, nos hemos ocupado del tema en Raúl Bernal-Meza. Amé-
Instltute i'or I11ternat1011al Econo;rncs, 1996.
rica Latina en la Economía Política J.hmdial,.Buenos Aires, Grupo Editor Latrnoamencano.
:is La bibliografía de referencia se encuentra citada en nuestros estudios antenores Y en los 1994; P1imera Parte; tambtén en "Globalización, regonalizacíón y orden mundial: los nuevos
ca~Jitulos qL~e mtegr:rn este libro. De ella merecen citarse, por su importancia para la región, marcos de ínsercion de los países en desarrollo" en Maiio Rapoport (Editor), Globali::.aczón,
Integración e Identidad Nacional. Buenos .-1.ires, Grupo Editor Latinoamencano., 1994.
los trabaJOS ele la Cepa!, Sela. etc.
"
../'
El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas 73

intensa difusión de las ü1:1ovaciones tdemáticas e infonnáticas y por Ja organi-


zación y gestión en la índustna y los servicios (como los modelos just in time y tribuido a aumentar Ja interpenetración patiimoníal ele los síst~~11as_ capüalista:
over night), que minimizan los stocks y los tiempos de respuesta; con modelos nacionales; con la emergencia en los aüos 80 de los inversores ·mstítuc10nales
adaptados a las peculiaiidades nacionales. en los mercados de capitales (fondos de pensión, compal'íías de seguros), au-
:2) La rápida difusión de este nuevo patrón de organización de la producción
mentando el volumen y la diversificación de los portafolios (en mercados_ de
y ele la gestión acentúa el peso del comercio reg10nal intra-ín<lust1ia e intra-fir- cambt0, mercados de títulos públicos, bolsas de valores, etc). Estas caractenst:-
ma, en la medida que las demandas de mercados específicos exigen una proxi- cas tienden a integrar más estrechamente los mercados de capitales en los pai-
midad física de los productores con sus abastecedores y clientes o consumidores. ses desarrollados, .
De esta fonna, las grandes co11)oraciones y empresas oligopólicas se trans- 7) Una intensa y desigual transformación y cambio tecnológic_o, con drferen-
fonnan en agentes activos de los procesos regionales de integración comercial, ciación de las estructuras industiiales y empresarias entre los paises ª,~anzaclos.
en la medida que sus estrategias de prnducción y mercado son preferentemen- resultando en grandes y persistentes desequilibnos comerciales,_ e~os'.on ele an-
te reg10nales o macro-regionales, mientras que sus estrategias tecnológicas y fi- teliores heO"emonías y la afirmación de nuevos competidores d111arn1cos mun-
nancieras siguen siendo globales o mundiales.
0
di al es (JT apon,
' "-u
1
• ' a) , que
' eman1 _ caracterizan un escenario po ¡·icentnco
, . ( t na
' el a,,
..
)

3) Por lo tanto, las ET continúan siendo los agentes clave <le] proceso de in- complejo e interdependiente, cada vez más integrado en el campo de las tJ an-
ternac10nalización-transnacionalización y, simultáneamente, líderes de los pro- sacciones cambiadas y financieras.
cesos de formación de bloques comerciales. Esto explica que entre mundializa-
cíón y regíonalizacíón haya más complementaneclad que contradicción.
I-10. El actor dominante y la lógica de acumulación
Sin embargo, la fonnación de estos oligopolios no es una novedad históiica;
sí lo es la aceleración de las inversiones directas. Pero esto tampoco implica que
no hayan podido surgir actores contestataiios y competídores, como los prove- El actor dominante de la globalización achrnl es la corporación transnac1onal 45 ,
nientes de los 0iIC's, en algunos segmentos de la electrónica de consumo (tele- Si bien, en términos "políticos", las políticas mundiales están concentr~clas en
visores, v1deocaseteras, rnínicornponentes, aparatos de faxímil, etc.) y de la m- Ja biada (EK UU. -Unión Europea-Japón) y la coordinación a 111vel del Grupo
dustna automovilística (Corea). de los Siete" (G-7) (Bernal-,YJe:::;a, 1991; 1994; 1994a), las políticas de las corpo-
"aciorres se difunden al mundo a través de la acción ele los gobiernos de los Es-
~ados ~ecisiones
4) La difusión desigual de los cambios tecnológicos entre los países centra-
les, caracterizada por la fue1te erosión del liderazgo indust1ial no1teamericano, centrales y de su respectiva predominancia en la toma ele ele
por la unificación europea y por la pujanza industrial japonesa, condujo a un orO"anismos internacionales tan importantes como el Banco :Ylun_dia1 Y el F:YlI.
cuadro ele policent1ismo económico tnpolar, en sustitución de la desaparecida ""Sin embargo, la corporación transnacional es el actor orden.actor y regulador
bípolmicla<l nuclear-militar. Este policentnsmo se caracteriza tanto por el sur- de las actividades productivas. La globalización de las corporac10nes h·ansnac10-
gimiento ele los grandes bloques comerciales como también por la plmipresen- nales y su inversión extranjera directa están estruch1rando crecien.temente las
relaciones económicas internacionales, transformándose en detennmantes fon-
cía de bancos y empresas transnacionales oiiginanas de las p1incipales econo-
mías y a través ele ia fragmentación del sistema moneta1io internacional, en que
junto al dólar apai·ecen el yen y el marco alemán como monedas de reserva. .JG Hemos desaITollado ampliamente estos aspectos en nuestrn libro ¿.mérica Lat'.na e'.1 la
5) A nivel del sistema, estos desequilib1ios revirtieron la posición de Esta- Economía Política Mundial, Primera Parte; también en "Globalizacwn, Reg1ona11zac10n Y
dos Unidos como polo pnncípal, transfonmfodola de nación acreedora en na- Orden Mundial, Los nuevos marcos de inserción de los paises en desanollo". en. :Vfano Ra-
0 ort (editor), Clobalización, Integración e Identidad Nacional, Buenos ..\Jres, ~99i?, Gnr-

~o d~s­
ción deudora. La transnacionalización financiera, el surgimiento ele nuevos
PEditor Latinoameiicano, pp. 45-65. Ver también, en especial, la literatura que, .desd:
mercados y el aumento del giro coniente de transacc10nes en el mercado de
tintos aspectos, ha venido abordando el tema e1: los últimos afias; entre ellas'. ú~1ted ~a­
cambio disponible (spot) global -que es de l t1i1lón de dólares por día- se tions, ·world Investment Report 1992. Transnatwnal Corporatwns as Engmes ~] Grot~.t~,
acompaüa ele una gran volatilidad de las tasas ele cambio. ..N ueva vio1·k, 1999· - ' Internacionalización y reoionalización
..... , CEPAL ':::> de la economw munwai:
r
6) Una notable mtensificación de las mversíones directas en el exte1ior por sus consecuencias para América Latina, Santiago, Naciones Un'.das, 19~1. LC/L. 644; G:NC-
los bancos y coq)oraciones transnacionales de los países centrales, que ha con- TAD. ·world Investment Report 1993: Transnational Corporat1ons and Integrated Interna-
tional Production, Nueva York, Naciones Unidas, 1994, STC/CTC/156; entre otros.
r.

damentales de los flujos financieros, comerciales y tecnológicos; sustituyendo a


Raúl Bernal Meza
I ¡
i
i


El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas

y-.de trabajadores; la disposición a luchar por sus derechos de amplias capas so-
75

muchos Estados en esas funciones; transformándose en inductores e inhibido-


~~~1les e mtelectuales )'el reforzamiento de las utopías humanistas. detivaclo clei
res ele crecimiento económico (Bernal-Me:::a, 1994: 43-45). La transnacionaliza-
nun~o sobre el nazismo y el fascismo, en la segunda Guerra \,tf uncliaL habían
cíón se clefme por el sometnmento a las tendencias objetivas de la divísíón in-
contnbu1clo a sustentar esas alianzas, ba.io las cuales el Estado pudo contar con
ternactonal del trabajo; sin embargo, debe existir para ello una relación estre-
e~a capacidad .aut,ónoma de gestión: Estado social-demócrata (capitalismo cen-
chamente desigual e~1tre menos regulación y más desregulación. La gran dife- tral), Estado de bienestar y salano mínuno, son quizás las más evidentes expre-
rencia de la actual etapa de la nwndiali;::;ación, respecto de las del pasado, es siones de la regulación.
que -a través de las co~oraciones transnacionales- un sistema productivo y fi-
, , Sin em~argo, no hubo regulación internacional49 porque no hubo planifica-
cwn mun~ia~ (Amin, 1995: -30), ní interconexión ele políticas, salvo entre los Es-
nanc1ero munclializaclo está tomando el lugar de los sistemas productivos auto-
centraclos y financiero-monetarios nacionales regulados. que hasta los años 70 tados cap1tahstas centrales (Bernal-Me.,.a 1991 199·;) E t· , - l
. , , , - , , """·. s a ausenc1a -v a a vez
eran dominantes.
p~esenci.a- el'.° p~ht1cas globales, para los efectos del sistema económlco mun-
dial, no 1mpl~cana, en tér.1:1inos de la continuidad de la estructura centro-peri-
Nuestra h1pótes1s es que éste es el mecanismo actual para detener la tasa de-
creciente de ganancia del capital. Asimismo, enfrentar la profundización de los
fei~a, ause.nc.1a de regulacwn; por el contra1io, ésta se refleja, aun con mavor én-
costos debidos al cambio del paradigma tecnológico (del energético al científi-
~a~is, d.istmtas políticas y :strate?ias, tanto a nivel individual de las potencias
ei:
co-tecnológico), que requiere mayor inversión en investigación pura y aplicada,
m ustnahzadas como a traves de diversas medidas colectivas en los oraanísmos
en los campos de la informática, las comunicaciones y la robótica. sobre los cuales ellas mantienen una hegemonía. 0

El proceso decreciente de ganancia y las tendencias por remontar la decli- La clisis del ciclo de postguetTa (19..,.9-19"9) 11 ·' ' l' 't l d ,
nac1ón han siclo una constante de la expansión mundial capitalista. En el pasa- l · ' - · "'-. evo imp ic1 o e etenoro ace-
erado de las estn1cturas )'de las clases que aseguraban la acumulación a esca-
la nac10na~: el .Estado )'la burguesía nacional: y llevó al hundimiento ele los sis-
do reciente, desde la configuración del orden de la post-guerra, a partir de
1945, diversos factores polítícos, sociales y estratégicos condujeron a un ciclo de
t~m~s nac10na1es. Así, en el occidente capitalísta se dernimbó el mito del cre-
expansión caracte1izado por el desarrollo socio-económico, la industrialización
cimi_ento rndefinido; el sovietismo cayó ante su propia incapacidad. lJOr factores
y el me.ioramiento de la disb.ibución de la liqueza. El fordismo en el Occiden- endoo-enos v exóo- , 'd.
o , · oenos que comc1 ieron en un particular momento de cambios
te capitalista: el modelo soviético, en los países del Este; y el desarrollismo, en
)' procesos histó1icos (anquilosamiennto del sistema político, la crisis econórni-
el Tercer Mundo, representaron los modelos ele organización social y económi-
co que ¡Jredomínaron, en un ciclo que se cerraría en 1992 (Amin, 199.5).
