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Los comentarios como

género filosófico.
Su génesis y evolución desde
el aristotelismo hasta la
hermenéutica cristiana

Viviana Suñol [Conicet - Universidad Nacional de La Plata]

Resumen: Los comentarios fueron el principal aristotelianism to the appropriation by Christian


medio de producción filosófica desde fines hermeneutics, we will identify the philosophical
del helenismo hasta la Antigüedad tardía. La interests that determined the appropriation of
riqueza y profundidad de esta producción fue the texts in every phase.
decisiva no solo por su valor histórico sino
también por su influencia en el pensamiento
posterior. Nuestro propósito es explorar los Key words: commentaries - Aristotle - Alex-
aspectos más significativos de esta evolución ander of Aphrodisias - neoplatonic schools
reconociendo no solo su importancia como - Christian hermeneutics.
fuentes de la obra de Platón y fundamen-
talmente de Aristóteles –figura central en el

L
desarrollo de este género– sino como obras a historia de la géne-
con un valor filosófico propio. Mediante un
esquemático recorrido por su historia: desde sis y evolución de los
su génesis en el seno del aristotelismo hasta
su apropiación por la hermenéutica cristiana, comentarios está inse-
identificaremos los intereses filosóficos que parablemente ligada a
determinaron la apropiación de los textos en
cada etapa. la obra de Aristóteles
y, en menor medida, a
Palabras clave: comentarios - Aristóteles - los diálogos de Platón.
Alejandro de Afrodisias - escuelas neoplatóni-
cas - hermenéutica cristiana. La riqueza y profundi-
dad de esta producción fue decisiva
Commentaries as philosophical genre. no solo por su valor histórico, sino
Their origins and evolution from
aristotelianism to Christian hermeneutics también por su influencia en el pen-
Abstract: Commentaries were the most samiento posterior. Dicha influencia se
important way of philosophical production percibe de manera tácita y expresa en
from the end of Hellenism up to late Antiquity.
The richness and depth of this production was la tradición árabe, en el pensamiento
decisive not only for its historical value but also
for its influence in later thought. Our intention is latino medieval, en el Renacimiento
to explore the most significant aspects of this e incluso en la Modernidad. A pesar
evolution recognizing its importance not only as
sources of Plato’s work and fundamentally of de su importancia, la investigación
Aristotle –the central figure in the development
of this gender– but also as works with their sobre los comentarios se constituyó en
own philosophical value. Through a schematic un terreno de estudio independiente
overview of its history: from its origins within

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recién en el último tercio del siglo XX1. ble carácter remitente de este género3,
Hasta entonces tradicionalmente se los comentarios fueron durante más de
destacaba su importancia como fuen- 600 años, i.e. desde fines del helenismo
tes secundarias del pensamiento de los hasta la Antigüedad tardía, el instru-
grandes filósofos, ignorando su valor mento a través del cual se produjo filo-
filosófico propio así como la origina- sofía. Si bien es cierto que esta activi-
lidad de las ideas surgidas durante este dad tempranamente se constituyó en
período, algunas de las cuales errónea- una disciplina técnica que desarrolló
mente se atribuyeron a los siglos XIII sus propios instrumentos tales como
y XIV2. lemas, escolios, glosas, signos diacríti-
En concordancia con el creciente cos, prólogos, etc.4, los textos fueron la
interés y la orientación de la investiga- ocasión para exponer el punto de vista
ción contemporánea, nuestro propósito del comentador-filósofo. Precisamente
aquí es mostrar que a pesar del inexora- este ‘interés’ filosófico es el que deter-
minó la selección de las obras que fue-
ron objeto de comentarios, cuáles eran
relevantes y cuáles no, qué disciplinas
1 La monumental edición de Herman Diels filosóficas se estudiaban, en qué orden
en 23 volúmenes de los comentarios griegos
de Aristóteles para la Academia de Berlín 3 La palabra griega ὑπóμνημα que corres-
–Commentaria in Aristotelem Graeca (CAG) ponde a la latina commentarius tiene un
(1882-1909)– es un hito en la historia del inevitable carácter remitente, pues designa
estudio de los comentarios. Pero solo hacia en primer lugar aquello que trae a la
fines del siglo XX se inició un amplio pro- memoria un recuerdo. El término alude
yecto de investigación, que incluye entre sus a un recordatorio, un monumento, una
principales tareas la traducción al inglés de conmemoración en forma oral o escrita,
los comentarios en la serie titulada Ancient es decir: notas o memorandos (s.v. LSJ); de
Commentators on Aristotle (ACA). Dicho ahí que sus primeras apariciones refieran
proyecto –dirigido desde 1987 por Richard a documentos o registros de uso público
Sorabji– no solo comprende los comen- y privado y que por extensión, el término
tarios griegos de Aristóteles, sino también luego se aplicara a las notas explicativas o a
aquellos que han sobrevivido en otras len- los comentarios seguidos, compuestos por
guas como el árabe, el hebreo y el latín, e los filólogos helenísticos. El término nunca
incluye además otras obras de los comen- refiere a un escrito independiente completo
tadores. En el ámbito continental Pierre e (Pfeiffer 1981: 68).
Ilsetraut Hadot impulsaron el estudio de
4 Desde los bizantinos existe confusión entre
los comentarios.
ὑπόμνημα, σχόλια y γλῶσσα. Actualmente
2 Así por ejemplo, Thomas Kuhn atribuye la se suele entender que el primer término
doctrina del ímpetu a la revolución cientí- refiere a los comentarios propiamente
fica del siglo XIV, pero fue Filopón quien dichos, el segundo a los comentarios o
la empleó para explicar el movimiento de notas escritos en los márgenes de un texto,
los proyectiles, probablemente basándose mientras que las glosas generalmente refie-
en la inclinación natural de los elementos ren a definiciones breves encontradas entre
sublunares que a su vez, forma parte de la las líneas de un texto literario, también son
dinámica de Alejandro de Afrodisias. Cfr. denominadas ‘glosas’ las notas marginales
Sorabji (2004: 1. 2; 12-14); (1990: 25); que consisten en definiciones breves. Cfr.
Sharples (1987: 1215). Dickey (2007: 11 n. 25).

