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LA CULPA PATRONAL Y LA INDEMNIZACIÓN TOTAL Y ORDINARIA DE

DAÑOS Y PERJUICIOS

CLAUDIA YOVANA QUIÑONES CORTES

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESPECIALIZACION EN SEGURIDAD SOCIAL

SANTIAGO DE CALI
2014

[1]
LA CULPA PATRONAL Y LA INDEMNIZACIÓN TOTAL Y ORDINARIA DE
DAÑOS Y PERJUICIOS

CLAUDIA YOVANA QUIÑONES CORTES

Informe para Optar el título de Especialista en Seguridad Social

Asesor

PhD. ADRIANA MARÍA BUITRAGO ESCOBAR

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESPECIALIZACION EN SEGURIDAD SOCIAL

SANTIAGO DE CALI
2014

[2]
TABLA DE CONTENIDO

No. de Pág.

Introducción 6

Planteamiento del Problema 9

Formulación del Problema 11

Objetivo general 11

Objetivos Específicos 11

Metodología 12

Antecedentes 14

CAPÍTULO I

1.1 Reseña histórica de la culpa patronal 18

1.2 Marco histórico de las normas creadas para regular la culpa patronal en

Colombia 19

[3]
CAPITULO II

ANALISIS DE LOS CONCEPTOS GENERALES DE LA INDEMNIZACIÓN

TOTAL Y ORDINARIA DE DAÑOS Y PERJUICIOS OCASIONADA POR LA

CULPA PATRONAL EN COLOMBIA.

2.1 Definición de indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios. 27

2.2 Posición jurisprudencial frente a la indemnización total y ordinaria de daños y

perjuicios.

CAPITULO III

ANALISIS DE LAS NORMAS JURÍDICAS QUE TRATAN LA INDEMNIZACIÓN

TOTAL Y ORDINARIA DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR CULPA PATRONAL EN

COLOMBIA. 39

CAPITULO IV

DETERMINAR LAS CAUSAS GENERADORAS DE LA CULPA PATRONAL EN

LA LEGISLACIÓN COLOMBIANA.

4.1 Elementos Para Probar La Culpa Patronal. 43

[4]
4.2 Cuando No Procede La Culpa Patronal. 45

4.3 Tipo De Responsabilidad En La Culpa Patronal. 46

Conclusiones 49

Referencias 51

[5]
INTRODUCCION

La presente investigación, se enmarca dentro del campo de análisis de la figura jurídica

culpa patronal y la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios, en razón a que

el mundo en su constante evolución se vuelve más industrializado y las labores de los

trabajadores dejan de ser artesanales, para convertirse en tecnificadas con la ayuda de

las maquinas aumentado así las lesiones o daños por accidente de trabajo o enfermedad

profesional, sin que los empleadores asuman responsabilidades y de esta forma nacen

las legislaciones para la protección del trabajador.

La culpa patronal se perfecciona con la existencia de un contrato de trabajo en entre las

partes, llamados empleador y trabajador, dentro de la relación laboral, el empleador

tiene el deber y cuidado de adoptar todos los mecanismos de protección para amparar la

integridad; física, psíquica y moral de su trabajador, de no hacerlo es causante de un

daño el cual debe resarcir.

Sí bien, la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios se creó con el objetivo

para que el empleador de algún modo pueda resarcir el daño; físico, moral, psicológico

y patrimonial causado a sus trabajadores, por no cumplir con sus obligaciones y deberes

para salvaguardar la integridad de los mismos al momento en que éstos vayan a ejecutar

las labores para las cuales fueron contratados. Dicha medida no ha sido suficiente, en

razón a que continúa incrementándose los accidentes laborales y la muerte de los

trabajadores. Razones como estas motivaron la necesidad de crear más mecanismos que

[6]
permitan mitigar las consecuencias de lo ocurrido y nuestro Estado, cuyo principio

constitucional tiene como objetivo velar por la dignidad del hombre, se decide entonces

promulgar nuevas leyes que protejan al trabajador.

Motivo por el cual, crea el Sistema de Riesgos Profesionales que tiene su fundamento

en la Constitución Política de 1991, articulo 48, el cual estableció el derecho

irrenunciable de los ciudadanos a la seguridad social, posteriormente y con la

expedición de la renombrada –en muchos sectores y por múltiples causas- Ley 100 de

1993 que se determinó o se procuró a seguir la directriz básica de los Sistemas

Generales de Pensiones y Salud, después le otorga al Gobierno facultades para

reglamentar lo relativo al Sistema General de Riesgos Profesionales y fue en el

desarrollo de esas facultades que se expidió el Decreto ley 1295 de 1994 y la Ley 766

de 2002 para reconocer las prestaciones económicas y asistenciales de los accidentes de

trabajo y las enfermedades profesionales de manera automática, es decir, sin que el

trabajador deba probar la culpa del empleador, pero siempre y cuando ocurra el

accidente con causa u ocasión del trabajo.

Es de observar que la culpa patronal pese encontrarse expresamente en la legislación

laboral, también nos remite a la jurisdicción civil en el artículo 2341 del Código Civil,

el cual reza: “Responsabilidad extracontractual. El que ha cometido un delito o culpa,

que ha inferido daño a otro, es obligado a la indemnización, sin perjuicio de la pena

principal que la ley imponga por culpa o delito cometido”. De lo anterior, se puede

colegir que todo aquel que cometa daño con culpa y ello ocasione un perjuicio debe

[7]
indemnizarlo. Se evidencia que ambas normas señalan la culpa como característica

principal de la responsabilidad, para que haya lugar a la indemnización de forma total y

plena a la víctima.

Desde esta perspectiva, se busca formular un material que permita agrupar toda la

reglamentación y generalidades en torno a la protección del trabajador; con el fin de

tener herramientas que ayuden tanto a empleadores, trabajadores y a las ARL siendo las

ultimas entidades de carácter público o privado que se encuentran dentro del Sistema de

Riesgos Laborales encargadas de recibir parte del dinero de las cotizaciones para el

pago de las respectivas prestaciones a que haya lugar en los casos de existir una

contingencia es decir un accidente de trabajo o enfermedad profesional.

Para finalizar es necesario conocer la normatividad, los límites que se han generado,

para erradicar la culpa patronal en su totalidad y así poder garantizar lugares de trabajos

aptos y la dotación correcta para que los trabajadores desempeñen sus funciones sin

temor a accidentes y riesgos previsibles.

[8]
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La Culpa Patronal es la conducta reglamentada y descrita por el Código Sustantivo del

Trabajo colombiano, en su artículo 216 el cual precisa: Culpa del empleador. Cuando

exista culpa suficiente comprobada del empleador en la ocurrencia del accidente de

trabajo o de la enfermedad profesional, está obligado a la indemnización total y

ordinaria por perjuicios pero del monto de ella debe descontarse el valor de las

prestaciones en dinero pagadas en razón de las normas consagradas en este Capítulo.”

La finalidad de la indemnización de perjuicios, es restablecer el patrimonio del

trabajador que se vio afectado por la ocurrencia de un accidente de trabajo o

enfermedad profesional por culpa del empleador, haciendo que dicha consecuencia

recaiga directamente sobre el patrimonio de éste, obligándolo a pagar al trabajador una

indemnización plena de prejuicios patrimoniales como lo es el (daño emergente y el

lucro cesante), morales objetivos y subjetivos, y los fisiológicos (llamados “perjuicio de

vida relación”, “daño al proyecto de vida”)1(Restrepo, 2013).

El legislador en procura de la protección de la integridad de los trabajadores consagra

en el artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo; Culpa del empleador. Cuando

exista culpa suficiente comprobada del empleador en la ocurrencia del accidente de

trabajo o de la enfermedad profesional, está obligado a la indemnización total y


1
Respecto al daño emergente: son los recursos económicos que egresan o salen del patrimonio del trabajador o su
familia, para atender las consecuencias derivadas del daño(accidente de trabajo o enfermedad profesional) y que
tiene como finalidad atender las consecuencias y gastos que ocasione el daño. El lucro cesante: es la privación el
aumento patrimonial dejar a una persona o a su familia sin quien los beneficie económicamente de la productividad
de quien trabaja y que por un accidente o enfermedad profesional no produce lo que antes generaba o fallece y
deja ingresar a la familia o beneficiarios una determinada suma de dinero. Daños Morales: no afectan aspectos
económicos, sino íntimos y afectivos como la angustia sufrida por la enfermedad de un familiar o pérdida de un ser
querido. (Restrepo, 2013).