El fordismo representó el nuevo compromiso histó1ico capital-trabajo en el
conjun_tos d~ fw1cione: complementarias y contradictonas a la vez: i) la creación de conclicio-
capitalismo central; mientras que el desarrollismo constituyó el compromiso
neshpai~ la ieproduc.c10n ~e relac10nes de producción fundamentales para seguir con una for-
histórico capital-traba.io en la pe1iferia (Bernal-Meza, 1993: 93-127) 47 , Ambos ma 1stonca de dom111ac1on de cla s ( · 1 ·tai· ·
d'al)' .. ) 1 .• . · se aqm e cap1 1smo en sus d1me11s1ones nacional v mun-
modelos capitalistas, el desarrollado y el peiiféiico, implicaron la aplicación .1 ' n . cr~ac10n de cond1c1011es para ta reproducción de las relaciones sociales que. aarnn-
ª
tí cen e 1 enteres aeneral· es deci · t. - d 1 °-
-aunque con grados y niveles distintos- de la regulación, que actuó en detri- 1
nd ¿· ;o ' '. que iasc1e11 an os mtereses sociales en conílicto. Esta se-
mento de la acumulación de capital, por vía ele la redistribución que afectaba la guil ª imension se e:..vresa en Jo que se ha c.·onven. ido en llamar interés nacional: e-ste coi -
eva w1 com - , 1 · • · , - 1
alta tasa de surplus. - d· p1~m1so 1istonco cap1,ta~campesinado 1.0 a1istocrac 1a) y más tarde -en·ia fase for-
., s;:~1a pos:noI- ~ ._ compro1m~o h1stonco capita1/traba_10, puesto en práctica LJOr el Welfare-
11
La regulación fue posible gracias a la considerable autonomía real de la que
e soc1, -democ1ata del occidente adelantado. Para conciliar estas funciones el Estado
gozó el Estado, durante el ciclo, que le impuso al capital prácticas sociales y po- autonom1za v desarrolla · d ¡· · ' se
,,' , , poi en e, una og1ca de poder propia que entra en conílicto -¡J~ff-
lítícas40 La capacidad ele orgamzación y movilización de los sectores populares c1 al en e l centro <Trave en la J ·r - d ' J i]· · - '
. _. ' ,,,- ' 1 en ei ta, ouae a conc iac1on entre el in te res nacional v los
constu;:nun1e~to.s de _la mundialización es tmposibJe- con la lógica de ta acumulación~' S.
Amm, Mundializac1on yac. urnulación ca¡Jitalista" en Samir 1 •111·11 v Pab· lo ,~ á! e .
~7 Para ei caso chileno. ver, Raúl Bemal-Meza, Historia social de las relaciones inteniaciona- v (D. - ) La · . ,. . · 'ru , vonz· ez asano-
49ª ns, , nueva organizacion capitalista mundial vista desde el Sur, op. cit. p., 3-!.
Esta es _1ustamente una de las ~:-eocupaciones que advertíamos al analizar Ja globali::ación.
les ele Chile, Buenos .-\.tres, 1996, Tesis Doctoral.
Dice S..-\.mm: ''Ei papel decisívo desempeñado por el Estado en las formas de regulación
,¡s
e_ -L~ ............... ,.,,. .... ofD,..,.t'"f"\ íllTP PI F..:;;t::ido llena dos
colr~to una nedces1dad de la nueva agenda internac1onal" Ver, América Latina en la economía
_·¡
po i .tea rnun wl, op. cit., PP· -!9-52.
.t.l impacto ele la globaJización y el análisis de los subsistemas ¡ j

ca derivada del enfrentamien_to interno por mantener el sistema o conflicto "ap- La acumulación globalizada obliga por tanto a repensar las forrnas ele orga-
paratchik-soc1eclacl") y externo por la lucha por el poder globai. Finalmente, el nización que asume el capital transnacional, así como las formas de organiza-
des<l!Tollisrno en el Tercer Mundo, por acción y reacción de la crisis de acumu- ción superestructural, en la cual es posible que coexistan formas estatales con
bción en el Occidente capitalista tuvo su propio fracaso relativo en el intento fonnas no-estatales de oraanización soc10-política.
ele constnur una opción autónoma de capitalismo nacional (Bernal-iHe:::.a; 1991, La ideoioaía neoliberal ele la balobalización ha puesto asimismo en evidencia,
b
199.3; 1994).
a pattir ele las expeliencias nacionales recientes (a.iuste estructural; retracción
Las contradicciones y la falta de proyectos alternativos en el capitalismo del Estado; desempleo; pérdida de las redes de protección social; marginaJ,;A:bd,
central dejaron libre el terreno a la alternativa neolibern1 (Amin; 199.5: 17). Las etc.), que la economía y ía política -tal como señalaba Marx hace poco rnús ele
tendencias mundiales y la fractura, así como la pérdida ele la iniciativa política un sido- no fundan las sociedades humanas sobre el interés general, sino sobre
en las alianzas populares en las sociedades subdesarrolladas, hicieron lo propio los a~tagonismos entre aquellos que tienen y aquellos que no.
en el capitalismo pe1-iférico. La mundialización debe ser vista como la articulación de una nueva estrate-
La etapa inmediata de post-crisis coincide así con la nueva expansión ele la gia destinada a la sobreexplotacíón, en el sentido ele constnnr un nuevo com-
nunclialización y la dominancia de la ideología neoliberal ele la globalizac1ón. plejo estn.1ctural-superestructural; una forrna ele enfrentar los rendimientos de-
Lo que desaparece es, pues, justamente, la regulación. Es decir, ia nueva regu- : ( crecientes.
ac1ón ele la globalizac1ón es la desregulación. Ésta es posible porque se ha se- ' Pero, ¿cuál es la fundamentación central de la ideología neoliberal ele la glo-
)arado lo que en el ciclo ele post-guerra estuvo fuertemente irnb1icado: la ges- balizacíón? Nuestra hipótesis es que ella es el regreso de la utopía del mercado
1ón económica con la gestión político-social. La nueva regulación (desregula- auto regulado.
:ión), ha separado la gestión económica de Ja acumulación ele la gestión políti-
:o-sociaL a mvel estado-gubernamental; mientras que la mundiali:::.ación de-
rumbó los modelos estatista soviético y desarrollista (industiialización estatis- I-11. El regreso de la utopía neoliberal
a y nacional en la pe1ifelia) como alternativas.
La expansión del capital a nivel mundial tuvo, entre sus vaiiables, un replan- La idea dominante ele la utopía es que distmtos subsistemas sociales; es <leen-,
eo ele la acumulación capitalista; entre ellas, "el abandono ele las estrategias distintos conjuntos políticos y sociales, con condiciones estructurales muy dis-
eynesianas ele desarrollo y-su sustitución por el estadismo reaccionario centra- tintas, lograrán, al fin, converger, con crecientes grados de uniformidad (Fou-
'.o en el neoclasicismo económico y el malthusianismo social" (Dieterich; 1995: cault; 1993)50. La convergencia será posible por vía del mecamsmo reguía<lor
6), junto a la revolución de las fuerzas productivas, que se beneficiaron de una de la economía y la sociedad: el mercado mundial. El supuesto es que estamos
10vilidacl y flexibilidad geográfica sin precedentes históricos gracias justamen- frente a un proceso de expansión natural del mercado, a escala mundial. Cn
" a la erosión ele la regulación estatal. Esa movilidad geográfica -a esca.la pla- proceso sin contestación, ya que los modelos contestataiios de acumulación fra-
etm·m- del capttal tnrnsnacional. es lo que ha hecho posible la conceptualiza- casaron y tienden a desaparecer definitivamente (el modelo soviético desapare-
[ón ,v la utilización ele todo el sistema interestatal como un solo luaar
b de pro- ció ,y China Po1)tilar comienza a inaresar en el modelo de acumulación capíta-
b
uccíón transnacional. Desempleo, el eufemismo de la "ílexibilización laboral", lista); gracias a lo cual las fronteras se hacen más permeables. El mercado es to-
rocesos organizativos "just in time" y globalización, derivada también del alto
·ec1miento mundial, completan un abanico de recursos puestos en práctica du-
mte esta etapa.
50 Por el contrario, desde la óptica del neorealismo en la teoiia de relaciones internacionales,
En síntesis, el ciclo 1945-1992 representa la vigencia de tres modelos de de- la armonía estn.ichll·al de los recurrentes equilibiios de poder supone, más aún, se basamen-
trrollo. Los dos modelos que representan la acumulación capitalista fueron la ta, en la desigualdad de las entidades políticas. No casualmente, la analogía del compmta-
'presión de una acumulación de carácter nacional, llevada a cabo tanto por el miento m1croeconóm1co utilizada por Waltz para ex1Jlicar el equilibno resultante del merca-
stado corno por ei capital pnvado, cuya superestn1ctura fue el vVelfare State do, a partir de la acción racwnal pero insconsciente, de los distintos actores, indica que és-
tos, a pesar de estar movilizados por diversos afanes en un sistema de autoayuda, convergen
·n el centro), v el Estado de Bienestar, Estado Desarrollista o Estado Inclus-
al fln. pero gracias a la no unifom1idad de intereses y capacidades. Cf. K. WALTZ (19í9):
ialista, en la periferia.
Teoría de la política inte·macional, Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano.
