Viejos Problema Del Aprovechamiento Forestal

Aprovechamiento forestal y transporte:
Viejos problemas, Nuevas soluciones

(Congreso Forestal Mundial de Turquia)
Dennis P. Dysktra y Rudolf Heinrich
RESUMEN
Las operaciones de aprovechamiento forestal y transporte constituyen un camino casi perfecto para la
generación de conflictos. Por ello, su cuidadosa ejecución es importante no sólo para la sostenibilidad
de los bosques sino también para la continuidad de la silvicultura como profesión.
Existen una serie de iniciativas para reducir los impactos ambientales y sociales asociados con el
aprovechamiento forestal y el transporte. Entre ellas se incluyen los esfuerzos para reducir la
magnitud global de las operaciones de cosecha en bosques naturales, mediante un incremento de los
rendimientos; los intentos para mejorar la eficiencia económica a través de una mejor planificación y
control de las operaciones y de una formación más eficaz de los trabajadores forestales; iniciativas
para implementar incentivos y políticas que promuevan la adopción de sistemas de cosecha y
transporte de impacto reducido; los esfuerzos para preparar orientaciones locales y regionales sobre
prácticas forestales respetuosas con el medio ambiente; e iniciativas sobre el desarrollo de
procedimientos para evaluar la sostenibilidad de las prácticas forestales.
En las cinco décadas transcurridas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la introducción de
maquinaria pesada entre los medios de cosechar ha cambiado tanto el alcance de las operaciones
forestales como el grado en que esas operaciones afectan el medio ambiente. Si bien estos valores, en
el mejor de los casos, sólo se reflejan de modo imperfecto en los mercados, las sociedades de todo el
mundo y en todos los estadios de desarrollo expresan cada vez más su deseo (a veces enérgicamente)
de que los valores del medio ambiente y el atractivo de los bosques sean mantenidos e incluso
reforzados, aun cuando esto sólo puede hacerse a expensas de las operaciones de aprovechamiento
industrial.
Ante la inminencia del siglo XXI, el principal reto que afrontarán los forestales responsables de
operaciones de cosecha y transporte será el de asegurar que esas operaciones se lleven a cabo de tal
manera que satisfagan las demandas de madera y, simultáneamente, cumplan con los requisitos de
sostenibilidad a largo plazo de los bosques bajo ordenación. En una época en la que las sociedades de
todo el mundo están comenzando a reconocer la importancia de mantener la integridad ecológica de
los bosques, el crecimiento de la población provoca un aumento inexorable de la cantidad de
productos forestales necesarios cada año, sólo para mantener el ritmo de la creciente demanda para
construcción, leña y otros productos madereros,
Los forestales tienen la obligación moral y profesional de asegurar que esas operaciones se llevarán a
cabo de manera que maximicen los beneficios para la sociedad, al tiempo que minimizan los
perjuicios ambientales asociados. Si la actividad forestal industrial ha de hacer su contribución al
Dr. Ing. Gustavo Daniluk Mosquera
Tecnología de los Productos Forestales
desarrollo sostenible, las operaciones de cosecha de madera deben ser, en su conjunto,

económicamente eficientes al tiempo que ambientalmente benignas (Stanturf et al1997, Wang Lihai
1997). De otro modo, el medio forestal se deteriorará inevitablemente con el tiempo, y por ello
comprometerá la capacidad de los bosques para sostener una industria forestal viable,
Las memorias voluntarias que han sido presentadas a este XI Congreso Forestal Mundial bajo el tema
Aprovechamiento Forestal y Transporte muestran con claridad que se ha producido un cambio radical
en las actitudes hacia las operaciones forestales desde el Congreso de 1991, en París. De las 31
memorias voluntarias presentadas bajo este tema, más de la mitad se ocupan primaria o
exclusivamente de los impactos ambientales asociados con las operaciones de cosecha o de desarrollo
de infraestructura. Incluso una de ellas trata del desarrollo de una base de datos electrónica sobre los
impactos asociados con el aprovechamiento forestal (Spinelli 1997). Por otra parte, casi todas las
restantes memorias voluntarias hacen referencia específica a los impactos de la cosecha y a la
necesidad de mejorar las operaciones de corta como un criterio prioritario para conseguir el manejo
forestal sostenible.
