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Trastorno histriónico

de la personalidad: ¿qué
es?
¿Cuáles son los rasgos característicos de las
personas histriónicas?
por Xavier Molina
https://psicologiaymente.com/clinica/trastorno-histrionico-personalidad

¿Qué es la personalidad histriónica?

Se suele decir que alguien tiene una personalidad


histriónica cuando su comportamiento presenta patrones
de teatralidad, dramatización y, en definitiva, de acciones y
actitudes que buscan llamar la atención de los demás.

¿Cómo son las personas


histriónicas?

Con el objetivo de lograr centrar la atención de las personas


que les rodean, es habitual que los individuos con tendencia
al histrionismo pueden usar estrategias como la
seducción o el victimismo.

Histrionismo con tendencia a la


seducción
La personalidad histriónica que tiende a usar la seducción
recurrentemente suele ser bien valorada por los demás. De
hecho, son personas con una buena capacidad para
relacionarse socialmente, y suelen tener buenos cargos en
las empresas gracias a su don de gentes y a su
locuacidad. Sin embargo, cuando no son capaces de
acaparar la atención, se muestran susceptibles y tienden a
victimizarse, diciendo no sentirse valoradas o comprendidas.

Las personas histriónicas viven en un continuo vaivén de


emociones y sentimientos. Son muy inestables
emocionalmente, y por tanto su estado de ánimo fluctúa
rápidamente; pueden pasar de estar alegres y dicharacheros
a mostrarse tristes y melancólicos.

Descubriendo el Trastorno de
Personalidad Histriónico

Cuando los rasgos de personalidad que asociamos al


histrionismo se cronifican, pueden dar como resultado un
cuadro que los expertos en salud mental conocen
como Trastorno de Personalidad Histriónico.

Rasgos del Trastorno de Personalidad


Histriónico

Los rasgos, señales y conductas propias del Trastorno de


Personalidad Histriónico son los siguientes:
 Conducta exageradamente “seductora” hacia otras
personas. Pueden asumir y llevar al extremo ciertos roles
sexuales tradicionales

 Influenciables. Suelen dejarse llevar por las opiniones y


consejos de los demás

 Muy preocupados por su imagen y su estética

 Dramatismo. Llevan al extremo las emociones, tanto


positivas como negativas

 Susceptibilidad. Se muestran excesivamente


vulnerables ante las críticas de otras personas

 Tienden a percibir como muy cercanas e íntimas algunas


relaciones personales que en realidad son superficiales

 Culpan a los demás de sus propios fracasos o


desengaños

 Buscan permanentemente la aprobación y la confianza


de los demás (Síndrome de Wendy)

 Muy poca tolerancia a la frustración

 Episodios de emotividad intensa, perdiendo el control

 Buscan recurrentemente ser el centro de atención

 Estado de ánimo en constante cambio, sin


estabilidad

Causas
La personalidad histriónica suele empezar a tomar forma
durante la infancia, aunque se suele señalar que se
evidencia durante la adolescencia. No existe una única
causa del histrionismo, sino que se trata de una serie de
factores que pueden influir: un estilo parental demasiado
ausente y poco atento, abuso psicológico, haber padecido
menosprecios y humillaciones, o un estilo educativo sin
pautas y límites claros.

Otros factores, como la baja autoestima, el sentirse


insatisfecho con el aspecto físico y la inseguridad pueden
promover que este tipo de personalidad se consolide y se
mantenga.

Consejos prácticos

Convivir con una persona que presenta estos rasgos puede


ser complicado.

Para intentar ayudar a que pueda ir tomando conciencia de


que su forma de actuar es disfuncional, y también para evitar
que las personas cercanas acaben también afectadas
psicológicamente, hemos elaborado esta lista con distintos
puntos a tener en cuenta.

1. Aceptemos la realidad

En ocasiones puede ser complicado aceptar las cosas tal


como son. Y más si la persona que tenemos cerca tiene
comportamientos que no entendemos. Sin embargo, esto no
significa que no debamos actuar para intentar cambiar
la situación.

Es importante que tengamos en cuenta que la personalidad


histriónica no es fruto del capricho, sino que es una forma
disfuncional y consolidada de expresarse. Por supuesto,
debemos evitar decir frases como: “No deberías montar estas
escenitas”. Para la persona afectada, su percepción sobre
estas expresiones no es así. La persona histriónica no ve nada
raro en cómo expresa sus emociones, porque son conductas
que están muy consolidadas en su personalidad.

Por tanto, debemos tener en cuenta que son personas con


graves dificultades para controlar sus emociones y que tienen
una percepción distorsionada e irreal, cosa que seguramente
le afecte más de lo que creemos. No es buena idea tratar a
estas personas de forma caritativa y compasiva, puesto
que estaríamos reforzando su conducta victimista. Hay
que hacerles ver que todos tenemos nuestras rarezas y
dificultades en la vida, y que nadie es perfecto.

