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La situación de la salud mental en la sociedad

¿Qué es la salud mental?

Según la OMS la salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es
consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede
trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Además de tener un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades.“”“La línea divisoria entre poseer determinados rasgos
de personalidad y padecer un trastorno de la personalidad está a veces muy difuminada. Por
ello, la salud y la enfermedad mentales se entienden mejor como un «continuum».””””

La situación de la salud mental en la sociedad

En la actualidad, se considera que el origen de la enfermedad mental está determinado por una
compleja interacción entre la herencia y los factores ambientales. Diversas investigaciones han
demostrado que en muchos trastornos mentales, la herencia está implicada. Además, muchos
expertos creen que la disfunción de diversos mediadores químicos en el cerebro
(neurotransmisores) puede contribuir a los trastornos mentales. A menudo se produce un
trastorno mental cuando una persona predispuesta a padecerlo por su composición genética
experimenta situaciones de gran estrés en su vida familiar, social o laboral.

Aunque se han logrado extraordinarios avances en la comprensión y el tratamiento de las


enfermedades mentales, el estigma que las rodea aún persiste. Por ejemplo, las personas con una
enfermedad mental pueden ser culpabilizadas de su propia enfermedad o ser consideradas
perezosas o irresponsables. Sin embargo, la creciente toma de conciencia de lo mucho que la
enfermedad mental afecta a los costes de la atención sanitaria y el número de días de trabajo
perdidos está cambiando esta tendencia.

¿Qué factores causan un daño en la salud mental?

 No siempre se puede diferenciar claramente la enfermedad mental de una conducta


normal. Por ejemplo, en el caso de una pérdida de un allegado próximo, como el
fallecimiento del cónyuge o de un hijo, puede ser difícil distinguir una depresión del
sentimiento normal de duelo.
 De igual modo, el diagnóstico de un trastorno de ansiedad en una persona preocupada o
estresada por su trabajo es un tanto arbitrario
 Antecedentes familiares de problemas de salud mental y otros factores genéticos.
 Eventos vitales estresantes, incluido el trauma, el abuso sexual y físico, el abandono y la
enfermedad.
 Factores psicológicos, como son los patrones de pensamiento malsanos y la dificultad para
manejar los sentimientos.
 Acceso a drogas y alcohol
 Desplazamiento Aislamiento y enajenamiento
 Falta de educación, transporte, vivienda
 Desorganización de la vecindad
 Rechazo de compañeros
 Circunstancias sociales deficientes
 Nutrición deficiente
 Pobreza
 Injusticia racial y discriminación
 Desventaja social
 Migración a áreas urbanas
 Violencia y delincuencia
 Guerra
 Estrés laboral
 Desempleo

Algunos tipos de estrés afectan de modo particular a las personas que viven con VIH, lo que
incluye:

 Dificultad para obtener los servicios necesarios.


 Sufrir la pérdida del apoyo social, lo que resulta en aislamiento.
 Experimentar cambios en el aspecto físico o en las capacidades debido al VIH. (Tomar
fármacos contra el VIH, conocidos como medicamentos antirretrovirales, puede afectar su
salud mental de forma positiva o negativa. Es posible que estos medicamentos alivien su
ansiedad, sabiendo que tomarlos puede ayudarle a disfrutar una vida más saludable y
duradera. Sin embargo, también pueden causar una variedad de síntomas, incluidos
depresión, ansiedad y trastornos del sueño, y podrían agravar algunos problemas de salud
mental.).

