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ALIMENTACION Y SALUD:

La alimentación es la ingestión de alimentos con la finalidad de


obtener de ellos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para
conservar la salud. Forma parte de la nutrición. Es un proceso
automático y a la vez un acto voluntario que está condicionado por
diversos tipos de factores que determinan una buena o mala
nutrición. La alimentación ha de ser personalizada en cuanto a la
edad, trabajo y zona donde se habita, entre otros determinantes.

¿Qué relación tiene la salud con la alimentación?

Hoy día se sabe a ciencia cierta que


determinadas alteraciones y enfermedades
se relacionan con desequilibrios en la
alimentación, ya sea por exceso (obesidad,
problemas de tensión, colesterol elevado…) o
por defecto (falta de vitaminas y/o minerales,
etc.). Por tanto, alimentarse no sólo consiste
en comer para vivir o para saciar el hambre,
es algo mucho más complejo e influyen
numerosos factores; ambientales
(costumbres y cultura del lugar en que
vivimos, modas y medios de información,
entorno familiar…) y otros personales como el
sexo, la edad, las preferencias, la religión, el
grado de actividad (sedentaria, ligera,
moderada), el estado de ánimo y de salud (enfermedades o problemas de salud). Por todo ello, se
considera que una alimentación es adecuada si en verdad es capaz de cubrir las necesidades del
organismo; de acuerdo a las características personales, con el fin de alcanzar o mantener un buen
estado nutricional y de salud.
Claves para una buena alimentación
Debería sorprendernos que nuestros hijos no desfallezcan a media mañana y baje notablemente su
rendimiento escolar; algo bastante normal si se tiene en cuenta que con frecuencia sus desayunos
son muy escasos. Este es quizás el primero de los grandes errores en la alimentación: una primera
comida del día que apenas se acerca al 10% del total de la jornada, cuando en condiciones normales
debería incluir, como mínimo, entre el 20% y el 25% de la misma.
La Desnutricion:
La desnutrición es el resultado físico del
hambre, una enfermedad devastadora de
dimensiones epidémicas, que padecen
50,2 millones de niños y niñas menores de cinco
años en todo el mundo. Es el resultado de la
escasez de alimentos o de una dieta
inadecuada. Al año causa la muerte de más de
3,1 millones de niños y niñas. Estas muertes
podrían evitarse con un tratamiento nutricional
adecuado.
Pero esta pandemia es a su vez un problema
social: una pesada hipoteca que condiciona el
futuro los niños y niñas que la padecen. Afecta su desarrollo físico e intelectual y a su estado de
salud de por vida. Estos niños y niñas serán adultos frágiles a los que les resultará difícil sacar
adelante a su familia, perpetuando así el círculo vicioso entre la pobreza y el hambre. Se estima que
la pérdida de productividad de una persona que ha padecido desnutrición superará el 10% de los
ingresos que obtendría a lo largo de su vida y que un país puede perder hasta el 3% de su Producto
Interior Bruto (PIB) a causa de la desnutrición.
Por eso creemos que, si la desnutrición supone una pesada carga para millones de niños y niñas en
el mundo, la nutrición puede ser una excelente inversión. La mejora del estado nutricional de una
población refuerza sus capacidades y estimula el proceso de desarrollo, lo que conduce a una
reducción de la pobreza.
CUIDADOS DE LOS ALIMENTOS:
Consejos sobre higiene alimentaria
Contaminación cruzada
Una de las principales causas de intoxicación alimentaria es
la contaminación cruzada. Esto sucede cuando gérmenes
dañinos de un alimento son accidentalmente llevados a otros
—generalmente de las manos a los utensilios—. Pero estos
riesgos para la salud se pueden evitar fácilmente:

 Lavate las manos con jabón y agua limpia antes de


tocar los alimentos e inmediatamente después de manipular
alimentos crudos (por ejemplo, carnes, huevos),
contenedores de basura, de tocar mascotas o de ir al baño.
 Limpia y desinfecta todas las superficies de forma
inmediata luego de preparar alimentos.
 Usa tablas para picar de diferentes colores para los alimentos crudos y los alimentos listos
para consumir.
 Cubrí los alimentos o mantenelos en contenedores cerrados para no permitir que los
gérmenes entren.
 Guarda y prepara los alimentos crudos lejos de los alimentos listos para consumir.
 Mantené a las mascotas y animales lejos de las áreas de preparación y consumo de
alimentos.
Limpieza

 Descontaminá los artículos de la forma correcta y en el momento justo para eliminar cualquier
germen dañino y así prevenir su propagación a la comida.
 Asegurate de que todos los utensilios y el equipo estén limpios antes de usarlos.
 Limpia y desinfecta con regularidad las cosas que las personas tocan a menudo, por ejemplo,
canillas, manijas e interruptores.
 Usá papel de cocina o, de ser posible, paños desechables. Si usted reutiliza los paños,
descontamínelos después de cada tarea.
Cocina
Cocine la carne completamente para evitar el riesgo de una intoxicacion alimentaria. Para verificar
que su comida está cocida, inserte un cuchillo en la parte más gruesa —no debe haber ninguna
señal de carne rosada y los jugos deben ser claros—. Al recalentar la comida, asegúrese que esté
bien caliente durante todo el proceso y nunca recaliente la comida más de una vez.
Refrigeración
Mantener los alimentos frescos (0–5°C) o congelados retrasa el crecimiento de las bacterias dañinas.
Siempre verifique las instrucciones de almacenamiento y las fechas de vencimiento en el paquete. Si
tiene sobras, cúbralas y guárdelas en su heladera o freezer dentro de las dos horas después de
haberlas cocinado, asegurándose que se hayan enfríado primero. Si es necesario, sepárelas en
contenedores pequeños para acelerar el enfriamiento.

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