[9]
ordinaria por perjuicios pero del monto de ella debe descontarse el valor de las

prestaciones en dinero pagadas en razón de las normas consagradas en este Capítulo.

Además de la Ley 6 del 1945 concretándose en el artículo 199 y siguientes del C.S.T.

La culpa patronal como se ha manifestado se encuentra expresa en el artículo 216 del

C.S.T, brindando especificidad frente al tema de indemnización total y ordinaria de

daños y perjuicios, es necesario tener en cuenta la jurisdicción civil para así determinar

la responsabilidad y grado de la culpa imputada al empleador.

Por último, cuando el empleador incurre en la omisión de las obligaciones y deberes,

frente a la protección y bienestar laboral de sus trabajadores y alguno de ellos se ve

afectado, éste a través de la vía judicial pueden reclamar la indemnización total y

ordinaria de daños y perjuicios, pero irónicamente el trabajador es quien debe soportar

la carga de la prueba. Así las cosas partiendo de lo que se pretende investigar respecto al

tema se empezará por preguntarse: ¿Cuáles son las causas que generan la existencia de

culpa patronal y la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios en Colombia?

[10]
FORMULACION DEL PROBLEMA

¿Cuáles son las causas que generan la existencia de culpa patronal y la indemnización

total y ordinaria de daños y perjuicios en Colombia?

OBJETIVO GENERAL

Determinar las causas que generan la existencia de culpa patronal y la indemnización

total y ordinaria de daños y perjuicios en Colombia.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Primero: Señalar los conceptos generales de la indemnización total y ordinaria de

daños y perjuicios ocasionada por la culpa patronal en Colombia.

Segundo: Analizar las normas jurídicas que tratan la indemnización total y ordinaria

de daños y perjuicios por culpa patronal en Colombia.

Tercero: Establecer las causas generadoras de la culpa patronal en la legislación

colombiana.

[11]
METODOLOGIA

La presente investigación se hará de tipo básico, y se enmarca dentro de un nivel de

profundidad exploratorio, pues el objetivo, desde un comienzo, es hacer una

recopilación de tipo teórico, dada la ausencia de un modelo especifico que se refiriera al

problema planteado, circunstancia que nos acercó al conocimiento del mismo.

De igual forma, la expectativa de esta investigación, es la de concretar un trabajo, que

sirva de base para la realización de nuevos estudios por parte de otros profesionales,

dado que sobre la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios ocasionada por

la culpa patronal, son pocos los estudios que en la última década se han realizado los

que hay son más antiguos y tanto las leyes laborales como algunas novedades

jurisprudenciales no se han registrado en investigaciones académicas últimamente.

El análisis y determinación de resultados se realizará con un método de investigación

hermenéutico cualitativo, donde se presentará la realidad social y jurídica del tema, para

generar una nueva perspectiva y sensibilidad frente a la protección del trabajador.

Entre las técnicas utilizadas, se realizó una recopilación de sentencias de las altas cortes

de la rama jurisdiccional, literatura especializada en la materia con las cuales se

exponen en el análisis de la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios

ocasionada por la culpa patronal.

[12]
Otra técnica que se agotó fue la recolección de documentos, artículos académicos

jurídicos, periodísticos, así también estadísticas ofrecidas por las organizaciones no

gubernamentales y oficiales frente al tema a partir de la última década en Colombia.

En la presente investigación, el tratamiento y análisis de la información se concretó a

través de datos cualitativos, analizando el contenido, interpretación y compresión de los

hechos o fenómenos que han tenido incidencia en la indemnización total y ordinaria de

daños y perjuicios ocasionada por la culpa patronal, con la que se pretende contribuir al

desarrollo sistemático de la investigación.

[13]
ANTECEDENTES

La historia del derecho laboral es relativamente reciente, como quiera que sus orígenes

más remotos se ubican en la parte final del siglo XVIII, y su desarrollo normativo se

gesta a mediados del siglo XIX (Colegio de Abogados Rosaristas 2004) , lo cual explica

su inmensa importancia en el desenvolvimiento que ha tenido el transcurso del siglo

inmediatamente anterior, durante el cual, en el mundo y en Colombia, es pertinente

recordar que desde 1950 se crearon en el código Sustantivo del Trabajo distinciones en

cuanto a destinatarios de las obligaciones y mecanismos de reestructuración , que de

haberse utilizado oportuna y eficientemente, hubieran evitado en gran medida caer tan

profundo en el nivel de desigualdades sociales al que hemos llegado, en una buena parte

a lo concerniente a los asuntos netamente prestacionales y hoy por hoy con la seguridad

social en general (Sánchez, 2009).

Desde la Constitución Política de Colombia de 1986, se consagra el tratamiento especial

para todos los ciudadanos, más como política estatal, que como sujeto laboral o de la

seguridad social; cuando en su capítulo sobre los Derechos Civiles y Garantías Sociales,

consagró en sus artículo 19, la obligatoriedad de las autoridades de la República de

proteger a todas las persona residentes en Colombia, en sus vidas, honra y bienes, entre

otras cosas (Consejo Nacional Constituyente 1886).

No obstante lo anterior, aquel capítulo de derechos civiles y garantías sociales, en nada

se refieren a una protección en materia prestacional a ese ciudadano, ni en razón a su

[14]
eventual vinculación laboral, ni como persona que tuviese posibilidad de sufrir daños en

su integridad física o sensorial; mucho menos como sujeto de seguridad social, concepto

que para la época aún no era concebido por nuestro ordenamiento jurídico, como un

régimen o sistema.

Es ésta la razón, por lo que nuestro constitucionalismo de antaño, poco reseña sobre el

tratamiento dado al derecho de trabajadores accidentados, lesionados o lisiados de por

vida por ocasión de su actividad laboral, lo que necesariamente se traduce en una escasa

regulación sobre el reconocimiento a su reparación material a título de indemnización

total y ordinaria de daños y perjuicios que existiere desde siempre por culpa del patrón o

jefe y sin embargo estos eventos han ocurrido y ocurren hoy en día en casi todas las

actividades laborales, por esas razones era un imaginario o hipotética pretensión que se

materializará tal situación para la época.

Sí bien, es cierto el ordenamiento jurídico colombiano en materia laboral y

posteriormente en seguridad social es prácticamente nuevo o muy joven, esta última

surge como instrumento protector de riesgos y contingencias, y por obvias razones se

encuentra íntimamente ligado al trabajo subordinado, por lo que sus primeras reglas

constituían parte de las prestaciones sociales patronales (Congreso de Colombia 1961);

razón por la cual sus normas, en sus inicios integran la legislación sustantiva del trabajo.

A pesar de los sucesos y como medida contemplada por el legislador décadas después,

aún se continúan observando altos índices de accidentes laborales. Razones como estas

[15]
motivaron a la creación de mecanismos que permitan mitigar las consecuencias de lo

ocurrido en con observancia al consagrado Estado social de derecho a partir de 1991,

cuyo principio constitucional tiene como objetivo garantizar la efectividad de los

principios, derechos y deberes consagrados en la Norma superior; facilitar la

participación de todas las decisiones que afecten la vida, economía, política,

administrativa y cultural de la Nación, además de que las autoridades están instituidas

para proteger a todas las personas, es frente a esa tan publicada protección.

Posteriormente y con el fin de solucionar vacíos y errores de la mencionada norma de

1993, el gobierno nacional impulsa un proyecto que se cristaliza o materializa en la Ley

776 de 2002 para reconocer las prestaciones económicas y asistenciales de los

accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales de manera automática entre otros

asuntos, es decir, sin que el trabajador deba probar la culpa del empleador, pero siempre

y cuando ocurra el accidente con causa u ocasión del trabajo.

