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BOSQUEJO EXEGÉTICO
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La naturaleza exacta y el propósito de Romanos es muy controvertido, y es difícil
determinar si se trata de una carta teológica, ensayo, un testamento, una
introducción de Pablo a los cristianos de Roma, o una respuesta a problemas
particulares en Roma, este es uno de los problemas a los que me enfrento en esta
investigación, es bastante complicado, por ello es importante proseguir con la
investigación.
Es de suma importancia hacer una distinción más entre estos dos términos: “La
carta sirve para el diálogo entre personas separadas, mientras que la epístola es un
ejercicio literario, destinado al gran público”.(Ediciones paulinas, nuevo diccionario
de teología bíblica)
Las cartas de Pablo son cartas apostólicas; están por completo al servicio de su
trabajo misional. El apóstol Pablo evidentemente no tenía ni la mínima idea que
sería leído por tanto público a lo largo de la historia, creo que hubiera sido de pánico
para él; solo fue inspirado por el Espíritu Santo, y su intención en ese momento era
resolver asuntos concretos, y sobre todo anunciar el Evangelio y abrirle camino en
el corazón de los hombres; se considera que “Quiso alentar a los desfallidos,
amonestar y corregir a los que pecaban. Con la fuerza de su fe y de su amor, que
han logrado una forma viva en sus cartas, han pretendido robustecer a sus dirigidos,
que debían luchar duramente, en un ambiente hostil y moralmente desbocado, por
afirmar su fe y su vida cristiana, y a quienes de momento no podía ayudar con su
presencia directa porque otras obligaciones le retenían lejos.” Realmente tenía una
situación inmediata que debía atender lo cual lo inspiró a escribir durante su tercer
viaje misionero cartas dirigidas a un destinatario concreto y no al público en general,
motivadas por razones determinadas y que tocan cuestiones relacionadas con
situaciones concretas, con comunicaciones y saludos personales.
“Las cartas a los Gálatas y a los Romanos son tratados teológicos, pero conservan
el carácter de verdaderas cartas dirigidas a las respectivas comunidades. Por tanto,
se trata de cartas ocasionales, nacidas de la exigencia de la misión” (Ediciones
paulinas, nuevo diccionario de teología bíblica)
Por lo tanto es de gran descanso poder escribir que Romanos es una carta, después
de haber hecho las diferencias, que hermoso es saber que se siguen leyendo al
transcurrir de los siglos, y que si no fuera inspiración divina, no tendría ni un mensaje
que transmitirnos hoy, sin embargo, después de más de diecinueve siglos, una carta
escrita por un judío de Tarso de Cilicia y ciudadano romano a algunos habitantes de
Roma, Dios aún sigue hablando a través de esta carta a nuestra tan apresurada
generación contemporánea.
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Las cartas de Pablo son el conjunto de documentos más interesante del Nuevo
Testamento; y eso, porque una carta es la forma más personal de todas las que se
usan en literatura. Demetrio, uno de los antiguos críticos literarios griegos, escribió
una vez: «Cada uno revela su propia alma en sus cartas. En ellas abría su mente y
su corazón a los que tanto amaba; en ellas, aún ahora podemos percibir su gran
inteligencia enfrentándose con los problemas de la Iglesia Primitiva, y sentimos su
gran corazón latiendo de amor por los hombres, aun por los descarriados y
equivocados.
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Escritor(es)
Pablo fue el escritor de esta carta. "De la tribu de Benjamín, y miembro celoso del
partido de los fariseos, había nacido en Tarso como ciudadano romano. Perseguidor
de la iglesia, poseía dos nombres; uno Judío "Saulo" y el helenista " Pablo" ; es
llamado por revelación en Damasco donde inicia su ministerio. Discípulo de
Gamaliel, buen conocedor del A.T. y de las enseñanzas rabínicas. Pablo se
identifica como judío, sin embargo su ministerio fue principalmente con los gentiles.