".'Q Raúl Bernal Meza El impacto de la globalizacíón v el análisis de los subsistemas
•U
79

talmente libre de movilizar sus recursos y factores más allá de cualquier fronte- ex?lotación de entonces. La polatidad estructural centro-pe1ife1ia correspondió
ra nacional. Como consecuencia de esa~ libertades y capacidades, el mercado as1 a una de las formas -entre otras- de explotación histórica pero que. sin em-
puede autoreaularse, sin intervención estatal. bargo, por corresponder cada espacio (el centro y la pe1ifeiia) a fonnas mcom-
Sin emba1~0. aquí no hay nada nuevo ba.io el sol. El origen de la utopía del patibles entre sí -desde el punto de vista cultural, político, técnico y social- de-
mercado autoregulado está en la imagen de Smith sobre la mano 111v1s1ble: la beiian ser mantenidas separadas también bajo las nuevas estrnteaL1s de es: Jlo-
baío 1a mundíalí::ación. b 1
busqueda clel provecho personal, s1 no hay intervención estatal, lleva a la pro- .,
tac10n; es ctecu~
1

moción del bien común. Pero, tal como seúaló Paul Kennedy en un articulo de Las condiciones socioeconómicas tan desiguales entre las sociedades desa-
hace unos años. también se debatieron -y mucho- los pro y los contras de la glo- n:ol~adas y las periféricas hacían imposible mejorar la dist1ibucíón de la rique-
balizac1ón v la modernización en otras épocas: l.'340, 1900 y 1930·51 . za sm afectar el plusvalor. El camino alternativo fue el compromiso histórico ca-
Hagarn~s un poco ele histo1ia. Durante la segunda mitad d_el siglo XIX se ex- pital-trabajo, mediante la claudicación de la socialdemocracia, que llevó a la
tendió, por pnmera vez, la idea del mercado autorregulado. Esta, p01: ~ntonc~s alianza masiva de las clases obreras con las burguesías nacionales, sobre la cual
la última utopía del internacionalimo liberal, se derrumbó con las pohticas aph- des.cansó la. regulación ideológica del nacionalismo de bienestar, cuyo período
cadas por la potencias capitalistas (proteccionismo, el nuevo impeiialismo Y el ele mfluencia fue entre fines del siglo XIX y la segunda década del siglo ~\:.
fin clel patrón oro). . L'1.sociald~mocracia europea, así como más tarde las fuerzas populares que
La utopía hubiese cuajado si, al menos, se hubiera generado y exte~dido .el sostu:rieron el desarrollismo en América Latína, no se propusieron la des-
internacionalismo de bienestar. Sin embargo, las luchas sociales, al in tenor mis- trucción del capitalismo, sino que, por el contrario, sostuvieron acuerdos nacio-
mo de las potencias capitalistas. y la contradicción entre las aspiraciones de bi~­ nales para protegerlo y fo1talecerlo, con la aspiración de alcanzar con él el
nestar de las sociedades y la búsqueda incesante de plusvalor del capital, den- "bienestar".
varon en la sustitución ele la utopía por la realidad del nacionalismo de bienes-
tar, que a su vez llevaría a una feroz competencia impeiial entre las potencias
capi.l?alistas. El resultado de esa competencia y iivalidad seiian más tarde las I-12. Orígenes y fundamentos ontológicos
aue~Tas mi.mdiales·Sly la configuración de nuevas complejidades dentro de la es- de la ideología de la globalización
~rnctura centro-perife1ia, que profundizarían la dependencia y daiian origen a
la moderna expresión dual del capitalismo: desarrollo y subdesarrollo (Bernal- La globalizacrón es la "nueva Vlsión del mundo" del capital. Es un paradigma
1'víe::a; 1996a). que ~amo tal- ~xpresa un marco conceptual, eidético, interpretativo v pres-
La respuesta del nac10nalismo de bienestar, cuyo aspecto diferencíador fu.e c~1ptivo, cuyo ongen está en las sociedades, grupos y poderes dominantes v se
la aplicación de la planificación económica nacional y el keynesíanism~, permi- difunde hacia las sociedades que integran el sistema mundial; desde el centro
tió a las sociedades más desarrolladas proteger la iiqueza acumulada, sm que se hacia la periferia.
tuviera que reforrnular la distribución desigual de la acumulación mundial a ni- . Si? embargo, esfuerzos por concretar una uniformidad del mundo político-
vel ele las sociedades nacionales. La vmiable a la declinación ele la tasa de ga- 1deologico han existido siempre, desde el nacimiento de la modernidad. a co-
nancia, como consecuencias de la regulación, fue la aceleración de la explota- n11enzos del siglo Xvl. Desde entonces y desde nuestra perspectiva como na-
ción en la periferia. ciones pe1iféiicas mdepenclientes, podemos recordar ía "Santa Alianza" v el
En el pasado, la diferenciación centro-pe1ifena de la economía-mun~o co- "Panarneiicanismo", tal corno hoy se presentan ante nuestros ojos la "Socie,dad
rrespondió a una clist1ibucíón geográfica y político-cultural ele las estrategias de Mundial", la "Aldea Global" y la Globalización. .
Paradojalmente, buena paite del debate intelectual sobre la f!,lobalízación ha
dejado de lado sus connotac10nes ideológicas. J\fas aún, se advierten esfuerzos
51 Paul Kennedy, "Pronóstico de tormenta", en Claiin, Buenos A.tres, 16 ele junio de 1996; 2ª
por hacer aparecer a la globalización como un fenómeno distinto del capitalis-
sec., pp. 10-11. . ,. , . .
.5:! Cfr. Kari Polanvi, La gran tra.nsforma.ción. Los orígenes politicos !J eco no micos de nuestro
mo, con lo cual todas las consecuencias qne éste implicó para las sociedades en
tiempo. \lenco D F., FCE, 1992: y Robert Cox. "Social Forces. States ancl World Orders: desarrollo carecerán ele responsables hacia el futuro. Es corno s1 la alobalización
70
!"--·----· •.. :.,., ____ ,;...,,,."·; n ~:.-1- ........... T'l-..::i..-. ...... " \JjJ!,,n111m 1(),Q.1 1íl· 1'1./-;=},=j_ in1plicara que el v1eio i11e\J'o rlP ¡,, P0nnnrnÍ<1 "In nAJ;,;r.n /-.-·-"""' .. '
1\aul Hernal Meza El impacto de la globalización y el análisis ele los subsistemas Sl

menzó uno nuevo, diferente en todas sus manifestaciones. En él, desarrollo y ataques que son conducidos desde las má.ximas estructuras de poder: e:·osionan-
subdesarrollo, autonomía y dependencia se licuarían, dejando ganancias y pé1'.- do la democracia allí donde ésta entra en contraclicc1ón con los mtereses nor-
clidas (Bern.al-J-leza; 1996: S-JJ tearne1icanos (u "occidentales"), acelerando las prácticas protecc10nistas, '·10-
..-\.firmamos que el paradigma ele las relaciones interdepenclientes, bajo la lando derechos humanos, en beneficio de la política de poder (Chomsku: 1995) .
supuesta annonía ele intereses, sostiene una i·elac1ón entre desiguales. Median- .
Estas argumentaciones exp lican , para 1os ..ceoncos
por que, ' · ' 1 ne 0 1,1"0~1-·1lis
ete"
1

- ', -

te ella se configura una hegemonía de los socios más poderosos (Bernal-l"\.Jeza; mo, la más pequeña porción de política social del más pequeño Estaclo-bene-
1996). Como ha señalado un autor, la armonía ele mtereses es una ideología de foctor constituye ya una manifestación de marxismo.
las naciones dominantes (Petras; 1966); pero también hemos advertido cómo
ella es hoy una ideología de ias clases dominantes al mterior ele la sociedad ca-
pitalista. El término interdependencia "oculta la característíca decisiva en la es-
tructura ele la sociedad mundial: la falta ele sincronización en el proceso histó-
nco, o la as1met1ia fundamental ele la dependencia mutua" (Krippendorff;
1985: 63).
"La presencia dominante ele concepciones y visiones del mundo hegemóni-
cas, en el imaginario ideológico ele las alianzas gobernantes, afecta la formula-
ción de estrategias autonómicas, dentro de las cuales se puede considerar la con-
certación política regional y el propio proceso de integración. El efecto de estas
cosmovisiones se sítúa tanto a nivel de la coincidencia supuesta de intereses co-
munes entre el Vorte y el Sur (ejemplo: entre una potencia hegemónica y un país
subordinado en la estructura ele poder mundial: vgr. EE. UU/Argentina), como
en ténninos de concebir un mismo paradigma de desarrollo y cooperación para
actores tan distintos como son Estados Unidos y Europa Occidental con respec-
to a los de América Latina" (Bernal-¡Yfe::.a; 1991: 81).
Tres son los paradigmas ideológicos ele mayor ímportancia en la actualidad
. que fundamentan las exclusiones que oaenera la oalobalización: la teoría del ca-
Y
pi tal humano; ei concepto de la productividad y la noción de iigidez ele los mer-
cados laborales; paradigmas que se nos presentan como verdades absolutas que
no tienen cuestionamiento posible (Dietericli; 1995). La alta concentración del
ingreso y la insuficiencia en la formación ele capital humano son dos ele los obs-
táculos más impo1tantes para el desarrollo en las sociedades periféricas, que se
presentan como explicaciones monocausales ídeológícas y simplificadoras.
La realidad "real" es que el capitalismo, para superar la rentabilidad decre-
ciente de ganancia ha abandonado el compromiso forcliano capital/trabajo.
Las premisas político-ideológ1cas que fundamentan, desde la hegemonía, el
discurso ele esta nueva era son: democracia, derechos humanos, propiedad pti-
vada y mercado autoregulaclo; todos ellos piincipios que no se confrontan em-
píiicamente. Sin embargo, tal como ha señalado un autor norteameticano, en el
mundo real los p1incipios del nuevo orden (democracia, mercado y derechos
humanos) en.frentan una gran embestida en todas partes, incluyendo las más ~j_:

importantes democracias indust1iales y pait1culannente los Estados Unidos;


• 1

' 1

' 1
SS El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas 59
RaLÍl Bernal Meza

bl Generó fueites ba¡as ele los prec10s ele los productos básicos, entre fines Operativamente, lo antes seüalado implica -en estado de flujo v dialéct1ca-
de_.1997 .·v novíembre
, ele
. 1098
~ , los que b apron
· un l""'
.:iw, aunque este pi·omeclio mente-, la convivencia, entre otros factores, de:
mduye graneles vanaciones.entre productos, los que oscilan entre un 3% v un
141 %. En el e:aso del petróleo, éste bajó un 38%. · aj la tendencia a la fonnac1ón de un sistema genénco de economía de mer-
c) Provoe:ó una desaceleración del crecimiento mundial y, por tanto, de la cado en cuyo seno confrontan distíntos "modelos y culturas" ele capitalismo:
demanda del co111ere:10 exportado de ongen lahnoamericano (Cepai, 1999). bJ a niv~l de paradigma normativo, la cnsis del ~nternacionalism; liberal co-
mo modelo y programa de extensión ele !a democracia y de los mercados v b cn-
Las e:onsecuene:ias de estos factores generaron en la región una fueite desa- sis de los modelos y programas contestatarios,
cel~rae:ión ele la actividad económica, aumento de! dese1;;pleo v aumento del c) la mundialízación ele las finanzas, esto es, la unificación de los mercados
Jehct público. · financieros ínternac10nales v nacionales en nn único circuito de movilidact de
ca1Jital 'v la consiO'uiente
b
turbulencia e mestabiliclad de los mercados;
d) la expansión del ámbito de acción de las firmas intenrncionales, esto es.
