Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
S
e considera normal la temperatura corporal
se presenta la fiebre y clasificarla en aguda o cró-
de 37 °C y en individuos sanos este valor
nica, continua, remitente, ondulante, periódica o
puede variar entre 0,5 y 1 °C de acuerdo con
difásica. Su identificación todavía es útil, si se re-
el ritmo circadiano, el ciclo menstrual o el ejerci-
gistra y analiza la temperatura de manera regular
cio.
y juiciosa.
La definición de fiebre es arbitraria y depende de Con cada uno de estos patrones se asocia un tipo
los propósitos para los que se piensa utilizar. Así, de patología. Por esta razón es importante esta-
algunos definen la fiebre como elevación de la blecer en el análisis de la fiebre sus valores ma-
temperatura central por encima de 38 °C, otros tutinos y vespertinos, que pueden cambiar con
como elevación en más de dos oportunidades
el ejercicio (actividad muscular), el metabolismo
consecutivas de la temperatura por encima de
(comidas, reposo, ciclos circadianos), su tenden-
38,3 °C. Mientras menor sea la cifra para definir
cia y patrón.
la fiebre, mayor sensibilidad habrá, pero a la vez,
debido a la baja especificidad, llevará a ordenar Para ello se requiere hacer mediciones seriadas
exámenes de laboratorio, radiografías y otros es- a intervalos regulares y registrarlas en la historia
tudios costosos y frecuentemente no conducen- (hoja de temperatura) por un periodo de tiempo
tes al diagnóstico. definido.
Cuando aparece la fiebre, generalmente se acom- También es importante usar un instrumento ade-
paña de aumento en la frecuencia del pulso, a ra- cuado, que puede ser un termómetro de mercurio
zón de 15 pulsaciones por cada grado centígrado; oral o rectal, electrónico ótico, de cinta o digital,
pero en algunos casos se presenta bradicardia o pero en todo caso calibrado. De ellos los más pre-
no hay aumento consecuente, lo cual se conoce cisos siguen siendo los de mercurio y los menos
como “disociación esfigmotérmica”. confiables los de cinta.
451
Guía para manejo de Urgencias
452
Guía para manejo de Urgencias
453
Guía para manejo de Urgencias
no microbiano: exámenes directos, microscopía mes hemorrágicos que resultaron ser producidos
electrónica, cultivos, inmunoensayos para antíge- por virus y reciben distintos nombres. A los agen-
no; los anticuerpos que se producen contra ellos: tes que causan estas enfermedades se les agrupó
ensayo biológico, inmunoensayo; o ácidos nucléi- primero como Arbovirus (Fiebre Amarilla, Dengue,
cos por pruebas de biología molecular diagnósti- Bunyavirus), en el “complejo Tacaribe” y posterior-
ca (NAT, hibridización, PCR, NASBA). mente, la mayoría se incluyeron dentro de las fa-
milias Flaviviridae, Bunyamviridae, Arenaviridae y
En algunos casos son necesarias además imáge- Filoviridae.
nes diagnósticas como radiografía de tórax, de
abdomen, tomografía axial computadorizada, re-
sonancia magnética y ecografía. TRATAMIENTO
El manejo de la fiebre, mientras se define su etio-
COMPLICACIONES logía, es esencialmente sintomático y de soporte.
La principal y más importante complicación de Ese manejo inicial debe incluir la aplicación de
la fiebre es la aparición de convulsiones y en la medios físicos como esponjas con agua fría, bol-
hiperpirexia (hipertermia maligna), el desequi- sas con hielo en abdomen, regiones inguinal y
librio electrolítico. Pero en general el aumento no axilar y el baño general con agua tibia.
exagerado de la temperatura corporal no reviste
mayor gravedad y más bien puede tener efecto Es universal la tentación de iniciar antibióticos de
potenciador de la respuesta inmune, tanto la me- amplio espectro, sin haber tomado las muestras
diada por anticuerpos como la mediada por cé- de laboratorio para establecer la etiología, como
lulas. si los antibióticos fueran antipiréticos.