186 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
y cómo, influyendo incluso en la forma en la situación política ateniense y
de apropiación de los textos. A través en el mundo griego en general fue
de un esquemático recorrido por los determinante en la transmisión de los
principales momentos que hacen a la textos aristotélicos (Lord 1986: 141-
génesis y evolución de este género, i.e. 142). Más allá de la verosimilitud de
desde su aparición con la edición de las anécdotas narradas por Estrabón
Andrónico, su desarrollo con el aris- (Geografía, 13 1. 54, 13. 608), Plutarco
totelismo renovado de Alejandro de (Sila, 26, 1-3, 468 A-B) y Ateneo (V,
Afrodisias, su rica expansión filosófica 214 d-e) acerca de las peripecias del
con las escuelas neoplatónicas de Ate- legado de estas obras de Aristóteles,
nas y Alejandría hasta los comentarios lo que ellas ponen de manifiesto es
bíblicos de Orígenes, ilustraremos el que luego de su muerte o más preci-
modo en que estos intereses filosóficos samente la de su sucesor Teofrasto7,
influyeron en cada etapa. ¶ dichas obras estuvieron ausentes del
escenario intelectual hasta el siglo
El surgimiento de I8. Esta ausencia se atribuye a la falta
los comentarios como
género filosófico ción e interpretación de los textos clásicos
que los propios comentadores convirtieron
en canónicos.

T
radicionalmente se suele vincu-
lar el nacimiento de los comenta- 7 Tradicionalmente se suele enfatizar el
carácter empirista y aún materialista que
rios como género filosófico con el Liceo habría adoptado con Teofrasto y
la edición que Andrónico de Rodas5 con su sucesor, Estratón. Aún cuando hay
hizo de las obras esotéricas de Aristó- quienes consideran que ellos representan la
teles en el siglo I a.C., probablemente decadencia del aristotelismo o incluso ven
una oscilación entre platonismo y mate-
hacia el año 60 a.C6. La turbulencia rialismo (Merlan 1967), es con Licon con
quien la escuela entró en franca decadencia.
5 No está claro si la edición de Andrónico Cfr. Sharples (1997).
es la editio princeps. Al parecer, este estaba
8 A partir de la revalorización de los tres catá-
consciente sobre la existencia de ediciones
logos de escritos aristotélicos preservados,
y organizaciones previas a la de él mismo.
el de Teofrasto y el testimonio de Ateneo,
Cfr. Tarán (2001: 484, 491).
Lord (1986: 144-145) sugiere que la mayo-
6 Los comentarios filosóficos tienen un ante- ría de los principales tratados de Aristóteles
cedente importante en los comentarios junto a muchas obras de Teofrasto fueron
poéticos, que desde el siglo II a.C. produje- adquiridas por Ptolomeo Filadelfo (hijo
ron en Alejandría los filólogos helenísticos, y sucesor de Ptolomeo Soter) de parte de
ejemplarmente representados por Aristarco Neleo y trasladadas a la Biblioteca de Ale-
de Samotracia. Esta tradición erudita se ori- jandría, en donde integraron una colección
ginó en torno a la Biblioteca de Alejandría, mayor de material peripatético catalogado
donde confluyeron un movimiento de poe- bajo el nombre de Teofrasto. Mientras que
tas-filólogos y una corriente peripatética otra parte de las obras de Aristóteles fueron
de origen ateniense, lo cual posibilitó un enviadas por Neleo a Scepsis, dicha colec-
notorio avance de la crítica textual y de la ción fue inventariada. Los principales tra-
técnica editorial a través de la colación, edi- tados permanecieron en Alejandría y solo

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de interés que habrían despertado cuyas obras no hay mucha informa-
entre los primeros peripatéticos, ción disponible. Desde el siglo I a.C. y
pues parece poco plausible que haya hasta la primera mitad del siglo II, las
habido una disponibilidad limitada Categorías se constituyeron en el eje en
de los textos9. En su edición, Andró- torno al cual se desarrolló la actividad
nico ordenó, organizó y catalogó estas exegética sobre Aristóteles, al punto
obras a partir de un criterio lógico, tal que su estudio no quedó confinado
recuperándolas definitivamente para únicamente a los peripatéticos, puesto
la posteridad10. Si bien es cierto que que diversos miembros de la Academia
dicha edición ejerció una profunda platónica como Antíoco, Aristo de Ale-
influencia en el florecimiento de la jandría y Eudoro, así como también
filosofía aristotélica que se inició a algunos estoicos tales como Atenodoro
partir del siglo I, no puede sostenerse y Cornuto mostraron un especial inte-
que sea enteramente responsable de él. rés crítico por esta obra. A pesar de
Como sugiere Tuominen (2009: 7-8), su carácter medular entre los intérpre-
no fue el descubrimiento de los textos tes antiguos, no es posible inferir que
lo que produjo el florecimiento de los todos ellos hayan escrito comentarios
estudios aristotélicos sino a la inversa, a las Categorías (Falcon 2005). De
este interés subyacente provocó que se hecho, el primer comentario del cual
les prestara atención. se han conservado partes significativas
La labor de Andrónico dio lugar es el de Aspasio a la Ética a Nicómaco
a una intensa actividad editorial y que data del siglo II. Probablemente
exegética entre sus discípulos11, de el hecho de que la ética no despertara
tanto interés entre los comentadores
como las cuestiones lógicas haya per-
posteriormente fueron reconocidos como
obras genuinamente aristotélicas. mitido su pervivencia.
Sin duda, los intereses filosóficos
9 Para Tarán (2001:482-483 n. 6 y 7) los
ejemplos de Crisipo y Posidonio, así como de Andrónico influyeron en sus deci-
las listas antiguas de sus escritos revelan la siones editoriales. En efecto, aún hoy
disponibilidad de todos o de la mayoría de se discute el peso de estas respecto del
los tratados de Aristóteles durante el período
carácter instrumental que le otorgó a
helenístico. Cfr. Sharples (1997: 152).
la lógica; con relación a su creación del
10 Según Lord (1986: 157-158) se ha sobrees-
timado la labor editorial de Andrónico y es
término “metafísica”; a propósito de
preciso tener en cuenta la organización de la disposición de los libros en varios
sus escritos por parte del propio Aristóteles tratados, especialmente en la Metafí-
y de sus sucesores inmediatos. sica, etc., (Anagnostopoulos 2009:
11 Aún cuando se ignora si Boeto de Sidón 17-20). Teniendo en cuenta que la
–principal discípulo de Andrónico– escri- moderna edición canónica de Bekker
bió un comentario lineal a las Categorías, su
estilo exegético parece haber sido diferente (Berlín, 1831) deriva directamente de
al de su maestro y algunas de las cuestiones su organización temática de las obras
por él tratadas persistieron en los comenta- conforme a la tradicional división de la
dores antiguos.