II--1. Reflexiones sobre la economía la integración multínac10nal de las grandes corporaciones transnacionales, co-
y el orden mundial emergente mo componentes dinámicos de la acumulación c:apitalista en escala global;
e) la vigencia de la pax consortis como estrategia ele "orden mundial", en
En suma, estamos en presencia de un sistema mundial en fase de O'lobaliza- tanto coordinación ele las políticas econónücas y de segu1iclad por parte ele las
ciói~ cuyo agente dinámico de podet· es el resultante ele la jerni·quía"'de poder principales potencias de occidente;
del_ ~istema mte1:estatal: es decll', las grandes potencias. Se advierte que la re- f) la profundización de la brecha de polandacl global centro-perifena, entre
lacion Esraclos C rndos-OT\.:-i es estratégica, tanto en términos de las necesi- los países desarrollados-subdesarrollados o mfoncos e infopobi·es;
dades de consolidar el capitalismo global, como en términos de afianzar una g) la proliferación de bloques i·eg10nales, como estrategia globctlizaclora de
pax de. ''aristocracia ejecutiva". Esta relación, como pai·tes clave del núcleo la i·eoionalización v en conh·aclicción con ei sistema multilateral;
central del cat~italismo, ha podido pasai· de las alianzas bajo el signo conser- bJ la identifica~Íón de fuerzas centiipetas, que ;Jenniten v facilitan la mtegra-
vador de los anos ochenta \Reagan, Thatchei; Kohl), a las de la socialdemo- ción y,, la unificación ::>O'radual ,,v articulad:.~ de los- m~rcaclos .,v las soéiedades, gene-
~

cracia de los noventa (Clinton, Blair, Schroeder, Jospin). Como ha seüaiado rando mterdepenclenc1a e mterrelación (el comercio inte111acional, la mtegración
lkenberry, "para mí, la mayor soqJresa después de la Guerra Fría es la forma económica, los mercados ínternac10nales de capital, la difusión de la tecnología o
en que los países mdustnalizados avanzados se las han arreglado para conser- tecnoglobalismo y, por otra, fuerzas centiifugas, que implican lo contraiio (la
var un conJunto estable de relac10nes mutuas. A pesar de los dramáticos cam- marcada asimetría, dispanch1d en los niveles de desarrollo, la volatilidad cambia-
bios en la política y la economía mundiales, Japón, los Estados Unidos v Eu- na y la inestabilidad que generan las finanzas globalizadas, los distintos rih11os de
ropa han mantenido relac10nes cooperativas y estables (1998: 81). Par~ este crecinüento demográfico, el clomi1110 de los recursos energéticos, etc.). La eco-
autor, larazón parn la estabilidad en las relaciones entre los países industl'Ía- nomía mundial se unifica, progresivamente, por la acción ele las p1imeras, pero
hzados tiene que ver con ~na coii:cidencia básica entre la mayoi·ía de los paí- ese impulso tropieza con el efecto disgregador de las segundas. Las p1imeras ge-
ses del mundo acerca de como debe funcionar la economía mundial. así como neran impulsos dinámicos y posiblidades de crecimiento, cooperación y maximi-
los siste~~s políticos y las instituciones que son parte de ella. Eurnpa, Japón zación del bienestar para ei conjunto de la economía. Por su paite, !ns segundas
Y EE. G U· concuerdan en que el capitalismo global llegó para quedarse. disparan las c1isís, y están detrás de los escernmos de conflicto (Requeijo, 1995).
(lkenberry, 1998: 82), ~
Este orden en transición supone una nueva configuración de fuerzas y nue- Creemos que, con carácter de hipótesis de trabajo, pueden identificarse al-
~as ten~enc1as a la fragmentación. Estas últimas de1ivan de las estrategias' de los gunos de los rasgos más sobresalientes de este orden mundial. en formación.
agentes Y actores contestatanos del capitalismo global, así como de los actores Siguiendo los comentanos e ideas de Roberto Russell, y los desarrollados
estatales que aspiran a acceder a un mvel más alto dentro de la jerarquía del po- en nuestrn libro Claves del Nuevo Orden ,'vfondial, realizamos la s1.?uiente
der mundial.
síntesis: .\.~
.·.·.-\::-
Raúl Bernal Meza El impacto de la globalizacíón y el análisis de los subsistemas 91
90

ií no ser:i he·¿emómco. en los térnunos clásicos (Polanyi; Kennedy; Arrighi); dos actores no estatales en la política mundial. Hacia fines de los aüos SO, dos
esto es, que no ~lrnbr:i nmgún actor estatal mternacíonal o actor transm:cional "grnpos de traba¡o" dei Programa RIAL ele Estudios Con¡untos sobre las Rela-
con sufictente noder v voluntad como para imponer su pax en todas las areas. ~iones Intemac10nales ele Amé1ica Latina generaron un ;1úcleo importante de
ii; poi· distn;tos el~mentos convergentes, la turbulencia y la inestab~idad se- documentos que concentraban amplias reflexiones sobre las grandes transfor-
rán raseros no va covunturales smo estructurales, porque ellas denvaran de los macio~es registradas en el sistema intenmc10naL sus 1rnpact;s sobre A.méiica
confiic~os mtrÍnsec;s a ia clinármca ele acumulación del capitalismo en fase ele Latin~º 8 y sobr: los temas más destacados de la agenda internacional que por
giobaiiz~1c1ón. que se asociarán a los que i·esultan de la propia configuración .1e- sus eJ:ectos podían tener significativas consecuencias para la región·s9. Poco más
r:irc;mco-sistém1ca del poder mundial. tarde otro autor daba también su interpretación sobre la natun~eza e identidad
Lli) carecerá de fuertes fracturas ideológicas entre los grandes poderes est~1- ele estos camb10sliO.
tales del capitalismo global; en otros térnünos, será mcomparablemente mas Entre los grupos que con sus acciones ve1iían contlibuven<lo desde el micio
homogéneo (atemiación <le antagorúsmos), desde el punto ele vista de los siste- ele los aüos '.º
a la idea de la necesidad ele promover una agenda que tornara en
nws ¿,e; \)ensanuento. que el orden ele la guerra fría. Sin embargo, esta homoge- cons1derac10n las consecuencias de la interdependencia global y buscara res-
neidad ;e enfrentad, tarde o temprano, con las aspiraciones de las sociedades puesta a los problemas mundiales vinculados crecumento. a tr~vés de la coo-
al
peiiféncas por acceder al desarrollo y a los poderes_ estatales contestatanos que peración y no del conflicto, se encontraba el "Club de Roma" Con su apovo,
buscarán ascender en la .1erarquía del poder mundial. Mesaronic y Peste] desarrollaron, en 1974, un modelo, conocielo entonces ~o­
iv' que las nuevas cuestiones globales (económicas, ecológicas, comerciales, rno el Segundo Informe al Club ele Roma: La humanidad en ía encrucijadaBl Sin
tecnológicas, etc.) dommarán la agenda internac10nal y multilateral, sm releg~r embargo, a pesar ele que los problemas del desarrollo ocupaban la atención de
a un segundo plano los temas estratégico-militares, ya que estos últnnos seran algunos organismos internacionales corno la UNCTAD. la CEPAL v otros des-
los mstl;.trnentos efectivos ele balta políhca de coordinación mundial. de los ai'ios 60, su presencia fue perdiendo fuerza en la agenda intei~1acional co-
mo consecuencia de_! desplazamiento ele la perspectiva política y analítica que
consideraba el e,1e No1te-Sur como una segmentación denvacla del proceso ele
Il-4. l. La "nueva agenda internacional"; evolución del sistema mundial y responsable ele gran parte <le los problemas
interdependencia, procesos de transnacionalización que entonces afectaban a las sociedades en desan·oUo.
11 aobierno mundial No obstante, pudo adveitirse que entre los temas ele la agenda, a fines ele los
"'" años SO y "los nuevos valores", habiia muchas coincidenc;:is v continuidades.
Con el proceso de fortr,lecinuento ele las relaciones transnac10nales y el incre- Con el fin ele la guerra fría, el predomínio alcanzado por las po.tencias capitalis-
mento ele la interclepencéencia que caracteiizaron -como ,tendencia ~enti:al del tas y la posición reievante de Estados Umdos en la estructura hegemónica mun-
mundo contemporáneo- a las décadas de los 70 v los SO ael siglo XX, se _m1cia- dial, algunos de los temas de la agenda internacional de los año~s 70 y 80 pasa-
ria una nueva etapa en las relac10nes mternacionales. Quizás la e;,,i:ires10n que ron a conshhur "valores hegemómcos internac10nalmente reconoc1<los"º2, no
más tGtentifica1ia el período setia la transición entre un mundo configurado _por así aquellos vinculados específicamente a los problemas del desarrollo.
:as :·eÍac10nes entre Estados soberanos a otro donde se foitaleceiian Y prohm-
dizm·úm -"-' ,-eiac10nes cl·ansnacionales entre segmentos distintos ele las diversas
58
socie.Aacles que mtegraban el sistema mundial. E.st.e pnmer volumen, compilado por Carlos Portales, se tituló El mimdo en transición '!
Los cambws y las nuevas caracte1ishcas que asumían las relac10nes entre .-\.menea Latma (Buenos .-\.ires, RL\.lJGnipo Editor Latinoamencano, 1989).
