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INSTITUTO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

LITERATURA PREHISPÁNICA

Actividad de Aprendizaje Sumativa: Ensayo sobre el valor

del conocimiento y la preservación de la memoria en las

culturas precolombinas y su actualidad.

Nombre del alumno: Ma. Olivia González Jiménez


Nombre del tutor: Mtra. María Anahí Sánchez Rodea
Matricula: 100961
Grupo: LL30
Carrera: Lengua y Literatura
Aguascalientes., Ags a 26 de noviembre de 2018
¿Cuál es el valor actual que podemos conceder al texto Popol Vuh?

El Popol Vuh es el libro del “principio de las antiguas historias” de la nación más poderosa
del interior de Guatemala en el siglo XVI, la nación Quiché. También es el libro del “linaje
humano”, el libro que reescribe un original, oculto para los investigadores y pensadores,
sobre la creación de la raza humana. Es una aproximación al saber mesoamericano sobre
el comienzo del hombre, de ciertas especies animales y vegetales, de la tierra y el cosmos.
Las constantes reinvenciones del Popol Vuh, realizadas desde el siglo XVIII, han
conservado ciertos rasgos del pensamiento y la expresión de condición oral del pueblo
maya-quiché. La palabra oral siempre constituye la modificación de una situación
existencial total que invariablemente envuelve al cuerpo. En este sentido, puede afirmarse
que la teatralidad es consustancial a las culturas orales.

El Popol vuh es un texto excepcional en el conjunto de testimonios antiguos del mundo


prehispánico. Los textos del mundo nahua no podían contar por sí mismos una historia, ya
que el sistema ideográfico permite registrar solo nombres, fechas y lugares, pero no los
avatares de una batalla, por ejemplo. Pero la escritura maya-quiché sí puede.

El experto en maya, Allen J. Christenson, que tradujo la obra al inglés, cita al misionero
español del siglo XVI, Bartolomé de las Casas, quien estaba muy asombrado por el hecho
de que los mayas eran el único grupo en el Nuevo Mundo que poseía un sistema de
escritura tan complejo en el momento de la Conquista española, que podían escribir sobre
todo lo que quisiera.

¿Pero actualmente se puede explicar el valor que la sociedad actual le da a dicho texto?
Se puede mencionar hoy en día que las sociedades actuales latinoamericanas no le dan el
valor a dicho texto, pues se interesan en una cultura de origen anglosajón en lugar de
interesarse por todo el bagaje cultural que se tienen nuestros antepasados. Pues como se
menciona a continuación el Popol Vuh es un relato o narración de la palabra antigua y el
entendimiento que tenían los habitantes sobre la cosmología y la creación.

En la descripción de la creación, uno de los pasajes más notables de esta crónica, notará
el lector algunas semejanzas con el libro del Génesis. Es evidente que el autor conocía algo
de los textos bíblicos que le habían enseñado los misioneros cristianos; pero, como ha dicho
el comentarista Adolfo Bandelier, ‘el conjunto es una colección de tradiciones originales de
los indios de Guatemala, y como tal, la obra de mayor valor para la historia y la etnología
indígena de la América Central’ (Popol Vuh, 1989, p. 15).

El tema de la obra es la creación del mundo, las hazañas de los héroes gemelos Hunahpu
y Xbalanque en el inframundo y su triunfo sobre los Señores de la Muerte, la creación de
los humanos y la historia temprana de la migración quiché y el asentamiento, hasta la
conquista española en el siglo XVI.
Al igual que en muchas partes de Latinoamérica y del mundo antiguo prehispánico, el
mundo de los antiguos mayas estaba gobernado por un orden cosmológico que trascendía
la distinción entre los reinos naturales y sobrenaturales. El espíritu de este pueblo estaba
lleno de una cosmovisión donde todas las cosas, animadas o inanimadas, estaban
empapadas de un poder invisible:

Una lección imperecedera que derivamos del Popol Vuh es la integración del hombre con
la naturaleza; se vive en armonía con los animales, tanto que ellos contribuyen
mágicamente a resolver algunos problemas de los héroes quichés y, en ciertos casos, hasta
les salvan la vida, como el caso del mosquito Xan. Esa alianza con la naturaleza, respeto y
admiración al mismo tiempo, son la raíz de un ecologismo profundo (Sandoval, 2007, p.
14).

Se especula acerca de que la escritura del Popol Vuh se dio quizá cerca de 1554-1558,
inmediatamente después de la conquista. Y el caso de esta obra es similar al de muchas
otras de la tradición prehispánica: la religión cristiana estaba suprimiendo las antiguas
creencias y por lo tanto, había que conservar los testimonios antiguos, y por lo tanto, parece
ser que fue hecho por los indígenas para hacer frente a la destrucción del mundo antiguo.
Se determina esta fecha basándose en evidencia textual hacia el final de la obra en la que
el autor detalla migraciones, genealogías y asentamientos:

El origen del Popol Vuh ha sido objeto de varias controversias y aún continúa suscitando
dudas, algunos creen que los indios quichés de Guatemala lo conservaban escrito en
jeroglíficos o en otra forma gráfica, hoy perdida. Pero ningún documento de esta especie
ha llegado hasta nosotros que pruebe tal aserto. Más lógica es la suposición de quienes
piensan que las leyendas del Popol Vuh –tal como sucede hasta la fecha y como queda
dicho- se conservaron en forma oral de padres a hijos. La fidelidad de esta forma hoy nos
parece difícil porque estamos acostumbrados al recurso de las letras y el papel […] pero
antes no sucedía así. La palabra era el principal camino que tenía la memoria para
conservar lo que estimaba importante y a ella se confiaban los tesoros históricos y
legendarios (Abreu, 2010, p. III).

