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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos


N° 15 “Diódoro Antúnez Echegaray”

QUÍMICA IV

EVIDENCIA INTEGRADORA: Alimentos


autocalentables

 Profesor titular: Josué Abel Santa Cruz Medina


 Profesora de laboratorio: Alejandra Cruz Pita

Integrantes:
1. Valdivia Rodríguez Juan Pablo
2. Hernández Torres Luis Daniel
3. Medina Castillo Ivy Mariana
4. Ponce Morales Pamela

Grupo: 6IM3

Equipo:
Alimentos autocalentables

INTRODUCCIÓN

Las comidas autocalentables – en principio creadas para uso militar – son


recipientes de comida hecha que se calientan sin contacto con el fuego. Se pueden
calentar de varias formas – presionando un botón en el envoltorio, desenvolviendo
y agitando el recipiente, o vertiendo el contenido de una bolsa en otra y esperando
unos minutos – y todas esas formas usan reacciones químicas exotérmicas. Estas
comidas pueden ser usadas para motivar a los alumnos a que estudien reacciones
de manera relativamente segura y sin la necesidad de recurrir a un quemador.
Además, se puede discutir el impacto ecológico negativo de las comidas
desechables.

Desde hace más de un siglo, se desarrollan, en el contexto de la industria


alimentaria, diferentes envases para poner a punto (calentar o enfriar) los alimentos
que contienen, sin necesitar fuego, hielo u otras fuentes de calor o frío. Esto permite
disponer de comida caliente (o productos fríos) en situaciones de emergencia o
en contextos alejados de fuentes de energía accesibles.

Los envases autocalentables y autoenfriables para alimentos y bebidas son unos


dispositivos excelentes como ejemplos de aplicaciones prácticas de la Química.
Además, debido a su peculiar diseño y características, constituyen un ejemplo
interesante para promover un aprendizaje activo en el que se pueden abordar otros
aspectos, como enfoques de Ciencia Tecnología-Sociedad-Medio Ambiente.

Estos peculiares envases consisten esencialmente en dos cámaras, una que


contiene el alimento o la bebida y otra donde se produce un proceso químico que
desprende o absorbe calor. La cuestión fundamental consiste en que los reactivos
permanezcan separados hasta que II Jornadas sobre la enseñanza de las ciencias
y las ingenierías 2 se desee que se produzca el calentamiento o enfriamiento.
Además, es necesario que exista un perfecto hermetismo en la cámara donde se
produce la reacción, para que ni los reactivos iniciales ni los productos finales entren
en contacto con el alimento.
La aplicación de procesos químicos para calendar bebidas y alimentos se ha
utilizado desde principios del siglo XX, inicialmente para uso de montañeros,
excursionistas y en el ámbito militar.

DESARROLLO

Descripción del producto

Partes

1. Parte exterior

Envase de hojalata en el que interiormente se encuentra la bebida y la parte donde


se produce la reacción.

2. Zona de reacción

Esta parte está compuesta por varias piezas. La pieza principal es una cazoleta de
hojalata y esta se divide en dos partes, una con el agua (incluido en un envase de
plástico) y otra con la cal. Ambas están separadas con una lámina fina de aluminio
y un papel de filtro para que, al producirse la reacción, no halla retroceso en el
envase de los reactivos.

3. Reactivos y alimento

Los reactivos que se usan son agua y óxido de calcio, como ya se ha mencionado
a lo largo del trabajo, para este tipo de envase.

4. Otras piezas

El envase también consta de una anilla de plástico y dos cierres de hojalata para la
parte superior e inferior.
Funcionamiento

El envase consiste en tres cámaras independientes: una para la comida que


se quiere calentar y las otras dos contienen los productos químicos necesarios
para llevar a cabo la reacción química que producirá o absorberá el calor
necesario para obtener la comida a la temperatura deseada. La comida y los
productos que permitirán su calentamiento están físicamente separados por una
pared metálica conductora del calor. Por su parte, los reactivos están separados por
una membrana que se perfora al pulsar un determinado punto del envase. Al
accionar el envase, los reactivos se mezclan y se produce la reacción química y el
calor necesario para calentar el alimento. Si el envase enfría el contenido, el
proceso será diferente y absorberá calor haciendo bajar la temperatura del
alimento.

El funcionamiento de los envases autocalentables 2GO se basa en principios


fisicoquímicos sencillos. Solamente hay que poner el envase boca abajo, apretar la
base de la lata y así romper la membrana que separa el óxido de calcio del agua.
Esto da lugar a que comience la reacción y se calienten los “250 ml” de producto en
tan solo tres minutos. A continuación, agita durante 30 segundos y vuelve a poner
boca arriba. Se esperan 3 minutos y ya se puede abrir para disfrutar de la bebida,
como se puede ver en la Ilustración 1. Es un sistema abierto ya que permite el
intercambio de materia y energía.