Entre las ONGs internacionales que se ocupan del medio ambiente, se registra una creciente
comprensión de que las operaciones de aprovechamiento forestal son una parte necesaria del manejo
de los bosques y que los esfuerzos ambientalistas serían más eficaces si se concentraran no en detener
completamente esas operaciones sino más bien en hacer que sean respetuosas con el medio ambiente
y socialmente responsables. Entre los forestales, se ha comprendido que el aprovechamiento y el
desarrollo de infraestructura deben hacerse conforme a las normas establecidas, si se aspira a que el
manejo forestal sea sostenible en el contexto de la gran expansión de la población mundial que se
perfila en el horizonte próximo.
Los grupos ambientalistas más radicales parecen haber adoptado una posición de “esperar y ver”. Si
en el futuro próximo no se adoptan y extienden nuevas medidas para mejorar las operaciones de
aprovechamiento forestal, parece probable un retorno a la confrontación sobre el medio ambiente.
Entretanto, la comunidad forestal tiene una oportunidad sin paralelo para tomar la iniciativa y abrir el
camino
PROBLEMAS Y OPORTUNIDADES
Las operaciones de aprovechamiento forestal constituyen un camino casi perfecto para la generación
de conflictos. Muchos de esos conflictos pueden ser superados asegurando que los operadores
conocen y comprenden los principios y la importancia de minimizar los impactos de la cosecha, y
desarrollando políticas e incentivos que aseguren que esas prácticas son adoptadas ampliamente. Esto
suena fácil, pero desdichadamente no lo es. Los operadores de corta argumentan que las técnicas
respetuosas con el medio ambiente son demasiado caras, requieren personal entrenado que es difícil o
imposible de encontrar, e interfieren con la capacidad de alcanzar los objetivos de producción. Hay
sin duda algo de verdad en estas críticas, especialmente en los países en desarrollo, donde el principal
atractivo de la madera es que cuesta una fracción del precio de la madera producida en los países
industrializados. No obstante, hay signos de que tales obstáculos pueden ser superados mediante una
combinación de avances tecnológicos y de políticas que aporten incentivos para promover la
adopción de prácticas de cosecha respetuosas con el medio ambiente.
2
REDUCCION DE IMPACTOS A TRAVES DEL INCREMENTO DE RENDIMIENTOS

FORESTALES
Tal vez uno de los modos más eficaces de reducir los impactos del aprovechamiento forestal es
aumentar el rendimiento por hectárea, de manera que menos hectáreas de tierra forestal sean
aprovechadas para obtener un nivel determinado de producto. Algunas alternativas para incrementar
el rendimiento pueden ser las siguientes:
1. Recurrir crecientemente a las plantaciones. Éstas se concentran en un pequeño número de

especies, seleccionadas para proveer el máximo potencial de madera y ofrecer una mayor
eficiencia, tanto en la gestión como en las operaciones de aprovechamiento (Machado et al 1997,
de Souza et al 1997). También son criticadas por los ambientalistas y cada día más por el público
por no ser “verdaderos bosques” y por reducir la diversidad biológica cuando son usadas en
reemplazo de bosques naturales. Aunque hay mucho espacio para establecer plantaciones
forestales sobre tierras agrícolas abandonadas o en áreas forestales degradadas,
2. Aplicar el conocimiento silvícola. El crecimiento de la fibra utilizable del bosque puede ser
estimulado mediante tratamientos silvícolas, aumentando las existencias en formación y otras
técnicas aplicables a la madera en pie. La principal desventaja de la mayor parte de los
tratamientos silvícolas se deriva de la realidad de intereses compuestos y del hecho de que los
costes deben desembolsarse mucho antes de que puedan recuperarse. En la medida posible, los
tratamientos silvícolas deberían ser llevados a cabo como parte de la propia operación de
aprovechamiento (Sauter 1997, Skoupy 1997, Sun Molong & Wang Lihai 1997). Esta regla es
especialmente aplicable cuando se hace una selección de los sistemas de aprovechamiento (Ata
1997, Cedergren et al 1996, Sagala 1997).
3. Reducir los residuos de madera. La cantidad de madera utilizable recuperada de la cosecha

forestal puede incrementarse en todas las fases de la producción, desde la corta hasta el arrastre y
el transporte y el procesamiento final. Existe una enorme oportunidad para reducir la magnitud
anual de la cosecha en bosques naturales mediante la reducción de los desperdicios de madera.
