Você está na página 1de 8

La Historia Contemporánea es el período más reciente de la historia de la Humanidad, ocupando el espacio

que va desde fines del siglo XVIII hasta el presente. El inicio de esta etapa histórica ha sido tradicionalmente
ubicado en el año de la Revolución Francesa (1789), en el cual se da fin a la Historia Moderna. El fin del
período conocido como Historia Contemporánea no es claro ya que se considera que llega hasta la
actualidad, aunque para algunos pensadores el siglo XXI ha sido el comienzo de la etapa Postmoderna.

A la hora de definir el acontecer mundial desarrollado a lo largo de la Historia Contemporánea, algunos


elementos sobresalen y dan marcada especificidad a este período. En este sentido, debemos mencionar el
establecimiento y la consolidación de fenómenos a gran escala. Mientras que el siglo XIX se caracterizó por el
fenómeno imperialista que permitió a los europeos adueñarse de todos los rincones del planeta sobre los
cuales todavía no ejercían poder, durante el siglo XX se completó el proceso de globalización que hizo que
todo el planeta entrara en íntima relación política, económica, social y cultural.

En la Historia Contemporánea, la población mundial alcanzó un número superior al número del total de la
población mundial de todos los períodos históricos sumados, y esto puede estar íntimamente relacionado con
el desarrollo de importantísimos avances tecnológicos (a partir de la Revolución Industrial), con la
consolidación del sistema capitalista que dio únicas oportunidades de crecimiento y riqueza a las burguesías y
con el avance de las sociedades de consumo que pudieron por primera vez en la historia alcanzar mejores
niveles de vida (con los electrodomésticos, las nuevas técnicas de conservación alimentaria, con el
crecimiento de los entretenimientos y la variantes culturales, etc).

Sin embargo, la Historia Contemporánea también ha significado importantes conflictos y retrocesos. Es aquí
que debemos mencionar a fenómenos que mancharon con sangre y dolor a las sociedades contemporáneas,
especialmente a partir del imperialismo y explotación de los países africanos a fines del siglo XIX, de los
conflictos bélicos como las dos Guerras Mundiales sucedidas en la primera mitad del siglo XX y la Guerra
Fría, del desarrollo de ideologías racistas y totalitarias como el fascismo o el nazismo, con la profundización
de las diferencias sociales entre los que poseen los medios de producción y los sectores trabajadores.
Finalmente, el período de la Historia Contemporánea también significó la destrucción a gran escala de la
naturaleza y del medio ambiente, conflicto que hoy en día empieza a dar sus primeras señales de gravedad.

La era capitalista

Durante el siglo XIX, dos procesos complejos transformaron radicalmente la economía, la política y la
sociedad de Europa: La Revolución Industrial que cambió la forma de producir y de organizar una nueva
economía, estableciendo un sistema capitalista que se extendió a nivel mundial; y las Revoluciones
Burguesas acaecidas entre 1820 y 1848, que difundieron las reivindicaciones de mayor libertad y participación
política de la burguesía, implantando el liberalismo como principio rector de la vida social y colocando a la
burguesía como clase hegemónica.

Como consecuencia se inició una era marcada por el predominio de la economía y la tecnología, del poder
europeo y norteamericano con el mundo a sus pies, caracterizada por la conquista del mundo por la economía
capitalista industrial que construyó una economía de alcance mundial, conducida por su clase característica,
la burguesía, la cual impuso las ideas y creencias que parecían legitimarla: la ciencia, el progreso y el
liberalismo.

La historia de la economía comenzó a caracterizarse por un progreso técnico acelerado, por el crecimiento
económico continuo, aunque desigual, y por una creciente “mundialización” que suponía una división del
trabajo a escala planetaria, cada vez más compleja, y la creación de una red cada vez más densa de
intercambios que conectaban a cada una de las partes de la economía mundial con el sistema global.
Crisis del sistema capitalista: reformas y alternativas

El sistema capitalista que se impuso a mediados del siglo XIX se lo denomina capitalismo liberal, debido a la
implementación de las directrices provenientes del liberalismo económico.*Sin embargo, este capitalismo
tuvo que enfrentar varias crisis que lo llevaron a efectuar una serie de medidas, reformas y acciones para
salvaguardarse. El capitalismo liberal enfrentó dos grandes crisis: en 1873 que se extendió hasta 1896, y el
Crack de la Bolsa de Nueva York en 1829. Esta última significó la crisis terminal de este tipo de capitalismo, el
cual tuvo que abandonar el paradigma liberal.

