La memoria es la capacidad mental que posibilita a un sujeto registrar, conservar y

evocar las experiencias. Sin la memoria, la vida carecería de continuidad. Cada día sería
un episodio aislado, no se podría aprender del pasado, ni prever el futuro.
La memoria de los seres humanos se ha ido desarrollando a lo largo de la historia para
responder a las necesidades de adaptación al medio y de la selección natural. En el
estudio de la memoria, unos investigadores han destacado sus componentes
estructurales mientras otros se han centrado en los procesos de memoria.
Sin embargo fue hasta finales del siglo XIX que se empezó a dar importancia a nuestra
memoria, con las primeras investigaciones del psicólogo alemán Herman Ebbinghaus,
quien estudió como se retienen las sílabas sin sentido (BAT, SIT, HET). Este científico
defendió que la memoria requiere de la repetición, para que los datos que recordamos
se asocien entre sí.
En 1956, George Miller publicó un artículo, titulado "El mágico número siete, más o
menos dos: algunos límites de nuestra capacidad para procesar información". Con esto,
Miller demostró que las personas pueden retener aproximadamente de cinco a siete
elementos a la vez en la memoria a corto plazo. Un elemento o unidad de información
puede ser una letra simple o un número, y también una palabra o una idea.
Según el alcance temporal con el que se correspondan, se clasifican en memoria a corto
plazo y memoria a largo plazo.
La memoria a corto plazo es el sistema donde el individuo almacena la información
del ambiente que lo rodea, esta información está limitada a siete elementos durante
diez segundos. Por otro lado la memoria a largo plazo es la estructura en la que se
almacenan recuerdos vividos, conocimiento acerca del mundo, imágenes, conceptos,
estrategias de actuación, etc.
La capacidad de la memoria es aún desconocida y contiene información de distinta
naturaleza. Se considera como la base de datos en la que los seres humanos insertan
información, para poder posteriormente hacer uso de ella.
Si lo que queremos es mejorar o reforzar nuestra memoria, podemos seguir una serie
de consejos para mejorar tu memoria. Shakespeare decía que “la memoria es el
centinela del cerebro” por lo tanto, nosotros debemos cuidarla a ella. Para mejorar
nuestra memoria podemos realizar ejercicios, juegos mentales, dietas nutritivas o estilos
de vida saludables.
Para los próximos años un reto en neurociencia de la memoria será conocer cuáles son
sus límites y cómo superarlos. Cuanto más entrenemos nuestro cerebro, seremos
capaces de superar nuestros límites. Existen infinidad de juegos, problemas y trucos que
ayudan a mejorar la memoria y que pueden llevarse a cabo en casi cualquier situación.
Repetir lo aprendido en voz alta, hacer rimas, asociar ideas con códigos o imágenes
mejorarán la capacidad de nuestra memoria.