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Donde y cuanto vivieron si aun; origen

Chocó fue el nombre que los conquistadores dieron a los nativos del litoral Pacífico. Entre
ellos estaban los que se autodenominaban Emberá ("Gente") ocupando las cuencas
medias y altas de los ríos Atrato y San Juan y los afluentes orientales del río Baudó.

El pueblo Emberá estaba integrado por cuatro grupos principales, de los cuales se han
desprendido los actuales grupos dialectales:

• Tatamá. En el alto San Juan y sus afluentes Sima y Tatamá.


• Citará. Alto Capá y Atrato.
• Cimbará. Medio San Juan.
• Grupo habitante de los afluentes orientales del río Atrato.

Los grupos compartían la lengua, la cosmovisión jaibaná, la movilidad territorial, el gobierno


no centralizado, la cultura selvática y la estructura social, con unidades familiares como
base de su sociedad y unidades más amplias para tareas cooperativas. Su economía se
basaba en la agricultura itinerante del maíz, caza, pesca y recolección.

Además, se distinguían los grupos por su relación con el medio geográfico (bida:
existencia):

Con el establecimiento de la Gobernación de Nueva Andalucía, Alonso de Ojeda fundó el


20 de enero de 1510 el poblado de San Sebastián de Buenavista, en el margen oriental del
Golfo de Urabá, estaba a cargo del más tarde famoso Francisco Pizarro. Hacia fin del año
de su fundación, Núñez de Balboa la traslada al margen occidental, a Santa María de la
Antigua del Darién, primer éxito colonizador en Tierra Firme. Se iniciaba el proceso de
conquista y con ello la fragmentación de los territorios y cultura Emberá.

El carácter segmentario de su organización social les permitió resistir a la colonización de


su territorio. Para rechazar las expediciones europeas se agrupaban bajo la autoridad de
jefes de guerra temporales, o se dispersaban a sitios más inaccesibles.

A principios de siglo XVII, con los Emberá debilitados por las guerras y la viruela, se
establecen los primeros centros para la extracción de oro en forma aluvial en el Alto San
Juan - Nóvita y Sed de Cristo, los principales -, los emberá son utilizados como mineros y
resultan víctimas de las guerras por el control de las minas.
En la segunda mitad del siglo XVII, se intenta la pacificación de la región por medio de las
misiones, jesuitas en el San Juan y franciscanos en el Atrato. Estos últimos decidieron
implantar el corregimiento, los castigos y la obligación de estar en los pueblos, hubo
protestas y levantamientos disueltos por el ejército español; los nativos se dispersaron
formando núcleos autónomos, explicando este hecho su supervivencia y la amplísima
dispersión territorial que hoy presenta.
Entre 1718 y 1730, se crearon nuevas poblaciones en el alto San Juan y en el Atrato,
incentivándose la colonización aurífera. A lo largo del siglo XVIII hubo constantes
levantamientos nativos contra los españoles que respondieron con entradas de su ejército
hasta consolidar su dominio. Las fundaciones posteriores de Dabeiba (1850), Puerto Rico
(1876), Monte Líbano (1907), Tierra Alta (1913), profundizaron la desintegración de los
resguardos Emberá.

A mediados del siglo XX, comienza una nueva etapa de fractura de la comunidad Emberá,
al encontrarse sus territorios incluidos en el ámbito de la violencia generada por las
guerrillas (FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ERG (Ejército
Revolucionario Guevarista), ELN (Ejército de Liberación Nacional) y el ejército colombiano.

La dispersión de las comunidades emberá condicionaron desarrollos disimiles, a partir de


los contextos naturales en los que se albergaron y condicionados también por el tipo de
poblaciones y de interacciones que afrontaron y que ejercieron diferentes influencias en
cada grupo asentado en diferentes territorios. Hoy los encontramos distribuidos en
Colombia, Ecuador y Panamá. A pesar de ello, mantienen una cohesión a nivel cultural con
elementos de identidad muy fuertes como su idioma, tradición oral, jaibanismo, y estructura
social.

En Colombia, esta etnia está conformada por 42.000 individuos aproximadamente (46.000
en los tres países), distribuidos en 7.500 familias. Su nombre varía según el área donde
habitan: cholos en la Costa Pacífica, chamíes o memes en Risaralda, katíos en Antioquia,
y eperas en Nariño y Cauca.

Cultura
Los emberá consideran a Dachizeze (Tatzitzetze, también conocido como Ankore), como
el ser primordial, masculino/femenino, creador de todos los elementos y los primeros seres.

Engendró a Caragabi quien dio origen a los Emberá y a su mundo, ordenando el cosmos y
permitiéndoles el acceso al agua, al fuego y a los alimentos.
Trutruica, era el dueño de Armucura (mundo subterráneo), según algunas versiones era
también creación de Dachizeze; según otras nadie le dio existencia, y en ese sentido era
semejante a Dachizeze.

El Universo Emberá esta compuesto de tres niveles principales:

1. El mundo de Caragabi. Algunos lo llaman "Mundo de las cosas azules". En él residen


Dachizeze, Caragabi, una serie de seres primordiales y el alma de los muertos.
2. Armucura. Mundo gobernado por Trutruica, debajo del humano, en ellos habitan los jai
(esencias, espíritus).
3. Mundo del hombre, que vive en constante enfrentamiento con los jai y los seres
primordiales.