Él hacía lo que la mayoría de la gente de su tiempo: no escribía él mismo las cartas,
sino se las dictaba a un amanuense, y añadía al final su firma, a veces con algunas
palabras más. (Conocemos el nombre de uno de los que escribieron para Pablo: en
Romanos 16:22, Tercio, el amanuense, introduce su propio saludo antes del final
de la carta). En 1 Corintios 16:21 Pablo dice: «Esta es mi firma, mi autógrafo, para
que estéis seguros de que esta carta os la mando yo.»
Lugar y fecha
Dos factores favorecen a Corinto como ciudad de origen: 16:1 recomienda a Febe,
diaconisa al servicio de la iglesia en Cencrea; y 16:23 menciona a Gayo,
hospedador de Pablo.
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Por lo cual puedo concluir que el libro de Romanos fue escrito probablemente entre
el 56-58 d.C; Al escribir, Pablo considera terminado su trabajo en el Oriente (15:23-
27) y quiere continuarlo entre los gentiles del Occidente; pero antes proyecta un
viaje a Jerusalén, a fin de llevar la colecta hecha en Macedonia y Acaya (15: 25, 1
Cor. 16:1-14; 2 Cor 8:1-9:15, Hchs 19:21) De esto se deduce que fue escrita durante
el tercer viaje misional; decir que data de principios del año 58 d. C. concuerda
bastante con otros documentos
Por lo tanto, aun cuando para el tiempo en que Pablo escribe Romanos los judíos
habían sido autorizados a regresar a Roma, Priscila y Aquilas, p. ej. habían
regresado (Romanos 16:3, 4) los gentiles eran mayoría en la iglesia, y dominaban
tanto su liderazgo como su tono teológico.
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Romanos 1:5, 6, sugiere que los gentiles constituían una mayoría tal que la iglesia
había adquirido tanto una identidad como características gentiles.
Con unas pocas excepciones, Pablo escribió todas sus cartas para salir al paso de
una situación inmediata, y no como tratados elaborados en la paz y el silencio de
su despacho. Si se había producido una situación peligrosa en Corinto, Galacia,
Filipos o Tesalónica, Pablo escribía una carta para solucionarla. No estaba
pensando en nosotros, sino solamente en aquellos a los que escribía. Deissmann
dice: «Pablo no estaba pensando en añadir unas pocas composiciones nuevas a
las ya existentes epístolas judías; y menos en enriquecer la literatura sagrada de
su nación… No tenía ningún presentimiento del lugar que sus palabras llegarían a
ocupar en la historia universal; ni siquiera de que se conservarían en la generación
siguiente, y mucho menos de que llegaría el día en que se consideraran Sagrada
Escritura.»
Pablo siempre había estado muy interesado en Roma. Uno de sus sueños era
predicar allí. “La carta representa, pues, el comienzo de un intercambio de fe (Rom
1,11-12), que se continuará y completará luego, cuando Pablo esté presente en
persona en Roma. En este intercambio Pablo no olvida la vocación de fondo de
anunciador del evangelio, que le hace deudor de todos (Rom 11,14). Aunque al
escribir a los romanos no les lleva el primer anuncio del evangelio (ediciones
paulinas)
.
Pablo se encontraba en Corinto. Estaba a punto de culminar un proyecto que le era
muy querido: la Iglesia de Jerusalén era la madre de todas las demás, pero era
pobre, y Pablo había organizado una colecta entre las iglesias más jóvenes para
ayudarla (1 Corintios 16:1; 2 Corintios 9:1). Esa colecta tenía un doble sentido: (a)
Era una oportunidad para que los convertidos más recientes manifestaran su amor
cristiano. (b) Era una manera práctica de enseñar a todos los cristianos la unidad
de la Iglesia Cristiana; y que no eran simplemente miembros de congregaciones
aisladas o independientes, sino de la Iglesia universal, en la que cada parte tiene
una responsabilidad con las demás. Cuando Pablo escribe Romanos, está a punto
de ponerse en camino con esa colecta para la Iglesia de Jerusalén
Pablo sabía que el viaje a Jerusalén no estaba exento de peligros. Sabía que tenía
enemigos allí, y que ir a Jerusalén era arriesgar su libertad y su vida. Deseaba las
oraciones de la Iglesia de Roma antes de emprender la expedición: “Así es que
apelo a vosotros, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu,
que contendáis juntamente conmigo pidiéndole por mí a Dios para que me libre de
los de Judea que no creen en Jesucristo” (Romanos 15:30). Pablo estaba
movilizando las oraciones de la Iglesia antes de comenzar.
