Você está na página 1de 2

RESEÑA:

Leo van Lier (1995) Lingüística educativa. Una introducción para enseñantes de
lenguas

¿El lenguaje puede ser enseñado? Este es el cuestionamiento con el que el autor comienza su
planteamiento. Pretende establecer una distinción entre el concepto del lenguaje desde una
perspectiva lingüística teórica y la necesidad de una definición desde la lingüística educativa.
Si la meta de la educación lingüística es ayudar a los alumnos a que se conviertan en
usuarios de la lengua eficientes, creativos y críticos, el objeto de estudio de la lingüística
teórica se encuentra más allá de la enseñanza y del aprendizaje y no tiene ningún papel en el
quehacer educativo.
Los aspectos del lenguaje que son importantes para la lingüística educativa son la
creatividad, la eficiencia, la comunicación y el pensamiento crítico (contextos cognoscitivos,
críticos, utilitarios y sociales). En el proceso de aprendizaje del lenguaje utilizamos símbolos
comunicables en pensamiento, acción e interacción. ¿El lenguaje es resultado de la práctica
o se posee por naturaleza? El debate contribuye en poco a la compleja tarea de la enseñanza-
aprendizaje de una lengua.
Con estos parámetros en mente, el autor establece la importancia del término
lingüística educativa para designar una disciplina necesaria en el campo de la enseñanza de
una lengua. Se diferencia de la lingüística aplicada, porque no persigue aplicar la lingüística
teórica a las áreas de trabajo práctico, tanto en temas educativos como en otros campos
(terapia del habla, traducción, comunicación comercial, etcétera). En todo caso, la lingüística
educativa es una rama de la lingüística aplicada.
El autor presenta la siguiente definición: "La lingüística educativa comprende el
estudio sistemático del uso lingüístico y de la política lingüística en contextos educativos, así
como los procesos implicados en la enseñanza y en el aprendizaje" (teoría y práctica).
Los contextos educativos pueden beneficiarse del manejo del enfoque que ofrece la
conciencia lingüística. El autor la define como "un conocimiento de la facultad humana del
lenguaje y de su papel en el pensamiento, en el aprendizaje y en la vida social. Incluye una
conciencia del poder y del control que se ejercen a través del lenguaje y de las intrincadas
relaciones que existen entre lengua y cultura".
En la formación de enseñantes de lengua, tradicionalmente se ha privilegiado la
instrucción gramatical, el estudio prescriptivo y sistemático del lenguaje, sin establecer una
conexión con las preocupaciones pedagógicas. La didáctica de la lengua puede cambiar a
través de la investigación para la acción (action research) y a través de la reflexión.
Para renovar e innovar la enseñanza de la lengua el autor presenta cuatro principios
básicos:
1. Enfoque basado en la experiencia.
2. El lenguaje es un proceso, no un producto.
3. La lengua se utiliza críticamente. Es importante analizar el poder del lenguaje.
4. La lengua debe estudiarse con base en momentos relevantes de uso lingüístico.

Resulta importante el señalamiento del autor de que la lengua subyace a toda


enseñanza, y la comprensión y la expresión lingüística son instrumentos para el éxito
académico en todas las materias. La lingüística educativa debe expresar los principios de
enseñanza de la lengua a través del currículo y resistirse a las restricciones del uso correcto
y del mero conocimiento de terminología aislada.
Leo van Lier sugiere establecer un programa de investigación que contemple:
a) formación docente,
b) análisis de prácticas de enseñanza,
c) proyectos de investigación para la acción con enfoque comunicativo y cultural,
d) uso de tecnología,
e) mejora de relaciones y comunicación,
f) tener como objetivo la expresión apropiada y precisa de los alumnos,
g) análisis de la interacción entre docentes y alumnos,
h) cursos de conciencia lingüística,
i) manejo de temas sociolingüísticos.

A modo de conclusión, el autor plantea que la lingüística en la enseñanza representa


un campo de estudio fructífero para la mejora de la educación. La lingüística educativa, como
un nuevo campo de investigación y de práctica, representa la oportunidad de definir al
lenguaje como un bien cognoscitivo, creativo, crítico y social.
Este artículo recupera un ámbito muy fértil, en el que conviene invertir esfuerzos con
proyectos académicos serios.

Você também pode gostar