Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
1
PÁGINA
Sinopsis
Marie Bellevance ha sabido por años que va a morir del mismo mal
incurable que tenía su madre. Es por eso que nunca ha tenido citas y
no permite a nadie acercarse demasiado a ella. Pero ahora, como
empleada de una agencia de citas paranormal, Midnight Liaisons, tiene
una oportunidad: Si puede encontrar a alguien que la convierta en una
criatura sobrenatural, ¡estará curada!
C
uando yo era niña, mi padre solía dejar que me quedara hasta
tarde para ver películas con él en las noches de sábado. Mi papá
tenía increíblemente mal gusto en las películas. ¿Su favorita?
Mothra vs. Godzilla. Recordaba estar aterrorizada por las enormes y
furiosas criaturas que gritaban y bramaban mientras destrozaban
Tokio.
Eso hizo imposible el trabajar, y empujé mi bloc de notas bajo una pila
de papeles.
—Somos humanos —dijo Bath con voz seca—. De los que tienes que
tener miedo están ahí. —Ella hizo un gesto hacia la sala de conferencias
ahora demasiado tranquila.
—Entonces utiliza esta maldita agencia y encuentra una cita —rugió Vic
de vuelta.
Eso era malo. Muy malo. Se suponía que los humanos no debían saber
sobre sobrenaturales a menos que se les permitiera en la Alianza
primero. Y todos los humanos que habían sido admitidos en la Alianza
se encontraban actualmente en esta oficina: yo, Ryder y Bathsheba.
7
PÁGINA
Para un sobrenatural (o “súper”, como nos gustaba llamarlos) revelar su
verdadera naturaleza a un humano estaba en contra de las reglas. Dar
a conocer su verdadera naturaleza y luego convertir a un humano en
un cambiante era peor que malo. Esto causaba todo tipo de problemas.
¿Qué pasaba si se separaban? ¿Qué se supone que harían los padres
humanos con una hija mujer-tigre? ¿Quién iba a explicar por qué su
pequeña y linda Lola tenía que utilizar un poste para rasguñar y se
pusiera loca cuando la madeja rodara?
Potenciales Sobrenaturales
Hombre-algo
Vampiro
Fruncí el ceño, disgustada por lo muy pequeña que era. ¿Tal vez estaba
olvidando algo?
—Oye, ¿Ryder?
—¿Convertir a alguien?
—Sí, pero eres una humana de la Alianza. Eso es diferente —dijo con
una sonrisa devastadora que habría eliminado las bragas de cualquier
mujer-gato en la zona—. Diferente es bueno.
Al igual que los otros grandes felinos por los que todo su clan era
tristemente célebre, Joshua Russell era una mezcla de poder y alegría.
Lo estudié bajo mis pestañas mientras charlaba con Ryder, inclinado
sobre su escritorio. Su pelo castaño muy corto, apenas un zumbido bajo
su negra gorra de béisbol de Russell Security. Había un toque atractivo
de barba en su fuerte mandíbula, como si se hubiera olvidado de
afeitarse. Al igual que todos los hombre-pumas Russell, tenía rasgos
fuertes y masculinos. Cuando las características de su hermano Beau
eran un poco más refinadas, más severas, las de Josh parecían estar
hechas para reír. Tenía un hoyuelo ridículo en una mejilla que brillaba
de vez en cuando, y sus ojos eran de un tono injusto de azul,
enmarcados por unas pestañas lo suficientemente gruesas para poner a
cualquier mujer celosa. Sus hombros eran grandes y musculosos, y
cuando llevaba una camisa ajustada —como hoy— se podía ver los
contornos de sus pectorales y el bulto de sus bíceps. Sin embargo, estos
casi palidecían en comparación con su culo deliciosamente apretado,
que destacaba actualmente hacia mi escritorio. Me quedé mirándolo.
Qué pena que una hermosa pieza de carne masculina estuviera adjunta
a tal manifiesto calentón.
Él miró por encima del hombro, justo a tiempo para atraparme mirando
su culo. Me sonrojé y desvié mi mirada, pero no antes de que viera su
sonrisa.
Maldita sea.
—Solo regrésalo —espeté—. Y dime por qué estás aquí, así yo puedo
sacarte fuera de la puerta y seguir adelante con mi vida. ¿Necesitas una
cita? Eso es una sorpresa.
—Deberías tratar de salir con alguien más que una vez. No me hagas
caso, pero he oído que es como tener una relación.
Yo no tenía novio.
11
PÁGINA
—No tengo citas.
—¿Arpía?
—Boca sucia.
—¿Dríada?
—Lo único que quieren hacer es pasear. Yo soy más del tipo de hombre
de “acurrucarse frente al fuego y llegar a conocerse el uno al otro”.
—¿Hada?
—¿Vampiro?
Se tocó la nariz.
—Oí que Vic Merino se iba a enfurecer, y a esos tigres les gusta rugir.
Pensé en venir a darle a mi hermano algo de respaldo antes de ir a
trabajar.
—Así que, ¿por qué todo ese pretexto sobre tus opciones de citas?
—Dímelo tú, Marie. Eres la única que es tan rápida en tratar y hacer
que me relajé.
—¿No tienes un sitio donde estar? —¿Al igual que en cualquier lugar
pero no aquí?
—No hay lugar en el que prefiero estar que aquí contigo, Marie.
Lo miré.
—Vete.
Levantó tres dedos en al aire, entonces contó hacia atrás a dos, luego
uno.
13
PÁGINA
La puerta de la sala de conferencias se abrió.
El líder del clan tigre parecía fríamente furioso, y evité hacer contacto
visual con él. Tenía una mirada peligrosa, como muchos de los tipos de
depredadores más grandes. Sus brazos eran enormes y marcados con
venas, pero sus grandes y brutales características tenían una apelación.
Y parecía muy fuerte. En realidad malditamente fuerte. Fuerte era
bueno.
—Estoy seguro de que las cosas estarán bien —comenzó Bathsheba con
dulzura.
Vic gruñó a Beau, mostrando los dientes… luego dio un paso atrás,
alejándose.
14
PÁGINA
—Lo siento. Mierda. Solo estoy un poco estresado en este momento.
—¿Y qué se supone que debo hacer? Me tienen por mis putas pelotas y
a mi clan por mi billetera. ¿Con quién voy a quejarme? —Cruzó los
brazos sobre su amplio pecho—. Ella ya trató de ir a la policía una vez,
y tuvimos que terminar esa mierda rápido.
—¿Qué propones?
—La ley cambia hoy. Aquí. Ahora —dijo Beau con una parte de su mano
en el aire—. Primero el problema con los lobos y Sara, y ahora esto. Las
cosas están fuera de control, y está poniendo en peligro la seguridad de
todos. Tal vez la gente piensa que porque he tomado una compañera
humana, las normas se han relajado. Ese no es el caso. La vida de
Bathsheba fue amenazada. Su hermana ha estado bajo un ataque
constante. En todo caso, me está probado que los humanos y los
cambiantes no deben mezclarse. —La expresión de su rostro era
sombría—. De aquí en adelante, nos estamos moviendo a una política
de no tolerancia. No hay conversiones no aprobadas. ¿Cualquier
persona que lo haga? Puede unirse a su amigo recién convertido al
exilio permanente.
¿Exilio permanente?
Beau se frotó la cara luciendo décadas mayor. El tigre alfa parecía que
quería desvalijar algo, y Beau sacudió la cabeza.
—Nos sentaremos con esto durante unos días antes de decidir qué
hacer con su falta de respeto.
—Y la chica…
—Necesito una lista de todas las manadas y clanes que tengan una
proporción de sexo femenino extremadamente baja. Tenemos que
asegurarnos de que los hombres se mantengan ocupados. Lo último
que queremos es una cadena de mujeres humanas convertidas por los
hombres que no pueden con lo que hay en sus pantalones.
—Lo siento. ¿Podrías por favor ayudarme con esto? Te prometo que
miraré los currículums para un asistente una vez que las cosas se
calmen.
16
PÁGINA
Ella le dio una sonrisa apaciguada y asintió. Eso era a lo que nunca me
acostumbré de estar con cambiadores. Preferían cuando sus mujeres
les objetaban.
M
i madre murió cuando tenía dieciocho años. Se marchitó
paulatinamente, volviéndose poco a poco loca de una
enfermedad que tenía desconcertados a los médicos. Es
llamada insomnio familiar fatal, y es sumamente extraña.
Recuerdo que no pensé nada de eso cuando tuve que despertar para ir
a la escuela y descubría que mi madre había estado despierta toda la
noche, mirando repeticiones en la televisión, incapaz de dormir. Ella lo
había tomado a broma y dijo que tomaría una siesta durante el día.
Nadie en mi familia pensó demasiado en ello al principio. Después de
seis meses, mi padre empezó a preocuparse. Trató de tomar píldoras y
medicamentos para ayudarla a dormir, pero solo empeoró las cosas.
Fue a ver a especialista tras especialista, solo para que le dijeran que
nadie podía ayudarla. Cuando hicieron el veredicto final, insomnio
familiar fatal, nos dimos cuenta de lo que estaba reservado para ella.
Iba a morir de una lenta y dolorosa muerte, y no había nada que
alguien pudiera hacer al respecto.
Fue devastador.
18
PÁGINA
Después los médicos insistieron en hacerme un chequeo, dado que
compartía el mismo ADN. Estaban interesados por razones médicas, por
supuesto. Yo estaba interesada porque quería saber si iba a terminar
con la misma sentencia de muerte.
Pero conocí mi destino tan pronto como escuché el veredicto. Sabía que
la muerte lenta y torturada, eventualmente vendría por mí.
Odiaba a Posey.
Está bien. Odiar es una palabra muy fuerte. Tenía una intensa aversión
por Posey. Era el epítome de la finura sureña. Tenía gran cabello rubio
que llevaba en una molesta protuberancia de rizos enormes. Vestía de
rosa. Un montón de color rosa. Vendía Avon y usaba tacones altos con
sus capris. Coordinaba el bolso con sus aretes. Y hablaba. A todo
volumen. Y coqueteaba mucho con mi padre.
Estaba muriendo.
—Su lista de citas. ¡Mira cuán grande es! Uno pensaría que la gente
vería a través de su coqueteo, pero se sale con la suya.
Hice clic en su historial, y en efecto, parecía como que Josh había salido
casi con cada cambiador en nuestra base de datos.
Sara resopló:
—Caramba, eres dura con los hombres. Y por supuesto que él no está
enfermo, tonta. Es un cambiador.
Ella enfatizó la última palabra como si debiera significar algo para mí.
—¿Y entonces…?
P
or supuesto, primero tenía que encontrar a alguien que me
convirtiera. No era algo tan fácil como se podría pensar.
Y algunos de los vampiros tenían buen aspecto. Pensé en uno que había
entrado en la agencia recientemente. Él era apuesto, con ojos tristes y
un peinado loco, pero muy atractivo. Joven también.
Ah, ese era él. Metí su nombre en la base de datos. EN UNA RELACIÓN,
ponía en la pantalla. Rayos. Maldita sea, eso fue rápido. Todos los
buenos son arrebatados antes de tiempo. Hasta aquí el nuevo y caliente
vampiro.
Me encogí de hombros.
—Solo curiosidad.
Le fruncí el ceño.
—Mira, ahí tienes la razón número uno. Las chicas con una boca sucia
no son lindas. Atrevidas, sí. Lindas, no. El francés es un buen toque,
pero no lo suficiente. Número dos, no puedes ser linda si sigues usando
ese delineador de ojos.
Bueno, dehecho tenía enormes círculos negros bajo mis ojos debido a la
falta de sueño. Había pensado que el delineador los haría pasar
inadvertidos.
—Obtén un corte de pelo. Haz algo con ese flequillo. Deshazte de tus
gafas. Por el amor de Dios, lleva algo más que tus camisetas, vaqueros y
zapatillas de deporte. Y depila tus cejas. Después de eso, hablaremos.
—Muy bien, déjame que lo reformule. ¿Me veo lo bastante bien para un
vampiro desesperado por una cita?
—Entonces sí, eso te hace linda para todos los vampiros que hay. —Su
perfecta y encantadora mirada se estrechó en mí—. Y de nuevo, ¿por
quéeeeeee?
Su mandíbula cayó.
—Con toda esa cosa de la luz del sol, esto tiene que ser de noche, y
dado que trabajamos de noche…
—Va en contra de las reglas —dijo entre dientes—. Los humanos tienen
que ser autorizados para citarse a través del jefe. Y tú oíste lo que dijo
Beau sobre los cambiadores más temprano.
—Lo sé. Es por eso que quiero un vampiro. Y quiero uno que me
convierta.
—¿Estás loca?
***
Una vez que llegué a Midnight Liaisons, le dije a Ryder que tenía una
cita con un vampiro y le rogué:
—No —dijo ella con fiereza—. Por supuesto que no. No mientras todo el
mundo está ultra enojado con la nueva chica cambiadora. Si realmente
quieres salir con un vampiro y solo Dios sabe por qué lo haces, hazlo el
siguiente mes, cuando todo el mundo se haya sacado el palo del culo.
—Ryder, vamos. Solo esta vez. Es importante. Mira, incluso me pinté los
labios. Sabes que esta cita es algo grande si me pinté los labios —le
dije, manteniendo una expresión perfectamente seria.
—No.
—¿Sí?
—Si estás saliendo con un vampiro, no quiero los detalles —gritó ella.
***
—¿Minnie?
Me miró, horrorizado.
—¿Puede ser?
—Vamos a empezar esto de nuevo. Hola, soy Minnie, tu cita para esta
noche.
28
PÁGINA
Me tomó la mano y entrelazó los dedos, el apretón de manos más flojo
que jamás había recibido. Peor aún, tenía las manos húmedas.
—¿Discúlpame?
Oh, asco.
Más bien como un perdedor. Ugh. Tal vez no estaba tan desesperada
después de todo.
Él resopló.
***
—Me dijo que yo no era su tipo —le dije con los dientes apretados—.
Demasiadas cejas y lentes. Insuficiente trasero.
—En seeeerio. —Ella abrió los Red Bull y añadió un poco a su taza de
café—. Deberías haber notado en su expediente que tiene fijación por
los traseros.
Solté un bufido.
30
PÁGINA
—Un aficionado al trasero que es un idiota.
—Ha ha, muy divertido. ¿Así que terminaste con esto ahora? —preguntó
ella esperanzada.
—No —le dije con firmeza—. Solo porque el primero era un cerdo, no
significa que todos lo son.
D
e todos modos, me depilé las cejas. Incluso yo podía captar
la indirecta.
Él gruñó.
—¿Pero por qué conformarnos con esto cuando podemos tener incluso
más negocios? Ese es el nuevo lema de Bath. —Sara se levantó y tomó
la gran mano de Ramsey, arrastrándolo a sus pies—. Queremos
mantener las cosas animadas.
—Algo así.
Ryder se rio.
—Veo que mi preciosa Marie está encantada de verme una vez más —
dijo él, yendo hacia la silla que Sara y Ramsey acababan de abandonar.
Le dio la vuelta y se sentó a horcajadas, su sonrisa formando arrugas
alrededor de esos hermosos ojos de largas pestañas—. No tomen sus
duras palabras de corazón. Tiene un lugar secreto en él para mí. No sé
33
PÁGINA
si lo han notado chicos, pero siempre presta especial atención cuando
aparezco.