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Tenía grandes proyectos por realizar, siendo un discípulo tan activo y deseoso de
hacer la voluntad de Dios, se ha dicho de él que “le alucinaban las regiones más
allá.” Nunca veía una nave anclada sin desear embarcarse para llevar la Buena
Nueva a los del otro lado del mar.
Así es que escribió esta carta para exponerle a la Iglesia de Roma la quinta esencia
de su fe a fin de, cuando llegara el momento de la acción, poder encontrar en Roma
una iglesia que estuviera en simpatía con él, desde la que pudieran salir las líneas
de comunicación al Oeste y a España.
Tema central
Su tema central es la salvación divina, aportada por la predicación del Evangelio,
primero entre los judíos y después entre los gentiles, y el poder de Dios que la fe
hace suyo (1:1-16)
Se puede resumir que su tema es la justicia de Dios en el evangelio de Cristo.
Según el nuevo diccionario de teología bíblica nos menciona lo siguiente: “El gran
tema de fondo: el "evangelio...", fuerza de Dios, que lleva a la salvación, en el cual
"se manifiesta la justicia de Dios" (1,16-17). Por otro lado también menciona que
Pablo ve el evangelio aplicado a los diversos aspectos de la vida.
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universal, y la perdida humana irreparable, la solución tiene que ser divina e infinita.
El Evangelio que Pablo anuncia es poder de Dios para salvación a todo aquel que
cree. Y tiene como fundamento la muerte y resurrección del Dios-hombre, suyo
sacrificio nos imputa justicia.
Mientras el hombre continúe bajo el pacto de la ley, y procure justificarse por su
obediencia, sigue siendo en alguna forma esclavo del pecado. Nada sino el Espíritu
de vida en Cristo Jesús, puede liberar al pecador de la ley del pecado y la muerte.
Los creyentes son liberados del poder de la ley, que los condena por los pecados
cometidos por ellos, y son librados del poder de la ley que incita y provoca al pecado
que habita en ellos
Romanos 1:1-17——Prólogo
1:1-7— Presentación de Pablo
1:8-15— Acción de gracias y ocasión
1:16, 17— El tema de la carta
Romanos 1:18—4:25—El evangelio y la justicia de Dios por la fe
1:18-32— La ira de Dios sobre los gentiles
2:1—3:8— La ira de Dios sobre los judíos
3:9-20— La culpabilidad de toda la humanidad
3:21-26— La justicia de Dios
3:27—4:25 “Solamente por la fe”
Romanos 5:1—8:39— —El evangelio y el poder de Dios para
Salvación
5:1-11— La esperanza de gloria
5:12-21— El reino de la gracia y de la vida
6:1-23— Libertad de la esclavitud al pecado
Versículos 1—6. Los creyentes están unidos con Cristo para llevar fruto para Dios.
7—13. El uso y la excelencia de la ley.
