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INTRODUCCIÓN
GENERALIDADES
9
DERECHO DE FAMILIA
10
INTRODUCCIÓN
5
CARLOS PEÑA GONZÁLEZ, ¿Hay razones constitucionales fuertes en favor de un
estatuto igualitario?, artículo que forma parte del Libro Homenaje al Profesor Fernando
Fueyo Instituciones Modernas de Derecho Civil, Edit. ConoSur, 1996, pp. 140-150.
6
HERNÁN CORRAL T., “Familia y Derecho”, Universidad de los Andes, Colección
Jurídica, Santiago, 1994, p. 30.
7
Ob. cit., p. 29.
11
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12
INTRODUCCIÓN
11
CASTÁN, ob. cit., p. 30.
13
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14
INTRODUCCIÓN
15
DERECHO DE FAMILIA
16
INTRODUCCIÓN
15
RDJ, t. 80, sec. 1ª, p. 31.
17
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18
INTRODUCCIÓN
19
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20
INTRODUCCIÓN
21
DERECHO DE FAMILIA
22
INTRODUCCIÓN
18
MANUEL SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 4, pp. 11-12.
23
DERECHO DE FAMILIA
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INTRODUCCIÓN
25
CAPÍTULO I
DEL MATRIMONIO
19
Citado por CASTÁN, ob. cit., p. 101.
20
CASTÁN, ob. cit., p. 101.
29
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21
ROBERTO DE RUGGIERO, Instituciones de Derecho Civil, t. 2º, vol. 2º, Editorial
Reus.
22
ROBERTO DE RUGGIERO, ob. cit., p. 68.
30
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
31
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26
JORGE IVÁN HÜBNER GALLO, Introducción a la Teoría de la Norma Jurídica y la
Teoría de la Institución, Editorial Jurídica de Chile, 1951, pp. 175-176.
32
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
33
DERECHO DE FAMILIA
29
RDJ, t. 32, sec. 2ª, p. 17.
30
RDJ, t. 50, sec. 1ª, p. 382.
34
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
31
RDJ, t. 45, sec. 1ª, p. 107.
35
DERECHO DE FAMILIA
32
Corte de Santiago, 2 septiembre 2002, RDJ, t. 99, sec. 2ª, p. 109.
36
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
33
Semana Jurídica, año II, Nº 63, p. 1.
37
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34
EUGENIO VELASCO L., De la disolución del matrimonio, Editorial Jurídica de
Chile, 1973, p. 97.
38
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
35
EUGENIO VELASCO L., Familia, Divorcio y Moral, Editorial Jurídica de Chile,
1994, p. 63.
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40
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
41
DERECHO DE FAMILIA
38
MANUEL SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 29, p. 40.
39
CLARO SOLAR, ob. cit., t. I, nota en la p. 318.
42
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
43
DERECHO DE FAMILIA
43
CARLOS LÓPEZ DÍAZ, Matrimonio Civil. Nuevo Régimen, Edit. Librotecnia,
2004, pp. 60-61.
44
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
44
Boletín 1759, p. 47.
45
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45
1. El artículo 5º Nº 2º de la antigua ley establecía que no podrían contraer
matrimonio los colaterales por consanguinidad hasta el segundo grado inclusive, lo
que era manifiestamente erróneo, pues no hay primer grado por consanguinidad.
La nueva ley salva este defecto.
46
Gaceta, año 1910, t. I, Nº 387, p. 687.
46
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
47
VELASCO, De la disolución del matrimonio, p. 142.
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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hay sanción penal para el oficial del Registro Civil que celebre
el matrimonio sin hacer respetar el impedimento (art. 388 del
Código Penal).
54
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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De acuerdo con el art. 2º de la Ley Nº 19.253: “Se considerarán indígenas
para los efectos de esta ley, las personas de nacionalidad chilena que se encuentren
en los siguientes casos: a) Los que sean hijos de padre o madre indígena, cualquie-
ra sea la naturaleza de su filiación, inclusive la adoptiva. Se entenderán por hijos
de padre o madre indígena a quienes desciendan de habitantes originarios de las
tierras identificadas en el artículo 12 Nos 1 y 2; b) Los descendientes de las etnias
indígenas que habitan el territorio nacional, siempre que posean a lo menos un
apellido indígena. Un apellido no indígena será considerado como indígena, para
los efectos de esta ley, si se acredita su procedencia indígena por tres generaciones,
y c) Los que mantengan rasgos culturales de alguna etnia indígena, entendiéndose
por tales la práctica de formas de vida, costumbres o religión de estas etnias de un
modo habitual o cuyo cónyuge sea indígena. En estos casos, será necesario, además,
que se autoidentifiquen como indígenas”.
58
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
59
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60
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
49
Sobre inexistencia del matrimonio véase EUGENIO VELASCO, ob. cit., pp. 60
y ss.
61
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62
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
63
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50
HERNÁN CORRAL T., “Una ley de paradojas. Comentario a la nueva Ley de
Matrimonio Civil”, Revista de Derecho Privado, 2004, Nº 2, pp. 259-272.
64
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
65
DERECHO DE FAMILIA
51
HERNÁN CORRAL, comentario recién citado.
52
En sentido contrario, JAVIER BARRIENTOS y ARANZAZU NOVALES, Nuevo Derecho
Matrimonial Chileno, p. 279.
66
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
67
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58 “
Estudios 1993, Sociedad Chilena de Derecho Internacional”, Santiago.
68
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
69
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59
Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento,
Boletín 1759-18, p. 146.
70
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
80. RESUMEN SOBRE LOS CASOS QUE DAN FECHA CIERTA DEL CESE
DE LA CONVIVENCIA. De lo que se viene diciendo resulta que hay
fecha cierta del cese de la convivencia en los siguientes casos:
a) Cuando el acuerdo de los cónyuges conste, por escrito, en
alguno de los instrumentos contemplados en el artículo 22;
b) Cuando a falta de acuerdo se demande judicialmente, caso
en que la fecha cierta será la de la notificación de la demanda
(art. 25 inc. 1º); y
c) Hay todavía un tercer caso, contemplado en el artículo 25
inciso 2º: “Asimismo, habrá fecha cierta, si no mediare acuerdo
60
Informe de la Comisión de Constitución, Justicia y Reglamento, Boletín
1759.
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
73
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
77
DERECHO DE FAMILIA
los cónyuges podrán pactar por una sola vez este último en con-
formidad con el artículo 1723 del Código Civil (art. 40).
Finalmente, el artículo 41 agrega que “La reanudación de
la vida en común no impide que los cónyuges puedan volver a
solicitar la separación, si ésta se funda en hechos posteriores a
la reconciliación”.
78
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
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80
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
68
RDJ, t. 94, sec. 2ª, p. 148.
69
Gaceta de Tribunales, 1928, 21º semestre Nº 173, p. 766; RDJ, t. 51, sec. 2ª,
p. 59; t. 51, sec. 1ª, p. 443; Gaceta Jurídica Nº 167, sent. 3, p. 34; RDJ, t. 55, sec. 1ª,
p. 305; t. 63, sec. 1ª, p. 381, etc.
81
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82
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
83
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84
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
75
Hubo sobre el particular un caso clásico caratulado “Sabioncello con
Hausmann”, que puede consultarse en la Revista de Derecho y Jurisprudenencia,
t. 29, sec. 1ª, p. 351, que trae un interesante comentario de don Arturo Alessandri
Rodríguez.
76
JÜRGEN SAMBLEBEM, “Heirtat und Scheidumg in nemen chilenischen Elsd-
gestz”, STAZ Nº 3, 1998.
85
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77
RDJ, t. 99, sec. 2ª, p. 109.
86
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
78
Al respecto, pueden consultarse dos sentencias, una publicada en el t. 64
de la Rev. de Derecho y Jurisprudencia, sec. 1ª, p. 177, y la otra de la Corte de Con-
cepción de 30 de mayo de 1994, comentada por los profesores Ramón Domínguez
Benavente y Ramón Domínguez Águila, en la Revista de Derecho de la Universidad
de Concepción Nº 194, p. 189.
87
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88
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
89
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80
RDJ, t. 83, sec. 2ª, p. 6.
90
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
91
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92
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
los mismos efectos civiles que el válido respecto del cónyuge que,
de buena fe y con justa causa de error, lo contrajo, pero dejará
de producir efectos civiles desde que falte la buena fe por parte
de ambos cónyuges” (inc. 1º).
81
RDJ, t. 29, sec. 1ª, p. 73.
93
DERECHO DE FAMILIA
94
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
86
Ob. cit., t. VI, Nº 154, pp. 171-172.
95
DERECHO DE FAMILIA
87
SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 82, pp. 103-104.
88
RDJ, t. 29, sec. 1ª, p. 73.
96
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
89
Derecho de Familia, Nº 86, p. 106.
97
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO I - DEL MATRIMONIO
99
DERECHO DE FAMILIA
100
CAPÍTULO II
DEL DIVORCIO
101
DERECHO DE FAMILIA
102
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
97
MAURICIO LUIS MIZRAHI, Familia, matrimonio y divorcio, Editorial Astrea, 2006,
pp. 84 y ss. y 365 y ss.
103
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104
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
101
Ob. cit., p. 366.
105
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102
HERNÁN CORRAL TALCIANI, “Ley de Divorcio. Las razones de un no”. Estudios
de Derecho Actual, Universidad de los Andes, pp. 41-42.
106
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
107
DERECHO DE FAMILIA
103
BARRIENTOS y ARANZAZU NOVALDES, ob. cit., p. 384.
104
Ob. cit., pp. 381-382.
108
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
105
Leyes y Sentencias, Nº 21, p. 105.
109
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106
BARRIENTOS y NOVALES, ob. cit., p. 390.
110
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
107
Revista Leyes y Sentencias, Nº 22, p. 69.
111
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108
ENRIQUE EVANS DE LA CUADRA, Los Derechos Constitucionales, t. II, 3ª edición,
año 2004, p. 145.
112
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
109
Ob. cit., Nº 177, p. 390.
113
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114
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
115
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116
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
110
Cit. por EDUARDO SAMBRIZZI, Separación Personal y Divorcio, Edit. Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1999, t. I, p. 580.
111
LLAMBÍAS, J. J., citado por FRANCISCO FERRER, Daños resarcibles en el divorcio,
p. 26.
117
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118
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
119
DERECHO DE FAMILIA
114
PATRICIO AGUIRRE VELOSO, Derecho internacional privado del matrimonio y reco-
nocimiento de sentencias extranjeras sobre divorcio y nulidad en la Ley Nº 19.947, El nuevo
derecho chileno del matrimonio. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
Editorial Jurídica de Chile, 2006, p. 322.
120
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
121
DERECHO DE FAMILIA
115
En el CC español también se contiene la misma idea. El artículo 97 establece
que el cónyuge al que la separación o divorcio produzca desequilibrio económico en
relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación
anterior en el matrimonio, tiene derecho a una pensión que se fijará en la resolu-
ción, teniendo en cuenta, entre otras, las siguientes circunstancias (circunstancias
muy parecidas a las que establece el artículo 62 de la Ley Nº 19.947).
122
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
123
DERECHO DE FAMILIA
124
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
116
JAVIER BARRIENTOS y ARANZAZU NOVALES ALQUÉZAR, ob. cit., p. 416.
117
Informe 1759-18, p. 1615.
125
DERECHO DE FAMILIA
118
CARMEN DOMÍNGUEZ HIDALGO, “El convenio regulador y la compensación
económica: una visión en conjunto”, Matrimonio Civil y Divorcio, Cuadernos de
Extensión Jurídica de la Universidad de los Andes, p. 107.
119
Ob. cit., p. 250.
120
CARLOS PIZARRO WILSON, “La compensación económica en la nueva ley
de matrimonio civil”, Ley Nº 19.947 de Matrimonio Civil, Seminario, Academia
Judicial de Chile, p. 73.
126
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
127
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128
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
129
DERECHO DE FAMILIA
121
Al no ser alimentos, no procede apremiarlo con arresto, en conformidad
al art. 7 Nº 7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de
San José de Costa Rica, que sólo admite los arrestos en el caso del no pago de
pensiones alimenticias.
130
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
122
Ob. cit., p. 118.
123
“La compensación económica en la nueva ley de matrimonio civil chilena”,
Revista Chilena de Derecho Privado, Facultad de Derecho, Universidad Diego
Portales, p. 83.
131
DERECHO DE FAMILIA
124
“La compensación por menoscabo económico en la Ley de Matrimonio
Civil”, p. 33.
125
“Algunas reflexiones sobre la compensación económica”, Revista Actualidad
Jurídica, Nº 13, enero 2006, Universidad del Desarrollo, p. 171.
126
“La compensación económica en la Ley de Divorcio”, La Semana Jurídica,
Nº 271.