—Tal vez Marie simplemente quiere verse linda hoy —dijo Sara a la
ligera—. No creo que tenga nada que ver contigo, Josh.
34
PÁGINA
—No estés tan segura, Sara. Siempre tiene que ver conmigo. Todas las
chicas quieren un pedazo de mí —dijo con una sonrisa, claramente
bromeando. Cuando Ramsey lanzó una mirada sombría en su dirección,
lo corrigió—. Casi todas las chicas.
—Nos vamos por la noche. Bath dijo que la llamaras si tenías preguntas
sobre el proyecto, y déjale un informe en la mañana.
Esta noche era una de esas noches que había estado esperando que no
se apareciera… así que naturalmente él estaba aquí, y temprano.
Tenía mi siguiente cita con un vampiro en una hora y media. Eso era
llegar ajustado.
—Espero que te esté pagando mucho —dijo Ryder con una sonrisa.
Lo ignoré.
—Muy gracioso.
—Para que conste, fui al baile con Jayde Sommers —dijo Josh—, y ya
no estamos saliendo.
Oh, estaba segura que la temperamental Jayde amó eso. Ella no era de
mis clientes favoritas.
—Vaya, es una lástima —dije en una voz que implicaba que no creía
que fuera una lástima del todo—. Me destroza que lo de ustedes no
haya funcionado.
38
PÁGINA
Josh se encogió de hombros.
Acerqué mi teclado.
—Nunca estuve saliendo con Jayde —señaló—. Solo fue una cita de una
o dos veces. Y no estoy aquí para arreglar juntarme con alguien.
—Esa es.
—No, no tan buena —dijo Josh afablemente—. Aunque más buena que
Marie, aquí.
—¿Cómo sabes que ella va a querer salir contigo? Tal vez tu hermano la
hizo alejarse de los hombres-pumas para siempre.
***
Media hora después de la hora acordada para la cita, tuve que aceptar
el hecho que había sido plantada. Me había sentado en una mesa para
dos en el pequeño, oscuro y popular restaurante griego, tamborileando
mis dedos en la mesa y esperando.
Câlice.
¿Por qué era tan difícil encontrar un maldito vampiro que saliera
conmigo? Era joven. Estaba soltera. Era O positivo, maldita sea. Había
enviado una foto sugestiva como Minnie. Me estaba haciendo
disponible. ¿Qué estaba haciendo mal?
Dormir era una tortura. Yacía en la cama, exhausta y con dolor, pero el
sueño nunca venía. Era la cosa más frustrante del mundo, saber que la
mayoría de las personas solo podían volverse y dormir mientras que yo
miraría fijamente al techo por horas, deseando saber cómo desconectar
mi cerebro para poder tener unas cuantas horas de descanso.
Maldita sea, eso picó. ¿Era realmente tan poco atractiva? Mi orgullo
estaba empezando a sentirse herido. Más que eso, mi ansiedad se
disparó. ¿Qué pasa si no podía encontrar un vampiro para convertirme?
¿Y si moría antes de que pudiera cumplir mi meta?
40
PÁGINA
Con el estómago revuelto, agaché la cabeza y apresuré el paso. Un texto
sonó en mi teléfono y me detuve, mi corazón dio un vuelco con
esperanza. ¿Tal vez el vampiro llegaba tarde? ¿Tal vez había sido
retenido?
Volví a meter mi teléfono y miré justo a tiempo para ver la parte trasera
de una gran bestia escabullirse en las sombras del callejón. Me quedé
helada. Definitivamente había visto una cola, y estaba bastante segura
de que había visto una pata, pero había sido tan rápido que dudaba de
mis propios ojos. ¿Estaba loca?
—¿Qué?
Me detuve en seco.
Esta vez él me chocó y rio entre dientes, luego se movió a un lado. Sentí
su gran mano rozar mis caderas, enviando un escalofrío a través de mi
cuerpo, antes de alejarse.
No era conocido para mí. Pensé que a nuestros clientes les gustaba el
lugar porque era oscuro y privado. ¿Por qué nadie me informaba de
estas cosas?
—Solo por información —dijo con una sonrisa fácil—. Me dices de cuál
vampiro estás enamorada y mantendré la boca cerrada.
Dudé.
Se echó a reír.
Buen punto.
—No eres del doble de mi tamaño. —Me sentí obligada a señalar—. Más
bien mi tamaño y medio.
—Te odio por hacerme decírtelo —dije, y luego saqué mi teléfono del
bolso, echando un vistazo a la nota en mi calendario—. Lewis.
—Vamos a ver. Hace dos noches, fue Bert. Y Valjean está aquí, también.
Cielos, Marie, moza descarada. No tenía ni idea de que fueras una fan
de vampiros.
—¡Devuélvemelo!
Lo empujé.
—Solo devuélvemelo.
Maldita sea. ¿Por qué tenía que seguir hablando? Y ¿cómo parecía saber
que mi cita vampiro no había aparecido? Me di la vuelta lentamente. Él
no me había seguido en esta ocasión, y ahora estaba de pie a unos seis
metros de distancia, lo que me permitió una visión frontal completa de
su cuerpo parecido a Adonis.
—No puedo hablar contigo a menos que te pongas algo de ropa —le
espeté.
—¡Joshua Russell!
—Dame un minuto para excitarme, y voy a estar muy decente. —Me dio
una mirada sensual—. Siempre puedes quitarte la camiseta y facilitar
las cosas.
—Buena idea —le dije, en voz muy baja—. Sería terrible si fuera
acosada por un hombre desnudo en un callejón oscuro.
Me relajé un poco.
Hizo un resoplido que podría haber sido una risa. Y entonces empezó a
olfatear de nuevo. Caminé unos pasos detrás de él mientras seguía un
rastro de olor, moviéndose a lo largo del callejón y girando en otro,
antes de regresar y volver a inspeccionar la zona a la que ya había ido.
—Todo mío —le dije, y chasqueé mis dedos. Josh inmediatamente vino
a mi lado, frotándose contra mis dedos y ronroneando salvajemente. Le
rasqué la cara, los bigotes, y empezó a lamer mis dedos, y entonces mi
palma.
47
PÁGINA
Daba... cosquillas. Y me inquietó un poco, sabiendo que había un
cerebro humano detrás de todo ese lameteo. ¿Qué pasaba por su mente
en este momento?
—Eso es mío.
—¿Temes que tome todos los números de tus amigas y les diga cómo
me has estado acosando en un callejón?
No era bueno.
Se encogió de hombros.
—Sé que quieres tus manos sobre mí, Marie, pero piensa en lo celosa
que la pobre Ryder estará.
—¿No deberías tú? —le susurré—. Te están pagando para rastrear algo,
¿verdad? Así que, rastrea. —Cuando no se movió, suspiré—. Dame dos
minutos y le diré a Ryder dónde vamos. Solo espera aquí. —No quería
que me siguiera.
H
ubo un tiempo cuando habría estado emocionada por salir a
una cena tarde en la noche con un hombre magnífico. Un
tiempo cuando, si él hubiera puesto su mano en la parte baja
de mi espalda para guiarme por la acera, habría temblado con deleite.
Esta noche yo tenía a un magnífico, y guapo, hombre con su mano en
mi espalda, caminando a mi lado, y eso solo me preocupaba. Me llenaba
de molestia. ¿Qué hizo pensar tan arrogantemente a Josh que él podía
enseñarme acerca de salir con un vampiro? Yo era la que trabajaba en
una agencia de citas, después de todo.
—¿Qué te parece?
—¿Una cena?
—Está bien.
—Ahí está mi muchacho —cantó ella con una voz que sonaba como si
hubiera fumado demasiados cigarrillos—. ¿Cómo estás, Josh cariño?
—¿Quieres lo de costumbre?
—Sabes que sí. —Él me miró—. Traje a una amiga. Ella probablemente
querrá un menú.
—Ya veo por qué querías venir aquí. ¿Recibes comida gratis cada noche
solo porque coqueteas con las ancianas?
Sonrió.
Como para demostrar este punto, Carol apareció con dos vasos de agua
y un café para Josh. Ella lo dejó frente a él, quitó su gorra de su cabeza
en un movimiento propio que me sorprendió, a continuación, alisó su
cabello como una madre.
52
PÁGINA
—Nada de sombreros dentro, joven.
—Lo siento.
—Él solo piensa que es encantador —señalé—. Así que espera que todos
los demás lo piensen, también.
—Claro. Gracias.
—No —dijo él—. Solo una señora sin nadie que cuide de ella. Así que yo
lo hago.
Josh puso una mano sobre su corazón y le dio a Carol una mirada
complacida.
—¿El... resto?
Él se inclinó.
—Tú ordenaste lo mismo que yo pedí, ¿no? ¿Tal vez no te diste cuenta
que los cambiadores comen mucho?
—Te odio.
—Más coqueteo.
Digerí todo eso en silencio. Estaba claro que Josh conocía bien a la
mujer y tomaba un interés en su vida. Eso parecía... extraño para mí.
Josh era del tipo ámalas-y-déjalas así que yo no lo hubiera imaginado
ser del tipo de charlar con solitarias señoras mayores.
Había otro lado del incorregible ligón. O eso, o todo esto era una
artimaña elaborada para lograr que las mujeres caigan en sus brazos.
Llevarlas a un restaurante de bajo perfil, encantarlas con su relación
con una mujer mayor y desafortunada, entonces ellas caerían en su
cama más rápido que la velocidad de la luz.
55
PÁGINA
Incluso mientras me decía eso, no encajaba. ¿Qué mujeriego iba a pasar
el rato en un restaurante con una anciana para hablar de sus gatos?
—En primer lugar, tengo que saber todo. ¿Con cuántos vampiros has
salido?
—He salido con tres. Al menos, traté de salir con tres. Primero fue
Valjean…
—Sé que él está enganchado. De todos modos, nunca salimos. Salí con
Bert.
Se echó a reír.
Y Bert me había dicho que yo no era su tipo. Eso picaba un poco más
ahora de lo que debería hacerlo.
—De cualquier forma, es por eso que está solo. Es selectivo, y la piscina
de citas es un poco escasa cuando se trata de esta clase de cosas. Sin
juegos de palabras.
Él asintió.
—No me sorprende.
Eso sonaba horrible. Había tanto que no sabía sobre los vampiros y me
daba cuenta rápidamente de que Josh podría ayudar a llenar algunos
bordes difusos.
—Al igual que los cambia formas, imagino —dijo—. Estás casándote con
una familia que no es exactamente la más divertida para seguir. Y he
oído que es doloroso para la víctima si la conversión no pega, o los
mata.
Fruncí el ceño.
—Yo… gracias.
—Ustedes las chicas y sus raros fetiches —dijo con una sacudida de su
cabeza—. Sabes que salir con vampiros no es como en la TV, ¿cierto?
—Es por eso que lo escogí. Además, no son un gran depredador que
podría ser intimidante.
—¿Sin foto?
—Solo una foto que saqué del internet. Pensé que podía transmitir
diversión y despreocupación. —Ya sabes, todas esas cosas en las que
no era buena en realidad—. Es como una pose ridícula, pero pensé que
parecería natural.
Me burlé.
—Bien, creo que empiezo a ver por qué la cita número tres estaba
asustada de conocerte.
—Cállate ya.
Internamente me removí.
—¿Qué?
Hizo una mueca y se agarró el pecho con una mano, como si le hubiera
disparado en el corazón. Esos ojos de largas pestañas cerrados
dramáticamente.
—Oh, dice algo, cierto. Dice que sabes cómo poner el anzuelo, pero…
—… pero no he visto nada que me diga que sabes cómo tener una
relación —continué, ignorando su risa—. Nunca te quedas lo suficiente
para encontrarla. Te gusta la caza, Joshua Russell. Consigues una
chica, sales con ella y entonces la botas.
—Si vamos a comparar pescar con mujeres —dijo suavemente, sus ojos
brillando peligrosamente—, no solo sé cómo lanzar el anzuelo, sino
también recogerlo y atrapar al pez. Si vuelvo a lanzar lo que atrapé, es
porque estoy en busca de una diferente clase de pez.
—Algo así.
—No soy tan superficial —dije rápidamente. Cuando llevó mi taza a sus
labios y puso su boca directamente sobre donde yo había estado
bebiendo, un sonrojo divertido pasó a través de mi cuerpo.
—Muy bien, entonces, tal vez yo soy el superficial. Porque veo que
quieres seguir adelante con un vampiro y creo que tal vez, si yo te
muestro cómo son los vampiros en realidad, vas a cambiar de opinión.
—Esos preciosos ojos se enfocaron en mi rostro, haciendo secarse a mi
boca. Una sonrisa lenta y perezosa empezó a extenderse por su rostro
mientras consumía mi café y dejó la taza—. Tal vez preferirás un puma
en su lugar.
Tal vez debería haberle dicho la verdad. Pero las palabras se atraparon
en mi garganta mientras él seguía sonriéndome con expectación. La
forma en que se estaba riendo conmigo, coqueteando conmigo…
Estaba tratándome como a una de las chicas con las que salía.
63
PÁGINA
Y llámame loca, pero me gustaba ser atractiva para él.
No era tan linda como Ryder, o coqueta. No era suave y femenina como
Bathsheba. Yo era toda ángulos duros, cabello oscuro y gafas. No me
reía y bromeaba como Sara. Era mordaz y distante. ¿Qué es lo que él
vio en mí que lo hizo quedarse aquí? ¿Qué lo hizo más o menos ofrecer
el rollo de una noche si yo cambiaba de opinión acerca de salir con un
vampiro?
***
Me encogí de hombros:
64
PÁGINA
—Si eres un romántico empedernido, supongo.
Sara solo sonrió, pasando una mano a lo largo de su cabello rojo hasta
la barbilla.
***
Me encogí de hombros.
Él me miró.
—Un virus estomacal. Ahora estoy mejor. No es por eso que estoy aquí,
de todos modos. Quería hablar con usted acerca de las píldoras para
dormir que me prescribió.
66
PÁGINA
—¿Están provocando un malestar estomacal? —preguntó, cruzando las
manos alrededor de su portapapeles y estudiándome.
—De hecho, quería ver si tenía algo más fuerte. O si está bien duplicar
el medicamento de vez en cuando.
—En los últimos meses, has probado todo lo que puedo recomendar. Si
no está ayudando, puede haber otros factores que tenemos que ver.
Mi corazón se hundió:
—Si las píldoras ahora no están funcionado, una dosis más fuerte no va
a hacer nada por ti. Creo que hay un problema más grande en mano, y
me gustaría hacer algunos análisis de sangre. Hay algunas
enfermedades extrañas que pueden ocasionar insomnio, y me gustaría
descartarlas.
Palmeó mi rodilla.
—Solo tienes que ver a Betty en la recepción al salir y dile que te estoy
enviando al laboratorio por algunos análisis. Voy a actualizar tu
historial médico.
—T
e ves horrible —me dijo Sara con franqueza en cuanto
entré a la oficina el sábado por la noche.
—Nos vamos —me dijo Sara, deslizándose hacia abajo de los brazos de
Ramsey—. Es noche de Xbox en nuestra casa, así que si me necesitas,
deja que siga sonando. Eventualmente lo escucharemos por encima del
ruido.