Estados, ele ésto~ con las clistmtas sociedades nacionales y entre estas mismas,
59
El segundo volumen fue editado por Roberto Russell, ba¡o el titulo La ª"""ªª
mtemacw-
nal en los mios '90 (Buenos Aires, RIAlJGrupo Editor LatÍnoamencano, 1990).
fuer¿;, irnircanclo ia ae;encla internacional con la introducción de nuevos temas 60
Raúl Bernal-Meza, Claves dei Nuevo Orden Mundial, Buenos ..\..tres, Grnpo Editor Lati-
cue daban cuenta ele la sustitución ele un mundo dominado por los imperativos noamencano, 1991.
de la seguridad y el poder militar por otro donde pasaban a ten~r también im- 61
Mihajlo Mesaro,~c y Ecluard Pastel, La humanidad en la encrucijada. See;1mdo informe al
portancia temas que refle¡aban intereses específicos ele las sociedades Y que_ re- Club de Roma, México, FCE, 1975. - ,
62
l1eiaban. a su vez; la credente importancia que estaban teniendo los denomma- Según la definición de Vigevani et. al, ªGlobalizar;fto e Segurarn;:a Intemacwnal: a posir;io do
84
Raúl Berna! Meza
1 El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas 95

'i te, al ~nahzar y comparar las polí-


díal. Taí como abordamos en la Tercera P·1. .. .
tícas extenores de ArcrPntin·1 B -· il
países ava111;ados do Norte. É possível perceber dais esquemas de relai;:oes in- ,,, 'Y tas , esta cuest10n set· f . - ,
ten1adonais contemporaneas. Entre países avani;a<los, as relai;óes 1gualitánas passe que
-
hízo ímposi'ble ·
a
d. .. d
¡- - ians 011110 en una un-
.
mundial. 1 coor 111ac10 11 e Pº iticas en i·elac1ón a la polítíc;1
clenam transparecer um caráter lúdico. Zelar pela paz ou preparar-se par;:i ;:i
guerra, compor ou desfazer aliarn;:as, construir a potencia e o prestíg10, clifon- Para finalizar, sólo con el ámmo de oner de ¡· l ,
sis que elaboramos desde ¡ ,, ,, P e evancra los traba¡os v análi-
clir ideologías e valores situam-se do lado do divertimento. Entre países desi- - e sur v que d0 -el · ·
de¡ados ele Ia<lo [JOr el ¡Je . - h ª m:nu son e manera soberbia-
guais, para aqueles que sáo atrasados. as relai;óes internaciomus deixam trans- . · nsam1ento erremomco (a 1 d
parecer o caráter existencial. Delas depen<lem, em boa medida, os litmos de nuest.ros ,oro¡Jws [Jaíses\', quisi· ei..,1 l .epi.o ¿'"'ucll' . un f- rr· un et que el . se pro . uc.e en
desenvolvimento, as oportunidades de melho1ia das condii;oes sociais, o coti- de m1 libro. Claves del Vue•·o O· l
, , v
·'í z· l ia,,men o 1991
re en''" une w iJubl'c· d 0
e las concluswnes
'i¡-
que: ''.Estamos en ¡xesencia el e un sistema . ' r . ; ª en
diano . .'iessas conclii;:oes, nao se pode espernr que a teona e a história das rela- mundiai en tr · . . · ,-u
l i señalaba
· . l
ción ele la economía-mund l· . ._ . ans1c1on; a globa iza-
96es intei·nac10nais c¡ue se fazem no norte gravitem em torno da políhca inter- . ' o o a constituc10n ele un t - .
nal. a pm·tír de la desa a-' . . . d al sis erna1 econornico irnpe-
nacional do sul"r,;1 P tiClOD a¡a u pero ¡Jroa. . d
cos v económicos contestat· . "" -, . "ies1va, e .os sistemas políti-
¿Cómo se concilian es<Is dos ;¡gendas, la del .'iorte y b del Sur? , . anos; en el cual a¡J'l · ¡
nan.tes, vmculados con eí IJod . d 1. • l e'. , i ecen nuevos e ementos domi-
A.nalizan<lo más en profundidad ese clicage, se observa que tampoco hay v1- er e cap ita ünanciern t · · l · ·
nación de 1Jolít1cas rnac ·o - . . . iansnacwna, la coordi-
s10nes v prospectivas homogéneas ni en el '.'iorte ni en el Sur sobre la globali- ' i economicas por 1J·u·te d 1. t
h·íalizadas con los or<ra s t'· . '' e «s sie e rn1ciones irnís indus-
;:;aci.ón 111 sobre las formas sobre las cuales reconstruir el sistema mundial de .~ 111 mos manc1eros m Jt'l t l ·
manera :_Jolicéntnca. De hecho, en la visión fundamentalista de la globalización, creciente de políticas ~nti·e 1. . b ' l u i a ern es )' por .la mterncción
. os miern ros ae a OTA'.'i' l CEE '
queda dílmcla la esencia ele las relaciones íntern<1cionales ele los países pe1ifén- tos factores son consecuenci·l, d. e la d ec1mac10n . . . reJat , - - Yd ª ¡ ¡. ·Muchos de es-
me1icana en los ámbitos ec - . f' . ' iva e a 1egemonía nortea-
cos, es decir, el desarrollo, porque supone "un mundo nuevo de oportunidades onomico y manciero v la t . - el
manaeement intern:1cional . l ., 1 - . . cons ituc1on e un nuevo
v desafíos" en cuva ínteil?retación no se toma en cuenta que ella es p<Irte ele un - ' en 1e ac10n a transito de 1 h a -
tos procesos. la funcionalidad ' ae' 1· pai.a di ama l eO'e - a · e"emoma. h. Frente
. . a es-
proceso bistónco que de,1ó como resultado un sistema mundial integrado por 1
cues.tión que ha demandad
.
. f
o su ie orrnu1ac10n [Jero
= . _ :o momeo se
¡
a vuelto lunitada,
·. d .
dos segmentos: desarrollo y subdesarrollo. vos 1cleológ1cos v [JOlí'icos , . · no e camb10 e sus objeti-
Desde el punto de Vl.sta de los paradigmas traclic10nales (Esta<lo-n<ición; es- ·- • L • va que siaue valonz·1 d ] l' · el ·
mando la pe1·s¡Jectiva de la . .. ¿· e . .' n o a po itica e poder, legití-
tado-céntncos), así como desde los paradigmas postmodernos (c1vilizat01ios), ía ' s gidn es potencias ([J 100) E
bable que sunan Cºnti·os d d · · n ese contexto, es pro-
globalizac1ón ha estableciclo nuevos muros. Estos muros se agregan al clásico y ·1 ~ e po eren la econo 1111·. 0¡- · di
sultaclo ele la combinacio· a' . ¡·. " P itic. ª mun al que sean re-
estrnctural cleí Norte/Sur, que lrn clividicio desde siglos entre desarrollo y sub- ' 11 e a 1anzas tipos de .1 t 01- l d
máhcas de la arr.,nd·l d t. el ' 'e es mvo u era os V áreas te-
cli"saffollo. Pero ahora -v como consecuencia de los imoactos de los procesos ¡ .. ·
~EE':
. :o- ' ' en i o e una estrntegh al b ¡ d
ue hemos descrmto en '¡a ,,.iobaíización/mundialización~ v de !a secrrnentacíón
L ,'.:) • =
gíco definida JJor la mteracc'o'n OT' ''
' ' " fiL\-L
("'o a e contro militar-es traté-
P· 102.).
q
de la polandad estructural, se ha agregado "el miedo indefinido al Sur" en el
mrng111ano colectivo de los países d;sai~rollados (Bi::.::o:::ero, 1995), cuyo sentido
está en la identificación de bs grandes diferencias presentes al comenzar el si- II-4. 2. La.s t en d enczas
· o b:jeticas derit:aclas ele los b.
glo X.,\:I, como rnuv bien describió Paul Kenedv en su libro Hacia el Siglo X.,\I en l a economía política mundial . cam ios

(188:3).
Temendo en cuenta la importancia que las percepciones tienen en eí ámbi- U no de. los aspectos más significativos denv·1dos d .
zac1ón de ía economía ha si-el o . .' e los efectos de la mundiali-
to de las relac10nes mternac10nales, esto no aparece como un tema menor, . . ' su nnpacto sobre J d t
dentro ele las dificultades en la construcción ele mecanismos de gobiecno mun- mtern. ac10nal del trnba¡o. E f .· d l ?s .e ernunantes .ele la división
. . 11 e ecro, e a munawli-a · , d l
encias ob¡etivas ¡Jara ia di · · . . . - cion se envan 1ov ten-
d . ' ' viston mternac10nal del t. b · ,
enonne irnportm cia [Jara l _ ia a,1o, cuyos efectos son ele
1 as economias en 1,.1rtic 1 . -¡¡ "
''º ..\mado Luiz Cervo, ''Rela96es Internacionais <lo Brasil". en ..\. L. CERVO (organizador), precios'' Entre estas tende . . - _-' u ai aque as tomadoras ele
O Desafio lntcrnac1onal. Brasília, Editora UnB. 1994, p. 15. Luciano Tomassím había abor- nci.1s me1 ecen senalarse:
dado también esta cuestión a fines de los aüos 70s. Sobre este tema voivemos en los últimos
capítulos de la Tercera Parte.
f-
96
Raúl Bernal Meza
El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas 97

1) La predominancia del comercio Norte-Noi·te y NIC's de .-\sía: comercio


intrasectonal e mtra-finna. ción; 6) creciente homogeneización de las pautas y hábitos de consumo, sobre
2) La profundización ele los patrones ele especialización 111trasecto1ial entre Ja base de la difusión de las mismas, provernentes ele las soc1edaaes ele altos rn-
las economías mús desarrolladas. gresos, ligada también a lo antenor. ,
3) Óptima asignación de recursos y de división ele me1·caclos entre las gran- - Sin embarcro va pesar ele la creciente mundialización de la economi_a, no to-
o '' ¡ l
des corporacrones (CTN). dos los países 111 todos los sectores de la economía pueden ser consic eme ~s
4) Acelerada erosión del parncligma sobre el ciclo del producto. "crlobaJes"
o (reales o potenciales), desele el punto de vista ele un "mercado
5) Creciente papel ele la tecnología, la investigación aplicada y la inforrna; mundial" . ..
ción en la adquisición ele las ventajas comparativas. Si entendemos este último como el escemuio en el cual se cnstalizan condi-
6) Especialización y sustitución productiva en los sectores de mavor valor ciones sirrnificativas de intenlependencia entre los distmtos mercados nac10na-
agregado. les, y en~·e éstos y los mercados locales (al mterior de los países), ht sitl'.ación
7) Creciente rol discrimínatoiio ele la investigación c1entifica!desarrollo en ant~s señalada es claramente comprensible ele un fenómeno que aun esta le¡os
la configuración de la división internacional del h·abajo. de abarcar "el mundo" En este sentielo, es impoitante comprender que así c:-
S) Contrnl y i·estncción del acceso a sistemas de transferencia de tecnología mo no todos los países están en condicrones de mtegrarse a esa "economia
hacía los países en elesarrollo, teneliente a congelar las ventaps comparativas ya mundial" o tienen las condiciones para transformarse en espac10s de mteres pa-
existen tes. ra sus agentes clinámicos, tampoco toelas las activielades empresanas -aun de
9) En el ámbito financiero, las inversiones directas siguen las conientes de aquéllas que se realizan en economías altamente desarrolladas: pueden º.,cle-
los piincípales f1u1os de comercio y servicios. .b en se1· "crlobales"
0 • En efecto ' muchas acbv1dades .v empresas solo tienen viabi-
.