132
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
133
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134
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
135
DERECHO DE FAMILIA
136
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
137
DERECHO DE FAMILIA
138
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO II - DEL DIVORCIO
139
CAPÍTULO III
141
DERECHO DE FAMILIA
TÍTULO I
142
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
143
DERECHO DE FAMILIA
144
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
145
DERECHO DE FAMILIA
por dolores, aunque se ficiese gafo (leproso), non deue el uno des-
amparar al otro… antes deuen vivir todos en uno, e servir el sano
al otro e proveerle de cosas que menester le ficieren”.130
Este deber está consagrado en el artículo 131 del Código Civil.
Por lo demás, se desprende de la propia definición de matrimonio.
Su incumplimiento por parte del marido autoriza a la mujer para
pedir la separación judicial de bienes (art. 155), solución poco
lógica, pues tratándose de una situación eminentemente moral,
no se justifica una sanción de contenido patrimonial.
130
FEDERICO PUIG PEÑA, ob. cit., p. 222.
146
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
131
PUIG PEÑA, ob. cit., p. 228.
132
Ob. cit., t. II, Nº 793, p. 32.
133
V. gr., t. 24, sec. 1ª, p. 220.
134
“¿Debe el marido alimentos a la mujer que vive fuera del hogar común?”
Nos 160 y ss., p. 232; de ENRIQUE ROSSEL, en comentario a sentencia publicada en
t. 48, sec. 1ª, p. 36, y de varios fallos, t. 48, sec. 2ª, p. 25 y p. 43; t. 49, sec. 1ª, p. 237;
t. 52, sec. 1ª, p. 221.
147
DERECHO DE FAMILIA
135
Así, FERNANDO ROZAS VIAL, Análisis de las reformas que introdujo la Ley Nº 18.802,
Editorial Jurídica de Chile, 1990, p. 30.
148
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
136
“Reforma del Código Civil sobre la situación jurídica de la mujer casada.
Normas generales y sucesorales”, artículo publicado en la Revista de Derecho de
la Universidad de Concepción, Nº 184, p. 12.
149
DERECHO DE FAMILIA
para la litis que ésta (la mujer) siga en su contra (en contra del
marido). Pese a los términos de la disposición, pensamos que la
situación procesal de demandante o demandada carece de rele-
vancia, pues constituiría una justicia inadmisible que el marido
pudiera demandar a su mujer y que ésta por carecer de recursos
no pudiere defenderse;
b) Sólo cabe si los cónyuges están casados en régimen de
sociedad conyugal, y
c) Es indispensable que la mujer carezca de bienes suficientes,
para atender por sí misma este gasto. Por ello si tiene patrimonio
reservado, o los bienes a que se refieren los artículos 166 ó 167
no pueden demandar expensas, a menos que sean insuficientes,
caso en que podrá pedir lo necesario.
Con la redacción del artículo 136 dada por la Ley Nº 18.802
se puso término a toda una discusión que motivaba el inciso final
del antiguo artículo 136, que obligaba siempre al marido a sumi-
nistrar a la mujer los auxilios que necesitaba para sus acciones
o defensas judiciales. Con ese texto, algunos entendían que el
marido debía dar expensas, sea que estuviere casado en sociedad
conyugal, sea que lo estuviere en régimen de separación de bie-
nes.137 En cambio, en otros casos, la interpretación fue de que
el marido sólo debía suministrar expensas para la litis cuando
se encontrare casado en régimen de sociedad conyugal, pues si
estaba casado bajo régimen de separación de bienes, la mujer
tenía bienes suficientes para poder atender este gasto.138 En el
mismo sentido, Corte de Santiago, 2 de junio de 2003.139
Siempre nos pareció más razonable la última interpretación.
La obligación sólo tenía sentido en el régimen de sociedad con-
yugal, en que por administrar el marido todos los bienes, tanto
los sociales como los propios de la mujer, no se veía cómo podía
ella atender estos gastos. El argumento de que éste era un deber
de tipo moral no era consistente, pues si así fuere, la obligación
habría sido recíproca y no sólo del marido. Con la redacción
dada por la Ley Nº 18.802, el problema que venimos comentando
quedó definitivamente resuelto en los términos dichos.
137
Así, Fallos del Mes Nº 350, p. 970, sentencia 11; RDJ, t. 77, sec. 2ª, p. 175;
RDJ, t. 67, sec. 1ª, p. 145.
138
T. 73, sec. 1ª, p. 50; t. 78, sec. 2ª, p. 80; t. 84, sec. 2ª, p. 125.
139
RDJ, t. 100, sec. 2ª, p. 80.
150
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
151
DERECHO DE FAMILIA
TÍTULO II
RÉGIMEN MATRIMONIAL
152
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
140
Ob. cit., p. 262.
153
DERECHO DE FAMILIA
141
PUIG PEÑA, ob. cit., p. 262.
142
PUIG PEÑA, ob. cit., p. 265.
154
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
143
“Problemática General del Régimen Patrimonial del Matrimonio”, artículo
publicado en la Revista de Derecho y Jurisprudencia, t. 82, I parte, pp. 1 a 12.
144
ENRIQUE BARROS, “Por un nuevo régimen de bienes en el matrimonio”,
Rev. Estudios Públicos, Nº 43, 1991, pp. 139-166.
145
ARTURO ALESSANDRI, Tratado de las Capitulaciones Matrimoniales, pp. 19 y ss.;
MANUEL SOMARRIVA, Derecho de Familia, pp. 179 y ss.; ENRIQUE ROSSEL, Derecho de
Familia, pp. 148 y ss., etc.
155
DERECHO DE FAMILIA
1) Régimen de comunidad;
2) Régimen de separación de bienes;
3) Régimen sin comunidad;
4) Régimen dotal, y
5) Régimen de participación en los gananciales.
156
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
146
FRANCISCO MERINO SCHEIHING, “Regímenes Matrimoniales en el Derecho
Comparado”, Revista de Derecho, Universidad Central, julio-diciembre 1989,
pp. 4-8.
157
DERECHO DE FAMILIA
147
FRANCISCO MERINO SCHEIHING, art. cit., p. 7.
158
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
159
DERECHO DE FAMILIA
151
Curso de Derecho Civil, t. IV, Derecho de Familia, 10ª edición, p. 142, Editorial
Edisofer S.L.
160
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
161
DERECHO DE FAMILIA
162
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
152
T. 37, sec. 2ª, p. 1, Corte de Temuco.
153
T. 82, sec. 1ª, p. 42.
163
DERECHO DE FAMILIA
164
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
165
DERECHO DE FAMILIA
166
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
167
DERECHO DE FAMILIA
168
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
154
Véase FERNANDO FUEYO, “Problemática General del Régimen Patrimonial
del Matrimonio”, RDJ, t. 82, I parte, pp. 4 a 12.
169
DERECHO DE FAMILIA
170
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
171
DERECHO DE FAMILIA
172
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
173
DERECHO DE FAMILIA
174
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
175
DERECHO DE FAMILIA
176
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
177
DERECHO DE FAMILIA
178
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
179
DERECHO DE FAMILIA
180
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
207. TESORO. El artículo 1731 establece que “La parte del tesoro,
que según la ley pertenece al que lo encuentra, se agregará al
haber de la sociedad, la que deberá al cónyuge que lo encuentre
la correspondiente recompensa; y la parte del tesoro, que según
la ley pertenece al dueño del terreno en que se encuentra, se
agregará al haber de la sociedad, la que deberá recompensa al
cónyuge que fuere dueño del terreno”.
Para la acabada comprensión de esta situación, habrá de
relacionarse esta norma con los artículos 625 y 626 del Código
Civil. El primero, en su inciso 2º, define lo que se entiende por
tesoro, diciendo “se llama tesoro las monedas o joyas, u otros
efectos preciosos que elaborados por el hombre han estado largo
tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria ni indicio
de su dueño”. A su turno el artículo 626 establece la forma como
160
Fallo arbitral dictado por don Mario Casarino Viterbo, de 20 de agosto de
1979, que reproduce don Jorge López Santa María en su artículo “Las obligaciones
frente a la inflación. Corrección monetaria de recompensa adeudada por la socie-
dad conyugal a uno de los cónyuges”, Revista de Derecho Universidad Católica de
Valparaíso, IV, año 1980.
181
DERECHO DE FAMILIA
182
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
183
DERECHO DE FAMILIA
184
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
185
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186
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
163
Derecho de Familia, Nº 199, p. 224.
187
DERECHO DE FAMILIA
188
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
189
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190
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
191
DERECHO DE FAMILIA
192
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
193
DERECHO DE FAMILIA
169
PABLO RODRÍGUEZ GREZ, Regímenes patrimoniales, pp. 87-88.
194
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
195
DERECHO DE FAMILIA
196
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
197
DERECHO DE FAMILIA
177
Derecho de Familia, Nº 216, p. 236.
178
Regímenes patrimoniales, Editorial Jurídica de Chile, año 1996, pp. 87-88.
198
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
179
Sobre esta materia puede verse sentencia de la Corte Suprema de 30 de
agosto de 2004, publicada en Gaceta Jurídica Nº 290, pp. 89 y ss.
199
DERECHO DE FAMILIA
200
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
201
DERECHO DE FAMILIA
180
T. 101, sec. 1ª, p. 242.
202
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
203
DERECHO DE FAMILIA
204
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
205
DERECHO DE FAMILIA
181
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 458.
206
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
182
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 464.
183
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 464.
207
DERECHO DE FAMILIA
252. PASIVO
RELATIVO O APARENTE O PROVISORIO DE LA SOCIE-
DAD CONYUGAL. Este pasivo lo componen aquellas deudas que la
sociedad está obligada a pagar pero que le otorgan un derecho
184
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 462.
208
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
185
En ese sentido, Gaceta de los Tribunales, año 1873, sentencia 1608, p. 709.
186
SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 245, p. 258.
209
DERECHO DE FAMILIA
187
Derecho de Familia, Nº 246, p. 259.
210
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
188
ARTURO ALESSANDRI R., ob. cit., Nº 490, p. 336.
211
DERECHO DE FAMILIA
212
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
213
DERECHO DE FAMILIA
189
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 492.
190
ROZAS, ob. cit., p. 45.
214
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
215
DERECHO DE FAMILIA
191
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 550; SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 252.
192
T. 7, sec. 2ª, p. 25; t. 23, sec. 1ª, p. 175.
216
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
217
DERECHO DE FAMILIA
193
Reformas introducidas al Código Civil por la Ley Nº 10.271, pp. 110 y
111.
194
Derecho de Familia, Nº 255, p. 272.
195
DE LA MAZA y LARRAÍN, Reformas introducidas al Código Civil por la Ley
Nº 10.271, pp. 286-287.
196
Regímenes patrimoniales, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1996, p. 113.
218
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
219
DERECHO DE FAMILIA
220
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
221
DERECHO DE FAMILIA
200
T. 59, sec. 1ª, p. 72.
201
Corte de Valparaíso, 6 de junio de 1990, Gaceta Jurídica Nº 120, p. 58. Pos-
teriormente la Corte Suprema desechó el recurso de queja interpuesto en contra
de esta sentencia, Gaceta Jurídica Nº 131, p. 30.
222
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
202
“Reformas introducidas al Código Civil por la Ley Nº 10.271”, Nº 94,
p. 95.
223
DERECHO DE FAMILIA
203
C. Suprema, RDJ, t. 101, sec. 1ª, p. 64.
224
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
225
DERECHO DE FAMILIA
226
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
227
DERECHO DE FAMILIA
210
Sobre este punto véase ARTURO ALESSANDRI R., Reformas introducidas al Código
Civil por la Ley Nº 10.271, Nº 132, pp. 110 y 111; y DE LA MAZA y LARRAÍN, Reformas
introducidas al Código Civil por la Ley Nº 10.271, Nº 176, pp. 286-287.
228
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
229
DERECHO DE FAMILIA
230
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
231
DERECHO DE FAMILIA
219
PABLO RODRÍGUEZ Grez, Rev. cit. p. 65.
232
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
220
Ob. cit., p. 28.
233
DERECHO DE FAMILIA
221
Ob. cit., p. 59.
222
Revista Leyes y Sentencias Nº 28, p. 11.
234
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
223
MANUEL SOMARRIVA, Tratado de las cauciones, Nº 402, p. 385; RAFAEL MERY
B., Derecho hipotecario, Nº 80, p. 193.
235
DERECHO DE FAMILIA
236
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
237
DERECHO DE FAMILIA
224
Ob. cit., p. 58.
225
Regímenes patrimoniales, Editorial Jurídica de Chile, 1996, p. 139.
238
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
239
DERECHO DE FAMILIA
227
Gaceta Jurídica Nº 309, p. 106.
240
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
228
LESLIE TOMASELLO HART, Situación jurídica de la mujer casada, Edeval, Val-
paraíso, 1989, p. 105.
229
Nuevo régimen matrimonial. Ley Nº 19.335, analizada y comentada, Edit. Co-
nosur, 1995, pp. 20-21.
230
Regímenes patrimoniales, Editorial Jurídica de Chile, 1996, p. 126.