Es de observar la culpa patronal pese encontrarse expresamente en la legislación

laboral, también nos remite a la jurisdicción civil en su artículo 2341 y de esta forma

determinar el tipo de responsabilidad que recae sobre el empleador por el daño causado

a sus trabajadores y así poder indemnizar de forma total y plena a la víctima (Ayala

2005).

No obstante a las normas preexistentes tales como; el artículo 216 del C.ST, Ley 6 del

1945, Ley 100 de 1993 y ley 776 de 2002 para la protección de los trabajadores, los

[16]
empleadores continúan haciendo caso omiso de las mismas; lo cual nos obliga a conocer

no sólo lo concerniente a los aspectos legales y reglamentarios, sino además sus

orígenes, conceptos técnicos, causas y consecuencias de este tipo de conducta del

empleador (Ayala, 2005).

[17]
CAPITULO I

1.1 RESEÑA HISTORICA DE LA CULPA PATRONAL

Para poder hablar de las normas existentes en Colombia, correspondiente a la regulación

de la culpa patronal, es necesario hacer un viaje al pasado y trasladarnos a otros países,

para ver la génesis de las mismas y todo comienza “a partir del siglo XIX con la

Revolución Industrial iniciado en Inglaterra en 1760, dicha revolución influyó en todas

las esferas de la actividad humana: económica, política, social y cultural” (Escuela

pedia, 2014). Todo el desarrollo económico del mundo contemporáneo. La Revolución

Industrial fue apenas parte de todo el proceso de transición económica que dio origen a

la moderna economía capitalista.

La Revolución Industrial, que influyó en todo el desarrollo económico del mundo

contemporáneo, llevó a la aparición de la gran industria y, con ello todas las necesidades

tanto administrativas como de tipo legal no sólo en donde se inician las amplias cargas

comerciales sino igual en todos los lugares donde llegasen mercancías y por

consiguiente fortalecer el ámbito laboral, surgen así las nuevas doctrinas sociales, entre

muchos factores que cambian para siempre este mundo (Escuela pedia, 2014).

Esta revolución amplió el mercado laboral, es raíz de esta situación que muchos

trabajadores dejaron los campos y se fueron en busca de mejores condiciones de vida en

las grandes ciudades. Este éxodo masivo de personas no acostumbradas al mundo

[18]
mecánico y tal vez sofisticado, dependiendo desde el punto de vista que se observe,

generaron mayor accidentalidad laboral y por consiguiente situaciones laborales muy

particulares, mutilaciones, enfermedad profesional y todo tipo de eventos (Escuela pedia

2014).

El proceso industrial no daba espera, con el tiempo era mayor su expansión, pero los

estados europeos se tardaron casi medio siglo en percatarse de la importancia de una

legislación, sobre la seguridad industrial y la ocupacional para la protección de los

trabajadores, siendo víctimas, se veían obligados a emprender complejos procesos

judiciales en lo que se exigía casi una prueba diabólica de la culpa del empleador, cuya

demostración se cernía hasta el punto de evidenciar la intensión proterva este en la

ocurrencia del hecho dañoso. Bajo es te panorama tan nefasto se comenzaron a proferir

las primaras leyes de seguridad industrial, siendo el pionero el estado Alemán en 1883,

al cual se le unió Francia hasta que se popularizo tanto en Europa esas legislaciones,

mas con la intención de proteger el patrimonio del empleador que para generar garantías

para el trabajador (Restrepo, 2013).

1.2 MARCO HISTÓRICO DE LAS NORMAS CREADAS PARA REGULAR LA

CULPA PATRONAL EN COLOMBIA.

Las normas sobre el tema en particular no son ni muchas y menos muy antiguas, debido

a que frente al pago de la indemnización plena de perjuicios en casos de culpa patronal

debidamente comprobada, regulada en el art. 216 del CST; su desarrollo conceptual y

[19]
normativo permitirá tener meridiana claridad sobre el apasionante tema en que se ocupa

esta investigación; para empezar es relevante conocer en qué consiste el sistema general

de riesgos profesionales, en qué consiste un accidente de trabajo y cuál la normatividad

vigente.

El sistema general de riesgos profesionales forma parte del sistema de seguridad social

integral, establecido por la Ley 100 de 1993. Los riesgos laborales de conformidad con

la Ley 31 de 1995 en su artículo 4 literal 2 lo de fine como: “la posibilidad de que un

trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. Para calificar un riesgo

desde el punto de vista de su gravedad, se valorarán conjuntamente la probabilidad de

que se produzca el daño y la severidad del mismo”. Además de la enfermedad que haya

sido catalogada como profesional por el Gobierno Nacional y que se encuentre

determinada dentro de la reglamentación o el Sistema de Seguridad Social.

El trabajo investigativo se hace desde las pocas normas legales y las administrativas que

conducen el transito escaso de la culpa patronal y su inicio es por obvias circunstancias

desde las Seguridad Social existente y normas laborales, entre ellas el Decreto ley 1295

de 1994, la cual define el Sistema General de Riesgos Profesionales como el conjunto

de entidades públicas y privadas, normas y procedimientos, destinados a prevenir,

atender y proteger a los trabajadores de los efectos de las enfermedades y los accidentes

que puedan ocurrirles con ocasión o como consecuencia del trabajo que desarrollan.

También se tendrá en cuenta lo dicho por la Honorable Corte Suprema de Justicia con

motivo de la expedición de la ley 776 de 2002. La cual se establece normas sobre la

[20]
organización, administración y prestaciones del Sistema General de Riesgos

Profesionales.

De conformidad con la definición de Riesgos Profesionales mencionada anteriormente,

se debe hacer una aproximación de las bases importantes del sistema, los cuales están

contemplados en el artículo 2 del Decreto 1295 de 1994 y en la ley 776 de 2002:

“a) Promoción y Prevención: El Sistema debe establecer las actividades

de promoción y prevención tendientes a mejorar las condiciones de

trabajo y salud de toda la población trabajadora, protegiéndola contra

los riesgos derivados de la organización del trabajo, y fortalecimiento de

las actividades tendientes a establecer el origen de los accidentes de

trabajo y las enfermedades profesionales y el control de los agentes de

riesgos ocupacionales.

b) Establecer las Prestaciones, el reconocimiento y pago de las mismas:

El artículo 2 del decreto 1295 de 1994 establecía frente a esta objetivo

que el sistema debe fijar las prestaciones de caracteres asistenciales y

económicos en atención de la salud de los trabajadores. Adicionalmente,

reconocer y pagar a los afiliados las prestaciones económicas por

incapacidad permanente parcial o invalidez, que se deriven de las

contingencias de accidente de trabajo o enfermedad profesional y muerte

de origen profesional. Literal que fue derogado por la ley 776 de 2002

que determinó en el artículo 1 que “todo afiliado al Sistema General de

[21]
Riesgos Profesionales que, en los términos de la presente ley o del

Decreto-ley 1295 de 1994, sufra un accidente de trabajo o una

enfermedad profesional, o como consecuencia de ellos se incapacite, se

invalide o muera, tendrá derecho a que este Sistema General le preste

los servicios asistenciales y le reconozca las prestaciones económicas a

los que se refieren el Decreto-ley 1295 de 1994 y la presente ley.”

De la norma anterior se desprenden algunas características básica o elementales del

sistema de seguridad social, entre ellos que hace unificación de criterios de riesgos

laborales, designación de entidades correspondientes para responder por tales riesgos

como es las ARL, hace énfasis en la prevención de los riesgos como política de

seguridad social, el sistema se diseñó para ser de aseguramiento frente a contingencias

laborales especialmente y cumpliendo el mandato legal y constitucional tiene un orden y

estructura muy sólido y definido.

En Colombia a raíz de la importación de modelos de implementados en algunos países

industrializados nuestro ordenamiento jurídico realiza promulgación de normas para la

seguridad industrial en pro de sus trabajadores, la primera ley respecto al tema, la Ley

57 de 1915 la cual de alguna forma específica las circunstancias sobre el empleador y

sus deberes o responsabilidades en calidad de jefes, igual aseveraciones tendientes a l

culpa patronal y cuando los exime de dicha responsabilidad, como se puede evidenciar

en el artículo 2 de la citada Ley el cual reza:

[22]
”2. El patrono es responsable de los accidentes ocurridos a sus operarios con

motivo del trabajo que realicen y en el ejercicio de la profesión que ejerzan, a

menos que el accidente sea debido a culpa del obrero, o a fuerza mayor extraña

al trabajo en que se produzca el accidente, o a imprudencias o descuido del

operario, o a ataque súbito de enfermedad que lo prive del uso de las facultades

menta- les o de las fuerzas físicas o a violación de los reglamentos de la

empresa”.