Un estudio llevado adelante por la FAO sugiere el posible campo para aumentar los rendimientos
efectivos por hectárea de bosques naturales en los trópicos, mediante una mejor utilización, tanto
en el bosque como en las instalaciones de procesamiento (Dykstra 1992). Sobre la base de diez
estudios de países, el análisis sugiere que los residuos de madera de las operaciones de extracción
en los bosques tropicales naturales bajo gestión, podrían reducirse quizás entre el 10 y el 30 %,
dependiendo de las prácticas locales actuales y de la existencia de mercados apropiados, sin un
incremento significativo en el coste de cosecha (de hecho, el estudio argumenta que, en algunas
situaciones, la mejor utilización puede dar como resultado una reducción a corto plazo de los
costes). Un análisis del estudio compara los datos sobre las tasas de recuperación de la corta en
86 países con los datos similares de Estados Unidos como país industrializado representativo
(Tabla 1). La comparación muestra que sobre la base de iguales volúmenes de corta total anual, el
volumen de troncos que llegan a las instalaciones de procesamiento es cerca de un 60 % superior
en Estados Unidos que en los trópicos en su conjunto.
3
Tabla 1. Cálculo de las tasas de recuperación de corta (producción de madera en rollo industrial como porcentaje del volumen abatido) para 86 países
tropicales a finales de los años 80. La tasa de recuperación de corta mide el porcentaje del volumen cortado que es realmente entregado a las plantas de
procesamiento. Datos similares sobre Estados Unidos, durante el mismo período, son mostrados para comparación.
EFICIENCIA ECONOMICA EN EL APROVECHAMIENTO FORESTAL Y EL

TRANSPORTE
Un requisito esencial para que se extienda la adopción de tecnologías de aprovechamiento

respetuosas con el medio ambiente es demostrar que tales operaciones pueden ser económicamente
viables. Recientes estudios sobre los bosques tropicales (vg. Marn y Jonkers 1982, Hendrison 1989,
Elias 1997) han mostrado que las operaciones de aprovechamiento destinadas a satisfacer los
requerimientos de sostenibilidad pueden ser rentables cuando se dedica suficiente esfuerzo a la
planificación y control de las operaciones. Sin embargo, Forni y Marcelin (1997) advierten que a
menudo se presentan dificultades al pasar de los estudios de investigación a las operaciones a escala
real. En ausencia de mercados bien desarrollados en muchos países en desarrollo, a la medida de las
capacidades necesarias para la planificación y el control, y puesto que con frecuencia no existe un
requerimiento eficaz por parte de los supervisores gubernamentales para que esas capacidades sean
realmente aplicadas, el caso es que los operadores suelen tomar el camino fácil de la corta no
supervisada y de alto impacto.
Numerosas tecnologías actualmente disponibles ofrecen la sustancial promesa de mejorar los retornos
económicos asociados con las operaciones de extracción y transporte. Muchas de ellas están basadas
sobre los sistemas de información geográfica o sobre varias aplicaciones de la modelización
matemática (Aedo y Bravo 1997, Bartoli y Meerleer 1997, Becker 1997, Bredikhin et al 1997,
Dulsalam y Machfudh 1997, Erda et al 1997, Leinonen 1997, Tunay y ÇiZ 1997a). Ambos tipos de
sistemas son usados para mejorar la planificación de las operaciones de aprovechamiento y
transporte. Otros sistemas de información están siendo puestos en práctica en algunos lugares, para
transferir información en tiempo real entre los equipos de corta y el aserradero, mientras se
desarrollan las operaciones (Dykstra 1995). Estas transmisiones pueden ser empleadas para reducir
los inventarios de rollos en los aserraderos y para asegurar que el surtido más rentable de troncos está
siendo producido en el bosque.
1997, Dulsalam y Machfudh 1997, Erda et al 1997, Leinonen 1997, Tunay y ÇiZ 1997a). Ambos
tipos de sistemas son usados para mejorar la planificación de las operaciones de aprovechamiento y
transporte. Otros sistemas de información están siendo puestos en práctica en algunos lugares, para
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transferir información en tiempo real entre los equipos de corta y el aserradero, mientras se
desarrollan las operaciones (Dykstra 1995). Estas transmisiones pueden ser empleadas para reducir
los inventarios de rollos en los aserraderos y para asegurar que el surtido más rentable de troncos está
siendo producido en el bosque.