188 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
filosofía en lógica, física y ética12, puede tarios, sobrevivieron otras obras de
decirse que la influencia de Andrónico Alejandro, en algunas de las cuales
se prolonga hasta nuestros días. A dife- se enfrenta al estoicismo14. El tratado
rencia de los sucesores inmediatos de suplementario sobre el alma cono-
Aristóteles, v.gr. Teofrasto o Estratón, cido como Mantissa –cuya autoría
que continuaron su obra y en algunos es dudosa pero que tradicionalmente
puntos se distanciaron de él, a partir se atribuyó a Alejandro– ejerció una
de la edición de Andrónico se observa profunda influencia en Plotino fun-
un cambio en el estatus de los textos, damentalmente a través de dos ideas:
los cuales adquirieron una autoridad la del intelecto activo aristotélico
canónica como objeto de interpreta- como siendo Dios en nosotros mis-
ción (Sharples 1997: 152). ¶ mos (Sorabji 2004: 3. 304-309), dis-
cusión que se prolongará hasta Tomás
El desarrollo del género: de Aquino pasando por Temistio15 y
el aristotelismo de Averroes, y la de la auto-intelección
humana16.
Alejandro de Afrodisias Tanto en sus obras como en sus
comentarios, Alejandro procuró expli-

E
l gran comentador de Aristóte-
les fue Alejandro, cuyos comen-
tarios ya fueron considerados (Sorabji 2004: 1. 6; 2004: 2. 29). Para un
ejemplares en la Antigüedad y su listado de sus obras, comentarios, fragmen-
influencia se prolongó incluso hasta tos perdidos y conservados, cfr. Sharples
(1997: 1182-1199).
el Renacimiento. Como maestro de
14 Entre estas obras se destaca un tratado
la cátedra pública aristotélica en Ate-
sobre De Anima en el que sigue la estruc-
nas –en la que se desempeñó desde tura y el contenido de la obra aristotélica
el año 198 al 211– procuró articu- sin ser un comentario lineal, De Fato en el
lar de manera sistemática el pensa- que se opone al determinismo estoico y De
Mixtione donde rechaza la idea estoica de
miento del Estagirita, defendiéndolo
κρᾶσις.
frente a los estoicos, epicureístas y
15 Temistio supone ciertas desviaciones de
platónicos13. Además de los comen- carácter histórico, geográfico, metodoló-
gico y estilístico respecto a los comentado-
12 Merlan (1967: 114) remonta esta triparti- res de su tiempo. Alejado del epicentro de
ción de la filosofía a Jenarco y Aristóteles producción, no escribió comentarios sino
(Top. 105 b 19). paráfrasis de las obras de Aristóteles en las
que combina las citas con sus propias expli-
13 De sus numerosos comentarios se han
caciones. Sin llegar a ser un aristotelista
preservado aquellos sobre Tópicos, Ana-
como Alejandro, su obra es más próxima a
líticos Primeros (solo conservado el Libro
Aristóteles que a Platón. Ante el avance de
I), Acerca de la sensación, Meteorológicas
la fe cristiana, al parecer Temistio adoptó
y Metafísica (Libros Α-Λ). Recientemente
una posición conciliadora. Cfr. Tuominen
no solo se han descubierto algunos datos
(2009: 25-27); Sorabji (1990: 3, 17).
de su biografía sino también partes sus-
tanciales de los comentarios perdidos a la 16 Sobre su influyente doctrina del intelecto,
Física y Acerca de la generación y corrupción cfr. Sharples (1987: 1204-1213).

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car a Aristóteles a través de Aristóteles totélica” (Reale 1985: 164), ya que a
mismo, incluso en aquellas cuestiones partir del siglo III y bajo la influencia
de las que el Estagirita no se ocupó, de Plotino se produce un punto de
como es el caso de la discusión estoica inflexión en la exégesis aristotélica. ¶
acerca del determinismo y la de la
Providencia. Si bien su interés filo- El giro neoplatónico en la
sófico primario era la interpretación tradición de los comentarios
precisa de Aristóteles, el diálogo con
otras corrientes filosóficas especial-

L
a figura de Plotino ocupa un
mente con el estoicismo lo impulsó a lugar fundamental en la historia
ampliar su vocabulario y sus preocupa- de los comentarios, pues si bien
ciones filosóficas. Así por ejemplo, con es cierto que actualmente no se lo
relación a la Providencia presenta una encuadra en esa categoría, ocasional-
concepción mecanicista que garantiza mente él se describe a sí mismo como
la continuidad de las especies subluna- comentador de Platón y de hecho,
res pero que no se extiende a la forma sus seguidores lo tratan como tal. Su
de los individuos (Sorabji 2004: 2. filosofía emerge de la de Platón y, en
79-84). Asimismo, contra el deter- particular, del platonismo medio a
minismo estoico identifica el destino la vez que establece un vínculo muy
con la naturaleza individual de cada estrecho con el pensamiento aristo-
cosa que determina lo que ocurre en la télico y estoico. Habiendo realizado
mayoría de los casos. En estas como en una crítica profunda a las categorías
otras cuestiones, de las que sí se ocupó aristotélicas, a las que considera insu-
Aristóteles como ser la naturaleza de ficientes incluso en el mundo sensible
los universales, del alma, la eternidad (Sorabji 2004: 3. 67-70); en su des-
del cosmos, la relación entre el inte- cripción de los principios que estruc-
lecto activo y el material, etc., Alejan- turan el mundo Plotino se apoya en
dro dice asumir una posición aristoté- los diálogos tardíos de Platón. Su idea
lica, pero que claramente incluye sus de las tres hipóstasis metafísicas de
propios desarrollos, los cuales a su vez la realidad se convirtió en el eje de la
tuvieron gran influencia histórica. A discusión filosófica al punto tal que ya
diferencia de los comentarios produ- no será el aristotelismo, sino su rein-
cidos por las escuelas neoplatónicas, terpretación de la filosofía platónica
los suyos no revelan una adaptación a la que determinará la lectura de los
un contexto de enseñanza formal y su textos canónicos, sin que ello impli-
naturaleza es discursiva y en algunos que una perfecta unidad doctrinaria
casos, aporética. Como advierte Fal- entre sus numerosos partidarios. Tan
con (2005), Alejandro fue “el último importante fue esta transformación
verdadero intérprete de Aristóteles”, en la producción de comentarios que
puesto que con él culmina la historia se habla de “la segunda desaparición
de los comentadores “de profesión aris- del aristotelismo, o más bien su absor-