De igual forma, esta ley también establece una indemnización para los trabajadores

víctimas de la negligencia y falta de cuidado de su empleador la cual se evidencia en el

artículo 6 modificado por el artículo 8 de la Ley 133 de 1931, la cual precisa:

“Artículo 6 Modificado por el artículo 8 de la Ley 133 de 1931. Las

indemnizaciones respectivas de los casos anteriores serán:

a) Se pagará al lesionado durante el tiempo de la incapacidad para trabajar la

asistencia médica necesaria y las dos terceras partes del jornal que ganaba al

tiempo del accidente.

b) Se pagará al lesionado la asistencia médica necesaria y el jornal entero

correspondiente hasta un mínimo de noventa días y un máximo de ciento

cuarenta días, según el grado de incapacidad parcial definitiva.

[23]
c) Se pagará al lesionado la asistencia médica necesaria y una suma igual al

valor del salario correspondiente a un año, teniendo en cuenta el salario

semanal que ganaba al tiempo del accidente.

d) Se pagará una indemnización igual al jornal entero de un año, únicamente a

los herederos que se determinan en adelante.

Para el caso de esta indemnización se considera cumplida la causal cuando la

muerte ocurra por consecuencia y efecto natural del accidente dentro de los

sesenta días siguientes a éste.

Los herederos de que se ha hablado y la manera de distribuir la indemnización

serán los siguientes:

Si hay solo viuda, a ésta toda la indemnización;

Si hay viuda e hijos legítimos, la mitad a la primera y la otra mitad a los hijos;

pero si la viuda ha contraído nuevas nupcias antes del reconocimiento del

derecho de la indemnización, ésta corresponderá toda a los hijos;

Si hay hijos legítimos solamente, toda la indemnización será para ellos;

Si no hay viuda ni hijos legítimos, la indemnización será para los ascendientes

legítimos, por partes iguales; Si faltaren éstos también, la indemnización será

para los hijos naturales.

[24]
A falta de todos los anteriores, la indemnización será para los padres, naturales,

pero si solamente uno de ellos tuviere la calidad de padre o madre natural, a

éste corresponderá la indemnización.

PARÁGRAFO. Si el patrono pudiere emplear a cualquiera de los que conforme

a esta Ley tienen derecho a la indemnización, en el mismo oficio que

desempeñaba el "decujus", con el mismo jornal que ganaba éste, por el término

expresado, el patrono quedará relevado de la indemnización; pero si el salario

fuere menor, el patrono estará obligado solamente a pagar el completo a los

mencionados herederos. Los gastos indispensables de entierro y las diligencias

del caso serán siempre de cargo del patrón”.

Por otra parte, donde se evidencia una total estructuración de la culpa patronal, es con la

creación de la Ley 2663 del 5 de agosto de 1950, la cual crea el Código Sustantivo del

Trabajo y es en el artículo 216 el cual dice:

“Articulo 216. Culpa Del Empleador. Cuando exista culpa suficiente

comprobada del empleador en la ocurrencia del accidente de trabajo o de la

enfermedad profesional, está obligado a la indemnización total y ordinaria por

perjuicios pero del monto de ella debe descontarse el valor de las prestaciones

en dinero pagadas en razón de las normas consagradas en este Capítulo”.

De la revisión de la norma transcrita en comento se colige, que esta modalidad de

responsabilidad que se ha dado en llamar plena u ordinaria, se encuentra soportada en la

culpa patronal en el desencadenamiento de insuceso de trabajo, que provoca una

[25]
indemnización ordinaria y total de los daños causados por el desencadenamiento del

percance laboral se erige como un elemento de su esencia. Por ello se trata, sin duda, de

un régimen de responsabilidad subjetiva cimentada en la culpa. Otro elemento que se

extrae de la norma en comento es que este tipo de responsabilidad es contractual, puesto

que ella se produce en un marco de trabajo, a pesar de que para la cuantificación de la

indemnización se tenga que acudir a las fórmulas que emplea la responsabilidad,

extracontractual (Restrepo, 2013).

Posteriormente con la Ley 6 de 1945, se busca una indemnización de carácter objetivo

a favor del trabajador, las cuales eran previamente tasadas y le permitían a la persona

que sufriera una contingencia por causa o con ocasión del trabajo obtener algún tipo de

prestación sin tener que acudir a los estrados judiciales, ni demostrar la culpa, pero

ello implicaba que quedara supeditado el trabajador a recibir la indemnización ya

tarifada, sin importar que sus perjuicios fueran mayores y excluyendo las lesiones al

patrimonio moral y a la vida relación. Este tipo de prerrogativas a favor del trabajador

tradicionalmente se ha denominado responsabilidad laboral (Restrepo, 2013).

Con la expedición de los Decretos 3135 de 1968 y 1848 de 1969, los cuales

reglamentaron el régimen laboral y prestacional de los empleados públicos. Con las

anteriores disposiciones el país inició la reglamentación desde 1964 de manera clara y

precisa (Presidente de la Republica 1968), la protección de los trabajadores del sector

privado en materia de accidentes de trabajo y enfermedad profesional con el Instituto

Colombiano de Seguros Sociales, después Instituto de Seguro Social y hoy La

[26]
Administradora Colombiana de Pensiones -Colpensiones y desde 1968 la protección

para accidentes de trabajo y enfermedad profesional de los servidores del sector público

con la Caja Nacional de Previsión Social hoy a cargo de la Unidad de Gestión Pensión

y Parafiscales- UGPP.

Por último y con el objeto de por fin llegar a satisfacer los vacíos existentes se expidió

la Ley 776 de 2002, dicta normas sobre la organización, administración y prestaciones

del Sistema General de Riesgos Profesionales, además de las prestaciones asistenciales

y económicas derivadas de un accidente de trabajo o de una enfermedad profesional, las

cuales serán reconocidas y pagadas por la administradora en la cual se encuentre

afiliado el trabajador en el momento de ocurrir el accidente o, en el caso de la

enfermedad profesional, al momento de requerir la prestación.

CAPITULO II

ANALISIS DE LOS CONCEPTOS GENERALES DE LA INDEMNIZACIÓN

TOTAL Y ORDINARIA DE DAÑOS Y PERJUICIOS OCASIONADA POR LA

CULPA PATRONAL EN COLOMBIA.

2.1 DEFINICIÓN DE INDEMNIZACIÓN TOTAL Y ORDINARIA DE DAÑOS Y

PERJUICIOS.

Los conceptos y referencias sobre el tema han sido particularizados por diversos

doctrinantes, los cuales han servido de referencia para la emisión de pronunciamientos

[27]
jurisprudenciales, en ese mismo orden de ideas, el autor Andres Von Tuhr, nos ilustra

con detalles sobre la institución de la indemnización, quien precisa que jurídicamente

debe existir responsabilidad y contratación o el vínculo contractual, es así como en su

obra manifiesta que ; “Sobre la indemnización existen numerosos casos en que el

crédito versa sobre la recuperación o resarcimiento de un daño, la causa más

importante que puede responder el deber de indemnizar es la culpa del causante del

daño; culpa que a su vez puede constituir en la realización de un acto ilícito o en

incumplimiento de una obligación , principalmente de un contrato” (Von, 2005)

Ciertamente, se puede inferir que la indemnización total y ordinaria de daños y

perjuicios, es aquella que buscar reparar un daño causado, por la omisión de un deber u

obligación, donde debe estar comprobada la culpa.