La crisis de 1873: entre sus causas podemos identificar la crisis en la agricultura europea ya que sus
mercados se veían invadidos de productos agrarios provenientes de Estados Unidos que eran mucho más
baratos debido a la reducción de los costos del transporte. Esto afectó también al sector industrial por el
surgimiento de otros países industrializados que competían en el mercado internacional con Inglaterra, lo que
saturó el mercado. A esta saturación se le sumó a la superproducción de bienes que hicieron caer los precios
de los productos industriales y por lo tanto los beneficios. Las medidas tomadas por los empresarios fueron el
paro de la producción, el descenso de los salarios de los trabajadores y despidos masivos (lo que generó la
organización de los trabajadores como estrategia de lucha para obtener derechos que los protegiesen de los
abusos y sobreexplotación por parte de los patrones). Por su parte muchos países como Alemania, Austria,
Hungría, Francia y Estados Unidos adoptaron medidas económicas proteccionistas, afectando el
librecomercio mantenido por Inglaterra, los Países Bajos, Suiza, entre otros. La competencia entre las
principales potencias por controlar los recursos económicos y los mercados del mundo aumentó la rivalidad
entre ellas, provocando un fenómeno denominado imperialismo. Por otro lado, otra de las salidas a esta crisis
fue el desarrollo de nuevas tecnologías, formas de organizar el trabajo y la producción y la utilización de
nuevas fuentes de energía: la Segunda Revolución Industrial.

*El liberalismo económico propone limitar la intromisión estatal en las relaciones comerciales promoviendo la
reducción en los impuestos y eliminando las regulaciones. Al limitar la intervención del estado el liberalismo
económico cree que está garantizando la igualdad de condiciones y establecerá un mercado de competencia
perfecta, eso sí, al reducir al máximo la participación estatal quedará excluida todo tipo de ayuda social, como
por ejemplo los subsidios

El impacto de la crisis de 1929 La crisis de 1929 tuvo profundas consecuencias en todo el mundo, también
en América Latina. Los países europeos y Estados Unidos, por la crisis, comenzaron a comprar menos
productos, lo que ocasionó que las exportaciones latinoamericanas disminuyeran. De esta manera, los países
no tuvieron divisas (moneda extranjera) para comprar productos extranjeros, por lo tanto también
disminuyeron las importaciones. Sin embargo, la gran cantidad de dinero que debía América Latina a Estados
Unidos y a Europa (deuda externa) se mantuvo. Por lo tanto, como se vendía menos cantidad, a menos valor
pero se debía lo mismo (e incluso más por los intereses), los Estados latinoamericanos se empobrecieron.

La crisis que comenzó con la quiebra de la bolsa de Nueva York en 1929 fue expandiéndose al resto de las
actividades económicas de los Estados Unidos y a las de otros países. Sus efectos se hicieron sentir en
Europa, especialmente en Alemania porque su economía dependía de los capitalistas norteamericanos y,
como vimos anteriormente, también en América Latina.

Las respuestas a la crisis en los Estados Unidos: el New Deal

Como la crisis se mostró más grave y persistente de lo previsto, la mayoría de los gobiernos decidió intervenir
en la actividad económica, dejando de lado las ideas liberales, hasta el momento dominante, e iniciaron
políticas económicas para encontrar soluciones a la crisis. El ejemplo más claro de intervención del Estado fue
el que puso en marcha el presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, en 1933. Su
programa, el New Deal (“barajar de nuevo”), incluyó las siguientes medidas. El Estado: • invirtió dinero para
construir obras públicas como escuelas, calles y parques de recreación; • redujo la jornada laboral para
disminuir el desempleo; • otorgó créditos a las empresas que querían invertir; • puso en marcha un programa
de asistencia social: seguro de desempleo, vejez y enfermedad y supresión del trabajo infantil; • obligó a
reducir la producción agrícola para elevar los precios de las cosechas y aliviar la situación de los agricultores;
• construyó diques, centrales hidroeléctricas y complejos industriales para reactivar las economías regionales;
• firmó acuerdos con las empresas privadas para frenar el descenso de los precios y de los beneficios
empresariales; • legalizó los sindicatos, dio garantías al derecho de huelga y fijó salarios mínimos