—Lo haré —dije—. Entonces, ¿todos los Russells están allí cuando
juegan?
Ella sonrió.
Eso me molestó más que nada. Quería saber qué eran esas tres cosas
para poder arreglarlas y seguir a la siguiente fase de mi plan.
Entonces les daba el día y la hora. Era una hora tarde para la mayoría
de los humanos, pero los cambiadores, vampiros e incluso fae salían
durante toda la noche, y una llamada tan tarde no les resultaría tan
raro. Por esa razón la agencia tenía un turno nocturno, después de
todo.
Una gran taza de café apareció por un costado del monitor, tendida por
una gran mano. Josh se adelantó un paso.
—Estoy ocupada.
—¿Regalo de disculpas?
71
PÁGINA
Bajó la taza sobre mi escritorio.
Me dio una lenta y sensual sonrisa que me hizo pensar que estábamos
compartiendo un momento. Una que mandó escalofríos por mi espalda.
Inclinó la cabeza sobre la taza como si le hubiese dado un regalo, luego
la llevó a sus labios y bebió.
—Era solo una broma. Lo siento. La próxima vez llamaré cuando todo el
infierno se desate. Si quieres seguir con nuestro plan de vampiros,
podemos empezar esta noche.
Me animé ante eso, más que lista para que las cosas empezaran a
moverse.
—Uh uh.
Sonrió.
***
—¿No hay Xbox para ti esta noche? —le pregunté a la vez que salía de
mi auto en el estacionamiento de mi complejo de apartamentos. Josh
me había seguido hasta aquí y estaba saliendo de su vehículo al mismo
tiempo que dejaba el mío—. Pensé que era una tradición.
—Lo es —dijo, tomando las escaleras detrás de mí—. Pero tengo otros
planes esta noche.
—Entra.
Se encogió de hombros.
—¿Cómo esperas que te diga si te ves suave o no? Vamos por lo suave,
sexy y sensual. Con los vampiros necesitas verte frágil e indefensa, no
fuerte e independiente.
—Esto está bien. Muéstrame tu traje para citas más sexy —dijo desde
la cama.
No tenía un traje sexy para ir a una cita. Miré la ropa y mordí mi labio,
pensando. Entonces me puse un suéter de una percha emparejándolo
con una falda oscura y salí del armario sujetándolo frente a mí.
74
PÁGINA
—Pruébatelo —dijo.
—Seré un perfecto caballero —me dijo con una sonrisa pícara que era
cualquier cosa menos caballerosa. Se ajustó la gorra de béisbol,
inclinando la visera un poco hacia atrás antes de ladear la cabeza hacia
un lado—. Si no confías en que no miraré, puedes cerrar la puerta del
armario. No voy a levantarme. No cuando estoy tan cómodo aquí.
Se sentó en la cama.
Fruncí el ceño.
Él lució sorprendido.
—Quizá sea algo más, pero soy algo que tiene una gran cantidad de
citas. —señaló—. Mañana, compra unos zapatos. De tacón alto. Piensa
sexy. —Él me dio una vuelta para una completa vista de mi atuendo—.
Esto está todo mal, Marie.
75
PÁGINA
—¿Qué pasa con mi ropa? —le pregunté por curiosidad.
—Póntelo.
Cuando salí del armario sus ojos tenían ese brillo felino de nuevo que
me hizo querer temblar. Él me dio otra mirada larga y arrolladora que
hizo que mi piel picara.
Detrás de mí, Josh se inclinó y me puse rígida. Pensé que iba a olerme,
por extraño que pareciera. Pero solo tomó un mechón de mi cabello
grueso y rizado.
—No estoy seguro —dijo después de un largo rato y me miro por encima
de mi hombro desnudo. Se frotó la mandíbula pensativamente y luego
miró mi trasero—. ¿Estás usando bragas de abuela?
Di un grito ahogado.
—No —dije en voz baja, mis pechos adoloridos y apretados—. ¿Por qué?
Él golpeó mi culo.
—¡Culona!
—Fuera.
—Promételo.
78
PÁGINA
—Está bien —dije—. Lo prometo. Ahora vete para que pueda cambiarme
de nuevo.
Josh no dijo nada, pero su ceja subió y esa sonrisa curvó su boca de
nuevo.
—Bonito pijama.
No dijo nada más sobre el asunto y luego se inclinó sobre la mesa del
comedor y casualmente volvió una pieza del rompecabezas, tratando de
encajarla en las otras piezas encajadas juntas en medio de la mesa.
Suspiré.
—Los hago cuando no puedo dormir. —Me puse con uno de cinco mil
piezas anoche y casi estaba terminado.
—¿Haces muchos?
—De vez en cuando. Así que ¿querías algo más o solo estás
atormentándome?
***
Este fue cruel con su última novia. Este era un poco mujeriego. Este
recién fue cambiado y no se interesaría en humanos. Este perdió a su
compañero de sangre hace unos pocos años y probablemente no estará
buscando una relación seria.
Mientras Josh marcaba las razones del por qué serían malas elecciones
y me entregaba las tarjetas, guardé algunas. El mujeriego. El viudo.
Ambos sonaban como prospectos probables para mí.
—No fui. No estoy dentro de ese tipo de cosas. Soy el tipo de chico de
una-mujer-a-la-vez. —Se inclinó como si confesara un secreto—. Me
gusta dedicar toda mi atención a una mujer. Hacerla sentir sexy.
Necesitada. Tocar su cuerpo y darle atención a cada terminación
nerviosa. Hacerla sentir que es la única cosa en el universo en ese
momento.
—¿Qué es esto?
—Si hubiera sabido que eso era todo lo que tomaría para que treparas
sobre mí, Marie —dijo en una voz ronca—. Hubiera hecho eso hace
horas.
—¿Besando? —repetí.
Oh. Ups. Abrí mis ojos justo mientras su boca rozaba suavemente la
mía.
Lo miré boquiabierta.
Pero ahora eso era todo en lo que podía pensar. Una noche. En los
brazos de Josh. Besándonos. Haciendo el amor.
***
Mi corazón se apretó.
—¿Qué pasó?
Mi mandíbula cayó.
—¿Terminaron?
—Oh, se pone aún peor —dijo Sara amargamente—. Ella quería irse y
volver a casa. Naturalmente, el clan no se lo permitió. Uno de los
hombres lo desafió por ella. Comenzaron una pelea, y lo siguiente que
supimos, es que ambos hombres están hospitalizados y todo el clan
tigre está furioso. Los otros clanes están volviéndose locos, la chica se
está volviendo loca, y Johnny solo quiere huir. Vic está a punto de sacar
su mierda. Los otros clanes están completa y llanamente negándose a
tener nada que ver con la Alianza hasta que los dos sean exiliados y
pongan el ejemplo. Beau debe estarlos poniéndolos en un avión a
Groenlandia esta mañana.
—Sí —dijo con tristeza—. En algún pueblo justo al sur de la línea del
Círculo Polar Ártico, hasta que las cosas sean subsanadas. Sin
embargo, no sé qué cosas. La gente está realmente furiosa. —Limpió
una lágrima con su dedo debajo de su ojo y me di cuenta de que estaba
llorando—. Pobre chica.
—Todo el mundo va a estar loco por todos los cambios —dijo con
tristeza—. Primero mi llegada como mujer-lobo-convertida, consiguió
sacarlos de quicio, y ahora esta chica que se convirtió en gato. Lo siento
por el siguiente tipo que intente convertir a una chica, porque va a tener
una muchedumbre linchándolo después.
Suspiro.
***
—¿Disculpa?
Clavé mis uñas en las palmas de mis manos para luchar contra el rubor
que amenazó con revelar cuán inestable estaba por su oferta. Cuando
nos habíamos besado antes, me había sacudido hasta mi centro y me
había hecho desear cosas que no se suponía que deseara. Las cosas que
no eran parte de mis planes de acero.
Pero ahora todo mi cuerpo se tensaba con lo mucho que quería eso.
Nerviosa, me deslicé un poco más cerca de él en el sofá.
—Los vampiros son depredadores, ¿cierto? Así que hay que pensar
como una presa. La última vez que te besé, tu reacción no fue muy
agradable para el ego masculino.
Mi boca se curvó con diversión ante la idea de fingir ser suave después
de que alguien me diera un beso. Exactamente ¿cómo uno pretendes
ser suave? ¿Imaginaba malvaviscos y relajaba mi postura? ¿Hacía con
mis labios alguna mueca sexy con cara de pato? ¿Qué?
87
PÁGINA
Mientras contemplaba esto, Josh movió sus manos en mis caderas y me
jaló hacia adelante. De repente me había empujado contra su cuerpo
grande. Mis manos estuvieron automáticamente a la defensiva, y
terminé poniendo mis manos en su pecho. Su agradable pecho firme.
Todo mi cuerpo se tensó, esperando el roce de sus labios sobre los míos,
y cerré los ojos.
Nada pasó.
Volví a abrirlos.
—Bésame, Marie.
—¿Por qué debo besarte? Soy yo la que tiene que estar derretida con el
pensamiento de tus labios tocando los míos.
Se rio en mi cara.
Fruncí el ceño.
—Casi estoy ofendido por lo malo que fue ese beso. Es evidente que
necesitamos practicar algo más que tu reacción. —Josh se volvió hacia
mí plenamente—. Aquí, déjame mostrarte cómo hacerlo. —Cuando no
me moví, añadió—: Relájate.
88
PÁGINA
Hice una deliberada maniobra de cuerpo completo y giré mi cuello para
demostrarle que estaba relajada.
—Dámelo.
Esta sensación… era peligrosa. Tenía esta loca atracción por Josh que
no podía darme el lujo de alimentar, y besándolo —esta suave y coqueta
lección de broma— era exactamente lo que no necesitaba en mi vida en
este momento.
—¿Uh?
—Tú. —Se inclinó y presionó otro beso ligero como pluma con la boca
abierta en mis labios entreabiertos—. Suave. Preciosa. Llena de
necesidad. Cuando alguien te da un beso, así es como necesitas lucir de
regreso. Como si él pudiera ponerte en su regazo y hacerte suya al
siguiente momento.
—Muy bueno —dijo, y allí había una nota ronca en su voz. Su mirada
parecía regresar a mi boca una vez más—. ¿Quieres practicar de nuevo?
—Así es como besas a alguien, Marie —dijo con una voz ronca mientras
rompía el beso y se retiraba al borde del sofá—. ¿Tomaste notas?
Eso es todo lo que era, por supuesto. Solo práctica. Me alejé de Josh y
me deslicé hacia atrás en el sofá, dándome espacio.
Pero se lamió los labios, como si disfrutara mi sabor, y envió otro pulso
de calor a través de mi cuerpo.
***
Golpeé su mano.
—¿Quién? —preguntó.
Por lo que pude ver, Josh no confiaba en los vampiros. Y cuanto más
91
PÁGINA
descubrí sobre ellos, menos me gustaban. Eran reservados y al parecer,
de poca confianza. A nadie en la Alianza les gustaban mucho, y ni
siquiera parecían gustarles mucho a otros vampiros. Los vampiros eran
solitarios. Solitarios sospechosos. Parecía ser una comunidad bastante
despiadada comparada con los clanes sobrenaturales, que eran más
como una gran familia.
—¿En verdad?
Me guiñó y sonrió.
Ajusté mis lentes con la otra mano, dándome cuenta de que su mirada
seguía desviándose a mi cuello desnudo. Fiel a las órdenes de Josh,
tenía puesto mi cabello retorcido en un nudo suelto, y parecía estar
obteniendo la atención de Lonnie. Esta cita ya estaba resultando mucho
mejor que la última.
—Yo también —dijo con una sonrisa de labios cerrados—. ¿Qué clase de
cosas te gusta hacer en casa?
Me lancé alrededor por algo más que decir. Nunca me di cuenta de que
una pequeña plática era tan difícil, especialmente cuando tu cita no
estaba exactamente ayudando en las cosas.
93
PÁGINA
—¿Te gustan los deportes? ¿Correr? ¿Tenis?
—¿No me digas?
—O positivo.
—Mi sabor favorito —dijo con otra sonrisa de labios cerrados antes de
inclinarse para besar mi mano de nuevo.
Sabía de Lolita, pero no de los otros dos. ¿Clásicos? ¿O tal vez era un
poeta en el corazón? No era realmente lo mío, pero era un poco dulce.
—Claro —dije—. Tal vez la próxima vez que nos reunamos, puedes
traerme uno para prestarme.
—En el frottage2.
Fruncí el ceño.
—Ya… veo. —¿Qué era eso? Estaba bastante segura de que era sucio,
pero no estaba segura de cuán sucio. Decidí jugar a la estúpida,
sonriendo ampliamente—. Soy una gran fanática del fromage3.
—Gracias. —¿Por qué todo lo que estaba diciendo este hombre sonaba
más sucio de lo que era? ¿Yo estaba tomando las cosas de manera
equivocada? Seguí sonriéndole como si hubiéramos conectado a un
nivel más profundo.
—Cuéntame.
—Estoy terminando esta cita —dijo Josh—. Este idiota terminó contigo.
Mordí mi labio, era eso o empezar a gritarle. Estaba tan enojada que no
podía ver bien mientras Josh me arrastraba fuera del restaurante. Así
que el vampiro había sido un poco fresco. ¿A quién le importaba?
Necesitaba ser convertida. Y hace dos minutos, había tenido a un
vampiro prácticamente comiendo de la palma de mi mano hasta que mi
haz-el-bien “entrenador” había decidido cambiar las reglas.
—Esta es la sorpresa.
—Oh. Ew.
***
Estaba hablando con Ryder pero se puso de pie cundo entré. Una sexy
sonrisa se curvó en sus labios al verme, y sacó una gran caja de
chocolates con un enorme listón arriba. Sostuvo los chocolates hacia mí
y sacó el asiento, invitándome a sentarme.
—¿Oferta de paz?
—¿Así que debía dejarte allí y dejar a ese tipo manosearte? ¿Decir cosas
desagradables sobre ti? ¿Quizá dejarle demostrar sus movimientos en
ti?
Mi pechó comenzó a tener ese divertido dolor, pero no dije nada cuando
salió por la puerta del frente, haciendo sonar fuertemente a campana
contra el vidrio.
Ryder la observó.
—No.
Solo tenía un amigo más aparte de los del trabajo. Y ese amigo acababa
de salir por la puerta porque había sido horrible con él. Me senté y
presioné mi rostro en mis manos.
—Gracias.
—Ryder…
—¿Búsqueda de Red Bull? Suena genial —dijo—. Trae uno para mí, ¿sí?
—Eres la mejor.
Ella sonrió.
—Lo sé.
—Josh —empecé.
No se dio la vuelta.
Hizo una pausa, luego se apoyó en el costado del auto. Sus ojos
brillaban como los de un puma, y supe que todavía estaba enojado por
mis palabras anteriores.
Merde.
101
PÁGINA
—No suena muy parecido a una disculpa hasta ahora —me dijo.
—Ni soy buena dejando entrar a las personas —admití—. Lo siento. Por
favor no te enojes conmigo. No puedo soportar la idea de que estés
enojado conmigo.