Entre otros argumentos tenemos que hay ciertas diferencias entre una responsabilidad y

la otra, en el entendido que unas son civiles netamente y otras se desprenden de relación

laboral o similares, pero lo que atañe a este tipo de reparación es que su menoscabo se

origine dentro de esa relación contractual existente por una labor o ejercicio

determinado con función de ser empleado y no de ninguna otra, pues para las otras sin

vínculo contractual existen mecanismos o instituciones jurídicas diferentes a la que

estamos estudiando, sobre esta particular o estrecho vínculo se pronunció el autor

Alberto Tamayo Lombana en su obra, donde expone diversas posiciones y teorías al

respecto manifiesta que;

“La responsabilidad civil de naturaleza contractual del empleador, cuando

sobreviene la muerte del empleador en un accidente de trabajo, lo que obliga a

la reparación plena de perjuicios y no aplica otra clase de responsabilidad,

necesariamente debe existir un contrato de trabajo.


[28]
La responsabilidad civil se define como la obligación legal que tiene una

persona de pagar o reparar cualquier daño, perdida o menoscabo causados a

una tercera persona por su culpa o negligencia y de esta teoría se derivan dos

responsabilidades la responsabilidad civil contractual y la extracontractual,

siendo la contractual la que se le atañe al empleador por ser subjetiva en razón

a que es la omisión realizada sin malicia que impide el normal cumplimiento de

una obligación y representa fundamentalmente un daño causado en el marco de

una relación jurídica preexistente, es decir que requiere de un elemento

fundamental el cual es el contrato de trabajo, es por ello, que el perjuicio debe

provenir del incumplimiento de una obligación impuesta por el

mismo”(Tamayo, 2005).

Manifestaciones doctrinales son diversas y muy nutridas en contenidos, los cuales han

servido de mucho, para darle sentido a los fallos judiciales y para hacer más fácil la

comprensión de la figura de la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios

ocasionada por asuntos netamente de las omisiones o deberes de algún empleador, el

catedrático Baquero por ejemplo, manifiesta que; “La doctrina ha entendido que sí el

empleador no toma las medidas necesarias para evitar el riesgo profesional, su omisión

en caso de lesión o daño para la vida e integridad del trabajador se equipará a la

acción, de la denominada posición de garante, es decir a la muy especial relación en

virtud de la cual el agente solidario debe evitar lesiones o daños para los bienes

jurídicos para su cuidado”(Baquero, 2012).

[29]
Por lo tanto desde esa óptica tenemos que obviamente este particular evento se da para

que el empleador y sus deberes no sean por nada olvidados, y con esto evitarle a su

trabajador resultados lesivos, por lo tanto es de asimilar de manera comparada que

algunas labores u oficios igualmente regidos por contrato se puede presentar situaciones

donde ese deber se descuida o se omite, tenemos con ello que también ocurren con el

vigilante, la niñera, el salvavidas o el conductor frente a los bienes jurídicos de las

personas bajo su cuidado o protección. (Baquero, 2012).

Así las cosas, nuestra legislación en materia de riesgos profesionales, la que atribuye al

empleador el deber de prevenir los riesgos laborales. Dispone en el artículo 56 del

Decreto 1295 de 1994: “la prevención de los riesgos profesionales es responsabilidad

de los empleadores”, estableciéndose así mismo en dicho estatuto, obligaciones

patronales tales como procurar el cuidado integral de la salud de los trabajadores y del

ambiente de trabajo, ejecutar y controlar el cumplimiento del programa de salud

ocupacional, facilitar la capacitación de sus trabajadores e informar a estos sobre riesgos

a que pueden verse expuestos en su labor.

Es así como encontramos que la reglamentación Legal y sobre todo la que corresponde

a asuntos laborales como lo determina el, el Código Sustantivo de Trabajo y todos sus

decretos que la complementan y resoluciones que coadyuvan con su interpretación y

con su ejecución, atribuye al empleador ciertas obligaciones, que van desde las clases

de dotación en caso de ciertas labores más riesgosas, generar todo lo oportuno y

necesario para un óptimo clima laboral, crear zonas de seguridad y resguardo, brindar

protección y seguridad de todos sus trabajadores como también poner a disposición de

[30]
ellos instrumentos adecuados, que van desde botiquines de emergencias mínimas hasta

equipar infraestructura del lugar de trabajo en aquellas labores que así lo exija su

explotación ya sea de materiales grandes y robustos como en el caso de pequeños,

líquidos o de tóxicos o químicos; para realizar las labores y procurarle locaciones justas

con el fin de proteger la integridad física y emocional de sus empleados con todos esos

elementos idóneos de protección contra los riesgos laborales.

“Es claro entonces que por mandato legal en Colombia, de conformidad con el artículo

56 del Decreto 1295 de 1994, el empleador es garante respecto a la protección y

seguridad de sus trabajadores en la ejecución de su labor, a la que se suma, dada la

figura de contrato de trabajo, es el empleador, el mismo que asume como propio los

deberes de evitación de los riesgos profesionales respecto a las personas a su servicio”

(Baquero, 2012).

La indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios no es un tema nuevo pero se

convierte en novedoso cuando la carga de la prueba de la culpa patronal está en cabeza

del trabajador y pese a considerarse una garantía para este mismo; víctima de la

negligencia y mal cuidado de su empleador debe probar su dicho para poder obtener la

tan anhelada indemnización.

La mayoría de las investigaciones se han orientado en buscar los elementos para

configurar la culpa patronal, mas no en educar a los trabajadores para que estos dentro

de sus labores tengan conocimiento de la negligencia e impericia de su empleador al no

[31]
ofrecerles garantías laborales frente a su seguridad y de esta manera no fomentar el

desarrollo o surgimiento la culpa patronal.

Sobre el mismo, se reconoce que “La finalidad genérica de la indemnización de

perjuicios no es otra que restablecer el patrimonio del trabajador que se vio afectado por

la ocurrencia de un accidente o enfermedad profesional por culpa del empleador

haciendo que dicho daño recaiga sobre sobre el patrimonio del empleador causante del

daño.”(Restrepo, 2013).

Y en ese mismo orden los nexos de causalidad, cimentados en la omisión u acción

negligente al no cumplir sus deberes de seguridad, los empleadores ejecutan poco a

poco esa culpa exclusiva por su carácter de jefes y titulares de unos mínimos de

atención frente a esos requerimientos, el catedrático citado menciona;

“Adicionalmente se pueden advertir otro tipo de sanciones tal como una advertencia o

amenaza para que el empleador cumpla a cabalidad con las normas de seguridad e

higiene industrial, acate los reglamentos de salud ocupacional, disponga de políticas

seguras en la empresa y capacite a los trabajadores para la realización de actividades

que se considere como riesgosas” (Restrepo, 2013).

Es así como en su obra de legislación laboral en la salud y riesgos profesionales el

catedrático Carlos Ayala Cáceres indica que;

“El tipo de responsabilidad para precisar cuando el empleador es

culpable de un accidente de trabajo, para que la responsabilidad sea

[32]
subjetiva debe tener 4 elementos, como son: a) Conducta humana. b)

Que el autor del daño haya obrado con dolor o culpa. c) Daño o

perjuicio. d) Nexo causal.

Realizada la anterior descripción, se puede inferir que el empleador es

culpable de un accidente de trabajo y pagar por la responsabilidad civil

generada mediante (grandes sumas de dinero por concepto de

indemnización), la pena de prisión y la que imponen no solo las

entidades administrativas sino también el Ministerio de la Protección

Social.

Queda claro que la responsabilidad laboral nace del contrato de

trabajo, y que de éste se desprende una responsabilidad civil, por cuanto

obliga al empleador a reconocer las pretensiones económicas y

asistenciales de los trabajadores accidentados, a su vez deben

indemnizar los perjuicios causados por ese accidente, cuando él resulta

culpable.

Al respecto no existe concepto legal, pero algunos doctrinantes señalan que la

indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios es “Según las normas laborales

que establecen la reparación plena de perjuicios por riesgos de trabajo se remiten a los

principios y normas de la responsabilidad civil. El CTS establece la responsabilidad

civil y determina que cuando exista culpa suficiente comprobada del empleador con

ocurrencia del accidente de trabajo o enfermedad profesional, está obligado a la

indemnización total y ordinaria de perjuicios a favor del trabajador y sus familiares,

[33]
pero no puede descontar de la responsabilidad civil u ordinaria que asume el

empleador lo pago por la responsabilidad laboral por parte de la ARL, por cuanto son

responsabilidades u orígenes diferentes y dichas entidades no asumen el dolo o culpa

del empleador” .(Díaz Granados, 2005).

