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"LA EXTRAÑA EFECTIVIDAD DEL PLACEBO Y OTROS TRATAMIENTOS DE SANACIÓN MENTE-

CUERPO NOS LLEVAN A PROFUNDIZAR SOBRE LA POTESTAD DE LA MENTE SOBRE EL


CUERPO.
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"En los últimos años la ciencia ha establecido de manera contundente que el cuerpo se ve
afectado por los pensamientos y creencias del individuo. Ya no sólo el estrés como un factor
determinante en la salud, sino también el pensamiento positivo y las creencias como
capaces de activar una respuesta de sanación, algo que ocurre de manera frecuente con la
toma de un placebo. En este sentido la ciencia llega al último a algo que era evidente para la
experiencia común o para la sabiduría popular.
Uno de los panoramas más completos de la sanación mente-cuerpo (mind-body healing en
inglés) ha sido realizado por la periodista científica Jo Marchant, quien acaba de publicar el
libro Cure (Cúrate)...
.
Marchant concluye que existe evidencia científica que sustenta el poder de sanación del
pensamiento...
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Actualmente existen diversas líneas de investigación que sugieren que nuestra percepción
mental del mundo constantemente informa y guía nuestro sistema inmune de una forma que
nos permite responder mejor a amenazas futuras. Ese fue el momento "Eureka" para mí --en
el que la idea de una mente entrelazada con el cuerpo de repente hizo más sentido desde una
perspectiva científica.
La respuesta de sanación mediada por el pensamiento parece operar en el sentido contrario
que el estrés, el cual está asociado con la tensión mental (la primera opera a través de la
relajación). Mientras que sabemos que el estrés tiene la función evolutiva de protegernos del
peligro, al colocarnos en el famoso modo "huir o luchar" (el cual es cronificado por amenazas
invisibles sostenidas por la creencia de la mente), es menos evidente, desde la perspectiva
de la ciencia, la función evolutiva de la propiedad de autosanación que tiene la mente
humana. Dice Marchant:
Los investigadores actualmente han descubierto que las creencias positivas no sólo
funcionan mitigando el estrés. Tienen un efecto positivo también --hacernos sentir sanos y
salvos, o creer que las cosas se resolverán positivamente, parece ayudar al cuerpo a
preservarse y repararse... El optimismo parece reducir los niveles inflamatorios producidos
por hormonas como el cortisol. También parece reducir la susceptibilidad a la enfermedad al
reducir la actividad del sistema nervioso simpático y estimular el parasimpático. Este último
gobierna lo que se conoce como la respuesta de "descansar y digerir", lo opuesto a la
respuesta "huir o luchar".
En base a la evidencia científica resultado de diferentes experimentos realizados podemos
inferir algo bastante sencillo: que la mente es la gobernadora o directora del cuerpo y al
relajarse y dejar de enviar un exceso de energía a ciertos puntos del cuerpo éstos pueden
descansar y repararse de manera natural.
Algo que es difícil de determinar actualmente es si la dirección o el énfasis del pensamiento
--que parece acarrear una cierta energía o al menos un contenido de información que se
transduce como un trabajo o una acción corporal-- puede, por así decirlo, "colorear" la
reacción que se produce, es decir, conlleva una cierta nota cualitativa en su focalización.
Esto significaría que la sanación no sólo se produce por la retirada de la tensión mental que
inundaba o bloqueaba el funcionamiento de un sistema u órgano específico , sino también por
el efecto positivo de un tipo de concentración. .
En otras palabras,
¿Es la ausencia de tensión la que produce los beneficios de salud o existe también una
acción positiva capaz de activar una respuesta que no necesariamente existe como
consecuencia de la ausencia de estrés?
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En primera instancia la medicina moderna no estará dispuesta a aceptar que el pensamiento
dirige un flujo de energía de sanación, a lo mucho entenderá el efecto del pensamiento como
detonando la secreción de un cóctel de neurotransmiores, ya sean excitatorios o inhibidores
(de una manera un poco reduccionista los inhibidores serían los relacionados a una
respuesta de sanación).
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En la medicina china, sin embargo, existe el concepto de "qi", la energía vital de la cual
depende el organismo en su totalidad para su buen funcionamiento.
A grosso modo el "qi" circula por el cuerpo a través de la sangre --así es como funciona la
acupuntura; sin embargo la filosofía taoísta considera que el "qi" puede dirigirse a través de
la intención, esto es lo que se conoce en el qi gong como "dao yin", la dirección consciente
de la energía (se dice que donde está la atención está la energía)...
.
Marchant apunta a que el pensamiento tiene una función moduladora del sistema inmune, lo
cual significa que nuestro sistema de defensa, el cual se extiende por todo el cuerpo (aunque
tiene su mayor concentración en la pared intestinal, ligado a nuestra flora intestinal y al
llamado "segundo cerebro" o sistema neuroentérico), no es un órgano que funciona de
manera automática, sino que es sensible a nuestra percepción del mundo, a nuestra
agencia...
Nuestra percepción, como también nuestras bacterias, entrenan a este ejército de células y
las ponen a punto para desplegar de manera efectiva sus recursos...
Una mala percepción sobre un potencial enemigo puede hacer que incendiemos nuestra
aldea como estrategia de sobrevivencia para detener que siga avanzando el enemigo, cuando
quizás ese enemigo hubiera sido fácilmente detenido en la primera línea de combate.
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Quizás estemos en los comienzos de un cambio de paradigma, aunque será difícil superar la
presión de las grandes farmacéuticas que determinan los métodos de tratamiento que son
validos y que dependen (y la economía con ellas) del constante aumento de enfermos
crónicos.
Marchant, sin embargo, considera que los datos demuestran que en el caso de algunas
condiciones médicas existen métodos de tratamiento menos costosos y problemáticos, con
menos efectos secundarios y riesgos de adicción, basados en este principio de sanación
cuerpo-mente."
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Fuente: Blosgspot pijamasurf; transcrito por Juan Enrique

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