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Frutales

Generalidades, estructura y valor alimenticio de los frutos

Se denomina fruta a aquellos frutos comestibles obtenidos de plantas cultivadas o


silvestres que, por su sabor generalmente dulce acidulado, por su aroma intenso y
agradable, y por sus propiedades nutritivas, suelen consumirse mayormente en su
estado fresco, como jugo o como postre (y en menor medida, en otras
preparaciones), una vez alcanzada la madurez organoléptica, o luego de ser
sometidos a cocción.

La estructura de los frutos:

Las paredes del ovario se convierten en las paredes de los frutos recibiendo el
nombre de pericarpio, que es conformado por:

Epicarpo o exocarpo: procedente de la pared externa del ovario, epidermis

Mesocarpo: que deriva del mesofolio de la hoja carpeliar

Endocarpo: proveniente de la epidermis interna del carpelo

Morfología y clasificación de los frutos

La clasificación de los frutos se tiene en cuenta en lo siguiente:

 Monocarpelares: son los que están construidos por una sola carpelar
 Bicarpelares: son los que son construidos por dos hojas carpelares
 Poli carpelares: son los que están construidos por más de dos carpelos

 Frutas de hueso o carozo (drupas): son aquellas que tienen una semilla
encerrada en un endocarpio duro, esclerificado; como el damasco
(albaricoque) o el durazno (melocotón).
 Frutas de pepita o pomáceas: son frutos derivados de un receptáculo
engrosado, como la pera y la manzana, poseen 5 semillas sin cubiertas
esclerificadas.
 Frutas de grano: son las frutas resultantes de un receptáculo engrosado,
cuyos frutos verdaderos (aquenios) presentan aspecto de minúsculas
semillas en su interior. Tal es el caso del higo, fruto que recibe el nombre
botánico de sicono.
Importancia económica de los frutales.

Inicialmente el consumo de frutas tenía como origen la mera recolección a partir


de plantas silvestres. Cuando el hombre se transformó en sedentario, comenzó un
proceso de selección de plantas, agrupamiento de plantas en plantaciones
concentradas en parcelas y aprendizaje de técnicas para el mejor cuidado de las
plantas, de manera de obtener mayores producciones por planta y frutas de mayor
calidad. A partir de la revolución industrial la fruticultura comienza un proceso de
formalización y mecanización que converge en las sofisticadas técnicas y
metodologías que se utilizan hoy en día en cada una de las facetas que componen
esta disciplina.

Las actividades frutícolas demandan una elevada inversión de capital por unidad
de superficie. El capital requerido para el desarrollo de actividades frutícolas es
alto en comparación con el demandado por los cultivos extensivos (cereales,
especies industriales), o por la ganadería extensiva. La producción frutícola utiliza
mano de obra en forma intensiva. Debido a que muchas tareas inherentes a las
actividades frutícolas están poco mecanizadas (por ejemplo, la poda, el raleo de
frutos, la cosecha, la selección de frutos y otros trabajos de empaque), se hace
necesaria la ocupación de numerosos obreros.

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