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LOPNNA 2007
En el año 1998, fue promulgada la Lopna, y ésta entró en vigencia el 01 de Abril del 2000.
La misma fue reformada y promulgada el 10 de Diciembre del 2007. La reforma,
contempló tres importantes materias: administrativa, sustantiva y adjetiva. Las dos
primeras entraron en vigencia con su promulgación y publicación, dejando a la reforma
procesal a comenzar su vigencia seis meses después de su publicación, siendo diferida a
su vez por el Tribunal Supremo de Justicia, mediante resolución motivada, dicha
resolución fue debidamente publicada.
De igual forma, quedó autorizado el TSJ, para diferir la vigencia de la reforma adjetiva en
aquellos circuitos judiciales donde no estaban dadas las condiciones mínimas
indispensables para su efectiva aplicación. Como en efecto, el TSJ, difirió la reforma
procesal, en las mayorías de las circunscripciones judiciales y es recientemente que ésta
entró en vigencia por completo. Todo se debió a la modernización y adecuación de las
sedes de los Tribunales de Protección.
REFORMA DE LA LOPNA A LOPNNA
Con el objeto de garantizarles a los niños, niñas y adolescentes en todo el territorio
nacional, el ejercicio y disfrute de sus derechos y garantías a través de la protección
integral del Estado, la sociedad y la familia, la Asamblea Nacional dictó la reforma parcial
de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, publicada en la Gaceta
Oficial el 10 de diciembre de 2007.
La reforma se realizó para actualizar la ley conforme a la actual Constitución Nacional así
como todo lo relativo a la perspectiva del género masculino – femenino. En consecuencia,
la actual denominación de la ley es “Ley Orgánica para la protección de Niños, Niñas y
Adolescentes”
Consideraciones a la Reforma de la LOPNNA (2015)
En Gaceta Extraordinaria N° 6.185 de fecha 08 de junio del 2015 se publicó la reforma a
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, siendo un aspecto a
destacar de esta nueva situación jurídica, la inadecuada consulta a la sociedad
venezolana significando un hecho que restringe sin duda el acceso de profesionales y
versados en la materia a la elaboración de leyes y normas que regulen el comportamiento
de los miembros de nuestra comunidad. Para el Comité de los Derechos del Niño de las
Naciones Unidas el tema fue analizado y se emitieron recomendaciones: “Es un tema
difícil y complejo que requiere el mayor consenso de la sociedad”.
La nueva reforma parcial incluye entre sus modificaciones más destacadas la
incorporación de manera activa de los Consejos Comunales al denominado “Sistema
Penal de Responsabilidad de los y las Adolescentes” con el que las comunas podrán
participar en “programas de prevención y medidas no privativas de libertad”, trayendo
consigo una serie de críticas al considerarse que el tema de la responsabilidad penal es
una competencia que no le corresponde a la sociedad y presentándose la duda que ahora
pesa sobre los Consejos Comunales y si éstos forman parte del Poder Público, pues se
les asignaron funciones en el sistema de administración de justicia para adolescentes,
donde vale enfatizar que sólo al Estado le corresponde la potestad sancionatoria.
Y en el caso de adolescentes en conflicto con la ley, dicha potestad debe ser
especializada. Tampoco se llega a definir el órgano rector del sistema, ya que ahora se
suman órganos, cuyas atribuciones no quedan claramente desarrolladas en la reforma.
Con la reforma del título quinto de la Ley Orgánica de Protección de Niñas, Niños y
Adolescentes (LOPNNA) que se refiere al sistema de responsabilidad penal, se incluye
una actualización en cuanto a las penas que se les imponen a los y las jóvenes que
incurren en delitos, donde las nuevas disposiciones en cuestión serán aplicadas a todas
las personas con edad comprendida entre 14 y menos de 18 años al momento de cometer
el hecho punible, y que aunque en el transcurso del proceso alcancen los 18 años o sean
mayores de esa edad cuando sean acusados. Mientras, cuando un niño sea menor de 14
años cuando se encuentre incurso en un hecho punible, sólo se le aplicarán medidas de
protección de acuerdo a lo previsto en la ley.
