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Republica Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales “Romulo Gallegos”
Area Ciencias de la Salud
Programa De Medicina
Asignatura: MPCF II
Seccion “4”

Facilitador: Participantes:
 Dr. Jesus Lugo.  Maury Dávila 26.848.479
 Estefany Medina 27.419.850
 Ángel Garcia 27.231.738
 Luisahangelly Giménez 27.679.694
 Obduliana Cordero 27.259.094
 Jose Cordero 27.259.093
 Amor Loyo 26973450
 Renan Coelho 20.794.746

San Juan De Los Morros, Octubre de 2018


INTRODUCCION
En el presente trabajo abordaremos los temas relacionados con el proceso salud enfermedad
en el campo de la familia asi mismo haciendo énfasis en su relación con los niveles de prevención,
que nos dan el abreboca hacia las distintas formas del abordaje al paciente, dando asi un minisculo
manual tanto de enseñanza, prevención y manejo de distintos tipos de situaciones, es importante
resaltar que ningún tema se deslindan del otro ya que la concepción Sanitaria retoma la salud como
un estado positivo y colectivo. Estudiando la transmisión social de la enfermedad, basándose en la
prevención, su historia se desprende de medidas profilácticas desde la antigüedad y desarrollándose
en el método científico a partir del siglo 19 cuyas disciplinas son la medicina preventiva y social,
sanidad y salud pública, utilizando métodos de trabajo como encuesta sanitaria a la población y su
ambiente, realizando programas de salud basados en la epidemiología, otorgando educación sanitaria
a través del fortalecimiento de la prevención individual.
INFLUENCIA DE LA FAMILIA COMO UN TODO EN EL PROCESO SALUD
ENFERMEDAD
En 1948 la ONU estipuló que todo hombre tiene derecho a un estándar de vida adecuado para
su salud y bienestar personal y el de su familia. Definió de manera muy general que la salud es el
completo estado de bienestar físico, mental y social y no únicamente la ausencia de enfermedad o
afección. Este concepto fue ampliado en 1978 en la reunión de Alma Ata, donde se consideró a la
salud como un derecho fundamental de la humanidad y un objetivo social importante para el
mundo. Entre las normas que rigen el cuidado de la salud, el derecho a la salud es un aspecto que
debe situarse dentro de la ética médica. Involucra como protagonista directo al usuario de los servicios
de salud, y es considerado uno de los derechos fundamentales del ser humano, tal como se ha
expresado dentro de los postulados cardinales de la ONU y de la OMS. A este respecto, el llamado
derecho a la salud es un concepto que permanece en el campo de lo utópico, ya que nadie puede
sustraerse en forma absoluta a los efectos del ambiente, de la herencia o de los estilos de vida
prevalentes.
En cambio, lo que sí es posible es poner en práctica medidas para disminuir los riesgos de la
enfermedad o actuar de manera concreta para restaurar la salud perdida. Por eso es más apropiado
hablar del derecho a la protección de la salud, que es la forma en que se introdujo en nuestra Ley
fundamental. Los hechos mencionados han dado lugar a la aparición de múltiples términos y
conceptos que no pocas veces han sido motivo de confusión. Dada su importancia, conviene definir
que por primer nivel de atención se conoce a uno de los tres niveles operativos de la organización de
servicios de salud, en tanto que atención primaria a la salud es la estrategia que constituye el primer
elemento en el proceso permanente de asistencia sanitaria y que surge a raíz de la reunión de Alma
Ata como un enfoque alternativo al problema de salud individual y colectivo, enfoque conceptual y
operativo que representa el impulso más importante que la atención a la salud ha recibido en los
últimos tiempos. El contacto primario es una forma de otorgar la asistencia médica que enfatiza la
importancia de la primera atención que se da y que asume la responsabilidad continua del paciente,
tanto en el mantenimiento de la salud como en la terapéutica de la enfermedad.
Hoy en día, el desarrollo científico y los avances tecnológicos han generado recursos que
permiten no solamente atender la enfermedad, sino también ejercer acciones que favorezcan la salud,
a lo cual se le ha denominado atención primaria, misma que sólo puede ofrecerse durante el estado
de salud, antes de que aparezca el daño; es decir, se ocupa anticipatoriamente de los factores de riesgo
por medio de acciones que inciden sobre el estado de salud. En cambio, la atención secundaria se
ocupa del daño, de la atención a la enfermedad, es expectante y sujeta a demanda. Esta última es la
práctica médica tradicional, la cual, por ser producto en muchas ocasiones de mentalidades
tecnologizadas, resulta impersonal, costosa y fragmentada, y olvida que las personas enferman como
un todo y no como partes. En la actualidad se entiende que la mejor protección al individuo deriva
de la mejor atención al grupo social en que vive; que el criterio de prevención de las enfermedades y
sus secuelas debe privar sobre el de curación y que, consecuentemente, la asistencia médica debe
realizarse primordialmente en los lugares de residencia de los individuos. Esto significa un cambio
fundamental que permite entender que la salud integral no sólo es resultado de acciones médicas, sino
de la totalidad de situaciones socioeconómicas y culturales del complejo ecológico en que viven los
grupos humanos y que se expresa en lo que puede denominarse la calidad de la vida. La medicina
conforma una profesión compleja que es ejercida de mejor manera y con mayor profundidad por
quienes a su capacidad científica aúnan la habilidad para conocer y dominar los avances técnicos,
como la física de las radiaciones y, mejor todavía, por quienes a todo esto le suman la capacidad de
conocer mejor la naturaleza humana. Actualmente los aspectos emocionales de la enfermedad juegan
un papel muy importante, y la manera en que la gente siente y se comporta en respuesta al medio
ambiente y a las influencias culturales depende en gran medida de la forma, duración e intensidad de
sus síntomas e incapacidad. En un mundo cada vez más despersonalizado en el que el materialismo,
la tecnocratización y la sobrepoblación propician que se valore a las personas en razón de lo que
producen y poseen, la familia continúa siendo la única institución en la que la persona es amada, no
por lo que tiene o realiza, sino simplemente por lo que es. El hombre, el ser más evolucionado de la
escala biológica, es paradójicamente el más desvalido e incapaz de subsistir por sí mismo, ya que
para lograrlo necesita depender de su relación con otros seres humanos que satisfagan sus necesidades
básicas, tanto físicas como emocionales. Dice Haley que tratar a un solo individuo por sus síntomas
es como suponer que una vara tiene un solo extremo, y agrega que la causa de la conducta humana
no se localiza tanto dentro del individuo sino en un contexto social más amplio, su familia en primer
término. Según Richardson: “Decir que el paciente tiene familia equivale a afirmar que el órgano
enfermo es parte del individuo”, y aunque ambos hechos parecen obvios, por mucho tiempo ninguno
de los dos recibió el debido reconocimiento por parte de la profesión médica. Para comprender
cabalmente el proceso salud–enfermedad, es fundamental partir del hecho de que, para el médico, la
unidad mínima de estudio debe ser la familia, la cual, en su devenir histórico, se ha convertido en un
complejo sistema, fuente de salud y enfermedad para sus propios integrantes; sin embargo, en
medicina, la unidad de tratamiento ha sido tradicionalmente la que conforman el paciente y su médico;
por ello no es frecuente que el proceso salud–enfermedad se entienda en función de la unidad
familiar,15 ni que se piense en la familia como unidad homeostática, determinante de dicho proceso.
