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A HEGEMONÍA ESPAÑOLA.- España fue la primera gran potencia del mundo moderno.

El
éxito de su monarquía se debió a dos factores:

a. Su casa real, la dinastía de los Habsburgo, se benefició más que ninguna otra
familia real europea de los pactos matrimoniales propios de la realeza. Esto le dio
a España un volumen de territorio e influencia que ninguna otra monarquía
europea pudo igualar.

b. La conquista del Nuevo Mundo le suministró una superabundacia de oro y plata


que puso en manos de sus gobernantes un tesoro fuera del alcance de cualquiera
de sus rivales.

La monarquía española nació de la unión de los reinos de Castilla y Aragón


efectuada por el matrimonio de los Reyes Católicos (1469). A partir de ese
momento el nuevo estado se mostró muy dinámico y efectuó tres grandes
aventuras en el exterior: se culminó la guerra de la Reconquista con la expulsión
de los moros de Granada; los reinos de Nápoles (sur de Italia) y Navarra fueron
absorbidos; y se inicia el descubrimiento y conquista de América.

Reinado de Carlos V (1516-1556).- Su subida al trono español, amplió la


influencia internacional de España. Como hijo de Juana la Loca, hija de los Reyes
Católicos, y de Felipe el Hermoso, emperador de Alemania, recibía un patrimonio
territorial fabuloso: España, el Sacro Imperio, Los Países Bajos, el Franco Condado,
Milán, el sur de Italia y las posesiones americanas. Como si esto fuera poco,
durante su gobierno, Cortés conquista México y Pizarro el imperio de los Incas.

De esta manera, los Habsburgo construían el primer imperio colonial del mundo
moderno. En mis dominios jamás se oculta el sol, decía con vanidad Carlos V.
Ahora la hegemonía española sobre Europa era total: Italia y el papado cayeron
bajo su dominio; la política francesa se movía al son de España, el peligro de una
invasión turca a Europa fue suprimido por los ejércitos de este Emperador nacido
en Gante (Bélgica). Sin embargo, Carlos V no pudo con la Reforma en Alemania.

No es difícil imaginarnos el gasto que significaba mantener este imperio. Un


ejército de soldados y diplomáticos debía circular por Europa para resguardar los
intereses españoles. De alguna manera, el oro del Nuevo Mundo le permitió a
Carlos V financiar los gastos en su lucha contra los protestantes, contra los turcos
o cualquier otro tipo de desorden interno.

Además, era muy difícil gobernar este imperio tan múltiple y diverso. España
misma no era un país totalmente unificado. Las diferencias regionales eran muy
fuertes: Carlos V debía gobernar pueblos tan disímiles como vascos, catalanes,
castellanos, andaluces o gallegos. Y si a esto le sumamos holandeses, belgas,
napolitanos, indios aztecas, e indios andinos, por ejemplo, el panorama se
complicaba aún más.

Carlos V se comportó como un emperador medieval. Para él y sus asesores la


unidad política y religiosa de la Cristiandad era un ideal realizable.
“Portaestandarte de Dios” se llamó a sí mismo cuando en 1535 levó anclas en
Barcelona en su expedición a Túnez y derrotar a los turcos. Carlos tenía buenas
razonas para creérselo: alianzas matrimoniales y herencias le habían dado tan
excepcional oportunidad. Alguna vez su canciller Gattinara le dijo: Dios os ha
colocado en la ruta hacia la monarquía universal.

En síntesis, un mundo cristiano unido era para Carlos V una misión sagrada. Se
creyó destinado por Dios para levantar a una Cristiandad unida en armas contra el
enemigo externo, el turco mahometano y, más adelante, contra los enemigos
internos, los herejes luteranos. El problema es que no muchos europeos de
entonces creyeron, o estuvieron de acuerdo, con ese ideal. Por ello, su reinado fue
el fracaso de la última tentativa de restablecer el concepto medieval de una
unidad cristiana bajo la guía de un emperador y un Papa.

Reinado de Felipe II (1556-1598).- Carlos V abdicó en 1556 dividiendo su imperio


entre su hijo Felipe II (quien heredó España y sus anexos) y su hermano Fernando
(quien recibió el territorio de la Casa de Austria, es decir el Sacro Imperio).