Se considera como un retroceso que con ello se incluyan como integrantes del sistema
penal de responsabilidad a órganos e instancias del sistema de protección. Sin llegar a
diferenciar y aclarar que son distintos y diferenciados. Recordando además que el gran
avance de la LOPNA de 1998 fue el separar a víctimas de victimarios.
Un sistema penal de responsabilidad que se ajuste a las normas y principios de la
Convención debe ser un sistema de características especiales con leyes, procedimientos,
autoridades e instituciones específicas, es decir, un sistema que distinga los conflictos
sociales de los conflictos con la ley.
La ley ahora ordena que de manera inmediata los jóvenes mayores de 12 años y menores
de 14 que infrinjan la ley, pasen a las órdenes de los consejos de protección descargando
sobre dichos órganos del sistema de protección la responsabilidad de iniciar y ordenar el
tratamiento para rehabilitación de los involucrados en hechos punibles.
LOPNNA 2007 y 2015 - Objeto y definición de Niño y Adolescente
Artículo 1°. Objeto. Esta Ley tiene por objeto garantizar a todos los niños y adolescentes,
que se encuentren en el territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías, a través de la protección integral que el Estado, la sociedad y la
familia deben brindarles desde el momento de su concepción.
Artículo 2° Definición de Niño y de Adolescente. Se entiende por niño toda persona
con menos de doce años de edad. Se entiende por adolescente toda persona con doce
años o más y menos de dieciocho años de edad. Si existieren dudas acerca de sí una
persona es niño o adolescente se le presumirá niño, hasta prueba en contrario, Si
existieren dudas acerca de sí una persona es adolescente o mayor de dieciocho años, se
le presumirá adolescente, hasta prueba en contrario.
El Sistema de Protección del Niño y del Adolescente cuenta con dos categorías de
órganos: jurisdiccionales y administrativos. Éstos, a su vez, son de dos clases, de
acuerdo a la naturaleza de los derechos que deben garantizar: difusos y colectivos
o individuales. En tal sentido, se concibe los Consejos de Derechos —órganos
administrativos para la protección de derechos difusos y colectivos- y los Consejos
de Protección órganos administrativos para la protección de derechos individuales.
No obstante ello, la Carta Magna también crea nuevas instituciones del Poder
Público, como la Defensoría del Pueblo y el Servicio Autónomo de la Defensa
Pública, y contempla un conjunto de principios y regulaciones novedosos en las
instituciones familiares, en materia procesal y sobre la organización del Sistema de
Justicia, que no están previstos en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente de 1998, y en la reforma de la misma en el año 2007, inmiscuyendo no
solo a la sociedad y a la familia, sino también por supuesto al Estado, y como
muestra ahora integra a todos los Poderes Públicos en la protección integral de los
niños, niñas y adolescentes.
Es así como adquiere realce el interés superior del niño, niña y adolescente, que consiste
en que todas aquellas medidas que se tomen en relación con la niñez, se les debe
considerar su opinión, así como equilibrar sus derechos y deberes.
En cuanto al rol fundamental de la familia, en cualquier circunstancia para el desarrollo
integral del niño y del adolescente, se debe tomar en cuenta en primer lugar a la familia
nuclear, es decir, padre, madre e hijos, por ser la más inmediata fuente de amor y
protección; luego la familia extendida, formada por los parientes más cercanos: tíos,
abuelos, primos, allegados. Solamente en situaciones excepcionales se buscarán o
tomarán medidas de otra índole que implique sacar al menor de edad del entorno familiar
de origen.
La prioridad absoluta, significa que antes que nada es prioritaria la atención del niño, niña
y adolescente. Se les debe brindar atención y ayuda en cualquier circunstancia.
Participación de la sociedad, quiere decir, que los ciudadanos tienen el deber de velar por
el cumplimiento de la LOPNNA. También, tienen el derecho de participar activa y
directamente en la definición, ejecución y control de las políticas de protección para los
niños, niñas y adolescentes establecidas en la LOPNNA.
