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ORIGEN DE LA CIENCIA

El origen de la ciencia se remonta a la antigüedad, surgiendo de la tecnología que


dio origen a las primeras herramientas y a las artesanías.

La combinación entre religión y astronomía fue fundamental en los comienzos. De


este modo, la historia de la ciencia está entrelazada con la religión, la tecnología y,
a su vez, con otros aspectos de la cultura.

La historia de la ciencia estudia el desarrollo del conocimiento científico en los


temas de las ciencias naturales, las ciencias sociales y la ciencia en general. Es
un cuerpo de conocimientos empíricos, teóricos y prácticos sobre el mundo
natural.

Desde que Heráclito el oscuro definiera la realidad cambiante que nos rodea, la
filosofia inició un camino de incesante discurrir. Cuando volvemos a los mismos
parajes para bañarnos de nuevo en el río, siempre hay un cambio aunque sea
imperceptible. No es la misma agua y no será el mismo baño. Con un poco más de
perspectiva que la duración de una vida humana, nada permanece.

De las primeras preguntas surgieron las primeras respuestas, algunas en forma de


mitos, pero cuando no satisfizo la primera explicación, con prontitud, de las primeras
poéticas e idealistas metáforas de Platón, se pasó al experimental Aristóteles. Pero
no quedó ahí, puesto que la semilla ya estaba sembrada, y se empezó a hablar de
ontología y de lo que hoy llamamos teoría del conocimiento. La medicina no es que
fuera anterior ni posterior, sino que antes se le llamaba física, que no andaba muy
lejos de la química de los humores.

Y la tierra se fue poblando de nombres y de ciencias. Biología, zoología, botánica,


física, química, cuando se distinguió de la alquimia; de manera semejante a la
astronomía, que tomó un día un camino distinto de la astrología. No fue menos la
evolución de la teología, pues de muchos es sabido que el derecho nace del mismo
Zeus Piter, perdón, quería decir el jovial Júpiter. Con la escritura nació la ley, la norma,
el canon y la literatura, pero también la historia y las distintas maneras de contarla.
¿Mas acaso era tan distinta una cosmogonía de la teoría del big bang?
Las ciencias evolucionaron que ha sido una barbaridad. Unas veces se distinguieron
en el método y otras en el objeto. Hoy nuestro mundo está plagado de ellas, así como
de normas y de teorías. Si es más complejo o más sofisticado no seré yo quien lo
diga, pero hay unas cuantas constantes que no están lejos del primer espíritu de la
filosofía. De eso trata la enseñanza, de formar las mentes con los conocimientos que
recibimos en legado y que aumentamos día a día. Y al mismo tiempo, ciudadanos
conscientes de las normas que rigen nuestra colmena, cada vez más grande y
entreverada.

Pero en ese continuo aprendizaje, llegaron un día aquellos a quienes llamamos


ministros. A los más antiguos los conocemos como ilustrados, porque tenían
conocimientos y pretendían que llegaran a toda la población. No podemos
extendernos en cómo sucedió todo, pero lo cierto es que los ministriles del rey se
convirtieron en senescales plenipotenciarios y validos engreídos. Se creyeron las
vestales que alimentaban la llama sagrada. Y cambiaron lo que durante siglos
funcionaba.

Para empezar confundieron la ciencia con el método y pensaron que todo aquello que
era experimental era bueno. Y que, por contra, todo lo que sonaba a ciencias sociales
era meramente especulativo. Empezaron por cargarse los estudios clásicos con el
criterio de su utilidad. El latín no era una lengua muerta a mediados del XIX, porque
aún se hablaba latín en las universidades y habían escrito en la lengua de Roma los
tratadistas, ya fueran biólogos como Linneo, filósofos como Descartes o eminentes
astrónomos y matemáticos como Copérnico o Newton. Empero, desapareció de los
estudios obligatorios de la enseñanza secundaria. No eran conocimientos prácticos,
según la argumentación de los ignaros gobernantes. Claro que, según esa misma
dogmática, tampoco son útiles ni el estudio del arte, ni el de la historia, ni el de la
lengua y literatura, uno por pasado, otro por evanescente y el del idioma, porque ya lo
hablamos todos y porque a buen entendedor, con pocas palabras basta. Por eso se
inventó después el lenguaje de género, para hacerlo ininteligible, pero, eso sí,
haciendo visibles las diferencias sexuales.

De esta manera, se separaron las ciencias de las letras, hoy llamadas humanidades.
En el colmo de la estulticia, se crearon asignaturas como la Educación para la
Ciudadanía, que remedaba a aquella Formación del Espíritu Nacional; o se hacía
curricular la Religión. Se insiste en dar las clases en un segundo idioma, cuando no se
conoce el propio y se suprime el arte en los estudios de arquitectura, porque la luz, el
color y las concepciones espaciales –siempre cargadas de ideología– son
incompatibles con el cálculo de estructuras.

Desterremos algunos tópicos: cada ciencia tiene unas características que le son
propias, en general condicionadas por el objeto de estudio y por el método. Sin
embargo el método de todas las ciencias experimentales no es el mismo, como
tampoco lo es el objeto. La zoología tiene sus peculiaridades que la distinguen de la
biología, lo mismo que la botánica de la meteorología, la física de la química y, dentro
de ésta, la orgánica de la inorgánica. Sin embargo, las matemáticas, ciencia básica en
los conocimientos científicos, suelen usar una metodología distinta para el desarrollo
de sus demostraciones científicas. Será que las ciencias se rebelan.

