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Índice
1Aplicaciones
2Véase también
3Referencias
4Enlaces externos
Aplicaciones[editar]
Se utiliza para la obtención de azúcares reductores con la finalidad de obtener bioetanol, a
partir de la hidrólisis del bagazo de la caña de azúcar.1 También se emplea en la hidrólisis
enzimática de glucógeno para la obtención de glucosa.2
Ingeniería de alimentos
1
Departamento de Ingeniería Bioquímica, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas,
Instituto Politécnico Nacional, Plan de Ayala y Carpio s/n, Col. Santo Tomás, CP.
113440, México, D.F. *Autor para la correspondencia. E-
mail:jorge_chanona@hotmail.com Tel. +52 01 57296000 Ext. 62458, Fax +52 01
5729 62463
2
Centro de Nanociencias y Micro y Nanotecnologías, Instituto Politécnico Nacional, Luis
Enrique Erro s/n, Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Col. Zacatenco, C.P. 07738,
México, D.F.
3
División de Biotecnología y Alimentos, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Monterrey, Av. Eugenio Garza Sada 2501 Sur, Col. Tecnológico, Monterrey, NL
64849, México.
4
Laboratorio de Microscopía de Ultra Alta Resolución, Instituto Mexicano del Petróleo,
Eje Central Lázaro Cárdenas 1522, Col. San Bartolo Atepehuacan, CP. 07730, México.
Resumen
Aloe vera has wide application in both the pharmaceutical and food industries.
Furthermore, the gel obtained from this plant is the component more often employed
due to their antioxidant, therapeutic and functional properties. A suitable utilization of
the plant is associated to the content of their bioactive components, microstructure
and methods for preservation and stabilization of the products obtained from gel of
others parts of the plant. In this work a compilation regarding to Aloe vera origin, plant
structure, chemical and microstructural composition of the gel, traditional processing
methods and the emerging technologies used on the conservation and stabilization of
their chemical components are presented. Additionally, some studies remarking the
biological activity and pharmacological effect of the gel are shown. This information
can be a useful guide to know the structure and microstructure of the plant, as well as
to select the gel processing and the conservation methods required to obtain the
bioactive components of Aloe vera plant which are responsible of its biological activity.
1 Introducción
El Aloe vera, es una planta con alrededor de 360 especies diferentes, pertenece a la
familia de las asfodeláceas o liláceas, con hojas perennes en forma de roseta; su
tamaño puede alcanzar desde unos cuantos centímetros hasta los 50 cm (Reynolds y
Dweck, 1999; Choi y Chung, 2003; Ramachandra y Srinivasa, 2008). Las primeras
referencias del Aloe vera se encuentran en los Papiros de Ebers y existen numerosos
documentos históricos de los egipcios, griegos, romanos, algerianos, árabes,
tunecinos, indios y chinos, entre otros, que hablan de su empleo para uso medicinal y
cosmético. Su nombre viene del griego "aloê"; y en árabe se llama "alloeh", que
significa: "la sustancia amarga brillante"; la palabra vera viene del latín y significa:
"verdad", así como en sanscrito Aloe vera su significado se refiere a diosa (Boudreau y
Beland, 2006; Surjushe y col., 2008). La primera clasificación de los Aloes de la isla de
Barbados fue hecha por el botánico Miller (Grindlay y Reynolds, 1986), quien reporta
que el Aloe barbadensis Miller es originario de la isla de Barbados y fue introducido al
mundo como producto del comercio marítimo en el Caribe. Las primeras plantaciones
de importancia datan de 1870, pero no fue sino hasta 1920 cuando se cultivo a mayor
escala. Desde entonces se explotó de manera artesanal para la extracción del acíbar
(exudado de la hoja). El nombre correcto aceptado actualmente es Aloe vera (L.)
Burm. f. (Vinson y col., 2005); sin embargo, la planta se ha conocido bajo diversos
nombres como sábila, Aloe vera, Aloe Curacao, Aloe barbadensis Miller o
coloquialmente como sábila (Reynolds, 2004). Algunas de las especies más conocidas
son el Aloe Arborescens, el Aloe Chinensis, el Aloe Socotrino y el Aloe ferox, aunque
las más utilizadas son la especie Aloe barbadensis Miller de la que se obtiene acíbar y
gel (pulpa) y el Aloe ferox del que básicamente se obtiene el acíbar (Reynolds, 2004).
De las plantas adultas (3-5 años), se recolectan las hojas más externas de la base
para obtener un acíbar o pulpa de aloe de buena calidad para posteriormente
procesarlo y fabricar productos aptos para la industria farmacéutica, cosmética y
alimentaria (Reynolds y Dweck, 1999; Choi y Chung, 2003; He y col., 2005; Bozzi y
col., 2007). En la actualidad, diversas industrias se han orientado hacia la obtención
del gel en diferentes presentaciones; este mercado ha ido evolucionando
significativamente durante los últimos años y mantiene una proyección de crecimiento
no menor a 12% interanual, estimándose un mercado global de 65 millones de dólares
en productos primarios (plántulas, hojas y gel) y más de 200 mil millones de dólares
en productos como champús, lociones, bebidas y medicamentos (Reynolds, 1985;
Kim y col., 1998; Eshun y He, 2004, Ramachandra y Srinivasa, 2008).
La planta de Aloe vera se compone de raíz, tallo, hojas y flores en época de floración.
Las hojas crecen alrededor del tallo a nivel del suelo en forma de roseta, desde el
centro hacia arriba crece el tallo que al florecer forma densos racimos de flores
tubulares amarillas o rojas (Reynolds y Dweck, 1999). Las hojas tienen formas
lanceoladas y dentadas con pinchos que le sirven de protección a la planta. La
estructura de las hojas (Fig. 1) está formada por el exocarpio o corteza, la cual está
cubierta de una cutícula delgada. La corteza representa aproximadamente del 20 al
30% del peso de toda la planta y dicha estructura es de color verde o verde azulado,
dependiendo de diversos factores tales como: el lugar, clima o nutrición de la planta.
El parénquima, conocido comúnmente como pulpa o gel se localiza en la parte central
de la hoja y representa del 65 al 80 % del peso total de la planta.
Como se menciono anteriormente, entre la corteza y la pulpa, ocupando toda la
superficie interna de la hoja, se encuentran los conductos de aloína (Fig. 1) que son
una serie de canales longitudinales de pocos milímetros de diámetro por donde circula
la savia de la planta, conocida como acíbar. El acíbar se puede obtener dejando fluir el
líquido de los conductos de aloína; dicha sustancia tiene usos farmacéuticos como
laxante (Ramachandra y Srinivasa, 2008). Esta sustancia presenta un alto contenido
de aloína (>28% en base húmeda), la cual es una antraquinona derivada del aloe-
emodina y la glucosa (Reynolds, 2004).
Por otra parte, con respecto a la composición química se ha reportado que la planta
de Aloe vera está constituida por una mezcla compleja de compuestos como se
muestra en la Tabla 1 y que más de 20 de estas sustancias poseen actividades
benéficas para la salud (Reynolds y Dweck, 1999; Pritam y col., 2007; Jia y col.,
2008).
Químicamente el Aloe vera se caracteriza por la presencia de constituyentes fenólicos
que son generalmente clasificados en dos principales grupos: las cromonas, como la
aloensina y las antraquinonas (libres y glicosiladas) como la barbaloína, isobarbaloína y
la aloemodina; estos compuestos se encuentran en la capa interna de las células
epidermales. La aloína es el principal componente del acíbar, que la planta secreta
como defensa para alejar a posibles depredadores por su olor y sabor desagradable.
También interviene en el proceso de control de la transpiración en condiciones de
elevada insolación. La aloína es un glicósido antraquinónico que le confiere
propiedades laxantes al acíbar y se utiliza en preparados farmacéuticos produciendo en
ocasiones alergias a personas sensibles (Okamura y col., 1996). En la fabricación de
productos alimenticios a base de Aloe vera, éstos no deben contener aloína dado sus
propiedades laxantes y alergénicas.