Estos conceptos quedan de manifiesto cuando, por ejemplo, la economía familiar o el cuidado de los
hijos se alteran a causa de la enfermedad del padre o la madre; y cuando otras enfermedades, sobre
todo aquéllas que alteran la armonía de la familia, como la depresión, el alcoholismo o la
drogadicción, no sólo afectan al miembro que la sufre, sino que repercuten en todo el conjunto
familiar.16 La mala salud reduce la productividad, la capacidad para el logro y el ejercicio del empleo,
del desarrollo intelectual y de la participación social y política.
La salud de los individuos está influida por la vida familiar, y las familias se afectan por las
enfermedades y las desgracias de sus miembros. I. McWhinney La familia ha sido motivo de estudio
de las más diversas disciplinas; sin embargo, hasta épocas recientes la medicina se ha propuesto
estudiarla sistemática y científicamente, lo cual se debe en gran parte al enfoque ecológico con el que
se ha visto al proceso salud–enfermedad, en el que el individuo deja de ser analizado como un ente
exclusivamente biológico y cobran interés los factores psicológicos y sociales, muchos de los cuales
se generan en la propia familia y afectan de una u otra forma la salud del individuo.18 De ahí que,
desde la perspectiva de una sociedad en funcionamiento, Fromm llama sana a una persona cuando es
capaz de cumplir con sus roles sociales y participar en la reproducción de la sociedad. Por su parte,
Frenk señala que la salud es un punto de encuentro en el que confluyen lo biológico y lo social, el
individuo y la comunidad, la política social y la económica. Además de su valor intrínseco, la salud
es un medio para la realización personal y colectiva. Constituye, por lo tanto, un índice del éxito
alcanzado por una sociedad y sus instituciones de gobierno en la búsqueda del bienestar que es, a fin
de cuentas, el sentido último del desarrollo. Desde una perspectiva de la acción, la salud debe ser
percibida como un todo integrado por varios componentes, algunos de los cuales pueden estar
afectados por daño, enfermedad o riesgo, y coexistir, en el mismo individuo o población, con otros
que no lo están, mismos que pueden ser motivo de acciones promocionales. En otras palabras, la salud
es inherente a la vida y, mientras exista vida, hay componentes de salud que se pueden y deben
preservar o promover. El proceso salud–enfermedad no debe ser comprendido como simples estados
opuestos, sino como una expresión de todo el proceso vital con grados diversos de equilibrio entre el
organismo y su ambiente; es decir, es un proceso que consta de una ecología. Tampoco es posible
considerar a la enfermedad únicamente como una alteración biológica, sino, como lo señala Martínez
Cortés, una experiencia llena de significados que viven tanto el enfermo como quienes lo rodean. Es
cualquier estado que perturba el funcionamiento físico y/o mental de una persona y afecta su bienestar
al llevarlo a la pérdida del equilibrio que mantiene la composición, estructura o función del
organismo. En consecuencia, es importante darse cuenta de que la salud no puede ser entendida dentro
de los limitados confines de la experiencia individual, y de que una visión más amplia de este proceso
debe comprender también la dinámica del grupo familiar. Mediante el conocimiento de los
psicodinamismos de la familia en relación con el proceso salud–enfermedad es posible, para los
profesionales de la salud, alcanzar una comprensión ideal de los aspectos saludables y patológicos,
tanto del paciente como de su familia, de la interacción entre ambos y de las relaciones dinámicas del
sistema familiar con su entorno. El concepto integral de salud que en la actualidad tiene unánime
reconocimiento puede resumirse en los siguientes puntos:
1. La salud, en tanto expresión de vida plena, es un valor humano de alta jerarquía.
2. La salud es un proceso dinámico de equilibrio del hombre consigo mismo y con el medio
circundante: físico, biológico y social.
3. Salud y enfermedad interactúan de continuo en el ambiente social con expresión individual.
4. Salud y enfermedad se influyen recíprocamente, siendo entre sí a la vez causa y efecto una de la
otra. El reconocimiento de la forma como evoluciona la enfermedad influye sobre el curso de la
misma. Existen cuatro fases de la enfermedad estrechamente vinculadas con la dinámica individual,
familiar y la del propio padecimiento:
a. Aparición aguda o gradual.
b. Evolución progresiva, constante o episódica.
c. Desenlace prematuro, de pronóstico fatal o sorpresivo.
d. Posibilidad de incapacitar cognoscitiva, cinética y sensorialmente, así como de ocasionar pérdida
de energía, imagen y control corporal, de identidad personal y de relaciones íntimas.
El deslinde de las diferentes fases de la enfermedad, al igual que una evaluación acertada de
la familia que incluya la etapa del desarrollo en la que se encuentra, su historia de enfermedades y
pérdidas, sus reacciones ante las crisis, el rol del enfermo antes de la aparición de la enfermedad y el
paradigma familiar relacionado con el control, conducirán a un manejo adecuado de la enfermedad,
que es el objetivo de toda práctica terapéutica.21 Según la Clasificación Internacional de
Enfermedades de la OMS, los problemas de salud pueden ser agrupados de la siguiente manera:
1. Problemas de salud física que afectan fundamentalmente al individuo (faringitis, bronquitis,
artritis, etc.).
2. Problemas de salud física individual, que, por sus características, pueden alterar el funcionamiento
del grupo familiar (enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus u otras
enfermedades invalidantes y mortales).
3. Problemas de salud mental que afectan al individuo pero que repercuten en la familia, ya sea como
causa o efecto (alcoholismo, drogadicción, colon irritable, trastornos de ansiedad, etc.).
4. Problemas de salud familiar que son propiamente del grupo y que, según la Clasificación Triaxial
de la Familia, pueden ser subdivididos en:
a. Aspectos del desarrollo familiar.
b. Disfunción de los subsistemas familiares.
c. Dimensión global de la disfunción familiar. La salud familiar, al estar condicionada por variables
socioeconómicas y culturales, debe entenderse como un proceso dinámico, susceptible de
experimentar cambios a lo largo del ciclo vital de la familia; es por eso que la misma enfermedad,
diagnosticada en diferentes etapas del desarrollo, tiene distintas consecuencias en lo que respecta a la
atención y tratamiento de los aspectos físicos, psicológicos y sociales.
Hablar de la salud familiar implicaría hacer alusión a la prevalencia e incidencia de
enfermedades en una familia determinada. Sin embargo, el enfoque para evaluar a la familia como
sistema integral se apoya más en las relaciones interpersonales que en la suma de los estados de salud
de los miembros que la conforman, ya que la visión integral del proceso salud–enfermedad identifica
al paciente, no como un ente aislado y fragmentado, sino como un elemento dentro del contexto social
que es su familia, en donde la interacción de factores biopsicosociales resulta definitiva. De ahí que
la familia como grupo adquiera una entidad diferente a la entidad de la simple suma de sus
componentes. La utilización del conceptode salud familiar implica, entonces, la explotación de la
capacidad de la familia para cumplir con sus funciones, dentro de las cuales se encuentra incluida la
de formar individuos sanos, tanto física como mentalmente.
Esta visión favorece el otorgamiento de una atención longitudinal e integral de primer
contacto, encaminada no sólo a la reparación del daño, sino también al mantenimiento del completo
estado de salud y bienestar del individuo y su grupo familiar. No obstante lo anterior, la familia no
sólo es el ambiente más importante en el que ocurre y se resuelve la enfermedad, sino también un
