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Prologo 3
Introducción 4
La soberanía fascista,
y el proceso dual de la sociedad Heterogenia y Homogénea 10
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La “muerte a Dios” exige
la muerte de toda teología política,
es decir de toda idea de soberanía nacional.
Prologo
Introducción
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El desarrollo histórico que enfrentan las naciones europeas a finales del siglo
XIX, son el ante sala a una serie de movimientos sociales, que se desarrollaran entorno
a la critica del modelo liberal, y que parten principalmente desde las clases bajas. Estos
movimientos suceden en Italia, principalmente en 1860, cuando el capitalismo comienza
un auge y una modernización.
Este atraso que sufre Italia, no es solo a nivel económico, sino también a nivel
político, entiendo claro, que la urgencia del modelo capitalista, requería a su vez de un
prototipo de Estado que fuera coherente a su funcionamiento, por lo cual el proceso de
unificación de la nación Italiana, se funda en conjunto con el comienzo del auge y la
modernización de Italia. Esta realidad, hace funcional la unificación de Italia, de manera
federativa, entre el reino de Piamonte, el Papado y el Reino de Napoli. Esta unidad
nacional generara las condiciones para el desarrollo capitalista en el territorio
peninsular.
Italia comienza el siglo XX con una nación que aun no logra la unificación, el
norte y el sur son realidades objetivamente muy distintas, pero el sentimiento nacional,
comienza a tomar forma y fuerza, desde la necesidad de un proyecto alternativo, que
surge desde no como una ideología de clases, sino como la confluencia de estas hacia un
individuo, y que convergen no en la adhesión de una clase con otra, sino mas bien en
el sentimiento masivo hacia un hombre que representa la soberanía y la nación, en tanto
la dualidad misma, la homogeneidad y la heterogeneidad1 de la sociedad
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El concepto homogeneidad alude, desde la perspectiva de Bataille, a una re
interpretación del concepto de hombre y de enajenación de Marx, el cual se plantea
como la conjunción de los procesos sociales, dentro de las relaciones sociales de la
producción, es decir se conforman en el proceso productivo. El individuo homogéneo,
es aquel que desea el producto, en tanto es el quien esta en función del producto, a
diferencia de quien lo produce, en otros términos, el propietario es quien funda la
homogeneidad, es el quien articula las relaciones sociales, para la obtención del
producto, a diferencia del proletario, quien no trabaja para sí, sino mas bien es quien la
habita mientras es productivo, y esta sociedad homogénea nunca entonces serviría para
él, en su forma para sí, como es para el propietario, en su articulación social, de la
producción.
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producción, las técnicas, lo heterogéneo seria lo que esta no puede canalizar, los deseos,
los sueños, la violencia, el horror, pero que no deben entenderse solo como procesos
subjetivos, ya que su naturalidad misma se funda de la objetividad, de las relaciones
sociales de la producción. La homogeneidad entonces se desarrolla y constituye por
elementos identificados, definidos, así por el contrario lo heterogéneo estará en parte
conformado por relaciones afectivas, incodificables para la homogeneidad.
Bajo esta lógica “Batailleana” el Estado liberal dista del Estado fascista, claro
esta por la constitución de ambos. El estado liberal que se estaba desarrollando en Italia,
era de carácter monarca parlamentario, entiendo que fue una vía liberal para desarrollar
el capitalismo. La base que sustentaba su legitimidad, radicaba en las tradiciones y en la
nación, como elemente unificador y fundador. Su estrecha relación con el modelo
capitalista, lo hacia funcional a la sociedad homogénea, la exclusión, la crisis social que
enfrentaba el Estado italiano gestaba el levantamiento de masas. El Estado fascista
respondió al levantamiento de masas, su composición a diferencia del estado liberal,
partía de la heterogeneidad, la conciencia obrera desarrollaba su idea de disolución del
estado, y las clases medias, experimentaban una derechización nacionalista, su
convivencia, experimento un devenir, hacia su institucionalización, los movimientos de
masa eran parte de los Fascios (grupo, unión, liga) que “habían sido practica común
entre los distintos sectores del radicalismo Italiano” 3 , estos se conformaban en relación
a la sociedad civil y su lado heterogéneo, por una confluencia y una organización local.
La heterogeneidad de los movimientos radicales italianos, se basan en la extrema
violencia, y su proyecto social para sí, desde esta base, la evolución que se puede
rastrear desde la figura de Mussolini, que por medio de una convergencia de
movimientos e intereses se funda desde radicalidad, compuesta de pura heterogeneidad.
