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Lenguaje y Verdad Pero, el lenguaje forma parte epistemológicamente del

mismo conocimiento –del transmitirlo-, o sea, si existe el


I. El problema de la verdad conocimiento es porque sólo se transmite ya sea por una
vía primitiva del lenguaje o de otra en cuanto a que un ser
Nos encontramos en una sociedad que vive una vivo es receptor de informaciones que les transmite –o
amalgama imposible de un escepticismo generalizado inevitablemente le ofrece- el entorno; esto es, el
acerca de los valores y un supuesto fundamentalismo conocimiento no está sin el sujeto, sino está “dándose” al
cientista acerca de los hechos. Se trata de una mezcolanza sujeto o el conocimiento está haciendo al sujeto, por lo
de una ingenua confianza en la Ciencia con mayúscula y que está predispuesto para él.
de aquel relativismo perspectivista que expresó el poeta
Campoamor con su “nada hay verdad ni mentira; todo es Digamos que, del mismo modo que la autorregulación
según el color del cristal con que se mira”1. Tal división está predispuesta para un ser vivo, el conocimiento es un
entre ciencia y cultura, que asigna la verdad a la ciencia y resultado progresivo de una interacción de ese ser vivo
a sus enunciados y la simple opinión a las valoraciones y con el entorno; por ende, esa autorregulación se encuentra
cuestiones vitalmente más importantes, aunque pueda ser reglada en coherencia comunicable con la existencia real
cómoda, resulta a fin de cuentas insoportable. Los seres del medio.
humanos anhelamos una integración razonable de las
diversas facetas de nuestra vida, de nuestra experiencia y Al lado de esto, la mente humana construye un sistema
de nuestra reflexión teórica sobre ella. La contradicción propio a través de la cultura que le favorece su
flagrante nos resulta inaceptable porque desquicia nuestra socialización; sin embargo, la naturaleza también lo hace
razón, hace saltar las bisagras de nuestros razonamientos con una “cultura natural o evolutiva”. Más claro: todo
y a la postre bloquea el diálogo y la comunicación. sistema depende –“subsiste”- de lo que le ha permitido
trascender o… expresa su pasado, puesto que tal es una
El formidable desarrollo de las ciencias y la expresión que ha adquirido “continuamente”, no que
tecnología en los últimos siglos muestra de modo “ahora” ya tiene desde la nada o irrealmente.
fehaciente la humana capacidad de progresar en la
comprensión de los problemas y en la identificación de A razón de tal inherencia, es cierto, sí, que ningún saber
los medios para afrontarlos con éxito. puede pretenderse desde un punto cero o “hacer tabla
rasa” sin contar con lo anterior; luego el ser humano no es
Según el estructuralismo el ser humano como tal no existe un ser “arrojado ahí”, aunque sea un resultado único
porque su base conceptual originaria ha cambiado de conceptualmente, sino –en consecuencia- trascendido ahí.
modo que ahora o en adelante sólo se concibe un resultado Pues el resultado único no es lo objetivo (Dios, el
cambiante por una cultura social, y esto quiere decir que monoteísmo, es un resultado único), más bien el resultado
comporta toda verdad una estructura. Lo verdadero del ser trascendido por una coherencia o significación coherente.
humano anterior es irrecuperable en cuanto a que “ahora” Y, ¡ya!, esto no implica la imposición de un comienzo,
es un resultado o algo distinto. únicamente la advertencia de causas coyunturales o
cíclicas que infieren al ser y a su lenguaje. Así, desde
Ahora bien, ese “algo distinto” ha trascendido y, en luego, la filosofía hermenéutica – o la etnolingüística-
efecto, la verdad ha trascendido de lo que fue –no de lo puede considerar que representa o interpreta o “dibuja” la
que no fue- pero, además, se ha superado a sí misma –lo realidad a partir de mitos, del arte o de los símbolos; pero
que supone toda adaptación o evolución- desde el eso denota demasiado, demasiado o exagerado
contexto natural, no desde el exclusivamente simbólico. simplismo: el lenguaje no representa sino es, y es la
predisposición que le ha permitido esas opciones.
Sí, en cuanto se habla de lenguaje a veces se extrapola a
que es un condicionante que lo ha determinado todo, El concepto -o el símbolo de cualquier índole
incluso toda verdad o noción de realidad. ¿Es eso así? Por comunicativa- es el único puente para “decir la realidad”.
el ser humano la verdad está dicha de una forma Por ello, para que exista el conocimiento, el consciente,
lingüística que expresa proposiciones –informaciones primero habrá que decirlo –en eso consiste-; porque “ser
verbales o formales-, luego “toda teoría de la verdad de consciente de la realidad” –lo objetivo- implica
las formas lingüísticas tiene que presuponer la teoría reconocerla y, este reconocimiento cualitativo, aumenta
previa de la verdad de las proposiciones” –como decía con un mayor y coherente lenguaje (en los animales existe
Sellars -, salvarse de su puro lenguaje. un reconocimiento primitivo o conciencia reducida, pero