PRIMERA GUERRA MUNDIAL

FUERZAS EN PUGNA

TRIPLE ENTENTE: 1- Estados: Gran Bretaña, Francia, Rusia (después se incorporaron 21 países más)

2- Características: Dominio de los mares: excelente red de comunicación favorecían el abastecimiento;


permitían bloquear los puertos de los adversarios y deja las colonias enemigas a su merced

3- Aspectos bélicos: Superioridad en número y recursos; falta de preparación para la guerra, falta de
método, falta de dirección única. Contaba con un buen apoyo logístico que aseguraba el triunfo en una
guerra de larga duración.

TRIPLE ALIANZA: 1- Estados: Austria-Hungría, Alemania, Italia (neutral hasta 1915), Turquía (ingresó en
1914), Bulgaria (ingresó en 1915)

2- Características: Bloque territorial compacto: Excelente sistema de ferrocarriles, favorecía el conjunto de


las comunicaciones y el transporte de tropas, permitía que la unidad de mando estuviera en Alemania.

3- Aspectos bélicos: Superioridad en preparación técnica del ejército y cuerpos de reserva; mejor material:
artillería pesada de campaña y artillería de sitio. Contaba con el “factor sorpresa” y con una guerra de corta
duración que aseguraría el triunfo

RESULTADOS DE LA GUERRA
En el plano político: Finalizó el predomino europeo.

Después de la Revolución Rusa, Rusia y Estados Unidos de América se perfilaron como las potencias
hegemónicas mundiales.

Desaparecieron las antiguas dinastías y sus sistemas absolutistas.

En el plano económico:

Los países europeos vieron afectadas sus finanzas y todos ellos fueron deudores de Estados Unidos.

Estados Unidos y Japón acrecentaron su poder económico

Las naciones europeas encontraron diferencias para rehacer su economía interna de post-guerra.

En el plano social:

La dificultad para reincorporar a los ex combatientes a las actividades productivas a las actividades
productivas, acentuó los conflictos.

El desempleo y la mendicidad hicieron estragos.

La mujer –que debió desempeñar las ocupaciones de los hombres durante la guerra- fue revalorizada.

GOBIERNOS TOTALITARIOS:

TOTALITARISMO el totalitarismo representa una concepción del Estado, que lo sitúa como un fin en sí
mismo, en lugar de constituir un medio para conseguir fines que permitan la trascendencia de la Sociedad y el
individuo. El Estado se convierte en algo omnipotente, al cual se subordinan todos los miembros y
manifestaciones de la sociedad. Todos los sistemas totalitarios se caracterizan por su dogmatismo, que
determina la imposición de concepciones sin posibilidad de crítica. En esta dirección, se elabora una filosofía
oficial, y las manifestaciones públicas como la prensa, la publicación de libros, etc, deben orientarse
exclusivamente en sus postulados. Su presencia invade todas las manifestaciones de la sociedad: individuo,
familia, asociaciones, iglesia, ejército, etc. Se basa en un apoyo popular, estructurado a través de un partido
nacional único, ya que las demás agrupaciones están prohibidas. El totalitarismo surge en períodos de crisis,
donde la inseguridad invade el cuerpo social

FASCISMO El término Fascismo tiene su origen en la voz latina “fases” que significa “haz” o conjunto de
varillas amarradas alrededor de hacha, símbolo que representa la unidad y la fuerza. Nace en la Italia de la
primera postguerra del siglo XX, en un período de crisis social e inestabilidad política. Italia, que había sido
una nación victoriosa en la primera guerra, tuvo consecuencias económicas y sociales que asemejaban su
situación a la de un país derrotado. Además fue tratada por sus aliados como una potencia de segundo
orden, cosa que despertó el resentimiento del pueblo italiano. El Fascismo, aparece como una reacción
frente a movimientos de izquierda, y lo inspira y organiza, Benito Mussolini, ex socialista, expulsado del
partido por sus declaraciones favorables a la Primera Guerra Mundial. Sus primeras manifestaciones fueron
los “grupos de combates” que se enfrentaron a los Socialistas y mantuvieron fábricas en funcionamiento
durante las huelgas. No se debe buscar ninguna inspiración filosófica ni ideológica en los orígenes del
Fascismo, ya que solamente planteo reclamaciones generales con las que fácilmente se podía embanderar la
totalidad de la población: el reordenamiento del Estado, y la grandeza de Italia, fueron las banderas del
naciente Fascismo, y con ellas exaltó el sentimiento nacionalista. Estos principios concuerdan con la idea de
movimiento, que permite captar adeptos en todas las clases sociales. En los años posteriores, Mussolini fue
dando forma a esta idea y formuló su teoría equidistante del Capitalismo y del Socialismo, basada en la
alianza y la colaboración de clases, en oposición a la competencia liberal y a la lucha de clases marxista.
Estos principios fueron articulados en un sistema corporativo, que se subordinó a la omnipotencia del Estado