ECONOMIA Y FORMACION
Una de las ironías asociadas con los perjuicios ambientales de las operaciones de aprovechamiento
forestal es el extendido reconocimiento por los forestales de que las técnicas para eliminar esos
perjuicios son conocidas desde hace muchos años, si bien no siempre se han aplicado efectivamente,
incluso por esos mismos forestales. Las razones son complejas y varían de uno a otro lugar, pero
probablemente derivan de dos causas principales:
Primera, los forestales responsables de supervisar las operaciones de extracción suelen estar
dispuestos a tolerar prácticas inadecuadas de corta, porque realmente no creen que las prácticas
respetuosas con el medio ambiente sean posibles a un nivel de costes que permita una industria
forestal económicamente viable. En los países en desarrollo, muchos forestales raramente (tal vez
nunca) han asistido a operaciones de corta mecanizada que puedan ser descritas como respetuosas
con el medio ambiente. Por otra parte, el punto de vista convencional dice que la protección
ambiental debe costar más (¿por qué otra razón, acaso, no se ha practicado hasta ahora?). Por lo
tanto, la carga de la prueba económica queda en manos de quienes promovemos activamente la
adopción de tecnologías de impacto reducido.
Segunda, si bien existe evidencia de que las operaciones de aprovechamiento respetuosas con el
medio ambiente pueden, en general, tener unos costes totales inferiores a los de las operaciones
basadas sobre la corta convencional, esos ahorros son debidos a una mejor planificación, a un control
más eficaz por supervisores con buena formación, y a una mejor selección y utilización de los árboles
extraídos por taladores entrenados que saben cómo hacer bien su trabajo y comprenden las razones
para hacerlo así. Incluso en los países industrializados, suele despreciarse el entrenamiento de los
taladores y en los menos desarrollados esa costumbre ni siquiera existe. Por consiguiente, para sacar
partido de las ventajas económicas de un aprovechamiento respetuoso con el medio ambiente, deben
lograrse avances en la formación de los trabajadores forestales, del personal de supervisión y de los
planificadores.
Como ha hecho notar Aulerich (1996), un requerimiento crítico para la aplicación efectiva de la
tecnología avanzada capaz de reducir los impactos ambientales asociados con la corta es un programa
bien diseñado y continuo de formación de los equipos de corta, de sus supervisores y de las personas
responsables de la extracción forestal. Puesto que muy pocos países ofrecen ese tipo de formación, la
tarea de hacerla común recae sobre la industria forestal, que suele estar pobremente equipada y
carece de motivación para asumir esa responsabilidad. A finales de los años 89, la FAO (1989)
propuso un programa mundial de entrenamiento de taladores y sus supervisores, pero no consiguió
atraer la necesaria financiación para llevar a cabo ese programa. En el actual clima de desinversión en
la asistencia técnica internacional, es probable que los países en desarrollo tengan que llevar adelante
tales programas por su cuenta. Y sin esos programas de entrenamiento, parece improbable que la
actividad forestal sostenible sea un objetivo alcanzable.
5
Además de mejorar los retornos económicos y de hacer viable la aplicación de tecnologías

avanzadas, un entrenamiento efectivo y otras inversiones ergonómicas (Apud 1997) pueden ejercer
una gran influencia sobre la salud y la seguridad de los trabajadores forestales. Como ejemplo de
ello, la Figura 2 ilustra los datos sobre lesiones laborales durante un período de 19 años en una
compañía forestal de Brasil (Da Costa et al 1987). Entre 1968 y 1972, ocurrieron dos cosas que
explican el por qué los accidentes se redujeron drásticamente: (a) la compañía comenzó a mecanizar
sus operaciones de extracción y, como parte de ese proceso, puso en marcha un programa de
entrenamiento de sus equipos de taladores; y (b) se creó un departamento específico con
responsabilidad sobre la seguridad ocupacional, la higiene y la medicina. Al lograr, gracias a esas
medidas, una fuerte reducción de los accidentes, la compañía no sólo se ahorró dinero en seguros,
sino que también mejoró sus relaciones con el sindicato y estuvo en condiciones de pagar salarios
promedio más altos, porque la productividad de los equipos aumentó significativamente.
