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Post Título en Psicología Clínica: Especialista en Psicoterapia Humanista Transpersonal

Escuela de Psicología - Universidad Diego Portales

FOCALIZACIÓN (FOCUSING)
Método Creado por Eugene Gendlin

Ps. Alejandro Boric P.

El Focusing o Focalización es una de las técnicas más empleadas en Psicoterapia Humanista. Es


un método para permitir que el cliente se conecte con su cuerpo y su mundo experiencial; que
tenga un contacto directo con sus experiencias sentidas y emocionales, para que luego pueda
simbolizar y verbalizar su experienciar (experiencing).

El propósito es lograr un acercamiento vivencial al problema o situación que se está abordando,


evitando las interferencias mentales, los juicios y otros procesos cognitivos que ocultan la
vivencia directa alejando a la persona de su sentir más genuino.

Se busca también que el cliente se conecte con su propia sabiduría organísmica, que se permita
estar en el problema, que no lo rehuya sino que permanezca en él, entrando sin un mapa mental
orientador, o teniendo el control mental sobre lo que le sucede. Desde ese permanecer en
forma abierta, desprejuiciada e inocente en el correlato vivencial del problema o tema, el
cliente recibe mensajes, claves señales desde su mente sabia, o su inconciente sabio, captando
significados que antes no eran accesibles y viendo con mayor claridad el tema.

Desde esa sabiduría corporal u organísmica, normalmente vienen también lo que podríamos
llamar pistas de orientación o claves de solución en relación a la situación problemática. Es
como si se abrieran nuevas formas de comprender el tema visualizándose caminos de salida.

Lo importante es que todo esto surge desde el propio cliente y desde un espacio interno de
conexión con su vivencia, con su organismo. Expresándolo de otro modo, no es el Ego del cliente
el que habla, no es la mente racionalizadora o defensiva, sino una parte muchísimo más genuina,
profunda y directa. Podemos llamarla el verdadero self, la mente sabia o el alma.

CUÁNDO SE EMPLEA: Especialmente cuando el cliente tiene dificultad para comprender lo


que está experiementando, se encuentra confuso o no tiene claridad sobre su incomodidad o
malestar.

También es recomendable usarlo cuando el cliente habla intelectualmente sobre su problema,


pero no conecta con su experiencia emocional, es decir cuando tiene un habla meramente
reflexivo que no le permite realmente cambiar.
LAS ETAPAS DEL PROCESO DE FOCALIZAR:

Hay diversas formas de ordenar las etapas del proceso del focusing, pero básicamente
podemos decir que son 6:

1.- DESPEJAR UN ESPACIO: (1 a 3 minutos)


Prepararse para hacer el focusing, buscar un lugar, sentarse en una posición cómoda,
centrarse, pedir al cliente que se conecte con su cuerpo y se abra a sus señales internas,
sentidas. Que durante el proceso de focalizar no se involucre en autocríticas, en juicios, en
análisis o reflexiones intelectuales. Que no se fuerce en buscar soluciones o tener todo claro.
Por el contrario que se permita estar en una actitud receptiva, con la mente relajada dejando
que desde el cuerpo surjan las señales y las posibles respuestas.

Terapeuta: dirige una breve relajación e invita al cliente a una autoexploración vivencial, en
una actitud de apertura.

2.- ESCOGER EL TEMA O PROBLEMA A FOCALIZAR: (1 a 2 minutos)


Si hay más de un tema, se le pide que haga una breve revisión de los distintos temas o
situaciones de disconfort actual, solamente nombrándolos. Y luego se le solicita que escoja uno,
el tema que le resuene en este momento o que prefiera atender ahora.

Terapeuta: solicita al cliente que escoja un tema, situación o problema.

3.- ESPERAR A QUE SE FORME LA SENSACIÓN SENTIDA: (1 a 2 minutos)


Teniendo el tema como contexto, el cliente cierra los ojos (o fija la mirada en un punto), y lleva
el foco de la atención a su cuerpo. Se centra exclusivamente en sentir las sensaciones
corporales en este momento, asociadas al tema sobre el cual está foclaizando. Normalmente
éstas son sutiles, holísticas o localizadas especialmente en la zona del pecho y el vientre.
Dejar que el cuerpo exprese lo que le pasa con el tema o situación, evitando la interferencia de
los juicios, opiniones consabidas, interpretaciones y elucubraciones.