NAZISMO El término Nazismo es una contracción de la palabra “nacionalismo”, y más concretamente de


la denominación, Partido Obrero Nacional

Socialista Alemán, agrupación fundada en Munich en 1919 por un obrero de apellido Drexler. Muy cerca de la
fecha de su fundación ingresó al partido Adolfo Hitler, que por ese entonces era una especie de agente
secreto destinado a infiltrarse en los movimientos políticos, y en poco tiempo se hizo cargo de la dirección. En
su seno militaban nacionalistas y socialistas no marxistas que preconizaban un socialismo nacional. El partido
Nazi tiene un paralelismo con el Fascismo italiano y se puede afirmar que existió en ellos una mutua
influencia, al mismo tiempo que sus orígenes responden a factores económicos, políticos y sociales de una
gran similitud si bien Alemania acababa de perder la guerra e Italia era una Nación vencedora, la situación
económica y social que atravesaban en la década del veinte podía incluirse en el mismo diagnóstico: alta
desocupación, huelgas, incremento del comunismo, inestabilidad política, etc. la diferencia puede
establecerse en que Alemania era una Nación con un capitalismo industrial muy desarrollado, mientras que en
Italia estas características se presentaban aunque con menor intensidad, en la zona norte, en tanto que la
parte sur, permanecía subdesarrollada. Como todo movimiento político, que pretende subordinar a las mazas
el Nazismo buscó antecedentes ideológicos que justificaran su teoría ; todos ellos son posteriores a la
conformación del Nazismo como un movimiento masivo. Se puede afirmar en sus orígenes, que fue una
reacción a los resultados de la Primera Guerra Mundial, a la vez que producto de la situación económica,
social y política, interna de Alemania. El principal componente ideológico del Nazismo fue su anticemitismo y
su exaltación de la raza aria, basándose en que ésta se encuentra en los orígenes de toda civilización
superior. La raza está por encima del individuo, quien debe estar subordinado al cuerpo social, que es
anterior. El hombre, en esta teoría está considerado exclusivamente desde el punto de vista biológico. Hitler
hace de la raza aria el elemento ideal. En nombre de este concepto racial se desarrollaron distintos planes.
La raza necesitaba hombres fuertes y puros étnicamentes, y para esto había que descartar ideas morales
como el concepto de familia. En cuanto a los Judíos, representaban para el Nazismo el complot internacional.

COMUNISMO Propugna la abolición total de la propiedad privada y el establecimiento de la colectivización de


los medios de producción y consumo. El Comunismo en la actualidad es indistinto del sistema marxista, y se
complementa con los aporte hechos por Lenin, pero ha sufrido algunas escisiones protagonizadas
fundamentalmente por Trostky aunque éste se auto denominó siempre marxista-leninista, por Mai Tse-
Tung,por Ernesto “Che” Guevara. Todas estas escisiones respondieron mayormente a diferencias tácticas,
conservando cada una de ellas lo esencial de pensamiento marxista y, más aún del ideario comunista. El
espíritu comunista parece ser tan viejo como el mundo y la idea de comunidad de bienes aparece
reiteradamente a lo largo de la Historia. Sin embargo, la reacción frente a las injusticias de los poderosos,
más organizada y sistemática, no aparece hasta el siglo XIX, donde los efectos de la Revolución Industrial y la
implantación del modo capitalista de producción determinan la aparición de un numeroso proletariado al que el
sistema niega toda dimensión humana y le adjudica solamente la condición de proveedor de mano de obra.
Los míseros jornales que ganaban los obreros del siglo XIX y la exclusiva apetencia de lucro del capitalismo
en avance, originó la aparición de numerosos reformadores sociales que cuestionaron el sistema. Primero
fueron los Socialistas Utópicos: Robert Owen, Charles Fourier, el conde de Sain Simon, ect. Luego los
Anarquistas: Stirner , Proudhon, Bakunin, hasta que finalmente Carlos Marx y Federico Engel dan forma al
sistema marxista, el cual también es denominado Científico, precisamente para distinguirse de los Utópicos.
El término comunista en el movimiento marxista surge cuando Marx y Engel adosan el nombre para el
manifiesto que le encargo la liga de los justos (1947), luego transformada en “Liga de los Comunistas”.