“Cuando se produce el incumplimiento de una obligación derivada de un contrato,

surge la necesidad de exigir el cumplimiento de un interés individual, el del acreedor,

que puede pedir al deudor incumplido el resarcimiento de los perjuicios que el

incumplimiento le ocasionó. Existe, por tanto, un deber previamente pactado, una

relación jurídica previa y el sistema de responsabilidad derivado del contrato tiene

como finalidad asegurar al perjudicado la obtención del beneficio que se buscó con la

obligación pactada” (Roca, 1988).

En este punto se debe hacer un resalto importante pues no debemos confundir a quien

le corresponde el pago de la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicio, este

pago obedece única y exclusivamente el empleador, por omisión de proteger la

integridad física y moral de sus trabajadores y las ARL solo reconocen las prestaciones

económicas y asistenciales de los accidentes de trabajo y las enfermedades

profesionales de manera automática, es decir, sin que exista culpa del empleador, pero

siempre y cuando ocurra el accidente con causa u ocasión del trabajo.

Analizado lo anterior, se puede deducir claramente que sobre el particular y en especial

la indemnización total y ordinaria que establece el artículo 216 del C.S.T, que debe

pagar el empleador por cuando su culpa cause perjuicios al trabajador se fundamenta en

[34]
la responsabilidad contractual, “supone una obligación anterior, se produce entre

personas ligadas por un vínculo jurídico preexistente y cuya violación sirve de sanción.

Es la que proviene de la violación de un contrato: consiste en la obligación de

indemnizar al acreedor el perjuicio que le causa el incumplimiento del contrato o su

cumplimiento tardío o imperfecto. Si todo contrato legalmente celebrado es una ley

para los contratantes, justo es que quien lo viole sufra las consecuencias de su acción y

repare el daño que así cause” (Rodríguez, 1981).

Y la responsabilidad extracontractual regulada por el artículo 2341 del Código Civil,

“es aquella en que el agente del daño viene obligado a repararlo, aunque no haya

culpa, si sobreviene a consecuencia de su actuación o de cosas que le pertenecen o

están bajo su guarda. Su fundamento estriba en la necesidad social de realizar una

serie de actividades peligrosas, deviniendo, necesario reconocer, el derecho de los

perjudicados a la indemnización. Ello ha provocado la contratación de seguros por

quienes realizan tales actividades, de modo que la responsabilidad, cuando surge el

daño, aparece repartida” (Enciclopedia Jurídica, 2014).

Respecto a la naturaleza o la necesidad de indemnizar se concibe que ésta se presenta o

se usa con el fin de equilibrar un desbalance que ocurrió con acción a la naturaleza

imperfecta de las relaciones humanas y que desprenden de estas perjuicios que de

alguna manera debe de resarcirse o de tratar de reparase en la mayor medida posible

aunque por lógica razón es de entender que sólo nace como una opción de equilibrar

pues resarcir o equiparar lo perdido o dañado es imposible, sobre el particular la

catedrática Quintero de Prieto manifiesta que; “Indemnizar obedece a la política de

[35]
restitución del equilibrio patrimonial o moral desajustado por la ocurrencia de un

daño, sea que tal daño se ocasione con un hecho que se tipifique como delito, o con uno

que no se estructura como tal, sino como culpa”( Quintero de Prieto, 2010).

Para que la indemnización ordinaria y total de daños y perjuicios, debe incluir los

perjuicios patrimoniales donde está contemplado el daño emergente y el lucro cesante,

siendo el primero los recursos que salen del patrimonio del trabajador o su familia para

atender las consecuencias del daño-accidente de trabajo o enfermedad profesional, y el

segundo, que es cuando una persona sufre un accidente de trabajo o enfermedad

profesional y por causa de estos no pueda recibir dinero, es decir, no puede generar

ingresos para su sostenimiento ni el de sus familiares.

Además de precisar que los daños no afectan sólo aspectos económicos sino

sentimentales y emocionales como la angustia emocional de ver al familiar pasar por

esas circunstancias o por la muerte del mismo. Los daños morales se dividen en dos;

objetivos siendo estos impactos a los sentimientos y emociones de una persona por las

repercusiones económicas, y subjetivos o subjetivados son aquellos que se generan

cuando se lesionan los sentimientos de las personas, debido a un impacto emocional o

afectivo, es el dolor que siente la persona perjudicada o las que se encuentran unidas a

ellas sentimentalmente (Martínez, 2003).

[36]
2.2 POSICIÓN JURISPRUDENCIAL FRENTE A LA INDEMNIZACIÓN TOTAL Y

ORDINARIA DE DAÑOS Y PERJUICIOS.

Los Honorables Tribunales del País, al igual que la Corte Supra de Justicia, comparten

similar criterio por no decir idéntico en la mayoría de los pronunciamientos, respecto al

pago de la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios por culpa patronal, en

razón a que a la luz del artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo esta norma

contiene la regulación especial de la responsabilidad laboral, para determinar la

obligación del empleador al reconocimiento del pago de la indemnización, pues basta

con establecer si se cumplen los cuatro elementos de la responsabilidad subjetiva como,

la conducta humana, el dolo o la culpa, daño o perjuicio y el nexo causal, para que se

configure la culpa patronal y por ende se pueda reconocer y pagar la indemnización

reclamada.

La Honorable Corte Suprema de Justicia, con base en el artículo 12 del Decreto 1771 de

1994 y el artículo 216 del C. S. del T., a través de la decisión del 25 de julio de 2002

radicación 18.520., mantiene invariable la tesis según la cual las entidades de seguridad

social no asumen las indemnizaciones originadas en enfermedades profesionales o

accidentes de trabajo que ocurran por culpa suficientemente comprobada del empleador,

y por tanto no es posible que le aminoren esa carga patrimonial al patrono encontrado

culpable, quien tiene toda la responsabilidad ordinaria por mandato sustantivo laboral la

Corte dijo:

<Entiende la Corporación que cuando la disposición en cita autoriza al patrono

a descontar del monto de la indemnización “el valor de las prestaciones en

[37]
dinero pagadas en razón de las normas consagradas en este capítulo”, se

refiere única y exclusivamente a las sumas que él haya pagado con anterioridad

al trabajador con ocasión del accidente, pero no las prestaciones que haya

reconocido el Instituto de Seguros Sociales por ese motivo, el cual no tiene por

qué asumir el riesgo del daño que al trabajador le sobrevenga por causa de un

accidente de trabajo o de una enfermedad profesional en cuya causación exista

culpa suficientemente comprobada del patrono”(Corte Suprema de Justica,

2002).

En relación a esta posición temática se enunció que la indemnización plena y ordinaria

de perjuicios consagrada en el artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo, es una

regulación autónoma de la responsabilidad patronal, por la cual no resulta operante el

concurso de culpas previsto en el citado artículo 2357 del Código Civil, que en varias

ocasiones fue punto de discusión entre algunos demandante y se observa en los intentos

para hacer defensas técnicas al respecto, pero afortunadamente la Honorable Corte

Suprema de Justicia de entre sus muchos pronunciamientos; reiteró en sentencia del 4

de febrero de 2003 radicación 19357, la Sala estimó:

“(….) Considera la Sala que en principio el artículo 216 del C.S.T. radica

exclusivamente en cabeza del culpable la indemnización <total> y ordinaria de

perjuicios, sin que prevea una reducción de la misma por una eventual

concurrencia de culpa de la víctima. Si el deseo del legislador fuera permitir tal

aminoramiento, bastaría con que así lo hubiese previsto de manera expresa o

simplemente ordenado remitirse a las normas del código civil que gobiernan la

[38]
materia en esa especialidad. Pero tan no fue esa la voluntad del legislador, que

reguló el tema de modo autónomo, en el propio código sustantivo del trabajo,

haciendo énfasis en que el empleador responsable debe responder por la

totalidad de los daños y es apenas elemental que este diáfano concepto excluye

lo meramente parcial o lo incompleto” (Corte Suprema de Justica, 2003).