En un principio, la relación entre el mundo humano y el de Caragabi era buena, los hombres
podían acceder a él por una escalera, pero cuando no cumplieron con los tabúes, se rompió
la posibilidad de visitar el mundo de arriba. A partir de ese momento, sólo los jaibanás
(chamanes) pueden acceder a los niveles esenciales.

Los jai del mundo de Trutruica, son agentes de la enfermedad y la agresión, pero también
de la curación y protección. Entre los jai están los "dueños" de cada especie animal, a los
que el jaibaná invoca para propiciar su abundancia o ahuyentarlos.

Entre los jai más importantes, se destacan:

Antumía: Jai maligno, equivalente al demonio. Considerado también espíritu del agua.
Pakore: Madre del monte, custodia las cacerías.
Nusi: Pez gigante.
El Jaibaná

La interacción con los espíritus jai, esta a cargo de los jaibaná, quienes continúan la labor
de Caragabi. Los tratos de los jaibaná con los jai garantizan las actividades fundamentales
de la sociedad y la continuidad de los ciclos naturales, estableciendo a la vez la
territorialidad de las comunidades. Los jaibanás pueden penetrar en la esencialidad de
todas las cosas presentes en el universo, entablar comunicación con ellas, y volverlas sus
aliados para curar o agredir.

Jaibaná puede ser hombre o mujer, sin ningún tipo de particularidad. Inicia su aprendizaje
desde niño, guiado por un maestro, un jaibaná sabio y poderoso. Gran parte de su
enseñanza le es transmitida por el maestro apareciendo en sus sueños, permitiéndole ver
por encima de los límites del tiempo y la distancia. En su comunicación con los jais conocen
las propiedades curativas de las plantas.

El jaibaná realiza una serie de ceremonias cuyo fin es la comunicación con los jai. Estas se
realizan en las noches y deben tener los siguientes elementos de parafernalia ritual: bebidas
embriagantes para los jai; bastones de madera, tallas de curación, hojas, totumas, pintura
facial y corporal. El jaibaná las oficia sentado en bancos de madera generalmente tallados
con la figura de un animal.

La ceremonia curativa recibe el nombre de “canto del jai” . El jaibaná se sienta en su banco
sosteniendo sus bastones con la mano izquierda y agarrando una hoja de palma en su
derecha comienza a cantar, como lo hará rítmica y sostenidamente durante toda la noche,
hasta terminar su tarea. Llamará a los jai dueños de la enfermedad para que, a sus órdenes
y bajo su control, saquen el jai de la enfermedad y alivien al enfermo. Al final, los jais se
marchan llevando el jai causante del mal, el cual ha quedado ahora bajo control del jaibaná.

También realizan curaciones de casas, de la tierra para su siembra y cosecha, del río y la
selva cuando los recursos son escasos. Su poder se amplía a los fenómenos naturales,
produciendo provocar lluvias, rayos, truenos, tempestades e inundaciones y hasta
temblores de tierra.

Entre sus ritos más sobresalientes está la "ombligada" que se le practica a los niños en luna
llena, pocos días después de nacer, aplicando diferentes sustancias sobre su vientre. Dicen
que con este ritual, los niños adquieren fuerza para cazar, pescar y navegar. Celebran el
bautizo de los niños, la iniciación de los adolescentes y la cosecha.

La base del mundo katío gira en torno a la palabra, y el encargado de darla son los tabaraus,
los mayores, los que ejercen la autoridad tradicional, los que han escuchado consejo y
palabra, y pueden transmitirlos al resto de la comunidad. Son los responsables de que este
mundo se siga manteniendo y, tácitamente, los comisionados por la comunidad para
entregar la palabra en representación suya; por eso, cuando hay una reunión dentro o fuera
del territorio se envía a las personas con mejor capacidad de dar la palabra, las que tienen
el conocimiento que se logra mediante la experiencia.
De acuerdo con Pachón y Correa (1997), a pesar del constante intercambio con el grupo
lingüístico dominante, los emberas han conservado su lengua propia, y hoy en día la
enseñan a sus hijos, sin importar que estos asistan a la escuela con otros niños no
indígenas. Desde el hogar, en las prácticas ancestrales y las labores diarias, padres y
mayores transmiten la lengua a las nuevas generaciones

Economía

Tradicionalmente los Eperara Siapidara han practicado una agricultura de selva tropical
húmeda, itinerante, de parcelas de plátano, maíz, caña de azúcar y papachina (tubérculo
propio de la región), luego incorporaron el cultivo permanente y nuevos productos como
arroz, yuca y frijol. La caza, pesca y recolección de frutos son complementos para su dieta;
la recolección de miel está prácticamente abandonada. Los pocos excedentes son
comercializados en centros urbanos como Timbiquí o Guapi.

Cestería. Con técnicas ancestrales y fibras de la "tetera" (Stromanthe jacquinii) o el


chocolatillo, en un complejo proceso de elaboración que incluye el teñido con elementos
vegetales, producen exquisitos objetos de uso doméstico o decorativo.

https://pueblosoriginarios.com/sur/caribe/embera/embera.html
https://www.mincultura.gov.co/areas/poblaciones/APP-de-lenguas-
nativas/Documents/Embera.pdf

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