También llamado el paladín del catolicismo, durante su reinado cobra mayor


fuerza la noción de “limpieza de sangre” en provecho de los “cristianos viejos”. El
Estado y la Iglesia se unen para controlar las creencias. El tribunal de la
Inquisición, reformado por Trento, persiste despiadadamente en la extirpación de
todos los disidentes religiosos y persigue a todos: cristianos sospechosos de
luteranismo, judíos conversos, moriscos del antiguo reino de Granada,
musulmanes conversos, entre otros.

El reinado de Felipe II coincide con el descubrimiento de las minas de plata de


Potosí (hoy Bolivia) que incrementó enormemente el flujo de metales preciosos
coloniales a Sevilla. En este sentido, la plata americana fue una ayuda decisiva
para los planes de la monarquía española, que siguió postergando,
peligrosamente, el surgimiento de una “industria” nacional y la reforma fiscal y
administrativa. El dinero sirvió para comprar todo de fuera y para financiar
aventuras bélicas.
Sin los metales americanos el colosal esfuerzo bélico de Felipe II hubiera sido
imposible. Y fue precisamente este esfuerzo lo que terminó derrumbando la
economía española y su modelo absolutista en el siglo siguiente.

Estos son algunos de los esfuerzos de Felipe II por conservar la hegemonía


española en el exterior:

a. La expansión de los turcos en el Mediterráneo fue controlada definitivamente


con el triunfo naval de Lepanto (1571).

b. Al extinguirse la dinastía portuguesa, el reino de Portugal fue anexado a


España y con él sus posesiones en Asia, África y América (Brasil). Esto sucedió
porque Felipe II era hijo de Isabel de Portugal, hermana del último rey portugués.

c. Los conquistadores españoles controlaron las islas del Pacífico y terminaron


conquistando las Filipinas.

d. Se produjo la independencia de los Países Bajos (Holanda) por la presión fiscal y


las persecuciones religiosas de Carlos V y las pretensiones centralistas de Felipe
II. Los holandeses, en su mayoría protestantes, no quería formar parte de un
Imperio católico e intolerante.

e. Ocurre la destrucción de la Armada Invencible en el Canal de la Mancha cuando


iba rumbo a invadir Inglaterra (1588). Pero la flota española se recompuso
rápidamente después de este desastre y rechazó con éxito los asaltos ingleses
contra los barcos que cruzaban el Atlántico trayendo los metales americanos.

f. El acceso al trono francés de Enrique IV de Borbón fue una derrota política para
España.

g. Apoyó política y económicamente al Papado en su lucha contra los


protestantes. Fue, por ejemplo, el soberano que más defendió lo señalado por el
Concilio de Trento.

A finales del siglo XVI, los envíos de plata llegaron a sus niveles más altos. Las
rentas totales de Felipe II se habían más que cuadriplicado, pero a pesar de todo
hubo una bancarrota oficial en 1596. La respuesta no es tan compleja: durante
años España había gastado mucho más de lo que tenía, siempre pensando en la
renta fácil de las minas americanas, y no había promovido la producción local. Las
antiguas manufacturas españolas estaban casi sin operar. A pesar del oro
americano, España no era una nación moderna. Como si esto fuera poco, en 1599
la peor peste de la época abatió la Península, diezmando su población. Así se
cerraba un siglo aparentemente esplendoroso para los españoles.
En la segunda mitad del siglo XVI se produjo un cambio de orientación en las
relaciones internacionales: el fin de las aspiraciones de unidad de la Europa
cristiana y el surgimiento de los particularismos. Laseparación de la Casa de
Habsburgo en dos ramas significó la formación de una política exterior
específica de la Monarquía española y el sometimiento a aquélla de todos los
Estados que la componían. En el Imperio, por la paz de Augsburgo de 1555 el
emperador reconoció a los príncipes luteranos el derecho a su religión, con la
obligación de los súbditos de acatar la de su soberano (cuius regio, eius
religio), y la secularización de las propiedades eclesiásticas llevada a efecto por
los príncipes hasta ese momento, pero vetándola para el futuro. Este acuerdo
no sólo significó la aceptación de la división religiosa del Imperio, sino la del
particularismo de sus Estados; y, por tanto, los Habsburgo de Viena se
centrarán también en los intereses de sus Estados patrimoniales.
Por otro lado, se produjo un cambio en las relaciones de las principales
Monarquías. Los largos años de lucha entre Francia y los Habsburgo darán
paso a un respiro. Desde la paz de Cateau-Cambrésis de 1559, se inició un
período de paz entre los viejos contendientes, que no reanudarán sus
hostilidades hasta finales de siglo. Por el contrario, a la tradicional amistad
anglo-española sucedió una enemistad irreconciliable en el terreno político,
religioso y colonial, que no cesará hasta la desaparición del Imperio colonial
español, ya en el siglo XIX.
Cada vez con más fuerza, los antagonismos religiosos no sólo eran un factor de
desorden interno sino que estarán presentes en todos los conflictos
internacionales, entremezclando de forma inseparable las razones políticas y
religiosas. No sólo se percibían en el tradicional enfrentamiento entre cristianos
y musulmanes, sino en la rebelión de los Países Bajos, la oposición de Felipe
II a Enrique de Navarra y hasta en las rivalidades coloniales, que aparecieron
como un nuevo factor conflictivo.