241
DERECHO DE FAMILIA
231
Derecho de Familia, Nº 261, p. 279.
242
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
243
DERECHO DE FAMILIA
244
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
245
DERECHO DE FAMILIA
246
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
247
DERECHO DE FAMILIA
248
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
249
DERECHO DE FAMILIA
250
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
233
ARTURO ALESSANDRI, Tratado de las Capitulaciones Matrimoniales…, Nº 708,
p. 454.
251
DERECHO DE FAMILIA
252
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
234
ARTURO ALESSANDRI, Tratado de las Capitulaciones Matrimoniales…, Nº 718,
p. 457. En el mismo sentido SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 281, p. 297.
253
DERECHO DE FAMILIA
254
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
255
DERECHO DE FAMILIA
256
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
257
DERECHO DE FAMILIA
258
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
235
Sobre este punto, véase A. ALESSANDRI, Tratado de las Capitulaciones Matri-
moniales, Nº 762, p. 477. En el mismo sentido, CLARO SOLAR, Tratado de Derecho Civil
Chileno, t. II, Nº 1.023, p. 171.
259
DERECHO DE FAMILIA
260
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
346. OBJETO DEL PACTO DEL ART. 1723 DEL CÓDIGO CIVIL. Con
la dictación de la Ley Nº 19.335 de 1994, el objeto del pacto de
que trata el artículo 1723 ha sido considerablemente ampliado,
pues es el único medio para efectuar los cambios de régimen
matrimonial que permite la ley chilena. En síntesis, en virtud de
este pacto hoy día se puede:
a) pasar de sociedad conyugal a separación total de bienes;
b) de sociedad conyugal a participación en los gananciales;
c) de separación de bienes a participación en los ganan-
ciales;
d) de participación en los gananciales a separación total de
bienes.
347. SÓLO PUEDEN CELEBRAR EL PACTO DEL ART. 1723 LOS CÓN-
YUGES MAYORES DE EDAD. Con anterioridad a la Ley Nº 10.271 del
6 de abril de 1952, se había discutido si los cónyuges menores
261
DERECHO DE FAMILIA
236
ARTURO ALESSANDRI, Reformas Introducidas al Código Civil por la Ley Nº 10.271,
Nº 89, p. 83.
262
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
237
RDJ, t. 51, sec. 2ª, p. 1; t. 56, sec. 1ª, p. 347.
238
T. 67, sec. 1ª, p. 567.
263
DERECHO DE FAMILIA
264
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
242
C. Suprema, 30 de agosto de 2004, t. 101, sec. 1ª, p. 242.
243
Citado por RAMÓN DOMÍNGUEZ Á., “El contrato en perjuicio de terceros”,
Revista de Derecho, Universidad de Concepción, Nº 175, p. 106.
244
Evolución del Código Civil Chileno, p. 233; Derecho de Familia, Nos 177 y 297;
Indivisión y Partición, Nº 631.
245
T. 46, sec. 2ª, p. 23.
265
DERECHO DE FAMILIA
246
Explicaciones de Derecho Civil Chileno, t. II, Nº 1108, p. 273.
247
Artículo recién citado, p. 107.
248
“El pacto de separación de bienes y el perjuicio de los acreedores”, Revista
de Derecho de la Universidad de Concepción, Nº 173, pp. 143 a 170; también se
publica en RDJ, t. 80, I parte, pp. 21 y ss.
266
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
249
T. 46, sec. 2ª, p. 23; Fallos del Mes 218, p. 340; t. 81, sec. 1ª, p. 149; Fallos del
Mes Nº 377, sentencia 4, p. 88; Gaceta Jurídica Nº 313, p. 177. En sentido contrario:
Fallos del Mes Nº 246, p. 104.
250
Fallos del Mes Nº 457, sentencia 12, p. 2611.
251
Fallos del Mes Nº 459, sentencia 6, p. 27. Véase también t. 91, sec. 4º,
p. 166.
267
DERECHO DE FAMILIA
268
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
269
DERECHO DE FAMILIA
una y otra cosa; pero todo ello no producirá efecto alguno entre
las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a
que se refiere el inciso anterior”.
También este inciso se debe a la Ley Nº 10.271, pero su texto
actual fue dado por la Ley Nº 19.335. Con anterioridad a la pri-
mera de las leyes mencionadas, se discutía si era posible liquidar
la sociedad conyugal en la misma escritura. Se decía por algunos
que no era factible porque la liquidación supone la disolución
previa de la sociedad conyugal, y tal disolución sólo se iba a pro-
ducir cuando se inscribiera el pacto de separación.
Ha pasado a ser claro entonces que en la misma escritura
de separación de bienes se puede liquidar la sociedad conyugal
y celebrar otros pactos lícitos. El ejemplo que siempre se pone
sobre estos otros pactos lícitos es la renuncia de gananciales, que
en esa oportunidad podría hacer la mujer.257
Es importante, en todo caso, tener presente que si en la misma
escritura se pacta la separación de bienes y se liquida la sociedad
conyugal, se están celebrando en un mismo instrumento dos actos
jurídicos diferentes. Esta distinción es importante, pues si bien
el pacto de separación de bienes debe subinscribirse al margen
de la inscripción del matrimonio, no acontece lo mismo con la
escritura de liquidación. También puede ser de interés la distin-
ción para otros efectos.258
270
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
271
DERECHO DE FAMILIA
261
T. 41, sec. 1ª, p. 382.
272
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
El activo queda integrado por todos los bienes que eran so-
ciales al momento de producirse la disolución. De consiguiente,
los bienes que cualquiera de los cónyuges pueda adquirir con
posterioridad, no integran la comunidad sino que pertenecen
al que lo adquirió.
No obstante, si el nuevo bien se adquiere en el período que
media entre la disolución y la liquidación de la sociedad conyu-
gal, la ley presume –presunción simplemente legal– que el bien
fue adquirido con bienes sociales, por lo que el cónyuge adqui-
rente deberá la correspondiente recompensa a la sociedad. Esta
situación fue establecida por la Ley Nº 18.802, que agregó dos
incisos finales al artículo 1739 que dicen lo siguiente: “Se presume
que todo bien adquirido a título oneroso por cualquiera de los
cónyuges después de disuelta la sociedad conyugal y antes de su
liquidación, se ha adquirido con bienes sociales” (inc. 6º). “El
cónyuge deberá por consiguiente, recompensa a la sociedad, a
menos que pruebe haberlo adquirido con bienes propios o pro-
venientes de su sola actividad personal” (inc. 7º).
Es importante consignar que el bien que se adquiere entre
la disolución y la liquidación de la sociedad conyugal no es un
bien social, pues ya no hay sociedad conyugal, sino que pertenece
al socio que lo adquirió. Lo que presume la disposición es que
para esa adquisición ocupó dineros de la comunidad hereditaria,
por lo que se genera la recompensa correspondiente. Así, por lo
demás, ha sido entendido por la Corte de La Serena en sentencia
de 31 de mayo de 2007.262
Agreguemos que si el bien se adquiere después de disuelta la
sociedad conyugal, pero en virtud de un título anterior, tal bien
ingresa a la masa común, por aplicación del principio establecido
en el artículo 1736, inciso 1º.
En cuanto al pasivo, queda también fijado al momento de
la disolución y lo integran las deudas que a ese momento eran
sociales y las que hubiere contraído la mujer en su patrimonio
reservado (salvo que renuncie a los gananciales). Las deudas
que un cónyuge contraiga posteriormente son personales suyas
y sólo podrán perseguirse en los derechos que le corresponden
en los bienes comunes. Por ello, si por una deuda de este tipo se
262
Revista Leyes y Sentencias, Nº 42, p. 114.
273
DERECHO DE FAMILIA
263
RDJ, t. 23, sec. 1ª, p. 517.
274
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
275
DERECHO DE FAMILIA
276
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
266
Así ha sido fallado reiteradamente: t. 2º, sec. 1ª, p. 67; t. 18, sec. 1ª, p. 330;
t. 29, sec. 1ª, p. 462; t. 33, sec. 2ª, p. 51; t. 45, sec. 1ª, p. 186. En el mismo sentido,
A. ALESSANDRI, Tratado de las Capitulaciones Matrimoniales, Nº 827, p. 51; PEDRO LIRA
U., “Algunas consideraciones sobre el estado de indivisión que sigue a la disolución
de la sociedad conyugal”, publicado en RDJ, t. 33, I parte, Nº 13, p. 120. En sentido
contrario, Gaceta 1900, t. I, Nº 906.
277
DERECHO DE FAMILIA
278
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
279
DERECHO DE FAMILIA
273
T. 55, sec. 1ª, p. 188.
274
T. 53, sec. 1ª, p. 130.
275
Derecho de Familia, Nº 309, p. 317.
276
Ob. cit., Nº 843, p. 517.
280
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
281
DERECHO DE FAMILIA
282
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
282
Gaceta Jurídica Nº 127, p. 57.
283
DERECHO DE FAMILIA
283
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 874, p. 534.
284
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
285
DERECHO DE FAMILIA
286
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
287
DERECHO DE FAMILIA
378. DIVISIÓN
DEL PASIVO SOCIAL. RESPONSABILIDAD DE LOS
CÓNYUGES POR ESTE PASIVO. Esta materia está tratada en los
artículos 1777, 1778 y 1779 del Código Civil. Para estudiarla es
necesario distinguir entre:
A. La obligación a las deudas y
B. La contribución a las deudas.
288
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
289
DERECHO DE FAMILIA
gar el juez que no conste del título mismo. Pero, por esa razón, y
como lógica consecuencia, es necesario que el título sea bastante
por sí mismo, es decir, que debe reunir todos los elementos para
actuar como título ejecutivo…”.291
Justamente porque el título ejecutivo debe bastarse a sí mismo,
es que no se acepta lo que se ha dado en llamar la “yuxtaposición
de títulos”, esto es, que se junten dos instrumentos para configu-
rar un título ejecutivo. Hay sentencias en este sentido.292 En otra
oportunidad, la Corte Suprema resolvió que “el título ejecutivo
tiene que ser constitutivo de una obligación determinada y relativo
a una persona también determinada”.293
Si existe un título ejecutivo en contra del marido, disuelta
la sociedad conyugal, no se puede proceder ejecutivamente en
contra de la mujer porque del título mismo no aparece que esa
mujer sea la cónyuge de la persona que aparece en el título ni
tampoco que tal matrimonio se encuentra disuelto. Lo anterior
es todavía más claro tratándose de títulos ejecutivos como letras
de cambio, pagarés o cheques cuyas firmas se encuentren autori-
zadas ante Notario, por cuanto el Código de Procedimiento Civil,
en el artículo 434 Nº 4, inciso final, es muy claro en orden a que
dichos documentos tendrán mérito ejecutivo respecto del obligado
“cuya firma” aparezca autorizada por un Notario…, lo que en el caso
que estamos comentando ocurre con la firma del marido y no
con la de la mujer.294
Arturo Alessandri señala que “el título que era ejecutivo antes
del matrimonio en contra de alguno de los cónyuges continúa
siéndolo después de celebrado, sin necesidad de dar cumplimiento
al artículo 1377, que no tiene aplicación en materia de sociedad
conyugal: se refiere únicamente a los títulos que eran ejecutivos
contra una persona difunta” y agrega: “De ahí que, una vez cele-
brado el matrimonio, el título que era ejecutivo en contra de la
291
HUGO ALSINA, Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial, t. III,
Nº 6, p. 47, letra c). Compañía Argentina de Editores. Buenos Aires, 1943.
292
RDJ, t. 76, sec. 2ª, p. 270.
293
RDJ, t. 30, sec. 1ª, p. 286. Sobre este punto puede consultarse “Tribunales,
Jurisdicción y Proceso”. RAÚL TAVOLARI OLIVEROS, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 1994, p. 78.
294
En este sentido, sentencia de 11 de diciembre de 1996, dictada por la Corte
de Concepción en causa “Banco de Chile con Villegas”, rol Corte 1215-95, t. 94,
sec. 1ª, p. 36.
290
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
295
“Tratado Práctico de las Capitulaciones Matrimoniales…”, Nº 366, p. 277.
Véase también Nº 556, p. 371.
296
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 979.
291
DERECHO DE FAMILIA
Para que la mujer pueda hacer uso de este beneficio sólo de-
berá probar el exceso que se le cobra, en la forma dispuesta en el
inciso 2º del art. 1777, esto es, “sea por el inventario y tasación, sea
por otros documentos auténticos”. La prueba sólo puede consistir
en instrumentos públicos –ese es el significado de documentos
auténticos según el art. 1699–, de manera que no es admisible
ni la prueba de testigos ni instrumentos privados, salvo el inven-
tario privado pero sólo respecto del acreedor que lo aprobó y
firmó (art. 1766). Ha dicho la jurisprudencia que “al no probar
la demandada (mujer), de una manera que empezca al actor, el
exceso de la contribución a que alude el artículo 1777 del Código
Civil, debe responder por el total de la obligación materia de la
demanda”.297 El mismo fallo señala –Considerando 12º– que “se-
gún los autores y la jurisprudencia francesa, la mujer puede suplir
la omisión del inventario por otros instrumentos auténticos sólo
cuando alegue el beneficio de emolumento respecto del marido,
pero no cuando lo alegue respecto de los acreedores”.298
La razón que ha tenido la ley para limitar la responsabilidad
de la mujer está en que no ha sido ella quien ha administrado la
sociedad conyugal, sino su marido. Es una protección que se le
otorga para defenderla de la mala administración del marido.