COMPRA DE CARBONO PARA PAGAR POR UNA CORTA RESPETUOSA CON EL MEDIO AMBIENTE
Si bien estudios como los desarrollados por Marn & Jonkers (1982) y Hendrison (1989) documentan
cabalmente la viabilidad económica de los sistemas de corta con impacto reducido, las empresas
forestales en muchos países en desarrollo se quejan de que son incapaces de poner en práctica esos
sistemas porque no pueden permitirse las inversiones necesarias para disponer de los planificadores,
supervisores y equipos de corta que requeriría hacer funcionar tales sistemas. Un método que ha sido
propuesto como modo de financiar esas inversiones son los programas destinados a incrementar la
retención de carbono en los bosques (usualmente en los trópicos) para compensar la producción de
gases termoactivos como subproducto de la generación eléctrica (usualmente en los países
industrializados). Kägi (1997) recomienda que tales programas sean investigados con cautela en el
contexto de proyectos de corta sostenible a gran escala. Entretanto, al menos un proyecto de ese tipo
ha estado en marcha desde 1993 en Sabah, Malasia (Pinard & Putz 1996). Este proyecto es una
iniciativa cooperativa entre Rkyat Berjaya, una subsidiaria industrial forestal de la Fundación Sabah,
de propiedad estatal, y la New England Power Company, de Massachusetts, Estados Unidos. La
CIFOR y la Universidad de Florida colaboran con los aspectos de investigación del estudio y
asimismo trabajan en común con el Forest Research Institute of Malaysia y la Rainforest Alliance,
una ONG ambiental con sede en Nueva York, como miembros de un comité de auditoría ambiental
que revisa anualmente los progresos. Si bien está concebido como un estudio piloto, este proyecto
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implica un test a escala real de la viabilidad económica y biofísica de las prácticas de extracción de
madera diseñadas para reducir en al menos un 50 % el daño a la vegetación residual, comparado con
las prácticas de corta convencionales. La superficie operativa para los primeros tres años del proyecto
comprende 2 800 hectáreas, la mitad de ellas dedicadas a la corta de impacto reducido y la mitad de
la corta convencional. Se ha iniciado una segunda fase que implica actividades similares sobre 1 000
hectáreas/año durante tres años. Las mediciones de biomasa previas y posteriores a la cosecha son
efectuadas en las áreas de ambos tipos y se monitorean los cambios en los niveles de biomasa a lo
largo del tiempo. Esto permitirá una determinación de los cambios en la vegetación después de la
cosecha, de modo que permita estimar la retención de carbono por la vegetación superviviente.
CÓDIGOS DE PRÁCTICA DE APROVECHAMIENTO FORESTAL
Los “códigos de práctica forestal” son conjuntos de regulaciones u orientaciones destinadas a ayudar
a los forestales de las agencias gubernamentales y a las empresas forestales a seleccionar los
procedimientos a seguir cuando se lleva a cabo la ordenación forestal y las operaciones de utilización
de este recurso. En teoría, las prácticas que están conformes con un código deberían alcanzar el
resultado deseado, como es la extracción de madera comercial de tal manera que cumpla con las
normas del manejo forestal sostenible (Louman y Carrera 1997). Si bien el concepto de sostenibilidad
se dirige tanto a los especialistas como al público en general, es difícil de llevar al terreno de las
operaciones. Por ello, los códigos de prácticas de aprovechamiento forestal pueden ser de mucha
ayuda, al ofrecer orientación a los forestales, planificadores y operadores sobre las prácticas que la
sociedad está dispuesta a aceptar y sobre los resultados requeridos en relación con las operaciones de
aprovechamiento forestal. Algunas grandes iniciativas están actualmente en marcha para desarrollar
códigos de aprovechamiento forestal, ya sea por determinados países o por grupos regionales. Como
ejemplo, la Comisión Forestal de Asia-Pacífico, un órgano consultivo de la FAO, estableció en 1996
un grupo de trabajo ad hoc para investigar la posibilidad de desarrollar un código de práctica forestal
a escala regional, como complemento y refuerzo de algunos códigos nacionales y un código
subrregional (para el Sur del Pacífico) que ya existen, al menos en forma de borrador. Otro ejemplo
es el proyecto de código de práctica que fue desarrollado durante 1996 en Guyana. Ambas iniciativas
se desprenden del “modelo” de práctica diseñado por la FAO.