Por otra parte, el gel o pulpa es una masa gelatinosa e incolora formada por células
parenquimáticas (Fig. 1e), estructuradas en colénquima y células pétreas delgadas. El
gel está constituido principalmente de agua, mucílagos y otros carbohidratos, ácidos y
sales orgánicas, enzimas, saponinas, taninos, heteróxidos antracénicos, esteroles,
triacilglicéridos, aminoácidos, ARN, trazas de alcaloides, vitaminas y diversos minerales
(Reynolds, 2004). La aplicación tópica del gel de sábila estimula la actividad de
fibroblastos y la proliferación n de colágeno, favoreciendo la cicatrización y la
angiogénesis (Chithra y col., 1998). Todas estas sustancias aportan al organismo
muchos nutrientes necesarios para su función, y aunque de origen vegetal, son
reconocidas por el organismo como propias, siendo perfectamente asimiladas sin
producir ningún efecto colateral indeseable (Reynolds y Dweck, 1999). También hay
evidencia que sugiere que el gel de la sábila contiene diversas sustancias que aisladas
o en conjunto presentan efectos terapéuticos, por lo que una mejor comprensión de
estos componentes y de sus efectos es esencial para desarrollar productos a partir de
gel de Aloe vera con fines terapéuticos (Choi y Chung, 2003). Otros efectos
farmacológicos y biológicos son revisados posteriormente en este trabajo.
La microestructura del gel de Aloe vera ha sido objeto de diversos estudios con la
finalidad de conocer su estructura celular y asociarla a los compuestos químicos que
contiene. Ni y col. (2004), examinaron la microestructura de la pulpa mediante el uso
de microscopía de luz y microscopía electrónica, además aislaron componentes
estructurales y determinaron la composición de carbohidratos. Ellos describen que el
gel está constituido por grandes células mesofílicas, con una forma hexagonal o
alongada, estas células llegaron a tener un diámetro de más de 1000 ?m y
aparentemente no hay diferencia notoria entre el corte longitudinal y el corte
transversal. En el estudio de microscopía electrónica de transmisión de las células del
parénquima, lograron identificar la pared, membrana celular y algunos organelos
celulares, núcleos, cloroplastos y mitocondrias, esto solo se observo en el exocarpio y
haces vasculares. Los autores mencionan que la principal función de las células del
mesófilo en la pulpa es el almacenamiento de agua (Ni y col. 2004). Estos resultados
coinciden con observaciones realizadas por los autores del presente trabajo mediante
microscopía de luz (ML), microscopía confocal de barrido laser (MCBL) y microscopía
electrónica de barrido ambiental (MEBA).
En la Fig. 2a-b se muestran imágenes de células del mesófilo del gel obtenidas con un
microscopio óptico con el modo de luz reflejada (Olympus, BX51, Japón) el cual tiene
acoplado una cámara digital con una resolución de 5 Mpx (Infinity 1, Lumenera,
Canadá). En base a las imágenes obtenidas se confirmo su geometría hexagonal e
isodiamétrica, así como los tamaños celulares los cuales fueron determinados
mediante análisis de imágenes siguiendo una metodología previamente reportada por
Chanona y col. (2008) y Santacruz-Vázquez y col. (2008), estos correspondieron a un
valor promedio de 422 ± 34 μm de diámetro. En la Fig. 2b se pueden observar
claramente las células turgentes que constituyen el gel.
Los estudios realizados para este trabajo con MCBL (LSM 710, Carl Zeiss, Alemania)
permitieron observar las diferentes estructuras que componen la hoja de sábila (Fig.
3). Para obtener las imágenes se procedió de dos maneras, la primera consistió en
realizar un marcaje con rodamina (cromóforo que tifie carbohidratos presentes en las
células vegetales), y se excito la muestra a 514 nm, esto permitió observar un corte
transversal de la hoja, en donde se localizaron las células del exocarpio (ce), los
conductos de aloína (ca) y las células del parénquima (cp) (Fig. 3a). En la Fig. 3b se
muestra un acercamiento de las células del parénquima, en donde se logran apreciar
las células turgentes del pareínquima las cuales se tifien en su totalidad en color verde
debido a la alta concentración de carbohidratos, principalmente polimananos acetilados
(Talmadge y col., 2004; Pugh y col., 2001).
La segunda técnica que se desarrolló consistió en excitar las muestras
simultáneamente a 405 nm, 488 nm y 561 nm; y detectar la señal de
autofluorescencia mediante la herramienta de canales espectrales del Software ZEN del
MCBL. Se observaron los picos de intensidad de autofluorescencia a longitudes de onda
de 519 nm para el caso de compuestos lignocelulósicos, 610 nm para posibles
compuestos fenólicos y 685 nm para el caso de la clorofila (Ma y col., 2011). Las
paredes celulares son estructuras compuestas por una gran variedad de moléculas,
que cuando son excitadas en longitudes de onda entre el ultravioleta y el verde
presentan autofluorescencia (Aguilera y Stanley, 1999). Este fenómeno se puede
observar en la Fig. 3c y 3d. La Fig. 3c muestra los conductos de aloína que se
observan con una coloración intensa y oscura (en negro) que puede estar asociada a
los compuestos fenólicos que contiene la aloína (Davis y col., 1991; Reynolds, 2004;
Ramachandra y Srinivasa, 2008). Las células que cubren estos conductos, son células
diferenciadas del exocarpio y estas se observan teñidas en dos tonos diferentes, el
más abundante se asocia a la florescencia de la clorofila (en rojo) y los puntos más
brillantes (en verde) a la lignina de las células (Ma y col., 2011). Las células del
exocarpio y la cutícula se observan en la Fig. 3d, donde los tonos oscuros (en verde)
corresponden a regiones con alto contenido de clorofilas y los tonos claros (en rojo) a
zonas lignificadas como se aprecia en la película exterior que corresponde a la cutícula
protectora de la hoja de sábila (Vázquez y col., 1996; Reynolds y Dweck, 1999;
Boudreau y Beland, 2006).
Adicionalmente se observaron muestras del gel de Aloe vera con MEBA (XL 30, Philips,
USA) y se pudieron observar las paredes de las células y la forma de las células del
parénquima (Fig. 4a y 4b). En las micrografías se pueden notar las uniones entre las
células isodiamétricas y es posible que estas zonas de unión, sean componentes de la
pared celular altamente lignificadas y que pueden contener compuestos fenólicos con
posible capacidad antioxidante. La descripción mencionada anteriormente concuerda
con los resultados encontrados por otros autores para esta variedad de sábila (Ni y
col., 2004; Femenia y col., 1999). Un mayor detalle de las células de parénquima
de Aloe vera se puede observar en la Fig. 4b, donde se aprecia la morfología de la
pared celular, la cual presenta una estructura rugosa y un gran número de pliegues,
así como las uniones que existen entre las células; lo cual concuerda con el reporte de
Ni y col. (2004) en donde por medio de microscopía electrónica de transmisión
pudieron observar la pared y la membrana celular.
En otro estudio, Femenia y col. (1999) realizaron una caracterización química de la
planta de sábila en donde se llevó a cabo la disección de las hojas de la planta entera,
en filetes y el gel. El polisacárido detectado en el filete y en las fracciones de gel
correspondía a un polisacárido de almacenamiento situado en el protoplasto de las
células parenquimatosas. Por sus características estructurales y de composición
corresponde a la de un polisacárido activo conocido como acemanosa.
El cultivo comercial de Aloe vera para obtener el gel, inicio en el año 1920 en Florida,
caracterizada por ser una planta subtropical con hojas lanceoladas y cuenta con
espinas en los bordes, se considera una planta xerofítica (Albornoz e Imery, 2003). A
lo largo de la historia se ha usado terapéuticamente en el uso de la medicina popular,
como heridas en la piel y otros trastornos, que se remontan desde hace miles de años;
hoy en día el procesamiento del gel de sábila para uso medicinal, cosmético y como
alimento funcional, se ha convertido en una gran industria en todo el mundo (Vogler y
Ernst, 1999; Eshun y He, 2004). En la industria alimentaria, la sábila se ha utilizado en
productos como, leche, helados, yogurts y confitería sin embargo, el jugo de sábila ha
sido utilizado como alimento funcional especialmente para la preparación de bebidas
que no tengan efectos laxantes (Ramachandra y Srinivasa, 2008). En cuanto a la
industria farmacéutica el uso comercial del gel de sábila es muy importante en cuanto
a la fabricación de ungüentos tópicos, tabletas y capsulas. En la industria cosmética, el
gel de sábila ha sido empleado como material de base para la preparación de cremas,
lociones, jabones, champús, cremas faciales y una amplia variedad de productos de
tocador.