190 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
ción en el Neoplatonismo” (Sharples doctrinales sino a diferencias verbales
1997: 154). o actitudinales, y en todos los casos
Porfirio y Jámblico postularon la –salvo alguna excepción como lo es la
hipótesis hermenéutica de la armonía discusión en torno a los universales– el
entre Platón y Aristóteles, que inde- privilegio es otorgado a Platón. Porfi-
pendientemente de su falta de correc- rio fue el responsable de la definitiva
ción resultó ser sumamente rica para incorporación de Aristóteles al currí-
el desarrollo de las ideas filosóficas de culo de Occidente, fundamentalmente
los comentadores neoplatónicos, en la gracias a sus comentarios y, en especial,
medida en que los obligó a una lec- a su Isagoge que no solo es una intro-
tura detenida de los textos de ambos y ducción a las Categorías sino más bien
les planteó el desafío interpretativo de a “la lógica entera del Peripato, y por
armonizarlos en cuestiones en princi- tanto, a la filosofía misma” (García
pio irreconciliables. A partir de Porfi- Norro-Rovira 2003: XVI). A través
rio, este principio se convirtió en una de la traducción latina de Boecio18, este
regla exegética fundamental entre los opúsculo ejerció una notoria influencia
neoplatónicos, aun cuando no todos que se prolongó incluso hasta el Rena-
mostraron la misma intensidad en su cimiento, sin olvidar que fue un texto
esfuerzo de armonización, ni tampoco básico en el mundo árabe. Al admitir
la efectuaron de manera unitaria17. Si que las categorías no son acerca de las
bien este principio se origina como cosas sino de las palabras en cuanto
estrategia para enfrentar la acusación que significan las cosas y que se apli-
que esgrimían los cristianos acerca de can al mundo sensible y no al mundo
las contradicciones entre los filósofos inteligible platónico, Porfirio enfrentó
griegos, paradójicamente culminó las críticas de su maestro dando un
–como advierte Sorabji (2004: 1. 14 paso importante en el camino hacia la
y 17; 3. 38)– en la asimilación cristiana armonización (Porfirio en Cat. 58, 3-6;
del dios y el alma humana aristotélicos. Sorabji 2004: 3. 61)19. Jámblico fue
La presuposición básica es que las dis- más lejos que Porfirio, puesto que con-
crepancias no se deben a desacuerdos
18 Boecio vio al neoplatonismo en comunión
con la cristiandad y ayudó a su profunda
17 Sorabji (2004: 3. 37) destaca que la bús-
penetración en la sensibilidad cristiana,
queda de armonía comienza ya con el pla-
legando la tradición de comentarios al
tonismo medio y dentro del neoplatonismo,
mundo latino desde el siglo VI al XII. Sus
hay comentadores como Siriano y Proclo
comentarios junto con la Isagoge, las Cate-
en los que no hay una pretensión de armo-
gorías, el De Interpretatione constituyen el
nización. Por su parte, Merlan (1967: 117)
currículo que los lógicos medievales deno-
advierte que la síntesis entre platonismo y
minaron Logica Vetus.
aristotelismo no es enteramente peculiar
a los platónicos y neoplatónicos, pues ella 19 Porfirio efectuó sagaces críticas a la práctica
puede observarse en el peripatético Aris- platónica del sacrificio y del consumo ani-
tocles (segunda mitad del siglo II), quien mal, al cristianismo y a la religión egipcia.
niega cualquier diferencia esencial entre Esta última lo llevó a un marcado enfren-
ambas escuelas. tamiento con su alumno Jámblico, quien

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sideraba que las categorías de Aristó- red de escuelas entre las que se des-
teles eran adecuadas no solo al mundo tacan la de Atenas –encabezada por
sensible, sino también al mundo inteli- Plutarco de Atenas y que dio lugar
gible de las Formas platónicas, lo cual a la obra de Proclo– y la de Alejan-
supuso una interpretación ‘intelectual’ dría –encabezada por Amonio y de la
de las Categorías en paralelo con su cual surgió Filopón–. Durante los tres
concepción más elevada de la práctica siglos que se extiende el predominio
religiosa (Sorabji 2004: 3. 8; 74-75). del Neoplatonismo, puede observarse
También llevó la armonización más una gran movilidad en el interior de
allá mediante un detallado intento de esta red escolar, muchas veces deter-
integrar el pitagorismo con las filoso- minada por las persecuciones de los
fías de Platón y Aristóteles. Sus grandes cristianos. En efecto, la producción de
aportes a la exégesis fueron la regla del los comentarios no permaneció ajena
σκόπος previa al análisis de cada uno a los cambios en el balance de poder
de los textos estudiados20 y el estableci- que por entonces se producían entre
miento del currículo estándar de doce los cultos griegos y el cristianismo21.
diálogos de Platón para ser leídos des- Aunque no todos los integrantes de lo
pués de los tratados seleccionados de que actualmente denominamos ‘neo-
Aristóteles, en una secuencia diseñada platonismo’ se inclinaron favorable-
cuyo propósito religioso era llevar a la mente hacia la teúrgia22, ella fue uno
unión con Dios. ¶ de los principales ejes de disputa con
el cristianismo23.
Los comentarios como
eje de la vida de las 21 Como señala Hoffmann (2006: 598): “el
Neoplatonismo fue por muchos siglos el
escuelas neoplatónicas de esqueleto filosófico de un movimiento
Atenas y Alejandría multiforme –intelectual, cultural, religioso
pero también político– que fue la ‘reacción
pagana’ al establecimiento de un imperio

