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Histoire Épistémologie Langage

La primera gramática escolar “general” publicada en Buenos


Aires en los años de la independencia: la Gramática Española o
Principios de la Gramática General aplicados a la Lengua
Castellana de Felipe Senillosa
Elvira Narvaja de Arnoux

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Narvaja de Arnoux Elvira. La primera gramática escolar “general” publicada en Buenos Aires en los años de la
independencia: la Gramática Española o Principios de la Gramática General aplicados a la Lengua Castellana de Felipe
Senillosa. In: Histoire Épistémologie Langage, tome 34, fascicule 2, 2012. La linguistique hispanique aujourd’hui. pp. 43-
61;

doi : https://doi.org/10.3406/hel.2012.3250

https://www.persee.fr/doc/hel_0750-8069_2012_num_34_2_3250

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Abstract
This article examines Felipe Senillosa’s Gramática Española (1817) within the framework of
school grammars written following the principles of General grammars. It presents, from a
glottopolitical perspective, the effect of these school grammars on the process of building of Nation
States. It then studies the theoretical and pedagogical options that the Gramática Española offers
and discusses its syntactic aspects, particularly those which concern the clause. The article closes
by focusing on grammatical and logical analysis, and points out which criteria and operations
reappear in later texts, namely school grammars within a structuralist tradition.

Resumen
El artículo considera, en primer lugar, la Gramática Española (1817) de Felipe Senillosa en el
marco de las gramáticas escolares que aplican los principios de las “ generales” al estudio de la
lengua propia y presenta, desde una perspectiva glotopolítica, la intervención de los textos
gramaticales en el proceso de conformación de los Estados nacionales. Luego estudia las
opciones teóricas y pedagógicas que realiza la obra abordada y expone aspectos de la sintaxis,
particularmente en relación con la proposición. Finalmente, se centra en la ejercitación propuesta,
el análisis gramatical y lógico, y señala los criterios y operaciones que reaparecerán en textos
posteriores como las gramáticas escolares de base estructuralista.
La primera gramática escolar “general” publicada en
Buenos Aires en los años de la Independencia:
la Gramática Española o Principios de la Gramática General
aplicados a la Lengua Castellana de Felipe Senillosa

Elvira Narvaja de Arnoux


Institut de Linguistique
Université de Buenos Aires

Resumen Abstract
El artículo considera, en primer lugar, la Gramática This article examines Felipe Senillosa’s Gramática
Española (1817) de Felipe Senillosa en el marco de Española (1817) within the framework of school
las gramáticas escolares que aplican los principios grammars written following the principles of
de las “generales” al estudio de la lengua propia General grammars. It presents, from a glottopolitical
y presenta, desde una perspectiva glotopolítica, perspective, the effect of these school grammars on
la intervención de los textos gramaticales en el the process of building of Nation States. It then
proceso de conformación de los Estados nacionales. studies the theoretical and pedagogical options
Luego estudia las opciones teóricas y pedagógicas that the Gramática Española offers and discusses
que realiza la obra abordada y expone aspectos its syntactic aspects, particularly those which
de la sintaxis, particularmente en relación con la concern the clause. The article closes by focusing
proposición. Finalmente, se centra en la ejercitación on grammatical and logical analysis, and points
propuesta, el análisis gramatical y lógico, y señala out which criteria and operations reappear in later
los criterios y operaciones que reaparecerán en texts, namely school grammars within a structuralist
textos posteriores como las gramáticas escolares de tradition.
base estructuralista.

Palabras clave Keywords


Glotopolítica, gramáticas generales escolares, Glottopolitics, General grammars, history of
historia de las gramáticas del español, análisis Spanish grammars, grammatical and logical
gramatical y lógico, función, proposición, analysis, function, clause, immediate constituents
constituyentes inmediatos

1. Introducción
En 1817 aparece en Buenos Aires la Gramática Española o Principios de la
Gramática General aplicados a la Lengua Castellana, cuyo autor es un joven
español, Felipe Senillosa (1790-1858), que había sido tomado prisionero por el
ejército napoleónico, había conocido en París a Destutt de Tracy y participado
luego en la campaña de Alemania (Senillosa, h. 1858, p. 6-7). Después de una
breve estancia en la España de Fernando VII decidió, enfrentado al sistema
autoritario y represivo de la monarquía, emigrar al Río de la Plata adonde llega en
1815 (Gutiérrez 1915, p. 561) y donde permanece hasta su muerte.
La obra, que se inscribe en la modalidad “aplicada” de las gramáticas generales,
cuestiona la gramática de Estado dominante, la de la Real Academia Española, centra
la sintaxis en el estudio de la proposición, considera la categoría de función en la

Histoire Épistémologie Langage 34/II (2012) p. 43-61 © SHESL


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caracterización de las palabras, distingue gráficamente los constituyentes inmediatos


y expone la relación entre juicios y proposiciones. La orientación pedagógica del texto
impone una dimensión prescriptiva pero, al mismo tiempo, el discurso gramatical
contempla un destinatario reflexivo que valora el análisis racional de los fenómenos,
en el doble sentido de interés por las operaciones intelectuales que sostienen los
enunciados como por un desarrollo razonado de la explicación.
En este artículo consideraré, en primer lugar, desde la perspectiva glotopolítica
contemporánea, el desarrollo de las gramáticas escolares y la importancia de ellas
en la expansión de la cultura escrita, el disciplinamiento social y la construcción
del imaginario nacional. Luego, abordaré las opciones teóricas en las que se asienta
la descripción del español y los, a veces dificultosos, acomodamientos entre ellas
y el objetivo pedagógico de la gramática. Y, finalmente, analizaré los aspectos
nucleares del tratamiento que Senillosa hace de la proposición y el análisis lógico
y gramatical que propone, mostrando cómo esboza procedimientos que fueron
desplegados, más de un siglo después, en el ámbito educativo por el pensamiento
gramatical estructuralista.