Pensé en su duro y posesivo beso. Josh era tan relajado y tranquilo, sin
embargo, se había puesto feroz con Lonnie el vampiro cuando sintió que
había sido amenazada. Se puso incluso más posesivo cuando él me
102
PÁGINA
había besado. Me tocaba constantemente y me halagaba. Me sentía
marcada. Reclamada por él.
Y aun así jugué con la idea de tomar lo que Josh estaba prometiendo.
No como una solución a mi problema, si él me convertía, sería una
sentencia de muerte, como Sara dijo. Destruiría al clan de los Russell si
uno de los pumas convertía a un humano cuando habían prohibido el
acto para los demás. Nadie confiaría en ellos, y la Alianza se
desmoronaría.
Pero podía tener solo una aventura rápida, como él había ofrecido.
Sacar esta atracción salvaje de nuestra sangre, ya que él no lo dijo a
largo plazo y yo no podía hacerlo a largo plazo. Podíamos hacer el amor
salvaje y apasionadamente sin ningún compromiso.
¿Quería una aventura de una noche? No era virgen. Había dado eso en
la escuela secundaria, a pesar de ser torpe e insegura. Mi novio
entonces había sido igual de torpe e inseguro, y unas cuantas rondas
de sexo no habían hecho nada por su confianza o la mía. Después de la
muerte de mi madre, había tenido deliberadamente muy pocos amigos.
No tenía citas. No hacia sexo casual.
No hacía nada casual, me di cuenta. Tal vez era tiempo de cambiar eso.
***
—Estoy bien. —No era como si fuera capaz de dormir de todas formas.
—¿Hola?
—Lo estoy, pero tengo esta próxima semana libre —dijo él—. ¡Posey y yo
vamos a ir a las Vegas otra vez!
—Eso suena genial, papá. Tienes que tomar una copa por mí.
—¡Queremos que vengas con nosotros! Será divertido, solo los tres.
Podemos visitar todos los casinos. No has visto a alguien jugar
blackjack hasta que has visto a Posey jugar.
—Oh, di que estás enferma. ¿Con que frecuencia llegas a pasar tiempo
con tu viejo y querido padre?
Sonreí.
—¿Chocolate?
Cuando los abrí otra vez, los colores se habían ido. Aliviada, extendí la
mano por el mouse de mi computadora… y me paralicé.
E
staba sentada con uno de mis rompecabezas cuando sonó el
teléfono.
—¿Hola?
—Estoy acostumbrada a todas las noches en vela —le dije—. Pero dime
la sorpresa primero.
Se echó a reír.
107
PÁGINA
—Por supuesto que lo es. Es la única manera en que puedo sacarte de
tu pijama y hacia mis brazos, así que voy a usarlo.
—Me conformo con pasar algún tiempo juntos, entonces. Vamos. ¿Qué
dices?
Dudé.
—Recuerda, gran sorpresa al final del día —bromeó—. Bien vale la pena
las horas de sueño perdidas.
Lo imaginaba.
Ella me sonrió.
—El café suena muy bien —le dije, alcanzando el gato frotándose en la
pierna de mis vaqueros. Cuando salió de la habitación, miré a Josh, que
había sacado una navaja y rajaba los lados de la caja—. ¿Es para eso
que viniste? ¿Para armar un centro de entretenimiento para ella?
—Su último se dañó hace unos días. Le dije que comprara uno y yo lo
armaría.
Carol era una cocinera mucho mejor que el del comedor. Su café era
genial, y sus panqueques increíbles. Mientras ella me llenaba de comida
para el desayuno, Josh tomaba mordiscos mientras trabajaba en los
muebles. Estaba claro que estaba contento de que ella tuviera
compañía, y yo empecé a hacer cálida nuestra visita. Después de un
rato, sacó algunos álbumes de fotos y me mostró fotos de su familia,
todos fallecidos.
Horas más tarde, cuando todo estaba organizado y había ido a través de
todos los panqueques de Carol, Josh colocó su TV y la programó para
ella.
110
PÁGINA
—Eso es maravilloso, Josh. Eres un buen chico —Ella extendió la mano
y le revolvió el pelo, como si hubiera sido un niño—. ¿Crees que podrías
pasar por la casa de Lula después que te vayas? Su inodoro no deja de
gotear y dijo que su factura del agua era de diez dólares más que el mes
pasado. Está bastante preocupada.
Nos despedimos de Carol, acariciamos sus gatos una vez más, y nos
fuimos. Josh se dirigió inmediatamente al lado y llamó.
—¿Lula? —pregunté.
—No, en absoluto —le dije con sinceridad. En este punto, yo estaba más
curiosa acerca de a cuántas personas Josh se detenía para ayudar, más
que otra cosa. Miré el papel de aluminio en la ventana y me sentí mal
por burlarme internamente cuando habíamos llegado. ¿Estaba ella
tratando de bajar su factura de la luz? Unos pocos dólares no eran
mucho, aquí y allá, pero tal vez no tiene el dinero.
Lula era una mujer vieja y arrugada con gruesas gafas anticuadas y un
muumuu floral. Sus manos estaban retorcidas de artritis, y ella le dio a
Josh una sonrisa desdentada.
—Ese soy yo, señorita Lula —dijo Josh alegremente—. ¿Por qué no me
lo enseñas?
***
Él se rio.
Buen punto.
—Um, hola.
—¿Cómo?
—Ya veo
—Eh —dijo Ellis, sin temor. Dio otra mordida a la manzana, sin prisa—.
Me di cuenta que si la dejaste subir sin vigilancia hacia tu habitación,
ella es probablemente alguien bastante especial.
—¿Por qué? —Estaba curiosa a pesar de mí—. ¿Qué sucede a las cinco?
114
PÁGINA
—Tenemos que irnos a nuestra cita.
—Vamos a ir a una cita doble —me dijo con una sonrisa—. Un par de
vampiros recién convertidos. Supuse que te gustaría hacerles algunas
preguntas.
***
Aquí estaba yo, muriendo por salir con un vampiro, sin el doble sentido
intencionado, y no podía hacer que salieran conmigo. Y todo lo que
Josh tuvo que hacer fue tronar sus dedos y ellos venían corriendo a
hacerle un favor.
—¿Estás bien?
—Están aquí.
—Los reconocerás cuando los veas —dijo Josh, colocando una mano
sobre mi hombro mientras me inclinaba sobre su regazo—. Siéntate.
Miré a Josh.
—Los dos son bastante nuevos en el mundo de los vampiros —dijo con
un ligero encogimiento de hombros, inclinándose hacia delante—. Pensé
que podría ser bueno para ti obtener su punto de vista.
—Es un placer verlos a los dos de nuevo —dijo Valjean en voz cortés,
deslizando una mano en la parte delantera de su chaqueta. Hizo un
gesto para que Ruby se deslizara dentro de la cabina y lo hizo, su
brillante mirada centrada en mí en una mirada que no era exactamente
amable.
Oh, querida. ¿Se estaba sintiendo territorial? Sabía por tratar con su
hermana que los cambias-jaguares tendían a ser un poco…
demandantes. Y teniendo en cuenta el hecho de que Ruby era el otro
vampiro, me preguntaba cómo eso afectaba su naturaleza. Mis
sospechas fueron confirmadas cuando Valjean se deslizó en la cabina al
lado de ella y ella de inmediato se pegó a su brazo, con los labios
fuertemente apretados, como si quisiera desnudar sus dientes contra
mí.
117
PÁGINA
Como si sintiera el estado de ánimo en la mesa, Josh colocó
casualmente un brazo sobre mis hombros y tiró de mí más cerca, como
si yo hubiera sido su cita. Ruby se relajó de inmediato, su sonrisa cada
vez un poco más genuina. Me di cuenta en ese momento que no era el
territorio lo que estaba enloqueciendo a Ruby… era Valjean. Le
preocupaba que yo fuera a tratar de arrebatárselo o algo así, y estaba
plantando su afirmación tempranamente.
—La visité cuando fui convertido por primera vez —dijo Valjean,
dirigiendo la conversación hacia el tema del que quería oír hablar
principalmente—. Yo…
No es que eso importara. Estaba bastante segura que duele menos que
morir. Pero ahora que lo sentía a mi alcance, me encontré… curiosa.
—No le había preguntado —dijo Valjean—. Pensé que tal vez, después
de algunos años juntos, abordaría el problema antes de que ella
comenzara a ponerse toda de la mediana edad y temblorosa…
—No había tiempo —dijo Valjean—. Tomé un riesgo y esperé que ella no
estuviera demasiado enojada conmigo.
—¿Dices que hay un montón de reglas con los vampiros? —le insté.
Estos dos eran lindos y todo, pero no me estaban dando mucho más
que yo no supiera ya.
—Ya veo.
—Dos o tres veces al día, al igual que las comidas humanas —dijo
Valjean fácilmente. Levantó su vaso y bebió un sorbo de agua, como si
se determinara a demostrar un punto—. Hasta que finalmente tu
estómago se acostumbra y puede tolerar la mayoría de las bebidas.
Ruby es nueva, por lo que aún revuelve su estómago.
Valjean ofreció a Ruby su vaso de agua. Ella arrugó la nariz y apretó los
dedos sobre sus labios, como si estuviera reteniendo la bilis.
—La eternidad suena muy bien para mí —dije con una falsa voz
entusiasta.
—N
o más llamadas —me dijo Bath al día siguiente
cuando entré a trabajar—. Estamos poniendo una
pausa temporal en la redada cliente-inactivo.
—Todo el mundo está fuera de quicio sobre la situación con el clan tigre
—dijo ella, cruzando los brazos bajo sus pechos y apoyándose en el lado
de mi escritorio—. Beau tiene otra reunión con los jefes de los clanes
esta noche para tratar de suavizar las cosas. Están tratando de
clausurar nuestra agencia.
Uh-oh.
—¿Rumores locos?
Le envié un mensaje.
¿Así que no te veré por unos días? Tengo una cita esta noche. Pensé que
ibas a ser mi acompañante. Y por acompañante, me refiero a merodear
sin ser visto como un hermano mayor sobreprotector.
Su siguiente texto llegó casi diez minutos más tarde, y me pasé todo el
tiempo golpeteando mis dedos con impaciencia.
No lo sé.
Espero que lo sea. No vas a tener más remedio que caer en mis brazos.
***
Lo peor de todo, no había nadie con quien pudiera hablar de ello. Mis
cargas eran solo mías, ya veces se sentían aplastantes. Pero había
tomado la decisión de manejar esto por mi cuenta, una elección que
solo lamentaba en momentos de debilidad.
Aparté mi teléfono.
—¿Minnie?
—Soy Andre.
—Es solo que luces… mejor de lo que esperaba —dije con sinceridad.
—No puedo imaginar por qué —dijo, moviéndose detrás de mi silla para
empujarla para mí—. Te ves muy bien para mí.
—Oh —dijo con una risa lenta—. Sí. Lo siento. No entendí la pregunta
al principio. Realmente no se hace en mis círculos.
Ahora eso era algo que podía quedarse atrás. Me hizo tintinear mi vaso
con el suyo y tomar un trago.
Se vio complacido.
—Por supuesto.
***
La cena estuvo bien. Mejor que bien. Andre era culto y educado, y muy
entretenido. Para cada tema que tocábamos, tenía una historia
interesante de contar. Aprendí que tenía cuatrocientos años, era dueño
de una galería de arte cercana que había comprado hace unos
cincuenta años, y amaba la música clásica. Odiaba la música moderna,
la televisión y los celulares, pero adoraba los autos modernos,
especialmente los autos deportivos.
Mi cita estaba yendo genial. Mierda, sí, pensé, sonriendo a Andre sobre
mi copa. Tengo a este en la bolsa.
Alejé el pensamiento.
Su sonrisa se profundizó.
***
—¡Como un encanto!
Y luego me desmayé.
***
—No, no. Estoy bien. —La ambulancia no puede hacer nada por mí.
Me miró dudosa.
—No es nada que no pueda curar una buena noche de sueño. —Alcé un
meñique al aire y la miré—. ¿Promesa de que esto va a la lista de
secretos sucios conocidos solo por tú y yo?
Suspiró fuertemente.
—Se quedará bajo las reglas de la promesa del meñique. Solo cuídate.
De Andre.
Pero Josh estaba aquí, en mis brazos, sus fuertes brazos envueltos
alrededor de mi cintura, su hermoso rostro inclinado cerca del mío. Se
veía completa y absolutamente delicioso, y tan listo para besarme.
Seguramente no.
Gemí por la sensación de ese cuerpo grande y cálido contra el mío. Mis
manos recorrieron su cuello, mi rostro inclinándose para otro beso.
¿Por qué detenernos ahora?
Pareció feliz de complacer, pero esta vez fue un beso ligero y provocador
que pretendía abrir mi boca y dejarme con las ganas.
E
mpujé su pecho.
—¿Disculpa?
—¡Joshua Russell!
—¿Qué?
Los ojos de Josh destellaban, como un gato, de esa manera que decía
que se encontraba completamente irritado.
—Claro. —Mi corazón dio un vuelco ante la sola idea de pasar la noche
con Josh. Sin condiciones. Solo él y yo, juntos en la cama, haciendo
hermosas cosas sucias al otro—. Estoy bien con eso.
134
PÁGINA
—Y luego vas a ir directo, y salir con ese vampiro de nuevo, ¿verdad?
—Correcto.
¿Pensaba que era un fenómeno con un fetiche por los vampiros? Eso...
dolía. Le di mi mirada más glacial.
No dije nada.
Maldijo.
Abrió la puerta.
—Bueno, por supuesto que no —le dije, forzando mi tono a ser ligero e
irónico, como si mi mundo no estuviera cayendo a pedazos en ese
momento—. No le he dicho a nadie, excepto tú.
—¿Es cáncer?
—Es muy raro. Mi madre lo tenía. Murió hace diez años. Heredé el gen.
No se supone que se presente hasta que tenga cuarenta o así, pero se
presentó antes.
—Marie…
—Marie…
—Tengo que terminar con todo esto mientras me sea posible. —Tomé
una respiración profunda, obligándome a calmarme un poco—.
Comienza con la incapacidad para dormir. A continuación tienes
ataques de pánico. Entonces paranoia. Luego, empiezas a alucinar. El
insomnio sigue empeorando, y hacia el final te vuelves completamente
fuera de tu mente por la falta de sueño. Y luego te mueres. Es horrible,
Josh. Absolutamente horrible. Mi madre... ella era hermosa. Francesa-
canadiense. Largo y oscuro cabello rizado y la sonrisa más feliz. La echo
de menos todos los días —dije en voz baja.
138
PÁGINA
—¿Qué pasa con un médico?
Asentí.
—Lo sé. Solo tengo que correr ese riesgo. Tal vez voy a ser afortunada y
encontrar a un buen vampiro con quien pasar la eternidad.
Me mordí el labio.
139
PÁGINA
—No debería querer dormir contigo, pero lo hago.
—Sí, lo diré. Llámame loco, pero no se siente del todo bien para mí
dormir contigo y luego entregarte al siguiente vampiro con la esperanza
de que él sea el único para ti.
No sonaba bien para mí, tampoco, pero yo no sabía qué más hacer.