EL MODELO DE CODIGO DE LA FAO PARA LAS PRACTICAS DE

APROVECHAMIENTO FORESTAL
El Modelo de Código de la FAO (Dykstra y Heinrich 1996) se propone primariamente servir como
referencia para los países que consideran la adopción o revisión de sus propios códigos de práctica
forestal. Su propósito general es promover las prácticas de extracción que mejoren los estándares de
utilización, reduzcan los impactos ambientales negativos, ayuden a asegurar que los bosques son
sostenidos para las futuras generaciones y mejorar la contribución social y económica de la actividad
forestal como un componente del desarrollo sostenible. Su supuesto fundamental es que el manejo
sostenible de los bosques requiere que las operaciones de extracción incorporen lo siguiente:
planificación comprehensiva de la explotación;

implementación efectiva y control de las operaciones de extracción;
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evaluación continua de la extracción y comunicación de los resultados al equipo de

planificación y al personal operativo;
desarrollo de una fuera laboral competente y adecuadamente motivada.
Cada uno de estos puntos es examinado por el Modelo de Código en el contexto de ocho grandes
áreas: planificación, ingeniería de caminos forestales, corta (tala y corte transversal), extracción,
depósito transitorio, transporte, evaluación de la cosecha y fuera laboral (seguridad, salud y
bienestar). Además, el Modelo de Código provee orientaciones sobre cómo escribir un código de
práctica forestal, e incluye un detallado glosario de términos y una bibliografía de publicaciones
sobre códigos de práctica, orientaciones para la cosecha y referencias sobre sus impactos y su
economía.
Evaluación de la sostenibilidad de las prácticas forestales En relación con el desarrollo de códigos de

práctica forestal, hay iniciativas para “certificar” los bosques que se considera están manejados sobre
una base sostenible (FSC 1993). Estos esfuerzos puede que generalmente formen parte del desarrollo
de “criterios e indicadores” para evaluar el grado en el cual es posible determinar si un sistema
particular de manejo forestal es biológica, económica y socialmente sostenible (ITTO 1992). Si bien
estas iniciativas sólo comenzaron en los años 90, ya han tenido un importante efecto sobre la práctica
de la actividad forestal, especialmente en los países tropicales. Con independencia de si la
certificación de un bosque puede ser siempre globalmente operativa o no, el debate en sí mismo ha
sido útil. Como resultado del debate ha quedado claro que el manejo forestal deberá ser más eficaz en
la adaptación a las condiciones ecológicas y socioeconómicas, y que el concepto de “actividad
forestal sostenible” no necesariamente tiene una definición única y estática sino más bien que varía
con el tiempo y en diferentes lugares según las necesidades y percepciones locales. Una constante
entre todas las definiciones, sin embargo, es seguramente el requerimiento de que los sistemas de
cosecha y de transporte deben ser diseñados y puestos en práctica para prevenir la degradación de los
valores madereros y no madereros del recurso, y para asegurar que la capacidad de regeneración del
bosque es mantenida para las generaciones futuras.
REDUCCION DE LOS IMPACTOS: INICIATIVAS TECNOLOGICAS
Merece apuntarse que los sistemas de tala que cumplen con los tests de sostenibilidad no son
necesariamente producto de nuevos desarrollos tecnológicos. Como señalan Tunay y ÇiZ (1997b), en
las regiones donde la nieve cubre los campos durante largos períodos invernales, la tala protege el
suelo más eficazmente que cualquier otro sistema imaginado. De modo similar, en situaciones donde
se practica la extracción animal, su uso suele aportar mucho menos impacto que todo otro tipo de
extracción (Ata 1997, Dykstra y Heinrich 1996). No obstante, las nuevas tecnologías abundan en la
actividad forestal como en otros campos. Aquí revisaremos brevemente algunos recientes desarrollos
cuya promesa es hacer el aprovechamiento forestal más eficiente económicamente y también más
respetuoso con el medio ambiente.