Y en efecto, ante la llegada de los españoles, el relato oral que había mantenido vivo el
Popol Vuh durante siglos, peligraba. Así que se le puso en un soporte material, para tratar
de rescatarlo del olvido. Aun así, a la llegada de los españoles, y frente al temor de la
idolatría, el obispo español Diego de Landa quemó todos los libros de los mayas de Yucatán
que pudo encontrar, en fecha del 12 de julio de 1562 d.C. en la ciudad de Maní, en Yucatán.
Pero, como no tenía jurisdicción en la región meridional de los quichés, el Popol Vuh se
logró salvar. Sin embargo, la práctica de la religión indígena fue abolida en la zona maya,
de la misma manera en que se la suprimió en toda Mesoamérica y, por lo tanto, el autor
anónimo de la obra sintió la urgente necesidad de conservar los mitos de su pueblo, uno de
los que fueron los más grandes en América, antes de que se perdieran para siempre.

Afortunadamente, no todos los religiosos que llegaron a la Nueva España se enfrentaron a


los retazos del mundo indígena de esta manera. Entre 1701 y 1703, el documento llegó a
las manos de un fraile de nombre Francisco Ximénez quien logró hacer la única copia del
texto y le añadió una traducción al español. Ya conocemos las razones que llevaron a los
frailes a hacer esto: les preocupaba entender los antiguos ritos y la antigua religión, para
saber de qué manera lograr la evangelización de los indígenas, hasta el fondo de sus
corazones. Lo más interesante de esta traducción al español es la importancia que se le ha
dado en otros pueblos, pues realmente la forma como los mayas relaciones
La obra de Francisco Ximénez quedó resguardada dentro del convento de la orden
dominica a la que pertenecía el fraile, Santo Domingo de Guatemala, incluso hasta después
de la independencia. Pero al llegar los tiempos de la Reforma, en 1830, la política de
desamortización hizo que varios conventos tuvieran que cerrar sus puertas.
Entonces, la Universidad de San Carlos en Guatemala adquirió el documento y lo guardó
en su biblioteca. Una vez ahí, un médico austriaco, Karl Ritter von Scherzer, que además
era un próspero dueño de imprenta, se lo topó ahí en 1854 y decidió publicarlo en su tierra
natal, Viena, bajo el título de “Las historias del origen de los indios de esta provincia de
Guatemala”. Esta publicación se hizo bajo el auspicio de la casa Habsburgo de Viena,
miembros del mismo linaje real que había gobernado España en el momento de la conquista
de los reinos mayas.

Posteriormente, Charles Etienne Brasseur de Bourbourg, un sacerdote francés, pioneros


en el estudio de la arqueología, la etnología y la historia prehispánica, hizo algo similar.
Tuvo acceso al manuscrito en 1861 Brasseur publicó el texto quiché y una traducción
francesa en París.

El entusiasmo de ambos investigadores del siglo XIX, acercó a las personas al trabajo de
Francisco Ximénez, despertando un profundo interés por descubrir las claves de uno de los
dialectos mayas de la zona, el quiché, y con esto, una clave importante para la
interpretación de muchos otros testimonios de este antiguo imperio.

Inicialmente, se piensa que el Popol Vuh no tenía divisiones, sino que se trataba de un
relato oral que transitaba naturalmente, de la creación del mundo al relato de las aventuras
de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. De ahí, se pasaba, con la misma naturalidad, a la
creación del hombre y finalmente, a los relatos de las batallas grandiosas y épicas del
pueblo maya-quiché. Sin embargo, en el manuscrito de Ximénez, el relato se divide en los
cuatro libros que cuentan la historia de la creación de la vida, los intentos de los dioses de
hacer seres humanos, el triunfo sobre la muerte de los héroes celestiales gemelos, el éxito
de los dioses en la creación de los seres humanos y las genealogías de la gente de Quiché.
Es decir que originalmente, el trabajo era un solo y largo poema. Sólo se dividió en libros
separados una vez que se tradujo al español, lo que nos hace percibir una gran diferencia
entre la visión cíclica y continuada del relato prehispánico, y la fragmentada, del europeo.

