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Texto descriptivo
Para que un músculo mueva un objeto como un brazo o una pierna, debe poder ejercer
su fuerza sobre un objeto movible; o sea, algo que oponga resistencia. En los
vertebrados como nosotros, los músculos se unen a los huesos mediante tendones no
elásticos. Los huesos a su vez se unen entre sí mediante articulaciones y cada músculo
está unido de tal manera, que tiende un puente sobre una articulación; cuando un
músculo se contrae, los componentes esqueléticos se mueven. Así el esqueleto forma
una serie de barras y palancas articuladas con músculos unidos: la maquinaria básica
para el movimiento de extremidades, torso, cabeza, y otras partes del cuerpo.
Es importante comprender que los músculos pueden jalar, pero no empujar. El reverso
de la dirección en la que una articulación se dobla debe efectuarse moviendo una serie
diferente de músculos; de ahí que los músculos que mueven las partes de nuestro cuerpo
están siempre dispuestos por pares: uno para producir un movimiento en determinada
dirección y otro para producirlo en la opuesta.
Estos pares de músculos cooperan para producir movimiento del cuerpo, puesto que
cuando uno se contrae, el otro debe relajarse en alguna medida; como tienen acciones
opuestas se llaman antagonistas. Por la forma como están dispuestos, los músculos
pueden mover las partes del cuerpo de innumerables maneras y con gran precisión.
Las articulaciones son los sitios de unión entre los huesos. Las que participan en los
movimientos corporales son puntos flexibles, giratorios y varían de forma según su
función. La inflamación crónica de las articulaciones se llama bursitis, artritis o
reumatismo.
Los tendones, ásperos, flexibles y fibrosos, son los largos cables de tejido conjuntivo
que fijan el músculo al hueso. Los tendones permiten que un músculo actúe a cierta
distancia del hueso que mueve.
SESIÓN 2: MAYO 21
Texto descriptivo
MADRIGUERA IDIOMÁTICA
«Bus arroyó a padre e hijo»: Un titular de El Espacio.com nos ofrecía este error de
yeísmo. Así se denomina el fenómeno consistente en confundir la ye (y) con la doble ele
(ll). El bus del que hablaba la noticia lo que hizo fue arrollar a dos personas, es decir, las
atropelló. El verbo ‘arroyar’ no existe, pero arroyo sí. Es un sustantivo, significa
‘manantial corto de agua, casi continuo’.
«…el excandidato presidencial Andrés Felipe Arias le reclamó por las versiones que
señalan que el jefe guerrillero no lo tienen ubicado el Ejército Nacional»: aparece un
galimatías: «...que el jefe guerrillero no lo tienen ubicado el Ejército Nacional».
Corrección: “…que al jefe guerrillero no lo tiene ubicado el Ejército Nacional».
«Luego de tomar las pertenencias, los celulares y el dinero los antisociales huyeron»:
En un Canal de televisión, un periodista anotó esta perla. No hay faltas gramaticales.
Pero tampoco hay sentido común. (¿No es, acaso, el más común de los sentidos?).
Porque los celulares y el dinero también formaban parte de las pertenencias de los
atracados. Sobre eso era la noticia, sobre un atraco. «Luego de tomar los celulares y el
dinero de los pasajeros, los antisociales huyeron», hubiese sido la expresión correcta.
Sin acudir al vocablo ‘pertenencias’, para no enredar la expresión.
«Mi falta de tiempo por el alto volumen de actividades que desarrollo me ha alejado de
la vida universitaria»: Aquí hay dos errores. Una imprecisión de semántica llevó al
autor de esta afirmación a embarrarla. ‘Volumen’ es, entre otras definiciones,
‘Corpulencia o bulto de algo; Magnitud física que expresa la extensión de un cuerpo en
tres dimensiones: largo, ancho y alto’. Luego ese no es el vocablo indicado para decir
que se tienen muchas ocupaciones. Pudo escribir: «Mi falta de tiempo, por las
innumerables actividades que desarrollo, me ha…». Nótese que el autor tampoco puso
las comas en el inciso: «por (…) actividades que desarrollo». Debió usarlas, aunque
tenga muchas actividades por hacer.
