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C.- Cuando su fin sea ilícito.- El fin del contrato es ilícito, en razón de
que el demandado pretende o mejor dicho se a enriquecido ilícitamente AL
ADQUIRIR EL PREDIO POR S/. 3,000.00 NUEVOS SOLES con una
extensión de 1.7319 hectáreas, cuando el acuerdo que contrajimos con los
codemandados Señores RAUL EDUARDO ZAPATA LUYO Y DIONICIA
FERNANDEZ FLORES DE ZAPATA, era que gustosamente se prestaban
para realizar la simulación de la compra venta de nuestra propiedad, y
así poder hacer ellos un préstamo y/o vender el bien para poder pagar mis
deudas que mantengo con las instituciones financieras mencionadas, por
todo ello es nulo el acto Jurídico contenido en el documento de
compraventa de fracción de predio denominado “La Cruz”, E. C. 10045,
con un área de 1.7319 hectáreas, distrito La Cruz, de la Provincia y
Departamento de Tumbes.
D.- Por ser contrario a las leyes que interesan al orden público y
buenas costumbres.- Con relación a esta causal de nulidad corresponde
precisar que, la causal de nulidad prescrita en el inciso 4 del artículo 219
del Código Civil, referida al fin ilícito opera cuando el acto resulta contrario
a las normas imperativas o las buenas costumbres, por consiguiente
hemos demostrado el fin ilicto de acto juridico contenido en el documento
de compraventa de fracción de predio denominado “La Cruz”, E. C. 10045,
con un área de 1.7319 hectáreas, distrito La Cruz, de la Provincia y
Departamento de Tumbes.
E.- Porque la Ley lo declara nulo.- Sin perjuicio de que al acto jurídico
celebrado cuya nulidad se deduce en esta acción, careció de voluntad
verdadera para su celebración y para someterse a sus efectos legales;
conforme se establece en el artículo 1529 del Código Civil “Por la
compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al
comprador y éste apagar su precio en dinero.”
En efecto, dos son los elementos esenciales del contrato de compra venta
a saber:
En efecto señor Juez, cuando existe simulación del acto jurídico no hay
problema alguno mientras haya acuerdo de ello entre las partes, o mientras
no se dañe a tercero; empero, si ocurre lo contrario la cosa cambia y
faculta legítimamente a las partes y/o al tercero dañado con la simulación
para demandar su nulidad, en el primer caso por el sólo hecho que su
voluntad real debe de quedar al descubierto y la parte se encuentra
plenamente legitimada para accionar y deducir la nulidad, es decir
simplemente debido a que su voluntad para simular ha cesado; en el
segundo caso porque la ley no puede permitir la perpetración del abuso del
derecho. Al respecto el artículo 193º del Código Civil establece lo siguiente:
“La acción para solicitar la nulidad del acto simulado puede ser ejercitada
por cualquiera de las partes o por el tercero perjudicado, según el caso.