excelente recurso para mantener y preservar ese derecho esencial del hombre y la sociedad que es la
salud.
REACCIONES PSICOLOGICAS Y VIVENCIA DE LA ENFERMEDAD DE CADA
MIEMBRO SEGÚN SU GRUPO ETARIO.
ASPECTOS PSICOSOMÁTICOS DEL ENFERMO
Las enfermedades somáticas generalmente tienen un tiempo de incubación que varía de una
enfermedad a otra (8-15 días) los síntomas se van instaurando paulatina y progresivamente o las
manifestaciones clínicas se manifiestan de manera agua en cuyo estado de enfermedad experimentan
una seña de reacciones físicas y psicoemocioales de las cuales se puede describir:
1. Disminución de energías físicas.
2. Un sufrimiento físico localizado.
3. Angustia, ansiedad y depresión.
4. Temor a la soledad o invalidez y amenaza de muerte.
5. Significación de la enfermedad.
1. Disminución de las energías físicas. El desmedro de sus energías físicas limita su
actividad y le obliga adoptar una posición auto defensiva: se encorva o se postra en cama deseando
que este estado sea lo mas pasajero posible.
2. Sufrimiento físico localizado. La molestia principal se localiza en alguna parte del
organismo, dependiendo del tipo de enfermedad somática, y por el desconocimiento de la función
real de sus órganos y sistemas determina que el paciente exagere la magnitud de su preocupación por
su enfermedad.
3. La angustia. La angustia que origina la enfermedad depende de las vivencias
desagradables que haya tenido anteriormente y de las molestias que experimente así como de las
peculiaridades de su personalidad, mostrando intranquilidad, desesperación que repercute en la
disminución de su apetito, en el sueño, sus quejas frecuentes.
La ansiedad es la emoción más común, está presente de manera distinta de la infancia hasta
la muerte. Se presenta cuando el individuo se enfrenta a la amenaza aún indefinida. Cuando la
amenaza se ha definido en algo concreto ansiedad deja paso al miedo (miedo a algo concreto). La
ansiedad se puede expresar de manera diferente, como, por ejemplo, inquietud, insomnio,
hiperactividad, irritabilidad y miedo. Muchas veces los síntomas son tan intensos como para provocar
hiperventilación, palpitaciones, calambres y hasta una serie de quejas gastrointestinales, cardiológicas
o genitourinarias.
Depresión: La depresión surge ante vivencias de pérdida, incluyendo la pérdida de la salud.
De ahí que la asociación entre depresión y enfermedad médica sea común.
Los signos y síntomas de depresión de los pacientes que padecen una enfermedad médica son
los mismos que los que padecen una depresión clínica no asociada a enfermedad física. El principal
problema es que es diagnosticada con muy poca frecuencia y si no se trata, la calidad de vida del
individuo disminuirá, se retrasará la curación y aumentará el riesgo de suicidio. En el diagnóstico de
una depresión asociada a una enfermedad médica son más importantes los síntomas psicológicos que
los físicos. Así, por ejemplo, la pérdida de peso, fatiga o cambios en el ritmo intestinal no serán útiles
para diagnosticar una depresión clínica en el caso de colitis ulcerosa.
Algunas enfermedades, como, por ejemplo, el cáncer de estómago, pueden comenzar como
una depresión, mientras que en otras son comunes los síntomas depresivos, como en el caso de la
artritis reumatoide, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple. En estos casos se postula la
presencia de mecanismos neurobiológicos comunes.
4. Temor a la soledad e Invalidez. La evolución de la enfermedad las molestias somáticas,
su estado de ánimo deprimido determina que en algún momento sienta amenazada su existencia,
sienta temor a la soledad cuando él se encuentre soto en un estado crítico de su enfermedad, pues para
él, es el único que sufre su enfermedad y experimenta inseguridad respecto a sus resistencias
orgánicas que no pueda recuperarse o quede con alguna invalidez, entonces miedo a la muerte,
reflexiones que te hace comprender el valor de la vida, su Importancia y tos aspectos positivos de la
vida, lo que indica que el hombre se resiste y rechaza a la muerte y ahora sus deseos de vivir en
beneficio de su familia y sus amigos.
5. Significación de la enfermedad. Cada Individuo cuando pierde su estado de bienestar que
le proporciona su salud trate de encontrar una significación a su enfermedad según sus vivencias que
haya tenido anteriormente las sensaciones que experimente durante el proceso de su enfermedad
según: sus conceptos sociales, morales, religiosos, según su edad, el sexo, la raza, así como su
constitución y su personalidad.
Algunos pacientes consideran su enfermedad como una prueba para valorar su resistencia y
como una prueba para soportare sufrimiento. Otros pacientes la consideran como un castigo a su
actitud y comportamiento no muy adecuado para que les permita reflexionar y adoptar una nueva
actitud frente a su familia y demás personas.
O es considerado como un hecho natural ya que cualquier Individuo está propenso a sufrir
alguna enfermedad en su convivencia con los riesgos de la naturaleza, su medio ambiente en el cual
vive.
Para algunas personas la enfermedad es una necesidad para obtener un beneficio, ya sea como
una solución a su angustia y sensación de incapacidad frente a una responsabilidad o como una
necesidad de dependencia para obtener el cuidado y la atención que creen merecer.
COMPRENSIÓN PSICOLÓGICA DEL ENFERMO
La comprensión psicológica del enfermo representa una tarea Ineludible para todo médico
práctico. Para captar comprensivamente al enfermo ,el médico debe reunir varias condiciones,
especialmente estas dos:
1° La de asumir una actitud psicológica ante el enfermo.
2° La de conocer teórica y prácticamente las reacciones psicológicas a la enfermedad, más comunes
entre tos enfermos.
Actitud psicológica: Es una actitud abierta, acogedora y expectante, desprovista de
elementos subjetivos y autoritarios y centrados en el acontecer de la personalidad del otro. El
médico se coloca entonces mentalmente en la posición del enfermo, pero sin fusionarse con él. Esta
actitud resulta muy favorable para que el enfermo se entregue más fácilmente a la comunicación, la
ventilación efectiva y la cooperación con el médico.
La actitud psicológica es sobre todo necesaria ante los enfermos más o menos en agonizados
y ante los enfermos en trance de rehabilitación y readaptación. En las situaciones de urgencia y ante
enfermos agudos, el médico debe asumir una actitud Intrínseca directiva, (pensando más en la
sobrevivencia del enfermo que en su comprensión psicológica).
ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL PACIENTECRÓNICO
Hablar de una paciente crónica indica que una persona sufre una enfermedad de larga
evolución, la mejoría de los síntomas es lenta, pasajera y casi nunca está asintomático. El término
crónico tiene un efecto negativo tanto en los familiares del paciente, la sociedad como en los médicos,
quienes no aceptan con agrado responsabilizarse en el tratamiento. Por una parte porque el éxito de
una mejoría es muy remoto, por otro lado los familiares tratan de abandonarlo en la institución médica
que le ha recibido.
El paciente crónico en el seno familiar origina tensiones, confusiones, desánimo y
sentimiento de culpa en sus familiares respecto a los cuidados que brindan al paciente, situación que
repercute en el estado general del paciente crónica originando;
1. Necesidad de seguridad
2. Angustia de ser rechazado
3. Temor al abandono y a la soledad
4. Miedo a la Invalidez
5. Desconfianza en el médico
1. Necesidad de seguridad. Su prolongada enfermedad produce necesidad de dependencia
hacia sus familiares y su enfermedad; insatisfacción general que no hace esfuerzos para
colaborar en sus cuidados, mostrando así que su enfermedad requiere de mejores atenciones.