El beneficio de emolumento no produce una separación de
patrimonios. Por ello, los acreedores pueden hacer efectivo su
crédito en todos los bienes de la mujer, no sólo en los que haya
recibido a título de gananciales. Alessandri explica que “la mujer
responderá siempre hasta concurrencia de la cantidad que en cifras
represente su mitad de gananciales”, y agrega: “lo que determina
su responsabilidad no es el valor de los bienes que haya recibido,
sino el monto de los gananciales que le correspondieron”. “La
mujer que recibió mil pesos como mitad de gananciales, responde
hasta por mil pesos, aunque los bienes con que se le enteraron
valga, al tiempo de la demanda del acreedor, quinientos o dos
mil pesos”.299
297
T. 88, sec. 2ª, p. 41, Considerando 13º.
298
PLANIOL y RIPERT, Tratado Práctico de Derecho Civil Francés, tomo IX, Nº 924,
p. 326; JOSSERAND, Curso de Derecho Civil Positivo Francés, tomo III, 2ª edición, Nº 358,
p. 198.
299
Ob. cit., Nº 989, p. 598.
292
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
300
Regímenes patrimoniales, Editorial Jurídica de Chile, año 1996, p. 176.
293
DERECHO DE FAMILIA
294
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
301
Así, SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 342; ALESSANDRI, ob. cit., Nº 1000,
p. 604.
295
DERECHO DE FAMILIA
302
Ob. Nº 1.015, p. 610.
296
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
297
DERECHO DE FAMILIA
298
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
299
DERECHO DE FAMILIA
300
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
301
DERECHO DE FAMILIA
303
Ob. cit., Nº 1070.
302
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
304
Ob. cit., Nº 1070.
303
DERECHO DE FAMILIA
305
ALESSANDRI, ob. cit., Nº 1080, p. 661.
304
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
ticia por negativa del marido (artículo 138 bis, incorporado por
la Ley Nº 19.335). El inciso 2º de esta norma prescribe que “en
tal caso, la mujer sólo obligará sus bienes propios y los activos de
sus patrimonios reservados o especiales de los artículos 150,166
y 167…”; y
4) Obligaciones contraídas por el marido, cuando se pruebe
que el contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o
de la familia común (art. 150, inciso 6º).
305
DERECHO DE FAMILIA
306
Regímenes patrimoniales, Editorial Jurídica de Chile, 1996, pp. 197-198.
306
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
307
DERECHO DE FAMILIA
308
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
307
T. 81, sec. 2ª, p. 33.
308
T. 92, sec. 2ª, p. 14.
309
DERECHO DE FAMILIA
310
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
311
DERECHO DE FAMILIA
311
Historia de la Ley Nº 5521, Prensas de la Universidad de Chile, 1935, pp. 56
a 62.
312
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
312
Véase sobre este punto sentencia publicada en t. 80, sec. 2ª, p. 121, en que
se declaró la nulidad de un contrato de fianza, celebrado por una mujer casada
sin hacer referencia a ningún instrumento público o privado que acreditare que
ejercía una profesión separada de su marido.
313
DERECHO DE FAMILIA
313
Fallos del Mes Nº 461, sentencia 15, p. 304.
314
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
315
DERECHO DE FAMILIA
316
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
314
Ambos aparecen publicados en Revista de la Universidad Gabriela Mistral
“Temas de Derecho”, año 2, Nº 2.
315
ENRIQUE BARROS, Familia y Personas, Editorial Jurídica de Chile, 1991,
pp. 130-131.
317
DERECHO DE FAMILIA
316
Ob. cit., p. 166.
318
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
317
FRANCISCO MERINO SCHEIHING, “Consideraciones en torno al régimen de
participación en los gananciales en el Derecho Chileno”, contenido en el Libro de
homenaje al profesor Fernando Fueyo Laneri, “Institutiones Modernas de Derecho Civil”,
Editorial Jurídica ConoSur Ltda., 1996, p. 193.
318
Ob. cit., p. 193.
319
Véase t. 93, sec. 2ª, p. 119.
319
DERECHO DE FAMILIA
320
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
321
DERECHO DE FAMILIA
325
“Régimen de participación en los gananciales”, Revista de Derecho, Uni-
versidad de Concepción, Nº 195, pp. 7-20.
326
Ob. cit., p. 127.
322
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
323
DERECHO DE FAMILIA
324
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
325
DERECHO DE FAMILIA
328
CÉSAR FRIGERIO, Regímenes Matrimoniales, Editorial Conosur, 1995, p. 127.
326
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
327
DERECHO DE FAMILIA
328
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
nario y el final, lo que conduce a que sean más altos los gananciales
y como consecuencia más elevado el crédito de participación.
329
DERECHO DE FAMILIA
330
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
331
DERECHO DE FAMILIA
332
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
331
Ob. cit., p. 208.
333
DERECHO DE FAMILIA
332
Bienes Familiares y Participación en los Gananciales. Editorial Jurídica de Chile,
1996, p. 160.
333
Ob. cit., p. 160.
334
Ob. cit., p. 208.
334
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
335
Ob. cit., pp. 156-157.
335
DERECHO DE FAMILIA
336
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
336
Ob. cit., p. 165.
337
DERECHO DE FAMILIA
por imperativo del tenor del artículo 1723 inciso 2º, tanto en su
antigua redacción como en la actualmente vigente, debemos
afirmar que aquellas personas que hayan pactado anteriormente
separación total de bienes durante su matrimonio no podrían
ocupar nuevamente esa norma esta vez para pactar participación
en los gananciales, en conformidad a la nueva ley”. Y agrega: “el
artículo 1723 inciso 2º, efectivamente dispone que el pacto de
separación “una vez celebrado, no podrá dejarse sin efecto por
el mutuo consentimiento de los cónyuges”.337
La última afirmación del profesor Corral la estimamos muy
discutible, atendido lo que hemos señalamos en el párrafo 432,
al cual nos remitimos.
337
Ob. cit., p. 166.
338
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
339
DERECHO DE FAMILIA
dependencia el uno del otro, los bienes que tenían antes del
matrimonio y los que adquieren durante éste, a cualquier título”
(inc. 1). “Si los cónyuges se separaren de bienes durante el matri-
monio, la administración separada comprende los bienes obte-
nidos como producto de la liquidación de la sociedad conyugal
o del régimen de participación en los gananciales que hubiere
existido entre ellos” (inc. 2º). El inciso 3º reitera la idea de que
los bienes que resulten de la separación pueden ser declarados
bienes familiares.
En este caso, aunque la ley no lo dice, resulta evidente que se
aplican los artículos 161, 162 y 163. Esto significa:
1) que los acreedores de la mujer sólo podrán dirigirse sobre
sus bienes, respondiendo el marido únicamente en los siguientes
casos:
a) cuando se ha obligado como codeudor conjunto, solidario
o subsidiario de la mujer, y
b) cuando las obligaciones de la mujer cedieron en beneficio
exclusivo del marido o de la familia común, en la parte en que
de derecho él haya debido proveer a las necesidades de ésta;
2) Que los acreedores del marido sólo podrán dirigirse sobre
los bienes de éste y no sobre los de la mujer, salvo que se haya
producido alguna de las situaciones de excepción recién indicadas
(deuda conjunta, solidaria o subsidiaria o beneficio exclusivo de
la mujer o familia común).
De acuerdo al artículo 162, si la mujer separada confiere poder
a su marido para que administre parte de sus bienes, el marido
será obligado a la mujer como simple mandatario.
Finalmente, rige el artículo 163, según el cual “Al marido y a la
mujer separados de bienes se dará curador para la administración
de los suyos en todos los casos en que siendo solteros necesitarían
de curador para administrarlos”. Sólo habría que agregar que en
este caso, por tratarse de una separación total, rige el artículo 503:
“El marido y la mujer no podrán ser curadores del otro cónyuge
si están totalmente separados de bienes” (inc. 1º).
340
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
341
DERECHO DE FAMILIA
342
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
343
DERECHO DE FAMILIA
467. ¿SE APLICA LA REGLA DEL INCISO 2º DEL ARTÍCULO 135 A LOS
CHILENOS QUE SE CASAN EN EL EXTRANJERO? Esta interrogante no
la ha generado el nuevo texto de la disposición, pues la misma
pregunta se puede plantear respecto de las personas que se ca-
saron bajo la vigencia del artículo 135 en su texto anterior a la
Ley Nº 18.802.
La pregunta se debe formular porque un sector de la doctrina
nacional es de opinión que respecto de los chilenos que se casan
en el extranjero, no cabe aplicar el inciso 2º del artículo 135, de-
biendo entenderse que su situación es la misma que si las nupcias
las hubieren contraído en Chile. En este sentido, Luis Claro So-
lar;348 y el profesor de Derecho Internacional Privado don Diego
344
La Revista de Derecho, Universidad Central, año III, julio-diciembre 1989,
p. 66.
345
Gaceta Jurídica Nº 165, p. 69.
346
Gaceta Jurídica Nº 165, marzo de 1994, p. 69.
347
RDJ, t. 91, sec. 1ª, p. 126. En el mismo sentido t. 93, sec. 2ª, p. 119.
348
Ob. cit., t. II, p. 201.
344
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
349
Derecho Internacional Privado, Parte Positiva, Editorial Universitaria, Santiago
1966, pp. 43 a 68.
350
Manual de Derecho Internacional Privado, 1950, p. 52; MANUEL SOMARRIVA
UNDURRAGA, Derecho de Familia, 1962, p. 381; MARIO RAMÍREZ NECOCHEA, Derecho
Internacional Privado, LexisNexis, p. 154.
351
Repertorio de Legislación y Jurisprudencia Chilenas, Código Civil, t. I,
p. 171.
345
DERECHO DE FAMILIA
469. SEPARACIÓN LEGAL PARCIAL DEL ART. 166. Este caso de se-
paración dice relación con los bienes que adquiere la mujer por
haber aceptado una donación, herencia o legado que se le hizo
con la condición precisa de que no los administrare el marido.
Respecto de ellos, la mujer se considera separada de bienes,
aplicándose las reglas siguientes:
1) La mujer tiene las mismas facultades que la divorciada per-
petuamente, esto es, administra con independencia del marido
(159, 166 Nº 1, 173);
2) Ambos cónyuges deben proveer a las necesidades de la
familia común a proporción de sus facultades, haciendo la regu-
lación el juez en caso necesario (160, 166 Nº 1, 134);
3) Los actos o contratos que la mujer celebre sólo dan acción
sobre los bienes que componen este patrimonio, sin que tenga
responsabilidad el marido, a menos:
a) que se haya obligado conjunta, solidaria o subsidiariamente
con su mujer;
b) que se haya beneficiado él o la familia común, en la parte
en que de derecho haya debido él proveer a las necesidades de
ésta, caso en que responderá hasta el monto del beneficio (161,
166 Nº 1);
4) Los acreedores del marido no pueden dirigirse en contra
de estos bienes a menos que probaren que el contrato cedió en
utilidad de la mujer o de la familia común en la parte en que de
derecho ella debiera proveer a la satisfacción de dichas necesi-
dades (161 inc. final, 166 Nos 1 y 2º);
5) Estos bienes responden en el caso de que la mujer hubiere
realizado un acto o celebrado un contrato respecto de un bien
propio, autorizada por la justicia, por negativa del marido. Así lo
establece el artículo 138 bis incorporado por la Ley Nº 19.335.
6) Si la mujer confiere al marido la administración de una
parte de estos bienes responderá como simple administrador
(162-166 Nº 1);
7) Si la mujer es incapaz, se le dará un curador para que los
administre (163, 166 Nº 1). El marido puede ser curador de la
346
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
347
DERECHO DE FAMILIA
348
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
352
T. 63, sec. 1º, p. 165; t. 64, sec. 1ª, p. 327; t. 67, sec. 1ª, p. 315; t. 68, sec. 1ª,
p. 168; Fallos del Mes Nº 151, sentencia 5, p. 111.
353
Ob. cit., p. 166.
349
DERECHO DE FAMILIA
354
Corte de Concepción, 6 de julio de 1932, Gaceta de los Tribunales, 1932,
2º semestre, Nº 111, p. 413.
355
T. 45, sec. 1ª, p. 623. En el mismo sentido puede verse t. 81, sec. 1ª,
p. 149.