La heterogeneidad del fascismo, proviene del carácter que este tubo para
desarrollar sus políticas, y desde la interacción de la sociedad civil con él. El fascismo
funciono desde la base de la violencia revolucionaria, su imagen se entiende como el
producto del horror y represión, esta condensación de elementos son pura
heterogeneidad. Su organización, se origina de la efervescencia de la sociedad civil,
recurrió al conjunto de sentimientos, que confluían en un individuo, la concentración
hacia la unificación y la nación, desde el Duce (como se le llamaba a Mussollini), el
cual se apropia de esta relación afectiva, y la hace para sí 4, recurriendo a tradicionales
sentimientos, implementados para la mantención de esta noción de poder que se le
otorgaba, que son el sentimiento de nobles, superior y elevado, los cuales servían para
calificar su figura. Estas concepciones se articulan, en la psicología de masas, y que el
Duce, las potencia desde su imagen, desde la prensa, y desde los fascios. Esta acción
fascista, supone una heterogeneidad, pero su capacidad de interacción, su existencia
para sí, dentro del régimen fascista y no para quienes la componen, en este caso la
sociedad civil, deviene en pura homogeneidad, es decir toma el carácter enajenante,
diciplinador y coercitivo, en función a la obtención de su producción, pero que las líneas
de esta homogeneidad, son absorbidas por la heterogeneidad, por que se niega en
relación a su comportamiento y utilidad, quedando como homogénea dentro de la
heterogeneidad mismo del estado fascista.
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Stanley G. Payne, “Historia del Fascismo”, editorial Planeta, 1995, Barcelona, p. 117
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La importancia de este párrafo radica, en el desmembramiento de la heterogeneidad del fascismo,
entendiendo que al habitar el Estado, adquiere elementos homogéneos, no necesariamente por la
funcionalidad liberal, sino por que el estado como anteriormente se trabaja, se desarrolla en la dualidad de
lo homo con lo heterogéneo.
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La radicalidad del estado fascista, funda el sentido de la dualidad, por esta
relación anteriormente planteada, la consideración de lo sagrado dentro de la política
fascista, es claro, heterogeneidad pura, lo sagrado en la sociedad, compone gran
elemento de lo heterogéneo, ya que las reacciones que hacen lo sagrado sagrado dentro
del régimen fascista se entiende mediante las políticas del terror, de la violencia, y que
se define a si misma como prohibiciones sociales, fuerzas desconocidas y peligrosas,
fuera de lo homogéneo, pero que se reúnen con lo propiamente homogéneo del estado
fascista, la soberanía.
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Cuando el estado fascista entra en su máxima expresión, desde 1933 al 19397,
experimenta bruscamente el giro de la interpretación del problema del Estado. Ahora el
problema se radica en el régimen totalitario que comienza a funcionar para sí, por medio
de la represión y el horror, ahora la sociedad civil, tiene el estado máximo de
subordinación y enajenación, “donde los gritos no son mas que desgarramiento y
desdicha”8, esta situación, en la conciencia colectiva, debe ser entendida entonces como
un elemento propio de lo heterogéneo, moverse en el campo, de la “conciencia
desgarrada”, desde la desesperación misma elemento que desde una oposición al
fascismo, se entiende como una fuerza autónoma, en el odio hacia el Estado.
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La soberanía fascista,
y el proceso dual de la sociedad Heterogenia y Homogénea
El juego que existe en la base del fascismo y desempeñada por la sociedad civil,
en tanto, fue en medida de la problemática de la homogenización, y que cuando asume
el poder las fuerzas fascistas, disponen de medios que arbitran las contradicciones
anteriores, y que sirven a si mismas para la coerción de la sociedad civil. Esta toma
entonces el rol homogeneizador, en tanto adquiere la dirección de la sociedad, para sí,
generando una contradicción social, ahora toma el rol que concuerda con los intereses
del capitalismo.
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Bataille, Georges, op cit, p.37
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Así en la medida que las necesidades fueron respondiendo al viejo patrón, la
antigua reivindicación social se mermaba más, y las posibilidades de la surbverción de
la clase obrera es coartada.
Bibliografía
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Bataille, Georges , “El problema del Estado y El problema del Fascismo”,
Editorial PRE-TEXTOS, 1993, Valencia
Lecturas referenciales
http://es.wikipedia.org/wiki/Benito_Mussolini
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