2. Angustia de ser rechazado. Su actitud y su estado de ánimo pesimista determinan que el


paciente crónico experimente angustia a ser rechazado no soto por sus familiares, sino
también por otras personas por lo tedioso que resulta su cuidado no solo desde el punto de
vista económico, sino por el tiempo que tienen que dedicar en su atención y cuidado.

3. Temor al abandono y soledad. Su larga enfermedad debilita su estado físico, su función


social y sus aspiraciones de recuperación, por lo que experimenta temor que sus familiares le
abandonen y se encuentre a merced de su soledad.

4. Miedo a la Invalidez. Las experiencias y las vivencias que tiene el paciente crónico en el
transcurso de su enfermedad, el desmedro de sus energías físicas y psíquicas, su necesidad
de dependencia, tiene miedo a la Invalidez permanente, lo que determina que cada vez se
abandone a tos cuidados de los demás posibilitando su invalidez.

5. Desconfianza en el Médico. El paciente crónico en su relación con sus médicos tratantes se


percata que no muestran mayor interés por su enfermedad, por lo que desconfía que haya
algún médico que pueda hacer algo mejor para superar su estado y vuelva a valerse por sí
mismo.
El médico es consiente que frente a un paciente crónico no dispone de los medios terapéuticos
necesarios ni el equipo de personas que le permitan rehabilitar a un paciente en estas condiciones, por
lo que sus esfuerzos no tendrán el resultado que desearla esperar, lo que su desánimo tampoco se deja
esperar; sin embargo no hay que olvidar que como médicos tenemos que seguir buscando una medida
para luchar por las dolencias hasta los últimos momentos de la vida de los pacientes.
CRISIS FAMILIARES Y RELACION CON EL CICLO EVOLUTIVO DE LA
FAMILIA
Durante las diferentes etapas del desarrollo familiar, la familia enfrenta diferentes momentos
críticos del ciclo evolutivo, que implican cambios tanto individuales como familiares, los que pueden
constituir un período de crisis.
En estos períodos de transición de una etapa del ciclo vital a otra hay indefinición de las
funciones, porque los miembros de la familia están asumiendo un nuevo rol. El querer conciliar ambos
funcionamientos produce en ocasiones fluctuaciones, inestabilidades, transformaciones, que se
expresan en ciertos niveles de desorganización de la familia, y es lo que se denomina como crisis
evolutiva.1
Según Blaustein S. estas crisis son llamadas evolutivas, porque están en relación con los
cambios biológicos, psicológicos y sociales de cada uno de los miembros de la familia, y con los
cambios, en consecuencia, de las pautas de interacción en el contexto familiar. En estas crisis
evolutivas se cambian las viejas pautas de interacción por otras nuevas que posibilitan, a cada uno de
los miembros de la familia, el desempeño de nuevas funciones en sus roles, poniendo de manifiesto
un desarrollo cada vez más acabado de individuación y de una estructura familiar cada vez más
compleja y diferente a la anterior, lo que da lugar al crecimiento y desarrollo de la familia.
Por su parte Louro I. plantea que en este proceso de cambio predominan las tareas
denominadas de desarrollo, las que están relacionadas con las etapas del ciclo vital que
necesariamente tiene que atravesar la familia para desarrollarse, crecer y madurar. Cuando cada uno
de los miembros de la familia tiene bien definidas sus funciones y los roles correspondientes al ciclo
vital cronológico, va creándose una estructura familiar organizada que le permite tener un desarrollo
en su identidad familiar y en la individualidad personal de sus componentes. Ahora bien, si en el
esfuerzo de reorganización familiar la propia estructura familiar, por su falta de flexibilidad, no lo
permite, aparecen entonces las disfunciones familiares.
Estas crisis son denominadas normativas o transitorias. El término transitoria está utilizado,
como señala Pérez C. "en un sentido cinético y no en el sentido temporal de la palabra, esto es: una
crisis es transitoria en función de que posibilite o no el paso de una etapa a la otra del ciclo vital y no
se refiere en ningún sentido al tiempo de duración de la crisis".
Sin embargo, la dinámica familiar como todo proceso en desarrollo no es lineal y ascendente.
Este proceso se ve afectado en muchas ocasiones por situaciones, que introducen cambios en su
estructura y funcionamiento, debido a la existencia de hechos que actúan como fuentes generadoras
de estrés, como es el caso del divorcio, padecimiento de una enfermedad crónica, o el fallecimiento
de un miembro de la familia, los cuales tienen una expresión particular en cada familia en dependencia
de su historia, su propia dinámica, de la significación que asigna al evento o situación, y de los
recursos con que cuenta para hacerle frente. En este caso las tareas que debe desarrollar la familia,
son tareas de enfrentamiento que se derivan de las llamadas crisis no transitorias o paranormativas.
Como hemos visto las crisis familiares están asociadas tanto a la ocurrencia de determinadas
situaciones transitorias de la vida familiar como el matrimonio, el nacimiento de un hijo, la jubilación,
que dan lugar a las llamadas crisis normativas; como también por situaciones o hechos accidentales,
que desencadenan las crisis no transitorias o paranormativas, que generalmente tienen un mayor costo
para la salud. Las crisis familiares han sido abordadas por algunos autores dada la importancia que le
atribuyen en la salud familiar.
Al término crisis se le han dado diferentes significados, según la intencionalidad de los
estudios de los diferentes autores. Es una palabra que arrastra, desde siglos, un significado dramático
y negativo, del cual, recién en los últimos tiempos y con el desarrollo de las nuevas concepciones
sobre las crisis evolutivas, se ha tratado de dar un concepto más positivo. Derivada etimológicamente
de un vocablo griego, crisis significa separación y elección, definiéndose con estas 2 acciones un
proceso dinámico compuesto por un período, en el que deben producirse una separación (de algo -
alguien), antes de que pueda darse una elección (de algo-alguien) como expresión de una evolución
madurativa; y entre ambos un tiempo, un antes y un después. La comunidad científica, que considera
la crisis como un fenómeno evolutivo que da lugar a nuevos estados organizacionales, plantea haber
rescatado este concepto, considerándola como una expresión de interrelación, donde no se puede
concebir un tiempo sin el otro, donde no hay elección si no hay separación y ésta tiene que ser previa
en aquella.
Hamilton, Mc Cubbin y Fegley en su libro Stress and Family conceptualizan las crisis como
un aumento de la disrrupción, desorganización o incapacidad del sistema familiar para funcionar. La
familia en crisis se caracteriza por la inhabilidad a retornar a la estabilidad, y a la constante presión a
hacer cambios en la estructura familiar y en los modelos de interacción.2
Patterson J. plantea que la crisis familiar se caracteriza por una desorganización familiar,
donde los viejos modelos y las capacidades no son adecuados por largo tiempo y se requiere un
cambio. Para este autor muchas crisis familiares son normativas que requieren cambios en la
estructura y reglas familiares. Otras crisis son previamente promovidas por decisiones familiares para
hacer mayores cambios; por ejemplo, cuando se hace un plan para mejorar el funcionamiento familiar
y lograr una mejor satisfacción de las necesidades individuales y familiares. En otras situaciones la
familia es impulsada hacia la crisis por la ocurrencia de eventos estresores no normativos, tales como,
un accidente fatal en un miembro de la familia. Este modelo ve las crisis familiares como una variable
continua que refleja la total ruptura del sistema, como por ejemplo, cuando ocurre un divorcio;
también considera que existen crisis menores, que son virtualmente imperceptibles por la familia. Las
crisis familiares representan el final del viejo sistema familiar, emergiendo nuevas formas de
interacción.3
Cohen y Ahearn definen la crisis como una situación vital que incluye cambios, amenazas o
dificultades, que originan desequilibrio personal. Puede derivarse de factores del desarrollo, como la
pubertad, embarazo o edad madura; o de factores accidentales, incluidos un accidente
automovilístico, incendio o desastre natural.4
Pusimos en su consideración diferentes acepciones del término crisis, algunas más próximas
al significado de catástrofe, disrrupción, destrucción, con mayor énfasis en los aspectos negativos de
éstos, y otros que le dan un valor positivo que implica maduración, desarrollo y crecimiento.
En nuestra opinión las crisis no siempre resultan negativas a la familia ni se derivan de
eventos traumáticos, desagradables, catastróficos. Las crisis relacionadas con el tránsito por las etapas
del ciclo vital, las llamadas normativas, son situaciones que demandan cambios en el sistema, que
generalmente significan contradicciones, desacuerdos, separación de viejos modelos de interacción,
o asimilación de nuevas formas organizacionales; modificaciones éstas que contribuyen a la
maduración, desarrollo y crecimiento del sistema familiar.
Louro I. señala que el vocablo crisis no implica la vivencia de circunstancias negativas o la
máxima expresión de un problema, sino también la oportunidad de crecer, superar la contradicción
con la consiguiente valencia positiva. Las crisis no son señales de deterioro, suponen riesgos y
conquistas, son motores impulsores de los cambios. La familia en crisis no es necesariamente una
familia disfuncional o problemática. El hecho de vivir en crisis no es necesariamente la causa de
disfunción familiar, sino el modo cómo se enfrenta.
Ahora bien, existen las crisis paranor-mativas, que no son más que aquellos cambios o
transformaciones que experimenta la familia en cualquiera de sus etapas de desarrollo, que no están
relacionadas con los períodos del ciclo vital, sino con hechos situacionales o accidentales; por
ejemplo, divorcio, separación, abandono, muerte. Estas crisis suelen tener un impacto más
desfavorable en la familia y un costo mayor para la salud.5
Ortiz T. plantea que los eventos que desencadenan estas crisis son:
1. Eventos de desmembramiento: son aquellos eventos vitales familiares, que constituyen
separación de algún miembro y que provocan crisis por esta pérdida familiar (hospitalización,
separación, divorcio, muerte).
2. Eventos de incremento: son aquellos, que provocan crisis por incremento a causa de la
incorporación de miembros en la familia (adopciones, llegadas de familiares).
3. Eventos de desmoralización: son los que ocasionan crisis de este tipo por constituir hechos
que rompen con las normas y valores de la familia (alcoholismo, infidelidad,
farmacodependencia, delincuencia, encarcelamiento, actos deshonrosos).
4. Eventos de desorganización: son aquellos hechos que obstaculizan la dinámina familiar, y
que por su naturaleza y repercusión facilitan las crisis familiares por desorganización (pareja
infértil, divorcio, accidentes, enfermedades psiquiátricas, graves y retraso mental).
Las crisis paranormativas se clasifican en crisis por incremento, desmembramiento,
atendiendo a la estabilidad de la membresía y de desorganización y desmoralización, por el efecto
que causan en la dinámica familiar.
En el caso de la familia es importante, no sólo medir la ocurrencia del evento vital familiar,
sino la vivencia que tiene la familia del evento.
Un evento vital no genera por sí solo crisis familiar, sino que éste es un proceso en el cual se
implican otros elementos:
 La significación que la familia asigna al evento vital familiar.
 Los recursos con que cuenta la familia para hacer frente a las exigencias de ajuste del evento
vital familiar.6
El significado que la familia asigna al evento va a depender de cómo la perciba ésta. La
repercusión del evento varía en dependencia de la atribución del significado que tenga en cada familia.
Tanto la significación, como los recursos pueden hacer variar la dimensión y el sentido de la crisis. 7-
9