Así que, podría tener al ardiente Josh y una lápida temprana, o podría
tener a un vampiro frío y la eternidad.
—No voy a cambiar de opinión —dije en voz baja—. No cuando estoy tan
cerca de conseguir a alguien que me transforme.
—Te estoy diciendo esto porque eres mi amigo, Josh —le dije—. No
porque quiera más de lo que ya me has dado.
—Me tengo que ir. Necesito un poco de tiempo para pensar acerca de
todo esto.
Era extraño como eso no estaba sentando tan bien en mis tripas, sin
embargo.
***
Josh no me llamó ese día. Sabía que era difícil para él absorber todo a
la vez. Había estado viviendo con esto durante diez años, y aún era
difícil para mí.
—Bueno, todo el mundo está aquí ahora —dijo Bath con una sonrisa.
Sara se rio.
¿Así que eran reales? Oh, gracias a Dios. Mis rodillas se sentían débiles
por el alivio. Puse una gran sonrisa.
***
—Creo que el momento ha sido difícil para todos —le dije a Bath.
—¿Por qué no estás ahí arriba metiendo dinero en sus pantalones? —le
pregunté.
—Porque me gusta ver —me dijo con una femenina mirada lasciva.
—¡Tu turno!
—No retrocedas.
Sí, pero Sara tenía un enorme y más que posesivo novio. Puse una
mano sobre la de Sara, deteniéndola.
—Bueno, eso fue inesperado —me dijo Ryder, inclinándose para gritar
en mi oído mientras el bajo golpeaba de nuevo—. Parece que el alcohol
convierte a una hermana en una mujer salvaje y a la otra en una,
incluso más, puritana.
Esas eran de hecho nalgas firmes. Me pregunto qué tan firme estaría el
trasero de Josh en comparación. El hombre en escena estaba
bronceado en un tono más bien naranja oscuro, lo que era poco
atractivo. También estaba engrasado, y su largo cabello arreglado en
una engominada cola de caballo baja. Me hizo apreciar el cabello limpio,
si bien corto, de Josh.
—Lo estaba bebiendo —dije en una voz seca, pero se la pasé de todos
modos—. Te estás divirtiendo.
—Algo así.
—Ooo —dijo Sara con una sonrisa—. Dame esos cinco. —Levantó su
mano en el aire y complemente erró la mía.
—Sí, creo que ahora tomaré eso de vuelta —le dije, sacando mi bebida
de su mano.
Ella dijo frases borrachas al aire justo cuando Ryder se sentó de nuevo,
con sus manos sin dinero.
Eso es lo que iba a hacer, ¿o no? ¿Tener sexo con él, luego darme la
vuelta y buscar un vampiro que me convirtiera? Y si el vampiro decía
que quería un compañero de sangre, le diría que no.
—Baile en el regazo.
Pero Sara miró hacia a nosotros y luego apuntó a Ryder, quien también
negó con la cabeza, ensanchando sus ojos.
***
Nos fuimos del club algunas horas después, sin dinero y bastante
alegres. Bueno, las otras tres estaban alegres, yo había sorbido la
misma bebida toda la noche, dejando que Sara le diera el trago al resto
de la mía. El alcohol nunca se llevaba bien con los medicamentes
ansiolíticos que estaba tomando para suprimir los ataques de pánico.
—¿Estás bien?
—Lo siento.
Uní mi dedo chiquito al suyo y asentí, luego seguimos a los otros hacía
el auto.
149
PÁGINA
Capítulo 10
Traducido por Vanehz, Verae y Flochi
B
ien, esto es incómodo.
Y sobre todo, de todo el equipo de Russell Security, ¿Por qué tuvo que
ser Josh? Se cernía sobre nuestra cita como una espantosa tercera
rueda.
Asentí y sostuve mi copa para que la rellenara. La verdad era, cada día
era últimamente, un largo día. No había estado manejando muy bien el
insomnio esta semana. Además había estado estresada por cómo las
cosas estaban yendo con Josh, así que había trasteado y revisado mi
teléfono esperando mensajes cien veces cada hora.
—Lo siento. —No podía llegar a una explicación que calmara su mente.
—¿Es este un mal momento para ti? ¿Deberíamos cancelar nuestra cita
de hoy? —Me dio una mirada preocupada, su otra mano fría
colocándose sobre la mía. Era como ser abrazada por arcilla.
Andre se giró y chasqueó sus dedos hacia Josh, indicando que debía
largarse.
Asentí.
—Gracias.
—Tú dirás.
Ya que Josh tenía el súper oído de los cambia formas, quizás entendería
la insinuación.
Pero la risa coqueta de Andre regresó y descansó su mano una vez más
sobre la mesa. Supuse que tenía que poner la mía en la suya. Lo hice,
forzando a alejar la inquietud que sentía cuando tocaba su piel. Era
solo porque Josh estaba tan cerca. Si no hubiera estado, no habría
estado tan intranquila.
—¿Quizás deberíamos?
—Lo pensaré.
Exclusiva. Con un vampiro. Ese era un gran paso para hacer que me
convierta ¿cierto?
¿Era este acaso un tipo de eufemismo? Hey, nena, ¿Me dejas mostrarte
mi Audi? ¿Ver qué hay bajo mi capó?
Tarde o temprano, querría poner esos labios sobre los míos. Pensé en
sus frías casi heladas manos y temblé ante el pensamiento de que sus
labios se sintieran igual. ¿Qué demonios estaba mal conmigo? Era solo
temperatura corporal.
***
Alguien tocó la puerta del auto y nos separamos. Eché mi cabeza hacia
atrás, drogada por el beso de Andre, y vi el rostro ceñudo de Joshua.
—Tuvimos otra llamada, Sr. Jurov. Creo que debería terminar por esta
noche.
—Temo que tendremos que hacer esto alguna otra noche, Minnie.
***
Tan extraño.
***
Debía haber estado excitada porque las cosas hubieran avanzado con el
vampiro.
Mi timbre sonó.
Josh estaba parado allí, sus grandes manos apoyadas contra el marco
de la puerta. Su rostro estaba girado, la gorra de béisbol ocultando su
expresión.
—Puedo oírte allí, Marie. Puedo olerte. Hueles bien, ya que estamos.
Me sonrojé.
—No puedes esconderte de un cambia formas. Así que será mejor que
abras y me dejes entrar.
Levanté mi cabeza.
—¿Estás enojada?
Atrapado infraganti.
Lo miré, cautelosa.
—¿Y luego qué? ¿Vas a ser exiliado conmigo? Porque estoy bastante
segura de que a ninguno de nosotros le gusta Groenlandia.
—Oh, vamos, Marie. Las chicas disfrutan los besos de los vampiros. Su
saliva es un afrodisíaco.
—¿No lo sabías?
—Bueno, eso explica muchas cosas. Supongo que hay algunos vacíos
bastante grandes en mi educación sobrenatural.
—¿Ahora ves por qué me molesta verte con él? —Sus dedos acariciaron
un rizo de mi cabello, colocándolo detrás de mí oreja en una tierna
caricia.
Una caricia muy tierna para un hombre que me había ignorado durante
los últimos dos días. Empujé su pecho.
Pero siguió acariciando mi pelo, luego rozó ligeramente mi oreja con sus
dedos.
—Marie, no puedo estar contigo sin… poner algún tipo de derecho sobre
ti. Si tú y yo hacemos esto, no voy a ser capaz de alejarme como
quieres.
—No quiero que te alejes —le dije, y mordí su labio inferior, incapaz de
evitarlo—. Nunca dije eso.
—Vamos a tomar un día a la vez —le dije—. Y hoy, quiero mis manos
sobre ti.
—Bueno, porque las mías están a punto de estar por completo sobre ti.
Se detuvo, mirándome.
—¿Todo bien?
—Espero que no vayas a preguntar cada vez que haga un ruido —le
dije, recorriendo con mis manos su pecho, apreciando sus músculos.
—Para alguien de tan mal humor, seguro que tienes un buen sabor.
—Entonces tal vez no debería decirte cuán húmeda estoy —le susurré.
—¿Josh?
—Lo siento. Solo tenía que hacerlo. Estabas rogando por ella.
—No estaba pidiendo nada —le dije, pasando mis manos por su
espalda. Amaba tocarlo después de semanas de imaginar cómo se
sentiría.
—¿Qué pasó con todo eso de hablar sobre los juegos previos? —Me
resultaba difícil respirar. Era como si todo el aire hubiera dejado mis
pulmones a la vista de su oscura cabeza sobre mi pecho.
Sonrió.
—Muy lindo. —Me quedé mirando esa deliciosa piel, en trance, y corrí
mis uñas por él, acariciando sus músculos.
—Tu turno.
—¡Joshua!
—Por favor…
—Por favor —susurró con voz ronca—, ¿pongo mi boca sobre ti?
Ese simple movimiento incendió mi cuerpo. Estiré mis manos hacia él,
arrastrándolo de vuelta sobre mí y besándolo. Se deslizó entre mis
muslos y los separé, permitiendo que acunara su peso en contra de mí
otra vez. Sus jeans se frotaron contra mi sexo en una manera ruda que
provocó escalofríos en mi cuerpo. Sus besos fueron profundos y
adictivos, y adoraba completamente el sabor de él. Podría besarlo por
horas y horas.
Se retiró lentamente.
Me reí, y sonrió.
—Oh…
—No puedo —admití y rocé con mis dedos sobre la tela que hacía una
carpa.
Su respiración explotó.
—Desnuda en mis brazos, con tus muslos abiertos sobre mis hombros
—dijo con suavidad, bajando por mi cuerpo y pasando suavemente la
boca por mi vientre. Sus pulgares se movieron a mi sexo, y corrió uno
por la húmeda unión.
—Sabes tan dulce, Marie —susurró, y sentí ese salvaje ronroneo volver
a comenzar—. Pegajosa, mojada y muy bien. Podría pasarme horas
aquí.
Se me quedó mirando.
—¿Cuánto ha pasado?
—No soy virgen, así que no tienes que ser tan… —Mi boca se abrió
cuando acarició en mi interior—. Oh…
—¿Un oh bueno o uno malo? —Su voz sonó tensa, sus movimientos
deteniéndose.
—Josh… necesito…
—¡Justo ahí!
—Calla, Josh.
Me besó la palma.
***
E
staba guardando el rompecabezas completo cuando Josh entró
en la habitación rascándose la cabeza y bostezando. Se veía tan
deliciosamente despeinado que mi pulso empezó a correr.
—No deberías dejarme dormir hasta tan tarde. Podríamos haber tenido
tiempo para otras… cosas.
Pero no parecía tener prisa. Me besó una vez más y luego me soltó.
—¿Quieres ir a desayunar?
Eso nos hizo sonar… algo más. ¿Siempre iba a desayunar con sus citas
después? Yo había tenido la impresión de que él se alejaba de ellas lo
más rápido que podía. Pero ambos estábamos en esa zona extraña que
era algo más que amigos, pero menos que una pareja. Amigos con
beneficios.
***
Me sentía de esa manera cada vez que lo veía, también. Había algo tan
juvenil y exuberante en Josh. Era abierto, coqueto y agradable para
todo el mundo, todo lo que yo no era. ¿Qué diablos fu lo que vio en mí?
Sentí una punzada de ansiedad. ¿Iba a ser otro encuentro de una sola
noche?
Pero eso era lo que yo quería, ¿no? Así que ¿por qué estaba incluso
pensando estas cosas?
Carol nos enseñó la misma cabina que habíamos tenido la última vez,
me dio un guiño de complicidad, luego se dirigió por un café. La noche
era joven y el restaurante estaba lleno. Cuando me deslicé en la cabina,
Josh se deslizó a mi lado, como la última vez.
171
PÁGINA
Solo que esta vez no me alejé. Y esta vez él puso su brazo alrededor de
mis hombros, estrechándome y besando mi sien. Ternura. Dulzura.
Amor. Al igual que una pareja real.
Sonreí, divertida.
—No mucho —dije sin convicción. Gracias a Dios que Josh no podía oír
la conversación… ¿o podía hacerlo? Los cambiadores tenían una buena
audición—. ¿Así que disfrutaste Las Vegas?
—¡Las Vegas fue genial! Pero Posey gastó todo su dinero y se aburrió. El
espectáculo que quería ver fue cancelado, así que pensamos que
volveríamos y te veríamos en su lugar.
—Caramba, no lo sé.
—Papi…
Me quedé helada.
—Yo solo…
—Yo también te quiero —le dije, y colgué. Tan pronto como lo hice, me
retorcí lejos de Josh—. ¿Qué estás haciendo?
—Mi papá piensa que estamos saliendo ahora —le susurré, molesta.
Si eso significaba que estaba viviendo en la negación, que así sea. Era la
única manera en que podía hacer frente a esto.
Él frunció el ceño.
Sabía a lo que se refería. Mi cara estaba pálida, los círculos bajo mis
ojos eran enormes. Había perdido al menos cinco kilos y la gente
constantemente me preguntaba si estaba bien.
174
PÁGINA
Pero podía atribuírselo a la gripe mientras tuviera una buena
distracción. Deslicé mi brazo a través del de Josh.
Y como si probara que podía ser lindo, Josh se inclinó y besó la punta
de mi nariz.
***
Estaba firmado con AJ, las iniciales de Andre. Eso era… dulce, creo. “Mi
queridísima” sonaba un poco rígido, pero también sonaba afectuoso. Lo
tomaría. Le envíe de regreso un correo electrónico diciendo que mañana
estaba bien.
—¿Todo bien?
La noche pasó a paso de tortuga. Los teléfonos estaban más lentos que
lo usual y no estaba en un humor platicador. Ryder no lo estaba
tampoco. Pasé horas mirando el monitor de mi computadora, soñando
despierta.
***
—¿Todo bien?
Uf. Había pensado que iba a sugerir que ya no nos viéramos más.
—Pensé que habías dicho que todos los vampiros eran reservados.
Frunció el ceño.
—Lo son.
—No. Pero mis instintos me dicen que está escondiendo algo. Solo
necesito averiguar qué.
No sabía una cosa sobre los instintos gatunos. Pero sabía que Andre era
mi oportunidad de vivir. Estaba dispuesta a resistir un poco de rareza
por eso.
177
PÁGINA
—No puedes pedirme que deje de verlo —le dije suavemente.
—Solo quiero que tengas cuidado. —Josh miró hacia mí, sus ojos
serios—. Por mí.
—Tendré cuidado.
***
—Necesito ensuciar este lugar —le dije sin aliento—. Mi padre sabrá
que pasa algo cuando vea que he estado limpiando.
Me detuve a mirarlo.
Las atiborré detrás del sofá y aventé una sábana en el otro sofá en una
pila desordenada. Listo. Sondeé mi labor y me giré hacia Josh.
Me sonrió de vuelta.
—Perfecta.
Mientras se iba, noté que tenía una de mis camisetas para dormir
metida debajo de su brazo. ¿Qué quería con eso? Interesante.
—Están aquí —le grité a Josh, arrastrándome del sofá. Miré a través de
la mirilla y vislumbré el atuendo rosa brillante de Posey.
Oh, sí. Decirme que me veo como el infierno fue tan considerado de su
parte. Pero mi papá la amaba, así que sonreí ampliamente.
5Ma petite puce: expresión francesa que traduce “mi pequeña pulga”.