El uso potencial de los productos de sábila con frecuencia, implica algún tipo de
tratamiento, por ejemplo, calefacción, deshidratación o molienda. Desafortunadamente
y debido a los procesamientos inadecuados que se llevan a cabo durante la
preparación y estabilización del gel, se causan modificaciones irreversibles en
componentes bioactivos como polisacáridos y compuestos antioxidantes, afectando su
estructura original y promoviendo cambios importantes en las propiedades
bioquímicas, haciendo que muchos de los productos contengan muy poco o casi ningún
ingrediente activo (Kim y col., 1998). Es por ello que en las últimas décadas diversos
estudios se han enfocado a investigar los principales compuestos químicos activos
responsables de los efectos terapéuticos reportados, de igual manera se han
interesado en desarrollar un método eficaz para mantener y preservar de manera
natural dichos compuestos contenidos en el gel de Aloe vera con la finalidad de
mejorar la calidad del producto (Moore y McAnalley, 1995; Cerqueira y col., 1999;
He y col., 2005; Bozzi y col., 2007; Ramachandra y Srinivasa, 2008).
El procesamiento del gel de Aloe vera (Fig. 5) inicia con la cosecha de la sábila; esta
consiste en cortar las hojas a mano desde la base de la planta; las hojas se
transportan a la planta procesadora, para ello se emplean hieleras portátiles o
camiones con refrigeración integrada. El proceso de corte puede generar cierto
oscurecimiento en las zonas de los cortes debido a la oxidación enzimática (Beppu y
col., 2006; Sierra y col., 2000).
El proceso en la planta procesadora involucra un lavado de las hojas frescas con agua
y soluciones bactericidas. Generalmente, el gel puede ser removido mecánicamente de
las capas exteriores por medio de una operación conocida como fileteado, pero existen
otros métodos para la obtención del gel, tales como:
• Separación mecánica por prensado: con este método se obtienen geles con restos de
paredes vegetales de la planta; se ha encontrado que estos restos catalizan una
coloración roja en el gel.
• Separación mecánica manual y frotación de las hojas: En este método las hojas de
Aloe son cortadas por sus orillas y se separa en forma manual una de las caras, así la
hoja con el gel se raspa con una malla de acero para extraerlo. Este procedimiento es
de bajo rendimiento y complicado. La separación provoca que en ocasiones, material
vegetal de las paredes de las hojas se pasen al gel disminuyendo la calidad del
producto.
En seguida se hace una adición de vitamina C y ácido cítrico. El jugo de sábila sin
pasteurizar se fortifica con vitamina C y acido cítrico para evitar reacciones de
pardeamiento, para mejorar el sabor del jugo y para lograr una mejor estabilización. El
pH del jugo se ajusta entre 3.0 y 3.5 mediante la adición de ácido cítrico.
Otro paso, es realizar una desaeración que generalmente se realiza haciendo vacío en
el gel líquido para eliminar el oxígeno atrapado en forma de burbujas durante el
proceso de homogenización. El objetivo de este proceso es evitar la oxidación del acido
ascórbico, lo cual mejora la vida útil del jugo del gel de Aloe vera.
Finalmente el jugo del gel de Aloe vera se puede envasar en frascos de vidrio o
plástico para su distribución. Es necesario para su conservación controlar la humedad
relativa y la temperatura, el control de ambos parámetros ambientales son muy
importantes, pues variaciones drásticas de temperatura y humedad pueden afectar las
sustancias volátiles del jugo y que pueden ser absorbidas por el material de embalaje y
en consecuencia, afectar la calidad y la vida util del producto (Hernández y Giacin,
1998).
En otro estudio hecho por Nindo y col. (2007), han obtenido polvo de la sábila por tres
diferentes métodos de secado (liofilización, aspersión y ventana reflectante) y se ha
cuantificado la influencia del método de secado en parámetros tales como la
temperatura de transición vítrea, viscosidad y color; demostrando que el método de
secado por aspersión junto con la adición de maltodextrina provocan un
desplazamiento en la temperatura de transición vítrea del polvo de Aloe y que su color
fue más blanco y brillante en comparación a los otros dos métodos de secado
empleados y no se observó una tendencia clara en los valores de viscosidad.
• No altera el sabor natural, ni la coloración del alimento, pues las altas presiones no
favorecen las reacciones de Maillard o de pardeamiento no enzimático y además evita
la oxidación lipídica en ciertos productos (Hayashi, 1989; Tamaokay col., 1999; Gross
y Jaenicke, 1994).
En el caso del tratamiento del gel de sábila con APH, investigaciones recientes han
mostrado la bondad de esta tecnología en la conservación de diversas propiedades del
gel. Vega y col. (2011a) estudiaron el efecto de las APH a 300, 400 y 500MPa sobre las
propiedades funcionales y en las características de calidad (contenido de vitaminas A y
E, aloína, minerales, compuestos fenólicos y actividad antioxidante) del gel. Ellos
encontraron que durante el almacenamiento por 35 días de los productos tratados con
APH, el contenido de minerales como K, Na, Ca y Mg disminuyen con respecto a la
muestra fresca (0 días de almacenamiento) y sin tratamiento pero almacenada, con
excepción del P que mostró un mayor contenido al ser tratado con APH. También los
contenidos de compuestos fenólicos totales, vitamina C y E se ven disminuidos con el
tratamiento APH principalmente a 500 MPa con respecto a las muestras sin
tratamiento, pero con una disminución menor en vitamina C. Mientras que todos los
tratamientos con APH mostraron un alto contenido de actividad antioxidante y aloína
con respecto a las muestras sin tratar, los máximos valores fueron alcanzados a 400
MPa.
En otro estudio del mismo grupo de investigación (Vega y col. 2011b), evaluaron el
pretratamiento con APH a 300 MPa por 30s y su efecto en las cinéticas de secado
convectivo, capacidad antioxidante, firmeza y microestructura en el gel de sábila. En
este estudio se concluye que el pretratamiento con APH incremento los coeficientes de
difusión de agua, las velocidades de secado, provocó cambios importantes en la
microestructura, y proporciónó productos más suaves y con una mayor capacidad
antioxidante con respecto a las muestras sin tratamiento; lo que indica que el efecto
combinado de las APH y el secado permiten obtener productos deshidratados con alta
capacidad antioxidante.
También la inactivación microbiana con APH en el gel de sábila fue investigada por
Vega y col. (2011c), quienes encontraron que las muestras tratadas a 400 y 500 MPa
por 1, 3 y 5 min presentaron niveles indetectables de los microorganismos
monitoreados. Estos estudios muestran las ventajas que tiene el tratamiento con APH
para mejorar las propiedades funcionales, nutricionales, estructurales, de transferencia
de masa, de estabilidad y microbiológicas del gel de Aloe vera.
Kosif y col. (2008) investigaron el efecto del gel de Aloe vera en el sistema nervioso
central de ratas Albino Wistar, estas fueron alimentadas diariamente durante 3
semanas por medio de sonda con una dosis de gel de sábila fresco de 25 mg/kg.
Muestras de tejido de cerebro, cerebelo, hipocampo y zona ventricular fueron
analizados por medio de cortes histológicos y tinciones con hematoxilina, eosina y
violeta de cresilo y observados con microscopía de luz. Los resultados indicaron que el
gel de sábila no tiene ningún efecto toxico en las neuronas ni en las células gliales del
sistema nervioso central de cada tejido estudiado. Se observó que no hubo cambios en
los cuerpos de Nissl, en los axones ni en los núcleos de las neuronas, ya que las
caracteríísticas citoplasmáticas de éstas fueron las mismas después del tratamiento.
Sin embargo, la relación entre las células de Purkinje y el tejido circundante del
cerebelo se redujo considerablemente en el grupo tratado. Otro hallazgo importante
fue el cambio de las células ependimarias en la zona ventricular, el número y el
tamaño de estas células se incrementaron notablemente. Algunas aéreas del tejido
simple cambiaron a tejido estratificado. También se pudo observar que las
microvellosidades y los cilios en la zona apical de estas células y los capilares en la
región del plexo coroideo fueron aumentados considerablemente. Aunque se
encontraron importantes cambios morfológicos, los autores concluyeron que se
requieren más estudios para poder comprender el o los mecanismos de acción del gel
de sábila y su efecto sobre el sistema nervioso central.
