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Pre-Adolescencia, etapa particular

Preadolescencia, de 6 a 11, Comprendiendo a tu hijo, Cambios en los hijos

La pre-adolescencia es una etapa particular, no es ni la infancia ni la


adolescencia, aunque tiene más de la segunda que de la primera. En
este artículo plantearé sus principales características.

La pre-adolescencia es una etapa particular. Su hijo ya no es un niño pero


tampoco un adolescente, esta en una etapa intermedia que nos ubica entre la
niñez y la juventud. El “pre” nos da la pauta temporal de anteceder algo y
como previo será un adelanto de lo que vendrá. Es decir, que en esta etapa
podremos comenzar a vislumbrar las características de la próxima y en ese
sentido puede servir a los padres para prepararse e ir adaptándose. No hay
una fecha exacta para el inicio de esta etapa pero en general comienza
entre los 9-12 años

Las etapas intermedias o de transición suelen ser difíciles tanto para un adulto
como para los jóvenes. A partir de ahí tendremos que ubicarnos en un tiempo
que tendrá ciertas características. Desde el punto de vista de su hijo podemos
pensar que como ya no es un niño las cosas de niños no le llaman la atención y
para las de adolescentes todavía le falta. Esto de no saber para que lado ir
puede producirle inestabilidad emocional que se expresa a través de
enojos, miedos, aburrimiento, llanto, susceptibilidad o berrinches.

Además de los cambios corporales, esta es una etapa de investigación y


curiosidad, de emociones intensas, de lucha por su independencia, de poder
comenzar a contar con mayores herramientas cognitivas para entender el
mundo y en las últimas épocas, producto de la aceleración de los tiempos, de
comenzar lentamente a exigir que se respeten sus opiniones.

Desde el punto de vista de los padres, este período como paso del tiempo, los
confronta con sus propios cambios y con sus nuevas etapas. Además les exige
“soltar la cuerda” de sus hijos para que comiencen a andar y eso es difícil para
cualquier padre.

Una pista para guiarse en estos momentos puede ser intentar fortalecer el
dialogo abierto y ofrecerse como referente en caso de surgir dudas o
preguntas. Intente abrir su mente a los preguntas de su hijo y brindarle un
espacio de libertad y confianza para que pueda lograr su lento ingreso al
mundo de los adultos.

Escuela Ramóó n Belmar Saldíóas


Natalia Cóuchót Psicóó lóga
Pre-adólescencia: “Charla para padres y apóderadós 4°A”
Julió 12 de 2012 Paó gina 1

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