SOLUBILIDAD
El delfín es un mamífero acuático que junto con sus parientes de mayor tamaño,
las ballenas y las marsopas, suelen recibir el nombre común de cetáceos. La diferencia
entre el delfín y la marsopa es clara: el delfín posee un hocico alargado a modo de pico
y dientes cónicos; mientras que la marsopa carece de pico, sus dientes son aplastados,
en forma de azada y su cuerpo es bastante rechoncho. Su distribución es muy amplia,
pueden verse delfines en casi todos los mares del mundo.
Los delfines pertenecen a una gran familia que contiene unas 32 especies. Entre
los ejemplos más conocidos se encuentran: el delfín mular, muy popular por sus
espectáculos en los acuarios de los zoológicos, el delfín común, inspirador de muchas
leyendas populares en el mundo mediterráneo. Ambas especies son muy abundantes en
aguas abiertas. Por el contrario, otras sólo se dan en aguas dulces y en estuarios de
América del Sur y Asia. El boto, delfín grácil y pequeño, ha llegado a remontar 2.000
Km. de agua en el río Amazonas. El boto es el delfín más pequeño, con una longitud
inferior a 1,2 m; el de mayor tamaño es el delfín mular, que puede alcanzar 3 m de
longitud. Los calderones son también un tipo de delfín.”
SESIÓN 5: JUNIO 11
Texto argumentativo
HOLMES – WATSON
Holmes señaló casualmente que Watson estuvo esa mañana en cierta oficina de correos
y que, además, desde allí envió un telegrama. “Correcto” contestó Watson asombrado,
“correcto en ambas cosas. Pero confieso que no sé cómo llegó a ello”.
HOLMES: Porque sabía, por supuesto, que usted no había escrito una carta, dado que
estuve sentado frente a usted toda la mañana. Veo también en su escritorio abierto que
tiene una hoja de sello y un tupido fajo de tarjetas postales. ¿Para qué podría ir al
correo, entonces, si no es para enviar un telegrama? Eliminados todos los demás
factores, el único que queda es el verdadero.
SESIÓN 6: JULIO 16
Texto argumentativo
UN MONO DE PIE
“Ya no somos los únicos bípedos”, asegura Meike Kohler, del Instituto Miguel
Crusafont, en Sabadell, España. “Por primera vez nos podemos comparar con otro
animal bípedo”. Este mono, llamado oreopithecus bambolii, no figura en el árbol
genealógico de los homínidos. Está vinculado al dryopihtecus que, según algunos
antropólogos, era antecesor de los grandes monos. Sus huesos fosilizados fueron
descubiertos hace 125 años cerca del monte Bamboli, en Toscania. Sin embargo, hasta
que Kohler y su colega Salvador Moyá, realizaron un estudio detallado de centenares de
huesos del o. Bambolii, en el Museo de Historia Natural de Basilea, Suiza, nadie sabía
que este mono caminaba en dos patas.
Además de tener una espina dorsal en forma de “S”, y el largo fémur típico de
los bípedos, este oreopithecus, de alrededor de 90 centímetros de altura, tenía un pie
extraño para un mono. “Era como la pata de un pájaro. Los dedos estaban muy
extendidos, lo cual aumentaba su estabilidad”, señala Kohler. Al contrario de los
chimpancés y otros primates que algunas veces caminaban en dos patas, el oreopithecus
aparenta haber sido un bípedo total. Sin embargo, al parecer no era un gran corredor.
Mientras que los huesos de nuestros pies son rígidos y apropiados para caminar con
rapidez, los del oreopithecus mantenían la flexibilidad necesaria para desplazarse por
los árboles. Este mono caminaba lentamente, pero eso no era mayor problema, por
cuanto no había depredadores en la isla.
Ciertamente, cada vez más el detalle de sus problemas puede hacer pensar en un
envenenamiento, pero existen otras muchas explicaciones posibles.