454
Guía para manejo de Urgencias
blemente causantes del problema de acuerdo a con insuficiencia hepática o renal. El índice tera-
la información epidemiológica para la zona y hos- péutico del acetaminofén es muy ajustado por lo
pital. que las dosis tóxicas y las terapéuticas son muy
cercanas. En adultos la dosis tóxica es de alrede-
dor de 10 g en una sola toma o de 5 g en un día en
Antipiréticos
pacientes sin enfermedad hepática. En pacientes
- Acido acetilsalicílico (ASA) y derivados con enfermedad hepática preexistente o que in-
gieran alcohol, 4 g al día (dosis terapéutica usual)
Son los más frecuentemente utilizados para dismi- puede ser fatal. En niños son tóxicas las dosis que
nuir la temperatura. Su administración dependerá superan los 50 mg/kg.
de la enfermedad de base.
Efectos adversos: erupciones cutáneas, urticaria,
Contraindicaciones: hipersensibilidad conocida hepatotoxicidad, trastornos renales y depresión
al ASA u otros salicilatos; trastornos de coagulación medular, lo mismo que algunas reacciones con-
asociados con trombocitopenia y alteraciones pla- tradictorias con cloramfenicol, warfarina sódica y
quetarias; úlcera gástrica o duodenal; embarazo y zidovudina.
lactancia. Tampoco debe darse en influenza, por
el riesgo de Síndrome de Reye. La dosis usual es 250 mg cada 4 horas, o 500 mg
cada 8 horas por vía oral para adultos (hay tabletas
Precauciones: no se recomienda su uso en pa- de 250 y 500 mg). Para niños se recomienda la
cientes con enfermedades alérgicas o respiratorias administración en jarabe, cada 4 a 6 horas, que
broncoconstrictivas crónicas (obstructivas), asma, viene en presentación de 150 mg/5 mL y se do-
fiebre del heno o hipereactividad bronquial. sifica así:
455
Guía para manejo de Urgencias
Los AINES están contraindicados en pacientes 3. Buchmeir MJ, Bowen MD, Peters CJ. Aerenavi-
que hayan padecido ataques de asma, urticaria o ridae: The virus and their replication. En Fields
rinitis aguda tras la administración de ácido ace- Virology. Knipe DM, Howley PM, Griffin DE.
tilsalicílico u otros medicamentos que inhiben la Lippincott Williams and Wilkins, Philadelphia,
actividad de la prostaglandina sintetasa. 2001.
Efectos adversos: irritación gastrointestinal, náu- 4. Díaz Menéndez M, Barbado Hernández FJ,
seas, diarrea, ocasionalmente hemorragia, ane- Gómez Cerezo J, et al. Fiebre de origen des-
mia aplásica, granulocitosis. conocido clásica: cambios en dos series asín-
cronas en un hospital universitario. Rev Clin
La presentación más usada del diclofenaco es en Española 2007; 207:13-5.
tabletas de 50 mg. La dosis usual es de 100 a 150
mg al día, en 2 ó 3 tomas, vía oral, preferiblemen- 5. Doyle TJ, Bryan RT, Peters CJ. Viral hemorraghic
te después de las comidas. fevers and hantavirus infections in the Ameri-
cas. Infect Dis Clin North Am 1998; 12:95 -110.
Por vía parenteral, se usa una ampolla (3 ml con
75 mg de diclofenaco sódico) inyectable diaria IM; 6. Palmieri OJ. Fiebre Hemorrágica Argentina.
en casos severos 2 ampollas diarias, una cada 12 En Enfermedades Infecciosas. Gorodner. Mc-
horas. Graw-Hill Interamericana de Chile, Santiago
de Chile, 2001.
LECTURAS RECOMENDADAS 7. Plaisance KI, Mackowiak PA. Antipyretic thera-
py: physiologic rationale, diagnostic implica-
1. Andreozzi J, Stamboulian D. Las leyes funda-
tions and clinical consecuences. Arch Intern
mentales del uso de antibióticos. En Temas
Med 2000; 160:449-56.
de Infectología Clínica. Stamboulian D. Edito-
rial McGraw–Hill, Buenos Aires, 2002. 8. Roth J, Rummel C, Barth SW, et al. Molecular
aspects of fever and hyperthermia. Neurol
2. Bayard V, Kitsutani PT, Barria EO, et al. Out- Clin 2006; 24:421-39.
break of hantavirus pulmonary syndrome. Los
Santos, Panama, 1999–2000. Emerg Infect Dis 9. Valenzuela O, Lui Gil A. Fiebre de origen des-
2004; 10:1635-42. Disponible en: http://www. conocido: visión del internista. Rev Hosp Clin
cdc.gov/ncidod/EID/vol10no9/04-0143.htm Univ Chile 2000; 11: 23-33.
456