356
LUIS CLARO SOLAR, Derecho Civil Chileno y Comparado, t. II, p. 163; BARROS
ERRÁZURIZ, Curso de Derecho Civil, t. IV, p. 176.
357
Santiago, 1936, pp. 98 a 101.
358
Derecho de Familia, Nº 383, p. 368.
350
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
359
Derecho de Familia, Nº 382, p. 367; CLARO SOLAR, ob. cit., t. II, p. 160; BARROS
ERRÁZURIZ, ob. cit., t. IV, p. 177; DEL RÍO ALDUNATE, ob. cit., Nº 91, pp. 118 y ss.
360
C. Suprema, Gaceta de los Tribunales, 1913, 1er semestre, Nº 24, p. 78.
361
T. 31, sec. 2ª, p. 1.
351
DERECHO DE FAMILIA
único bien raíz de la sociedad conyugal, que han tenido por efecto
valorizarlo notablememte desde la fecha de su adquisición”.362
Pensamos, y así lo planteamos en un juicio que terminó por
avenimiento, que el hecho de que el marido sistemáticamente
compre bienes raíces de valor importante a nombre de sus hijos
menores, que definitivamente por su edad carecen de recursos
económicos, y que posteriormente los venda, constituye una ad-
ministración fraudulenta, por cuanto al actuar de ese modo evita
que los bienes ingresen al activo absoluto de la sociedad conyugal
y se prescinde además de la autorización de la mujer para la ena-
jenación, todo lo cual va a significar a la postre perjuicio para la
mujer desde que esos bienes no ingresarán a los gananciales.
478. MAL ESTADO DE LOS NEGOCIOS DEL MARIDO. Para que opere
la causal no basta que los negocios del marido se encuentren en
mal estado. Es necesario además, que este mal estado provenga
de especulaciones aventuradas o de una administración errónea
o descuidada (155 inciso 4º). Se ha fallado que “el hecho de
afirmarse que el marido haya poseído en época anterior una
fortuna muy superior a la actual no constituye mal estado de los
negocios. El mal estado de los negocios –que no es sinónimo de
pobreza– debe buscarse en la relatividad actual del pasivo con el
activo liquidable y la mayor o menor facilidad de realización”.363
También se ha resuelto que “no es necesario que sean múltiples
los actos que acusan descuido en la administración de los bienes
de la mujer para que proceda la separación; basta con que se
advierta el peligro que pueda resultar a aquellos intereses de una
administración errónea o descuidada”.364
Con la reforma que la Ley Nº 19.335 introdujo al inciso final
del artículo 155, no es necesario que los negocios del marido se
hallen en mal estado para demandar la separación judicial de
bienes. Basta que exista riesgo inminente de ello.
Esta causal presenta dos particularidades:
a) el marido puede oponerse a la separación, prestando
fianzas o hipotecas que aseguren suficientemente los intereses
de su mujer (art. 155 inciso final); y
362
T. 69, sec. 1ª, p. 140.
363
T. 35, sec. 1ª, p. 248.
364
T. 33, sec. 1ª, p. 324.
352
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
353
DERECHO DE FAMILIA
inciso 3º parte final: “Lo mismo ocurrirá si –esto es, la mujer po-
drá pedir la separación de bienes–, sin mediar ausencia, existe
separación de hecho de los cónyuges”.
Llamamos la atención sobre los siguientes aspectos de esta
causal:
a) basta la simple separación de hecho, sin que sea necesario
cumplir los requisitos que según el artículo 473 del Código Civil
configuran la ausencia, esto es, no presencia en el hogar, igno-
rancia de su paradero y falta de comunicación con los suyos.
b) carecen de relevancia los motivos de la separación; y
c) no tiene importancia determinar quién tiene la respon-
sabilidad en la separación. Por ello aunque la haya provocado la
mujer, tiene derecho a demandarla.
No sin razón podría argumentarse que si la separación se
produjo por culpa de la mujer (fue ella la que abandonó el hogar
común) se estaría aprovechando de su propio dolo, lo que resulta
contrario a todo el sistema del Código. Aparecería invocando una
causal que ella misma se fabricó. Sin embargo, y mirado desde otro
ángulo, parece adecuado que si los cónyuges no están haciendo
vida común, cese una sociedad conyugal que priva a la mujer de
la administración de sus bienes propios.
En relación con esta causal la Corte de Concepción en sen-
tencia del 24 de mayo de 1999 resolvió que “el tribunal carece
de facultades para entrar a pronunciarse sobre la inconveniencia
que pudiera tener para la mujer y la familia el que se acoja la de-
manda por este motivo. Sólo le compete –agregó– verificar si se
ha producido o no la situación descrita en la norma invocada, es
decir, si existió o no la separación de hecho por el lapso indicado
en la ley” (Considerando 9º). La misma sentencia agregó en otro
de sus fundamentos que “en estrados se ha hecho cuestión por la
parte demandada en el sentido que no tuvo responsabilidad en
la separación de hecho, por cuanto quien habría dejado la casa
familiar habría sido la mujer. Sin desconocer los fundamentos
que una alegación de este tipo pudiera tener si se tiene presente
que en el sistema del Código Civil la separación judicial viene a
ser una sanción al marido, que, por diversas razones, tiene una
conducta inconveniente o perjudicial para los intereses económicos
de la mujer, en el caso de autos no se puede entrar a considerar
tal alegación, por no haber sido planteada como excepción al
354
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
355
DERECHO DE FAMILIA
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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TÍTULO III
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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368
Rev. Leyes y Sentencias Nº 25, p. 14.
362
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
369
Sesión 52 a. L. 325a, de 10 de marzo de 1993, pp. 4621-4622.
363
DERECHO DE FAMILIA
364
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
373
GIAN FRANCO ROSSO ELORRIAGA, Régimen Jurídico de los Bienes Familiares,
p. 105.
374
Bienes Familiares y Participación en los Gananciales, p. 54.
375
Ob. cit., p. 52.
376
Regímenes Matrimoniales, p. 149.
377
Curso de Derecho de Familia, Edit. Legal Publishing, año 2009, p. 125.
365
DERECHO DE FAMILIA
que en el ámbito del artículo 141 del Código Civil resulta posible
afectar con la declaración de bien familiar tanto los muebles como
los inmuebles, con estricto apego a su texto y sentido, en ambas
situaciones es siempre necesario que se trate de cosas de naturaleza
corporal. En efecto, no puede ser de otra forma, puesto que sólo
los bienes que revisten esa calidad de corporales son susceptibles
de constituir ‘residencia principal de la familia’ o de ‘guarnecer’,
en su caso, como lo exige la disposición legal en comento (Corte
Suprema, 12 de marzo de 2002, causa Steffen Cáceres, María G.E.
con Pérez Fernández, Eugenio). Hace excepción a esta regla el
caso en que, en conformidad al artículo 146, se declare como
bien familiar “los derechos o acciones que los cónyuges tengan
en sociedades propietarias de un inmueble que sea residencia
principal de la familia”.
366
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
379
Ob. cit., p. 155.
373
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
380
Ob. cit., p. 157.
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DERECHO DE FAMILIA
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
377
DERECHO DE FAMILIA
381
Rev. Leyes y Sentencias, Nº 68, p. 21.
378
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
del derecho de dominio que sobre los mismos tenga uno de los
cónyuges. En efecto –continúa el fallo–, este instituto pretende
asegurar a la familia un hogar físico estable donde sus integran-
tes puedan desarrollar la vida con normalidad, ejerciendo los
roles y funciones que les correspondan, aun después de disuelto
el matrimonio, a fin de evitar el desarraigo de la que ha sido la
residencia principal de ésta. Desde otra perspectiva –agrega–,
constituye también una garantía o forma de protección para el
cónyuge más débil o para el que tenga el cuidado de los hijos, en
casos de separación de hecho o de disolución del matrimonio”.382
En resumen, de acuerdo a este fallo, aunque exista sentencia de
nulidad o divorcio, el bien no debe perder la calidad de bien
familiar si sigue siendo la residencia principal de la familia. Por
su parte, el voto disidente sostiene que la expresión “igual regla”
que emplea en el inciso final del artículo 145 del Código Civil,
remitiéndose a la figura del inciso anterior, es una indicación
al procedimiento que debe ser utilizado, no a la cuestión de la
valoración, entendiéndose, en consecuencia, que tal exigencia
se cumple con el hecho de que exista una petición y resolución
judicial que declare la desafectación, ante el caso que el matri-
monio haya terminado, entre otros motivos, por divorcio, pero
no a la necesidad de demostrar, además, que el bien familiar no
cumple los objetivos ya señalados, por tratarse en la especie de
una causal objetiva que sólo debe ser declarada una vez demos-
trado el presupuesto básico, cual es “la terminación del vínculo
matrimonial”. Agrega el disidente que “no es posible extender
los efectos de los bienes familiares más allá de la existencia de la
propia institución en que se funda su existencia”.
Si bien son entendibles las razones de justicia y de protección
a la familia, en que se funda el fallo de mayoría, no comparto
su decisión, pues estimo que desnaturaliza la institución de los
bienes familiares. El desmedro patrimonial que pueda producir
la desafectación debe corregirse por la vía del derecho de alimen-
tos. No debe olvidarse que los bienes familiares están tratados
en el Título VI del Libro Primero del Código Civil, relativo a
las “Obligaciones y derechos entre los cónyuges”, por lo que si el
matrimonio ha cesado, no pueden tener cabida. No se ve, por
382
Revista Leyes y Sentencias, Nº 81, p. 17.
379
DERECHO DE FAMILIA
otra parte, cómo podría operar el artículo 142 del Código Civil
que exige la autorización del cónyuge no propietario para ena-
jenar o gravar un bien familiar, desde que producido el divorcio
o la nulidad del matrimonio ya no se puede hablar de cónyuges.
¿Quién entonces debería autorizar al cónyuge propietario para
que pudiera enajenar o gravar el bien?
d) Por la enajenación voluntaria o forzada del bien familiar.
La ley no lo ha dicho en forma expresa, pero es evidente que ello
es así. La Corte de Concepción, en sentencia de 29 de diciembre
de 1998, recaída en la causa rol 427-98 (considerando 7º) resolvió
que “tratándose de una enajenación voluntaria o forzosa, como
sería el caso de venta en subasta pública decretada en juicio
ejecutivo, el bien pierde ipso facto la calidad de familiar, sin que
sea necesaria una declaración expresa en tal sentido, pues tal
calificación no puede subsistir si el bien ya no pertenece a alguno
de los cónyuges, ello porque no se estableció en la ley para estos
bienes familiares una subrogación real. En tal situación se debe
concluir que se ha producido una desafectación tácita”. En el
mismo sentido Hernán Corral;383 y Gian Franco Rosso Elorriaga.384
Este último agrega que “entre las situaciones de enajenación en
sentido estricto, deben comprenderse las expropiaciones, pues
en estos casos tampoco es posible entender que el bien familiar
es reemplazado, en su uso, por el dinero constitutivo de la in-
demnización correspondiente”.
383
Ob. cit., p. 88.
384
Ob. cit., p. 285.
380
TÍTULO IV
DE LA FILIACIÓN
399
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Ob. cit., p. 15.
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388
Boletín del Senado Nº 1.060-07, pp. 64-65.
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DERECHO DE FAMILIA
408
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
la mujer. Por ello el inciso 2º del art. 184 establece que “no se
aplicará esta presunción respecto del que nace antes de expirar
los ciento ochenta días subsiguientes al matrimonio, si el marido
no tuvo conocimiento de la preñez al tiempo de casarse…”. La
excepción nos acerca, ahora sí, a la regla del artículo 76.
Pero el marido, en este caso, puede desconocer la paternidad
interponiendo la correspondiente acción de desconocimiento
de paternidad que se tramita en el plazo y forma de la acción de
impugnación (art. 184 inc. 2º). Será entonces el hijo quien tendrá
que probar que su padre se casó con conocimiento del estado de
preñez de su madre, lo que deberá hacer en el correspondiente
juicio de desconocimiento de paternidad iniciado por su padre,
artículo 212. Como observa Court a partir de la reforma de la Ley
Nº 19.585, la distinción entre impugnación y desconocimiento
de paternidad está explícitamente formulada en el propio Códi-
go (art. 184 incisos 2º y 4º) y fuera de él (art. 6º Nº 2 de la Ley
Nº 4.808).389
Como acabamos de señalar, la acción de desconocimiento se
tramita en el plazo y forma de la acción de impugnación (art. 184
inciso final). Pero, como explica Corral, “la coincidencia de los
plazos y forma no convierte esta acción en una de impugnación,
porque en este caso lo que se pide al juez no es que compruebe
la falsedad de la filiación presumida, sino únicamente que cons-
tate los supuestos de hecho del desconocimiento: esto es, que el
marido ignoraba el embarazo al tiempo del matrimonio y que
no reconoció al hijo por actos positivos. Como se trata de hechos
negativos, la carga de la prueba recaerá en el demandado (el hijo,
por sí o representado)”.390
En el caso de los hijos nacidos después de 300 días de decre-
tada la separación judicial de sus padres, por excepción opera
la presunción de paternidad por el hecho de consignarse como
padre el nombre del marido, a petición de ambos cónyuges, en la
inscripción de nacimiento del hijo. La excepción es ampliamente
justificada, pues si los dos padres piden que se consigne como
389
EDUARDO COURT MURASSO, Nueva Ley de Filiación, Edit. ConoSur Ltda.,
año 1999, p. 36.
