Você está na página 1de 8

La Revolución de las

Trece Colonias

Miembros: Valentina Eleta, Ana Czemerys, Julieta Fanus, Mercedes Sacido.


1. Situación previa

La ocupación del territorio


Durante el siglo XVII, la Corona británica impulsó la colonización de la costa atlántica de
Norteamérica (actual Estados Unidos) para establecer su dominio y evitar incursiones de
otras potencias.

El territorio fue poblado por minorías que buscaban escapar de la persecución de Gran
Bretaña, o personas que sufrían penurias económicas. Una de esas minorías fue la de los
disidentes religiosos, aquellos que no seguían a la Iglesia Anglicana (oficial en Inglaterra).
Éstos incluían a cuáqueros, católicos, puritanos y presbiterianos. También emigraron otras
minorías, perseguidos políticos y comunidades empobrecidas (irlandeses, galeses, y
escoceses).

División política
Había 13 colonias, alineadas de norte a sur
sobre la costa atlántica. Según las
actividades económicas y sociales, las
colonias se dividían en dos áreas: colonias
del norte y colonias del sur.

En el norte, había diversidad de


actividades económicas, incluyendo el
comercio, las profesiones, la manufactura
y la agricultura. En esta sociedad surgió
una burguesía dedicada al comercio y las
finanzas. En ella también era posible el
ascenso social, y la mano de obra
empleada en la agricultura era libre.

En el sur, las colonias se dedicaron a la agricultura de plantación, con cultivos de algodón,


tabaco y arroz. Esta sociedad era muy conservadora: había un grupo de terratenientes
(dueño de las plantaciones) que poseían esclavos negros usados como mano de obra.
Organización política
Todas las colonias dependían de la Corona inglesa, pero al fundarse cada una el rey les
otorgaba un estatuto que dictaba si el gobernador lo designaba él o los colonos. En cuanto a
la legislación, cada una tenía una Asamblea Legislativa, donde participaban representantes
electos por los colonos.

Las colonias eran regidas por leyes coloniales y leyes locales. Las leyes coloniales venían
de la Corona y regulaban la relación con Gran Bretaña, sobre todo los impuestos y el
comercio. Una de ellas establecía el monopolio con la Corona. Las leyes locales eran
dictadas por la Asamblea y disponían cuestiones civiles, penales, y comerciales dentro de la
colonia, además del pago de impuestos municipales.
2. Causas

Reclamos a la Corona
Hasta mediados del siglo XVIII, las concesiones económicas y libertad política otorgadas
mantenían a los colonos complacidos, ya que habían permitido su prosperidad. Sin
embargo, a partir de ese momento muchos comenzaron a ver el monopolio y las leyes
coloniales como un obstáculo.

Al principio, los norteamericanos (influidos por principios iluministas) reclamaron la


incorporación de representantes en el Parlamento inglés.

El gobierno respondió con un aumento en los impuestos de las colonias, para hacer frente a
sus problemas económicos. En 1765, el Parlamento votó una ley para cobrar impuestos al
sellado de papeles administrativos hecho en las colonias (la Stamp Act). Los colonos
lograron que la Corona derogara esa ley, pero en 1767 otra ley (Sugar Act) establece
impuestos al té, el papel, el vidrio y el plomo.

Como respuesta, los comerciantes


norteamericanos organizan un boicot
(pararon sus relaciones comerciales para
que la Corona cediera). Luego de la
represión de la manifestación de Boston en
1770, la tensión fue en aumento. La
Corona cedió, y retiró los impuestos
exceptuando al té. En 1773, los colonos de
Boston arrojaron al mar el cargamento de
barcos ingleses, incidente que se llamó
“motín del té”.

La respuesta a tales hechos por parte de la Corona fue las llamadas "Leyes Coercitivas" de
1774, denominadas por los colonos "Leyes Intolerables", que se aplicaron a la colonia de
Massachusetts y supusieron, entre otras consecuencias, la clausura del puerto de Boston.