Los Consejos Municipales de Derechos del Niño y del Adolescente son órganos
administrativos del Sistema de Protección previstos en la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente (LOPNA), conformados por una representación paritaria de
Consejeros del sector público y de la sociedad, quienes integran un cuerpo colegiado
cuya responsabilidad fundamental es la de ser, en el ámbito municipal en el que actúan,
garantes del cumplimiento de los derechos difusos y colectivos de niños, niñas y
adolescentes. El Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes tiene
una junta directiva, integrada por el presidente o presidenta del Consejo, cuatro
representantes del alcalde o alcaldesa y tres representantes elegidos o elegidas por los
consejos comunales, con lo cual se toma en cuenta la inclusión de los particulares en los
cargos públicos administrativos de protección de la niñez y adolescencia.
Así pues, los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes forman parte
de la estructura administrativa y presupuestaria de las respectivas alcaldías, pero
adoptando con plena autonomía las decisiones relativas al ejercicio de sus
atribuciones, con fundamento en su conciencia, la justicia y la ley.
Ámbito judicial
Ministerio Público
Según lo establece el artículo 169 de la LOPNNA, el Ministerio Público deberá contar
con fiscales especiales para la protección de niños, niñas y adolescentes en cada
localidad donde se constituya un Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes. Así pues, establece el deber de crearse fiscales especiales de
protección de niños, niñas y adolescentes exclusivamente para el - ejercicio de la
atribución prevista en el literal c) del artículo 170 de la LOPNNA, los cuales deberán
ser distintos a aquellos con competencia en materia penal ordinaria.
La falta de intervención del Ministerio Público en los juicios en que la ley la requiera
expresamente, implica la nulidad de éstos (artículo 172 de la LOPNNA).
Atribuciones del Ministerio Público
Órganos jurisdiccionales
Corresponde a los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y a la
Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, el ejercicio de la
jurisdicción para la resolución de los asuntos sometidos a su decisión, conforme
con lo establecido en este Título, las leyes de organización judicial y la reglamentación
interna. (Artículo 173 LOPNNA). Los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes tendrán sede en Caracas y en cada capital de estado, además de las
localidades que determine la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (Art. 174 LOPNNA).
La reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente establece la
organización de los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en circuitos
judiciales, previendo la posibilidad de crear más de un circuito judicial en una ciudad,
dependiendo de las necesidades del servicio de justicia. Estos tribunales estarán
constituidos en primera instancia por jueces de mediación y sustanciación y jueces
de juicio, en segunda instancia por jueces superiores y, se contempla de forma
expresa que, los recursos de casación, de control de la legalidad y de interpretación
serán conocidos por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia.La
Dirección Ejecutiva de la Magistratura podrá determinar en cada circuito judicial, según las
necesidades del servicio, si la ejecución corresponde a los jueces de mediación y
sustanciación, a los jueces de juicio o, si es necesario crear jueces de ejecución en
materia de protección de niños, niñas y adolescentes. Así mismo, se contempla que podrá
separar la competencia de mediación y de sustanciación, atribuyendo a jueces y juezas
de primera instancia del circuito judicial cada una de estas atribuciones.
1. IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Este principio es considerado pilar fundamental de los Derechos Humanos. Su
fundamento se encuentra en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
En cuanto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el principio de
igualdad está presente en el artículo 2, donde es uno de los valores de su ordenamiento
jurídico en la actuación de los derechos humanos, así como en su artículo 21.
La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en su artículo 3,
centra el reconocimiento de la igualdad de derechos de todos los niños y niñas en
la protección igual que todos merecen por su condición, así como en la superación
de la intervención selectiva sobre familias e individuos bajo determinado tipo de
circunstancias. De ahí que la igualdad y la no discriminación se erijan como principios
fundamentales en todas las consideraciones jurídicas que se desprenden del nuevo
marco, y que deban ser una consideración central, destinado al desarrollo de políticas
igualitarias en el ámbito público y privado, que garanticen el respeto de los
derechos humanos de los niños. En consecuencia, no debe haber distinción para
negar o conceder derechos, utilizándose como fundamento la condición social, el
sexo, la religión o la edad (igualándose así los derechos de los niños al de los
adultos). Este principio, se proyecta más allá de la propia condición del niño, al
prohibir no sólo la discriminación en razón de las condiciones inherentes a la
propia persona (niño, niña o adolescente), sino que además se amplía para evitar (y
prohibir) la discriminación en razón de alguna condición de sus padres o
representantes legales, como por ejemplo, el caso de niños cuyos padres sean de
etnia diferente a los demás, o de nacionalidad extranjera, respecto al país en donde
nace el niño.