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

CAUSAS:
El Nacionalismo Agresivo: las revoluciones que engendraron en el primer tercio del siglo XX el comunismo
ruso, el fascismo y el nacionalismo, produjeron en sus adeptos las ideas del más exacerbado nacionalismo.

El Afán Imperialista: las riquezas del mundo estaban repartidas de un modo muy desigual: un corto número de
naciones la monopolizaban casi en su totalidad, mientras que otras que tenían un exceso de población se
hallaban encerradas en sus propias fronteras. No es extraño, que estas últimas potencias intentaran
apoderarse de algunos territorios para establecer en ellos el exceso de su población. Lo peor del caso fue
que para ello se sirvieran de medios ilegales y violentos.

El Nuevo Sistema de alianzas: la conferencia de paz tuvo lugar en Versalles el 18-1-1919; en ella los que
decidieron fueron Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia, “El consejo de los cuatro” , y los países
vencidos solo fueron a firmar lo dispuesto por los estados vencedores. La insatisfacción y la decepción que
produjo esta conducta en los estados vencidos determinarían las futuras agrupaciones.

El Desarrollo Armamentista: el fracaso de la Conferencia Internacional del Desarme(2-11-1934) y la actuación


de Alemania, fueron la señal de una carrera armamentista en los Estados Europeos.

BANDOS QUE SE ENFRENTAN:

Los Aliados: Francia, Gran Bretaña, Unión Soviética, Estados Unidos.

Las Potencias del Eje: Alemania, Italia, Japón

FASES DE LA GUERRA:

En la Segunda Guerra Mundial se pueden distinguir tres fases: 1º Los fulminantes triunfos alemanes (1931-
1941); 2º La reacción aliada y el declive del Eje; 3º La derrota del Eje y el fin de la guerra (1943-1945).

CONSECUENCIAS:

Las Víctimas: el número de muertos llegó a 5 millones. A esta cifra se suman las perturbaciones de los
prisioneros, las secuelas de los campos de concentración, la desorganización familiar, el hambre y el esfuerzo
de adaptación de los soldados vueltos a la vida civil.

La Destrucción: desaparecieron ciudades, vías férreas, carreteras, puentes y plantas industriales, así como se
afectaron los campos fértiles.

Los Vencidos: Alemania debió aceptar la rendición incondicional y los Aliados dividieron su territorio en cuatro
zonas de ocupación(norteamericana, inglesa, francesa y soviética). La ciudad de Berlín, situada en la zona
rusa, también fue dividida en cuatro zonas de ocupación. El tratado de paz, firmado entre Estados Unidos y
algunos de sus aliados y el Japón, no fue suscripto por la Unión Soviética. Alemania sufrió el
desmantelamiento de su aparato industrial.

Los Cambios Políticos: Europa perdió el poder global que conservaba antes de la guerra. Nació una
“bipolaridad” del poder encarnado por dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Algunas
monarquías cedieron paso a regímenes republicanos: tales los casos de Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania
y Bulgaria. El “mundo comunista” extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes. Se planteó un
nuevo conflicto ideológico: por un lado los comunistas y, por otro, las democracias occidentales. Nació la “era
nuclear” y, paulatinamente, fue imponiéndose un nuevo “equilibrio del terror”.