lidad en el marco ele mercados locales; un aspecto muv impoitante a tene1 en


En un mundo donde 39 mil coiporaciones trnnsnacionales que cuentan con 270 cuenta no sólo por pequeñas y medianas empresas, smo aun por grandes cor-
mil filiales, que generan un producto supelior a los 2 billones de elólares anua- poraciones, como ]as de almacenes, servtcios p~erta-a-pueita y ot,ros, cu~a.v~n~
les69, sólo participan 13 empresas latinoamericanas (6 mexicanas, 4 brasileñas, tap comparativa es el conocimiento y la relacion estrecha con sus desrrn,1Lu JO'
una venezolana, una argentina y una chilena)70; diferencia que pone de mani- o consumidores.
fiesto el grado desigual de productivíelad a nivel mundial. Como analizamos más adelante, existen grandes diferencias de productivi-
Como consecuencia de lo anterior. se han acelerado seis procesos que re- dad entre los países altamente industrializados y los países de Améncj Latma.
fuerzan Ja predom111ancia absoluta de las. economías más mdustrializadas: 1) que tienen su fundamento en las desigualelades en tomo a las capacidades para
crecimiento constante ele la movilidad internac10iúl ele dos de los factores de la crear condiciones de compet1tíviclad, lo que detenmna d1st111tos grados de po-
producción (capital y tecnología); del comercio de bienes y del crec11mento ace- tencialidad para integrarse de manera activa a una economía mús mterco.nect'.1-
lerado ele la movilidad del capital financiero; 2) elesplazamíento i·elat1vo de los da. En efecto, los países ele nuestra región compiten sm un con¡ unto de 1 eguL1-
produc:tos b<ísicos, elentro de ese crecimiento constante y aceleraelo del comer- cwnes y protecc10nes con que,sí cuentan economías más protegielas como las ele
cio mundial; 3) extraordinario crecnniento del número de empresas multinac10- la Unión Europea.
nales autóctonas, de filiales y subsidiarias, pertenecientes a los países desano- De igual manera, la eliferenciación entre países incorporados al pr~ceso ~e
IIados, que pasaron de 7.000 en 1969 a más ele 39.000 en 1996; 4) acelerada ex- globalización/mundialización parece ir concentrándose en segmentos donde ,e
pansión y concentración ele la IED Norte-Norte; 5) expansión sm precedentes mantienen altos salanos (al mismo tiempo que aumentan en esos pmses las de-
ele las telecomu111cac10nes y los sistemas de mane,10 y transferencia de mfonna- sigualelades sociales) y otros ele bajos salanos pero que han alcanzad~ c1e~tas. ca-
pacidaeles tecnológicas, corno China, Brasil, Europa del Este, y ent1e lo, cuales
podría situarse en un futuro cercano la Argentma. . .
6 Sin embarcro, cuando nos dejamos llevar por el discurso dommante, que nos
~ UNCTAD, World lnvestment Reporl 1996, Ginebra v New York, 1996.
7
°Conferencia ele bs Naciones Unidas sobi-e el Come1:cio y el DesarrolJo, bifonne A'lundial supone -en t<;nto economías atrasadas corno parte de la globalizaci~n- adver-
áe Inversiones, 1997, VNCT.ill, Nueva York y Cinebrn. tirnos que ésta, enteneliela como la integración de todas las economias _v ~ocie­
dades en un mercado y una "aldea global", por el presente es una grnn Iall[a-
9"3 Raúl Bemal Meza El impacto ele la globalizacíón y el análisis de los subsistemas
99

sia. ~l c¡ue la realidad es bastante cnis cruda. 0í o existen en1presas brasile11as, ca. entre sec:~r agrícola y sector mclust1ial ele capítal nacionaFl Después de
me~ic;nas o argentmas giooalizadas, es elecu·, meluctoras ele flujos ele comerc10, mas de una clecad~ de "p~ivat1zac10n~s", la clesnacionalizac1ón de las empresas
mve1-sión y tec~10logia; f01-madoras ele ¡irec1os; ocupando segm~ntos significati- ele c~pital nac10nal agrego un nuevo !actor de extemalidacles, en relación a los
vos en los sectores que domrnan la frontera tecnológica y participando ele esa condic10n~m1entos para las estrategias endo-01ientadas. Como han señalado
economia mundial clesucazúndose hacrn todos los mercados, con la excepción Petras Y veltmeyer (1999), cítando fuentes de la UNCTAD, para 1999, tremta
de casos rnuv conc:·etos '-Drom1sodos 1Joi· c1ertO- [Jero desarraigados de u; mo-
~ 1. [ '- Y tres de las cien corporaciones más importantes de América Latina habrían
delo de compet1tivlciacl s¡stémica a nivel país71_ En nuestros países siguen sien- pasado a manos ele inversores extran¡eros, en su mavoría de Estados Unidos. El
do '.as cor¡_io1·ac10nes transnac10nales las que lideran [os avances en competit1- poder eco'.1ómico y e! control efectivo e,1erc1clo po;· estas corporaciones sobre
v1cl<Ccl de ia prnducc1ó11 mdust:-iaF~. en ausencia de una articulación estratégi- la_ economia latmoame~1cana es_ mu cho mayor que· el tamaño de su capital com-
pi omet1do, entre el .'3,oo/o y el o% del PBN de la reo-1ón" (Petras lj Veltmever·
1999: 89)~ o '
7 1 E:asten actualmente, según ei Iur""orme 'vlundial de Invers10nes de ia UNCTAD correspon-

dinte a L997, iJ e1npres;s transnnc10na.ies prop1a1nente Ínb.noan1enca11as: 6 mexicanas. 4 . La. com:ídencia Y diferenciación entre los procesos de globalización v re-
br;isileUas. una venezolana. uua argent1n~ .v una chilena. Si bien la g1·an tnnyoría son en1pre- gi~nahzac1011 no es tampoco una cuestión "cen-acla", aún en los esquema; aue
sas de[ rubro petroquirnico, es rnte1·esante destacar el c'1SO de la argentrna "MetaJurgica mas han avanz'1do en la constrncc1ón ele un mercado cerrado. Como seüala "un
PESC.-\R:YlONA" en el 1·ubro de :notares, turbmas, serv1c10s de mgeme1ia e infonnación. No
"autor en un , libro ele recíente- apanc10n,
· · ' , d ose a1 f enomeno
re t'·inen ' europeo,
oOsrante. el infonne no la destaca. oon1endo de relevancia. con10 único ejemplo argentino,
EL:ro~a esta en la encrucijada entre la globalizac1ón y la regionalizacíón, v no
a \rp F.. ~otuo la o(;tava mu..lt1nac101~a1 del tnundo en desaxroilo, que encabeza la coreana
esta aun 111ltV claro hacrn dónde se inclinar·í 111a·s • Ha 1'una· 111
· t -- l , n1uv
e11e acion ·
"Dae\.voo·~, Paradójicarnent~. YPF paso a rnc.u1os de la 1nuitinac1011al espaiiola REPSOL, en • < , .l.C

1998, quedando en maJ1os argent111as ~nenas del lOo/o acc1011ano. con:pleja entre la integración ele economías nacionale~ dentro clei contexto el~
Estas 1:3 cn1uresas son la i)resenc!a lat1noa111encana en el congíornerado de rnás de 39 la UE Y la vmculación ele las mismas con otras a nivel mundial. Aunque preva-
nlil coqJor;1c1on~s transnacwn~es ::ireseutes en la econonüa n1undia1, de ias que solan1e11te lezca por ab~rn la p1imera sobre la segunda, no es fücil hacer un pronóstico al
unas ~.ÜOO (todas ub1c:i<las en e1 a;undo bilateral Europa. EE. UU-Cana<lá, Japón-...\s1a Pa- respecto. AJ lacio ele las tendencias centrípetas hay otras m~1s centrífugas. Exis-
c:ificoi realiz1ban IED ..-\un que ta comparación reílep ias enormes diferencias de desarrollo
te m:a imbncación compleja ele los fenómenos de globalízac1ón, con p~·ofundas
cconó1uico. tndustna.1 v '.:ecnolóe:ico entre las eco1101nías centrales y las econom1as lat1nomne-
1:.c:.inas, habiia que ;:i.gregar a e~~s escasos 13 ejetnplos algunas otras de origen chileno (aw1-
impl:c~~'.~~ras desait1culacloras, con la consoliclac1ón de un espac 10 preferencial
comun ~. 1

que tnás que coq)orac10nes son gr1.1.pos eco11ón11co-finnnc1eros) que est..-l.n i11cLu·s1onnn<l_o en
ntbros de la agro-u1dustr:a. 1íllnentos ·; serv1c1os. Pero, aí m1sn10 tiernpo, habnn que elinü-
nar de Ia lista; Clos e1n~Jresas, que teni~.n alta potenc1alidad de desa1ToI10 científico-tecn_oló-
gtco dado su nivel de 111se1-c1on •.; donuuro de un arnplio n1ercaclo interno, co1no era el caso
ue ia ernpresa ::!statal brasüeiia de teleco1nun1c:J.c1ones y la ;;u-gentina ·~{Pf1 en el sector ener ..
g~t1co ;c~~racctou, procesan11e11to. distribuc1ón v venta de con1bustibíess <le petróieo), que .,_ nos Á.ll'es, L.'mvers1da.d Nac1011aJ de Quilmes 1998· Hll"O N ,.¡1 t ff ""' t ·
d 1 11 ' · 1 o,_ e , Hees ructurac:1on w-
.:;, • •
e:1 :os últu.nos dos .lÜos ;)asaron ·J. ¡nanas de c::rn1ta1es nortemnencanos Y europeos. u:.trm ~ b Argentina: regresión estructural e insuficiencia de los enfoques predomman-
72 Ver, Lttclano G. Cout¡nho, oµ. clt., Jase Tav~res <le AraUJO Jr.T "Conc-orn~ncia, Co1npetiti- tes , Re' 1st<1 De.rnrro_llo Econom1co Buenos AJres Nº i 00 l991 J . s j . . -. ·
• # _
1
~• - 01ge e 1v~u zei. La recon-
, • ,
v1dade e Poíitica Econouuca". en R. Bmunann (Organizador), op. cit., pp. 7.S-86; Fernando ve1sion de_ la mdus_t na automotnz argentina: un balance a mitad de camino" Re'"St" e· 1·
Bt Al I d ' ' " IC os,
Fajnzviber, "''Co1npet1t1V1.dad mtenmc1oual: evolución v lecciones", en RerJista de la Cepal, tenos res, i~st1tut~ e !iwestigac1011es de Histona Económica y Social, Universidad de
Sant1ago, )iac10nes Umdas, "1º:36, oct. l988; Coutinho y Ferrnz (Coords.), Estudo da compe- ~uenos A11:es, Ai10V, Vol. V, Nº .S, ler. sem. de 1995; etc. ·
titivulade da industria brasileíra. Sao Pauio, P:ipirus, l994; F erraz, J. C., Kupfer, D., Hague- ' _Es._un clastco ya la mterpretación de Fernando Fa1nzvlber a este propósito; ver, La 1ndus-
~1auer. L., J.fade 111 Bra::il: as racLonalidades da produ~do ¿os desafíos conipetitivos para a i.n- :nal1.... aczon tnJ.nca de A.7nenca Latzna: op. cit.
mistna, Río de Janeiro. l'FRJ11EI, 1995. Sobre el caso argentino, B. Kosacoff y D . .-\.zpiazu, ·•e -al-
01110 sen, o# u~1 einpresano argentino reciente_1nente, dando cuenta ele lo c¡ue ¡Jasó P.U ·\_r-
La industria. argr;ntuio: Clesarrollo !} c.:unbios cstructtffales, Buenos Aires, CEAL, 19S9; Ber- "entma en los ültrn1 ¡-; - "D ¡ , ·
"' _ . . os . · anos: . e os _empresanos que acompaiiaron a Raúl Alfonsin en su
nardo Kosacoff. EL desafío ele_ la compct1tiviclad. La industna argentina en transfonnación, pJnmer Viaje como pres1dent': solo quedan cuat:J.·o en pie. eJ i·esto desapareció del mercado"
Buenos Aires, CEP.'cL'AJíanza Editorial, 1993: "La mdustna argentina, un proceso de rees-
tructuración desart:J.culada" en Pabio Bustos (comp.), _\fo.s alla de la estabilidad, Buenos .-\.t-
_
(
5
º~: Cattellone, en D1ano Uno, :V!encloza, 27 de febrero de 2.000, J. 6).