390
HERNÁN CORRAL TALCIANI, Determinación de la filiación y acciones de estado en
la reforma de la Ley Nº 19.585, 1998, Universidad de los Andes, Santiago de Chile,
p. 56.
409
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410
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
411
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412
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
413
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
417
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418
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
391
Ob. cit., p. 24.
419
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420
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
421
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422
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
396
Evolución del Código Civil Chileno, 2ª edición, Editorial Temis, 1983, Bogotá,
Colombia, Nº 89, p. 100.
423
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424
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
425
DERECHO DE FAMILIA
398
Boletín 1060-07, pp. 107-108.
426
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427
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428
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
429
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430
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
431
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433
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434
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
435
DERECHO DE FAMILIA
403
Documentos de Trabajo Nº 25, Universidad de los Andes, pp. 36-37.
404
Ob. cit., p. 165.
405
Gaceta Jurídica Nº 251, p. 83. En el mismo sentido, t. 99, sec. 1ª, p. 37; Ga-
ceta Jurídica Nº 266, p. 105; Gaceta Jurídica 272, Nº 8, p. 156; Gaceta Jurídica 285,
Nº 3, p. 118; Gaceta Jurídica 289; Gaceta Jurídica 291, p. 92; sentencia de Corte de
Concepción de 22 de enero de 2003, causa rol 3.436-2002; Corte de Concepción
22 de septiembre de 2003, rol 4.336-2002.
436
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
406
Revista Leyes y Sentencias, Nº 25, p. 76.
437
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407
Boletín 1067-07, pp. 96-97.
438
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
408
Revista Leyes y Sentencias Nº 27, p. 17, considerandos sexto y séptimo.
409
Boletín 1067-07, p. 114.
439
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410
Ob. cit., Nº 194, p. 190.
440
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
411
Revista de Derecho de la Universidad de Concepción, Nº 207, p. 29.
441
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442
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
412
Boletín 1067-07, pp. 68-70.
443
DERECHO DE FAMILIA
413
Así, SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 434, p. 496.
444
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
414
PAULINA VELOSO, CLAUDIA SCHMIDT, ob. cit., p. 208.
445
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446
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
447
DERECHO DE FAMILIA
448
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
un año contado desde que tuvo ese interés y pudo hacer valer su
derecho. Creemos que este caso merece un comentario especial,
que haremos a continuación.
449
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450
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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454
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
416
Corte Suprema, 16 de noviembre de 1988, Revista Fallos del Mes Nº 360,
p. 746.
455
DERECHO DE FAMILIA
456
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
como tal debe cumplir con las exigencias propias de todo acto
jurídico, por lo que perfectamente puede estar viciado por otras
razones, v. gr., porque el reconocimiento se hizo sin las solemnidades
establecidas en el artículo 187; porque se hizo en un testamento
que posteriormente fue anulado (no revocado); porque la persona
que reconoció al hijo estaba privada de razón, etc.
En el fondo, lo que esta norma hace no es más que acortar el
plazo de prescripción de la acción de nulidad relativa de cuatro
años (art. 1691) a un año.
Creemos que en lo demás deben aplicarse a la nulidad del re-
conocimiento las normas generales del Título XX del Libro IV del
Código Civil. Así opina también el profesor Corral, quien sostiene que
como no hay reglas especiales para establecer la legitimación activa,
se deberá aplicar el artículo 1684 del Código Civil, entendiendo
entonces que podrán alegar la nulidad aquellos en cuyo beneficio
la establece la ley, sus herederos o cesionarios. Sin embargo, esta
solución no resuelve el problema de determinar quiénes son las
personas en cuyo beneficio está establecida la acción de nulidad en
este caso. Para el profesor Corral serían en primer término, quien
reconoció por error o fuerza, y también todas aquellas personas
legitimadas para intentar la acción de impugnación.
Hay sobre esta materia varios fallos que han acogido la acción,
la nulidad fundada en el error que padeció el padre al momento
del reconocimiento, error que consistió en creer que se estaba
reconociendo a un hijo biológico en circunstancias que poste-
riormente se probó con el informe de ADN que el menor no era
su hijo. Así, por ejemplo, la Corte de Antofagasta, fallo de 28 de
marzo de 2006, causa rol 1.227-2005.
457
DERECHO DE FAMILIA
458
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
417
Ver MARICRUZ GÓMEZ DE LA TORRE, “El interés superior del niño”, Gaceta
Jurídica 228, p. 23.
459
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460
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
461
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418
T. 86, sec. 2ª, p. 30.
462
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
419
Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento,
Boletín 1060-07, pp. 145-146.
463
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420
Boletín cit., p. 146.
421
T. 92, sec. 2ª, p. 57.
422
Corte de Apelaciones Presidente Aguirre Cerda de 28 de marzo de 1997,
t. 94, sec. 2ª, p. 34.
464
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
465
DERECHO DE FAMILIA
466
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
423
En relación con el artículo 49 de la Ley de Menores, es útil consignar que
la Corte de Apelaciones de Santiago acordó que “la simple autorización judicial o
notarial para la salida de menores de Chile, regulada por el artículo 49 de la Ley
Nº 16.618, no habilita en caso alguno para su adopción en el extranjero, por hallarse
esta materia sometida a las prescripciones escritas en el Título IV de la Ley Nº 18.703,
hoy reemplazada por la Ley Nº 19.620, también sobre adopción de menores. Los
jueces de menores –hoy deberá entenderse jueces de familia– deberán dejar cons-
tancia expresa de este impedimento en la resolución o instrumento respectivo”.
Auto Acordado de dicha Corte de 8 de junio de 1992, publicado en el Diario Oficial
del 2 de julio de 1992, Nº 11 de ese acuerdo, citado por ANTONIO VODANOVIC, Leyes
de Derecho de Familia y de Menores, Editorial Jurídica de Chile, 2005, p. 205.
467
DERECHO DE FAMILIA
618. PADRES PRIVADOS DEL DERECHO A EDUCAR A SUS HIJOS. La ley priva
a los padres del derecho de educar a sus hijos en cinco casos:
a) Cuando la filiación del menor haya sido determinada judi-
cialmente contra la oposición del padre o la madre (art. 203).
b) Cuando el cuidado del hijo haya sido confiado a otra persona,
caso en que corresponderá a ésta, debiendo ejercerlo con anuencia
del tutor o curador, si ella misma no lo fuere (art. 237);
c) Cuando el padre hubiere abandonado al hijo (art. 238), y
d) Cuando el hijo ha sido separado de su padre por inhabi-
lidad moral de éste, a menos que la medida haya sido revocada
(art. 239), y
e) Cuando el padre o madre hubiere sido condenado por
un delito sexual cometido en la persona del menor, debiendo
así declararlo la sentencia condenatoria, la que ordenará dejar
constancia al margen de la inscripción de nacimiento del menor
(art. 370 bis del Código Penal, incorporado por la Ley Nº 19.617
del 12 de julio de 1999).
468
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
469
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
477
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425
Boletín 1060-07, p. 169.
478
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
479
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480
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
426
Boletín 1060-07, p. 173.
481
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482
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
427
SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 514, p. 479; ROSSEL, ob. cit., Nº 384,
p. 369.
483
DERECHO DE FAMILIA
484
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
649. JUICIOS DEL HIJO EN CONTRA DEL PADRE O MADRE QUE EJERCE
LA PATRIA POTESTAD. El artículo 263 establece que “siempre que
el hijo tenga que litigar como actor contra el padre o la madre
que ejerce la patria potestad, le será necesario obtener la venia
del juez y éste, al otorgarla, le dará un curador para la litis”.
Nada dice la ley sobre el caso en que sea el padre o la madre
que tienen la patria potestad quienes demanden al hijo. Frente a
este vacío se estima que por el hecho de que el padre o la madre
demanden al hijo lo están autorizando para litigar. En este caso
se le debe designar un curador para que lo represente en la litis.
Así ha sido resuelto.432
485
DERECHO DE FAMILIA
433
Análisis de la reforma que introdujo la Ley Nº 18.802, Editorial Jurídica de
Chile, 1990, p. 35.
486
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
487
DERECHO DE FAMILIA
434
La emancipación judicial se tramita ante los Tribunales de Familia, art. 8º
Nº 3 de la Ley Nº 19.968.
488
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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DE LA FILIACIÓN ADOPTIVA
496
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DE LA FILIACIÓN ADOPTIVA
496
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498
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
499
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436
GONZALO FIGUEROA YÁÑEZ, Ciclo de Charlas “Nueva Ley de Adopción Nº 19.620”,
Colegio de Abogados de Chile: Aspectos sustantivos de la nueva ley, p. 18.
437
“Nueva Ley de Filiación”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1999,
pp. 205-206.
438
Ob. cit., p. 18.
439
Ob. cit., p. 18.
500
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
440
Ob. cit., pp. 206-207.
501
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502
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
503
DERECHO DE FAMILIA
443
Ob. cit., p. 26.
504
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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514
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
515
DERECHO DE FAMILIA
menor (art. 23 inc. 1º, según texto dado por la Ley Nº 19.910).
Con anterioridad a esta ley, era competente el juez de letras de
menores del domicilio de los adoptantes;
2) La adopción se tramita en un procedimiento no conten-
cioso, en que no se admite oposición (art. 23 inc. 2º). Esto último
constituye una excepción a la regla del artículo 823 del Código de
Procedimiento Civil. Las cuestiones que se susciten se substanciarán
en cuaderno separado. Cabe agregar que en este procedimiento
el tribunal debe cumplir un papel activo, pudiendo “decretar
de oficio las diligencias necesarias para comprobar las ventajas
y beneficios que la adopción reporta al menor y, si lo estimare
necesario, las que le permitan complementar la evaluación de
idoneidad de los solicitantes…” (art. 24 inc. 1º);
3) La solicitud de adopción deberá ser firmada por todas las per-
sonas cuya voluntad se requiera según lo dispuesto en los artículos 20,
21 y 22, ante la presencia del secretario del tribunal, quien deberá
certificar la identidad de los comparecientes (art. 23 inc. 3º);
4) Deben acompañarse a la solicitud los siguientes antece-
dentes:
a) Copia íntegra de la inscripción de nacimiento de la persona
que pretenda adoptar;
b) Copia autorizada de la resolución judicial que declara que
el menor puede ser adoptado, dictada en virtud del artículo 8º,
letras a) o c), o certificados que acrediten las circunstancias a que
se refiere la letra b) del artículo 8º, en su caso;
c) Informe de evaluación de idoneidad física, mental, psi-
cológica y moral del o los solicitantes, emitido por el Servicio
Nacional de Menores o por un organismo autorizado por éste;
5) En el caso en que los menores en situación de ser adop-
tados sean hermanos, el tribunal procurará que los adopten los
mismos solicitantes (art. 23 inc. 4º);
6) Si distintas personas solicitan la adopción de un mismo menor,
las solicitudes deberán acumularse a fin de ser resueltas en una sola
sentencia (art. 23 inciso final, agregado por la Ley Nº 19.910);
7) Si se acompañan a la solicitud todos los antecedentes indica-
dos en el artículo 23, el juez acogerá la petición a tramitación. En
la misma resolución ordenará agregar los antecedentes del proceso
516
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
517
DERECHO DE FAMILIA
444
HERNÁN CORRAL T., Adopción y Filiación Adoptiva, Editorial Jurídica de Chile,
2002, p. 229.
445
Sobre esta materia se puede consultar: “La adopción por personas no
residentes y las convenciones internacionales aplicables. Requisitos, procedi-
mientos y garantías”, HERNÁN SALINAS BURGOS, Rev. Chilena de Derecho, vol. 28
Nº 1, p. 47.
518
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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520
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
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447
Ob. cit., p. 15.
522
PRIMERA PARTE: CAPÍTULO III - EFECTOS DEL MATRIMONIO
523
DERECHO DE FAMILIA
524
710. DEFINICIÓN. El artículo 304 define el estado civil como “la
calidad de un individuo, en cuanto le habilita para ejercer ciertos
derechos o contraer ciertas obligaciones civiles”.
Esta definición es criticada por su vaguedad. En efecto, de-
cir que es una calidad que habilita a un individuo para ejercer
ciertos derechos o contraer ciertas obligaciones, podría ser tam-
bién una definición de capacidad o de nacionalidad. Por otra
parte, no hace ninguna referencia a las características clásicas
del estado civil.