La Guerra Fría

La formación de los bloques Cuando finalizó la guerra, en 1945, el mundo no quedó igual que antes. Se
produjeron cambios muy importantes en la economía, en las fronteras de los países, en los gobiernos y en las
relaciones internacionales. Todos estos cambios y muchos más, estuvieron condicionados por el
enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Sovié- tica. Estos dos países fueron aliados durante la
guerra pero antes de que ésta finalizara surgieron diferencias que originaron temores, desconfianzas y
especulaciones. Fueron tantas y tan irreconciliables que impidieron que se firmaran tratados de paz como los
que se habían hecho al terminar la Primera Guerra Mundial. El centro de las disputas entre las dos potencias
era Europa. La Unión Soviética, gobernada por Stalin, tenía como objetivo conservar bajo su influencia los
territorios ocupados por su ejército en Europa oriental y central. Los Estados Unidos temían que la URSS
impusiera un sistema socialista en todo el mundo. Por lo tanto, se preocupó por establecer su influencia en
Europa occidental, la zona que no había sido ocupada por los soviéticos. A partir de ese momento, una
“cortina de hierro” dividió a los europeos -expresión utilizada por el primer ministro inglés que se hizo muy
famosa. Europa fue solo el primer paso. Pronto, también el resto del mundo se dividió en dos bloques: • uno
occidental capitalista, bajo hegemonía norteamericana • otro oriental socialista, bajo hegemonía soviética

Todos estos hechos marcaron el inicio de una nueva etapa en las relaciones internacionales denominada
Guerra Fría. Se caracterizaba por el enfrentamiento entre las dos potencias y una peligrosa carrera
armamentista. Si bien, soviéticos y norteamericanos, nunca se enfrentaron de manera directa, estallaron
numerosos conflictos localizados en los que se ponían en juego sus intereses. La guerra fría no solo fue
producto de las diferencias que existían entre Estados Unidos y la Unión Soviética. A ambos les convenía
incentivar el temor a un enemigo externo -la otra potencia-. De esa manera lograban mayores apoyos dentro
de su bloque. A los que criticaban a una potencia, se los acusaba de estar favoreciendo los intereses de la
potencia enemiga.

La división de Alemania La Guerra Fría influyó en la política externa e interna de todos los países del
mundo. Un ejemplo de ello fue la división de Alemania en dos países. En un principio, las cuatro principales
potencias aliadas ocuparon Alemania y tomaron algunas medidas en conjunto: se prohibió la existencia del
partido nazi, se encarceló a sus dirigentes y se organizó un tribunal militar internacional en Nüremberg para
juzgar a los “criminales de guerra” nazis por las atrocidades cometidas contra la humanidad. Sin embargo,
muy pronto comenzaron los desacuerdos entre las potencias capitalistas (Estados Unidos, Francia y Gran
Bretaña), por un lado, y la Unión Soviética, por el otro. Fruto de ellos, en 1949, Alemania quedó dividida en
dos estados: la República Federal Alemana o Alemania Occidental, integrada al bloque occidental, y la
República Democrática Alemana o Alemania Oriental integrada al bloque soviético.

Crecimiento económico en el bloque occidental: el Estado de Bienestar El Plan Marshall Al igual que la
Primera Guerra Mundial, la Segunda dejó destruida a la economía de Europa. Los partidos comunistas
europeos aumentaron el prestigio por su activa participación en la lucha contra el nazismo, lo que les permitió
ganar muchos votos. Para contrarrestar la influencia del comunismo, Estados Unidos, decidió ofrecer un plan
de ayuda económica denominado Plan Marshall que fue aceptado sólo por los países del bloque occidental o
capitalista. Plan Marshall El Secretario de Estado, George Marshall, propuso un amplio programa para la
reconstrucción europea: ayuda económica durante cuatro años en forma de créditos y donaciones, que se
habría de repartir entre los países que la aceptasen. El Plan Marshall debía asegurar a Estados Unidos un
cierto control sobre los Estados beneficiarios. Por ese motivo, fue rechazado por los países que integraban el
bloque que estaba bajo influencia soviética, veían en él una vía de control y dependencia de los Estados
Unidos. Los países que aceptaron el Plan Marshall -un total de 16- recibieron, entre los años 1947 y 1952,
13.000 millones de dólares. Ello permitió un rápido crecimiento económico de Europa que, aunque supeditada
al modelo norteamericano y a su liderazgo financiero y monetario, llevó a cabo un verdadero “milagro” de
reconstrucción económica.