' Víktor Suku¡J Europa l ¿ b ¡-- · · , . . l
. .. ' , !J a g o a r._ac1on. Te11ae11czas, problemas, opiwo11cs. ''Introdnc-
res, Fundación Friednch Eben, 1995. pp. 93-1:!.8; Hacw ww estrategia exportadora, Bue- c1on , Buenos .-\Jres, Ecltonal Corregidor. 1998. .
j
fi
v'
El impacto de la globalización y el análisis de los subsistemas 105
Raúl Berna! Meza
104
II-4. 4. La globalizacíón financiera
co valor agregado, la participación creciente de la región en el comercio latinoa-
mencano de manufacturas po<li-ía bien deberse. además de la baja capacidad de A pes~r de .que la mundializacíón del comercio pareciera ser la forma más avan-
competil:lv1dad de las empresas, a la evidencia de los cambios que se están 1·e- ~ada .de la mt~rnac10nalizacíón del capital -gracias a los avances negociados en
cristrando en la estructura del comercio internacional, derivados de las tenden- as distint~s ionclas del GATT y los progresos logrados en la OMC desde su
ºcías objetivas de b DIT que tmpone la mundiali;::;ación y que estarían asignan- constituc10n'. en ~994- e.s la movil'.dad del capital financíero la que ha alcanza-
do nuevos roles a los 1~1ercados regionales, gracias a que los vecinos se benefi- do un ma_}'oi Y mas amplio desarroilo, bajo la fonna de IED primero (una ele las
ciaron de las aperturas unilaterales de los restantes y que el componente geo- formas au~ en ~lena expansión) y, recientemente, a través de la necrociación 0 de
gráfico 1uega una significativa importancia en relación con los costos del trans- mav.ores
. • , ' ''fJSl . E s tos acuer d os en ne<'O-
liberalizac10nes ' a través del acuerdo n.,v
porte. La recuperación del comercio intrazonal podiia, pues, deberse muy bien ciac10n,
. para dar al capital financiero una mavor , movil1'dad va simisrno
, · °"
una ma-
a estas dos condiciones, va que si bien la caída del comercio al interior de ALA- yor libertad, fuer?n precedidos por políticas que aplicaro; algunos gobiernos.
DI, del LJ,S% en 19SO al S% en 1985, pudo Justificarse por la contracción de la en part:cular los de países en desarrollo de Améiica Latína, con el fin ele acce-
demanda, como consecuencia de la crisis del financiamiento externo, en 1994 der a dichos ílu1os.
este comercw había alcanzado la cifra histórica del 2.0%; sin embargo, al com- .. La mundializacíón de la economía ha requerido, históncarnente. de la mo-
parar las cifras del comercio mundial ele la región, ésras muestran que en el pe- vil1d~d mte.'.Tiac~onal del capi;al. La piimera de sus formas fue la ele préstamos
ríodo l985-i994 las expoitKiones intralatínoamencanas aumentaron 270%, ~paises, nMsr taide la mvers10n extran¡era, que abarcó desde la segunda mitad
mientras que las exportaciones al mundo sólo lo hicieron en un 32% (Cepal, ael siglo ~IX Y cuya transferencia contemporánea se hace vía la uwersión ex-
1994: Ferrer 1995). tran.Jera dll'ecta (IED) de las grandes empresas y corporaciones transnaciona-
El aiza de de las ventas intrasubregionales en el caso del Mercosur fue de l~s. La segu~da de las formas ha sido la participación de capitales de orígenes
:24,13'7a en el pe1iodo 1970-19.SO. 4% enti·e 1980 y 1990 y ele :28,6% entre 1990 y nac10nales d1stmtos en la constitución de empresas v sociedades tanto 1~acio­
1995; con respecto a las exportaciones totales, estas tasas fueron 20,9%, 5,5% y nales como transnacionales. El tercer mecanismo fu~ el establecimiento de 1m
S.í% en cada lapso; elatos que señalan claramente el considerable aumento re- mercado mundial de divisas, propósito de los acuerdos de Bretton vVoods en
gistrado por el valor exportado hacia el inteiior de los esquemas subregionales l~ _segu.nda postguerra, pero cuya base la constituyó la implementación del pa-
de 111tegrac1ón, mientras que e! alza entre 1990 v 1995 deí total de las exporta- ti on oi o, por parte de Gran Bretaña en el siglo XIX, como una de las políticas
c10nes es bastante más modesto. no alcanzando el crecnniento de los años íO esenciales ~e su. hegemonía económica. En tanto, el último eslabón ele la in-
(Cepal, 1997 5\. temaci~nalizac10n del capital financiero -y el más reciente- ha sido la inter-
El comportanuento de las exportaciones de los miembros del Mercosur si- cone'.°,~n entre las.distintas Bolsas de Valores, con su respectiva apertura a la
g'.ie mdicando que el agrupamiento tiene una significativa ímportancia en el mve1s10n mteiTiac10nal, tanto de países desarrollados como ele economías en
comerc10 extenor de sus socios, llegándose, en el caso de Argentina, a repre- desarrollo.
sentar lo que se ha denominado como "la Brasil-dependencia", Los principa- Q.ui~ás la característica que más ha favorecido la globalizacíón ele! capital fi-
les destinos de las exportaciones de :\.rgentrna, Bolivia y Paraguay son los mis- nancie1 o ha sido el pr~ceso de desregulación dei sector, que se ha profundiza-
mos mercados de la ALADI. Brasil sólo registra a un país ele la región -A.rgen- do ~e ma~_era extrao'.·dmana durante las últimas décadas, cuyo más reciente oa-
tina- corno pnncipal dest1110 ele las exportacwnes totales, pero no para sus tres so, e caracter m~tilateral, que han asumido los gobiernos, es la negociac~ón
más irnportantes productos de exportación, cuyos principales destinos son ha- del Acuerdo i'vfultilateral de Inversiones. Sin embargo, este proceso de desre-
cia países fuera de la región. En el Mercosur han ganado así gravitación como
soc10s de sus exportacwnes los propios países de la subreg1ón. El p1incipal so-
c10 de A.rgentma en 1995 fue Brasil con 2.6%, aicanzando cifras cercanas al
31a1El·~cuerd~ Multilateral de Invers10nes (AMI), comenzó a ser negoclado en Ginebra a fi-
31 % oara ~1998· mientras que uara Brasil su socio del sur representó en 1995
~ es . e 1.99. 1 Y fue seguido en la reunión muustenal de los países miembros de Ja OCD E ,
mes
t · de d abril de 1998. · flinancieroa
, · Este acuerdo, que abarcará cerca del 95"'10 d'el con1e1.cIO
' ' '
el 9% de sus exportaciones. es ªsien º.negociado por 102 paises que pod1ian abiir asi sus sectores bancano de se ·o~
Y otras mst1tuciones financieras, a las inversiones internacionales. ' gw
106
Raúl Bemal Meza
El impacto de la globalización y el análisis de ios subsistemas
gulación financiera "es sólo un emergente de un proceso histórico que incluye
tres hitos fundamentales: la cns1s del sistema monetario y financiero internacio- síones fondamentalistas de la globalización, aunque ha sído la comciclen:rn v la
nal basado en el patrón oro-dólar, su forma de salida a través de un sistema de funcionalidad de b e:qxms1ón y el desarrollo ele las tecnologías de la miorma-
cambio flotante regido en última mst:mcía por acuerdos entre Jos países desa- cíón y las cornunícacwnes las que han bnndado la base rnatenal parn que ello
rrollados, y un incremento fonrndable de b liquidez ínternacional, que institu- ocurrie1·a.
yó una economía ele endeudamiento con una enonne elastíciclacl de la oferta de Puede concluirse así que en el proceso de globalización/rnunclializ~1c1ón de
fondos prestables"li 2 . La especulación y ia transfonnación de la economía finan- la economía ha sido el capital financiero el segmento que pareciera ya '.1aber~e
ciera en una ·'burbuja"83, que se explica por la clíferencia entre el volumen de tmpuesto sobre el capital productivo. Los ~1ge:1tes pi~nGpal.es' el~ estr~~;~1~ 1 :~1::
las operaciones financíeras y ia masa real de divísas que pait1cipa efectivamen- han sido las co11)oracwnes muJtmacionaJes da luente ;Ustanuai ele b · ~v . ,· ·
te de esas transaccíones, ha generado una mestabilidad financier;;i de carácter banca íntenrncional; éstos como los actores conductores ele la centrcuizacwn,
global, de la cual no han podido escapar ni las grandes economías como las del gestión y asignación del capital en todo el mun:to, además de los fondos ele lll-
este/sudeste as1'1tico -como recientemente se ha visto con lo sucedido en las cn- versión de compañías de seguros y de pens10nes. _ ·. . , .