Entre los recursos familiares más importantes se encuentra la cohesión, que se expresa en el
nivel de apoyo mutuo, afecto y confianza entre los miembros de la familia. Cuando la familia puede
contar con esta posibilidad de decisión conjunta, cuenta con un recurso muy positivo para el
enfrentamiento a las diferentes problemáticas de la vida familiar. Otro puntal importante es la
flexibilidad, ya que en la medida que la organización interna de la estructura familiar sea más flexible,
permitiendo adoptar nuevos roles y reglas, se facilitará la solución de los conflictos. Esta capacidad
del sistema da lugar al recurso de adaptabilidad, que no es más que la capacidad de la familia para
enfrentar los cambios y adaptarse al medio social; es decir, la habilidad para cambiar de la estructura
de poder, las relaciones de rol y las reglas en dependencia de la nueva situación.
La permeabilidad es otro recurso familiar que se refiere a la capacidad de la familia de abrirse
hacia otras instituciones de la sociedad, permitiendo la relación prudente de sus miembros con otros
subsistemas. Se manifiesta en la posibilidad de solicitar y permitir la ayuda desde fuera del sistema
familiar. La apertura del sistema facilita el apoyo social de otras familias, de los amigos y compañeros
más cercanos, y de otras instituciones sociales como pudiera ser el Médico de la Familia.
El apoyo social es un recurso que se puede referir al propio sistema cuando es la familia la
que actúa como sistema de apoyo, brindando ayuda a todos sus miembros, o cuando la recibe de otras
personas, grupos o instituciones.10
Tanto los eventos normativos como los paranormativos, tienen algunas especificidades que
los caracterizan: por ejemplo, algunos eventos normativos se pueden prever, lo que permitiría hacer
análisis con antelación, y redundaría en una preparación mejor para enfrentarlo; mientras que algunos
eventos paranormativos pueden ser esperados, como es el caso de una hospitalización planificada, o
una muerte después de un período largo de enfermedad. Muchos no se pueden prever como el caso
de la muerte súbita, o por accidente, y el suicidio.
En ambos existen experiencias previas con algunos eventos: en los normativos se transmiten
las experiencias de una generación a otra, como es el caso del embarazo, o la adolescencia; en los
eventos paranormativos, la experiencia previa es menor, aunque en el divorcio, o la muerte de un
miembro de la familia, es posible la existencia de experiencias anteriores en la familia.
La persistencia en el tiempo de las crisis que desencadenan los diferentes eventos, varía en
dependencia del evento. Generalmente en los normativos el tiempo de la duración de las crisis es más
breve, aunque por las características de algunos eventos, como la adolescencia, que está contemplada
en un rango de edad mayor en estos momentos, pudiera considerarse con mayor tiempo de duración.
En el caso de las paranormativas el período de duración de las crisis puede ser más prolongado y su
recuperación más tardía. Esto no descarta que por la forma de enfrentamiento positivo de algunos de
estos eventos se recuperen más rápido de la crisis.
El sentido de pérdida se tiene que ver también en dependencia del evento, aunque
normalmente los normativos son menos drásticos en cuanto a la pérdida, hay que tener en cuenta la
viudez, que sí tiene un gran sentido de pérdida. En los eventos paranormativos, el sentido de pérdida
es más impactante en los eventos de desmembramiento, y no así en el resto. El impacto emocional y
el daño a que se expone la familia, en los eventos normativos, puede tener menor intensidad, que en
los paranormativos.
Propuesta de intervención ante las crisis familiares
Antes de poner en práctica los procedimientos que apoyen y guíen a la familia a la
recuperación, es necesario hacer una evaluación de la situación familiar, donde se deben tener en
cuenta los siguientes aspectos:
1. Tipo de evento ocurrido, experiencias previas, intensidad de los factores estresantes.
2. La forma en que afectó a la familia, grado de desorganización y la conducta familiar reactiva
ante el evento.
3. La historia de otras crisis familiares, los mecanismos de resolución de las crisis usuales, y los
métodos de que dispone la familia para enfrentar las crisis.
4. Habilidad para adaptarse a la nueva situación, grado de flexibilidad del sistema familiar.
5. Nivel de apoyo disponible y de recursos familiares en general.
6. Nivel de aceptación de la ayuda.
Estos elementos pueden brindar, en alguna medida, una valoración de los posibles
pronósticos de la capacidad adaptativa de la familia.
Entre los objetivos fundamentales, a los que deben ir encaminados la intervención podemos
citar reforzar o fomentar los mecanismos adaptativos de la familia; ayudar a reordenar y a organizar
el funcionamiento familiar; y ayudar a la familia a reconocer sus propios recursos protectores, que le
permitan el reordenamiento familiar.
La resolución de la crisis está dirigida a la adaptación y a la recuperación del equilibrio
familiar y los pasos a seguir para lograr esa resolución de la crisis son los siguientes:
1. Identificación de la fuente de estrés, detallar las causas que llevaron a la familia a la crisis.
2. Analizar la situación como un problema de toda la familia, y no de algunos miembros nada
más.
3. Redimensionar la situación, manejando el significado y la gravedad del problema; ayudar a
minimizar los efectos de la desorganización.
4. Buscar opciones para la solución del problema con los propios recursos de la familia,
alentarlos en la búsqueda de nuevas soluciones.
5. Reforzar las soluciones positivas y destacar las habilidades familiares en la solución de los
problemas.
6. Tratar de que la familia integre las nuevas situaciones a los acontecimientos cotidianos de la
vida familiar.
7. Ayudar a la familia a recuperar la sensación de control, disminuyendo las sensaciones de
impotencia, y las creencias de la carencia de habilidades para resolver los problemas.
8. Flexibilizar el sistema familiar.
9. Guiar y regular los esfuerzos adaptativos de la familia.