2. Perspectiva glotopolítica del pensamiento gramatical


Abordar los textos gramaticales desde una perspectiva glotopolítica (Marcellesi y
Guespin 1986) implica considerar cómo buscan intervenir en el espacio público
del lenguaje regulando las prácticas y haciendo circular determinadas ideologías
acerca de las lenguas que, a su vez, exponen modos de percibir el universo social
desde una determinada posición. Las gramáticas participan, gracias a la dinámica
que las constituye, en la instauración, reproducción o transformación de entidades
políticas, relaciones sociales y estructuras de poder.
En la extensa historia de configuración de los Estados nacionales las gramáticas
mostraron, en su juego de diferencias entre generales, particulares y de Estado,
las fuerzas contradictorias que acompañaron la economía mundo capitalista y el
progresivo desarrollo de la sociedad burguesa. Las monarquías aseguraron las bases
de la existencia de un mercado interior, necesario para el surgimiento de aquella, al
unificar jurídica y administrativamente el territorio gracias a la afirmación de una
lengua código enunciada por la gramática (de Estado1). Pero había que dar un paso
más, generalizar el dominio de la lengua a las distintas prácticas sociales, lo que
al “antiguo régimen” no le interesaba. En ese proceso que llevaba a desdeñar un
centro normativo, las gramáticas particulares2 recorrieron el territorio mostrando
las diferentes variedades que lo habitaban. A su vez, las generales3 señalaron que el

1 En el ámbito hispánico, las gramáticas de Estado son, fundamentalmente, la de Nebrija


(1492) y la de la RAE (1771).
2 Como ejemplos españoles podemos citar, primeramente, el Diálogo de la Lengua (1535) de
Valdés y el Arte grande de la Lengua Castellana (1626). Cuando el Estado nacional como
tal se va afirmando, las muestras de lengua privilegian el uso literario: por ejemplo, las
gramáticas de Garcés (1789-1791) y de Salvá (1830).
3 La primera gramática general española importante es tardía: la de Hermosilla de 1825. Sin
embargo, no podemos dejar de considerar un interesante trabajo de adaptación de Condillac
La Gramática Española de Felipe Senillosa 45

centro estaba en otro lugar, en la facultad humana del lenguaje, y que las diferentes
lenguas del espacio europeo eran manifestaciones de aquella (Arnoux 2008).
Cuando los Estados nacionales que van a conformarse a fines del siglo xviii y
comienzos del xix necesitan definir las fronteras y homogeneizar lingüísticamente
a la población para que la sociedad industrial avance, se instauren nuevas formas
de participación política y se amplíe el número de letrados capaces de actuar en
el sistema estatal, alcanzan un mayor desarrollo las gramáticas escolares, que
se posicionan diversamente respecto de los textos consagrados. Además de los
instrumentos lingüísticos (Auroux 1994), intervienen los medios gráficos en
la difusión de la cultura escrita, necesaria para el proceso de ordenamiento del
espacio y de sujeción de los individuos. Senillosa, por ejemplo, no solo publica
la gramática sino que también edita a su llegada a Buenos Aires un periódico
cultural, Los Amigos de la Patria y de la Juventud (Arnoux 2010a y b).
Las gramáticas escolares vacilan respecto del modelo genérico más adecuado
para participar en la “fundación de un orden normado por la escritura” (González
Stephan 1995, p. 33). Estas vacilaciones dependen, por otra parte, de decisiones
respecto de los contenidos que corresponden a la escuela primaria, que va a
tender a generalizarse, y a la secundaria, adonde concurrirán preferentemente
sectores de las clases acomodadas. El género gramatical destinado a circular por el
primer tramo del sistema educativo se va a caracterizar, finalmente, por un fuerte
dispositivo normativo, por la presencia en muchos de ellos de modelos de ejercicios
recapitulativos, que obligan a volver sobre el texto gramatical, y por la función
ideológica cumplida por los ejemplos. En el ámbito hispánico, en esta etapa inicial
se presentan distintas opciones teórico-pedagógicas: compendiar una o varias obras
prestigiosas (particularmente, la gramática de la RAE, lo que hace, también en 1817
en el Río de la Plata, Antonio José Valdés); partir de los principios de la gramática
general y aplicarlos al español atendiendo además a aspectos normativos, que es la
opción de Senillosa (Arnoux 2010c); o combinar una parte programática, donde se
despliegan algunos conceptos de esas gramáticas especulativas, con la adaptación de
los contenidos de las gramáticas normativas, tal como se muestra en El amigo de la
juventud de 1828 del porteño Rufino Sánchez (Blanco 2003).
Si focalizamos las gramáticas escolares que se afirman en los “principios
generales”, como la de Senillosa, podemos señalar que se inscriben en una doble
historia que afectan el espacio europeo: la de las prácticas pedagógicas y la del
pensamiento gramatical. Ambas articulan y tensionan lo general y lo particular.
Respecto de la primera, debemos considerar dos fenómenos interrelacionados: la
elaboración de gramáticas pedagógicas (como opuestas a las teóricas), es decir,
de gramáticas producidas por educadores; y la enseñanza de otras lenguas en la
lengua materna del educando. Jean-Claude Chevalier (1968) muestra cómo en el
camino que lleva a pensar que en toda lengua se encuentran esquemas idénticos
que responden a relaciones universales, la enseñanza de lenguas (del latín y de las
lenguas extranjeras y la remisión progresiva a la lengua materna como vehicular)
ocupa un papel central. En esto ayuda el que sea frecuente que un mismo maestro
enseñe el latín y la lengua extranjera y también que un mismo pedagogo publique

realizado por Gaspar M. de Jovellanos, Rudimentos de gramática general, incluido en el


Curso de Humanidades Castellanas de 1795 (Arnoux 2001).
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gramáticas del latín, y la lengua vernácula o una lengua extranjera. A su vez, a


partir del siglo xvii, se va definiendo como lengua de enseñanza la más próxima
al alumno diferenciándose así de la que se enseña y adquiriendo la condición de
modelo de prestigio. Michel Foucault (1969, p. VII) llama la atención sobre los
considerables efectos culturales que esto produce y que nosotros podemos asociar
con el largo proceso de construcción de los Estados nacionales:
Le recul du latin comme langue de communication, la disparition du
plurilinguisme, une conscience plus aiguë de nationalités linguistiques et des
distances qui les séparent, un certain repli des cultures sur elles-mêmes, une
certain fixation de chaque langue sur son vocabulaire et sa syntaxe propres,
tout ceci a, dans cette réforme du xviie siècle, sinon son origine du moins un de
ses éléments déterminants.

En cuanto a la historia del pensamiento gramatical, recordemos que las diversas


variantes de la Gramática General tenían su origen, en relación con las lenguas
vernáculas europeas, en la de Port-Royal de 1660. En ese proceso, algunas gramáticas
se van definiendo, en la segunda mitad del siglo xviii, como “particulares” en la
medida en que aplicaban los “principios generales” a la lengua propia. Du Marsais
(1987, p. 62) en 1729 ya planteaba:
Il y a dans la grammaire des observations qui conviennent à toutes les langues ;
ces observations forment ce qu’on appelle la grammaire générale […]. Outre ces
observations générales, il y en a qui ne sont propres qu’à une langue particulière ;
et c’est ce qui forme les grammaires particulières de chaque langue.