180
PÁGINA
—Es un gusto conocerte, hijo, ¿Han estado saliendo por mucho tiempo?
—En realidad vamos a paso lento —dijo Josh con una sonrisa
relajada—. Tomándolo un día a la vez.
—No hay nada malo con eso —dijo papá e hizo un gesto hacia Posey—.
Trajimos donas, café y jugo de naranja. Espero que eso esté bien.
Sonreí.
—Solo he estado haciendo algunas horas de más —le dije con una falsa
sonrisa—. Me pondré al día con mis horas de sueño el fin de semana.
Mi papá sonrió.
***
No dije nada.
—Es lo mejor.
—¿Qué te sucede?
—Tú, de todas las personas, deberías saber que no fue nada serio.
Me miró furioso
—Mis planes…
—¿Crees que eso era todo lo que pretendía? —dijo con una dura voz—.
¿Que solo quería conseguir meterme en tus faldas?
—¿Qué más en lo que se refiere a mí, cierto? ¿Es eso lo que querías
decir?
183
PÁGINA
No respondí. A eso me refería.
—Me has descubierto. —Di un lento y burlón aplauso con mis manos—.
Hora de irte.
—M
innie. Es bueno verte de nuevo —dijo Andre,
levantándose mientras me acercaba a la mesa—. Te
ves hermosa, como siempre.
Había tenido cuidado en verme tan bien como pude. Había llevado un
vestido negro de coctel que estaba atado detrás de mi cuello y dejó
mucho del hombro y el escote desnudo. Lo había emparejado con
zapatos abiertos de tacón alto, y usaba mi cabello trenzado hacia arriba
con unos tirabuzones rizados en mi cuello. Cuando su mirada fue allí,
sabía que no importaba qué tan grandes eran los círculos debajo de mis
ojos. También podría haber ondeado una bandera roja delante de un
toro.
—Oh, tengo uno —dijo Andre con facilidad, moviéndose para sacar la
silla para mí. Cuando me senté, se inclinó y susurró en mi oído—. Pero
no creo que te gustara el último, así que cambié las cosas un poco.
Quiero que te sientas cómoda en mi presencia, Minnie.
—¿Ah sí? —Revisé la carta de vinos. Iba a necesitar algo más fuerte
pronto. Mi estómago se revolvía y mi cabeza dolía, una señal segura de
que iba a empezar a alucinar. Me puso ansiosa, y el alcohol ayudaría
con eso.
Levanté la vista.
—¿Por qué?
—Porque él es uno del clan nutria. Debería ser un primo tuyo. —Sus
ojos oscuros me veían atentamente.
—Mentí —le dije en voz baja—. Soy humana y estoy buscando que
alguien me convierta. Es por eso que te busqué.
—Es Marie.
—No me habías conocido, sin embargo —dije con valentía, tomando una
página del libro de Josh—. Sería un honor ser tu primera.
Antes de que pudiera decir algo más, pasó el camarero, todo bromas y
voz fuerte y ondulante mientras empezaba a recitar los especiales de la
noche. Andre, quien ahora era todo sonrisas perezosas, ordenó una
costosa botella de vino para nosotros y envió al camarero en su camino.
—Para alguien que desea que la convierta, fuiste rápida para evitar mi
beso, adorada Marie.
Inclinó su cabeza.
—Eso lo entiendo.
Ni siquiera lo dudé.
—Lo hice. Lo hago. —¿Entonces por qué ser acorralada contra una
pared me llenaba con tanto pánico? Me obligué a calmarme, lo miré a
los ojos—. Puedo manejar esto.
—Lo es.
Él me sonrió.
—Como desees.
Quería a Josh.
Ajustó sus gemelos, luego pasó una mano por su pelo, aparentemente
aburrido ahora que se había alimentado.
—¿Te he asustado?
Genial. Otra alucinación. Cerré los ojos y recé que esta noche acabara
pronto.
***
192
PÁGINA
En el momento en que el turno de día llegó, llevaba un suéter de color
rosa sobre mi vestido manchado (el suéter prestado de Ryder) y tenía el
pelo suelto sobre las curitas del Monstruo come Galletas en mi
cuello. Tomé un par de vasos de agua para ayudar con la pérdida de
sangre, pero todavía me sentía muy débil. No tenía la energía para
escribir, y mucho menos contestar el teléfono.
Ryder era una buena amiga. Había dirigido todas las llamadas a su
propio teléfono, me trajo una bebida cuando necesité una, e insistió en
que me recostara en el sofá de la sala de archivos. Había descansado
durante unas horas.
—Tú… ¿segura que estás bien? Tus ojos están un poco vidriosos.
Parpadeé rápidamente.
—Duerme un poco.
***
Fue el más largo viaje a casa en auto. Tomé las carreteras secundarias,
aterrorizada de dirigirme a la carretera, en caso de desmayarme. Por
suerte, llegué mi apartamento. Me desplomé en el sofá y dormí unas
horas, aunque no fue muy tranquilo. Sabía que era debido a la pérdida
de sangre, no a ninguna recuperación.
Lo peor era saber que si mi plan iba a funcionar, tendría que hacer esto
de nuevo. En repetidas ocasiones. Me estremecí. Necesitaba limpiar la
piel debajo de esas alegres curitas y limpiarme su toque.
***
Las lágrimas inundaron mis ojos y las parpadeé rápidamente, luego abrí
la puerta.
—Hola —le dije con cautela. Josh se veía como para hacer agua la boca.
Se había cambiado su camiseta de seguridad negra por una chaqueta
oscura sobre una camisa con cuello en V, con jeans y un par de gafas
de sol. Parecía un modelo masculino, tan sorprendentemente masculino
que me dejó sin aliento. Su gorra de béisbol se había ido, su espeso
cabello castaño bien peinado.
—¿Ah, sí?
—Sé que lo es. Tuve que ir a cuatro malditas tiendas para encontrar
queso requesón. Es ridículo. —Mientras él enchufaba la freidora, se
apartó de ella y caminó hacia mí—. La buena noticia es que tengo la
oportunidad de darte un saludo apropiado mientras eso se calienta.
Alargó la mano hacia mí, sus dedos acariciando sobre mi pelo enredado.
Se inclinó, esa leve sonrisa pícara tirando de su boca, pero se detuvo al
ver las dos curitas en mi cuello. Una emoción brilló en su rostro, como
si estuviera en guerra consigo mismo. Luego se inclinó un poco más y
me besó, muy ligeramente, en la nariz.
—Estoy... luchando con esto —dijo, las palabras ásperas—. Porque veo
esa mordedura en tu cuello y sé que es exactamente lo que quieres,
pero me hace un idiota porque me pone furioso. Quiero poner mi puño
a través de una pared, y sé que debería felicitarte.
Por extraño que parezca, su furia me hizo sentir mejor. Le podría decir
con seguridad acerca de la infelicidad y malestar vago que tenía sobre
mi camino elegido. Me acerqué a él, suavizando mis manos sobre los
hombros de su chaqueta, admirando la forma en que abrazaba a su
gran cuerpo. ¿Se había vestido para mí? Un rubor de deseo se apoderó
de mí.
—Te pone en mis brazos. Eso es exactamente donde necesito que estés.
Aquí. Conmigo. Besándome. Tocándome.
Agarró mi trasero y me atrajo hacia él, con fuerza. Sus ojos oscuros se
clavaron en los míos.
—Marie.
—Absolutamente —suspiré.
198
PÁGINA
Capítulo 13
Traducido por Shilo y Crazy_Mofos168
M
e agarró detrás de las rodillas, balanceándome a sus brazos
como si no pesara nada. Grité en sorpresa y lancé mis brazos
alrededor de su cuello mientras corría por el pasillo a mi
habitación.
Especialmente no Josh.
Lamí la cabeza como lo haría con una paleta. Una vuelta de mi lengua,
larga y lenta, saboreando cada momento y prolongándolo. Con su
gemido torturado, empecé a arremolinar mi lengua alrededor de la
punta. No era una experta en el sexo oral, pero esto parecía de sentido
común. Tomarlo en mis manos y boca. Volverlo loco. Lo suficientemente
simple.
—Desvístete. Rápido.
200
PÁGINA
—Pero…
Eso sonaba bien para mí. Me deslicé por su cuerpo y me volví a un lado,
agarrando su pene en mi mano y recorriéndolo con mis labios.
—Josh, yo…
—¡Continúa!
—Eres mía —gruñó, y enfatizó cada palabra con una dura arremetida
dentro de mí—. Dilo, Marie.
—¡Josh!
—¿Tienes hambre?
—Eufemismo del siglo —dije con una media sonrisa irónica—. Puedes
volver a dormir. Está bien.
Pero solo colocó una silla al lado de la mía y envolvió su brazo alrededor
de mi cintura, jalándome cerca. Su barbilla se posó en mi hombro, y me
miró mientras sacaba otra pieza de la pila en una esquina y la
estudiaba.
—Era exuberante. Más grande que la vida. Todo lo que hacía era
grande. Se reía fuerte, sonreía ampliamente, y hacía los peores
berrinches que he visto en mi vida. —Sonreí con cariño por los
recuerdos—. Y amaba a mi padre con locura. Cuando tenía que viajar
por negocios, se entristecía. Y cuando estaba de vuelta, estaba como
nueva otra vez. Eran maravillosos juntos, y tan felices. Y a todos nos
encantaba ir de vacaciones, a cualquier parte donde tuviéramos ganas
de conducir aquel fin de semana. Tuve la suerte de tener esos
momentos con ellos.
—Las mías son suaves. Ella podía maldecir hasta por los codos.
—Así que corre en la familia, que las mujeres se sientan atraídas por los
hombres con impulsos salvajes. Ya veo. —Josh me lanzó una mirada
burlona—. Eso explica cómo es que has caído en mis brazos a pesar de
que te quejas todo el tiempo.
Solté un bufido.
Me besó en el hombro.
***
—En realidad, vamos a hablar antes de empezar. —Su voz era fría—.
Ven aquí, ¿por favor?
—¿Pasa algo?
—Marie, quiero que sepas que tanto Sara y yo sentimos afecto por ti.
Estabas en mi boda. Te cuento como una amiga. Realmente lo hago.
—Es muy difícil para mí decir esto. —Hizo una pausa, miró sus manos
y suspiró—. Nos han avisado que alguien ha estado usando la base de
datos para sus propias necesidades durante las horas de trabajo. Un
cliente vino y nos dijo que había ido a una cita con una mujer, solo para
descubrir al llegar que era humana.
Bathsheba dijo:
Estaba horrorizada.
Sara añadió:
—Esto también está haciendo que los Russell luzcan muy mal, y los
hombres-puma no pueden permitirse el lujo de perder el control de la
Alianza.
Acoplada. ¿Qué diablos? Furia hacia Josh, quien jamás me había dicho
sobre esto, empezó a crearse. Había sabido exactamente cuáles eran
mis planes, y me había hecho esto de todas formas.
***
Llegué a casa menos de una hora después, con una caja con todas las
cosas de mi escritorio. Había trabajado en Midnight Liaisons por más de
un año, y había disfrutado cada minuto del mismo. Había hecho
amigos. Había conocido a Josh. Me había dado esperanza cuando no la
tenía.
Y ahora, este capítulo había terminado. Miré la pequeña caja con mis
cosas. Lápices, Post-its personalizadas, el listón de la caja de chocolates
que Josh me había dejado ese día.
210
PÁGINA
Despedida.
El teléfono sonó.
—¿Hola?
—Está bien. ¿Quieres que vaya después del trabajo? ¿Quieres hablar
sobre esto? Podemos salir a desayunar. Yo pago.
Sostuve mi aliento.
—Algo así.
Mi corazón martilló.
***
Nada.
¡Sí!
—Voy a ver a Andre. Dice que tiene una sorpresa para mí. ¡Creo que va
a convertirme! —Lancé mis brazos a su alrededor con entusiasmo—.
¿No es genial?
No me abrazó de vuelta.
—Marie…
—¿Por qué no? —No me iba a salir con principios ahora, ¿o sí? Creía
que ya habíamos pasado por eso—. Josh…
—Solo porque decidiste seguir este plan tuyo con las cortinas puestas,
no significa que yo lo haré. Si este tipo quiere convertirte, es porque
213
PÁGINA
quiere una compañera eterna. No quiero que eso pase. Encontraremos
otra forma.
¿Nosotros?
—¿No crees que ya he tratado de todo? ¿No crees que ya sé cuáles son
mis opciones? No sé cuánto tiempo tengo, Josh. Las alucinaciones, la
ansiedad, el insomnio están peor que nunca. No puedo seguir haciendo
esto. No puedes pedirme que siga teniendo la esperanza de que algo
vaya a cambiar.
—Solo dame una semana, Marie. Eso es todo lo que pido. Dices que me
amas. ¿Me amas lo suficiente como para confiar en mí por otra
semana?
—Anoche estabas ansiosa por decir que eras mía. ¿Son las cosas
diferentes ahora que has tenido la oportunidad de dormir al respecto?
—Y no lo haré —dijo, limpiando las lágrimas de mis ojos con sus dedos.
Luego besó mi frente—. Hay que hablar sobre esto.
E
l sedán se detuvo en una elegante casa de piedra rojiza en una
exclusiva parte de Southlake Town Square.
Ahí estaban esas campanas de alarma otra vez. Seguí detrás de él,
vacilante. ¿Qué decir? ¿La conversión tardaba? ¿Era eso lo que él
estaba preguntado?
Maldición.
—¿Dijiste que tenías una sorpresa para mí? —Bien podría cortar por lo
sano.
Dejé el vaso en la mesa, queriendo tener las manos libres por alguna
razón.
Muy asustada.
—¿La mordida?
—¿Te das cuenta que la ley vampírica establece que cualquier vampiro
que convierte a otro debe regalar la mitad de su fortuna a su naciente?
Tendría que gustarme alguien un poco para convertirlo. —Se rio sin
humor, su fría mano patinando por mi brazo—. Eso no quiere decir que
no me gustes, por supuesto. Simplemente significa que tengo que llegar
a conocerte mejor primero.
Sí, cierto.
Sacudí la cabeza.
—Me voy.
—Todo esto fue un error —le dije, mi garganta en carne viva con
lágrimas contenidas. Toda mi vida se estaba derrumbando frente a mis
ojos. Había sido despedida de mi trabajo, el único acceso que había
tenido a la Alianza Paranormal. El único vampiro que tenía alguna
posibilidad de convertirme solo estaba utilizándome, y el hombre que
amaba me había pedido que confiara en él y escapé.
—¿Qué…?
Me retorcí violentamente contra él, pero era inútil. Mis pulmones dolían
y luces de alarma comenzaron a destellar detrás de mis ojos. No iba a
terminar así, ¿cierto? ¿Asfixiada a muerte por alimentar a un vampiro?
Pateé débilmente.
***
—¿Estás bien?
—¿Estoy encadenada?
Ella olía, también. Como a piel sin lavar. Arrugué mi nariz y me deslicé
hacia atrás, siseando ante las olas de dolor que el movimiento enviaba a
través de mí. Cautelosamente toqué mi hombro e hice una mueca de
dolor.
El nombre no me sonaba.