Ilustración 1
La química en los alimentos autocalentables

Entre las diferentes opciones existentes, la reacción más utilizada habitualmente en


los productos autocalentables es la del óxido de calcio con el agua; dando como
producto de la reacción hidróxido de calcio. Las cantidades de agua y óxido de
calcio se miden para que produzcan un incremento de temperatura de hasta unos
55 °C en la bebida o la comida.

En el caso de productos autoenfriables, los desarrollos son más recientes. Entre los
procesos que se hacen servir, hay la evaporación del agua contenida en un gel
acuoso y la absorción de la misma por parte de un absorbente de zeolita. En este
caso, la energía necesaria para evaporar el agua es retirada del producto
alimentario, consiguiendo de esta manera un enfriamiento de unos 15 °C.

Reacción:
Para el siguiente experimento, recurrimos al sistema de comidas autocalentables
Crosse & Blackwell, que utiliza la reacción de magnesio y agua salada para producir
hidrógeno:

Mg (s) + 2H2O (l) -> Mg2+ (aq) + H2 (g) ↑ + 2OH- (aq)

Esta reacción es muy lenta, debido a la pasivación, por eso para acelerarla se
agrega hierro y sal. La pasivación es el proceso por el cual un material se hace
menos reactivo, generalmente por el depósito de una capa de óxido en su superficie:
si se coloca una tira de magnesio en agua fría, su superficie se oxida y se forma
hidróxido de magnesio (Mg(OH)2), y esta capa impide que la reacción continúe.

Por ello, en la comida autocalentable se agrega hierro al magnesio, lo que produce


una celda galvánica local – corrosión en pequeña escala que ocurre cuando dos
metales de reactividad diferente están en contacto en un ambiente húmedo – lo que
acelera la reacción exotérmica. Dado que el potencial redox del magnesio es más
bajo que el del hierro (el metal menos reactivo), los electrones pasan del magnesio
al hierro, y recién entonces de allí al agua. Aunque los cationes de magnesio (Mg2+)
y los aniones de hidróxido (OH-) se siguen formando, están separados por el hierro
y no se pueden combinar para formar hidróxido de magnesio. Como resultado, el
magnesio no se ha pasivado por la capa de hidróxido de magnesio que disminuye
su reactividad.

Debido a que los iones de magnesio e hidróxido con cargas diferentes son móviles,
en agua pura pronto forman hidróxido de magnesio, la carga se equilibra y la
reacción se lentifica nuevamente. Para impedir esto, se agrega cloruro de sodio al
agua, para que los iones de sodio (Na+) y cloruro (Cl-) de la sal rodeen a los iones
de magnesio e hidróxido, equilibrando la carga.

Este experimento sirve para presentar y discutir los conceptos de transferencia de


electrones, celdas galvánicas locales, pasivación, ánodos de sacrificio, corrosión y
composición del agua (enlaces covalentes, polaridad y número de oxidación).

CONCLUSIÓN
Actualmente el crecimiento de los envases activos e inteligentes está parado en
países Europeos que están intentando comercializarlos debido a las restricciones
legales para el uso de estos sistemas en los alimentos. Muchas de las sustancias
que se usan no están autorizadas como aditivos alimentarios y debido a esto no se
pueden liberar a los alimentos, con lo que no evoluciona al mismo ritmo que en otros
países como Japón o Estados Unidos no para de crecer.

Sin embargo, respecto a los sistemas autocalentables, es un sector dentro de los


envases activos en auge. Es así porque no se para de investigar para proporcionar
a los consumidores mayor seguridad en el producto, más cantidad de alimento y
una estética más atractiva.

Además, este tipo de envases al ser 100% reciclables cuenta con un punto a favor
para fomentar su uso en la sociedad. Este tipo de envases pueden ayudar a la gente
en una ola de frio, para que puedan consumir alimentos calientes o cuando no se
dispone de electricidad en casos concretos como automóviles detenidos en
carreteras.
REFERENCIAS

Andrade, C. (Septiembre de 2001). El calor y el frío de las reacciones químicas.


Creces, 10- 12.

Asociación ecológica para el reciclado de la hojalata. (2015). ECOACERO.


Obtenido de http://www.ecoacero.com

GONZALEZ, R. Envaces activos para productos alimentarios: Estudio de los


sistemas autocalentables, Madrid, 2017.

RAU, M. Calentando comidas y bebidas con energía química, Science in School,


2011.

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