2. Establezcamos límites claros

Que aceptemos su personalidad no quiere decir ni que no


intentemos poner remedio, ni que debamos ser blandos y
sumisos ante las personas histriónicas. Podemos ser
comprensivos pero a la vez establecer unos marcos
claros: de nada sirve justificarlo todo.

Debemos intentar actuar con moderación y objetividad, y


hacer notar que también somos dignos de respeto. Cuando la
persona histriónica entra en una de sus fases de expresión
desmesurada de sus sentimientos, debemos mantenernos
firmes, pero educados. Por ejemplo, podemos decir: “Me
parece que ahora mismo estás muy alterada, en un rato
volveré y podemos hablar sobre lo que ha pasado. Me sabe
mal la situación y es importante que podamos entendernos” o
bien: “No te puedo consentir que me faltes al respeto. Yo te
respeto y te valoro, y por eso no entiendo tu actitud. En el
momento en que seas consciente de esto, podemos volver a
hablar sobre este asunto”.

3. No caigamos en ciertas trampas

No es buena idea entrar en sus manipulaciones y


juegos. Debes tratar a este tipo de personas como adultos, a
pesar de que puedan mostrar comportamientos infantiles. Si
le sigues el juego y actúas como si fueras su padre o te pones
a su nivel, la relación acaba entrando en terrenos pantanosos
y ni tú ni ella ganáis nada.

Si eres capaz de comunicarte con esta persona de tú a tú y


con responsabilidad y tacto, desistirá en su empeño de
hacerte jugar a su juego.

4. Reforcemos positivamente sus


comportamientos adultos

Cuando esta persona se comporte de forma adulta y


madura, debe notar que nuestra atención hacia ella es
mayor. En el momento en que su comportamiento histriónico
habitual deje paso a la responsabilidad y la madurez,
debemos valorarlo y lograr que note que eso nos agrada.

De hecho, en ocasiones resulta más fácil desincentivar una


conducta disfuncional reforzando positivamente la
conducta contraria cuando esta se produce. En resumen,
debe notar que somos secos y cortantes (pero educados)
cuando se comporta de forma histriónica, pero que sin
embargo estamos atentos y positivos cuando muestra
conductas adultas.

5. No mofarnos ni despreciar

Es importante este punto: no deberíamos reírnos ni


burlarnos de una persona con este problema. Aunque en
muchos ámbitos de la vida el humor puede ser una buena
válvula de escape y puede relativizar los problemas, en el
caso de las personalidades histriónicas no es aconsejable
puesto que podría tener efectos más negativos que positivos.

Si perciben que las menosprecias y que no les tienes respeto


puedes estar propiciando que sus emociones todavía se vean
más alteradas. Ten en cuenta que son personas muy
susceptibles y que no les ayudará en nada notar que los
demás se mofan y les tratan sin respeto.

6. Actuemos con prudencia

Es importante que mantengamos unos criterios de


prudencia y responsabilidad. Si no lo hacemos, podemos
pasar de ser ángeles a demonios en un segundo. Las
personas histriónicas tienden a pasar de la idealización al odio
hacia las personas próximas.

Siguen una lógica de extremos. Por tanto, no debemos


sentirnos demasiado elogiados cuando nos halagan,
porque en poco tiempo puede pasar a denigrarnos y nuestros
sentimientos se verán afectados. En un caso extremo, si no
tomamos suficiente distancia con sus opiniones y
valoraciones, podemos ir adquiriendo cierta inestabilidad
emocional. Para evitar esto, es necesario que relativicemos
sus opiniones sobre nosotros.

Tratamiento para la personalidad


histriónica

Las personas que tienen rasgos de personalidad histriónica


padecen una serie de situaciones que les causan malestar y
refuerzan sus conductas disfuncionales.

El problema de fondo es que no perciben sus conductas


como negativas, y por tanto caen en el victimismo y no
acuden a un profesional de la salud mental que les
puede ofrecer una terapia acorde a sus necesidades.

En realidad, las personas histriónicas acaban acudiendo a


terapia cuando las circunstancias de su vida han empeorado o
han sufrido algún batacazo emocional, por ejemplo tras
una ruptura sentimental, por ansiedad generalizada o por
cuadros depresivos.

Los psicoterapeutas suelen coincidir en señalar que, una vez


iniciada la terapia, el principal escollo suele ser la
inconstancia y el poco compromiso con la misma, con
unos niveles relativamente altos de abandono del tratamiento
a las pocas semanas.

Referencias bibliográficas:

 López-Ibor Aliño, Juan J. & Valdés Miyar, Manuel (dir.)


(2002). DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. Texto revisado. Barcelona: Editorial
Masson.

 Luciano, M.C. (1996). Manual de psicología clínica.


Infancia y adolescencia. Valencia: Promolibro.

 Millon, Theodore & Davis, Roger D. (1998). Trastornos de


la personalidad. Más allá del DSM-IV. Barcelona: Editorial
Masson.

 Pérez, M., Fernández-Hermida, J.R., Fernández Rodríguez,


C. y Amigo, I. (2003). Guía de tratamientos psicológicos
eficaces. Madrid: Pirámide.
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