Las gramáticas “aplicadas” del período parten, así, de los principios de las
gramáticas generales pero la lengua propia deja de ser una ilustración entre otras
(como ocurría en las gramáticas generales aunque se la privilegiara) y deviene
el objeto central de la reflexión, destinado al apoyo de la cultura escrita, de allí
la acentuada dimensión prescriptiva destinada a la ampliación del número de
alfabetizados. Las gramáticas escolares que aplican los principios de las gramáticas
generales a una lengua en particular buscan, además, introducir al alumno en la
racionalidad moderna gracias a la descripción y explicación gramatical, sensibles
a la asociación entre modernidad lingüística y política, como señala André Chervel
(1977, p. 71) para el caso francés:
Rien d’étonnant donc si l’intelligentsia révolutionnaire était imprégnée de
grammaire générale. Elle y trouvait une théorie universaliste de la pensée et de
la langue, une doctrine cohérente du progrès humain et les fondements d’une
pédagogie rationnelle et d’une formation de l’esprit scientifique. Le régime
autoritaire et obscurantiste qui devait succéder au Directoire ne pouvait s’y
tromper: il interdit l’enseignement de la grammaire générale.

Las gramáticas escolares hispánicas, por su parte, se inscriben también en un proceso


ya desarrollado en la península de imposición de la enseñanza de la gramática
española en los primeros años, resultado de la necesaria expansión de la lengua de
Estado y de una variedad estándar que debe devenir lengua común, decisiva para
la consolidación de un imaginario nacional. Carlos III, en 1780, determinaba que
“en todas las escuelas del Reino” se enseñase “a los niños su lengua nativa por la
La Gramática Española de Felipe Senillosa 47

gramática que ha compuesto y publicado la Real Academia de la Lengua; previniendo


que a ninguno se admita a estudiar latinidad sin que conste antes estar bien instruido
en la Gramática española”.4 Por otra parte, la Junta de Cádiz, como resultado del
informe (1813) sobre la situación de la enseñanza elevado a la Regencia planteó que
Debe ser una la doctrina en nuestras escuelas, y unos los métodos de su
enseñanza, a que es consiguiente que sea también una la lengua en que se enseñe
y que esta sea la lengua castellana.

Lo que estas decisiones muestran es la necesidad estatal de unificar lingüísticamente


el territorio ya que el imaginario de una lengua compartida y la imposición de
un dispositivo normativo que uniformice las prácticas construyen el entramado
que sostiene la conciencia nacional. La gramática, por su parte, interpela a los
hablantes como miembros de una comunidad que se reconoce por su lengua. En
cuanto al modelo gramatical “general”, Brigitte Lépinette (2008, p. 317) plantea
que ha dejado “escasas huellas en la gramática escolar española en el período
1773-1814” y que recién a partir de 1818 aparecerán obras de gramática general. De
allí la importancia que asignamos a la obra de Senillosa.

3. La Gramática Española de Senillosa:


opciones teóricas y pedagógicas

Felipe Senillosa publica su gramática poco después de declarada la Independencia


(9 de julio de 1816) y de que el Ejército de los Andes se haya puesto en marcha
bajo el mando de José de San Martín y obtenido el primer triunfo decisivo sobre
los españoles en territorio chileno (Chacabuco, 18 de febrero de 1817). Desde
mediados de 1816 Juan Martín de Pueyrredón es, en Buenos Aires, el Director
Supremo. Busca instaurar un nuevo orden que atenúe las intransigencias anteriores
pero debe enfrentar numerosos conflictos (Halperín Donghi 2009 [1972], p. 246)
y una situación económica difícil. Sin embargo, a pesar de estas dificultades
impulsa en el campo educativo la enseñanza primaria y funda el Colegio de la
Unión del Sud que reemplaza al viejo Colegio de San Carlos (Solari 2006 [1949],
p. 48), en el marco de una reforma educativa que incluyó también la creación de
la Universidad de Buenos Aires (aprobada en mayo de 1819). Senillosa colabora,
desde la gramática, el periodismo y la actividad docente, con los sectores de la elite
porteña decididos a poner orden en una etapa de grandes conmociones sociales y
de militarización de la sociedad.
Al basarse en los principios de la gramática general se inscribe en el marco de
las reflexiones más avanzadas sobre el lenguaje buscando ser fiel al pensamiento
ilustrado en el tratamiento de los temas del texto escolar, lo que se evidencia incluso
en el señalamiento de las arbitrariedades de la ortografía y el planteo de la necesidad
de una reforma. Por otra parte, expresa, a su manera y en el espacio del saber
sobre la lengua, el mismo gesto cuestionador frente al antiguo sistema monárquico

4 Esta cita y la siguiente son tomadas de la obra de Fernando Lázaro Carreter (1949, p. 176 y
167, respectivamente).
48 Elvira Narvaja de Arnoux

español que tienen los criollos, pero lo hace respecto de la Real Academia y los
conocimientos gramaticales circulantes que tienen esta procedencia:
No me detendré aquí en hablar de lo mucho que este método difiere de los
antiguos; ni en ponderar cuán absurdo es decir que NOMBRE es el que sirve
para nombrar [en nota: Gramática de la Academia y otras] como quien dice pan
es pan, y así de otras definiciones y voces no menos inexactas que ininteligibles
de que se valen nuestros escritores (p. II-III).”

Asimismo, en el momento en que Napoleón ya ha caído y están debilitadas las


grandes orientaciones del sistema educativo que puso en marcha en su primera
etapa, la gramática de Senillosa tiende en el Río de la Plata a un tipo de educación
defendida por los ideólogos, que valora el análisis racional de los fenómenos y
que postula un destinatario reflexivo. Apelar a los principios de las gramáticas
generales permite el conocimiento racional y razonado de la gramática: “ni
la juventud perdería, en sus primeros años, un tiempo precioso que invierte en
inculcar un cúmulo de reglas sin sentido, que aprende difícilmente y retiene con
mayor pena”, p. III. La importancia dada al razonamiento, en lugar de la memoria,
en el aprendizaje de la gramática parte de Port Royal (Chevalier 1968, p. 379),
se expone en la Encyclopédie y se despliega en las reflexiones de Condillac. Du
Marsais (1987 [1729], p. 34), por ejemplo, en un trabajo anterior sobre gramática
latina elogia el método razonado:
Non seulement les jeunes gens comprennent les règles de la Grammaire
raisonnée, mais ils en font l’application avec plaisir ; et comme leur travail est
moins pénible, leur esprit est moins fatigué, et par conséquent ils ont toute la
force et toute la liberté de faire usage de leur raison. Ils font des remarques, des
objections, ils demandent des éclaircissements, et son ravis de faire connaître
qu’ils sont capables de comprendre.

En una nota al pie aparece otra vez la crítica a la enseñanza tradicional y la


preocupación por simplificar y hacer más comprensible la gramática apelando al
razonamiento:
He procurado, en quanto me ha sido posible, seguir el orden antiguo de
conjugación, para que este nuevo sistema no cause tanta disonancia a los que
tienen la imaginación recargada con un sin número de definiciones y voces tan
ridículas como incomprehensibles (p. 19).

En ese universo intelectual debe interpretarse el reconocimiento emblemático de


la figura de Destutt de Tracy:
[…] el fruto de mis trabajos fue una gramática general, que habiendo merecido
la aprobación del Sr. Destutt-Traci [en nota señala que “era en aquella época,
1813, senador y miembro del Instituto Nacional de Francia. Sus obras, aunque
modernas, son bien conocidas y tenidas en grande estimación] debía haber sido
publicada en París, y hubiera sido sucedida de su aplicación a distintos idiomas.
Los acontecimientos de la guerra me impidieron de efectuarlo (p. I-II).