Claro Solar lo define diciendo que es “la posición o calidad
permanente del individuo en razón de la cual goza de ciertos
derechos o se halla sometido a ciertas obligaciones”;448 y Soma-
rriva, da todavía una definición más completa al decir que “es
el lugar permanente de una persona dentro de la sociedad, que
depende principalmente de sus relaciones de familia y que la
habilitan para ejercitar ciertos derechos y contraer ciertas obli-
gaciones civiles”.449
711. CARACTERÍSTICAS.
1) Es un atributo de las personas naturales. Por ello no puede
faltar. Las personas jurídicas no tienen estado civil.
2) Es uno e indivisible, lo que significa que no se puede tener
simultáneamente más de un estado civil derivado de una misma
fuente. No se puede ser a la vez soltero y casado, etc.
448
Ob. cit., t. IV, p. 11.
449
Derecho de Familia, Nº 619, p. 584.
527
DERECHO DE FAMILIA
712. EFECTOS DEL ESTADO CIVIL. Los efectos que produce el esta-
do civil son los derechos y obligaciones que de él derivan. Estos
efectos son de orden público, los señala la ley, sin que opere en
esta materia el principio de la autonomía de la voluntad. Así, por
ejemplo, del estado civil de casado derivan una serie de derechos
y obligaciones entre los cónyuges (fidelidad, ayuda mutua, soco-
rro, etc.); lo mismo del estado civil de padre (autoridad paterna,
patria potestad, alimentos, derechos hereditarios, etc.).
713. FUENTES DEL ESTADO CIVIL. Las fuentes del estado civil,
son:
a) La ley. Así, por ejemplo, el estado civil de hijo lo tiene aquel
cuya filiación se haya determinado en conformidad a las reglas
previstas por el Título VII del Libro I del Código Civil (art. 33 del
Código Civil);
b) La voluntad de las partes, como ocurre con el estado civil
de casados;
c) La ocurrencia de un hecho, por ejemplo, la muerte de uno
de los cónyuges hace adquirir al otro el estado civil de viudo, y
d) Finalmente, la sentencia judicial, como ocurre, por ejem-
plo, con la sentencia que declara a una persona hijo de otra.
450
T. 9, sec. 1ª, p. 493; t. 23, sec. 1ª, p. 669.
451
T. 4, sec. 2ª, p. 103; t. 23, sec. 1ª, p. 669.
452
T. 23, sec. 1ª, p. 669.
528
SEGUNDA PARTE: DEL ESTADO CIVIL
453
T. 37, sec. 1ª, p. 229.
454
T. 28, sec. 1ª, p. 439; t. 46, sec. 1ª, p. 836; t. 68, sec. 2ª, p. 52.
529
DERECHO DE FAMILIA
455
T. 2º, sec. 1ª, p. 171.
530
SEGUNDA PARTE: DEL ESTADO CIVIL
531
DERECHO DE FAMILIA
456
T. 68, sec. 1ª, p. 35.
457
T. 68, sec. 1ª, p. 35.
532
SEGUNDA PARTE: DEL ESTADO CIVIL
458
T. 20, sec. 1ª, p. 405.
459
T. 62, sec. 1ª. p. 291.
533
DERECHO DE FAMILIA
534
SEGUNDA PARTE: DEL ESTADO CIVIL
535
DERECHO DE FAMILIA
536
SEGUNDA PARTE: DEL ESTADO CIVIL
537
DERECHO DE FAMILIA
538
SEGUNDA PARTE: DEL ESTADO CIVIL
539
DERECHO DE FAMILIA
540
730. CONCEPTO. El concepto jurídico de “alimentos” no es igual
al vulgar, porque comprende no sólo el sustento (comida), sino
también los vestidos, la habitación, la enseñanza básica y media y
los costos del aprendizaje de alguna profesión u oficio. Así fluye
del artículo 323.
El legislador no ha definido lo que entiende por alimentos, pero
ha dado una clara idea de ellos en el artículo 323: “Los alimentos
deben habilitar al alimentado para subsistir modestamente de
un modo correspondiente a su posición social” (inc. 1º). “Com-
prenden la obligación de proporcionar al alimentario menor de
veintiún años la enseñanza básica y media, y la de alguna profesión
u oficio. Los alimentos que se concedan según el artículo 332 al
descendiente o hermano mayor de veintiún años comprenderán
también la obligación de proporcionar la enseñanza de alguna
profesión u oficio”.
Tomando pie en lo dicho en el artículo 323, y relacionándolo
con los artículos 329 y 330, podríamos definir el derecho de ali-
mentos diciendo que es el que la ley otorga a una persona para
demandar de otra, que cuenta con los medios para proporcionár-
selos, lo que necesite para subsistir de un modo correspondiente
a su posición social, que debe cubrir a lo menos el sustento, ha-
bitación, vestidos, salud, movilización, enseñanza básica y media,
aprendizaje de alguna profesión u oficio.
Si se examina la jurisprudencia, se podrá apreciar que el con-
cepto de alimentos ha ido variando, según ha ido cambiando lo que
se entiende por necesidades fundamentales de una persona. Así,
543
DERECHO DE FAMILIA
544
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
470
T. 78, sec. 2ª, p. 34.
471
T. 78, sec. 2ª, p. 163.
545
DERECHO DE FAMILIA
546
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
472
Gaceta Jurídica 84, sentencia 3ª, p. 50. En el mismo sentido, RDJ, t. 38,
sec. 1ª, p. 384.
473
Derecho de Familia, Nº 650, p. 616.
474
Ob. cit., t. VI Nº 1044, p. 559.
547
DERECHO DE FAMILIA
548
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
549
DERECHO DE FAMILIA
del padre o madre, aquél o ésta quedará privado de todos los de-
rechos que por el ministerio de la ley se le confieren respecto de
la persona y bienes del hijo o de sus descendientes. Luego el hijo
puede demandar alimentos a su padre o madre, pero estos últimos
no pueden demandar al hijo. Otro caso en que se rompe la regla de
la reciprocidad es en el caso 5º, sólo puede demandar alimentos el
que hizo una donación cuantiosa; la situación inversa no se da.
550
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
479
Véase RDJ, t. 98 /1/ 101.
551
DERECHO DE FAMILIA
552
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
480
En este sentido, CLARO SOLAR, ob. cit., vol. 7, t. 13, pp. 165 y 166 y vol. 2,
t. III, p. 491; SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 655, p. 625.
553
DERECHO DE FAMILIA
481
Sobre este punto véase, FRANCISCO JAVIER MUÑOZ FLORES, “Derecho de Ali-
mentos”, Memoria de Prueba, Universidad de Concepción, año 1988, pp. 51 y ss.
554
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
555
DERECHO DE FAMILIA
556
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
557
DERECHO DE FAMILIA
482
T. 81, sec. 1ª, p. 49.
558
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
559
DERECHO DE FAMILIA
560
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
561
DERECHO DE FAMILIA
562
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
483
Fallos del Mes Nº 378, p. 213, Sentencia 1. Sobre apremios véase también
Fallos del Mes Nº 377, p. 112; Fallos del Mes Nº 380, p. 351.
563
DERECHO DE FAMILIA
484
Fallos del Mes Nº 441, sentencia 7, p. 944.
564
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
565
DERECHO DE FAMILIA
566
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
567
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568
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
487
T. 60, sec. 1ª, p. 298.
569
DERECHO DE FAMILIA
488
RDJ, t. 29, sec. 1ª, p. 520; t. 49, sec. 1ª, p. 163.
489
RDJ, t. 46, sec. 1ª, p. 396.
570
TERCERA PARTE: DERECHO DE ALIMENTOS
571
DERECHO DE FAMILIA
490
Ob. cit., Nº 195, p. 190.
572
760. GENERALIDADES. Los menores de edad y, en general, las per-
sonas incapaces, requieren de una persona que los represente y
que vele por sus intereses. Si se trata de un menor sujeto a patria
potestad, quien cumpla esta función será el padre o madre titular
de dicha patria potestad, desde que la representación es un atri-
buto de ella. En caso contrario o cuando la incapacidad deriva
de otra causa, demencia, por ejemplo, será necesario designarle
a una persona para que cumpla estas funciones.
El artículo 338 del Código Civil, señala que “las tutelas y las
curadurías o curatelas son cargos impuestos a ciertas personas
a favor de aquellos que no pueden dirigirse a sí mismos o ad-
ministrar competentemente sus negocios, y que no se hallan
bajo potestad de padre o madre, que pueda darles la protección
debida” (inc. 1º) y la misma norma agrega. “Las personas que
ejercen estos cargos se llaman tutores o curadores y generalmente
guardadores” (inc. 2º).
Etimológicamente, la voz “tutela” proviene de tueri defender,
proteger, y “curatela”, de “cura”, curatio, cuidado. Claramente,
entonces estas instituciones han sido creadas y organizadas para
proteger los intereses tanto morales como pecuniarios de las
personas incapaces.
Las personas sometidas a tutor o curador, se llaman pupilos
(art. 346).
575
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491
ROSSEL, ob. cit., Nº 483, p. 464; SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 670,
p. 643.
576
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
577
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578
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
3) Los dementes, y
4) Los sordomudos o sordomudos que no pueden darse a
entender claramente. Los tres últimos, sólo cuando se encuentren
en interdicción de administrar sus bienes.
Respecto de la mujer casada en régimen de sociedad conyugal,
con anterioridad a la reforma de la Ley Nº 18.802, era incapaz.
Sin embargo, no se le nombraba curador, porque el marido
administraba sus bienes y era su representante legal. Por eso el
artículo 349 establecía en su inciso 1º: “No se puede dar curador
a la mujer casada no divorciada, ni separada de bienes, mientras
los administra el marido”. Con la reforma, de la Ley Nº 18.802,
la mujer pasó a ser plenamente capaz y por ello se dio un nue-
vo texto al artículo 349: “Se dará curador a los cónyuges en los
mismos casos en que, si fueren solteros, necesitarían de curador
para la administración de sus bienes”.
b) Curaduría de bienes: Es aquella que se da a los bienes de cier-
tas personas, pero que no alcanzan a su persona. El artículo 343
precisa que “se llaman curadores de bienes los que se dan a los
bienes del ausente, a la herencia yacente, y a los derechos even-
tuales del que está por nacer”.
c) Curaduría adjunta: Los define el artículo 344: “se llaman
curadores adjuntos los que se dan en ciertos casos a las personas
que están bajo potestad de padre o madre, o bajo tutela o cura-
duría general, para que ejerzan una administración separada”.
Se designa curador adjunto a una persona que ya tiene re-
presentante legal, pues está bajo patria potestad o bajo tutela
o curaduría general. La función del curador adjunto consiste
únicamente en administrar ciertos bienes del pupilo.
Los principales casos de curadurías adjuntas, son los si-
guientes:
1) Si el padre o la madre que tiene la patria potestad no la
puede ejercer sobre uno o más bienes del hijo, se le dará un
curador para la administración de ese bien (art. 253 inc. 2º).
Ello va a ocurrir, por ejemplo, en los casos contemplados en el
artículo 250 Nº 2 y Nº 3.
2) Cuando por sentencia judicial, que se debe subinscribir al
margen de la inscripción de nacimiento del hijo, se ha quitado
al padre o madre, o a ambos, la administración de los bienes del
579
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580
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587
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588
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
493
CLARO SOLAR, ob. cit., t. IV, Nº 2118, p. 269.
494
T. 26, sec. 1ª, p. 499.
495
De la Nulidad y Rescisión en el Derecho Civil Chileno, Nº 397, p. 354.
496
RDJ, t. 26, I parte, pp. 105 y ss.
497
Derecho Civil, t. VI, Nº 1163, p. 638.
498
RDJ, t. 30, I parte, p. 159.
589
DERECHO DE FAMILIA
590
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
nos dice esta norma que “el juez, según las circunstancias, podrá
restringir o ampliar este plazo” (inc. 2º).
Este es un requisito de la mayor importancia, pues si no existe
inventario, mal podría rendir cuenta el guardador al término
de su gestión. Por ello, la ley no permite que en el caso de las
guardas testamentarias, el testador pueda eximir al guardador
de esta obligación (art. 379).
591
DERECHO DE FAMILIA
(art. 388); y que si “el tutor o curador que alegare haber puesto
a sabiendas en el inventario cosas que no le fueron entregadas
realmente, no será oído, aunque ofrezca probar que tuvo en ello
algún fin provechoso para el pupilo” (art. 387).
503
RDJ, t. 18, sec. 1ª, p. 3.
504
RDJ, t. 36, sec. 1ª, p. 324.
505
RDJ, t. 36, sec. 1ª, p. 324.
506
Ob. cit., t. VI, Nº 1176, pp. 645-646.
592
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
593
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594
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
510
Derecho de Familia, Nº 714, p. 667.
511
Derecho de Familia, Nº 715, p. 668.
595
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596
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597
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598
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
515
Gaceta de los Tribunales, año 1909, t. I, Nº 216, p. 313.
