Este es el fluido de reparación más comúnmente usado. Esto se debe,
fundamentalmente, a su bajo costo y a su disponibilidad, a pesar de que contiene bastantes sólidos. Cuando sea necesario tener una presión superior a la de la formación, se puede usar una solución de agua salada de densidad apropiada
Lodo convencional a base de agua
El lodo no puede considerarse entre los fluidos de completación más deseables, debido a que las partículas de los sólidos pueden bloquearse la formación y taponear las perforaciones. El análisis económico y la disponibilidad son las razones que imponen su uso, como fluido de control, en lugar del agua salada. Esto ocurre, especialmente, cuando se requieren densidades mayores de 11 lpg. El lodo a base de agua también es indeseable como fluido de empacadura, debido a la tendencia de los sólidos de acumularse alrededor de la tubería, lo que puede resultar costoso cuando se requiera un trabajo de pesca. Otro de los problemas que ocasiona la utilización de un lodo pesado (14-15 lpg) es la imposibilidad de realizar los trabajos de guaya fina durante la completación de un pozo, ya que dichas herramientas flotan en el mismo.