Strickland y col., (2001) mencionan que el gel de sábila puede evitar la supresión de la
inmunidad local y retardar las respuestas de hipersensibilidad debidas a la exposición a
radiación UV. El mecanismo de este efecto de protección inmunológica de los
polisacáridos del gel difiere de las descritas para los anti-oxidantes, anti-inflamatorios
y las enzimas de reparación del ADN, asimismo encontraron que los polisacáridos
del Aloe vera son efectivos incluso cuando se aplica un máximo de 24 horas después
de la exposición a los rayos UV.
Davis y col. (2006) realizaron estudios en humanos que muestran los efectos benéficos
de la sábila en el tratamiento de síndrome de intestino irritable (SII) y en la colitis
ulcerativa. Los resultados de este estudio mostraron que la ingestión de sábila es
segura y que podría beneficiar a los pacientes con diarrea predominante o con
estreñimiento en el SII.
Kim y col. (2009) utilizaron ratones con 4 semanas de edad que fueron alimentados
con una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos y se les administro el gel de
sábila durante 8 semanas. La administración del gel de Aloe disminuyó los niveles de
glucosa en sangre de los ratones y disminuyo el tamaño de los adipocitos. Con este
estudio se demostró que la administración oral del gel de Aloe vera a un modelo in
vivo puede ser usado en el tratamiento de diabetes Mellitus tipo II.
En otra investigación, se obtuvieron diferentes extractos del gel de sábila con éter de
petróleo, cloroformo, metanol y agua destilada; todos los extractos fueron estudiados
para evaluar la actividad hepatoprotectora en un modelo in vivo (ratones Swiss
albino), a los cuales se les indujo un daño hepático. En este estudio se demostró que el
extracto acuoso, tiene un potencial hepatoprotector y se confirmo con estudios
histopatológicos en el tejido del hígado de los ratones (Chandan y col., 2007).
Por otro lado, se ha observado que el Aloe vera puede tener un papel muy importante
en la disminución de los niveles de colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad) y de
TG (triacilglicéridos), puesto que puede aumentar de manera significativa el colesterol
HDL (lipoproteína de alta densidad), debido a los esteroles de origen vegetal (esterol,
citoesterol), germanio orgánico, cromo, acemanano, vitaminas, aminoácidos y enzimas
(Dixit y Joshi, 1983). El colesterol es una grasa muy importante para el organismo,
puesto que se encuentra en todas y cada una de sus células. Esta sustancia grasa es
fabricada por el hígado y utilizada por el organismo en la construcción de membranas
celulares, constitución de ácidos biliares y producción de hormonas. Los niveles altos
de colesterol LDL están relacionados con los problemas cardiovasculares, puesto que si
hay un exceso de esta grasa en la sangre, se acumula en las paredes de las arterias
formando una placa que va estrechando la luz del vaso. Esta estrechez es conocida
como aterosclerosis. El colesterol conocido como HDL tiene una acción contraria, es
decir actúa como un limpiador, puesto que libera las paredes de los vasos de la
acumulación de la placa esclerosa (Glylling y col., 1995; Ntanios y col., 2003). Dixit y
Joshi (1983) realizaron un estudio con monos donde observaron que el gel de sábila
administrado por vía oral redujo el colesterol total en un 61% y un incremento en el
contenido de lipoproteínas de alta densidad (HDL), los investigadores postulan que la
acción de la sábila sobre el colesterol no es debida a uno sólo de sus componentes,
sino a un efecto colectivo de todas las sustancias que forman parte de su compleja
composición química. En otro estudio, se examino la eficacia del Aloe vera en pacientes
con hiperlipidemia (Vogler y Ernest, 1999). Nasiff y col. (1993) realizaron un ensayo
clínico controlado en 60 pacientes con hiperlipidémia que previamente no habían
respondido a las intervenciones dietéticas. Los pacientes recibieron 10 ml o 20 ml
de Aloe vera o placebo diariamente durante un período de 12 semanas. Los niveles de
lípidos en sangre se midieron antes del tratamiento y después de cuatro, ocho y doce
semanas. El colesterol total disminuyó en un 15.4% y 15.5%, los triglicéridos en un
25.2% y 31.9%, lipoproteínas de baja densidad (LDL) en un 18.9% y 18.2%,
respectivamente en los grupos que recibieron sábila.
Conclusiones
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Nombre latino:
Opuntia dilenini
Método de prueba:
HPLC UV
Aplicación:
Función:
Anti-inflamatorio
La vida útil:
Capacidad de suministro
Capacidad de suministro:
Embalaje y envío
Paquete
1 kg/bag 25 kg/tambor
Puerto
Shanghai/Tianjin
Función
Extracto de Opuntia dillenii Haw para plantas de cactus Opuntia dillenii Haw
Extracto de raíces y tallos, con pérdida de peso, reducción del azúcar en la
sangre, efecto antibacteriano, antiinflamatorio.
3. antiinflamatorio.
Aplicación
6 El asma bronquial
11. Para tratar los favores blancos pediátricos del cuero cabelludo
Pachycereus pringlei
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Pachycereus pringlei
Taxonomía
Reino: Plantae
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Caryophyllidae
Orden: Caryophyllales
Familia: Cactaceae
Subfamilia: Cactoideae
Tribu: Pachycereeae
Género: Pachycereus
Pachycereus pringlei (S.Watson) Britton & Rose, llamado comúnmente cardón, es una especie de
la familia de las cactáceas.
Pachycereus pringlei
Fruto
Índice
1Distribución
2Descripción
3Propiedades
4Taxonomía
5Nombre común
6Galería
7Véase también
8Referencias
9Enlaces externos
Distribución[editar]
Es endémica de Baja California Sur, Baja California y Sonora en México. También se
encuentra en el norte de Argentina.
Su corteza está cubierta de espinas que parecen agujas doradas y llegan a medir 30
centímetros, todavía existen artesanos que las usan para tejer lana de llama. El crecimiento
promedio de un cardón es de 1 a 5 centímetros por año y recién cuando han cumplido medio
siglo de vida, pueden generar sus características flores blancas que mueren a los pocos días
dando paso a su fruto, la pasacana, del que se desprenden alrededor de 80 mil semillas.
Increíblemente, sólo una semilla germinará al amparo de la jarilla. En el parque se pueden ver
ejemplares de hasta 3 metros que son los testigos de los siglos en la zona, ya que se calcula
tienen entre 250 y 300 años. Aunque su madera parece frágil, sirve para hacer tirantes de
techos, muebles y artesanías. Por la explotación irracional, esta especie vegetal corrió peligro
de extinción, pero a tiempo fue protegida y hoy está terminantemente prohibida su tala.
Descripción[editar]
Es una planta arborescente, perenne, suculenta y columnar, con espinas y flores de color
blanco.
Entre las varias especies de cactáceas, esta es la que crece más alto, habiéndose registrado
una altura de 19.2 metros. El troncollega a ser de hasta 1 m de diámetro y puede tener varias
ramificaciones verticales. En su aspecto general se asemeja al sahuaroque es la segunda
especie más alta de las cactáceas, pero posee menos costillas en sus tallos y se ramifica más
cerca del suelo.
Aún existen extensos grupos de estos magníficos cactus, pero en Sonora muchos han sido
destruidos para hacer lugar a campos de cultivo.[cita requerida]
La fruta de este cactus fue importante alimento para los indígenas de Baja California Sur,
como los ya desaparecidos Pericúes, Cochimíes y Guaycuras, así como para los
actuales Seri de Sonora.1
Propiedades[editar]
La carne de este cactus contiene alcaloides, y puede haber sido utilizada como planta
psicoactiva en México.2
Una relación simbiótica con las colonias de bacterias y hongos en sus raíces permite a P.
pringlei crecer sobre la roca desnuda, incluso donde no hay tierra disponible en absoluto, ya
que las bacterias pueden fijar el nitrógeno del aire y romper la roca para producir nutrientes. El
cactus incluso envía paquetes de bacterias simbióticas con sus semillas.345
Taxonomía[editar]
Pachycereus pringlei fue descrita por (S.Watson) Britton & Rose y publicado en Contributions
from the United States National Herbarium 5: 93. 1987.6
Etimología
Pachycereus: nombre genérico compuesto que deriva del adjetivo griego antiguo "παχύς"
(pachys) = "espesor" y se refiere a los brotes vigorosos de las plantas y de cereus =
"cirio".
pringlei: epíteto otorgado en honor de Cyrus Pringle.