En 1818, poco después de su gramática, Felipe Senillosa publica en la Imprenta


de los Expósitos el Tratado elemental de Aritmética dispuesto en XXIV lecciones,
por D. F. Senillosa para la instrucción de la Juventud. Apeló en este último
La Gramática Española de Felipe Senillosa 49

caso, seguramente, a la formación en matemática obtenida en la Academia de


Ingenieros de Alcalá de Henares y compuso el manual a partir de las clases que
debía dictar en la Academia de Matemática desde 1816 (Halperín Donghi 1963,
p. 27). Es significativo que los dos tratados no solo sean pedagógicos sino también
destinados a la instrucción elemental, lo que muestra la comprensión de su autor de
la necesidad de la época: la extensión social de la educación primaria. Al vínculo
entre ambos campos, el lenguaje y la matemática, desde la perspectiva crítica que
adopta frente a la tradición pedagógica, se refiere en el número 1 del periódico Los
Amigos de la Patria y de la Juventud (2004 [1815-1816], p. 5-6), que dirige y cuyo
redactor principal es, al señalar:
A las matemáticas debería preceder el estudio del idioma nativo harto descuidado
entre nosotros y cuya necesidad se hace sentir hasta la evidencia. Mal podrá
adelantar en las ideas quien no es exacto en el modo de expresarlas. Para ser
pues buen matemático se debe ser antes buen lógico, se debe saber raciocinar: no
con aquella lógica disputadora, moradora fiel de las antiguas universidades, sino
con la lógica verdaderamente dicha, esto es el lenguaje de la razón.5

El fragmento plantea que la exactitud en el estudio del lenguaje permite el progreso


intelectual. Asimismo, despliega la importancia de los principios de la racionalidad
moderna en la adquisición de los conocimientos (como señalamos, el lenguaje
de la razón es también un lenguaje razonado) y afirma el vínculo entre razón y
lenguaje (“la lógica verdaderamente dicha”). Señala a lengua y matemática como
los pilares que sostendrán la escolaridad primaria (Delesalle y Chevalier 1986,
p. 116-118), que deberá generalizar las prácticas de la lectura y la escritura a la vez
que enseñar los conocimientos básicos de aritmética y geometría.
En una interesante nota al pie de su Gramática Española da un paso más
y articula los dos procedimientos analíticos, el componer y el descomponer.
Recordemos a Destutt de Tracy (1970 [1817], p. 20) que en el mismo sentido
señalaba:
[...] on peut bien, si l’on veut, appeler exclusivement analyse l’action de
décomposer, et la synthèse celle de recomposer. Mais une analyse n’est complète
que quand on a fait avec succès ces deux opérations, dont l’une sert de base et
l’autre de preuve.

Además, Senillosa exalta a partir del método, siguiendo las perspectivas más
avanzadas de su época, la relación amplia entre ciencias y artes:
Componer y descomponer; he ahí los dos fenómenos admirables que presenta el
cuadro de la naturaleza. En su mutua reacción estriba la base del movimiento:
ellos se explican en la gramática con afirmar y negar; en las matemáticas, con
las dos operaciones fundamentales del agregar y el substraer; en la física y
química se manifiestan en la mayor o menor afinidad de los cuerpos; en la
música, en la consonancia y la disonancia… Yo creo que si se estudiasen las
ciencias con ojos más filosóficos de lo que se ha hecho hasta aquí, se encontraría
cierta correspondencia de unas a otras o principios comunes que harían su
conocimiento más fácil y nos conducirían a su adelantamiento (p. 50).

5 Los destacados en esta y las citas posteriores nos pertenecen. La valoración de una lógica no
escolástica aparece también en Destutt de Tracy (1970 [1817], p. VI).
50 Elvira Narvaja de Arnoux

Lo analítico, central en la perspectiva teórica en la que se inscribe, que busca


descomponer, como señalamos antes, un conjunto organizado y desarrollar sus
partes6, se desplaza en un tramo del prólogo a lo pedagógico, ir de lo conocido a lo
por conocer, y esto justifica el estudio de la correspondencia con las ideas:
Mi objeto ha sido presentar la gramática bajo un orden analítico, yendo por
grados de lo conocido y bien entendido a lo por conocer: a fin de que estudiando
menos las apariencias de las voces que su íntima correspondencia con las ideas,
se tengan datos fijos y permanentes (p. III).

Sin embargo, es consciente de que el programa analítico que implicaría ir de


la totalidad a las partes no se cumple, ya que en la organización ubica primero,
siguiendo los formatos tradicionales, las letras, luego las clases de palabras (sección
segunda) y finalmente el estudio de la proposición (sección tercera). De allí, la
inclusión de una nota significativa, luego de definir la proposición atendiendo al
aporte de la lógica (“Se entiende por proposición la manifestación de un juicio”):
Para presentar el idioma bajo el verdadero punto de vista del cual debe mirarse,
íbamos a empezar, desde los primeros pasos, por la proposición: pero temimos
que un trastorno tan general y repentino en el antiguo orden de gramática, no
produjese, a lo menos por ahora, un efecto distinto del que nos hemos debido
proponer (p. 35).

La nota expone la tensión entre la reflexión teórica, tal como se ha ido desplegando
desde la segunda mitad del siglo xvii, y los requerimientos de una gramática
escolar tal como comienza a desarrollarse. Se la presenta como simplemente
derivada de la oposición entre lo antiguo y lo moderno, entre la tradición y las
nuevas perspectivas y se asocia el primero de los términos con la concepción
dominante en relación con las gramáticas escolares. Por otra parte, “comenzar
por la proposición” exigiría una reflexión previa sobre el discurso y su análisis7,
tal como lo hacen Condillac (1775, p. 3, Grammaire) y Destutt de Tracy (1970
[1817], p. 19), sus referentes más próximos, y ello implicaría dejar el terreno de
la aplicación a una lengua e internarse en la gramática general como ciencia del
lenguaje.
El Prólogo de Senillosa justifica también pedagógicamente la apelación a las
grandes orientaciones de las gramáticas generales con el planteo recurrente en
estos textos acerca de la importancia del estudio de “los verdaderos principios del
lenguaje” para el aprendizaje de otras lenguas (“no sería menester para cada lengua
inventar un sistema de gramática distinto”, p. III). Insiste, en el final del manual,
en el interés del método analítico para el contraste de lenguas (que ha ilustrado
en el cuerpo del texto con algunos ejemplos): “El que supiere otros idiomas,