El Estado de Bienestar y la expansión económica Entre 1950 y 1973, el capitalismo vivió una etapa
caracterizada por un gran desarrollo económico y un mayor bienestar para la población. Fue producto de la
utilización de fuentes de energía barata, de nuevas tecnologías y del nuevo rol del Estado en el marco de la
creciente rivalidad con la Unión Soviética.

La ampliación del bloque oriental Hasta 1945, el sistema soviético o “socialismo real” -como algunos lo
denominan actualmente-, estaba limitado a la URSS y a Mongolia. En los años que siguieron a la Segunda
Guerra, se expandió con rapidez. Primero a los países de la Europa central y oriental como Hungría, Polonia o
Checoslovaquia, que se convirtieron en satélites de la U.R.S.S. Luego, en 1949, a China en donde triunfó una
revolución comunista liderada por Mao Tse-Tung. La experiencia china animó a otros países del Tercer
mundo a intentar revoluciones. Fue el caso de Cuba en 1959. El bloque comunista continuó ensanchándose.

Una nueva crisis del capitalismo: el fin del Estado de Bienestar

A fines de la década de 1960, comenzaron a percibirse los síntomas de una nueva crisis del capitalismo.
Muchas empresas disminuyeron sus ventas y sus ganancias. Otras, en cambio, se hicieron muy poderosas
con inversiones en diferentes países, eran multinacionales. El Estado de Bienestar tenía dificultades para
cumplir las funciones que lo caracterizaban, por ejemplo, asegurar el pleno empleo o controlar el
funcionamiento de las empresas. La situación se agravó cuando comenzó la gran inflación. Finalmente, la
crisis estalló cuando a raíz de un conflicto entre Israel y los países árabes, la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (O.P.E.P.) limitó sus exportaciones. Esto provocó que el precio del barril de petróleo
aumentara en más de un 300% y se encarecieran las materias primas derivadas del petróleo como los
plásticos, las naftas, el gas-oil... El transporte incrementó sus precios así como el resto de los productos. El
alza de los precios del petróleo terminó con la etapa de energía abundante y barata.

El cierre de algunas industrias y la inflación produjeron desempleo y empobrecimiento. Los gobiernos no


tomaron medidas para cambiar el rumbo de la economía ni para paliar la desocupación como lo habían hecho
en las últimas décadas. Significó el fin del Estado de Bienestar. La crisis social y económica no fue universal
ni afectó a todos los países por igual. La mayoría de los países capitalistas más desarrollados -el Primer
Mundo- fueron los que sufrieron la crisis en forma más inmediata. Los productores de petróleo como la Unión
Soviética y los países árabes se enriquecieron. Los del Tercer Mundo, entre ellos los de América Latina, no se
vieron demasiado afectados por algún tiempo, gracias a los préstamos baratos que obtenían en el exterior.

Las políticas económicas frente a la crisis: el neoliberalismo Frente a la crisis económica, comenzaron a
difundirse las ideas “neoliberales”, que se consideraban herederas de los liberales del siglo XVIII y XIX. “La
política neoliberal tiene como meta principal lograr el crecimiento económico que, cuando llegue a ser
voluminoso- sostienen sus partidarios- elevará los niveles de ingreso y resolverá naturalmente la situación de
los más desfavorecidos. Para lograr este objetivo, es prioritario garantizar la libertad del mercado. A diferencia
del Estado de Bienestar, que intervenía regulando los beneficios de las empresas, los salarios y los precios,
los partidarios del neoliberalismo sostienen que el Estado debe intervenir en la economía sólo para garantizar
la libre competencia. [...] El programa neoliberal que adoptaron los distintos gobiernos se compone de una
serie de medidas caracterizadas por los siguientes aspectos: • El crecimiento económico es la razón de ser de
la economía. • Se privatizan las empresas públicas pues la búsqueda de beneficios y la competencia
mejorarán los servicios. • Se abren sin restricciones las fronteras para las mercancías y capitales para
garantizar la libertad de mercado y la libre competencia. • La política económica del Estado se concentra en
equilibrar el presupuesto fiscal, reducir la inflación y estabilizar la balanza de pagos. • Para promover la
inversión privada, [bajar el costo de la mano de obra y adecuar a los trabajadores a nuevas condiciones de
producción] se “flexibiliza” la legislación laboral.

Você também pode gostar