Sinonimia
Cereus pringlei
Pilocereus pringlei
Pachycereus calvus7
Nombre común[editar]
Español:Cardón, Sagueso, Sahuaso, Sahuaro, Saguaro
Cardón
Nombre científico:
Dermochelys coriacea
Autoridad taxonómica:
Vandelli, 1761
Phylum:
Chordata
Clase:
Reptilia
Orden:
Chelonia
Familia:
Dermochelyidae
Género:
Dermochelys
Categoría:
En Peligro
Criterio:
A2acd
Nombres comunes:
tortuga cardón, tortuga negra, laúd, baúla, canal, tinglar, tartaruga de couro,
leatherback turtle, tortue luth.
Descripción
Es muy fácil de reconocer por su enorme tamaño, ya que la longitud recta del
caparazón puede alcanzar 180 cm (Pritchard y Trebbau 1984, Pritchard y
Mortimer 2000). El largo curvo medio del caparazón de las hembras
reproductoras en Venezuela oscila entre 152 y 156 cm (Pritchard y Trebbau
1984, Balladares et al. 2010). Pesa de 250 a 500 kg (Rondón-Médicci et al.
2011, Arias-Ortiz et al. 2013). Las escamas córneas en las crías son temporales y
en adultos el cuerpo está recubierto por una piel suave y negra con manchas
blancas y siete crestas longitudinales en la parte dorsal (Pritchard y Trebbau
1984, Eckert 2001, Eckert et al. 2012). Su cabeza se reconoce no solo por la
ausencia de escamas, sino también por dos fuertes cúspides bordeadas con
hendiduras, al frente de la mandíbula superior (Pritchard y Trebbau
1984, Pritchard y Mortimer 2000). Su dieta está constituida fundamentalmente
por organismos gelatinosos relacionados con los Cnidaria (medusas o
aguamalas), Ctenophora y Urochordata (tunicados) (Pritchard y Trebbau
1984, Eckert et al. 2012).
Distribución
Especie pelágica de amplia distribución en los océanos (Eckert et al. 2012).
Anida en los trópicos; sus más importantes áreas de reproducción en el
hemisferio occidental están principalmente en Guyana Francesa, Surinam y
Trinidad (Eckert 2001, Troeng et al. 2004, Eckert et al. 2012, Wallace, B. P. et al.
2013). Las mayores densidades de anidación en el país se reportan en la
península de Paria y Nueva Esparta (> 1000 nidos/año) (Guada y Solé
2000, Vernet P. y Gómez B. 2007, Guevara C. 2008, Vernet P. y Arias-Ortiz
2010, Rondón-Médicci et al. 2010, Rondón-Médicci 2011, Arias-Ortiz et al.
2013). Hay anidación en la Guajira, la península de Paraguaná, el parque
nacional Morrocoy, la franja costera de Morón, Aragua, Vargas, Miranda,
Anzoátegui, Sucre y Delta Amacuro. En el sector insular hay desoves en La
Blanquilla, La Tortuga, los archipiélagos Los Roques y Los Testigos. Los
reportes de capturas incidentales y varamientos indican que se alimenta en aguas
venezolanas (Pritchard 1982, Pritchard y Trebbau 1984, Buitrago B.
1987b, Medina et al. 1987, Guada y Vernet P. 1988a, Guada y Vernet P.
1990, Acuña P. y Toledo N. 1994, Aguilera, M. y Acuña 1996, Guada
2000, Guada y Solé 2000, Balladares y Quijada 2001, De los Llanos 2002, Parra
Montes de Oca 2002, Alió 2004, Barreto-Betancur 2004, Balladares
2004, Antczak et al. 2007, Balladares 2007, Gallardo 2007, Guevara C.
2008, Señaris et al. 2008, Arias O. y Vernet P. 2009, Vernet P. et al. 2009, Alió
et al. 2010, González Rivero 2010, Moreno, A. et al. 2010, Rondón-Médicci et
al. 2010, Cabello et al. 2011, Cisnero 2011, Pulgar H. et al. 2011, Rojas, D. et al.
2011, Velásquez y Prieto 2011, Vernet P. y Arias-Ortiz 2011, Vernet P. et al.
2011, Cisnero y Guada 2013, Espinoza Rodríguez et al. 2013, González Viloria
et al. 2013, Pérez, A. 2013, Pulgar H. et al. 2013, Rondón-Médicci
2013b, Vásquez et al. 2013, Vernet P. et al. 2013, Pulgar H. y Díaz Gil
2014, Velásquez 2014). La especie es capaz de usar varias playas distantes
durante una temporada (con individuos observados entre Paria, Trinidad e Isla de
Margarita) (Hernández S. et al. 2005, Balladares et al. 2010). Se han detectado
desplazamientos postanidatorios entre Guyana Francesa y el golfo de Venezuela
(Pritchard y Trebbau 1984), entre Trinidad y Paraguaná (Balladares y Quijada
2001), y entre Paria y Canadá (Canadian Wildlife Federation 2014).
Situación
De ser considerada una tortuga escasa a mediados de los años ochenta (Pritchard
y Trebbau 1984), ahora es la segunda especie con más nidadas en el país (Guada
y Buitrago B. 2008a). La estimación de hembras adultas en Paria supera las 270
por año, con tendencia al incremento (Rondón-Médicci et al. 2011), y es
probable que en Venezuela nidifiquen más de 500 hembras por año (Pritchard y
Mortimer 2000, Cictmar-Widecast y Provita 2004). Se clasifica globalmente
como Vulnerable, pero en la región del Atlántico noroccidental, donde se incluye
a Venezuela, se considera en la categoría de Preocupación Menor, por la cantidad
de ejemplares maduros (33.810 individuos) y las proyecciones de crecimiento
poblacional, estimando su tiempo generacional en treinta años (equivalente a la
edad de madurez, calculada en 20 años en promedio para la especie, más una
proyección conservadora de la mitad de la edad reproductiva de 10 años)
(Wallace, B. P. et al. 2013). Analizando la información disponible de Venezuela
a la luz de la reciente evaluación global de la especie (Wallace, B. P. et al. 2013)
y suponiendo una tendencia al aumento en la población reproductiva más
importante del país (en la región nororiental), el intercambio vía migraciones
postreproductivas y la interacción persistente en las pesquerías artesanales, debe
estimarse que su categoría adecuada debe ser En Peligro (UICN 2012a, UICN
2012b), en lugar de la categoría En Peligro Crítico, a la cual se asignó en 2008
(Rodríguez, J. P. y Rojas-Suárez 2008).
Amenazas
Las principales causas de la disminución de sus poblaciones son la pesca
incidental, el consumo de su carne y el saqueo de sus nidadas (Pritchard y
Trebbau 1984, Medina et al. 1987, Guada y Vernet P. 1988a, Aguilera, M. y
Acuña 1996, Guada y Solé 2000, Balladares y Quijada 2001, Eckert 2001, De los
Llanos 2002, Parra Montes de Oca 2002, Rodríguez, J. P. y Rojas-Suárez
2003, Alió 2004, Balladares 2004, Antczak et al. 2007, Guada y Buitrago B.
2008a, Señaris et al. 2008, Vernet P. et al. 2009, Vernet P. et al. 2011, Vernet P.
et al. 2013, Cabello et al. 2011, Vernet P. et al. 2011, Cisnero y Guada
2013, Pérez, A. 2013, Vernet P. et al. 2013, Wallace, B. P. et al. 2013, Roe et al.
2014, Velásquez 2014). La tortuga cardón tiene el mayor registro de varamientos
en Venezuela: entre 2009 y 2013 el porcentaje varió entre 27,7 y el 63,1% del
total de registros (Balladares y Quijada 2001, Alió 2004, Balladares
2004, Balladares 2007, Alió et al. 2010, Rojas, D. et al. 2011, González Viloria et
al. 2013, Rondón-Médicci 2013b, Vásquez et al. 2013, Roe et al. 2014). El
impacto de la presencia de comunidades costeras, actividades turísticas y la
presencia de desechos sólidos en las playas de anidación afecta a hembras y crías
(Guada y Buitrago B. 2008a, González Rivero 2010, Cisnero 2011). El cambio
climático y sus potenciales impactos, como el aumento del nivel del mar y el
incremento en la intensidad y frecuencia de las tormentas en las localidades de
desove, podrían afectar de manera importante a esta especie (Rodríguez, J. P. y
Rojas-Suárez 2003, Hamann et al. 2013, Wallace, B. P. et al. 2013). En el golfo
de Venezuela, el golfo de Paria y en la costa atlántica debe evaluarse el impacto
de las operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos costa afuera
sobre sus rutas migratorias.