CAPITULO III

ANALISIS DE LAS NORMAS JURÍDICAS QUE TRATAN LA INDEMNIZACIÓN

TOTAL Y ORDINARIA DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR CULPA PATRONAL EN

COLOMBIA.

Después de hacer un análisis de la indemnización total y ordinaria de daños y

perjuicios, por culpa patronal en Colombia, queda más que evidenciado que la parte

civil tiene relevancia sobre el particular tema, porque es a raíz de esta especialidad que

se determina la responsabilidad del empleador si es contractual o extracontractual, es

decir, subjetivo u objetiva y de terminar la existencia de la culpa causante del daño a e

indemnizar.

Al hacer un recorrido por el tiempo frente al tema investigado y retornar al presente, se

observa la existencia de las siguientes normas la Ley 57 de 1915, siendo esta la primera

Ley en Colombia, la cual busca responsabilizar al empleador por los accidentes de

trabajo sufrido por sus trabajadores con motivo del trabajo que realicen y en el ejercicio

[39]
de la profesión que ejerzan, además existiendo una indemnización para estos

trabajadores por el daño causado por negligencia, imprudencia, descuido y falta de

cuidado de su empleador para garantizar los elementos de trabajo y un entorno laboral

apropiado y seguro para sus trabajadores.

Posteriormente tenemos el artículo 57 del Código Sustantivo del Trabajo, el cual nos

habla sobre las obligaciones que tiene el empleador frente a sus trabajadores,

concerniente a dotación, licencias y contar con primeros auxilios en su lugar de trabajo.

Continuando nos encontramos con el artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo,

en este artículo se configura tres elementos; cuando hay culpa del empleador, si existe

culpa la misma debe ser probada y el pago de una indemnización total y ordinaria los

perjuicios por el daño causado.

Por lo anterior, se puede colegir que la similitud existente entre la Ley 57 de 1915 y el

articulo 216 del Código Sustantivo del Trabajo hablan sobre la existencia de la culpa

patronal, la cual se genera cuando un trabajador está efectuando una labor por la cual

fue contratada y se demuestre que no se incurrió en alguna de las eximentes de

responsabilidad patronal.

[40]
La diferencia es que en el artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo concentra

todo lo que posee la Ley 57 de 1915 en sus artículos 2 y 6 además del objeto de la

presente investigación la indemnización total y ordinaria por daños y perjuicios.

Respecto del artículo 57 del C.S.T de este artículo podemos colegir que es el manual

que debe cumplir el empleador el cual contiene obligaciones para el cuidado de sus

trabajadores, es una forma que el legislador previo para evitar la culpa patronal.

En el tema desarrollado, encontramos que tanto la jurisprudencia como la posición de la

academia, la cual se encuentre en conteste estudio en la búsqueda de mecanismos para

protección integral del trabajador, sugiriendo que se efectúe un estricto control y

vigilancia a las empresas, concerniente a los riesgos que estas generan y al pleno

cumplimento de la salud ocupacional “es el conjunto de actividades asociado a

disciplinas variadas, cuyo objetivo es la promoción y mantenimiento del más alto grado

posible de bienestar físico, mental y social de los trabajadores de todas las profesiones

promoviendo la adaptación del trabajo al hombre y del hombre” .( Escuela pedia).

Ambas orientadas a la unidad frente al criterio de la responsabilidad civil y sus alcances

y para ello es menester hacer un aporte de la otra orilla del tema que correspondería a lo

que implicaría la de la responsabilidad extracontractual, que entre tanto hace algunas

divergencias las cuales no están de más, sobre todo porque son dos instituciones

jurídicas cercanas, a lo que el Martínez expresó;

“La indemnización plena de perjuicios incluye los perjuicios patrimoniales

donde está contemplado el daño emergente y el lucro cesante, siendo el primero

[41]
los recursos que salen del patrimonio del trabajador o su familia para atender

las consecuencias del daño-accidente de trabajo o enfermedad profesional, y el

segundo, que es cuando una persona sufre un accidente de trabajo o enfermedad

profesional y por causa de estos no pueda recibir dinero, es decir, no puede

generar ingresos para su sostenimiento ni el de sus familiares.

Además de precisar que los daños morales no afectan aspectos económicos sino

sentimentales y emocionales como la angustia emocional de ver al familiar

pasar por esas circunstancias o por la muerte del mismo. Los daños morales se

dividen en dos objetivos siendo estos impactos a los sentimientos y emociones

de una persona por las repercusiones económicas, y subjetivos son aquellos que

se generan cuando se lesionan los sentimientos de las personas, debido a un

impacto emocional o afectivo, es el dolor que siente la persona perjudicada o

las que se encuentran unidas a ellas sentimentalmente.”(Martínez, 2013).

Dicho lo anterior, se puede ultimar que las normas existentes, en la jurisdicción laboral

buscan la protección del trabajador, imponiéndole obligaciones y deberes a los

empleadores por considerarse que el trabajador es la parte débil de la relación laboral,

en razón a que éste se encuentra expuesto continuamente al daño.

Sin embargo no podemos dejar de lado especialidad civil, porque es gracias a ésta que

se puede determinar la responsabilidad del empleador, para que de esta forma la

[42]
víctima, pueda obtener la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios, la que

tiene por objeto resarcir el daño causado, es por ello, que al hacer una ponderación de

las normas, el artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo, es el que garantiza la el

pago de la aludida indemnización teniendo de presente que siempre debe estar probada

la culpa del empleador.

CAPITULO IV

CAUSAS GENERADORAS DE LA CULPA PATRONAL EN LA LEGISLACIÓN

COLOMBIANA.

Para comprender estas causas, se debe hacer un barrido conceptual acerca de los

elementos que comprenden ésta figura jurídica y con ello ir determinando las causas

generadoras de la figura estudiada en este documento, para lo cual;

4.1 ELEMENTOS PARA PROBAR LA CULPA PATRONAL

El tipo de responsabilidad que recae sobre la culpa patronal es la contractual, es decir,

subjetiva porque es el empleador el directo responsable, al no implementar los

mecanismos, suministros, cuidados y elementos de trabajo para la protección de sus

trabajadores. Sin embargo para precisar cuando el empleador se le atañe la culpa

patronal de un accidente de trabajo, es necesario que se configuren 4 elementos, como

son:

a) CONDUCTA HUMANA: La omisión de garantizar todos los cuidados y

elementos necesarios para la protección y seguridad del trabajador.

[43]
b) QUE EL AUTOR DEL DAÑO HAYA OBRADO CON DOLO O CULPA: Es

cuando se comprueba el tipo de responsabilidad.

c) DAÑO O PERJUICIO: Es el menoscabo que una persona sufre a consecuencia

de la acción u omisión de otra, y que afecta a sus bienes, derechos o intereses.

d) NEXO CAUSAL: Es la relación existente entre el resultado y la acción, que permite

afirmar que aquel ha sido producido por esta.

La responsabilidad laboral nace de la existencia de un contrato de trabajo y en la

relación entre los contratantes respecto a sus obligaciones o deberes, y que de este se

desprende una responsabilidad civil, por cuanto obliga al empleador a reconocer las

pretensiones económicas y asistenciales de los trabajadores accidentados, a su vez

deben indemnizar los perjuicios causados por los accidentes que surtieren en esa

relación, cuando él resulta culpable en consonancia con el artículo 216 del Código

Sustantivo del Trabajo. El artículo 2341 del Código del Civil nos remite a la

responsabilidad civil y estipula que, todo el que cometió un daño con culpa y por ello

causó perjuicio, debe repararlo. Tal como lo indica la disposición Laboral ya enunciada.

Bajo estas disposiciones es que nace la reparación plena y ordinaria de perjuicios,

ambas normas nos señalan la culpa como una característica principal de esta

responsabilidad al empleador que se le debe probar la culpa para que así prospere y

haya lugar a la indemnización (Ayala, 2005).