599
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516
Derecho de Familia, Nº 723, p. 672. En el mismo sentido, FUEYO (ob. cit.,
t. VI, Nº 1213, p. 666).
600
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606
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524
Gaceta 1886, Nº 1378, p. 617; Gaceta 1870, Nº 1908, p. 875.
607
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525
En este sentido, SOMARRIVA, Derecho de Familia, 742, p. 683; FUEYO, ob. cit.,
t. VI, Nº 1196, p. 656.
526
RDJ, t. 4, sec. 1ª, p. 161.
527
Ob. cit., t. VI, Nº 1197, pp. 656-657.
528
RDJ, t. 4, sec. 1ª, p. 161; Gaceta de los Tribunales, año 1908, t. I, Nº 590,
p. 863; Gaceta de los Tribunales, año 1914, t. I, Nº 219, p. 604.
608
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
609
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529
RDJ, t. 29, sec. 1ª, p. 576.
610
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611
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530
FERNANDO ROZAS, Análisis de las reformas que introdujo la Ley Nº 18.802,
p. 39.
612
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613
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618
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619
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532
FUEYO, ob. cit., t. VI, Nº 1258, p. 703; SOMARRIVA, Derecho de Familia, Nº 819,
p. 742.
620
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
621
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622
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
533
RDJ, t. 10, sec. 1ª, p. 186.
534
RDJ, t. 29, sec. 1ª, p. 306.
623
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624
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535
En ese sentido, t. 4, sec. 1ª, p. 228; Gaceta 1909, 1er semestre, Nº 6733,
p. 1031; t. 7, sec. 1ª, p. 372; Gaceta 1936, 2º semestre, Nº 172, p. 702.
625
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626
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536
RDJ, t. 92, sec. 2ª, p. L.
628
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631
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632
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
537
RDJ, t. 47, sec. 1ª, p. 357.
538
RDJ, t. 42, sec. 1ª, p. 357.
633
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634
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635
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636
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637
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539
RDJ, t. 7, sec. 1ª, p. 413.
540
Memoria de Prueba, Edit. Universitaria, año 1959.
638
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
639
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640
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
547
RDJ, t. 26, sec. 2ª, p. 61. Comparte esta opinión JORGE GUERRA ROJAS,
ob. cit., pp. 53 a 57.
548
Gaceta de los Tribunales, año 1923, 1er semestre, Nº 61, p. 422.
641
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549
Gaceta de los Tribunales, año 1918, 2º semestre, Nº 363, p. 1.108.
550
Gaceta de los Tribunales, año 1909, 1er semestre Nº 641, p. 1.046.
642
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
551
Ob. cit., Nº 787, p. 718.
643
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644
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
554
RDJ, t. 14, sec. 2ª, p. 15.
645
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646
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
TÍTULO FINAL
DEL CONCUBINATO
556
Gaceta Jurídica 1914, 2º semestre, Nº 2515, p. 1402.
647
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
TÍTULO FINAL
DEL CONCUBINATO
556
Gaceta Jurídica 1914, 2º semestre, Nº 2515, p. 1402.
647
DERECHO DE FAMILIA
personas de sexo opuesto, que hacen vida marital con todas las
apariencias de un matrimonio legítimo”.557
Lo que caracteriza al concubinato es el hecho de que la pareja
mantenga relaciones sexuales fuera de matrimonio, con cierto
grado de estabilidad y duración, realizando un género de vida
semejante a las unidas por vínculo matrimonial. No obstante,
como lo afirma un autor, “no todos los concubinatos responden
a este esquema, pues son numerosas las hipótesis en que no existe
una residencia común y, por otra parte, las relaciones pueden
sostenerse en secreto”. Y agrega “de todas formas, basta con que
dichas relaciones sean duraderas para que se dé la situación de
concubinato”.558
557
Cit. por sentencia publicada en Fallos Mes, Nº 368, sent. 5, p. 331, consi-
deración 3ª.
558
JEAN CARBONNIER, Der. Civil,
Civil t. I, vol. II, p. 243, Edic. Bosch, Barcelona
1960.
559
FRANCISCA JAVIERA HERMOSILLA SOLÍS, Memoria de Prueba, Universidad
de Concepción, año 2008.
648
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
560
“Informe de Derecho Comparado sobre regulación de la pareja de hecho”,
Anuario de Derecho Civil, octubre-diciembre de 1995, p. 1723.
561
RDJ, t. 57, sec. 1ª, p. 164.
562
“Algunas cuestiones en torno al concubinato, Estudios de Derecho Civil”
en Memoria del Profesor Victorio Pescio, Departamento de Ciencias Jurídicas,
Universidad de Chile, Valparaíso, Edeval, 1976, p. 212.
563
“El concubinato”, Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1970, pp. 125 y ss.
564
Citado en Memoria de doña FRANCISCA JAVIERA HERMOSILLA SOLÍS, p. 30.
La Corte de Valparaíso en sentencia del 15 de noviembre de 1997, también exige
que se haga una vida en común (citada por la misma autora).
649
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650
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
651
DERECHO DE FAMILIA
572
JORGE O. AZPIRI, ob. cit., p. 26.
573
ÁLVARO QUINTANILLA PÉREZ, ob. cit., p. 216.
574
JOAN MIQUEL GONZÁLEZ AUDICANA, “Las uniones de hecho en el Derecho
Comparado”, trabajo que forma parte del libro “El Derecho Europeo ante la pare-
ja de hecho, Seminario organizado por la Fundación Internacional Olf Palmer”,
Barcelona, 1996.
652
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
575
JORGE O. AZPIRI, Uniones de Hecho, Edit. Hammurabi, Buenos Aires, 2003,
p. 26.
653
DERECHO DE FAMILIA
576
CAROLINA MESA MARRERA, Las Uniones de Hecho, Edit. Aranzadi, Navarra,
España, 1999, pp. 72-73.
654
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
tiendo que sean los propios interesados los que, en primer lugar,
adopten acuerdos que se acomoden a sus intereses, y sólo a falta
de ellos otorgar soluciones legislativas supletorias, que busquen
conciliar los dos valores fundamentales que están en juego: la
libertad personal de los integrantes de la pareja y la solidaridad,
para que ninguno de ellos quede desprotegido.
La profesora de Derecho Civil de la Universidad de Barce-
lona, Encarna Roca Trias, propuso en un Seminario organizado
por la Fundación Internacional Olf Palmer, como aspectos que
deberían ser regulados, los siguientes: “1. Establecer un régimen
específico para la vivienda propiedad de uno de los convivientes,
de forma semejante a la vivienda arrendada; 2. Establecer un
sistema de compensaciones económicas entre los convivientes si
ha habido un enriquecimiento injusto; 3. No establecer derechos
sucesorios…”. Agrega que, “en todo caso, los legisladores debe-
rían promocionar un sistema de pactos, que en todo momento
resulta más respetuoso con la manifiesta voluntad de no casarse
que no una regulación impuesta legalmente, ni que sea como
sustitutoria de una presunta voluntad de querer determinados
efectos, que nunca se ha producido”.577
Las razones que motivan la tendencia actual a regular las
uniones maritales de hecho son varias. Desde luego su aumento
considerable, que hace que se las mire con mayor consideración,
incluso hasta en la denominación que se les da. Por otra parte está
el respeto a la libertad individual de las personas para organizar
como mejor estimen sus propias vidas, sus relaciones de pareja,
la familia que aspiran formar. Son ellos los que deben establecer
las bases del hogar en que desean vivir.
577
“El Derecho europeo ante la pareja de hecho. Propuesta de regulación en
el Derecho de Familia: tendencias de los países europeos y opciones legislativas en
nuestro ordenamiento”, pp. 87-88.
655
DERECHO DE FAMILIA
578
MIQUEL MARTÍN CASALS, “Informe de Derecho Comparado sobre regu-
lación de la pareja de hecho”, Anuario de Derecho Civil, octubre-diciembre de
1995, p. 1728.
579
Cit. por ENRIQUE FOSAR BENLLOCH: “Análisis de la jurisprudencia española
sobre las relaciones económicas de las uniones extramatrimoniales”, Rev. General
de Legislación y Jurisprudencia, Madrid, marzo de 1983, Nº 3, p. 229.
656
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
580
Cit. por ENRIQUE FOSAR, art. cit., p. 232.
657
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581
ESMEIN, Revue Trimestrelle de Droit Civil, tomo 34, año 1935, pp. 768-769,
citado por ENRIQUE FOSAR, ob. cit., pp. 234-236.
582
“Algunas consideraciones sobre el concubinato”, Revista de Derecho y
Ciencias Sociales de la Universidad de Concepción, pp. 5-31. Véase también sobre
esta materia HERNÁN LARRAÍN R., “Concubinato”, Revista Estudios Jurídicos, pu-
blicación de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile, vol. 2º,
Nos 1 y 2, julio-diciembre 1973, pp. 125-144.
658
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
583
Ob. cit., p. 244.
584
CARLOS ÁLVAREZ NÚÑEZ, artículo citado, p. 16.
659
DERECHO DE FAMILIA
585
FOSAR, artículo cit., pp. 271 y ss.
660
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
661
DERECHO DE FAMILIA
588
En su obra “De la responsabilidad extracontractual en el Derecho Civil
Chileno”, Nº 138, p. 211.
589
Ob. cit., pp. 245-246.
590
MIQUEL MARTÍN CASALS, informe cit. p. 1726.
662
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
663
DERECHO DE FAMILIA
664
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
665
DERECHO DE FAMILIA
600
CAROL BRUSCH, cit. por FOSAR, art. cit., p. 224.
666
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
601
FOSAR, artículo citado, pp. 224 y ss.
667
DERECHO DE FAMILIA
Así ocurre con el artículo 210 inc. 1º del Código Civil, en cuan-
to establece que el concubinato de la madre con el supuesto
padre durante la época en que ha podio producirse legalmente
la concepción, servirá de base para una presunción judicial de
paternidad. Otro caso, hoy suprimido por la Ley Nº 20.152 de 9
de enero de 2007, se encontraba en el artículo 18 de la ley sobre
Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias, según el
cual “serán solidariamente responsables del pago de la pensión
alimenticia quien viviere en concubinato con el padre, madre o
cónyuge alimentante…”. Además el antiguo artículo 280 Nº 3 del
Código Civil –norma derogada por la Ley Nº 19.585– establecía
que el hijo ilegítimo podía demandar alimentos de su padre, pro-
bando que éste y su madre habían vivido en concubinato notorio
durante el tiempo que pudo legalmente producirse la concepción.
La Ley Nº 20.066, sobre violencia intrafamiliar, también atribuye
efectos jurídicos a la convivencia sin matrimonio al establecer
en su artículo 5º que “será constitutivo de violencia intrafamiliar
todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica
de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor
o una relación de convivencia con él…”.
668
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
669
DERECHO DE FAMILIA
604
Fallos del Mes Nº 462, sent. 6, p. 547.
605
RDJ, t. 86, sec. 1ª, p. 105, Consid. 8º. En el mismo sentido, sentencia de la
Corte Suprema de 23 de diciembre de 1996, que agregó que acoger la demanda
“importaría que una convivencia daría lugar necesariamente en el orden patrimo-
nial a una especie de sociedad conyugal, con la agravante de que los concubinos
no podrían pactar separación de bienes” (Gaceta Jurídica 198, p. 64).
606
Gaceta de los Tribunales, año 1920, 2º semestre, p. 56.
607
Gaceta de los Tribunales, año 1926, segundo bimestre, sentencia 44, p. 44;
RDJ, t. 5, sec. 1ª, p. 1; t. 21, sec. 1ª, p. 870; RDJ, t. 32, sec. 1ª, p. 1; RDJ, t. 35, sec. 1ª,
p. 137; Gaceta Jurídica 305, p. 83.
670
CUARTA PARTE: DE LAS TUTELAS Y CURATELAS
608
ÁLVAREZ, ob. cit., pp. 25-26. RDJ, t. 19, sec. 1ª, p. 256. Otros fallos en el
mismo sentido: Gaceta de los Tribunales, año 1920, sentencia 15 p. 56; t. II sec. 1ª,
p. 277; t. 17, sec. 2ª, p. 12; t. 65, sec. 3ª, p. 84.
609
Corte de Concepción, 14 de agosto de 1969, causa Celso Vergara Burgos
con Orozimbo Flores Díaz. Esta sentencia no está publicada, y se encuentra citada
por Coñuecar y León, ob. cit., p. 101.
610
T. 43, sec. 1ª, p. 450.
671
DERECHO DE FAMILIA
672
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617
RDJ, t. 54, sec. 3ª, p. 84.
618
Sobre este punto puede verse COÑUECAR y LEÓN, ob. cit., pp. 118 y ss.
674
BIBLIOGRAFÍA
REVISTAS
OTROS TEXTOS
675
DERECHO DE FAMILIA
676
BIBLIOGRAFÍA
677
DERECHO DE FAMILIA
678
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
679
DERECHO DE FAMILIA
680
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