La celebración en las fechas patrias es una tradición arraigada en
nuestra sociedad. Pero citar fechas y lugares que pueden encontrarse fácilmente en un libro de historia no parece la forma más adecuada de honrar la memoria de un hombre de la talla de Don Manuel Belgrano, de quien nos legó el símbolo de nuestra nación, nuestra amada bandera.
Pensar... sopesar.... los ideales, la pasión que impulsaron a este
argentino a emprender su enorme obra por la patria... , qué motivó a este hombre a erguirse frente al medio adverso en que le tocó actuar... y emprender su camino de hacedor, de hacendoso obrero constructor de una nación... parece más adecuado y más útil.
Podría haberse encerrado en el conformismo de la época.
Limitarse a vivir de acuerdo con la estructura entonces imperante. De haber hecho eso, su existencia no habría sido cómoda dado que su posición social era privilegiada. Sin embargo, fue el que debía ser. Un hombre original. Un innovador. Un benefactor de la sociedad.
Belgrano, hombre de leyes, precursor de la educación, del
comercio, de la ciencia, se vio obligado a asumir, a aceptar, a un rol más en beneficio de la patria: Se vio obligado a tomar la espada como militar, como general de las guerras de la independencia.
Si hay que hablar de Manuel Belgrano hay que hablar de esfuerzo,
de generosidad y amor por la educación, de modestia, de honestidad, de sincera defensa de la libertad: de la libertad civil, de la libertad política y de la libertad de expresión... y de los derechos del hombre.
Esto es una invitación a asumir nuestras propias responsabilidades.
Es una llamada a hacer del mejor modo posible lo que tenemos entre manos. No importa que nuestras tareas sean aparentemente pequeñas: son las que nos tocan, las que nos corresponden, y a través de ellas nos preparamos mejor para las más grandes que puedan sobrevenirnos. Es asi como se construye la patria. Muchas gracias.