P
lotino impartió su enseñanza Cristiano […]. La filosofía y la religión
en Roma, pero su influencia pagana estaban por entonces estrechamente
se difundió de oeste a este a lo unidas y el neoplatonismo devino el refugio
de los dioses del panteón clásico […]”.
largo del mundo ‘helenizado’, desde
Roma y Sicilia hasta Atenas, Alejan- 22 El fervor de Jámblico hacia la teúrgia se
opone al silencio de Plotino y la adhesión
dría y Apamea, conformando una de Olimpiodoro se diferencia de las reservas
expresadas por Porfirio, quien sostiene que
dedicó un tratado De mysteriis Aegyptiorum la teúrgia purifica la imaginación pero no
a la defensa de la teúrgia. permite llegar a Dios. Cfr. Sorabji (2004:1.
21ss.).
20 La búsqueda de un propósito único a lo
largo de una obra adquirió fuerza de ley en 23 A partir de Jámblico, la práctica de la teúrgia
los comentarios neoplatónicos y su influen- experimentó un gran desarrollo adoptando
cia se prolongó hasta los comentarios incluso a los Oráculos Caldeos –colección
medievales pasando por los de la patrística. de oráculos teológicos forjados durante el
Cfr. Viciano (1991: 112-118). reinado de Marco Aurelio por teúrgos del

192 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
Tradicionalmente se estableció una comentarios a los diálogos platónicos
oposición doctrinal entre las escuelas Fedón y Timeo son considerados como
de Alejandría y de Atenas, conforme el punto más alto del currículo neopla-
a la cual la primera habría propuesto tónico– fue entre los comentadores el
una interpretación racional de las más hostil con respecto al pensamiento
obras de Aristóteles, mientras que la de Aristóteles y quien menos se esmeró
segunda habría circunscripto su inter- en la armonización exegética con su
pretación a un punto de vista típica- maestro. Contrariamente, su discípulo
mente neoplatónico. En la literatura Amonio –director de la escuela ale-
especializada actual se cree que no hay jandrina– adhirió fuertemente a este
una diferencia doctrinal significativa principio, el cual lo llevó incluso a afir-
entre ambas, lo cual se manifiesta en el mar que Aristóteles aceptó las Formas
hecho de que los métodos de interpre- platónicas, al menos bajo la forma de
tación aplicados en los comentarios de principios en el intelecto divino y que
las Categorías son los mismos (Hadot admitió la responsabilidad de Dios en
1991: 175-176). Simplemente, puede la existencia del universo (Sorabji
identificarse una diferencia en cuanto 2004: 2. 165-167). Simplicio –que
al énfasis que cada una de las escuelas estudió con Amonio en Alejandría
le otorgó al estudio de ambos filósofos, y con Damascio en Atenas24– se vio
pues los representantes de la escuela obligado a abandonar Atenas y a exi-
ateniense (Plutarco, Siriano, Proclo liarse en Persia a raíz de la decisión de
y Damascio) produjeron complejos Justiniano en el año 529 de prohibir la
comentarios a los diálogos platónicos, enseñanza de la filosofía en Atenas25.
al tiempo que los comentadores alejan-
drinos (Amonio, Olimpiodoro, Elías, 24 A pesar de haber estudiado en Atenas y
David y Stephanus) se centraron en en Alejandría, se considera que la obra de
la obra de Aristóteles. Proclo –cuyos Simplicio es representativa de la escuela
ateniense.
25 El devenir histórico de cada una de las
siglo II– como libro sagrado (Hoffmann escuelas fue diverso ya que la de Atenas
2006: 607). Se trata de una revelación divina –dirigida por Damascio– debió cerrarse
en verso hexamétrico de un sistema cosmo- en el 529, mientras que la de Alejandría
lógico y soteriológico y de un conjunto de continuó por más de un siglo, a pesar de
reglas rituales e instrucciones. Los detalles las fuertes persecuciones que los neopla-
sobre su surgimiento tienen un carácter tónicos padecían por parte de los cristia-
hipotético, pero hay acuerdo en que hacia nos. Posiblemente, las concesiones que su
fines del siglo III alcanzaron un estatus director Amonio debió hacer con respecto
canónico y se los reconocía como libro a la práctica teúrgica hayan sido decisivas
sagrado dentro de los límites de un círculo para su continuidad (Sorabji 2004: 1. 11,
religioso con conexiones internacionales. 20-25; 1990: 12). Hacia mediados del siglo
La compresión, explicación y propagación VI la mayor parte de sus alumnos eran cris-
de esta sabiduría oculta es iniciada por Por- tianos, al igual que sus últimos directores:
firio, pero fue Jámblico quien hizo de ellos David y Elías. El fin de la Escuela de Alejan-
la culminación del currículo neoplatónico. dría estuvo determinado por el traslado de
Cfr. Athanassiadi (1999: 149). Stephanus a Constantinopla en el año 610.

