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Historia[editar]

Últimos días de Pompeya, obra realizada por Karl Briulov entre 1830 y 1833. Óleo sobre tela de
456.5 x 651 cm. exhibido en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, Rusia.

Las tablillas de madera o cera mostradas aquí eran de uso común como equivalente barato y
desechable del papiro.

Los orígenes de Pompeya son discutidos. Los restos más antiguos hallados en la ciudad
son del siglo IX a. C., aunque estos son de tal naturaleza que no demuestra que ya
existiera un asentamiento allí.7 Como quiera que fuese, la mayoría de los expertos está de
acuerdo en que la ciudad debía de existir ya en el siglo VI a. C. con las dimensiones que
tenía en época histórica 8 y estar ocupada por los oscos, uno de los pueblos de la Italia
central, según confirma Estrabón en su Geografía.9
Desde el siglo VIII a. C. habían existido colonias griegas en la región, destacando la
importante ciudad de Cumas, al otro lado del golfo de Nápoles. Los etruscos se
establecieron en la región alrededor del siglo VII a. C. y durante más de ciento cincuenta
años rivalizaron con los griegos por el control de la zona. Se desconoce, sin embargo, la
influencia real de estos pueblos en el origen y desarrollo posterior de la ciudad, ya que los
datos arqueológicos no son concluyentes.5 A finales del siglo V a. C. los samnitas, otro
pueblo de lengua osca, invadieron y conquistaron toda la Campania. En este momento
histórico hay una disminución drástica de la cantidad de materiales hallados en la ciudad,
lo que induce a algunos arqueólogos a pensar que la ciudad pudo ser abandonada
temporalmente. Si estuvo abandonada, lo fue brevemente porque en el siglo IV a. C. la
ciudad formaba parte de la llamada confederación samnita y servía de puerto a las
poblaciones situadas río arriba.6
Los nuevos gobernantes impusieron su arquitectura y ampliaron la ciudad. Se cree que
durante la dominación samnita, los romanos conquistaron la ciudad durante un corto
periodo, pero esas teorías nunca han podido ser verificadas. Sea como fuere, se sabe que
durante la época samnita la ciudad era gobernada por un magistrado (posiblemente
también con poderes de administrador de justicia) que recibía el nombre de Medix
Tuticus (en osco, meddís túvtiks).10
Pompeya participó en la guerra que las ciudades de la Campania iniciaron contra Roma,
pero en el año 89 a. C. fue asediada por Lucio Cornelio Sila. Aunque las tropas de los
aliados, comandadas por Lucio Cluencio, ayudaron en la resistencia a los romanos,
Pompeya se vio obligada a aceptar la rendición en el año 80 a. C. tras la conquista
de Nola. Después de este episodio, Sila estableció una colonia con el nombre de Colonia
Cornelia Veneria Pompeianorum. Los habitantes recibieron poco después la ciudadanía
romana, pero se les privó de una parte de su territorio.11
La ciudad se transformó en un importante punto de paso de mercancías, que llegaban por
vía marítima y que eran enviadas hacia Roma o hacia el sur de Italia siguiendo la
cercana vía Apia.
El año 59 se produjeron serios disturbios en el anfiteatro de la ciudad entre los
pompeyanos y unos visitantes de Nuceria, que tuvieron como resultado diversos muertos y
heridos. El enfrentamiento fue de tal magnitud que llegó a oídos del emperador Nerón, que
prohibió las exhibiciones de gladiadores en la ciudad durante diez años 11 y exilió a los
promotores del espectáculo entre los que se encontraba Livineyo Régulo.12
En el año 62b un fuerte terremoto dañó seriamente la ciudad.14 Según Tácito, «fue en gran
parte destruida por un terremoto».15 En el periodo subsiguiente se emprendieron trabajos
de restauración que todavía no habían concluido cuando el Vesubio entró en erupción.
Había templos y lugares públicos en ruinas y varias cuadrillas de obreros reparando
desperfectos en casas privadas. Esta situación pudo deberse a que el terremoto del año
62 dejó, en efecto, la ciudad casi destruida o a los trabajos de reparación de los
desperfectos debidos a los pequeños seísmos previos a la erupción.16 Varios edificios
conservan placas en honor a los ricos ciudadanos que ofrecieron su propio dinero para
repararlos.
La fecha tradicional para la erupción que aparece en el relato de Plinio el Joven es el 24 de
agosto de 79. Sin embargo, esta fecha puede deberse a un error de transcripción durante
la Edad Media, en la que había muchas posibilidades de que los números romanos fueran
confundidos.1 Por tanto, algunos expertos opinan que en realidad tuvo lugar en otoño o
invierno, dada la gran cantidad de frutos otoñales hallados entre las ruinas y el hallazgo de
una moneda entre las que portaba una dama en su bolsa, cuya fecha de acuñación más
temprana no debió ser anterior a septiembre de 79.17 De hecho, algunas excavaciones
sugieren que ya había acabado la vendimia, la cual se realizaba en octubre.18 Algunos
cuerpos también muestran túnicas y mantos gruesos, propios de un mes más frío, aunque
no es un buen indicio de la estación del año.19
En 2018, un equipo de arqueólogos descubrió una inscripción fechada dieciséis días antes
de las calendas de noviembre en el antiguo calendario romano, es decir el 17 de octubre,
por lo que, según su teoría, la erupción habría tenido lugar el 24 de octubre.2

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