Terapeuta: pide al cliente que cierre los ojos, y que permanezca 2 a 3 minutos en silencio,
llevando su atención al cuerpo.

4.- PRIMERAS ETIQUETAS O SÍMBOLOS: (1 a 2 minutos)


El cliente deja que vengan símbolos y palabras desde las sensaciones sentidas, y comienza a
verbalizarlas en voz alta. Los símbolos a veces son nítidos, claros, eotras veces son tentativos.
Pueden ir cambiando, a medida que avanza el proceso. La cualidad de la voz es de involucración
emocional, normalmente hay espacios de silencio.

Terapeuta: solicita al cliente que verbalice sus sensaciones. Acompaña empáticamente con
preguntas exploratorias y reflejos simples.
5.- PERMANECER ENTRE LAS SENSACIONES SENTIDAS Y LAS SIMBOLIZACIONES
(tiempo variable)
El cliente explora en sus sensaciones sentidas y va afinando la cualidad de su atención sobre
ellas. Sus simbolizaciones van siendo cada vez más nítidas. Suele ocurrir que las señales del
cuerpo se expresan en palabras y conceptos más precisos. Las sensaciones pueden ir variando y
en tal caso hay que seguir el flujo del cambio, así también se tiende a producir una secuencia
de simbolizaciones. El hablar surge desde una involucración vivencial profunda.

Terapeuta: acompaña la exploración del cliente con reflejos de sentimientos y preguntas


exploratorias. Evita que el cliente entre en discursos teóricos, racionalice o haga juicios a su
expriencia. Devuelve al cliente siempre a su conexión con el cuerpo.

6.- DEVELACIÓN. APERTURA DE NUEVOS SIGNIFICADOS (tiempo variable)


Aquí ocurre un proceso de apertura en la comprensión del tema. El cliente experimenta, a
veces súbitamente, una sensación de haber comprendido la significación personal más sentida y
evidente respecto de la situación o problema. Esto es algo que se acompaña con una sensación
de alivio corporal, de relajación de la tensión. Se experimenta una sensación de certeza
interior. Se le puede también llamar insight, o experiencia del “ajá”, “esto es”. Es una
experiencia parecida a recordar algo que antes se tenía “en la punta de la lengua”, pero no venía
a la conciencia, sólo que en este caso hay mayor involucración emocional.

Aquí también pueden venir mensajes sobre cómo orientarse en la solución del tema en cuestión.
A veces la solución o las respuestas a seguir son claras y evidentes, en otros casos se ven como
posibilidades que se abren, sobre las cuales hay que trabajar más tiempo.

Terapeuta: ayuda a que ocurra este momento con sensibilidad y empatía. Son buenas las
preguntas: ¿qué es lo central de todo lo que estás experimentando o viendo? o ¿qué tendría que
ocurrir para que esto cambiara?

7.- CERRAR Y TENER UNA COMPRENSIÓN GLOBAL DEL PROCESO VIVIDO (2 a 4


minutos)
En esta última etapa se da un tiempo para que el cliente tome una cierta distancia emocional
sobre la experiencia vivida y descanse. De este modo puede tener una comprensión más global
y reflexiva del tema, de los nuevos descubrimientos hechos y de las pistas de orientación o
caminos de acción a seguir.

Terapeuta: pide al cliente que se de un tiempo para relajarse, cerrar el proceso y comenta
junto al cliente los alcances de la experiencia vivida.

NOTA FINAL:
Lo importante es la cualidad del proceso, es decir el acceso al cuerpo y la comprensión vivencial
respecto del tema o problema.
Las etapas son sólo una forma de describir en detalle el proceso, pero no siempre ocurren de
ese modo. No hay que tomarlas rígidamente, como verdades. Son sólo un mapa, el fenómeno es
siempre nuevo y cambiante.
El terapeuta es un acompañante en este viaje. Usa su sensibilidad, empatía e intuición.
Los tiempos son aproximados, las etapas pueden durar más tiempo.

REFERENCIAS

Gendlin, e. (1988) Focusing: proceso y técnica del enfoque corporal, Ediciones Mensajero,
Bilbao.
Greenberg, L. y otros (1996) Facilitando el cambio emocional, Ed. Paidos, Barcelona.

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