6 En Condillac (1775, p. 38-39), que desarrolla una perspectiva original respecto de lo


analítico, el arte de hablar es en sí, más que un medio de comunicar los pensamientos,
un método analítico porque descompone el pensamiento gracias a una serie de signos que
representan sucesivamente sus partes.
7 Jovellanos también excluye de la gramática el análisis del discurso (Arnoux 2003) pero
lo desplaza en el Curso de Humanidades Castellanas a la zona anterior a las gramáticas
francesa e inglesa, como marco para el aprendizaje de lo general de las lenguas que facilitará
el ingreso a las extranjeras.
La Gramática Española de Felipe Senillosa 51

podrá fácilmente compararlos y estudiar particularmente el genio de cada uno;


pues a todos puede aplicarse el método analítico que hemos enseñado” (p. 64).
Notablemente, las gramáticas escolares del xix se van a inscribir en un proyecto
político de desarrollo de una lengua nacional y el vínculo con las otras lenguas
(extranjeras o latín) solo se va a estimular en la enseñanza secundaria, a diferencia
de las gramáticas pedagógicas elaboradas en el segundo tramo del siglo xvii y en
el xviii para las cuales la búsqueda de principios generales acompañaba, como
señalamos antes, la práctica de contraste de lenguas.
La voluntad pedagógica de aplicar la racionalidad en el armado del texto
gramatical se evidencia en la preocupación de que todos los aspectos se sostengan,
los criterios adoptados se respeten y haya un escalonamiento progresivo de los
contenidos. Todo ello se refuerza en la textualización con la articulación en
parágrafos numerados y con las continuas remisiones internas. El ejercicio
integrador presentado al final, remite también con la numeración entre paréntesis
a las partes del texto donde el tema se trató. Asimismo, los dispositivos gráficos
empleados, notables en una gramática de esa época, tienden a esquematizar los
conocimientos y a unificar los criterios de análisis.

4. En torno a la proposición
En la Sección Tercera, dedicada a las proposiciones y que cierra con los signos
de puntuación, Senillosa se inscribe en la tradición iniciada por Port Royal: la
gramática de 1660 asigna importancia al análisis de la proposición aunque no lo
incluya en el apartado “sintaxis” sino en relación con los pronombres relativos.
Hay que recordar que la sintaxis como estudio centrado (siguiendo la tradición
latina) en la construcción, la concordancia y el régimen domina las gramáticas,
incluso las generales. Para estas, esos aspectos permiten reconocer las opciones
que cada lengua realiza: están aquellas que van a optar por los casos, las que van
a preferir la preposición más el sustantivo, las que privilegian el orden, etc. Du
Marsais (1987 [1729-1757], p. 410), por su parte, plantea una separación entre
sintaxis y construcción en una lengua remitiendo la primera a las relaciones que las
palabras tienen entre sí y la segunda al ordenamiento de las palabras en el discurso:
Cicéron a dit, selon trois combinaisons différents, accepi litteras tuas, tuas accepi
literas, et literas accepi tuas: il y a là trois constructions puisqu’il y a trois différents
arrangements de mots; cependant, il n’y a qu’une syntaxe, car dans chacune de ces
constructions, il y a les mêmes signes des rapports que les mots ont entre eux;
ainsi, ces rapports sont les mêmes dans chacune de ces phrases. 
En Senillosa el lugar de la sintaxis es ocupado por el tratamiento de la
proposición, donde se incluye el tratamiento del orden, y los temas de concordancia
y régimen se desarrollan en relación tanto con ella como con las clases de
palabras atendiendo a sus particulares combinatorias. Como la proposición es “la
manifestación de un juicio” convoca la lógica desde el Prólogo:
Así, pues, un idioma no siendo otra cosa que la enunciación de nuestros juicios,
creí que el recurrir a la lógica era el solo camino que me restaba. Desde luego
cerré mis libros, y replegándome dentro de mis sentidos fui a buscar en la
52 Elvira Narvaja de Arnoux

marcha de las ideas, el verdadero ser de la palabra. La experiencia y la opinión


de los mejores lógicos, que consulté después, me manifestaron no haber sido
vanas mis sospechas (p. I).

En relación con las partes de la proposición y atento a la perspectiva de las


gramáticas generales opera una primera división en sujeto (“la parte que expresa
la idea primaria o que ha originado el juicio”) y atributo (“la parte que denota
la idea segundaria del juicio, o bien sea lo que se atribuye al sujeto”). Senillosa
ejemplifica con los dos tipos de verbos (sustantivo y adjetivo), aunque sin hacer
referencia a esa clasificación que consideró en el estudio de las clases de palabras:
“Verbo sustantivo es la palabra que confirma un juicio” (p.18); “las palabras que en
una sola encierran la idea del verbo y la de un adjetivo, se llaman verbos adjetivos.
Generalmente denotan una acción o movimiento, bien físico, como saltar, comer,
etc. o bien moral como pensar, querer, etc.” (p. 22). Al proponer la división binaria
de la proposición se separa de los ideólogos que se mantienen fieles en esto a
Port-Royal y establecen una división ternaria (la cópula, “ser”, vincula sujeto y
atributo). Sigue a otros gramáticos como Beauzée (1974 [1767], p. 7) y presenta la
articulación de la oración que se va a imponer también en las gramáticas escolares,
particularmente las orientadas por la de Bello (1847).
Así como considera el juicio que subyace a una proposición, intenta también
remitir al mismo esquema de base (sujeto / atributo) las diferentes construcciones8
(la rosa blanca > la rosa es blanca> la rosa que es blanca). Partiendo, entonces,
de que en la base de toda construcción gramatical se reconoce un juicio (se afirma
algo a propósito de alguna cosa) Senillosa va a establecer que los complementos
del atributo son “todos aquellos juicios incidentes cuyo objeto es determinar o
completar el sentido del atributo” (verbo o adjetivo) y los va a analizar respetando
la bipartición desarrollada al presentar la proposición gramatical, sujeto / atributo.
De allí que en “Juan vio el lunes a Pablo en Córdoba” cada uno de los complementos
puede desplegarse: “El lunes fue la época”, “Pablo fue visto” y “Córdoba fue el
parage”.
Si bien solo trata las proposiciones incluidas que funcionan como sustantivos
o adjetivos, esboza la posibilidad de las adverbiales9 (“Vio a Pablo cuando estaba
en Córdoba”) al considerar ampliamente los complementos, que modifican tanto
al sujeto como al atributo, como “juicios incidentes cuyo objeto es determinar
o completar el sentido del atributo”. La siguiente afirmación (1817, p. 64) abre
esa posibilidad: “el hombre en todas partes del mundo forma juicios, luego para
expresarlos tendrá que establecer proposiciones. Pero un juicio no es otra cosa
que la comparación de dos ideas: también la proposición se reducirá a un sujeto
y a un atributo; pues los calificativos y complementos no son sino unas meras