14—25. Los conflictos espirituales entre la corrupción y la gracia en el
Creyente
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8:1-30— Seguridad de la vida eterna en el Espíritu
8:31-39— Celebración de la seguridad del creyente
Romanos 9:1—11:36—El evangelio e Israel
9:1-6a— El tema: la angustia de Pablo por Israel
9:6b-29— El pasado de Israel: la elección soberana de Dios
9:30—10:21 El presente de Israel: desobediencia
11:1-10— El presente de Israel: “un remanente por gracia”
11:11-32— El futuro de Israel: salvación
11:33-36— El sobrecogedor propósito y plan de Dios
Romanos 12:1—15:13—El evangelio y la transformación de la vida
12:1, 2— El corazón del asunto: una mente renovada
12:3-8— Humildad y dones
12:9-21— Amor
13:1-7— La responsabilidad del cristiano frente a las autoridades
13:8-10— El amor y la ley
13:11-14— Reconocimiento de los tiempos
14:1—15:13 Apelación a la unidad
Romanos 15:14—16:27—Conclusión de la carta
15:14-33— El ministerio y los planes de Pablo
16:1-16— Reconocimientos y saludos
16:17-20— Advertencia sobre falsos maestros
16:21-27— Saludos finales y doxología
Esto significa que nuestro texto se encuentra en dentro del “Evangelio y Poder para
salvación”, dentro de la subdivisión, “libertad de la esclavitud a la ley”, a la vez se
encuentra específicamente dentro del tema “ El uso y la excelencia de la ley”.
Quiero hacer mención de la división que hace Elvis Carballosa: “La lucha interna del
cristianismo”, la cual se me hace bastante enriquecedora para la investigación.
II
¿Qué significó Romanos 7:8-10 para los primeros lectores?
A. ¿Cómo busca comunicar su mensaje el Apóstol Pablo?
1. ¿Cuál es la forma y estructura de Romanos 7:8-10?
Otto Cuss menciona que estos tres versículos aparentemente sencillos, los explica
de esta forma:
La ley no es pecado; pero ciertamente que entre ambos media una
relación bien precisa y estrecha. Sólo al tropezarse con la exigencia
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positiva de Dios toma el hombre conciencia de quién es realmente. Es
entonces cuando se conoce a sí mismo y su debilidad. El poder
pecaminoso se enseñorea de él, y al chocar el deseo inquieto y errante
con un límite toma conciencia de su realidad.
Para poder explicar a profundidad es necesario analizar el pasaje a partir del
versículo 7 al 13, los cuales están estructurado bajo el tema “el uso y la excelencia
de la ley”; estos nos hacen mención que no hay manera de llegar al conocimiento
del pecado, que es necesario para el arrepentimiento y, por tanto, para la paz y el
perdón, sino tratando nuestros corazones y vidas con la ley. En su propio caso el
apóstol no hubiera conocido la pecaminosidad de sus pensamientos, motivos y
acciones sino por la ley.
Esa norma perfecta mostró cuán malo era su corazón y su vida, probando que sus
pecados eran más numerosos de lo que había pensado antes, pero no contenía
ninguna cláusula de misericordia o gracia para su alivio. Ignora la naturaleza
humana y la perversidad de su propio corazón aquel que no advierte en sí mismo la
facilidad para imaginar que hay algo deseable en lo que está fuera de su alcance.
Mientras más humilde y espiritual sea un cristiano, más verá que el apóstol describe
al creyente verdadero, desde sus primeras convicciones de pecado hasta su mayor
progreso en la gracia, durante este presente estado imperfecto.
San Pablo fue una vez fariseo, ignorante de la espiritualidad de la ley, que tenía
cierto carácter correcto sin conocer su depravación interior. Cuando el mandamiento
llegó a su conciencia por la convicción del Espíritu Santo, y vio lo que exigía, halló
que su mente pecaminosa se levantaba en contra. Al mismo tiempo sintió la maldad
del pecado, su propio estado pecaminoso, y que era incapaz de cumplir la ley y que
era como un criminal condenado. Sin embargo, aunque el principio del mal en el
corazón humano produce malas motivaciones, y más aun tomando ocasión por el
mandamiento; de todos modos la ley es santa, y el mandamiento, santo, justo y
bueno. No es favorable al pecado lo que lo busca en el corazón y lo descubre y
reprueba en su accionar interior. Nada es tan bueno que una naturaleza corrupta y
viciosa no pervierta.