[44]
4.2 CUANDO NO PROCEDE LA CULPA PATRONAL

La culpa patronal no es aplicable cuando no exista una presunción de existir causal de

exoneración de responsabilidad de medio, es decir la conducta del empleador no es

responsable, y podrá exonerarse demostrando diligencia y cuidado, igualmente hay tres

eventos particulares que también pueden ser argumentados los cuales son:

a) CULPA EXCLUSIVA DE LA VÍCTIMA: es cuando el accidente se origina por

el trabajador cuando este no hace buen uso de su equipo de trabajo o no a tiende las

recomendaciones.

b) CULPA EXCLUSIVA DE UN TERCERO: cuando el accidente de trabajo no

se origina por el trabajador, ni el empleador, sino una persona ajena a la relación

laboral.

c) FUERZA MAYOR O CASO FORTUITO: El primero es cuando el suceso que

impide el cumplimiento de la obligación, no era previsible usando de una diligencia

normal, pero, de haberse podido evitar, se habría evitado y el segundo es el que es aquel

evento que no pudo ser previsto ni que, de haberlo sido, podría haberse evitado. La ley

habitualmente les da un tratamiento similar, e incluso a veces confunde ambos casos,

pero existen diferencias. (Ayala, 2005).

El empleador solo estará excepto de culpa en caso de accidente de trabajo, si demuestra


que tuvo cuidado requerido para evitar eventualidades. Las indemnizaciones
consagradas en el C.S.T., para los perjuicios provenientes del accidente laboral tienen
fundamento en el riesgo creado, no provienen de la culpa sino de la responsabilidad
objetiva. De otro lado la indemnización total ordinaria;

[45]
“Esta responsabilidad contractual nace de la existencia del contrato de trabajo
por el incumplimiento del deber de protección y seguridad que tiene el
empleador con su trabajador los cuales, a su vez, le demandan tomar las
medidas adecuadas, atendiendo las condiciones generales y especiales del
trabajo, tendientes a evitar que aquél sufra menoscabo de su salud o integridad
a causa de los riesgos del trabajo” (Zannoni, 2005).

Prevista en el artículo 216 del ordenamiento sustantivo laboral, exige la demostración

de la culpa patronal, que establece cuando los hechos muestran que falto aquella

diligencia y cuidado de los hombres emplean ordinariamente en los negocios propios,

según la definición de culpa leve que corresponde a los contratos celebrados en

beneficios de ambas partes (Díaz, 2005).

4.3 TIPO DE RESPONSABILIDAD EN LA CULPA PATRONAL.

La responsabilidad civil se define como la obligación legal que tiene una persona de

pagar o reparar cualquier daño, perdida o menoscabo causado a una tercera persona por

su culpa o negligencia y de esta teoría se derivan dos responsabilidades la

responsabilidad civil contractual y la extracontractual, siendo la contractual la que se le

atañe al empleador por ser subjetiva en razón a que es la omisión realizada sin malicia

que impide el normal cumplimiento de una obligación y representa fundamentalmente

un daño causado en el marco de una relación jurídica preexistente, es decir que requiere

de un elemento fundamental el cual es el contrato de trabajo, es por ello, que el perjuicio

debe provenir del incumplimiento de una obligación impuesta por el mismo ( Tamayo

2005).

[46]
Esta teoría sustentan que el fundamento de la responsabilidad civil se encuentra en la

conducta del autor del daño, es decir, que para determinar si se está en presencia de

responsabilidad no basta con que se presente un daño, sino que es necesario que ese

daño haya devenido del actuar doloso o culposo.

Es así como para establecer la responsabilidad contractual basada en la teoría subjetiva

o teoría clásica de la culpa, es necesario que se presenten tres elementos, a saber: el

daño, el actuar doloso o culposo del actor y la relación de causalidad entre el daño y el

actuar doloso o culposo del sujeto generador del daño. Así, una vez constatada la

presencia de estos tres elementos, se está en presencia de una responsabilidad la cual

genera el deber de indemnizar los perjuicios por parte del agente generador del daño

(quien fue el que actuó con culpa o dolo) a la víctima del mismo (Irisarri, 2010).

La responsabilidad civil contractual es la obligación de indemnizar el daño causado

por parte del deudor, tiene su origen o causa en su comportamiento culposo en relación

con la prestación debida, ya provenga de no haberse cumplido la obligación o de

haberse cumplido imperfectamente o de haberse retardado el cumplimiento( Ballesteros,

2006).

[47]
La responsabilidad contractual se refiere al cumplimiento de las obligaciones emanadas

de las distintas especies de contractos que en un sistema jurídico es posible realizar de

manera que todo contratante podría predicarse en tanto tenga sobre si obligaciones, pues

puede ser compelido a ejecutarlas. Sin embargo el uso que se le viene dando a la

expresión responsabilidad civil surge una connotación un poco más restringida, referida

a la responsabilidad por el daño o perjuicio causados a una persona, derivado de

determinados hechos o conductas (Valdez 2009).

Se estará en presencia de responsabilidad contractual, siempre que el deudor contractual

no cumpla por su culpa las obligaciones que el contrato le impone y que se

incumplimiento culpable causa daño al acreedor. Esta responsabilidad es reglamentada

por el contrato pues la voluntad de las partes (Marty 1952).

La responsabilidad contractual supone una obligación anterior, se produce entre

personas ligadas por un vínculo jurídico preexistente, es decir un contrato de trabajo,

donde el empleador tiene la obligación de velar por protección física, psicológica y

moral del trabajador, en su lugar de desarrollo de las actividades por la cual fue

contratado, de omitir dichas garantías, incurre en culpa patronal, responsabilidad

subjetiva causante del daño (Visser, 1986).

[48]
CONCLUSIONES

En Colombia se han legislado normas para la protección física, psicológica, económica

y moral, es decir, una protección integral para el trabajador, dentro de esa protección

tenemos el artículo 216 del C.T.S el cual busca que el trabajador logre ser resarcido

cuando sufre alguna contingencia debida a el incumplimiento de los deberes por parte

de su empleador.

Por lo anterior, se puede decir que se crea el Decreto Ley 776 de 2002, con el ánimo

de salvaguardar al trabajador de cualquier tipo de contingencia, siendo esto un

componente importante para el bienestar del trabajador que debe ir de la mano con la

responsabilidad subjetiva del empleador, lo que significa que éste debe cumplir con sus

obligaciones y deberes para con sus empleados complementarse con las

Administradoras de Riesgo Laboral-ARL, para así brindar una cobertura total para

protección del trabajador.

Se concluye también que la indemnización total y ordinaria de daños y perjuicios, busca

restaurar el daño causado al patrimonio, integridad física y la moral de los trabajadores,

causado por el empleador negligente o por la omisión de sus obligaciones y deberes

con respecto a sus subordinados.

Igualmente se concluye que las responsabilidades planteadas en el desarrollo de la

investigación evidencian que una es directamente emanada del Sistema General de

[49]
Riesgos Profesionales, y esta por su parte es de carácter eminentemente objetivo, de

modo que, para su definición, basta al beneficiario de las prestaciones que de ella se

desprenden acreditar el vínculo laboral y la realización del riesgo con ocasión o como

consecuencia del trabajo; mientras que en el evento de estudio la responsabilidad que

conlleva la indemnización ordinaria y total de perjuicios, tiene una naturaleza subjetiva,

de modo que, su establecimiento exige, la demostración del daño a la integridad del

trabajador con ocasión o como consecuencia del trabajo, y la más exigida por la norma

y por el sistema judicial es que exista la prueba del incumplimiento del empleador a los

deberes de protección y seguridad que, según lo señalado por el artículo 56 del Código

Sustantivo del Trabajo.

[50]
REFERENCIAS

AYALA, 2005. Legislación en Salud y Riesgos Profesionales. Editorial Salud laboral,

Bogotá.

BALLESTEROS.2006. Instituciones de Responsabilidad Civil Tomo III. Pág. 106.

Recuperado http://books.google.com/books?isbn=9586838404 [citado en 13 de junio de

2013].

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Iván Palacio Palacio; 15/07/94, expediente 6681, M.P. Hugo Suescún Pujols; 04/09/95,

expediente 7542, M.P. Rafael Méndez Arango; 23/01/96, Expediente 7995, M.P. Rafael

Méndez Arango; 12/02/96, Expediente 8195, M.P. Rafael Méndez Arango; 08/05/97,

expediente 9389, M.P. Rafael Méndez Arango y 10/09/97, Expediente 9806, M.P. Jorge

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