1
Campoamor, R., Obras poéticas completas, Aguilar, Madrid,
1927, p.148
tal conlleva más objetividad al no ser vulnerable por la racionalidad desmontará ese error con posterioridad
sugestión). mediante su mayor conocimiento o conciencia.

En el conciencismo de Berkeley se señala o se argumenta Sólo la razón corrige lo que la sugestión y el prejuicio
que “yo soy” y, puesto que reconozco que soy, ya estoy fijan involutivamente . Por ejemplo: si el prejuicio le dice
más capacitado “para la conciencia”. El concepto a un pueblo que no debe conocer la realidad, aislándolo,
capacita, sin lugar a dudas, por ser -en el lenguaje- un la razón le demostrará que a priori es un mínimo
instrumento capacitador de advertencia de la realidad. “ conocimiento de la realidad, pero –así-se niega a un
Esse est percipi ” ( Berkeley ), eso es reconocido como mayor conocimiento o renuncia a esa capacidad, a ser
realidad, no como nada, sino como “algo” dicho, sociedad –siendo por definición “sociedad”-.
advertido.
En este contexto, hoy en día hay intelectuales que aún
Conforme a tal adquisición de capacidad consciente, el ser separan el mundo de la realidad (“esto es un mundo”,
humano percibe –o admite- antes lo que más necesita “aquello es otro mundo” defienden y no que “esto y
(“naturaleza necesitante ”) y adapta su lenguaje para ese aquello son partes del mundo”, de la realidad), lo cual
fin –aunque no sólo para él-; por lo que se sujeta a confunde, por el motivo claro de que fijan “tu verdad”,
necesidades –culturales o individuales- y crea “mi verdad”, “tu mundo”, “mi mundo”, “tu realidad”, “mi
necesidades. No de balde, en cuanto a que le sirve como realidad” y no respetan -por lo menos- o no reconocen
una eficaz integración al entorno: se alía con otros que vives la verdad y la realidad “que te toca”, la que te
beneficiarios de ese nivel consciente de realidad y de impregna directamente del mundo. No complementan
cultura – a favor de leyes comunes, de servicios como todo lo hace en la naturaleza, sino que ellos –
compensatorios, etc.-. Lo que convergería en una demostrándolo- “quieren ser” más soberbios o pedantes.
“estructura cultural”, en una estructura-objeto que le
condicionará en “algo”. El ser es el que vive la realidad –no el no-ser-, en la parte
del mundo que le toca y, porque la vive, lo hace o lo
Sin embargo, con él aún conviven sus instintos, sus construye la realidad, lo dice con sonidos o sin sonidos,
sensaciones, pues lo concreto es el acto del sentir junto a así o asá , pero “ese decir” dice la realidad desde un primer
la capacitación para lograrlo; por lo cual, el ser diferencia, momento instintivo para ser, luego, un logro más
concreta “una verdad” –o “verdades”- con respecto a lo consciente si de verdad se atiende a esa conciencia o a ese
que recibe o con respecto a un percepto que ya recibió: la conocimiento mayor.
advierte antes de “determinarla” su simbología –que sin
duda actuará progresivamente-. A saber, los sentidos En este sentido, es incierto que el signo ya por hecho –
propioceptivos –con los que cuenta a priori- le conforman como lo establecía Ockham - se separe de su referencia
caracteres físicos o reales de un hecho como la fatiga, la significativa de lo real, sino que equivale a su interacción
orientación, el ritmo, la distancia, la humedad, el peso, con ella. Lo real, sin duda, si no advierte su presencia no
etc. Entonces, experimenta con el medio-por sobrevivir- interacciona con el sujeto real; y, con ello, el sujeto sería
corrigiendo y consiguiendo una adaptación; y irreal, no existiría. En efecto, para interaccionar debe
mínimamente es posible si se corrige con respecto al coexistir una predisposición inevitable, que asumirá
medio, es decir, con respecto a “lo real” que habrá de asimismo las reglas reales desde un principio.
conocer –y de discernir, por lo que se sintetizará en forma
“ gestalt ”-. Con su conocimiento, no con su Conque el sujeto no meramente aporta la realidad, sino
desconocimiento, antes de ser simbolizada una sensación “comporta” la realidad; es un sujeto aquí conformado a
es propiamente una sensación instintiva, de espontaneidad partir de la realidad, consecuente prioritariamente con
instintiva frente al acto más lento y reflexivo de la ella.
racionalidad.
El atomismo positivista y el estructuralismo (*) por error
De antemano, percibir no es razonar, pero conduce a aíslan al acontecimiento – en proporción a su relevancia
razonar (la bipedestación no es razonar, pero conduce a la conceptual- como finalidad por concebirse el suceso
cerebración). Lo adquirido podrá ser más o menos innato, presente, pues, propugnan que su estructura real “sólo
pero parte de las capacidades adaptativas hacia lo que funciona” ahí bajo unos muy restrictivos factores
existe. Un ser humano imagina, sí, no obstante siempre culturales o de acontecimiento. La realidad, para estas
después de ver una imagen; luego habrá de percibir la posiciones filosóficas, “es” lo que “ahí sólo es” o se ha
realidad primero, como prioridad. permitido que sea: las raíces, las condiciones y las
capacidades que hasta ese “ahí” se llevan poco les importa
Si en una cultura la sugestión deforma -sugiere una (por eso, los conceptos practican el truco de nacer, de
determinada organización perceptiva-, en cambio, sólo la iluminarse en el instante, convenidos esencialmente por
unos datos culturales del… “ahí”). Sentencian que si es
una estructura la realidad, el lenguaje nos lo organiza una
estructura; ¡ah!, pero ¿quién organiza tal estructura?,
¿acaso el ser humano remotamente lejos del mundo y de
realidad?