s1s de Tailandia, Indonesia, Corea del Sur y Japón-, pero que se ha transfonna- Sin ernbarcro muchos interrocrantes se abren aún a propos1ro ele ,a conH:-
niencia 0 110 de 0 '
la flexibilización de"' · '
los mercados financieros nacwna1_es;, E'l el e-
do en un grave nesgo para las economías más débiles, como quedó en eviden-
cia con las clisis recientes de México y BrnsiJ. bate sobre "refTU!ación y control", versus "liberalización y desregulac10n ha lle-
Diversas estimaciones sel'íalan que hoy se transan, diariamente, en Jos mer- crado a los m<'is~mpo 1·tantes orgarnsmos multilaterales ele las finanzas 111ternac1<)-
cados ele cambios, valores cmcuenta veces supen01·es al monto de los intercam- ~ales· el Banco Mundial v el Fondo Monetano Internac10naL En efecto. duran-
bios de bienes y servicios, en contra de unas dos veces y media lo que suceclia te la ~l"Írnera semana de -¡ulio de 1998 se llevó a cabo en San Salvador la ·'Cuar~
hace medio síglo. Entre 1980 y 1991. las inversiones extranjeras de cartera pro- ta Conferencia Anual so'bre Desarrollo en :\ménca Latma'', organizada por eJ
gresaron diez veces más que la producción de bienes y casi cuütro veces más Banco M undiaL Allí uno de los expositores, el profesor el~ H<~1v,'ucl. Darn R~~
que las inversiones extranjeras directas. Como se desc1ibe en un libro reciente, chik, exponíenclo ¡0 que parece ser el pensam1ent~. ahoi a pi eclom1iMnt·e· de:
"desde 1985, _el monto d~J comerc10 internac10nai de divisas y títulos extranje- BM, seüaló que hay pocas evidencias sobre los benehcws_ de Li hbi e '.110vi1id.10
ros se decuplicó con creces, y hoy, según el Banco de Pagos Internacionales de de capitales y demasiados signos de. los costos qu~ la poli tí ca ele c:pe1 rni ~.coi~~
Basilea, una SU1rn1 de alrededor de LS00.000.000.000 dólares cambia de due11os JlevaS5. El propio v1cepres1dente del Banco \fonclia1, Jo~eph St1glitz. bab1,1 ,1u
en un solo dia norma] de trabajo, equivalente ele] PBI alemán de un año o de veitido, en el transcurso de la misma reunión, que ··si Tailandia hubi,•ra mant~­
cuatro veces los gastos mundiales anuales en petró1eo"84. nido las regulaciones a la entrada de capital que tuvo .durante el f..lilagro .\~ia­
El p1·edom11110 alcanzado por el capital financíero sobre el capital producti- tíco y no les hubíera hecho caso a quienes la conv:enc1eron ~e _que ~srnba ::ute.-
vo, v la especulación contra monedas y Bolsas, ha permitido sostener ciertas vi- rando la disposición eficiente de recursos, tal ve~ hov no es,ana sufnenclo est,l
crisis, su pnmera caída en más de tres décadas"'" .
Si bien ésta no es aún una pos1c1ón dommante en el seno del otro orgams-
mo mu ·1til a t era l , el F'lI
N , es u11·1
J , <eñal de ·tlei·ta que se aarega
, ' u ._ a otras adverten-
'" .Vlano Rapoport, "La globalización económica: ideologías, realidad, h1stona", en Ciclos, c«1s en el sentido de que es necesaiia una regulación mtenrncional para los ca-
Universidad de Buenos Aires, VoL VII, Nº 12, aüo 1997, p. 19.
iJ .-\Jdo Ferrer seüala que las conientes financieras consisten pnncipalmente en opemciones
p~,tales de coito plazo, habida cuenta de su capacidad c!esestab'.lizadorn .. Frente
ele cap1ta1es de corto plazo, clesvmculados de Ja actiVJdad real de producción, comercio e in- a esto -y como los países en desarrollo no tienen capac1dael polit1ca 111 economi-
vers10n, siendo eJ objetivo dommante de la mavor parte de las transacciones fmancieras ín- ca de p~·esión para tmponer su voluntad al F'vlI, con d fin de acercar su pos1~
ternac10nales el realizar ganancias especulativas. "'Se estima que el 95% de las operaciones cíón a Ja del Banco Mundial- la úmca alternat1va que tienen nuestras econom1.1s
de los mercados C•lmb1anos, que ascienden dianamente a alrededor de L3 billones de dóla-
res, consiste en mov11111entos de fondos que arbib·an tasas de interés, tipos de cambio y ex-
pectativas de los mercados bursátiles"(Ferrer, 1997: 11).
·'"' Hans-Peter l\fartin y Haralcl Schumann, Die Globalisienmgsfalle, pp. 74-75; citado en Vik- ' 85 Cfr. Clarín, "F~v!I-Banco Mundial: la lucha por la Agencia". Buenos Aires, .5 de JllllO de
tor Sukup (1998), op. cil. 1998, Eco11ómico, p. 2.
SG Ibícl.
lOS Raúl Bernal Meza El impacto ele la globalización y el análisis de los subsistemas 109

Dar:i ev1 rnr la exi3os1ción al iiesgo clel crack financiero es establecer regulacio- bre Comercio de Aménca del Norte; Unión Europea) y aquellos escenarios
~es al c:1¡Jital fin~nc1ero de corto plazo. geo-econóimcos ele flujos ele interconexión e ínterdeoendencia más laxos como
los ele la región Asia-Pacífico, pero que se caractenza;1 por un extraordinaiio di-
namismo intraregional, todo esto a pesar de la fuerte interpenetración e inte1·-
II--1. 5. Los actores relevantes clel proceso nacionalización del capital y ele los f1u1os de comercio e IED Norte-Norte.
ele globalización. / munclialización económica En lo que se p1·esenta también como una lección para otras economías, to-
dos los países en desarrollo ele la región Asia-Pacífico tuvieron el mismo objeti-
Siendo las ernoresas transnac10nales y corporac10nes rnultinac10nales los acto- vo: promover la industrialización como motor del desarrollo económico , asícr- o
res v agentes ;ctivos del proceso de mundialización económica, la "rentabiliza- nando a la expansión de las exportaciones de manufacturas un rol dinámico, co-
c:ó1~ ¿;¡ ca01tal" v su valorización mundial se realizan a escala de la economía mo promo~or ele empleos, de me.1ora en la balanza ele pagos, como protección
global, ,Je\ :nundo como mercado. La competitividad no depen,de de las con:U- del mercado interno y como mecanísmo estratégico en cuanto capacidad de ne-
ciones ele prnducción en eí país en el cual la corporación multmac10nal realiza gociación con el fin ele enfrentar las presiones norteamencanas para abdr sus
su actividad. smo ele\ ámbito y de las condiciones de su actividad a mvel global. i·espectIVos mercados.
Esto hace suponer que habr<i cada vez una mavor presión para hacer más ho- Esta expeiiencia y la peifornwnce alcanzada en la captación ele un segmen-
mogéneas tas concliciones ele la act:J.v1clacl (producción-venta-consumo), lo que to 11.11portante del comercio rnundiai lleva a plantearse el tema ele las estrategias
se t~·aclucirá en mavores presiones para reducir las ventajas que en ciertos paí- posibles del Mercosur, en tanto bloque regional, en la medida que -a diferen-
ses aún mantiene el capital nacional por sobre el capital transnacíonal. Como ha cia ele los segmentos geoeconóm1cos antes señalados- éste no es un "forrnador".
seüalado un economista brasileño, el proceso de globaíización, conjuntamente sino "tomador" de precios, dent:J.·o de esa economía mundial, cuva debilidad s~
con la revolución en el campo ele la mforrnábca que lo tornó posible, acarrea ~asa esencialmente e.n. la mayor competitividad bnndada por la ;lta productivi-
dos tipos de carnb10s que tienen vinculación directa con la exclu:1ón s~cial; por dad ele los tres ob·os bloques.
una oarte el surrr1rniento ele un nuevo paradigma ele empleo, mas flexible, pre- La mfraesb·ucturn tecnológico-material ele la mundialización ha sido aporta-
can; y d~sprovi:to ele las garantías de estabilidad asociadas al patrón con~en­ da por la moderna tecnología de la información. las telecomunicaciones v la
cwnal; por otra, la miIÍímización ele la nnportancia del Estado, que v1ene sien- producción. Desde el punto ele vista socio-cultural v operacional, factores' tan
do cuestwnado en su rol tradicional ele guardián ele las garantías socialesSí, específicos c~mo el gerenciamiento empresario y la .homogeneización ele hábi-
La tendencia hacía la globalizac1ón/mundialización económica hace imag'.- tos y pautas ae consumo se entrelazan para posibilitar la segmentación de los
nar que la constitución ele un ve1·cladero mercado mundial, donde circulen h- procesos productivos a distancia. La homogeneización de sistemas de marke-
bren;ente los factores ele la producción (capital, fuerza ele trabajo), y las mer- ting, financiación y servicios postventa -factores también de convercrencia en la
cancías, sea un ob¡etivo cercano -o no-, en la medida que haya una progresiva difusión ele las pautas de consumo- son potencialmente posibles e~ la medida
líberalizac1ón del ~orn.ercio mtemacional, impulsado por la OMC 38 , que alcan- , que no sólo confluyen vaiiables macroeconómícas, sino que se compatibilizan
ce bienes v servicios; que se acompaüen ele la liberalización acelerada de los ílu- cuesbones tan claves como la difusión y el conocimiento de las tradiciones cul-
¡os financieros, a partir del propuesto acuerdo AMI. turales nacionales y la aceptación de la diferencia y diversidad.
Str,embargo. un importante freno a estas te~1dencms -~ue aún no alcanzan
a la movilidad del factor trabajo, con la excepc10n (en la practica) relativa al m-
tenor de la Cn1ón Europea- son los acuei·clos de regionalización (Tratado ele Li- II-5. Riesgos y oportunidades de la globalización/mwulialización
para los países de América Latina

Para tener un panorama ele Íos riesgos y oportunidades de este proceso que ca-
57 Cfr. Gilberto Dupas, Economía global e Exclusdo Social. Pobreza, Emprego. Estado e o Fu-
ractenza a la economía capitalista mundial ele fin de siglo, es necesaiio abordar
turo do Capitali.smo. Sao Paulo, 2000. .
38 ..\.uncue. en realidad, no se trata de lli1 "comercio mternac1onal" propiamente tal, sino ma- lo que se identifica como frenos al proceso mismo. Ést~s pueden sintetizarse en
yorrne1;te .de un comercio "intraempresanal" dos, uno ele carácter nac10nal (a nivel de países) v otro de carácter colectivo
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Coleccíón
ESPACIOS Y SOCIEDADES
GEOGRAFÍA POLÍTICA
Sene General, n. 0 23 Joan-Eugeni Sánchez
Dirección Editonal
D. RAFAEL PUYOL ANTOLfN
Catedrático de Geografía Humana de la
Umversidad Complutense de Madnd
D. JULIO VINUESA ANGULO
Profesor Titular de Geografía Humana
de la Umversidad Autónoma de Madríd

EDITORIAL
SINTESIS

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