El alimento o el remedio, cuando se toman mal, pueden causar la muerte, aunque
su naturaleza es nutrir o sanar. La ley puede causar la muerte por medio de la
depravación del hombre, pero el pecado es el veneno que produce la muerte. No la
ley, sino el pecado descubierto por la ley fue hecho muerte para el apóstol. La
naturaleza destructora del pecado, la pecaminosidad del corazón humano son
claramente señalados aquí.
En realidad es un texto bastante profundo y rico al analizarlo, creo fielmente que
estas reflexiones de Pablo, no pudieron haber sido de otra forma sino a través del
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don del Espíritu Santo, aunque Pablo no sabía qué alcance tendrían sus cartas,
para los creyentes de nuestro tiempo, resultan de mucha edificación.
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Versículo 10: “Era para vida” – Esta expresión es explicada en Mateo 19:16-17 y
en Lucas 10:25-28. Todo lo que una persona necesita hacer para VIVIR y para
heredar la vida eterna es guardar la ley. Pero tiene que guardarla perfecta y
completamente y tiene que hacerlo así durante toda su vida. El problema es que
ninguna persona jamás ha hecho ésto y ningún pecador jamás hará esto. Los que
tienen sus caras limpias, no tienen que temer al espejo. El problema es que ninguno
de nosotros tenemos una cara limpia. Todos somos pecadores, de modo que la ley
nos condena a todos. “A mí me resultó para muerte”—Cuando fui confrontado con
la ley, me di cuenta de mi pecaminosa desobediencia a la ley y tuve que enfrentar
el horrible castigo de una ley quebrantada, que es la muerte.
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que no conocen el niño o el salvaje; por tanto, no se le perdonaría lo que a éstos se
les puede perdonar.
La Ley crea el pecado en el sentido de que lo define. Tal vez en algún lugar era
legal conducir un vehículo en cualquiera de los dos sentidos; pero luego se decidió
que no se podía nada más que en un sentido, y desde aquel momento está prohibido
hacer lo que antes estaba permitido. Así la Ley, al presentar sus prohibiciones, crea
el pecado.
2.- Pero hay un sentido mucho más serio en el que la Ley produce el pecado. Una
de las cosas raras de la vida es la fascinación de lo prohibido. Los rabinos judíos y
los pensadores descubren esa tendencia en el Huerto del Edén. Al principio Adán
vivía inocentemente. Entonces se le prohibió para su bien que no comiera el fruto
de cierto árbol; pero vino la serpiente y cambió astutamente la prohibición en una
tentación. El hecho de que estuviera prohibido hacía aquel árbol más deseable; así
es que Adán fue seducido al pecado por el fruto prohibido, y la muerte fue la
consecuencia.”
Me gusta este comentario porque nos aclara que la intención aquí de Pablo no es
reprobar la ley, sino más bien da a entender que a través de esta nuestra conciencia
se abre para conocer el pecado que habita en nosotros, el cual de no ser erradicado,
nos llevará a la muerte, por lo que es importante conocer la condición en la que el
ser humano está delante de Dios; la Ley es buena, y es importante no tomar este
texto como ocasión justificante para pecar, sino analizar la verdadera intención de
Pablo al escribir, el cual era la conciencia de pecado para salvación (es decir el
hombre decida morir a él) o condenación.
III
La pregunta de respuesta vivencial: ¿Cómo aplica el texto a la vida contemporánea?
A. ¿Qué escucho?
Mi reacción ante esta investigación fue de sorpresa, retos, alegría, asombro, en
realidad, no esperaba toda esta información tan rica para mi, al principio, no
lograba entender este juego de palabras y en realidad cada vez que lo leía
causaba un gran signo de interrogación, sin embargo ahora puedo escuchar que
a través de la ley mi conciencia de pecado fue abierta, mucho tiempo esto mismo
que ahora me resulta para vida, en otro tiempo resultaba para muerte debido a
mi negación a la salvación, aun cuando tenía bastante conciencia del pecado
que había en mí, no me volvía a Dios y eso me resultaba para muerte espiritual
en mi persona, pues en vez de acercarme más a Dios hacía lo contrario.