Qué avances técnicos y científicos posibilitaron el desarrollo de la navegación durante los


siglos XV y XVI?
2.- ¿Era el motivo religioso importante a la hora de colonizar nuevas tierras?
3.- ¿Qué sistema económico hay en Europa en esos momentos?
4.- ¿Por dónde realizan los portugueses sus descubrimientos?
5.- ¿Qué dos continentes tocan los portugueses?
6.- ¿Qué son las Capitulaciones de Santa Fe? ¿Quién era Colón?
7.- ¿Cómo se llamaban los navíos en los que ambarcaron Colón y sus tripulaciones?
8.- ¿Cuántos viajes realizó Colón a América?
9.- ¿Tocó tierra firme en su primer viaje o sólo llegó a una isla?
10.- ¿Había llegado Colón a Cipango? ¿Qué país era Cipango para los europeos?
Carlos I
Contesta a las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué años abarca su mandato?
2.- ¿Qué conflictos internos tuvo que vencer?
3.- ¿Cómo fue su política internacional y en qué frentes luchó?
4.- ¿Logró vencer a los protestantes o pactó con ellos?
5.- ¿Dónde acabó sus días?

Felipe II
Contesta a las siguientes cuestiones:
1.- ¿Qué territorios heredó Felipe II de sus familiares?
2.- ¿Por qué se caracterizó su política interior?
3.- Explica que sucedió con las tres grandes direcciones que siguió
en su política exterior

FELIPE II sumió el trono español tras la abdicación de su padre Carlos en 1556 y


hasta 1598 gobernó el vastísimo imperio integrado por Castilla, Aragón, Cataluña,
Navarra, Valencia, el Rosellón, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña,
Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Portugal y su imperio afroasiático, toda la América
descubierta y Filipinas.

a monarquía de Felipe II se apoyaba en un gobierno de consejos, secretarios reales y


una poderosa administración centralizada aunque las bancarrotas, las dificultades
económicas y los problemas fiscales fueron las principales características del reinado.
Los problemas internos del reinado de Felipe II fueron sobre todo relacionados con la
traición de familiares y personas en que se fiaba el emperador

En política exterior, fueron los matrimonios que contrajó que les permitieron proteger
su imperio :

unidad religiosa fue una prioridad en la vida de Felipe II y uno de los principos
rectores de su política europea

uvo que afrontar numerosos conflictos externos: España luchó con Francia por el
control de Nápoles y el Milanesado; y debido al elevado gasto económico de estas
pugnas, pactaron la paz en Cateau-Cambrésis en 1559.

Felipe II logró un gran triunfo político al conseguir la unidad ibérica con la anexión de
Portugal y sus dominios

El imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías. Carlos I de España


y V de Alemania (1516-1556) nació en Gante (Flandes, actual Bélgica), en 1500.