Caminos forestales. Se encuentran entre los rasgos más problemáticos de las operaciones de
aprovechamiento forestal, porque una fracción muy importante de la erosión del suelo que resulta de
esas operaciones puede ser atribuida directamente a los caminos, a menudo por defectos de diseño o
construcción o por su pobre mantenimiento (FAO 1977, Yoshimura et al 1997). No obstante, excepto
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en casos donde puedan usarse vías de agua o cables de larga distancia, los caminos son esenciales no
solo para la extracción de madera industrial sino también para dar acceso al bosque con fines de
manejo y control (Dulsalam y Macfudh 1997). En algunos casos, los caminos forestales incluso
pueden formar parte del planeamiento de la red de caminos públicos y puede, por tanto, que sean una
parte esencial del desarrollo de infraestructura del país. Quizás la nueva tecnología más extensamente
aplicada que promete mejorar a la vez el diseño y el mantenimiento de la red de caminos forestales es
la de los sistemas de información geográfica (Bartoli y Meerleer 1997, Erda 1997d, Tunay y
ÇiZ1997a). Otras importantes nuevas tecnologías son los sistemas de neumático flotante (Bradley
1996), que tienen el potencial de reducir mucho los costes de mantenimiento de camiones y caminos
y de disminuir la severidad y magnitud de la erosión; el uso de básculas a bordo para determinar con
más precisión el peso de la carga y de tal modo reducir el daño a los caminos debido al sobrepeso de
los camiones; y la aplicación de los sistemas de posicionamiento global y de computadoras para
mejorar el seguimiento y control de inventarios de troncos (Dykstra 1995).
Corta combinada con la tecnología de procesamiento. Sin duda, uno de los más importantes
desarrollos en la tecnología de aprovechamiento durante la década pasada ha sido el cosechador de
corte a medida, especialmente cuando se acopla con una cabeza procesadora de una sola mordaza.
Utilizado en combinación con un expedidor, es probablemente el sistema de más bajo impacto
superficial existente, tanto en lo que se refiere a los efectos sobre el suelo como a los daños sobre la
masa residual. Es asimismo tremendamente eficiente: una productividad hasta diez veces superior se
ha registrado por comparación con la corta mediante sierra de cadena y la extracción por arrastre, de
lo que resulta una reducción de costes de entre el 30 y el 50 %. Las combinaciones de
cosechador/expedidor son actualmente capaces de trabajar sobre taludes del 35 % o más. Aunque la
tecnología está todavía limitada a árboles de diámetro relativamente menor, con tallos rectos y ramas
pequeñas, un importante avance será el desarrollo de sistemas similares capaces de procesar árboles
mayores y con troncos imperfectos o grandes ramas, como muchas latifoliadas.
Cosechador de marcha. Un prototipo de máquina que está siendo actualmente probado en Finlandia
representa la primera aplicación de esta tecnología a la maquinaria forestal. La máquina, de seis
patas, puede actuar en terrenos extremadamente difícil y es capaz no sólo de moverse adelante y atrás
sino también lateralmente y en diagonal. Cuando se necesita un rodeo cerrado, la máquina puede
pivotar directamente en su sitio. Esto se traduce en una menor necesidad de movimiento de los
arrastradores rodados o de los tractores de oruga para cumplir similares tareas. La máquina pasa
sobre los obstáculos y se adapta al piso irregular del bosque. Por otra parte, el operador puede ajustar
la apertura de la máquina entre 20 y 120 centímetros. Los tests de los próximos años determinarán si
el potencial de este ingenio puede justificar su producción a escala industrial.
SISTEMAS DE ARRASTRE SUPERFICIAL.
A pesar de algunos progresos alcanzados en años recientes, sigue sin conseguirse una comprensión
completa de los efectos sobre el suelo de la maquinaria pesada en la productividad forestal a largo
plazo, lo que es preocupante (Robek y Matthies 1997). Los recientes avances tecnológicos relativos
al arrastre superficial se centran en la reducción de esos efectos. Entre otros ejemplos está el
desarrollo de arrastradores de baja presión sobre el suelo, basados en vehículos remolcados o en el
uso de neumáticos flotantes. Con la aplicación creciente de técnicas selectivas, en asociación con
sistemas de manejo destinados a mantener una elevada “autenticidad” de los bosques naturales, los
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esfuerzos para reducir el impacto sobre los árboles residuales y otra vegetación incluyen el uso de
railes de arrastre, la planificación específica de cada sitio (comprendidos los mapas detallados de la
topografía y de los árboles individuales que deben extraerse) y el uso integrado de procesadores junto
con la maquinaria de arrastre, con el fin de evitar los daños asociados con la longitud de los troncos.