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El fervor religioso que se percibe en vento, su estricta regulación del tiempo
sus comentarios pone de manifiesto el y su organización del plan de estudios
carácter que estos tenían como ejer- en torno a la lectura de los textos canó-
cicios espirituales, a la vez que revela nicos26. La interpretación de textos era
la estrecha conexión que por entonces el eje en torno al cual se centraba la vida
existía entre la filosofía, la fe y la revela- de las escuelas atenienses y alejandrinas.
ción (Hoffmann 2006: 599-600). Este A lo largo del desarrollo de un sofisti-
fervor lo impulsó a establecer un fuerte cado plan de estudios se les infundía a
antagonismo con Filopón. A diferencia los alumnos los principios generales de
de los restantes comentadores, Filopón la exégesis neoplatónica. La compleja
era cristiano y el punto medular de su organización del programa educativo
desacuerdo con estos fue acerca de si el estaba compuesta por varias etapas,
mundo es eterno o ha sido creado. Se cada una de las cuales era el resultado
trata de una cuestión de considerable del encadenamiento de sucesivas intro-
importancia a la que Filopón le dedicó ducciones. A raíz de su función prima-
dos tratados (uno contra Proclo y otro riamente pedagógica los comentarios
contra Aristóteles) y si bien él repre- eran –especialmente en Alejandría– el
senta la transición entre la antigua tra- fruto de las notas de clases tomadas por
dición filosófica y la cristiana, en sus los alumnos, a esta clase de comenta-
argumentos no se apoya en la fe ni en rios se los denominaba ἀπὸ φωνῆς.
los textos bíblicos, sino en las supo- Sin embargo, también podían ser el
siciones de sus adversarios (Sorabji resultado de la labor de composición
2004: 2. 175-178). por parte del maestro, como es el caso
Más allá de sus diferencias, ambas de los comentarios de Proclo y de Sim-
escuelas tenían una compleja estructura plicio. A su vez, estos eran claramente
escolar y curricular común. La práctica distinguidos de otros escritos que cons-
de la exégesis de los comentarios neo- tituían su investigación personal y que
platónicos estaba íntimamente ligada al en algunos casos, eran publicados como
marco institucional de la escuela, con obras independientes.
su jerarquía encabezada por la inmensa El currículo neoplatónico constaba
autoridad del διάδοχος (el sucesor del de cuatro etapas principales, dentro de
fundador de la escuela) –cuya actividad cada una de las cuales existía un orden
docente era considerada como un ver-
dadero acto de deificación–, el ejercicio
26 Las clases se organizaban en dos partes: en
de una vida comunal propia de un con- la primera, uno de los discípulos leía en
presencia del maestro alguno de los textos
que componían el currículo y sus comen-
Respecto de la Escuela de Atenas, algunos tarios previos, al tiempo que el maestro
sostienen que no desapareció completa- acompañaba esta lectura con sus propios
mente después del 529, ya que a partir del comentarios, a estas lecciones se las deno-
exilio de sus miembros en Harran habría minaban πράξεις; en la segunda parte de
influido en la Escuela de Bagdad fundada la clase, tenía lugar la discusión libre de los
por Tâbit b. Qurra. Cfr. Sorabji (1990: 18). temas bajo la guía del profesor.

194 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
fijo para el estudio de cada obra. Un cas28. La lectura de los diálogos plató-
primer ciclo propedéutico se iniciaba nicos conformaba la tercera etapa del
con un conjunto de estudios prepara- programa y estaba basada en la selec-
torios, prólogos y análisis de discursos ción de textos propuesta por Jámblico,
que culminaba en la Isagogé de Por- la cual tenía un marcado carácter reli-
firio, como el texto que daba paso a gioso de tono procesional e iniciático29.
la instrucción propiamente filosófica. Finalmente, la cuarta etapa de estudio
La segunda etapa estaba dedicada a iba más allá de la filosofía y compren-
Aristóteles, cuyo estudio y comen- día a los Himnos Órficos y a los Orácu-
tario de sus obras a lo largo de todo los Caldeos, siendo estos últimos una
el Neoplatonismo tuvo un propósito suerte de Biblia o libro sagrado en cuya
propedéutico. Los Pequeños Miste- autoridad revelada se fundamentaba
rios –que era como se denominaba toda la exégesis neoplatónica30.
a sus obras– no eran estudiados por
sí mismos, sino en cuanto que eran
28 En las introducciones a sus comentarios
considerados como una preparación a las Categorías, Amonio, Filopón, Olim-
necesaria para acceder a los Grandes piodoro, Simplicio y David dividen las
Misterios de la filosofía platónica. Este obras de Aristóteles en tres clases: escritos
particulares (τὰ μερικά), escritos inter-
programa filosófico que se iniciaba en
medios (τὰ μέσα) y escritos generales (τὰ
la lógica aristotélica y culminaba en καθόλου). A estos últimos los subdividían
el Parménides platónico abarcando en ὑπóμνημα y σύνταγμα y esta clase a su
incluso elementos supra-racionales de vez, en diálogos y los escritos en los que
Aristóteles habla por sí y para un público
la teúrgia, estaba diseñado de modo tal
restringido (αὐτοπρόσωπα). Solamente
de elevar a los alumnos hacia Dios. La esta última clase de obras eran consideradas
secuencia de lectura –que se iniciaba representativas de la filosofía del Estagirita
con la lógica continuaba con la ética, e integraban el complejo currículo neopla-
tónico en el que eran clasificadas en escri-
la física, la matemática y concluía con
tos instrumentales, prácticos y teoréticos.
la teología metafísica27– se hallaba en Cfr. Hadot (1991: 178-180); Schütrumpf
estrecha conexión con la clasificación (1991: 98); Tarán (2001: 502-508 n. 44).
neoplatónica de las obras aristotéli- 29 Este plan de textos se componía de dos
ciclos: el primero compuesto por diez diá-
logos (Alcibíades I, Gorgias, Fedón, Crátilo,
Teeteto, Sofista, Político, Fedón, Simposio
27 No hay acuerdo acerca del orden que ocu-
y Filebo) respondía a la jerarquía neo-
paban la ética, la matemática y la física en
platónica de las virtudes; mientras que el
este ciclo de estudio. Amonio y Simplicio
segundo ciclo que incluía el Timeo y el Par-
sostienen la necesidad de una ética no-
ménides se organizaba a partir de la división
aristotélica ya que esta presupone la lógica,
entre física y teología.
pero no hay certeza respecto a esta cuestión
dado que los comentarios conservados a 30 Según Athanassiadi (1999: 153) era tal
la ética no son neoplatónicos. En cuanto a la oscuridad e incoherencia de esta poe-
las matemáticas algunos las situaban como sía automática –fruto del estado de trance
preliminares de la secuencia y otros, las alcanzado por el teúrgo– que el comentario
colocaban como puente entre la física y la oral o escrito de los Oráculos fue conside-
teología. Cfr. Sorabji (2004: 3. 41). rado como el punto más alto de la carrera