Conservación
La especie está completamente protegida por la legislación venezolana y se
beneficia de varios instrumentos legales nacionales e internacionales tales como
la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna
y flora silvestres (Cites 2014), el Anexo II del Protocolo relativo a las áreas y
flora y fauna silvestres especialmente protegidas en la Región del Gran Caribe
(SPAW 1991) y la Convención interamericana para la protección y conservación
de las tortugas marinas; varios parques nacionales proporcionan protección para
sus áreas de anidación (Guada y Solé 2000, Babarro 2004, Troeng et al.
2004, Buitrago B. et al. 2008). Diferentes organizaciones realizan actividades de
investigación, divulgación, sensibilización y capacitación en su beneficio y no
hay espacio disponible para incluir todas las contribuciones. Incluso una
institución ha proporcionado aportes para mejorar la conservación de la tortuga
cardón (Giraldo Hernández et al. 2009). Disminuir la mortalidad en las
pesquerías artesanales (redes de ahorque y palangres, principalmente) es una
medida a tomar de modo urgente y a este fin la coordinación entre el Ministerio
del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas y el Ministerio del Poder Popular
para la Pesca y Acuicultura, es absolutamente prioritaria. Una investigación y
mitigación efectiva de la captura incidental dependerá de la integración de la
ecología de las tortugas marinas, de la información oceanográfica, del manejo de
las pesquerías y de las ciencias sociales (Lewison et al. 2013). El resguardo de
sus hábitats de anidación y alimentación, reforzar el cumplimiento de la
legislación y sensibilizar ampliamente a residentes y turistas sobre la situación de
estas tortugas es indispensable para garantizar su sobrevivencia. La investigación
y conservación deben fortalecerse en todo el país en una multiplicidad de
aspectos, como el efecto de la temperatura de incubación, las tendencias
poblacionales y la caracterización genética de las poblaciones, entre otros. Es
preciso contemplar financiamiento para todas estas actividades en una
perspectiva multianual.
Ilustrador:
Amelie Areco
Autores:
María de los Ángeles Rondón-Médicci, Hedelvy J. Guada, Joaquín Buitrago (†) y
Clemente Balladares
Cita sugerida:
Rondón-Médicci, M. A., Guada, H. J., Buitrago, J. y Balladares, C. (2015).
Cardón, Dermochelys coriacea. En: J.P. Rodríguez, A. García-Rawlins y F.
Rojas-Suárez (eds.) Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Cuarta edición. Provita
y Fundación Empresas Polar, Caracas, Venezuela. Recuperado de:
animalesamenazados.provita.org.ve/content/cardon Mié, 20/03/2019 - 16:39
El cardón
gigante (
Pachycereus
pringlei
) y sus
interacciones
con la fauna en
la península de
Baja
California,
México
RESUMEN
El cardón gigante (
Pachycereus pringlei
(S.Watson) Britton & Rose) es
una especie endémica
del Desierto Sonorense que por
su gran biomasa es reservorio
de nutrientes, brinda refugio
y es fuente de alimento para la
fauna. Los objetivos del estudio
fueron identiFcar el número
de especies que interactúa con
el cardón y determinar cómo lo
hacen. Para ello se colocaron
fototrampas cerca de las ±ores y
frutos, se fotograFaron a las
especies que se observaron
en los cardones y se utilizaron
los reportes de literatura. Se
registraron 61 especies que
interactúan con los cardones, 25
de ellas no registradas
anteriormente. Se reportan 83
asociaciones, de las cuales el
45% ocurren en la temporada de
±oración y fructiFcación. Por
lo antes expuesto, es necesario
categorizarlo como una especie
clave del Desierto Sonorense
y tomar en consideración las
interacciones que mantiene con
la fauna al tomar decisiones
acerca de su manejo y
conservación.
ABSTRACT
The Mexican giant cardon (
Pachycereus pringlei
(S.Watson) Britton & Rose) is
an endemic
species of the Sonoran Desert;
these immense cacti serve as
reservoirs of water and nutri
-
ents and provide food and
shelter for a large diversity of
wildlife. The objectives of the
study
were to identify the number of
species that currently interact
with cardons and determine
how they take advantage of the
cactus. Camera traps were
placed near cardon ±owers and
fruits. Animal species engaged
in interactions with the plant
were photographed
and a lit
-
erature review was also
undertaken to enhance the
interactions database. 61 species
that
interact with cardons were
found, 25 of which had not
previously been reported. 83
total in
-
teractions were recorded , 45%
of which occurred in the
±owering and fruiting season.
This
large number of interactions
suggests that the Mexican giant
cardon is a keystone species
for the Sonoran Desert and
should be considered for land
management and conservation
planning within this region.
* Centro de Investigaciones
Biológicas del Noroeste S. C.,
Instituto Politécnico Nacional 195,
La Paz 23090, México. Correo
electrónico:
mdelgado@pg.cibnor.mx; Tel.
(612) 177 77 87.
** Instituto Politécnico Nacional,
CIIDIR Unidad Durango, Sigma
119, Fraccionamiento 20 de
Noviembre II, Durango, 34220,
Durango, México.
*** Arizona-Sonora Desert
Museum, 2021 N. Kinney Rd.,
Tucson Arizona, 85743, E.U.A.
◊
Autor de correspondencia.
Palabras clave:
Cardón; cámara trampa;
Desierto
Sonorense; especie clave;
interacción
planta-animal.
Keywords:
Cardon; camera trap; keystone
species;
plant-animal interaction;
Sonoran Desert.
Recibido: 8 de marzo del 2016
Aceptado: 8 de septiembre del
2017
Cómo citar:
Delgado-Fernández, M., Escobar
Flores, J. G.
& Franklin, K. (2017). El cardón
gigante (
Pa-
chycereus pringlei
) y sus interacciones con la
fauna en la península de Baja
California, México.
Acta Universitaria
,
27
(5), 11-18. doi: 10.15174/
au.2017.1274
doi: 10.15174/au.2017.1274
The Mexican giant
cardon (
Pachycereus pringlei
) interactions with
wildlife on
the Baja California
peninsula, Mexico
Mariana Delgado-
Fernández*
◊
, Jonathan G. Escobar-
Flores**, Kim
Franklin***
INTRODUCCIÓN
Las plantas suculentas con
metabolismo ácido de las
crasuláceas (CAM)
son elementos distintivos
de las zonas áridas y
semiáridas, en el Desierto
Sonorense y en el Valle
de Tehuacán-Cuicatlán,
las comunidades de
plantas
están dominadas por
cactáceas columnares de
gran tamaño de los
géneros
Stenocereus, Carnegiea,
Pachycereus
(²leming & Valiente-
Banuet, 2002),
Backebergia
(Mauseth, Terrazas,
Vázquez-Sánchez &
Arias, 2005),
Cepha-
locereus
(Zavala-Hurtado & Díaz-
Solis, 1995) y,
Polaskia
(Cruz & Casas,
2002), entre otros. Todas
ellas producen abundantes
±ores y frutos por
temporada que son
alimento para la fauna
nativa, por ello son
ecológica-
mente importantes en su
comunidad, aunque
existen pocos trabajos que
ISSN 0188-6266
Vol. 27 No. 5 Septiembre-
Octubre 2017
12
El cardón gigante (
Pachycereus pringlei
) y sus interacciones con la fauna en la
península de Baja California,
México |
Mariana Delgado-Fernández, Jonathan
G. Escobar-Flores, Kim Franklin
|
pp. 11-18
cuantifquen el impacto de
estas especies como pro
-
veedores de agua, reFugio
y nutrientes (Drezner,
2014;
WolF & Martínez del Río,
2003).