OBSERVACIONES FINALES
Los ecologistas son aficionados a decir “no se puede hacer tal cosa”. Esto supone expresar la idea de
que las acciones humanas son una parte inextricable de una compleja trama de interacciones que
forman la biosfera terrestre. La relación entre los humanos y el recurso forestal global, como un
componente de dicha biosfera, es más estrictamente atribuible hoy que en ningún período anterior de
la historia humana. Somos tantos, y nuestro número crece tan rápidamente, que cualquier cosa que
hagamos tiene algún impacto sobre nuestro entorno natural. Todas nuestras opciones están
conectadas, en algunos casos a través de efectos que podemos anticipar y en otros a través de efectos
que están más allá del ámbito de nuestra visión o comprensión. Las actividades humanas han
penetrado tan profundamente en cada aspecto de la biosfera que es ahora muy difícil, y tal vez
imposible, tomar una decisión plenamente informada acerca de la conservación y del manejo incluso
de un componente de la biosfera, como los bosques. Este es nuestro reto. Como forestales, es nuestra
obligación y también nuestro privilegio asumir ese reto al servicio de la sociedad y en nombre de las
futuras generaciones cuyo bienestar depende de la existencia de los bosques y de los recursos que
suministran.
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Literatura citada
1. Aedo, Darío, and Carmen Bravo. 1997. Modelación optimizante de objetivos ambientales y de
producción forestal. Voluntary paper prepared for the XI World Forestry Congress, Antalya,
Turkey, 13-22 Oct 1997.
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prepared for the XI World Forestry Congress, Antalya, Turkey, 13-22 Oct 1997.
3. Ata, Cemil. 1997. Single tree harvesting based on selection felling. Voluntary paper prepared for
the XI World Forestry Congress, Antalya, Turkey, 13-22 Oct 1997.
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Congress of the International Union of Forestry Research Organisations, 6-12 August 1995,
Tampere, Finland. Special publication, Center for International Forestry Research (CIFOR),
Bogor, Indonesia. p. 51-55.
5. Bartoli, Michel, and Patrick de Meerleer. 1997. Prise en compte des enjeux environnementaux
dans un schema de desserte et dans l’exploitation forestiere en montagne. Voluntary paper
6. Becker, Gero. 1997. Integrated information systems as a basis of advanced harvesting planning.
Voluntary paper prepared for the XI World Forestry Congress, Antalya, Turkey, 13-22 Oct 1997.
7. Blakeney, K.J. 1992. Cable and helicopter logging for reduced damage. In: Wan Razali Wan
Mohd. et al. (Editors), Proceedings of the IUFRO Symposium on Harvesting and Silviculture for
Sustainable Forestry in the Tropics, Kuala Lumpur, Malaysia, 5-9 Oct 1992.
8. Bradley, Allan H. 1996. Trial of a Central Tire Inflation System on Thawing Forest Roads.
Technical Report TR-116, Forest Engineering Research Institute of Canada, Vancouver, BC,
Canada.
9. Bredikhin, M.A., V.V. Syssouev, M.M. Palyonova, and V. N. Korotkov. 1997. Forestry planning
and optimising on the basis of complex information system. Voluntary paper prepared for the XI
World Forestry Congress, Antalya, Turkey, 13-22 Oct 1997.
10. Cedergren, Jonas, Jan Falck, Andrew Garcia, Francis Goh, and Mats Hagner. 1996. Impact of
selective logging on silvicultural values in a mixed dipterocarp forest in Sabah, Malaysia. In:
Dykstra, D.P. (Editor), Forest Operations for Sustainable Forestry in the Tropics. Proceedings of
a symposium organised by IUFRO Subject Group S3.05-00, “ Forest Operations in the Tropics, ” at
the XX World Congress of the International Union of Forestry Research Organisations, 6-12
August 1995, Tampere, Finland. Special publication, Center for International Forestry Research
(CIFOR), Bogor, Indonesia. p. 39-45.
11. Da Costa, L.A.B., E.A. Tuoto, D.J.P. Lago, and A.L. Serejo. 1987. A prevenção de acidentes na
atividade de exploração florestal. In: Malinovski, J.R. (Editor), Simpósio sobre Exploração,
Transporte, Ergonomia e Segurança em Reflorestamentos, 5-10 April 1987, Curitiba, Paraná,
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