Su imperio se formó por una enorme herencia, debido a una política matrimonial comenzada por
los Reyes Católicos con el objetivo de aislar a Francia.

- De su abuelo paterno, Maximiliano I de Habsburgo, recibió Austria y le sucedió en el título


imperial.
- De su abuela paterna, María de Borgoña, recibió Flandes y el Franco Condado.
- De su abuelo materno, Fernando el Católico, recibió la corona de Aragón, que incluía dominios
italianos de Sicilia, Cerdeña y Nápoles.
- De su abuela materna, Isabel la Católica, recibió la Corona de Castilla, Navarra y los dominios
americanos.

Durante su gobierno crecieron enormemente los dominios americanos, conquistó Milán y fue
coronadoemperador del Sacro Imperio Germánico, en 1519, con el nombre de Carlos V.

-La revuelta de las Comunidades de Catilla: esta revuelta (1520-1522) estuvo protagonizada por
varias ciudades del interior de Castilla. La rebelión tuvo un carácter político.En la Batalla de
Villalar, en 1521, los comuneros fueron derrotados, y sus líderes, Juan de Padilla, Juan Bravo y
Francisco Maldonado, ejecutados.
-La revuelta de las Germanias: las germanías eran hermandades armadas, que fueron creadas,
con la autorización del monarca.
Valencia en el siglo XVI, para protegerse de los piratas berberiscos.
La política exterior de Carlos V tenía como objetivo la defensa de su herencia. Para ello tuvo que
recurrir casi constantemente ala guerra contra tres enemigos principales:
-Francia
-Imperio turco
-Príncipales protestante alemanes.
Monarquía Hispánica de Felipe II. La unidad ibérica

Carlos V abdicó en 1556, y renunció a sus dominios hispánicos, en Indias, Flades, Franco
Condado e Italia, a favor de su hijo Felipe II. cedió sus derechos imperiales y dominios a su
hermano Fernando. A diferencia de su padre, Felipe II (1556-1598) no se ausentó de la Península
a partir de 1559. Felipe II tuvo de adaptarse a unas condiciones diferentes a las existentes en
tiempos de Carlos V. Así:

-Estableció su corte en un lugar fijo, Madrid (1561).

-Su política se hispanizó, ya que el rey era castellano por nacimiento y formación.

-En la nueva Europa, Felipe II aspiró a ser el líder de los católicos.

-Rebelión de las Alpujarras, 1568-1571. El aumento político y religioso de Felipe II terminó por
reactivar las rebeliones en el interior de la Península.

-Rebelión de Aragón, 1590-1592. Esta revuelta vino motivada por un enfrentamiento entre el rey y
el Justicia Mayor de Aragón, que empezó el secretario del rey Antonio Pérez, perseguido por la
justicia real y por la inquisición.

En cuanto a la unidad ibérica, durante su reinado se produjo la unión de Portugal con España
(1580). Tras morir el rey de Portugal, Felipe II convinó la guerra con la diplomacia para hacerse con
el poder.

En el exterior de España, Felipe II tuvo que hacer frente a cuatro problemas principalemente:

-La defensa del Mediterráneo occidental frente a los turcos y a los piratas berberiscos. Formo así la
Liga Santa, junto con el papa Pio V y la República de Venecia, que, al mando de don Juan de
Austria, consiguió ganar a los turcos en la Batalla de Lepanto, en 1571.

-Rebelión de los Países Bajos. Las protestas comenzaron por la política represiva que se seguía
respecto a los calvinistas y al autoritarismo del rey. En 1566 estallaron una serie de disturbios, y el
rey envió como gobernador al duque de Alba, que llevó a cabo una dura represión. Guillermo de
Orange se hizo fuerte en las provincias del norte, comenzando una larga lucha que no pudo evitar.

- Enfrentamiento con Isabel I, reina de Inglaterra, que apoyó a los rebeldes holandeses, con
motivos políticos y religiosos. Felipe II organizó la gran Armada contra Inglaterra en 1588.

Finalización de la guerra con Francia. En la batalla de San Quintín, 1557, y en la Batalla de Las
Gravelinas, 1558, Felipe II derrotó los Franceses firmando la Paz de Cateau-Cambresis, en 1559.

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