Enfrente de eso, la realidad no es una estructura para


alguien por siempre, sino está en todo lo que existe, en
grado tal que confiere o conlleva o presenta un estado
continuo de realidad, que lo deriva o lo difluye a todo lo
que existe. Es vano, es irracional el afirmar aquí hay una
estructura en digresión con todo lo demás que “sutura”,
que cohesiona la realidad.

En resumidas cuentas, la cultura influye a la vez que a la


razón no la incapacita para los mínimos logros que
obtenga. Que las “niños-lobo” (por ejemplo, dos niñas
que habían sido criadas en una caverna de la India por
lobos, descubiertas en 1920) no desarrollaran la razón no
deducía, no, que no existiera la ley racional de
supervivencia –o de identidad animal-, sino que no eran
conscientes de ello.

La razón es una conciencia -o un nivel evidente de


conciencia- que permite advertir más realidad; por lo
tanto, la sociedad no suma tan sólo prejuicios, pues, suma
también intuiciones (predisposiciones cognoscitivas) a los
instintos (impulsos genéticos), no descartando los actos
conscientes que prosperan siempre a través de
conocimientos de la única fuente o materia prima que hay,
la de la realidad, no la de la nada.

También, al respecto del entorno –o de la realidad-, la


“naturaleza” se ofrece con una perfección no equilibrada
conforme a nuestro desequilibrio o ideal por superarla,
sino conforme a que mantiene un equilibrio ante todo, no
ante un pedante: en homeóstasis ante cualquier
conveniencia particular o ante cualquier supuesto
acontecimiento.

(*) El estructuralismo sería menos erróneo si considerase


el aspecto de la estructura “en la realidad”, no que ésta la
restringiera a estructura sin más.

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