CARACTERISTICAS DE LA ATENCION EN SALUD CON ENFOQUE


INTEGRAL, A LA FAMILIA Y A LA COMUNIDAD.
VALORES: Son esenciales para establecer las prioridades nacionales y para evaluar si los
cambios sociales responden o no a las necesidades y expectativas de la población. Proveen una base
moral para las políticas y programas que se proyectan en nombre del interés público.
DERECHO AL NIVEL DE SALUD LO MÁS ALTO POSIBLE: Implica derechos de los
ciudadanos y responsabilidades del Estado y crea en los ciudadanos la vía del recurso a la que pueden
recurrir cuando los compromisos no son cumplidos. El derecho al nivel de salud más alto posible es
instrumental, en el sentido que debe garantizarse que los servicios de salud tengan la capacidad de
responder a las necesidades de la población.
EQUIDAD EN LA SALUD: ausencia de diferencias injustas en el estado de salud, en el
acceso a la atención de salud y a los ambientes saludables, y en el trato que se recibe en los sistemas
de servicios sociales y de salud. Siendo un prerrequisito para garantizar la capacidad humana, la
libertad y los derechos, la equidad aporta valores intrínseco
SOLIDARIDAD: Grado en el que los miembros de una sociedad se comprometen a trabajar
conjuntamente por el bien común. En los gobiernos locales y nacionales la solidaridad se manifiesta
por la conformación de organizaciones y uniones de trabajo voluntario y mediante otras múltiples
formas de participación ciudadana en la vida cívica.
PRINCIPIOS: Sirven de puente entre los más amplios valores sociales y los elementos
estructurales y funcionales del sistema de salud.
DAR RESPUESTAS A LAS NECESIDADES DE SALUD: Significa que los sistemas de
salud se centren en las personas de tal modo que puedan satisfacer sus necesidades de la forma más
amplia posible.
SERVICIOS ORIENTADOS HACIA LA CALIDAD: Son aquellos que además de responder
a las necesidades de la población tienen la capacidad de anticiparlas y de tratar a todas las personas
con dignidad y respeto al tiempo que aseguran el mejor tratamiento posible de sus problemas de salud
RESPONSABILIDAD Y RENDICION DE CUENTAS A LOS GOBIERNOS: Busca
asegurar que los derechos sociales sean garantizados y aplicados por el gobierno y que los ciudadanos
sean protegidos de cualquier menoscabo de sus derechos. La rendición de cuentas requiere del
desarrollo de políticas y de procedimientos reguladores y legales específicos que permitan a los
ciudadanos hacer exigibles sus derechos si no se reúnen las condiciones apropiadas de su aplicación.
SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA DE SALUD: Un sistema de salud construido con base
en la APS es el medio más importante para invertir en la salud de la población. Esa inversión debe
ser suficiente para satisfacer las necesidades actuales de la población, al tiempo que se planifica la
estrategia para combatir los desafíos de la salud del mañana.
PARTICIPACIÓN: Ejercicio a través del cual la comunidad, las organizaciones sociales y
otras instituciones, aportan en la identificación e intervención de la situación de salud ya sea en
procesos de planeación o en la promoción y consolidación de factores protectores de la salud.
INTERSECTORIALIDAD: Significa que el sistema de salud debe trabajar con diferentes
sectores y actores que le permiten impactar los determinantes de la salud, contribuir con las
actividades de desarrollo humano y lograr su potencial de equidad.
ELEMENTOS: Los elementos se entrelazan, forman parte de todos los niveles de un sistema
de salud, y deben basarse en la evidencia actual de su efectividad en la mejora de la salud y/o en su
importancia para asegurar otros aspectos de un Sistema de Salud Basado en la APS.
ACCESO Y COVERTURA UNIVERSAL: Son el fundamento de un sistema de salud
equitativo. Para alcanzar la cobertura universal se requiere que los arreglos financieros y
organizacionales sean suficientes para cubrir toda la población, eliminar la capacidad de pago como
barrera al acceso a los servicios de salud y a la protección social, al tiempo que se da apoyo adicional
para alcanzar los objetivos de equidad e implementar actividades que promuevan la salud.
ATENCIÓN INTEGRAL E INTEGRADA: Significa que el rango de los servicios
disponibles debe ser suficiente para responder a las necesidades de salud de la población, incluyendo
la provisión de servicios de promoción, prevención, diagnóstico precoz, curación, rehabilitación,
atención paliativa y apoyo para el auto-cuidado. La integralidad es una función de todo el sistema de
salud e incluye la prevención, la atención primaria, secundaria, terciaria y paliativa. La atención
integrada es complementaria de la integralidad porque ésta requiere de la coordinación entre todas las
partes del sistema de salud para garantizar la satisfacción de las necesidades de salud.
ÉNFASIS EN LA PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN: Permite ir más allá de la orientación
clínica tradicional para incorporar la educación y la consejería en salud en el ámbito clínico
individual, la regulación y los enfoques basados en políticas que mejoren las condiciones de vida de
las personas y los ambientes de trabajo, y las estrategias de promoción de la salud para la población
llevadas a cabo con otros componentes del sistema de salud.
ATENCIÓN APROPIADA: Significa que toda la atención prestada se basa en la mejor
evidencia disponible y que la asignación de los recursos se prioriza con criterios de eficiencia y de
equidad. En sí mismos, los servicios deben ser relevantes al tomar en consideración el contexto social
y epidemiológico, familiar y comunitario.
ORIENTACIÓN FAMILIAR Y COMUNITARIA: La familia y la comunidad son
consideradas como el foco primario de la planificación y de la intervención, los servicios de atención
primaria son fundamentales para asegurar el acceso equitativo de toda la población a los servicios
básicos de salud.
ACCIONES EN SALUD INTEGRAL SEGÚN ETAPAS FAMILIARES
Todo sistema de salud reviste las características del país en que funciona, no hay entre los
191 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud, dos exactamente iguales, porque el
modelo de salud depende de las condiciones políticas, económicas, culturales, epidemiológicas,
demográficas e históricas de cada país1.
El concepto de salud debe tomar en cuenta al ser humano como un ser integral. De este
principio surgió el término de salud holística. Este enfoque del concepto de salud vislumbra las
dimensiones físicas, mentales, sociales, emocionales y espirituales de manera interdependiente e
integrada en el ser humano, el cual funciona como una entidad completa en relación al mundo que le
rodea, le otorga importancia a otros aspectos de la salud que han sido excluidos de las definiciones
anteriores, refiriéndose al componente emocional y espiritual de la salud. Sin estos dos componentes
es imposible alcanzar un óptimo estado de salud. Por consiguiente la salud es el completo estado de
bienestar físico, mental, social, espiritual y emocional y no solamente la ausencia de enfermedad o
accidente.
La APS representa el primer nivel de contacto entre los individuos, la familia y la comunidad
con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención a la salud al lugar donde
residen y trabajan las personas y constituye el primer elemento de un proceso permanente de
asistencia sanitaria.