8 Además, la proposición puede articular varios juicios, lo que ejemplifica en distintos momentos
del texto. Recordemos el ejemplo de Port-Royal que actúa como modelo de las gramáticas
posteriores: “Dieu invisible a créé le monde visible”. En este famoso ejemplo los juicios son
tres: Dios es invisible, él ha creado el mundo y el mundo es visible. El segundo da lugar a la
proposición principal y los otros dos son incidentes.
9 Condillac (1975, p. 93-101) reconoce las proposiciones “subordinadas” que se vinculan con
el verbo de la principal ubicándose en distintas posiciones en la oración, a diferencia de las
incidentes que deben estar al lado de las palabras que modifican.
La Gramática Española de Felipe Senillosa 53

proposiciones”. Y estas, como lo mostró en el análisis de los juicios incidentes que


modifican un sustantivo pueden estar representadas en la superficie del texto como
tales proposiciones.
Si bien en el análisis lógico considera los juicios subyacentes en su condición
de ideas y no de proposiciones preferibles, como veremos en el otro apartado, en
el cuerpo de la gramática los expone generalmente en enunciados que pueden ser
vistos como otras tantas proposiciones sin recurrir a formulaciones aberrantes10
como lo hacían gramáticas similares. En el trayecto entre el o los juicios y la
proposición enunciada en el ejemplo, las distintas etapas dan lugar a enunciados
que pueden ser habitualmente dichos o que son aceptables en determinados
contextos. Al analizar la proposición negativa, por ejemplo, señala que no “sirve
para hacer ver la destrucción de un juicio” ya que Pedro no es bueno deriva de
dos ideas: Pedro es bueno y Esto es falso. Así, los pasos de uno a otro nivel, si
bien no están definidos con claridad, amplían las muestras de lengua y son, en
ese sentido, altamente productivos ya que hacen aflorar fenómenos que, aunque
no desarrollados, esbozan ciertos avances posibles (como en el caso anterior que
la negación expone polémicamente la afirmación). La elipsis, asimismo, como
operación le permite mostrar la relación entre enunciados y efectuar comprobaciones
gramaticales: la elipsis de yo me admiro de que Pablo haya llegado da lugar a una
proposición admirativa, ¡Pablo ha llegado! Senillosa comenta (p. 53): “El tono, en
la conversación, manifiesta la elipse, y en lo escrito la hace ver los signos […] La
proposición interrogativa y la admirativa no son pues otra cosa que proposiciones-
nombre tomadas como principales”.
Los desplazamientos del análisis de los juicios al de las proposiciones y en
relación con ellas la necesidad de mostrar las transformaciones cuyo resultado son
(desplegando lo que en algunas realizaciones se omite) permite, a la vez que una
permanente reflexión sobre los vínculos entre estructuras (Yo hablo de la casa >
La casa de que yo hablo es alegre), un recorrido mayor por la lengua estudiada (La
casa de que Pedro salió / de la cual Pedro salió / de donde Pedro salió). Si bien
Andrés Bello (1847), el autor de la más importante gramática del español del siglo
xix que sirvió de base a las gramáticas escolares con base estructuralista del xx,
se va a negar a recurrir a la elipsis, la puesta en relación de estructuras equivalentes
a pesar de sus diferencias va a ser utilizada por él para efectuar comprobaciones
gramaticales. Voluntad de sistematización, discurso razonado sobre la lengua y
utilización de transformaciones (como manipulaciones de enunciados; en el caso
de Bello, no presentados como etapas de un proceso de generación) serán rasgos
de aquellas gramáticas, muchos de los cuales continúan en las actuales. El texto de
Senillosa puede ser visto en ese sentido como un tramo en este recorrido amplio
de las gramáticas escolares, aunque que no sea el que van a transitar las otras de la
primera mitad del xix en el Río de la Plata (Arnoux 2010c).

10 Chervel (1977, p. 137) al analizar la gramática de Noël y Chapsal, de 1823, se refiere a los
enunciados que remitían a los juicios glosándolos y que constituían una jerga que afectaba el
dominio de la lengua materna (habla de frases bárbaras imposibles de proferir). Por ejemplo,
en la frase “C’est ici que je vous attends” hay que reconocer “C’est existant ici que je suis
attendant vous”, para recuperar el verbo « être » que no solo significa la existencia sino que
está en la base de todo verbo.
54 Elvira Narvaja de Arnoux

5. Análisis gramatical y lógico


En el cierre de su obra propone un “Ejemplo de un texto analizado”, que funciona
como una posible recapitulación de los temas que desarrolló a lo largo del manual ya
que al lado de las categorías que utiliza pone entre paréntesis el número del apartado
en el que trató el tema. Sobre él aplica el análisis gramatical y lógico que parte de un
criterio avanzado para la época. Chervel (1977, p. 141) señala que en el ámbito francés
es recién a partir de 1830 que la gramática escolar se vuelve inseparable de la práctica
del análisis gramatical y del análisis lógico, aunque de 1810 a 1820 los pedagogos
elaboran el doble análisis en lo que los representantes de la gramática general, a
pesar de sus declaraciones, no se interesaron realmente. Senillosa lo propone muy
tempranamente en el ámbito hispánico y no tiene, por lo menos en el Río de la Plata,
continuadores próximos.11 Asimismo, apela a un dispositivo gráfico en el análisis de los
constituyentes inmediatos de la oración, que se va a imponer más de un siglo después,
lo que muestra la larga temporalidad de las prácticas gramaticales pedagógicas.
Incluso el esfuerzo de graficar lo que subyace a la linealidad de la cadena hablada
y sus vínculos va a ser sostenido, en la segunda mitad del siglo xx, por la gramática
generativa transformacional. Sin embargo, más allá de los modos de esquematizar, el
análisis gramatical y lógico conforma una ejercitación que tendrá una larga duración
en la escuela. El análisis “lógico” se va a definir finalmente como análisis sintáctico
que acompañará al morfológico desplegado a partir del reconocimiento de las clases
de palabras. En Senillosa, sintaxis y morfología conforman el análisis gramatical y el
lógico corresponde a la “ramificación de las ideas”.
La textualización, original y cuidada, muestra una detenida intervención del
autor sobre su exposición y la voluntad pedagógica que lo anima. Esto se evidencia,
como dijimos, en las remisiones a otros tramos del texto, señaladas entre paréntesis,
y en esquemas y gráficos. Los constituyentes de la proposición (sujeto y atributo),
los complementos y los calificativos son marcados por encima por líneas enteras,
cuyos límites siguen la longitud del segmento correspondiente y sobre las cuales
se indica la función. Cuando el sujeto no está explícito porque está sostenido por la
terminación verbal, pone suj. y atr. sobre una única línea que cubre el verbo:
compl. suj. y atr.
¡Qué cantidad de mujeres veo!

Cuando a los efectos de la demostración es necesario, marca los constituyentes


inmediatos que corresponden a los distintos niveles del análisis:
Atr. suj. .
compl. suj. atrib. .
No es imaginable quánto ella ha trabajado.