En el Popol Vuh pueden distinguirse tres partes. La primera es una descripción de la


creación y del origen del hombre, que después de varios ensayos infructuosos fue hecho
de maíz, el grano que constituye la base de la alimentación de los naturales de México y
Centroamérica. En la segunda parte se refieren las aventuras de los jóvenes semidioses
Hunahpú e Ixbalanqué y de sus padres sacrificados por los genios del mal en su reino
sombrío de Xibalbay; y en el curso de varios episodios llenos de interés se obtiene una
lección de moral, el castigo de los malvados y la humillación de los soberbios […] La tercera
parte no presenta el atractivo literario de la segunda, pero encierra un caudal de noticias
relativas al origen de los pueblos indígenas de Guatemala, sus emigraciones, su
distribución en el territorio, sus guerras y el predominio de la raza quiché hasta poco antes
de la conquista española (Popol Vuh, 1989, p.16).

Además de los cuatro libros, el texto original contiene un preámbulo del que se ha inferido
que el anónimo autor de la obra trabajaba en alguna fuente escrita anterior a la que nos ha
llegado y, además, es donde se establece el período de tiempo como post-conquista, y se
sugiere que la obra original tiene un largo desarrollo. Quizá esto haga referencia a que
aquella obra en la que trabajaba el autor, era una versión más larga que la compilada por
el padre Ximénez. Pero también podría significar simplemente, que uno debe tomar su
tiempo en escuchar el trabajo, para poder apreciar la historia.

El manuscrito existente no parece contener ninguna brecha en la narración, pero como no


hay registro de la obra anterior -y ninguna evidencia fuera de la línea del preámbulo que
alude a ella y otra al final- no hay manera de saber lo que el autor de la obra pudo haber
omitido o si dejó fuera cualquier cosa en absoluto. Christenson, a quien ya mencionamos
al inicio del apartado la considera completa y la última obra precolombina del pueblo quiché.
Otra particularidad muy interesante del Popol vuh es la siguiente:

El Popol Vuh está escrito en tiempo progresivo, lo que sugiere que el narrador lo ve ante él
mientras escribe. Esto es consistente con la forma en que se cuentan las historias en
hogares quichés contemporáneos. El narrador invita al oyente a imaginar el escenario de
su cuento, y casi siempre cuenta la historia como si estuviera ocurriendo en ese momento,
aunque sucediera en el pasado lejano o mítico (Mark, 2014, en línea)

Esto se remite al hecho de que la narrativa mítica en que se presenta este relato revive el
universo y la cosmovisión del imperio maya, en una forma en la que no es posible apreciar
en otros testimonios del paso de este pueblo.

Se puede llegar a la conclusión que el Popol Vuh desde su creación ha sido muy valorada
y hasta protegida por otras civilizaciones como las europeas, pero desgraciadamente los
latinoamericanos desconocemos la creación y contenido de dicho texto. El Popol Vuh ha
sido considerado como el más rico legado de la cultura occidental Maya-Quiché ya que
constituye un complejo de elementos culturales que abarca aspectos cosmogónicos,
teológicos, mitológicos, históricos, sociales, astronómicos y etnográficos. Una de las partes
que ha considerado curioso son los estados de ánimo tan curiosos que se presentan en la
obra, la importancia con que veían los maya el comunicarse y desarrollar una sociedad
avanzada en todos los aspectos ya mencionados anteriormente, incluso después de la
venida de los españoles.

En fin, el libro sagrado de los mayas es digno de admiración desde cualquiera que sea el
punto de vista en que se admire, bien sea religioso, literario. Hasta que uno se adentra en
la investigación relacionada con la literatura prehispánica y analiza la narración, se puede
mencionar que el Popol Vuh se puede mencionar como una máxima representación de la
literatura latinoamericana, específicamente de la cultura maya, se puede considerar dicha
obra como una eminencia de gran importancia cultural por parte de las civilizaciones
indígenas maya. Aquí lo más importante es tratar que las generaciones actuales puedan
conocer y valorar este legado cultural e histórico.

En esta obra literaria se presentan conceptos muy avanzados en cuanto a la creación del
mundo y del hombre por parte de dioses. Al mismo tiempo podemos observar cómo estos
dioses cometen errores y fallan en múltiples oportunidades, es decir no son perfectos. Por
ejemplo, la creación del hombre de barro, de madera y finalmente el hombre de maíz. Así
mismo se destaca el aspecto religioso y su marcado politeísmo con sus respectivas
creencias, ritos, adoraciones, sacrificios, ofrendas, danzas. También es importante
mencionar la lucha entre dioses o las llamadas “gestas de los dioses”, causadas por
diferencias entre los dioses del bien y los dioses del mal.

Se podría considerar que en las escuelas e instituciones educativa latinoamericanas


incluyan el conocimiento y valoración de los textos prehispánicos como el Popol Vul, el
Chilam Balam, así como la poesía de Nezahualcóyotl se le puede dar un valor significativo
dentro de la sociedad actual.
FUENTES DE CONSULTA

1. Craveri, E., (2005), Las palabras que contaron los antepasados: Los recursos
retóricos del Popol Vuh. Estudios de Cultura Maya, Distrito Federal, México,
Centro de Estudios Mayas vol. XXVI, pp. 91-116

2. Díaz, G. (1990), La crónica indígena mexicana: otro aspecto de la visión de los


vencidos, México, AISO, Actas II Pp. 285-288

3. Henríquez, P. (2003), Oralidad y teatralidad en el Popol Vuh. Acta Literaria No


28 (Pp. 45-62)

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