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La alcalinidad se define en forma operacional como la capacidad de una solución (solución / suspensión

acuosa diluida de compuestos orgánicos e inorgánicos, términos usados como sinónimo de agua) para
neutralizar un ácido (CNA), o la cantidad de ácido que se requiere por litro para disminuir el pH a un valor
aproximado de 4.3, esta capacidad se puede atribuir a la presencia de bases como; HCO 31-, CO32, y OH1-, lo
mismo que a especies presentes en pequeñas concentraciones de silicatos, boratos, amoniaco, fosfatos y bases
orgánicas.

La acidez es una medida de la capacidad de un agua para neutralizar una base fuerte, se atribuye a la presencia
de ácidos como H2CO3y HCO31- y algunas veces a ácidos fuertes.

Por el carácter ácido o alcalino de las aguas podemos decir que el fenómeno de neutralización es de suma
importancia en los procesos de tratamiento de las aguas de uso industrial. Es esencial por ejemplo; la
concentración del ion oxidrilo, el cual puede determinar la concentración de muchos iones metálicos, y
comprender que algunos iones metálicos se comportan como ácidos, como es el caso del ion férrico, que tiene
una fuerza ácida comparable al ácido fosfórico por lo que gran parte de su química está regida por
propiedades ácidas, así mismo; que el sistema de carbonatos con su influencia sobre el pH de las aguas
naturales puede gobernar la solubilidad
de algunos iones metálicos,
propiciando que la composición
química de éstas se puedan alterar por
la precipitación de minerales y por la
subsiguiente sedimentación de estos
sólidos en soluciones sobresaturadas,
dañando severamente los equipos y
tuberías. En general podemos decir
que; el tratamiento de las aguas, las dosis de productos químicos requeridos para reducir la dureza (calcio y
magnesio) en parte están controladas por las propiedades ácido-base de la solución que se maneja.

Objetivos: Familiarizarse con titulaciones ácido fuerte / base débil, a través de una determinación cuantitativa
de la alcalinidad en una muestra de agua.

Los silicatos suelen también hacer una contribución significativa a la alcalinidad total de
las aguas naturales, debiendo su presencia esencialmente a
la meteorización de feldespatos.
Por otra parte, otros aniones mayoritarios existentes en las aguas naturales (con
excepción de carbonatos y bicarbonatos) provenientes de la disolución de sales minerales
como los sulfatos y cloruros apenas tienen incidencia en la alcalinidad total.
En general podría decirse que en promedio el 80 % de la alcalinidad de un agua natural
proviene de la disolución de rocas carbonatadas, en tanto que el 20 % restante se origina
por la meteorización de alúmino-silicatos (o feldespatos).
Una consecuencia de la presencia de un cierto grado de alcalinidad en el agua se refleja
en la capacidad de la misma de mantener su pH relativamente estable ante el agregado
de un ácido, lo que es conocido como efecto tampón o buffer.
La determinación cuantitativa de la alcalinidad del agua se logra fácilmente
por titulación con una solución de ácido sulfúrico de normalidad conocida y
utilizando fenolftaleína y verde de bromocresol como indicadores, dependiendo esto del
pH inicial de la muestra en análisis. Habitualmente, el contenido de alcalinidad se expresa
en mg/l (miligramos por litro) o ppm (partes por millón) de carbonato de calcio (CaCO3).
La determinación de la alcalinidad reviste suma importancia en los procesos
de potabilización del agua ya que la eficiencia del proceso de coagulación depende
fuertemente de este parámetro; asimismo, en el antiguo proceso de ablandamiento
químico del agua la medida de la alcalinidad es fundamental para determinar las
cantidades necesarias de cal y carbonato de sodio para lograr la precipitación de las sales
de calcio y magnesio.
La alcalinidad o basicidad del agua se puede definir como una medida de su capacidad
para neutralizar ácidos.1 En las aguas naturales, esta propiedad se debe principalmente a
la presencia de ciertas sales de ácidos débiles, aunque también puede contribuir la
presencia de bases débiles y fuertes.
En general, en las aguas naturales, los compuestos que más contribuyen a la alcalinidad
son los bicarbonatos, puesto que se forman fácilmente por la acción del dióxido de
carbono atmosférico sobre los materiales constitutivos de los suelos en presencia de
agua, a través de la siguiente reacción:
CO2 + CaCO3 + H2O → Ca2+ + 2HCO3-
Es decir que las aguas adquieren su alcalinidad por medio de la disolución de
minerales básicos carbonatados, los que además aportan al medio
sus cationes mayoritarios, como Ca2+, Mg2+, Na+ y K+.

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