11 María Luisa Calero Vaquera (2008) considera que si bien la gramática de Muñoz Álvarez
(Gramática de la lengua castellana ajustada a la latina para facilitar su estudio, 1799) es
el primer testimonio del doble análisis lógico y gramatical, recién en los años cuarenta del
siglo XIX se encuentran “las primeras muestras aplicadas a textos castellanos” en la obra de
Juan Calderón (Análisis lógica y gramatical de la lengua española, 1843).
La Gramática Española de Felipe Senillosa 55

Los versos elegidos para el ejercicio integrador cumplen con la función ideológica
del ejemplo y muestran que en un determinado nivel de la enseñanza se debe
recurrir a textos literarios. Si bien a lo largo del manual ha apelado a ejemplos
armados por él, lo que es habitual en las gramáticas escolares, en este convocar el
uso prestigioso es sensible al proceso que iniciaron las gramáticas particulares y
que va a dominar en las gramáticas nacionales del siglo xix y en las que van a ser
utilizadas en la escuela secundaria. Acerca de la progresión de los ejemplos señala
lo siguiente:
Es muy conveniente que cada uno se proponga textos fáciles con el objeto de
analizarlos. Cuidando de pasar, por grados, de las frases más sencillas a las
más complicadas, se acostumbrará uno a la exactitud, y se obtendrá un perfecto
conocimiento de la parte mecánica del idioma (p. 64).

La poesía completa se transcribe en el nº 4 del periódico Los amigos…. y tiene


como firma las iniciales J.A.M. El fragmento elegido es el siguiente:
La ciencia y la virtud son los dos bienes
Que nunca disiparon los vaivenes
De la injusta fortuna.12

Señala que se trata de una proposición compuesta (resultado del “enlace” de dos
proposiciones que comparten el mismo predicado), en orden inverso (“cuando
se altera el común encadenamiento de las ideas” (nº 68) y la escribe en orden
directo. Este aspecto de la enseñanza de la gramática, ligado a los ejercicios,
de poner en orden directo el enunciado proviene de la tradición de enseñanza
del latín. Chevalier (1968, p. 300) al referirse a la “praelectio” de los jesuitas
señala que consiste en presentar en la lengua materna el texto elegido, leerlo en
latín, reconstruirlo según el “ordo naturalis”, que, como se observa a menudo,
es próximo al orden de las lenguas modernas, a fin de aclarar las dificultades de
lengua. El ejemplo integrador propuesto obliga, por otra parte, a la doble negación:
“La ciencia y la virtud son los dos bienes que los vaivenes de la fortuna injusta
no disiparon nunca”. Ilustra así el tema de la colocación, tratado al referirse a las
proposiciones negativas (nº 62):
La operación gramatical sobre el lenguaje implica – y es lo que permite la
instrumentalización pedagógica – reconocer, recortar, seleccionar, clasificar y
jerarquizar. Señala, así, luego de pasar la frase al orden directo, los constituyentes
sujeto y atributo con líneas superiores y luego hacia abajo, en tres niveles sucesivos
que responden a los constituyentes inmediatos de las estructuras ya delimitadas,
las otras funciones: calificativo, complementos y sujeto y atributo de la relativa;
complemento calificativo en el tercer nivel; y, finalmente, calificativo. En todos
los casos los límites de las líneas coinciden con los segmentos correspondientes de
la oración desplegando así gráficamente los distintos encajes estructurales a partir
de las funciones sintácticas que ha reconocido.

12 El texto continúa así: “Ellos, sin duda alguna, / dan a quien los posee tal firmeza, / tal valor
y entereza / en todos los sucesos de la vida; / que aun después de perdida / la esperanza
fundada / que tiene el hombre justo, / no se le ve inundada la mexilla / ni de susto palpita el
corazón, / dentro del pecho / que a la ciencia y virtud nunca fue estrecho.”
56 Elvira Narvaja de Arnoux

Desarrolla entonces el análisis gramatical, cuya primera parte es el esquema al que


nos hemos referido y la segunda, a partir de los segmentos que corresponden a cada
función (sujeto, atributo, calificativo y complemento), la indicación de la clase de
palabras a la que corresponde cada término, su caracterización morfológica y su
relación con los otros términos del sintagma. En los calificativos despliega las
proposiciones (juicios) de las cuales derivan, lo que le va a servir para el armado
del cuadro final en el que dibuja “la ramificación de las ideas”. Parte del análisis
gramatical es el siguiente:
Sugeto
LA CIENCIA Y LA VIRTUD. El sujeto se compone de dos nombres metafísicos
(nº 50), femeninos (nº 14) y en plural (nº 15). Van precedidos del correspondiente
artículo la (nº 19) y unidos por medio de la conjunción y (nº 53).

Atributo
SON LOS DOS BIENES, etc. Se compone del nombre plural bienes (nº 15),
cuyo singular es bien, y del verbo sustantivo en la 3ª persona del plural del
presente o indefinido de indicativo (nº 24, 25 y 54). El nombre común bienes (nº
13) va precedido del correspondiente artículo, y lo acompañan dos calificativos.

1° calif.
{undos,adjetivo
es decir, los quales bienes son dos (nº 45). La palabra dos es
de número (nº 18), es invariable y precede al nombre…

Justifica la necesidad de analizar las palabras no aisladamente sino a partir de las


oraciones en la categoría de función:
“Las palabras no deben ser examinadas por separado sino en el ejercicio de
sus funciones, es decir en las frases. De otro modo se caería en un caos de
confusiones. Voces hay que son nombres en una oración o frase y adjetivos en
otra; las preposiciones pasan a veces a ser conjunciones; algunas preposiciones
y conjunciones se convierten en adverbios, los adverbios en nombres, los
participios en adjetivos, los adjetivos en adverbios, y por último pasa muchas
veces una misma palabra a representar, de unas proposiciones a otras, las
diversas partes de la oración.”

Sigue en esto a Beauzée (1974 [1767]:3) quien también insiste en la importancia de


considerar las palabras dentro de la proposición para determinar su función:
Toutes les vues de la Syntaxe et les principes généraux qu’elle pose, se rapportent
à la Proposition : j’en examinerai donc d’abord la nature, afin de déterminer les
différentes fonctions que peuvent y avoir les mots qui la constituent.