En el Desierto Sonorense,
el cardón gigante (
Pa-
chycereus pringlei
(S.Watson) Britton &
Rose) es el
cacto columnar endémico
que por su tamaño, demo-
grafía y densidad es icono
de los desiertos de la
penín-
sula de Baja CaliFornia,
su distribución latitudinal
va
de los 23° a los 31° N. Es
una especie que se
caracteri
-
za por favorecer la
entrada de agua al suelo,
aumentar
su contenido orgánico y
evitar su erosión (Puente,
Li &
Bashan, 2009). Llegan a
medir hasta 20 m de
altura,
1.5 m de diámetro
(Turner, Bowers &
Burgess, 1995) y
desarrollan múltiples
ramifcaciones a tasas de
creci
-
miento de 3 cm a 23 cm
por año (Delgado-
±ernández,
Garcillán & Ezcurra,
2016). Por su gran tamaño
y si
-
militud al saguaro (
Carnegiea gigantea
(Engelm.) Brit-
ton & Rose), especie que
está categorizada como
clave
(Drezner, 2014), se
hipotetiza que el cardón
también
es una especie clave que
brinda refugio a la fauna y
en la
temporada de ²oración y
Fructifcación (primavera
y
verano) el polen, néctar y
frutos les sirven de
alimento.
El objetivo de esta
investigación fue realizar
un lis-
tado de las aves,
mamíferos, reptiles,
insectos y arác-
nidos que interactúan con
los cardones y determinar
la forma en la que se
asocian, para con ello
destacar el
papel del cardón como
especie clave dentro de su
distri-
bución en la península de
Baja CaliFornia.
MATERIALES Y
MÉTODOS
El cardón gigante tiene
una de las distribuciones
la-
titudinales más grandes,
extendiéndose por más de
1000 km a lo largo de la
península de Baja
CaliFornia,
desde los secos y cálidos
matorrales tropicales en la
Región del Cabo (23° N),
donde se ve Favorecido
por los
monzones de verano con
precipitaciones promedio
de
entre 200 mm a 400 mm,
continuando por el
Desierto
Sonorense, donde las
lluvias son escasas e
irregulares
con variables
proporciones de lluvia de
invierno y de
verano y Frecuentes
neblinas, hasta llegar al
desierto
de San Felipe, donde el
desierto termina y da paso
a la
región mediterránea de
chaparral y matorral
costero
(31° N). La temperatura
en el desierto de San
±elipe
excede los 50 °C en
verano y la precipitación
promedio
anual en de 50 mm
(González-Abraham,
Garcillán &
Ezcurra, 2010; Roberts &
Ezcurra, 2012).
Se realizó Fototrampeo en
la temporada de ²ora
-
ción (primavera) y de
Fructifcación (verano) de
2015
mediante ocho
Fototrampas
Bushnell NatureView HD
con lentes de enfoque de
primer plano de 46 cm
para
registrar a la Fauna que
visita las ²ores de cardón
y
la que consume los frutos
en nueve sitios de la zona
de
distribución del cardón
(fgura 1).
En el periodo de 2012 a
2015, se utilizó una cáma
-
ra SLR Nikon 5100 con
lente 18 mm – 200 mm
para
registrar a la Fauna que
utiliza el cardón para
perchar,
anidar o refugiarse. El
listado de asociaciones se
com-
pletó con la bibliografía
disponible.
La identifcación de los
grupos taxonómicos de la
clase Mammalia se realizó
mediante las claves de
Hall
(1981) y Álvarez-Castañeda,
Rios, Cortés-Calva,
González-
Ruiz & Suárez-Gracida
(2008). Para la clase Aves
se
utilizó la guía KauFman
(2005) y para la clase
Repti
-
lia se utilizó la
clasifcación taxonómica
de Grismer
(2002). Para clasifcar las
asociaciones se utilizaron
las categorías propuestas
por Drezner (2014) (tabla
1).
Figura 1.
Los nueve sitios de estudio
(zonas grises). Los puntos
negros mues-
tran los sitios de
observaciones o colectas de
cardón por Turner
et
al.
(1995).
Fuente: Elaboración propia.
Vol. 27 No. 5 Septiembre-
Octubre 2017
13
ISSN 0188-6266
El cardón gigante (
Pachycereus pringlei
) y sus interacciones con la fauna en la
península de Baja California,
México |
Mariana Delgado-Fernández, Jonathan
G. Escobar-Flores, Kim Franklin
|
pp. 11-18
RESULTADOS
El cardón es una especie
clave en el Desierto
Sonoren-
se. En total se registraron
61 especies que se asocian
a su presencia, de las
cuales 25 no se habían
registra
-
do anteriormente. Se
reportan 83 asociaciones,
45%
están restringidas a la
temporada de foración y
Fruc
-
ti±cación del cardón.
Abreviación
Uso/asociación
Fl
Uso de la for o sus componentes
como el néctar
o el polen.
Fr
Uso del fruto o las semillas.
T
Consumo de tejido de plantas
establecidas adultas.
D
Uso del tejido muerto para vivir
dentro de él
o alimentarse de la Fauna que ahí
habita.
R
Descanso, reposo o percha.
M
Búsqueda de pareja.
N
Anidación.
O
Oviposición.
Orden
Familia
Género
Especie
Asociación
Referencia
Apodiformes
Trochilidae
Calypte
costae
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
ColumbiFormes
Columbidae
Zenaida
asiatica
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
macroura
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
Falconiformes
Accipitridae
Buteo
jamaicensis
R
Observación personal
Caracara
cheriway
N
1
,R
2
1
Rivera-Rodríguez & Rodríguez-
Estrella (1998);
2
observación personal
Pandion
haliaetus
R
Observación personal
Cathartidae
Cathartes
aura
R
Observación personal
Falconidae
Falco
sparverius
R
Observación personal
Strigidae
Bubo
virginianus
R
Observación personal
PasseriFormes
Aegithalidae
Psaltriparus
minimus
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
Cardinalidae
Cardinalis
cardinalis
Fr, Fl
Observación personal
Corvidae
Corvus
sp.
N
1
,R
2
1
Rebman & Roberts (2012);
2
observación personal
Fringillidae
Carpodacus
mexicanus
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
Icteridae
Icterus
cucullatus
R, Fr
Observación personal
Laniidae
Lanius
ludovicianus
R
Partida & Rodríguez-Estrella
(2015)
Mimidae
Toxostoma
curvirostre
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
Remizidae
Auriparus
faviceps
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
Tyrannidae
Myiarchus
tyrannulus
R
Observación personal
PelacaniFormes
Ardeidae
Ardea
sp.
R
Observación personal
PiciFormes
Picidae
Colaptes
auratus
Fl
²leming & Valiente-Banuet (2002)
Melanerpes
uropygialis
Fl
1
, Fr
2
,N
2
,R
2
1
²leming & Valiente-Banuet
(2002);
2
observación personal
Tabla 1.
Categorías empleadas para
caracterizar las asociaciones
de
Pachycereus
pringlei
con la fauna.
Tabla 2.
Especies de aves que se
asocian a la presencia del
cardón en la península de Baja
California, México.
Fuente: Drezner (2014).
Fuente: Elaboración propia.
Se registraron 21 especies
de aves (tabla 2) que se
asocian con la presencia
del cardón, nueve de ellas
corresponden a nuevos
registros. El 46% de las
aso
-
ciaciones entre las aves y
los cardones ocurre
debido a
la presencia de fores
(36%) o de Frutos (11%).
El 43%
de las aves se asocia al
cardón para perchar y
11%
para anidar.
Se encontró que 27
especies de insectos están
aso
-
ciadas a los cardones, 12
de los cuales son nuevos
registros de interacciones
(tabla 3). El 35% de las
aso
-
ciaciones se deben a la
presencia de fores y 18%
a la
de Frutos. El 47% de las
asociaciones restantes son
insectos que viven en el
cardón y se alimentan de
te-
jido necrótico (35%) o
vivo (3%), desde donde
buscan
su alimento (3%) o se
reFugian (6%). Por otro
lado, está
reportado que dos
especies de arácnidos se
asocian
al cardón al consumir
tejido necrótico de
cardones
muertos (tabla 4).
Se registraron tres
especies de reptiles que se
aso-
cian a la presencia del
cardón, una de ellas es un
nue-
vo registro de asociación
(tabla 5). Las tres se
asocian
al cardón para obtener
refugio y se observó que
la
iguana del desierto
también aprovecha la
altura de las
ramas del cardón para
descansar y buscar
comida.
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Vol. 27 No. 5 Septiembre-
Octubre 2017
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El cardón gigante (
Pachycereus pringlei
) y sus interacciones con la fauna en la
península de Baja California,
México |
Mariana Delgado-Fernández, Jonathan
G. Escobar-Flores, Kim Franklin
|
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Orden
Familia
Género
Especie
Asociación
Referencia
Coleoptera
Curculionidae
Scyphophorus
acupunctatus
T
Maya, Palacios-Cardiel & Jiménez
(2011)
Histeridae
Platydracus
phoenicurus
D
Castrezana & Markow (2001)
Platysoma
sp.