—No lo sé —admitió Lily—. Salí en una cita a ciegas con el que pensé
que era un chico lindo, y la siguiente cosa que sé, es que está
asfixiándome. Me desperté aquí. He estado aquí por… un tiempo.
Tragué duro.
Oh, Dios.
—Mayo.
Se estremeció.
Tenía que.
—No tienes que tratar de animarme. He estado aquí por seis meses. Sé
cuáles son nuestras probabilidades de ser rescatadas.
***
Pero Lily aún dormía imperturbable, acurrucada contra mí. ¿Era… era
solo una alucinación? Había tenido varias de ellas desde que fui
encadenada aquí abajo. No sabía cuántas horas habían pasado.
Eternas y tensas horas, esperando por el regreso de Andre.
—¡Marie! —bramó.
Un cuerpo grande golpeó contra la puerta. Una vez, dos veces. Entonces
se estrelló abriéndose.
—Por supuesto que lo hice. ¿Estás loca? He estado muy preocupado por
ti. —Su mano fue hacia el collar en mi garganta, y el bajo gruñido
amenazador empezó en su garganta de nuevo—. ¿Qué coño es esto?
Asió la cadena donde estaba unida a la pared. Sabía que Josh era
fuerte, ¿pero era así de fuerte? Sus músculos se abultaron y lo escuché
gemir… y entonces escuché el ladrillo. Un segundo después, el gancho
en la pared fue arrancado y la cadena cayó inerte al suelo.
—Si eso era todo lo que tomaba conseguir que finalmente reconocieras
mi genialidad, te hubiera hecho proezas de mi fuerza hace mucho,
nena.
Caminé hacia él, mis pasos eran débiles y lentos. Lily se aferraba a mi
costado, temblando con terror. Quería decirle que se recuperara y fuera
valiente, pero ella había sido mantenida cautiva y fue el banquete de un
vampiro por los últimos seis meses. Estaba suponiendo que la
confianza no vendría tan facial de su parte.
—Josh —susurré.
Asentí, apretando más a Lily contra mí. Esto iba a ser difícil para ella de
ver y oír.
Sacudí mi cabeza.
Ella asintió.
¡Y una mierda!
Tenía que hacer algo. Miré la cadena en mi mano, luego avancé hasta
acercarme más. Nadie me había notado todavía.
—¡Acábalo!
228
PÁGINA
El puma dio un bajo gruñido amortiguado, hundió sus dientes en la
garganta de Andre, haciéndolo retorcerse en el suelo.
Él se quedó inmóvil.
¡No! Intenté avanzar, pero mis movimientos eran vagos y lentos. Debía
hacer algo, sin embargo, ¡Josh me necesitaba!
Una pequeña figura sucia voló hacia adelante, algo alzado en su mano.
Lily lo sostuvo alto y luego lo clavó hacia abajo, directo a través del
corazón de Andre.
Andre no se movió.
Lily desempolvó sus manos, luego se inclinó sobre el otro vampiro para
examinarlo. Cuando estuvo convencida de que estaba muerto, escupió
sobre su cuerpo caído.
—Josh —dije, toda mi atención hacia él. Estaba tan quieto. El miedo
apretó mi cuerpo—. ¿Esta…?
No lo sabía.
—¿Hola?
230
PÁGINA
—¿Papi? —Mi voz se quebró un poco.
231
PÁGINA
Capítulo 15
Traducido por flochi, rihano, Liseth Johanna y Shilo
P
apá llegó menos de media hora después. En ese tiempo,
habíamos atado al guardia y arrastrado a un cuarto cercano,
luego empujamos un tocador en frente de la puerta para poner
un poco de distancia entre nosotros y él. Estábamos agotadas y costó
bastante, pero el temor nos presionó. Lily tuvo que hacer la mayor parte
del trabajo, dado que yo estaba demasiado débil como para hacer más
que empujar débilmente.
—¿Marie-Pierre…?
—Es una larga historia, papá —le dije—. Por ahora, tenemos que sacar
a Josh de aquí.
Asentí.
Miré a mi padre.
—Yo lo haré —le dije, mirando a Josh. Estaba tan quieto e inmóvil—.
Apurémonos.
***
***
La parte más difícil fue decirle por qué había estado viendo a un
vampiro en primer lugar. No me atreví a explicarle que estaba
muriendo. Habría tiempo suficiente para eso más adelante.
Asentí.
—Papá —empecé.
Me palmeó la mano.
—Me gusta Josh. Y confío en él. Sé que no confías con facilidad, así que
cuando lo haces, confío en tu juicio.
—Lo amo —le dije con suavidad, metiéndome entre sus brazos por un
abrazo.
—Sé que lo amas, Marie —dijo suavemente—. Pero no hay nada que
puedas hacer por él. Ahora vayamos a casa y volveremos mañana.
Asintió.
—Ella se queda —dijo Everett con voz plana—. Todo el mundo se queda
hasta que Beau lo diga.
Beau surgió poco tiempo después y tuvo una discusión privada con mi
padre. Me senté en el suelo al lado de Lily, sintiendo la necesidad de
consolarla con mi presencia, incluso si ella no me quería allí. Los
contratos de confidencialidad fueron presentados, y mi padre firmó de
buen grado. Incluso si Posey preguntaba, él nunca diría nada.
La vida no era sobre estar solo para que nadie saliera herido.
Era acerca de amar a los que tenías, mientras los tenías. Mi papá me
amaba. Yo lo amaba, también. Lo devastaría cuando muriera, pero más
aún si lo escondía de él hasta el final.
Una vez que los papeles fueron firmados, mi padre me dio otro feroz y
cálido abrazo. Decliné su oferta de ir a casa de nuevo, decidida a ver a
Josh tan pronto como ellos me dejaran. Cuando estuviera fuera, yo lo
llamaría, prometí.
—Ella se queda hasta que resolvamos qué hacer con ella. Mientras
tanto, tú y tú —dijo, señalando a los gemelos—, necesito que vayan a
esa dirección y limpien las cosas. Austin va a ponerse en contacto con
el enlace de vampiros y hacerles saber lo que pasó. Ella los encontrará
allí. Sospecho que va a haber un montón de explicaciones que dar en
los próximos días, y tenemos que asegurarnos de que todo está en
orden.
—¿Puedo verlo?
***
Yo no sabía qué iba a pasar con ella. Estaba en bastante mal estado.
¿Qué hacías con una chica humana tan dañada como esa? Ellos no
podían liberarla, como habían hecho con mi padre.
***
237
PÁGINA
Mis alucinaciones volvieron de nuevo, y yo gemí cuando las paredes de
la habitación de invitados cambiaron a la bodega de Andre. En la
oscuridad, era sofocantemente real. Todavía tenía el collar alrededor de
mi cuello, también, ya que habíamos tenido que posponer ir a un
cerrajero hasta la mañana. No era una buena sensación, y estaba
alimentando claramente mis sueños.
—Ahora, Josh… —comenzó una calmada voz masculina, solo para ser
cortada por otro gruñido de rabia.
Y, oh, Dios, él se veía tan bien que yo no confiaba en mis ojos. Me los
froté de nuevo.
—¿Josh?
—Oh, Josh…
—Dije que nos dejaras —dijo Josh en una peligrosa voz—. Ahora. —Dio
un paso amenazador hacia la puerta.
—Estaba tan cerca —dije en voz baja—. Yo... tenía miedo de esperar.
Las alucinaciones están empeorando. Es como justo antes de que mi
madre tuviera que ir al hospital…
Sacudí la cabeza.
—Es muy tarde, Josh. Y ni siquiera era una buena idea. No quiero estar
con ningún vampiro. —Recosté mi mejilla contra su hombro,
sintiéndome cansada con el peso de todo—. Solo te quiero a ti.
Si decía que sí, no habría vuelta atrás. Recorrí mi mano por su brazo,
acariciando su piel.
—Marie…
—¿Oh…?
—Al diablo… huele asombroso. Quiero más. —Su mano se deslizó para
acariciar uno de mis muslos, rozándolo por la parte interna y volviendo
locas mis terminaciones nerviosas—. Déjame tocarte, nena.
Me alejé.
—Quédate quieta. —Su voz era baja, ronca, y dura, como si estuviera
luchando por mantener el control.
—Deja de moverte.
—Deja… de tocarme… si quieres que deje de… saltar —dije sin aliento.
Sus dedos rozaron mi clítoris de manera circular, y abrí más
ampliamente mis piernas—. Oh, Dios, eso se siente…
—Quiero tocarte.
—Abre tus piernas para mí, Marie. Quiero que abras tus rodillas.
245
PÁGINA
Lo hice como me pidió, abriéndolas ampliamente en la cama. Sentí sus
grandes manos en la parte posterior de mis muslos, luego tirando de
mis piernas, arrastrándome hacia abajo, confundiéndome…
Oh, no. Esa era la última cosa que quería. Agarré una almohada y tapé
mi cara con ella.
—Dices unas cosas tan dulces, bebé —murmuró con voz grave, luego
hundió su cabeza de nuevo, su lengua acariciando mis entrañas.
—¡Ostie de tabarnak!
Su lengua acarició ahí una vez más, luego me empujó hacia adelante y
sentí su lengua raspar contra mi clítoris, enviando una onda de choque
a través de mi cuerpo. Mis dedos de los pies se curvaron en respuesta y
mordí la almohada. Criss. Criss. Eso se sintió tan asombroso. Mandó
sacudidas de placer a través de mi cuerpo, y se acumularon mientras
continuaba lamiendo el resbaloso pequeño botón lentamente y en toda
su extensión, dejándome jadeando y mordiendo la almohada. Con su
siguiente lamida, me estremecí y gruñí contra la almohada.
—¡Criss! —Acarició profundo con sus dedos, una y otra vez, y lamió mi
clítoris.
Y me vine.
Mi cuerpo entero se tensó, mis dedos de los pies curvados con placer,
mi cuerpo temblando por la intensidad mientras continuaba
acariciando mi clítoris con su lengua mientras sus dedos se introducían
dentro de mí. Las olas de placer continuaron y continuaron, hasta que
estaba lamentándome contra la almohada.
Estaba floja por el placer, incapaz de hacer algo más que agarrar la
almohada mientras él agarraba de nuevo mis caderas. La secuela
placentera después del orgasmo todavía corría a través de mí cuando
sentí a su pene dar un empujón contra mi centro y luego se hundió
profundo, asentándose en mi cuerpo.
Volví a gemir. Era tan grande que me llenaba por completo, haciéndome
sentir empalada por su longitud. Amé la sensación. Lo amaba. Y se lo
quería decir.
—Lo sé, bebé —dijo, su voz áspera y baja—. Baja la voz. Los otros
tienen muy buen oído, y no podemos dejarles saber lo que estamos
haciendo.
—Ya regreso.
—Mmm, bueno.
—Lo hago.
T
odo en mi cuerpo dolía. En todas partes.
Me moví debajo de él, haciendo una mueca con el dolor que se deslizó
por mi cuerpo por mis adoloridos y tensos músculos. Otro escalofrío me
atravesó, e hice una mueca. Ese se había sentido más fuerte que el
anterior. ¿Por qué se estaba estremeciendo mi cuerpo así? Hice un
gesto de dolor e intenté estirarme.
Otra ola me rasgó, esta incluso más intensa que la última. Mi cuerpo se
congeló, y escuché los huesos romperse y rechinar.
—¡Ayúdame! —chillé.
—Los siento; no lo sé. Yo he podido cambiar desde que nací, así que no
pienso en ello. —Josh continuó acariciándome, tranquilizándome con
suaves roces—. Imagino que la primera vez será la más dura, pero
después de eso te acostumbrarás.
—¿Lo prometes? —Quería aferrarme a su mano, pero sabía que eso era
tonto.
Esperaba que no fuera así cada vez que cambiara. No pensaba que
pudiera aguantar más.
Me maravillé por mi nueva audición; los cambia formas podían oír todo
a su alrededor.
Sara dio un paso adelante, miró mis manos y luego a Josh de nuevo.
—Lo que tenía que hacerse —dijo Josh, sus grandes hombros
tensándose.
—Suéltame.
—Te daría unos pulgares arriba, excepto que no creo que tenga
pulgares ya.
—Los he tenido peores. Solo necesita relajar los nervios y dejar que las
cosas pasen naturalmente. Necesita relajarse. —Puso su mano en sus
caderas y fulminó a los dos hombres con la mirada—. Lo cual no va a
pasar si los dos continúan frunciendo el ceño y mordiéndose el uno al
otro.
Josh luchó para alejarse del agarre del hombre más grande que él.
—Tú eres el problema justo ahora, Josh. Necesitas irte para poder
ayudarla. ¿O quieres que muera?
—¿Herirme?
255
PÁGINA
—Nunca pensé que Josh sería del tipo que convierte a una chica en
contra de su voluntad, pero uno nunca sabe. ¿Qué pasó? —La boca de
Sara se apretó con disgusto.
Sacudí mi cabeza.
Sara chasqueó los dedos, sus ojos iluminándose con algo que se le
había ocurrido.
—Irónico ¿eh? —Le hablé sobre Andre y sobre Lily, quién aún estaba
secuestrada aquí—. Al principio no iba a dejar a Josh convertirme. No
después de lo que pasó con el clan tigre y la chica. No podía hacerle eso
a él. Lo amo. —Mi voz se quebró con la confesión—. Pero cuando nos
dimos cuenta de que el vampiro no iba a convertirme…
***
Sonrió.
Lo hice.
Caminamos por la casa, y arriba y abajo por las escaleras. Capté todas
las diferentes esencias mientras caminábamos, Sara charlaba hasta por
los codos a mi lado. Las esencias más antiguas de Everett, Ellis y
Austin. La esencia no lavada de Lily en su habitación.
No podía decir que no sería capaz de descansar así que me figuré que
solo me acostaría por un rato a descansar.
***
Cuán maravilloso.
—Entra.
Froté mis ojos nublados, entonces me pregunté cuán bien podría ver
con mi nueva vista. Bizqueé hacia el rostro de Sara, entonces suspiré y
tanteé en busca de mis lentes. Casi ciega como humana, visión perfecta
como Jaguar. Suponía que no podía tenerlo todo.
—Soy toda yo otra vez, sí. Gracias por hablarme a través de ello.
Sonrió, entrando.
—Sí, los hombres ven a una mujer con dolor y pierden la cabeza.
Algunas veces necesitas otra presencia calmante alrededor. Me alegra
poder ayudarte.
Hablando de eso…
¿Ayer?
—Sin detergente, ya que ese tipo de cosas molesta la nariz cuando eres
nuevo. Te acostumbrarás a ello eventualmente.
—Um. ¿Qué quisiste decir con lo de ayer? ¿Estuve fuera mucho tiempo?
Había dormido. Por fin había dormido. Limpié una lágrima que se
deslizó por mi cara.
Era libre. No iba a morir. ¡Estaba curada, e iba a vivir! Me reí, aunque el
nudo en mi garganta lo hizo salir más como un resoplido.
—Claro, si quieres.
***
—Me siento increíble —le dije, incapaz de dejar de sonreír—. Estoy tan
feliz que podría estallar. —Mi estómago gruñó y me llevé una mano
sobre él en vergüenza—. También podría tener hambre.