Quizás si yo hubiera leído esta información de Romanos 7:8-10 en otro tiempo,
sería un texto de gran tristeza a mi corazón, sin embargo por la gracia de Dios,
es vida y alegría a mi vida, doy gracias a Dios por la ley que ha puesto, entiendo
que es un medio a través del cual, busca la cercanía con el ser humano y que
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éste después de tomar conciencia, no se vuelva solo un remordimiento sino
conduzca a la acción.
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tomar decisiones firmes acerca de “morir”… De manera que puedo decir que la
ley del Señor es buena, agradable y perfecta.
La ley tiene una forma de exponernos como cuando vemos los carteles que dicen:
"Límite de velocidad ," o "No pescar", "No caminar sobre la hierba" La ley saca lo
peor de nosotros. Me parece nos atrevemos a hacerlo. Expone a nuestra naturaleza
pecaminosa. Sabemos cuál es la ley y queremos lo que está prohibido,
“Hace varios años, un hermoso hotel fue construido en Galveston, Texas, que
sobresalía por encima del agua en la bahía. Tenía grandes ventanas de vidrio de
placa que capturaron el Golfo de México. Los balcones en cada habitación hacían
una ideal pesca entre pares! Inmediatamente después de que se abrió un pescador
ansioso atrevido lanzo su carrete de un patio y golpeó las ventanas abajo en el
comedor. La administración rápidamente puso carteles en todas las habitaciones
del hotel que decía: ". No pescar desde los patios" La idea prendió rápidamente! La
gente pensó que es una gran idea! Todo el mundo decidió probarlo! Incluso aquellos
que no les importa nada la pesca se unieron Ellos se mantenían golpeando las
ventanas. Por último, un administrador brillante se le ocurrió la idea de eliminar las
señales de no pescar. Adivinen que sucedió. La gente salió de pescar!”
En realidad es completamente risible la condición del ser humano, claro que este
ejemplo no afecta nuestra vida eterna, por lo que podemos reírnos, pero la salvación
es mucho más seria que este ejemplo, el cual alumbra el tema, es importante tomar
conciencia de nosotros mismos y de la forma en que fácilmente el ser humano es
llevado de un lado a otro en este mundo, llevando un estilo de vida, exactamente
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igual al de los demás… ¿Qué necesito hacer? Llevar un estilo de vida agradable a
Dios, no acoplarme a este mundo ni lo que promueve, ya que por muy sencillo que
parezca no obedecer reglas, satanás lo ha usado por años y generaciones para
tenderles un lazo de engaño a las personas y que se nieguen a hacer lo correcto
ante los ojos de Dios.
No olvidar que sin Dios no soy nada, siempre debo matar el orgullo arrogante de
pensar que soy buena persona y que solo por eso merezco el cielo, siempre debo
pedir la ayuda divina para que ese pecado del cual un día hice conciencia, se
mantenga muerto en mí. En este pasaje Pablo a esperar una cosa mientras que él
experimentó otra. "Esperaba la vida, y encontró la muerte esperaba felicidad, y
encontró la miseria. Buscaba la santidad, y se encontró en un aumento
de corrupción" (Hodge). Cuando se utiliza correctamente, es lo que la ley
siempre hace. Nos despoja de nuestro orgullo y arrogancia y nos lleva a ponernos
de rodillas para que podamos confiar en el único que nos puede salvar.
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Otra cosa que debo hacer es orar y tener paciencia con aquellos que todavía pasan
por un proceso como el de Pablo y mío, Dios a su debido tiempo hará la obra,
siempre y cuando la persona decida “morir” para el pecado y entregue su vida al
Señor. Dios es bueno y paciente, eso es digno de imitar para mí.