RELACION CON LA CIENCIA

LA TECNOLOGIA

La tecnología es la ciencia aplicada a la resolución de problemas concretos.


Constituye un conjunto de conocimientos científicamente ordenados, que permiten
diseñar y crear bienes o servicios que facilitan la adaptación al medio ambiente y
la satisfacción de las necesidades esenciales y los deseos de la humanidad.

EL ARTE

El arte y la ciencia son dos formas de conocimiento aparentemente alejadas, en


gran medida consecuencia de la especialización profesional y la educación
compartimentada. Del estudio de esta impostada separación surgió el estereotipo
de las dos culturas, las ciencias y las humanidades, para referirnos a esa brecha
de conocimiento. La realidad es que la ciencia y el arte sí están conectadas y que
ninguna forma de conocimiento es impermeable a otra. Por poner algunos
ejemplos: ¿Cómo podría crearse una obra plástica sin las técnicas propiciadas por
la ciencia? ¿Cómo podríamos interpretar la elección de materiales?

LA RELIGION

Ciencia y religión son las dos grandes visiones del mundo más importantes. Son
fenómenos globales presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad. Las
relaciones entre ciencia y religión se pueden enfocar desde tres puntos de vista:
histórico, epistemológico y sociológico. La primera pregunta que se plantea es si
son entre si compatibles o incompatibles. Dentro de la compatibilidad se puede
destacar su autonomía y desde ella el diálogo y la complementaridad.
OPIO DE LA CIENCIA
La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra
la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de
un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio
del pueblo.

Se necesita la abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo


para que pueda darse su felicidad real. La exigencia de renunciar a las ilusiones
sobre su condición es la exigencia de renunciar a una condición que necesita de
ilusiones. La crítica a la religión es, por tanto, en germen, la crítica del valle de
lágrimas, cuyo halo lo constituye la religión.
INTRODUCCIÓN
La ciencia es el conjunto de saberes que a lo largo del tiempo han contribuido a
que el hombre alcance el conocimiento del mundo que lo rodea, y también de su
propia individualidad. El desarrollo científico es indudablemente el más importante
de los que ha experimentado la humanidad, y le ha permitido al hombre dar
respuesta a muchísimas inquietudes que han surgido y a emprender el camino
hacia la resolución de distintos problemas.

La ciencia es reconocida como la mayor fuente de conocimientos en el mundo


moderno, tal vez ganando un lugar que en otros tiempos estaba ocupado por la
teología y por la explicación de los fenómenos por el accionar de los dioses. En la
actualidad existe un consenso generalizado acerca de que un conocimiento se
vuelve válido en la medida que puede ser probado científicamente, pasando a ser,
de esta manera, una teoría.
CONCLUSIÓN
Las ciencias naturales han permitido que el hombre sea capaz de superar
enfermedades, de adaptarse al ambiente y de conocer el mundo que lo rodea,
mientras que las ciencias sociales han ido dando cuenta de cómo los seres
humanos se fueron organizando para sobrevivir, superando sus conflictos y
desarrollándose en interacción con los demás. Las ciencias formales establecen
los parámetros racionales que permiten trabajar en las demás ciencias, en general
lo hacen a partir de objetos o modelos surgidos de la abstracción.

La importancia de la ciencia se dimensiona más en la medida que uno puede


comprender la influencia que estas han tenido a lo largo de la humanidad. La
comprensión del hombre y de su entorno fueron complementándose, y a partir de
esta combinación es que se fue alcanzando el desarrollo: la construcción de una
ciudad, que es una actividad enteramente humana, está sujeta a las condiciones
naturales del espacio, y necesariamente ese espacio luego determinará qué
personas pueden habitar en ese lugar.

La industria o la agricultura, los ámbitos por excelencia en la actividad económica


de las personas, siempre están sujetas a la disponibilidad de recursos, por lo que
necesitan nutrirse de los conocimientos que aportan las ciencias naturales. El
crecimiento de ambas ciencias de manera complementaria es lo que ha permitido
superar los mayores obstáculos de la humanidad, dándole al hombre la posibilidad
de llegar a una situación como la actual, donde, por ejemplo, la esperanza de vida
es mucho mayor que algunos años antes, y se puede llegar de un continente a
otro en el término de horas.
E-GRAFÍA
http://www.botanica.cnba.uba.ar/Pakete/3er/Cienc/0001/Ciencia.htm
https://concepto.de/ciencia/
https://www.edu.xunta.es/espazoAbalar/sites/espazoAbalar/files/datos/149372161
6/contido/qu_es_la_ciencia.html
INSTITUTO NACIONAL DE EDUCACION BASICA
INEB
SAN LORENZO SUCHITEPEQUEZ

CÁTEDRA: CIENCIAS NATURALES


CATEDRÁTICO: AMILCAR CARDENAS
GRADO: TERCERO BASICO
SECCIÓN: “A”

ORIGEN DE LA CIENCIA

ESTUDIANTE:
MIGUEL ANGEL NOJ CHANCHAVAC

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