Un enfoque renovado de la APS determina lo primario como prioritario, es decir, priorizar


las necesidades de mayor frecuencia, trascendencia y la solución de los problemas principales con
intervenciones integrales a las familias y su ambiente, desarrollando acciones de saneamiento,
basadas en la participación comunitaria.

La promoción de la salud es un componente esencial de la APS, es una estrategia de la nueva


salud pública, que surgió como resultado de un importante cambio en el concepto y la teoría de la
salud pública provocada por el informe de Lalonde. En este informe se reconocieron los factores
sociales, ambientales y los estilos de vida como los factores determinantes de la salud. Este informe
fue uno de los documentos fundamentales para el debate que llevó a la adopción de la Carta de Ottawa
(Canadá 1986).

La Carta de Ottawa representa la formulación esencial del concepto de promoción de la salud


y dice claramente que toda acción en ese sentido significa construir políticas públicas saludables,
crear un ambiente de apoyo, fortalecer la acción comunitaria, desarrollar aptitudes personales y
reorientar los servicios de salud.

La promoción de la salud es el nuevo paradigma de la salud pública ya que parte de la


pregunta: ¿Dónde se crea la salud?. De acuerdo a la Carta de Ottawa, "la salud se crea en el contexto
de la vida cotidiana"; es un proceso, cuyo propósito es lograr un resultado concreto en un plazo
largo, pero con efectos a mediano y corto plazo. Los resultados concretos varían, pero comprenden
la participación de los ciudadanos, la comunidad y contribuyen a mejorar la calidad de vida.
Más operativamente, la promoción de la salud, es mejorar en las familias, sus condiciones de
vida, impulsar estilos de vida saludable, que incluyan el auto cuidado; extendiendo el tiempo de
bienestar y comprimiendo el período de malestar o deterioro, para obtener cantidad y calidad de vida,
así como lograr un entorno saludable.
La familia es un sistema vivo, que interactúa con el medio constantemente y que experimenta
cambios en forma continua. Desarrollando relaciones interpersonales e intrafamiliares, dando como
resultado el funcionamiento familiar, que es la base del desarrollo físico, intelectual, psicológico y
espiritual de cada uno de sus miembros, y constituye el clima propicio para el equilibrio psíquico y
un referente de conductas éticas, morales y relacionales para sus integrantes.
La familia, en la sociedad, realiza importantes tareas que tienen relación directa con la
preservación de la vida humana tales como su desarrollo y bienestar.
Las funciones de la familia son:

 Función biológica: comprende la salud sexual del hombre y la mujer, además de


la reproducción humana. Las parejas planifican su descendencia.

 Función educativa: tempranamente se socializa a los niños en cuanto a hábitos,


sentimientos, valores, conductas, etc.

 Función económica: se satisfacen las necesidades básicas materiales, como el


alimento, techo, salud, ropa.

 Función solidaria o afectiva: se desarrollan afectos que permiten valorar el


socorro mutuo y la ayuda al prójimo.

 Función protectora: se da seguridad y cuidados a: niños, discapacitados y adultos


mayores.
Las familias se forman, crecen, decrecen y desaparecen, en un ciclo vital de seis fases:
matrimonio, expansión, dispersión, independencia, retiro y muerte.
Las contradicciones entre el aspecto estructural y funcional de la familia, en las distintas
etapas del ciclo vital, según demandas derivadas de los nuevos acontecimientos de la vida que se
afronte, puede producir desorganización en el seno familiar, que es lo que se conoce como crisis
familiar.
Las familias, como unidad de la sociedad, forman parte de una comunidad, porque comparten
el mismo espacio geográfico para habitar o laborar, guardan similitudes en cultura, idioma, creencias
e intereses y tiene en común un entorno político económico y social, a la vez que conjuntamente, está
expuesta a los mismos riesgos y daños a la salud.

HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD Y NIVELES DE LEAVELL Y


CLARK
Son los acontecimientos que ocurren en el organismo humano, desde las causas componente
hasta que se desarrolla la enfermedad y ocurre el desenlace. Es cómo evoluciona la enfermedad sin
intervención médica, mientras que el curso clínico es el que describe la enfermedad que se encuentra
bajo atención medica.
Es la evolución natural de cualquier proceso patológico, desde su inicio hasta su resolución,
sin que intervenga la mano del hombre. El hombre forma parte del proceso salud-enfermedad y sus
periodos como lo es el primero, el “Periodo Prepatogenico¨ el cual corresponde al tiempo en que las
personas están sanas, es decir, se encuentra en equilibrio con su ambiente. El hombre se interrelaciona
con el medio ambiente y sus determinados factores: Ambientales, Conductuales y Endógenos, los
cuales favorecen o determinan el desarrollo de la enfermedad. El proceso de Salud-Enfermedad en el
hombre depende de las características de los tres elementos de la triada con la cual tiene interacción
constante. Su segundo periodo es El periodo patogénico inicia con: Signos y síntomas inespecíficos.
Esta caracterizado por la respuesta orgánica del huésped ante el agente y el huésped se realiza
inicialmente en un plano subclínico (por abajo del horizonte clínico), y posteriormente se manifiesta
por síntomas y signos.
TRIADA ECOLÓGICA DE LA HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMERÍA
El pasaje de un estado a otro, se debe a la ruptura del equilibrio existente entre los tres
elementos responsables del estado de salud, que componen la triada ecológica:
 Agente: Es el factor que proveniente del ambiente o del propio individuo, por alteración,
presencia o ausencia, se constituye en responsable de la presentación de la enfermedad.
 Huésped: Así se denomina al individuo que aloja al agente y que por sus características
biológicas, facilita el desarrollo de la enfermedad.
 Ambiente: Es el conjunto de factores físicos, biológicos y socioculturales que intervienen en
el proceso Salud Enfermedad.
El Estado de salud, o sea, el equilibrio dinámico entre Agente-Huésped-Ambiente, se
representa a través de la imagen de una balanza. La interdependencia entre el agente, el huésped y el
ambiente, permite que cualquier modificación en alguno de ellos implique la modificación de los
restantes. En el Proceso Salud enfermedad, se habla de un conjunto de factores causales, de
fenómenos, de problemas, que se interconectan, y a veces potencian, constituyendo la
multicausalidad de la enfermedad.
MODELO BIOMÉDICO DE LA HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD
 El modelo biomédico es el único que se acepta como explicación al proceso salud-
enfermedad. El cuidado se centra en personas enfermas.
 Se trata a los enfermos como personas dependientes y pasivas.
 Existen enfermos buenos y malos.
 Se considera el sufrimiento como algo que no hay que evitar.
 Los únicos cuidados son para la curación o el diagnóstico.
 Los médicos de los hospitales valoran las actividades que tiene que ver con la satisfacción de
las necesidades vitales (higiene, confort...) Las que no los valoran son las enfermeras. Ellas
valoran la maestría en la técnica (tratamiento médico) Cuanto más técnica sea la enfermera
más reconocida o valorada será.
 Aparecen las primeras enfermeras (en España a partir de los 40-50) con titulación, auxiliares
de médico. Tienen vocación de servir al enfermo, servir al médico y a la institución. Están
cumpliendo una misión que requiere conocimientos médicos y vocación.
 La enfermera es un agente de información para el equipo médico y el de gestión del hospital,
también es un agente de ejecución..
 A partir de mediados de 1940 (1980 en España) aparecen nuevas enseñanzas relacionadas
con el comportamiento humano. Las enfermeras empiezan a plantearse los cuidados y el dar
cuidados psicológicos a la persona. Ya no se habla de paciente sino de cliente.
 Se empieza a hablar de la planificación de los cuidados siguiendo un método determinado y
empieza a florecer la idea de los cuidados centrados en la persona y no en la enfermedad.
 Empiezan a aparecer libros escritos por profesionales enfermeras. Se asume
la responsabilidad de la persona cuidada de manera que cada enfermera se encarga siempre
de los cuidados de las mismas personas.
 En la mayoría de casos la enseñanza se inicia en las Universidades. La formación recae en
enfermeras. En España la enfermería llega al ámbito universitario en 1977.
PERSPECTIVA EVOLUTIVAS DE LA HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD
Hay dos perspectivas complementarias:
 A. la del médico de cabecera, que mediante la historia clínica registra todo el proceso de
cada paciente, y puede determinar tanto que hay un nuevo problema de salud, como sus
peculiaridades; es una visión individualizada.
 B. La del epidemiólogo, que mediante los múltiples registros sanitarios que maneja, y el
apoyo de la bioestadística puede descubrir una nueva enfermedad y su evolución; es una
visión poblacional.
CLASIFICACIÓN DE LA HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD
La clasificación de las enfermedades como entidades nosológicas son gobernadas por la
nosotaxia, una disciplina dependiente de la nosología. Las clasificaciones son variadas y dependen
de los criterios que se toman en cuenta.
La clasificación de las enfermedades expresa el resultado de una inmensa cantidad de
observaciones, de un intento de imprimirles orden y de una pretensión de que dicho orden no procede
de una interpretación, sino de una correspondencia, un acercamiento al orden natural.
Se puede realizar atendiendo a distintos criterios:
 -Rapidez con la que aparecen y por su duración
Agudas: Se manifiestan rápidamente, pero son de corta duración ( por ejemplo la gripe)
Crónicas: se desarrollan con lentitud y duran mucho tiempo, en ocasiones toda la vida (por
ejemplo la artritis)
-Por la frecuencia:
 Esporádicas: solamente se producen algunos casos en la población (por ejemplo, los
derrames cerebrales)
 Endémicas: Exclusivas de una región concreta, donde se registran casos de manera habitual
(por ejemplo, el paludismo en las zonas tropicales)
 Epidémicas: Atacan a gran números de personas en un período corto de tiempo. Si la
epidemia afecta a muchos países, o incluso a todo el planeta, se denomina pandemia
 -Por su origen:
 Infecciosas: Son causadas por microorganismos patógenos
 No infecciosas: No son provocadas por microorganismos.
NOCIÓN DE RIESGO
Noción de Riesgo En cada sociedad existen comunidades, grupos de individuos, familias o
individuos que presentan más posibilidades que otros, de sufrir en un futuro
enfermedades, accidentes, muertes prematuras; se dice que son individuos o colectivos especialmente
vulnerables.
La vulnerabilidad se debe a la presencia de cierto número de características de tipo genético,
ambiental, biológicas, psicosociales, que actuando individualmente o entre sí desencadenan la
presencia de un proceso. Surge entonces, la noción de riesgo en medicina.
Riesgo: implica la presencia de una característica o factor (o de varios) que aumenta
la probabilidad de consecuencias adversas.
Factor de riesgo: Una característica o circunstancia detectable en individuos o en grupos de
individuos asociada con la probabilidad incrementada de experimentar un daño a la salud. Estos
factores de riesgo (biológicos, ambientales, de comportamiento, socio-culturales, económicos..)
pueden sumándose unos a otros, aumentar el efecto aislado de cada uno de ellos produciendo un
fenómeno de interacción.
NIVELES DE PREVENCIÓN DE LEAVELL Y CLARK
En el concepto de Leavell y Clark; la medicina preventiva es la ciencia y el arte de prevenir
las enfermedades, prolongar la vida, promover la salud y eficiencia física y mental.
PREVENCIÓN PRIMARIA:
1. NIVEL PROMOCIÓN DE LA SALUD
No está dirigida a ninguna enfermedad en particular. Incluye medidas que mantienen y
promueven la salud del individuo como: alimentación, vivienda, educación, condiciones de trabajo,
exámenes periódicos, educación para la salud.
2. NIVEL DE PREVENCIÓN: PROTECCIÓN INESPECÍFICA Y ESPECIFICA
Son medidas que protegen y previenen la aparición de alguna enfermedad en particular como:
inmunizaciones, higiene personal, saneamiento ambiental, potabilización del agua, dieta, lavado de
manos, entre otros
PREVENCIÓN SECUNDARIA
3. NIVEL DE PREVENCIÓN: DIAGNOSTICO PRECOZ Y TRATAMIENTO
OPORTUNO
Su objetivo es detener tempranamente el avance de la enfermedad y prevenir la difusión dela
misma. Comprende acciones que llevan al reconocimiento y la eliminación temprana de la misma
como: análisis clínicos, rayos x, exámenes clínicos, entre otros.

4. NIVEL DE PREVENCIÓN: LIMITACIÓN DEL DAÑO.


Tratamientos adecuados para detener la enfermedad e impedir que siga avanzando hasta su
desenlace. Comprende todas las medidas disponibles para detener el avance de la enfermedad hacia
un estado crítico a través de una intervención rápida y efectiva.
PREVENCIÓN TERCIARIA
Se refiere a las acciones de rehabilitación brindadas a las personas a fin de que puedan utilizar
sus capacidades remanentes y de esta manera, reintegrarse a la sociedad.
CONCLUSION.
Para finalizer es importante recalcar que la familia es el grupo de intermediación entre el
individuo y la sociedad. Constituye el núcleo primario del ser humano, en ella el hombre inscribe sus
primeros sentimientos, sus primeras vivencias, incorpora las principales pautas de comportamiento,
y le da un sentido a sus vidas.Sin embargo, a pesar de las grandes transformaciones del mundo
contemporáneo la familia sigue siendo el hábitat natural del hombre, ya que cumple funciones que
son insustituibles por otros grupos e instituciones. Por otro lado Se denomina enfermedad al proceso
y a la fase que atraviesan los seres vivos cuando padecen una afección que atenta contra su bienestar
al modificar su condición ontológica de salud. Esta situación puede desencadenarse por múltiples
razones, ya sean de carácter intrínseco o extrínseco al organismo con evidencias de enfermedad, asi
mismo llegando a la conclusion de que la atencion de la salud es; es la asistencia sanitaria esencial
basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta
al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena participación y a un
costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo
con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación. La atención primaria forma parte
integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo
principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad.

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