Al leer este pasaje nos da la impresión de que Pablo parece decir que la ley y el
pecado están en un nivel de igualdad; justo entonces mostró que la ley en sí era
buena; pues revela la voluntad de Dios. El problema no está en la ley, sino en
nosotros y es nuestra condición humana la que tiene la culpa. Es aquí donde
comienzan a disiparse las dudas del pasaje, aclara un versículo antes que de
ninguna manera la ley es pecado, con esto desarma a todo aquél que quiera tomar
ocasión para pecar y hacer una negación de la responsabilidad personal frente al
pecado.
La ley le reveló a Pablo la grande maldad del pecado; si le pudiéramos poner una
figura que nos aclare la situación en la que Pablo se encontraba, podría mencionar
que la ley fue como una radiografía de su interior, y es así como se expusieron los
pensamientos e intenciones del corazón; esto fue la función de la ley, que le hizo
ver más allá del hombre exterior, y descubrió la realidad de su naturaleza interior,
es decir, la ley fue el espejo que le reveló todo, La culpa no la tiene el espejo, al
revelar suciedad y fealdad, sino la vieja naturaleza heredada de Adán. El espejo
revelará una mancha en la cara, pero no puede quitarla. La única forma de quitarla
después de hacer conciencia de ello, es a través de la sangre de nuestro Señor
Jesucristo.
Antes de que yo supiera que era malo codiciar, no sentía ninguna convicción de
pecado. Así que la ley revela lo que es el pecado. El pecado estaba latente hasta
que la ley fue dada. La Biblia sí presenta una norma y guía de conducta que ayuda
a todo aquel que quiera; sin embargo, la ley presenta un conflicto entre el ser
humano y el dador de la ley.
La ley no puede salvar, ni limpiar el pecado solo cumple su función; Pablo expone
que vivía sin la ley un tiempo, esto significaba que gracias al pecado estaba
separado de Dios, pero llegó el mandamiento y el pecado se hizo presente a sus
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ojos, ante lo cual su única opción al ser conocedor de su condición pecaminosa,
es morir a esa naturaleza, por lo que expresa, yo morí.
El guardar las ordenanzas y esos estatutos, resultó difícil. Ahora, la culpa no se
encontraba en la ley. La culpa se encontraba en aquel que creía que la ley traería
vida y poder. La ley no hizo ninguna de las dos cosas; sino que meramente
reveló la debilidad, la incapacidad del hombre y el pecado de la humanidad. Por
eso la ley tuvo un ministerio de condenación y muerte. Si hubiera habido una
ley que produjera vida, Dios la habría comunicado. Evidentemente, la vida y el
modo de vivir cristiano no provienen de la Ley.
Este pasaje bíblico sigue estando vivo para nuestra generación post moderna,
observamos nuestra generación tan apresurada y atareada, al mismo tiempo
buscando en un sinfín de cosas la paz y felicidad…únicamente nuestra alma
encontrará descanso al entregar nuestras vidas al Señor, es importante que al
día de hoy. La ley cumpla su función de quitarnos la ceguera y prontamente
nuestros ojos sean abiertos para observar el pecado que hay dentro de nosotros,
de continuar ahí, no habrá forma de acercarse a Dios, es urgente y necesario
morir para el pecado y empezar una nueva vida en Cristo, la ley no es mala, en
realidad, somos nosotros los que muchas veces a conciencia, seguimos
abrazando el pecado, pero hay salvación para todo aquél que quiera la vida
eterna, y deje de ser voluntariamente ciego a sus delitos y pecados, de nada
sirve negar algo que es una realidad, por lo que es importante que cada uno
diga como Pablo, aquel gran conocedor de la ley.. “venido el mandamiento el
pecado revivió y yo morí”.
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BIBLIOGRAFÍA
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