El análisis gramatical considerará, entonces, los rasgos de cada palabra inserta en


un enunciado y la función. García Folgado (2008, p. 8) afirma en relación con la
“concepción de las partes de la oración como huecos funcionales que las palabras
La Gramática Española de Felipe Senillosa 57

completan, sin estar por ello restringidas” que “es poco habitual en la tradición
hispánica anterior a Senillosa”. Sin embargo, las gramáticas generales son sensibles
a este enfoque y respecto de Destutt de Tracy, Stefanini (1984, p. 82) destaca que
la función fue un recurso al que apeló ya que le permite ignorar las diferencias
de naturaleza en beneficio de la identidad de roles. En Senillosa la función es la
clave del orden gramatical y la frase el espacio donde se reconocen las partes de la
oración. Andrés Bello avanzará en este sentido y adoptará el criterio funcional para
la definición de clases de palabras, criterio que dominará la enseñanza gramatical
y que se volverá un principio dominante en la de base estructuralista.
Al análisis gramatical seguirá luego el lógico graficado. El análisis de las
formas se completa entonces con el análisis del pensamiento. Las proposiciones
incidentes calificativas atraviesan en el gráfico las palabras a las que modifican:
58 Elvira Narvaja de Arnoux

Senillosa quiere mostrar la complejidad de los juicios que la linealidad del lenguaje
simplifica y hace comunicables o cómo, al componer la frase, lo simultáneo se
hace sucesivo:
Admiremos la rapidez con que el entendimiento humano opera sus funciones;
y confesemos la utilidad de un arte (el de hablar) que poniéndonos en estado de
comunicárnoslas con tanta brevedad y corrección, produce el singular beneficio
de adelantarlas (p. 63).

Destaca el número de juicios involucrados:


La proposición principal junto con las calificativas componen cinco juicios.
Pero cada complemento representa una proposición (nº 44): luego deberán
contarse nueve juicios; y como la proposición principal es compuesta de dos
simples serán, cuando menos, dieciocho juicios los que encierra la presente
frase (p. 62).

Para comprender la articulación del pensamiento se debería descomponer más aún


la frase, lo que el gráfico no realiza. Sin embargo, en el alumno genera extrañeza,
lo que registra Juan María Gutiérrez (1915, p. 563). En su comentario del gráfico
final muestra el asombro que le producía por lo inusual el juego de esos segmentos
verbales, a la vez que destaca lo ingenioso del dibujo donde el autor combina
lógica y geometría:
Esta forma gráfica se compone de cinco líneas que se cortan en ángulos
caprichosos sobre los cuales se ven escritos, correspondiéndose, los miembros
de las frases y sus denominaciones gramaticales. Faltaríamos a la verdad si
dijéramos que habíamos entendido esta ingeniosa combinación de la lógica y
de la geometría aplicadas a la descomposición del lenguaje. Es una de aquellas
cosas que requieren la viva voz del maestro.

El análisis gramatical y lógico que deberá ser realizado por el alumno no solo
exige una enseñanza razonada sino que también supone un lector reflexivo
de la gramática, capaz de integrar y aplicar los conocimientos y de realizar las
operaciones de segmentación a partir del reconocimiento de jerarquías; además,
deberá poder establecer a partir de calificativos y complementos los juicios de los
que derivan y exponerlos verbalmente.

6. Conclusión
La gramática de Senillosa participa, en la primera década revolucionaria, en el
proyecto de construcción del Estado y de disciplinamiento de la sociedad apoyando
una pieza clave como es el sistema educativo, que se comienza a poner en marcha.
Propone, como lo hace toda gramática, una representación de la lengua “legítima”
(Bourdieu, 1988), sostenida en la descripción y análisis de los elementos y
relaciones que la constituyen. Esta representación incide sobre las subjetividades
al generar el efecto de unidad y homogeneidad del cuerpo social. Asimismo, al
exponer las operaciones que realiza en el tratamiento de los temas, gracias a un
discurso razonado que busca dar razón de los hechos del lenguaje en su vínculo
La Gramática Española de Felipe Senillosa 59

con el pensamiento, la gramática busca orientar las actividades intelectuales que


podrán aplicarse luego a otros objetos. Al presentar la lengua como dotada de
racionalidad, apoyada en pocas reglas de alto alcance y susceptible de ser reducida,
en el análisis, a los juicios simples que las proposiciones integran, construye un
modelo de intelección y de acción en relación con el cual pueden activarse, además
de las operaciones intelectuales, los procesos de identificación necesarios para la
puesta en marcha de una sociedad moderna, es decir, un modelo en el cual podrá
reconocerse la elite ilustrada y pensar su intervención ordenadora más allá de la
diversidad social y de sus múltiples conflictos.
El desarrollo de los temas gramaticales evidencia una reflexión detenida
sobre los fenómenos y un diálogo intenso con las expresiones más avanzadas de
su época. A las gramáticas generales Senillosa se atiene en los distintos pasos del
análisis y propone una “aplicación” original al castellano; confronta las decisiones
teóricas con los datos, plantea los problemas propios de la gramática del español
y los resuelve en aquel marco; y presenta y justifica las opciones terminológicas y
pedagógicas preocupado por el rigor y el discurso razonado respecto del estudio de
la lengua en la escuela. Su obra no es ajena, sin embargo, a desajustes y debates en
el campo gramatical, que se evidencian en los comentarios sobre las designaciones,
las opciones temáticas o las decisiones pedagógicas.
Muchos de los procedimientos y temas que expone los encontramos en
gramáticas posteriores: centrar la sintaxis en el estudio de la proposición (frase,
oración); dividir la proposición en dos partes, sujeto y atributo (predicado) y
no considerar la cópula independientemente; explicar los fenómenos o realizar
comprobaciones gramaticales a partir de transformaciones y de series posibles;
desplegar familias parafrásticas como modos de decir equivalentes, procedimiento
fundamental en la enseñanza de la lengua escrita; atender a los distintos tipos
de modificadores del sintagma nominal como punto de partida pedagógico para
comprender las operaciones gramaticales; introducir el tema de la subordinación
en relación con las clases de palabras a las que modifican o con aquellas cuya
función cumplen; ubicar como central en el análisis gramatical la categoría de
función; segmentar pedagógicamente en constituyentes inmediatos la proposición,
haciendo visibles jerarquías y niveles; e interrogarse acerca de cómo lo
“simultáneo” del pensamiento se hace sucesivo en la cadena hablada o escrita. Las
gramáticas de base estructuralista, si bien parten en el ámbito hispánico de Bello
y se apoyan teóricamente en la perspectiva saussureana y en el distribucionalismo
norteamericano, van a retomar muchas de estas opciones analíticas y van a
privilegiar un tipo de estudio escolar centrado en el reconocimiento de los
constituyentes inmediatos. Por otra parte, la preocupación por graficar las
relaciones entre los juicios y mostrar cómo los enunciados derivan de aquellos
aparecerán en la gramática generativa transformacional. En síntesis, en la Buenos
Aires de principios del siglo xix, en la etapa de las guerras de la Independencia,
se presentan en la obra de Senillosa reflexiones teóricas, análisis sobre el español
y propuestas pedagógicas que encontrarán nuevas manifestaciones en espacios
gramaticales posteriores.
60 Elvira Narvaja de Arnoux

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Solari, Manuel H. (2006 [1949]). Historia de la educación argentina, Buenos Aires, Paidós.
Stefanini, Jean (1984). “La notion grammaticale de sujet au xixe siècle”, Histoire,
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