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A pesar de la rivalidad e incluso de que debieron atender a necesidades
las persecuciones, el neoplatonismo prácticas más urgentes. Los prime-
influenció profundamente en la filo- ros comentarios bíblicos se remontan
sofía cristiana no solo mediante los recién al año 150. A mediados del
aspectos formales de la exégesis, sino siglo II esta actividad tuvo un gran
también a través de la teología y la florecimiento, principalmente en las
espiritualidad, tal como el giro interior iglesias situadas al este de Roma tales
iniciado por los estoicos y desarrollado como Galilea en Palestina, Antioquía
por los neoplatónicos para encontrar la en Siria, Egipto, etc. En este período
verdad en uno mismo31. ¶ temprano, los comentarios bíbli-
cos no tuvieron un desarrollo para-
Los comentarios bíblicos lelo en occidente; de hecho, Justino
como depositarios de los e Ireneo, que produjeron en Roma
comentarios –actualmente perdi-
comentarios filosóficos dos– al Apocalipsis habían emigrado
desde Asia (Cerrato 2002). Los pri-

L
a exégesis de los textos sagrados meros comentarios conservados del
no fue una de las primeras pre- Nuevo Testamento son los del gnós-
ocupaciones de los cristianos, ya tico Heracleón al Evangelio de Juan,
los cuales han sido transmitidos de
exegética. Más allá de la diferencia que
existe entre los Oráculos Caldeos y los Him-
manera fragmentaria a través de la
nos Órficos en cuanto al carácter revelado cita de Orígenes. A partir del siglo III,
de los primeros, ambos forman parte de lo tanto en Roma como en Alejandría
que la autora llama “a theological koiné” y a comienza la exégesis de la Biblia fun-
la que describe como “the late antique spiri-
tual Commonwealth” (Ibíd., 177-181).
damentalmente a través de las figuras
de Hipólito y de Orígenes. La obra de
31 En cuanto a la relación que establecieron los
comentadores neoplatónicos con el cristia- ambos es vasta y buena parte ha sido
nismo puede observarse una amplia varie- conservada solo a través de catálogos
dad de actitudes que van desde la ofensiva o fragmentos. El comentario de Hipó-
de Porfirio en sus obras (que fueron que- lito al Cantar de los Cantares consti-
madas en dos oportunidades), el estrecho
compromiso de Jámblico y Proclo con la tuye el primer ejemplo de interpreta-
teúrgia en el marco de la creciente persecu- ción alegórica cristiana. Las citas de
ción por parte de los cristianos, el repudio Eusebio, Jerónimo y Teodoreto entre
de Damascio ante la actitud concesiva de otros atestiguan que sus comentarios
Amonio y la amargura de Simplicio ante
el cierre de la escuela ateniense que derivó fueron numerosos, pero al parecer se
en el ataque al cristiano Filopón, quien a su limitaban al análisis de breves pasajes
vez urdió en Alejandría una contraofensiva de las Escrituras.
contra Proclo respecto al carácter increado Orígenes es quien verdaderamente
del mundo. Asimismo, el acuerdo pacífico
de los alejandrinos Amonio y Olimpiodoro puede considerarse como el creador de
permitió el traspaso “no dramático” de la la exégesis bíblica en el mundo cris-
cátedra de Alejandría a los profesores cris- tiano. Como señala Bardy (1926: 85),
tianos (Sorabji 1990: 15).

196 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
era un intelectual para quien la inves- ginta, los Hexapla constituyen el primer
tigación tenía interés por sí misma, lo trabajo crítico cristiano emprendido
cual lo impulsó al estudio de proble- sobre el Antiguo Testamento. Luego del
mas especulativos sin que ello atentara establecimiento del texto, el exégeta
contra su profundo cristianismo. La debe abocarse a la tarea más impor-
estructura de los comentarios exegé- tante que es la explicación (ἑρμηνεία)
ticos cristianos no fue adoptada de las del mismo. En sus escolios, homilías
escuelas rabínicas que desarrollaron y comentarios, puede observarse un
una profusa actividad exegética en el complejo entramado de interpreta-
siglo I, sino de los modelos provistos ciones en el que confluyen tradiciones
por los comentadores helenísticos. exegéticas muy diversas que van desde
En tal sentido, se discute acerca de la la tipología ‘tradicional’ cristiana, la
posibilidad de que Orígenes y Plotino exégesis rabínica, el método alegórico
se conocieran en Atenas alrededor del filoniano hasta la exégesis gnóstica.
año 245, de hecho se cree que el joven Siguiendo las huellas de Filón, para
Porfirio conoció al primero probable- quien el texto bíblico como el hombre
mente en Cesárea. Imbuido en el medio tiene cuerpo y alma (Vida Contem-
filosófico de su época –fundamental- plativa, 78), Orígenes entiende que
mente el platonismo, el estoicismo, el el exégeta –provisto con la gracia de
pitagorismo– se sirve de los métodos Cristo– debe traspasar el cuerpo de la
y técnicas exegéticas desarrollados por letra con vistas a descubrir su sentido
los comentadores en su propia activi- espiritual. En libro IV de su tratado
dad crítica del texto bíblico. Orígenes Acerca de los Principios (Περὶ ἀρχῶν)
es considerado el pionero de la crítica formula los preceptos y sienta las bases
textual bíblica en la tradición cristiana, de su hermenéutica bíblica, en donde
y el primero en ser capaz de transitar deja en claro que esta no se limita a
el camino de la integración de la crí- una cuestión metodológica sino que
tica erudita con la teología y la espiri- comporta una búsqueda del espíritu,
tualidad. Tal fue la importancia que le lo cual se remonta a las tradiciones
reconoció al establecimiento del texto rabínicas (Mizugaki 1992: 575-577).
bíblico como paso preliminar para la La distinción de diversos sentidos en
interpretación, que el propósito de sus la Biblia, a saber: uno literal (σῶμα),
Hexapla era comparar el texto griego otro moral (ψυχή), y uno intelectual o
recibido, la Septuaginta, para determi- espiritual (πνεῦμα) –que en la práctica
nar inexactitudes y corrupciones con origeniana suelen reducirse a dos32– se
respecto al texto rabínico por enton- corresponde con una jerarquía de la
ces estandarizado, contrastándolo con capacidad exegética y por ende, de la
otras traducciones griegas de modo de
poder mejorar el primero. Aun cuando 32 A diferencia de Daniélou (1958: 207),
se suele criticar el hecho de que prio- Hanson (2002: 236-237) rechaza que en
rizara el texto hebreo sobre la Septua- esta cuestión Orígenes sea depositario de
Filón.