—Pensé que podrías estarlo, así que hice el desayuno. Aunque, no hay
carne. Es posible que desees ir con moderación con eso durante las
próximas semanas hasta que te acostumbres a controlar tus cambios.
El depredador en ti se emociona por la carne, y tu lado animal se torna
más difícil de controlar cuando tiene hambre.
Miré a mi alrededor. Sin captar el olor de nadie más que Sara y yo. Ni
Ramsey. Ni Ellis o Everett. Ni Lily. Y no a Josh. Lo echaba de menos.
—¿Lily está bien? No puedo imaginarla yendo con los demás de buen
agrado.
»Al parecer, los vampiros no creyeron la historia hasta que Josh señaló
que Andre había estado manteniendo a Lily cautiva desde hace bastante
tiempo. Ahora están deshaciendo todo para tratar de suavizar las cosas,
pero la gente de Beau está furiosa y cuestionando todo. Como deberían.
Parece que este no es el primer incidente con ese vampiro, y ahora la
Alianza quiere directrices más estrictas para la interacción vampiro. Se
habla de la creación de un enlace permanente, lo que significa que la
agencia de citas tendría que trabajar con ellos. —Hizo una mueca.
Sonreí.
—Sí, así es —dijo ella con una pequeña risa—. Y estoy segura que le
conseguirás el truco bastante rápido.
Allí, justo debajo de mi oreja, había una sola marca rojiza en mi cuello,
como el chupetón más grande del mundo. ¿Cómo era que solo los
cambiadores podían ver esto? Eso no tenía sentido… pero por otra
parte, tampoco lo tenía convertirse en un gato. Pensé en la boca de Josh
en mi cuello cuando me había besado y mordisqueado, y mi cuerpo se
sonrojó.
Salí corriendo del cuarto de baño y casi choqué contra Sara, quien me
había seguido.
—Marie. Esto es mucho peor que eso. Josh burló deliberadamente las
normas establecidas por su propio hermano, así que esto es enorme. Él
va a ser puesto como ejemplo para los demás. Estamos hablando de ser
exiliado permanentemente de la Alianza, lo cual lo convertiría en presa
fácil para cualquier otro miembro de la Alianza. Estaría completamente
desprotegido… cualquiera podría atacarlo sin repercusión.
Tragué saliva.
265
PÁGINA
Capítulo 17
Traducido por: âmenoire90, Becca Herondale, Crazy_Mofos168 y Jane’
F
ueron tres largas y horribles semanas antes de que el tribunal de
la Alianza se reuniera en el ayuntamiento.
Sara me dijo que si alguien preguntaba, tenía que decir que Lily y yo
habíamos estado solas esa noche, y que habíamos arrastrado a Josh a
la casa Russell sin ayuda. Lily era mantenida en una ubicación segura
separada de mí, y sabía que tenía que estar aterrada.
Reconocí a algunos de los miembros del consejo por la agencia. Los dos
hombres lobo al final de la línea eran Alice y Jackson. Había un hombre
de apariencia enojada llamado Declan, quien, según recordaba era un
hombre-lince (y no uno popular). El líder del clan de hombre-tigres, Vic,
rígido y fiero como nunca. Un hombre mayor que no reconocí, parecía
poco probable que utilizara un servicio de citas. Los más grandes clanes
en el área estaban representados y mentalmente relacioné a los
desconocidos. Hombre-tejón. Hombre-león. Otro hombre que olía como
lobo, otros dos que olían como gatos que no pude identificar y uno que
estoy bastante segura que era un hombre-nutria. Todos ellos alfas
locales.
—Gracias por unírtenos, Marie. Veo que estás bien. ¿Has tenido
algunos problemas cambiando después del primer intento?
Confundida, me levanté
—No estás en juicio —dijo, su voz neutral—. Por favor toma asiento.
Alguien en la fila de alfas se puso de pie, y miré para ver que era Vic, el
líder hombre-tigre. Cruzó sus grandes brazos sobre su pecho y frunció
268
PÁGINA
el ceño hacia Josh, quien se reclinó en la silla de madera como si esto
no fuera de gran importancia.
Contuve mi respiración.
—Los humanos mueren todos los días —dijo la solitaria alfa, Alice—.
Los Sobrenaturales, también. Es parte de la vida. No podemos ir por ahí
salvando a todos.
269
PÁGINA
—No quería salvar a todos —estableció Josh—. Solo a la mujer que
amo.
—No estamos diciendo que las cosas tienes que ser cambiadas de la
noche a la mañana —dijo Alice, su tono era calmado y sereno―.
Estamos diciendo que tomaremos el control de las cosas de un modo
razonable. ¿Crees que los miembros de tu clan irían a escondidas a
cambiar a alguien si saben que todo lo que tienen que hacer es hablar
con su alfa y tener que ejecutar unas pocas verificaciones de
antecedentes?
—Estoy pensando que será más y más difícil mantener las cosas en
secreto en el futuro —dijo Jackson lentamente—. El mundo está
cambiando muy rápido. Tal vez es tiempo de ver que los supes estén a
gusto en la sociedad convencional. ¿Por qué debemos esconder lo que
somos?
Silencio.
—¿Y qué sucede con los miembros de mi clan que están exiliados?
—Te amo —le dije, ahuecando su rostro en mis manos—. Te amo tanto.
Una vez que las manos de Josh estuvieron libres me tomó en sus
brazos, besándome fuertemente otra vez.
—No debiste haber tomado ese riesgo —le dije entre besos—. Mi vida no
vale la tuya.
—Ahora que las cosas están claras con la Alianza, es hora de hablar con
tu alfa. Porque él sigue furiosos contigo.
—Sí señor.
***
La lectura no fue tan mal como había esperado que fuera. Fue
principalmente sobre Beau amonestando a Josh por ser tan temerario y
Josh aceptándolo sin protestar, con sus brazos envueltos en mi cintura
mientras me sentaba en su regazo. No había nada que Beau pudiese
decir que nosotros no supiéramos ya, y para cuando terminó de
desahogarse, los dos hermanos estaban riéndose una vez más.
—Marie lo hará —dije con una voz impertinente—. Excepto que Marie
posiblemente perderá su apartamento ahora que está desempleada.
Entiendo que Bath tenía que hacer un punto en que la información del
cliente es segura, pero me puso en la línea de desempleados.
Bufé
—Genial —murmuré.
Lo pellizqué.
—Imagino que vendrá muy bien, dado que algunas personas me llaman
de forma regular —dijo Beau con voz seca—. ¿Cuándo puedes empezar?
—¿Cuándo me necesitas?
275
PÁGINA
—Deténganse —dijo Josh, moviéndose protectoramente enfrente de mí y
alzando sus manos—. Ella es mi pareja, y aún se está recuperando de
la enfermedad. Necesita unas semanas para descansar antes de pensar
sobre regresar al trabajo.
Josh sonrió.
—Soy tu hombre.
***
Josh me dio una directa mirada llena de significado. Una mordaz, más
bien.
Cerré la boca.
Mi corazón tropezó.
—¿Qué sucede?
—Nah, espera aquí. —Josh regresó unos minutos después con un par
de llaves y las agitó hacia mí—. Tomaremos el Viper de Beau. Bath
vendrá a recogerlo.
Sonrió.
—Vámonos, entonces.
—Notarás que muchos de tus sentidos son más sensibles ahora que
eres una mujer-puma.
Eso no sonaba mal para mí, desde que Beau era el alfa de nuestro
pequeño grupo.
—Bueno, dado que los únicos pumas de esta zona son machos o
parientes, no creo que eso sea un problema. Pero estoy más que feliz de
que me marques y me declares todo tuyo.
—Vamos a empezar con esta noche —dijo—. Pero soy codicioso, Marie-
Pierre. Me temo que no voy a ser capaz de conformarme con menos que
cada minuto del resto de nuestras vidas.
—Estoy de acuerdo con eso —le dije y hundí mis dientes en su cuello.
***
—Eres cruel.
—No, para usar ese nombre. Decirme que me amas es solo… confuso.
—No lo sé. No veo cómo puedes estar enamorado de mí. A menos que te
enamores de todas con quien duermes.
—Bueno, esto es halagador —dijo secamente—. Eres tan buena con los
cumplidos, es asombroso que estés soltera, Marie. Absolutamente
increíble.
—Lo digo en serio —le dije—. Has salido con decenas de mujeres.
Mujeres hermosas. He visto algunas de tus citas. Son sensuales. ¿Y
declaras amar a una mujer delgada con bolsas bajo sus ojos enormes y
problemas para dormir? Tendrás que perdonarme si tengo dificultades
para creer que no soy una obra de caridad.
—Te amo.
Me reí y lo hice.
***
Oh, por favor. Si había alguien que amara sus encantos, era Carol.
—Te ves bien, cariño. Esos círculos oscuros bajo tus ojos se han ido.
Sonreí.
—¿Ah, sí?
—Lo tenías todo confundido —dijo ella—. Cada noche que llegaba,
estaba estresado por ti. Dijo que no podía cautivarte como cautivaba a
todas las demás. Nunca lo vi tan nervioso por una chica.
—Oh, él dice eso. Estoy segura que te dice eso de todas las chicas que
trae por aquí.
—Más o menos.
Era cierto. Cuando salió con esa caja de menús y me lanzó una
confidente sonrisa engreída, mi corazón se derritió de nuevo. Adoraba a
ese amoroso chico arrogante con exceso de confianza.
—D
espierta, dormilona —murmuró una voz en mi oído,
despertándome del más delicioso sueño.
Hubo una suave risa, luego una mano me empujó contra un cuerpo
masculino grande, duro. Sentí a Josh cernirse sobre mí, y sentí su
aliento cálido en mi oído un segundo antes de que comenzara a picar en
él.
—Eso es correcto.
—Pero…
***
—Hey, mis damas favoritas están aquí en este momento —dijo con
facilidad, tomando el tazón que llevaba de mis manos y dirigiéndose a la
nevera con él—. Solo dime lo que quieres que haga y lo haré.
—¿Más? —Le dirigí una mirada extraña—. Pensé que esto era solo de
Russells. Pumas. —Por supuesto, ella estaba aquí, así que no era como
si hubiéramos planeado apegarnos a esa regla inflexiblemente. Beau no
iba a tener una reunión de clan y no invitar a su propia esposa.
—Tú cállate —le dijo Bath a su hermana con una mueca burlona—.
¿Has traído el postre?
Ese era el por qué amaba a ese hombre. Por debajo de ese exterior
increíblemente coqueto había un corazón de oro.
―Hola.
Hubo otro golpe en la puerta, y miré hacia Josh con sorpresa, contando
cabezas mentalmente. ¿No estaban ya todos aquí?
―Es una reunión familiar para ti ―dijo Bath―, así que no estaría bien si
tu padre no estuviera aquí. Y gracias al acuerdo de confidencialidad, no
vi ningún problema en ello cuando Josh lo mencionó.
***
―Por nuestra nueva hermana ―dijo Beau―. Nuestro clan crece cada día,
y yo, por mi parte, estoy encantado.
Uno de los gemelos apareció con una pelota de fútbol americano en las
manos.
―Las banderas son para gallinas ―replicó Everett―. Fútbol con placajes.
¿Qué hay de ti, Marie, ya que eres la invitada de honor?
Hace un mes, había sido demasiado débil para hacer algo más que
caminar a través de la habitación. ¿Pero ahora? Estaba rebosante de
salud y felicidad. Bajé mi servilleta.
Nos movimos al frente del grupo, y Josh me dio una sonrisa traviesa.
―¡Beauregard Russel!
―Bien ―dijo con un tono amenazador, luego echó una mirada a lo largo
de la mesa―. Si cualquiera derriba a mi esposa, voy tras él.
―Tan injusto ―protestó Josh―. Ahora en serio tienen que ser las pieles.
Lo golpeé en el brazo.
El fútbol fue genial, pero una completa paliza. Josh se las arregló para
dejarme escoger a Ramsey para mi equipo ―un movimiento deliberado,
sospechaba, desde que se suponía que fuera mi día y todo eso― y con el
gran hombre-oso de nuestra parte, fue más o menos una masacre.
Aprendimos rápido a darle la pelota a Bath y dejar que Ramsey alejara
a todos los demás del camino mientras corrían hacia la zona de
anotación. Muy pronto, estábamos ganando por cuatro touchdowns. No
fue un juego justo, sin embargo. Cada vez que me liberaba, Josh estaba
ahí para derribarme.
Me sonrió.
Era mucho más pequeña que Ramsey que él solo la atrapó en medio del
aire, se giró, y empezó a correr hacia nuestra zona de anotación con su
292
PÁGINA
pareja en sus brazos, riéndose y todavía aferrando el balón. Un
momento después, Ramsey anotó para nuestro equipo.
—Señor Bellavance, ¿por qué no usted, yo, Lily y Ryder vamos adentro
por un poco de café? —dijo Bath brillantemente—. Creo que los otros
quieren pasar algún momento aquí afuera con la naturaleza. —Con una
mirada conocedora hacia su compañero, dirigió a los humanos fuera del
claro, y de repente solo habíamos cambiadores.
—No luches con él, Marie. Ahora es una parte natural de tu vida. Es
hora de que corras con tu clan si estás lista.
—¿Puedes ayudarme?
Abrí mis ojos y vi la hermosa cara de Josh, siempre teñida de una poca
preocupación por mí. Todavía no había cambiado, no lo haría hasta que
estuviera seguro de que todo estaba bien conmigo. Lindo. Lamí su mano
en afirmación, luego le di un cabezazo.
El claro estaba lleno con animales. Beau y los demás Russell se habían
transformado en elegantes pumas, a pesar que los costados de
Savannah resaltaban por su embarazo. Los dos lobos estaban a una
distancia justa y la gran forma de oso de Ramsey ya estaba dirigiéndose
hacia el bosque.
Corrimos solos por algún tiempo y luego se dejó caer al piso, rodando
en las hojas y maleza, su panza hacía arriba como si quisiera que se la
rascaran. Quería reírme con diversión, pero la única cosa que salió de
mi garganta fue un raro ruido gatuno. Fui sorprendida por el sonido… y
luego mi pelaje ondeó y me abracé a mí misma, mi cuerpo cambiando
lentamente de regreso a ser humano.
—Lo hiciste bien, nena. Estoy orgulloso de ti. —Se inclinó para acariciar
mi mejilla—. ¿Ahora, qué te hizo transformarte de regreso?
—No era mi intención —le dije, pasando una mano sobre sus hombros
brillantes—. Creo que aprendí de la manera dura que los pumas no
pueden reírse.
—Hay un arroyo cerca —me dijo, inclinándose hacia abajo para lamer
una gota de sudor en mi pecho—. Si te gusta ese tipo de cosas.
—Tal vez sí. —Mordió mi pezón—. Tal vez no. ¿Te importa?
—De hecho no —le dije y nos rodé a ambos hasta que quedo debajo de
mí, y estuve sentada encima de él, montándolo a horcajadas. Su pene
estaba atrapado entre mis muslos, una caliente longitud de promesa—.
Encuentro que me importa menos y menos con cada minuto que pasa.
Y así “no nos importó” por varias horas durante la noche y seguimos
hasta la mañana.
Staff de Traducción
âmenoire90 Flochi Magdys83
Staff de Corrección
aniiuus flochi Mari NC