Con ello, según Nelly del Valle Mata, ha quedado plenamente establecido que el ejercicio
de la ciudadanía, que no es más que la consecución del desarrollo integral del
adolescente y, en definitiva, el desarrollo de sus capacidades, se logrará no sólo con el
reconocimiento, preservación, defensa y el ejercicio pleno de sus derechos, sino
que también habrá de alcanzarse con la asunción de las obligaciones que le
conciernen.
Lo antes señalado, indica a las claras que el ejercicio de los derechos por parte del
adolescente no es ilimitado, sino que frente a ellos están los derechos de otras
personas, los cuales deben y tienen que ser respetados y ello ocurre en íntima conexión
con los deberes que está obligado a asumir. Así pues, el ejercicio de derechos, lleva
implícito la asunción de la obligación de respetar los derechos y garantías de otras
personas.
3. PRIORIDAD ABSOLUTA
El artículo 4 de la Convención sobre los Derechos del Niño establece este principio.
Por su parte, la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, da
contenido expreso a este fundamental Principio doctrinario; en efecto el artículo 7 de la
misma.
Este Principio también exige la consideración prioritaria de los Derechos, Garantías
e Intereses de los niños, niñas y adolescentes en el desarrollo de las Políticas
Públicas y Privadas.
En este sentido, la Prioridad Absoluta rige la toma de decisiones públicas a favor de
la población de niños, niñas y adolescentes como mandato de la Convención, a fin
de asegurar la efectividad de las acciones del sector público y privado y con ello los
derechos personales y sociales de los mismos.
La Prioridad Absoluta es un Principio cuya finalidad es asegurar la efectividad de los
Derechos y Garantías de los niñas, niñas y adolescentes, por lo que su naturaleza jurídica
corresponde al de una garantía, debiéndose incluir dentro de los llamados “Principios
Garantistas”. Su objetivo es simple, hacer realidad aquello de que “los niños están
primero” a través de una obligación de carácter jurídico.” (Cornielles, 2000).
A diferencia del principio del Interés Superior del Niño, la Prioridad Absoluta no se
orienta al ejercicio de los Derechos per se, sino a la toma de decisiones efectivas y
a las consecuentes acciones a favor de la niñez y la adolescencia. Este principio
está orientado a los decisores y a quienes intervienen y actúan de forma directa o
indirecta con los niños, niñas y adolescentes.
6. PRINCIPIO DE GRATUIDAD
La gratuidad es un principio que hace posible la universalidad de los servicios, programas
y procedimientos administrativos y judiciales a todos los niños, niñas y adolescentes,
establecido en el articulo 9 de LOPNNA. Esto quiere decir que los funcionarios
administrativos y judiciales, y las autoridades públicas que en cualquier forma
intervengan en tales asuntos, los despacharán con toda preferencia (principio de
prioridad absoluta) y no podrán cobrar emolumento ni derecho alguno, ni aceptar
remuneración; lo cual abarca inclusive todas las actuaciones y las demandas
originadas por la competencia jurisdiccional en materia de niñez y adolescencia,
como es el caso de los emolumentos para las citaciones en cualquier demanda a
las que se refiere la LOPNNA.
Es necesario resaltar que el artículo 21 de la LOPNNA fue reformado en lo que respecta a
la Gratuidad en el Registro del Estado Civil, cuando hace referencia expresa que todas
las expediciones de actas de nacimiento serán gratuitas, no sólo la primera expedición,
señalando a su vez que las mismas no tendrán fechas de vencimiento.
Por último, considerando lo expuesto anteriormente y visto el carácter imperativo de las
normas, se puede concluir:
• Los usuarios o justiciables no deben cancelar un monto por obtener un acta certificada
de nacimiento de un niño, niña o adolescente.
• No deben sufragar los gastos de traslado al alguacil para que haga efectiva la
notificación del demandado.
• En general, los funcionarios públicos en sedes administrativas o judiciales, así como
cualquier autoridad pública, no podrán cobrar emolumentos ni derecho alguno, ni aceptar
remuneración en ningún caso donde se ventile algún interés de los niños, niñas y
adolescentes, lo cual abarca entre otros a los registradores y notarios.