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espiritualidad de los hombres (Acerca parámetros exegéticos característicos
de los Principios, IV, 2, 4; Homilía sobre de la tradición neoplatónica y cristiana,
el Levítico, 1, 447; 5, 455). Indudable- mientras que los de Miguel de Éfeso
mente es en la aplicación del método –en los que se observa una ampliación
alegórico donde más claramente se temática en la consideración del cor-
observa la influencia de la exégesis pus aristotélico– se atienen al interés de
judeo-alejandrina de Filón, quien en exponer la obra de Aristóteles, en virtud
sus numerosos comentarios se abocó de lo cual se los suele vincular al aristo-
a la búsqueda del “sentido profundo” telismo de Alejandro de Afrodisias. ¶
(ὑπόνοια) del Pentateuco, oculto en la
dimensión corporal-literal del texto. Conclusiones
Este método exegético permite acceder
al descubrimiento de la verdad a través

E
ste breve y esquemático reco-
de un proceso sucesivo de expansión rrido a lo largo de la historia de
metafórica y de reducción a la signifi- los comentarios revela una ten-
cación básica (literal) de lo “Existente” sión intrínseca en la constitución de
(Martín 2009: 46-48). La interpreta- la historia de la filosofía y, en general,
ción alegórica que Orígenes expuso en de la historia de la interpretación de
sus comentarios y homilías fue extre- los textos, cualquiera sea su natura-
madamente influyente en los exégetas leza. Me refiero a la dualidad entre
cristianos posteriores. Sin embargo, el carácter técnico-disciplinario y
hacia fines del siglo IV los comenta- el necesario interés filosófico que
dores de la escuela de Antioquía, Dio- comportan los comentarios. Precisa-
doro de Tarso, Teodoro de Mopsues- mente este ‘interés’ filosófico es el que
tia y Teodoreto de Ciro, expresaron su determinó la selección de las obras
rechazo al método alegórico al explicar que fueron objeto de comentarios,
la Biblia en un sentido exclusivamente por ejemplo el carácter medular de
literal e histórico. En estos comentarios las Categorías que serían a lo largo
cristianos es aún más clara la influencia de estos seis siglos el punto de par-
de los comentarios neoplatónicos en la tida de toda la filosofía. Este interés
exégesis bíblica. determinó también la organización
Por último, cabe destacar que hacia del programa escolar de lectura esta-
fines del siglo XI y principios del XII se bleciendo el carácter propedéutico
produjo en Bizancio un resurgimiento del corpus aristotélico respecto a los
de la escritura de comentarios filosófi- diálogos platónicos, los cuales a su vez
cos que alcanzó su punto más alto en se organizaban conforme a un orden
los comentarios de Eustracio de Nicea preciso. Este aspecto es en cierto
y en los de Miguel de Éfeso, ambos modo constitutivo de toda actividad
pertenecientes al círculo de la princesa exegética y puede reconocerse en cada
Anna Commena. Los comentarios de uno de los períodos aquí analizados,
Eustracio siguen a grandes rasgos los v.gr. en la organización de las obras

198 Viviana Suñol / Los comentarios como género filosófico. Su génesis y evolución…
aristotélicas propuestas en la edición clásicas). De hecho, constituyeron el
de Andrónico, en el escolasticismo medio a través del cual los intelectua-
renovado de Alejandro de Afrodisias. les exponían sus propias ideas. Como
Pero sin duda es en los comentarios atestigua el enfrentamiento entre
neoplatónicos en donde de manera Simplicio y Filopón, los comentarios
más notoria puede reconocerse el fueron uno de los terrenos en los que
peso de este interés filosófico. Desde se llevó a cabo la disputa entre neopla-
Porfirio y Jámblico los textos de Pla- tonismo y cristianismo. Pero también
tón y de Aristóteles debieron ser ‘aco- reflejaron las diferencias conceptuales
modados’ para satisfacer el principio y aun políticas entre los miembros del
exegético de la armonía entre ambos, neoplatonismo, por ejemplo las exis-
que resultó ser filosóficamente muy tentes entre Porfirio y Jámblico sobre
fructífero. la práctica de la teúrgia, o la condena
Los cambios sustanciales que de Damascio a la actitud de Amonio
durante este período se produjeron en ante la decisión de Justiniano. Tar-
cuanto al soporte material en el cual díamente los cristianos se apropiaron
eran realizados los propios comenta- de los comentarios como uno de los
rios –fundamentalmente la transición instrumentos fundamentales para la
desde los rollos hasta los grandes códi- exégesis de los textos bíblicos, no solo
ces33–, el enfrentamiento entre las anti- aprovecharon los desarrollos técnicos
guas tradiciones filosóficas, religiosas de la antigua práctica de comentarios
y el cristianismo, la formalización de y, en general, del criticismo textual
un currículo escolar y la constitución sino que también los comentarios con-
de una red erudita de carácter inter- servaron su interés filosófico, lo cual
nacional fueron determinantes para resulta particularmente notorio en la
el desarrollo de este género filosófico. hermenéutica origeniana.
Precisamente, el carácter primaria- Los antiguos comentadores mos-
mente pedagógico de los comentarios traban sin dobleces sus compromisos y
propició el diálogo entre las distintas supuestos exegéticos a la hora de inter-
tradiciones filosóficas (tanto las anti- pretar los textos. A pesar del rigor que
guas como sus prolongaciones post- se postula en la interpretación acadé-
mica contemporánea y de los nume-
rosos adelantos técnicos logrados, el
33 Originariamente los comentarios eran interés filosófico sigue estando pre-
escritos en rollos separados a los del texto
y los versos de este –denominados λῆμμα– sente en la actividad exegética. En defi-
eran repetidos en el rollo del comentario, nitiva, la historia de los comentarios
mientras que las notas breves se consig- nos enfrenta a problemas centrales que
naban en los márgenes y entre columnas. aún hoy afectan a la actividad filosófica
Sin embargo, durante la Antigüedad tardía
gracias al formato de los grandes códices y, en general, a la interpretación. ¶¶
fue posible reunir en un mismo libro y en
una misma página el texto y su comentario
(Hoffmann 2006: 615).

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Recibido: 10-07-2011
Evaluado: 21-08-2011
Aceptado: 24-09-2011

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