En septiembre de 1774 se celebró un Congreso en Filadelfia (Pensilvania) que impulsó la


colaboración de las colonias frente a las acciones británicas. Todavía no se defendía la
independencia respecto a la metrópoli y la reunión se limitó a una serie de reivindicaciones
expresadas a través de una “Declaración de Derechos y Agravios”.
3. Revolución

Declaración y Guerra de Independencia


En 1775, un nuevo Congreso se reunió en Filadelfia y tomó las primeras medidas
tendientes a la independencia. Se designó a George Washington como jefe de las tropas
norteamericanas y se enviaron diplomáticos a Europa para buscar apoyo de Francia y
España (potencias enemigas de Inglaterra). El rey inglés Jorge III los declaró rebeldes en
respuesta, dando inicio a la guerra de independencia.

El 4 de julio de 1776, el Congreso


de Filadelfia declaró la
independencia de los Estados
Unidos de América. El Acta fue
redactada por Thomas Jefferson,
John Adams y Benjamin Franklin; y
en ella se afirmaron principios
iluministas.

En la primera etapa de la guerra


revolucionaria, a los colonos les fue
mal ya que no contaban con
soldados profesionales y organizaron milicias. Sin embargo, en la segunda etapa el curso de
la guerra cambió, ya que George Washington organizó a las tropas americanas en un
Ejército Continental. Además, recibieron ayuda de Francia y de España.

En 1781, los revolucionarios triunfaron en la batalla de Yorktown, Virginia, que puso fin a
la guerra con la rendición de los británicos. En 1783 se firmó el Tratado de París en esa
ciudad, por el cual Gran Bretaña reconoce la independencia estadounidense.
Sanción de la Constitución
Desde la Declaración de la independencia, Estados unidos fue una confederación en la que
cada Estado era soberano, y el Congreso se limitaba a la guerra contra Inglaterra. Este
sistema trajo muchos problemas, que sumados a las dificultades económicas causadas por
la guerra causaron que durante la presidencia de Washington se reuniera una Convención
en Filadelfia.

En 1787, la Convención dictó una Constitución. Ésta establecía una forma de gobierno
republicana y federal, con estados autónomos y división de poderes.

El Poder Ejecutivo lo
ejercía un presidente con
un mandato de 4 años, el
legislativo el Congreso
(con la Cámara de
Senadores y la de
Representantes) y el
Poder Judicial por la
Corte Suprema (que
consta de 9 miembros) y
demás tribunales.

En 1791, se agregaron 10 enmiendas a la Constitución, para garantizar los derechos de los


ciudadanos en el ámbito jurídico, como por ejemplo la libertad de expresión y de culto, el
derecho a reunión, el derecho a portar armas de fuego, el derecho a un juicio ante jurado,
derecho a la propiedad privada, entre otros.
4. Consecuencias

Secuelas de la Independencia
Desde el punto de vista económico, los Estados Unidos dejaron las trabas del monopolio y
se lanzaron a un proceso de expansión económica y territorial (conquista del Oeste) que los
llevó a convertirse en una gran potencia.

Desde el punto de vista social, la burguesía asumió el liderazgo de una moderna sociedad
de clases mientras otros estados permanecían anclados todavía en la sociedad estamental.

Desde el punto de vista internacional, surgió el primer ejemplo de descolonización. Para


Francia la guerra implicó un considerable gasto y la agudización de la crisis del Antiguo
Régimen. Seis años después de concluido el conflicto americano estallaría su propia
Revolución. España se anexó extensas áreas del sur de Norteamérica, pero ideas
revolucionarias se propagaron en sus colonias. Décadas más tarde perdería la mayor parte
de ellas.

Desde el punto de vista político-ideológico, se consumó la primera revolución de carácter


liberal que permitió hacer realidad las ideas más avanzadas de la Ilustración. La
Constitución de 1787 fue la primera escrita de la historia. La República Federal que articuló
el nuevo Estado también llevó a la práctica la división de poderes de Montesquieu.

Você também pode gostar