Luego de leer la guía del autor Paul R, Elder L “ Cómo decir algo que vale la pena decir

acerca de algo sobre lo que vale la pena decir algo Basado en Conceptos y Herramientas del
Pensamiento Crítico: Guía Acompañante de Cómo Leer un Párrafo” es evidente que al
momento de escribir se enfrentan problemas al realizar esta tarea. Algunos investigadores de
la línea de pensamiento crítico han tomado interés en divulgar aspectos de los componentes
de la escritura, entre otros la construcción de párrafos, esta implica el arte de escribir que es
el pilar básico que conecta la comprensión y expresión del conocimiento de una manera
operativa y tangible.

Pensar y escribir es una diada fundamental para ejercer el pensamiento crítico, sin embargo,
las bases fundamentales entre la relación aprendizaje y escritura réquien mayor
fortalecimiento en el personal que enseña, esto es una barrera pedagógica para conectar el
aprendizaje y la escritura a la hora del proceso enseñanza aprendizaje.

El autor relaciona aspectos de pensamientos estratégicos para llevarnos a la comprensión

del arte de escribir entre otros: escribir con un propósito, la escritura sustantiva, la escritura
reflexiva y la escritura como ejercicio mental; a la vez deja entrever las limitaciones al
escribir –la escritura impresionista y la prevalencia de la retórica-. De otra parte fortalece al
lector en productivos conocimientos para escribir oraciones, detalles para expresar ideas
esenciales y escribir hacia el interior de las disciplinas, planteando hilos conductores que
implican: pensar-retroalimentarse-autoevaluarse. Estos hilos van desde tener un propósito,
plantear preguntas hasta incorporar nuestras propias ideas, argumentaciones y tener en
cuenta posibles contra-argumentaciones.

Lo interesante es que el autor hace un llamado de conciencia de la relación dinámica que

debe existir entre lo que se escribe y los cambios relacionados con las visiones que se tienen
de la comprensión del mundo, -no es escribir en frío- sino con visión
transformadora comenzando por nosotros mismos, pero también escribir pensando en
nuestro público y sus posibles cosmovisiones.

El autor destaca la visión sistémica que se debe tener al escribir y la capacidad de

movilizarnos en la escritura de manera efectiva con nuestras analogías, comparaciones u otra
figura utilizada al escribir, dentro de un contexto flexible, sin perder el propósito de nuestra
intención de escribir y del público para el que se escribe. El autor sugiere en su obra que se
escriba en contexto utilizando la dialéctica contextual que atraviesa la transdisciplina, siendo
consciente del interior de los elementos disciplinarios para los que se escribe.

Por lo anterior, la escritura entonces denota una forma de trabajo intelectual que requiere
una voluntad para no morir ante las dificultades. En este sentido el autor enfatiza en la
construcción de párrafos como elementos importante para la escritura y lo asemeja a la
construcción de una casa con buenos cimientos engranados y unidos con los pisos sucesivos
por escaleras, pero llama la atención que debe quedar definida la entrada del primer piso,
para no extraviar al que se introduce en la lectura, para lo cual se requiere un dominio artístico
y un continuo ejercicio de pensamiento crítico y todo lo que implica su naturaleza, lo que sin
lugar a dudas va a fortalecer la escritura y todo el proceso subyacente de su construcción.

Escribir un párrafo requiere de actos intelectuales tales como: Decidir sobre algo importante
y que decir acerca de ello, explicar o elaborar el significado básico, construir ejemplos que
ayudarán a los lectores a conectar lo que está diciendo a eventos y experiencias de sus vidas,
construir una o más analogías y/o metáforas que ayudarán a los lectores a comprender el
texto y relacionar con el contexto, conectar lo que se está escribiendo con algo similar a la
vida de los lectores. Esto en la práctica es una tarea con la que a diario nos enfrentamos los
docentes cuando no encontramos claridad en los trabajos que nos entregan los estudiantes,
pero a la vez nuestra voz interior nos habla evocándonos el mensaje “¿será que no se le ha
brindado al estudiante las suficientes herramientas para producir un verdadero aprendizaje
significativo ante la escritura de párrafos? ¿Por qué no se ha cumplido con esto?”, allí aflora
la incertidumbre de si estamos o no preparados para ello.

El autor enfatiza en su escrito en la preservación de la escritura sustantiva y dice que requiere

que el escritor inicie con una tarea significativa e intelectual bien definida, o en otras palabras
como anuncia en el título de su escrito “escribir algo que vale la pena” o identificar temas
sobre los que vale la pena hablar, y poder decir algo que valga la pena decir acerca de ellos, y
para decir lo que tengas que decir de manera clara y precisa. La escritura sustantiva requiere
que el escritor conozca dónde empieza, hacia donde se dirige y cómo se va a llegar hasta allí,
de manera análoga requiere exactamente lo que le faltó a Blanca Nieves en su historia, y lo
que la hizo perderse en el bosque.
De forma comparativa con el deber ser de los elementos que tenía que tener presente Blanca
Nieves en su cuento para no extraviarse, el autor invita a aplicar elementos para no perderse
al escribir tales como estrategias de anunciar un asunto claramente, hasta estrategias de
ejemplificación y de meta-análisis de nuestro propia forma de pensar. Esto con sugerencias
estrictas del autor permite movilizarnos en cambios de paradigmas y no quedar reducido a
un pensamiento pasado de moda y poco coherente con la realidad y el contexto.

El autor entra a detallar ejemplos que invitan al lector a hacer uso de sus destrezas para la
construcción de párrafos que van desde la elaboración de oraciones propias, hasta
construcciones semánticas que implican utilizar otras figuras literarias como paráfrasis de
textos cortos y largos, enseña formas de conectar oraciones con visión crítica sin olvidar lo
sustantivo, la buena argumentación y el punto de vista de quien posiblemente va a leer. El
autor es exhaustivo en la proposición de ejercicios que dinamizan el uso del pensamiento
contextual y transdisciplinarios, coloca al lector en distintas posiciones y lo obliga a esforzar
su mente promueve el pensamiento dinámico, integral y complejo con visión
intercultural. Sin lugar a dudas lo descrito tiene como propósito que las personas den a
conocer sus pensamientos, sin miedos, sin reticencias, si se tiene que mejorar se hace, pero
nos atrevemos a escribir. Lo importante es que escribir es un arte y de esto hay que ser
consciente, igual que se requiere de una disposición, consagración y compromiso ético.