¿Cómo mejorar la salud mental?

 las intervenciones en la infancia precoz (por ejemplo, la creación de un entorno estable


que atienda las necesidades de salud y nutrición del niño, lo proteja de las amenazas y le
proporcione oportunidades de aprendizaje precoz e interacciones que sean sensibles, le
den apoyo emocional y estimulen su desarrollo);
 el apoyo a los niños (por ejemplo, programas de creación de capacidades y programas de
desarrollo infantil y juvenil);
 la emancipación socioeconómica de la mujer (por ejemplo, mejora del acceso a la
educación y concesión de microcréditos):
 el apoyo social a las poblaciones geriátricas (por ejemplo, iniciativas para hacer amistades
y centros comunitarios y de día);
 los programas dirigidos a grupos vulnerables, y en particular a las minorías, los pueblos
indígenas, los migrantes y las personas afectadas por conflictos y desastres (por ejemplo,
intervenciones psicosociales tras los desastres);
 las actividades de promoción de la salud mental en la escuela (por ejemplo, programas de
apoyo a los cambios ecológicos en la escuela y escuelas amigas de los niños);
 las intervenciones de salud mental en el trabajo (por ejemplo, programas de prevención
del estrés);
 las políticas de vivienda (por ejemplo, mejora de las viviendas);
 los programas de prevención de la violencia (por ejemplo, la reducción de la disponibilidad
del alcohol y del acceso a las armas);
 los programas de desarrollo comunitario (por ejemplo, iniciativas de colaboración
ciudadana y de desarrollo rural integrado);
 la reducción de la pobreza y la protección social para los pobres;
 legislación y campañas contra la discriminación;
 promoción de los derechos, las oportunidades y la atención de las personas con trastornos
mentales.
 Comer sano y realizar abundante ejercicio.

¿Por qué es tan bajo el índice de tratamiento?

La OMS coloca a Chile entre los países con mayor carga de morbilidad por enfermedades
psiquiátricas (23,2%) en el mundo. La depresión mayor y los trastornos por consumo de alcohol
ocupan el primer y segundo lugar en las discapacidades atribuidas entre adultos. Casi un tercio de
la población mayor de 15 años ha sufrido un trastorno psiquiátrico en su lapso de vida y un 22,2%
ha tenido uno durante el año pasado. Los trastornos de ansiedad son los más prevalentes,
seguidos por depresión mayor y trastornos por consumo de alcohol. Solo el 38,5% de quienes han
sido diagnosticados reciben algún tipo de servicio de salud mental, ya sea de un especialista o un
médico de atención primaria. En niños y adolescentes, la prevalencia de cualquier trastorno
psiquiátrico es de 22,5% (19,3% para niños y 25,8% para niñas). Estos trastornos son
principalmente de ansiedad y disruptivos. La prevalencia es más alta entre niños de cuatro a once
años de edad (27,8%) que entre aquellos de 12 a 18 años, y esta diferencia se debe principalmente
a trastornos disruptivos. La prevalencia de trastornos de ansiedad es la segunda más alta, aunque
menos asociada con discapacidades, mientras que muchos niños y adolescentes con trastornos
afectivos están discapacitados y solo un quinto de las personas con necesidad de servicios buscan
alguna forma de asistencia. Casi un cuarto de aquellos que usan los servicios no presentaron
diagnóstico psiquiátrico durante el año pasado. La comorbilidad ocurre en el 27% de aquellas
personas que presentan trastornos, pero solo el 7% tienen tres o más diagnósticos. No abordar la
brecha de tratamiento en salud mental tiene serias implicaciones en la salud pública.

Intervenciones:

 tratamiento de la epilepsia con medicación antiepiléptica;


 tratamiento de la depresión con psicoterapia y, en casos moderados y graves,
antidepresivos (genéricos);
 tratamiento de la psicosis con medicamentos antipsicóticos más antiguos y apoyo
psicosocial al paciente;
 aplicación de impuestos a las bebidas alcohólicas y restricción de su disponibilidad y
comercialización.
 También existe una serie de medidas eficaces para prevenir el suicidio, prevenir y tratar
trastornos mentales en niños, prevenir y tratar la demencia y tratar los trastornos
relacionados con el consumo de sustancias. El Programa de acción para superar la brecha
en salud mental (mhGAP) ha elaborado directrices basadas en la evidencia para que los no
especialistas puedan identificar y atender mejor una serie de trastornos mentales
prioritarios.

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