D
Castrezana & Markow (2001)
Nosodendridae
Nosodendron
sp.
D
Castrezana & Markow (2001)
Staphylinidae
Tachyporus
sp.
D
Castrezana & Markow (2001)
Diptera
Fl
Observación personal (fgura 2)
Fl
Observación personal (fgura 3)
Fl
Observación personal
Culicidae
Anopheles
pseudopunctipennis
D
Castrezana & Markow (2001)
Drosophilidae
Drosophila
arizonae
D
Castrezana & Markow (2001)
mettleri
D
Castrezana & Markow (2001)
nigrospiracula
D
Castrezana & Markow (2008)
Muscidae
Muscina
stabulans
D
Castrezana & Markow (2001)
Neriidae
R, Fr, Fl
Observación personal (fgura 4)
Syrphidae
Volucella
isabellina
D
Castrezana & Markow (2001)
Hemiptera
Veliidae
Microvelia
sp.
D
Castrezana & Markow (2001)
R
Observación personal
Hymenoptera
Fr, Fl
Observación personal (fgura 5)
Apidae
Apis
mellifca
Fl, Fr
Observación personal
Formicidae
Pheidole
sp.
D
Castrezana & Markow (2001)
Pseudomyrmex
sp.
D
Castrezana & Markow (2001)
Fl, Fr
Observación personal
Pompilidae
Fr, Fl
Observación personal (fgura 6)
Vespidae
Brachygastra
mellifca
Fl
Observación personal
Isoptera
D, O
Observación personal
Lepidoptera
Fl, Fr
Observación personal (fgura 7)
Sphingidae
Hyles
lineata
Fl
Fleming & Valiente-Banuet
(2002)
Orden
Familia
Género
Especie
Asociación
Referencia
Acari
Macrochelidae
Maccrocheles
subbadius
D
Castrezana & Markow (2001)
Pseudoscorpionida
Chernetidae
Dinocheirus
arizonensis
D
Castrezana & Markow (2001)
Orden
Familia
Género
Especie
Asociación
Referencia
Squamata
Iguanidae
Ctenosaura
hemilopha
Fl
2
, Fr
2
,D
2
,
R
1,3
3
Blázquez & Rodríguez-Estrella
(1997);
2
Blázquez &
Rodríguez-Estrella (2001; 2007);
1
Fleming & Valiente-
Banuet (2002)
Phrynosomatidae
Urosaurus
nigricaudus
R
Observación personal
Xantusiidae
Xantusia
jaycolei
D
Bezy, Bezy & Bolles (2008)
Tabla 3.
Especies de insectos que se
asocian al cardón gigante en
la península de Baja
California, México.
Tabla 4.
Especies de arácnidos que se
asocian a la presencia del
cardón gigante en la península
de Baja California, México.
Tabla 5.
Especies de reptiles que se
asocian a la presencia del
cardón gigante en la península
de Baja California, México.
Fuente: Elaboración propia.
Fuente: Elaboración propia.
Fuente: Elaboración propia.
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El cardón gigante (
Pachycereus pringlei
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Figura 2.
Díptero en la for de un
cardón, lo acompañan
Formícidos visibles en los
pétalos; mayo de 2015.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 3.
Díptero en la for de un
cardón, se tiene evidencia de
los Formícidos
transportando polen al
exterior de la for; mayo de
2015.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 5.
Himenóptero en la for de
cardón; mayo de 2015.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 4.
Dípteros de la familia
Neriidae, se tiene evidencia de
éstos alimentándose
de los Formícidos que se
observan en la for de cardón;
mayo de 2015.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 6.
Himenóptero en un fruto en
formación de cardón; abril de
2015.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 7.
Lepidóptero en un fruto en
formación y un hemíptero en
la costilla del
cardón; abril de 2015.
Fuente: Elaboración propia.
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El cardón gigante (
Pachycereus pringlei
) y sus interacciones con la fauna en la
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Se registraron ocho
especies de mamíferos
asocia
-
das al cardón, de las
cuales cinco son nuevos
regis-
tros de asociación (tabla
6). La asociación entre
dos
murciélagos polinizadores
de cardón ocurre única
-
mente en la temporada de
Foración de la especie. El
34% de las asociaciones
de mamíferos con el
cardón
se favorecen por la
presencia de Fores. Por
otro lado,
33% de las especies
descansa en los cardones
y el
resto construye sus
madrigueras en los tallos
del cardón.
DISCUSIÓN
Las Fores y frutos del
cardón, además de ser
nutri
-
tivos, están disponibles en
la temporada más cálida
(con temperatura media
de 20 °C – 31 °C y
máxima
de
36 °C – 45 °C) y seca del
año (abril a septiembre)
en el Desierto Sonorense
(Comisión Nacional del
Agua
[Conagua], 2010), por lo
que tales recursos son aún
más valiosos, tal y como
sucede con las Fores y
frutos
de saguaro (Drezner,
2014). ±rick, Heady III &
Hayes
(2009) reportaron que el
consumo de néctar de car
-
dón por parte de su
polinizador
A. pallidus
, además
de mostrar ²nes
nutrimentales, también lo
consumen
para hidratarse por la
escases de fuentes de agua
dis
-
ponibles, probablemente
varias de las especies
regis-
tradas en la temporada de
Foración no son poliniza
-
dores del cardón, sino
visitantes que aprovechan
el
néctar de las Fores para
hidratarse. En
Pachycereus
pecten-aboriginum
(Engelm. ex S. Watson)
Britton &
Rose se ha registrado que
además del murciélago po
-
linizador
L. curasoae,
aves como
Calypte costae, Me-
lanerpes uropygialis,
Colaptes auratus,
Carpodacus
mexicanus, Auriparus
faviceps
colectan polen y ade-
más se tiene registro de
M. uropygialis
consumien-
do néctar (Molina-
±reaner, Rojas-Martínez,
±leming
& Valiente-Banuet,
2004), todas estas aves
también
están asociadas a la
presencia del cardón. Las
abe-
jas
Apis mellifera
, que también se asocian
al cardón,
se han registrado
consumiendo néctar y
polen tanto
en
P. pecten-aboriginum
(Molina-±reaner
et al.
, 2004)
como en las cactáceas
columnares
Neobuxbaumia
mezcalaensis
(Bravo) Backeberg y en
Neobuxbaumia ma-
crocephala
(Weber) Dawson
(Valiente-Banuet, Rojas-
Martinez, Arizmendi &
Davila, 1997).
En gran parte de su
distribución, el cardón
gigante
es la especie de mayor
altura dentro de la
comunidad
vegetal, por ello, una
amplia variedad de
especies des-
cansan y perchan en él,
buscan alimento o se
refugian
para evitar ser presas, este
mismo tipo de interaccio-
nes planta-animal se ha
registrado en el saguaro,
al
ser también la especie de
mayor altura en su comu-
nidad vegetal (Drezner,
2014). Algunas de las
especies
de aves forman sus nidos
sobre las rami²caciones del
cardón, pero otros, como
los pájaros carpinteros,
construyen sus nidos al
hacer concavidades dentro
de
las ramas, donde otras
especies como la iguana
del
desierto se refugian para
evitar a los depredadores,
además de alimentarse
(Blázquez & Rodríguez-
Estrella
1997; 2001). Por otro
lado, los resultados
resaltan
la
importancia de los
individuos de cardón
muertos y en
descomposición, ya que el
tejido necrótico sirve de
ali-
mento para una diversidad
de insectos y arácnidos
(Castrezana & Markow,
2001; 2008).
Además de las
interacciones que
mantienen con
la fauna, los cardones
estabilizan el suelo del
desier-
to (Bashan, Salazar,
Puente, Bacilio &
Liderman, 2009;
Carrillo-Garcia, Bashan,
Díaz-Rivera &
Bethlenfalvay,
2000), los reclutas de
cardón mantienen una
asociación
Orden
Familia
Género
Especie
Asociación
Referencia
Quiroptera
Phyllostomidae
Choeronycteris
mexicana
Fl
Observación personal
Leptonycteris
curasoae
Fl
Molina-±reaner, Cervantes-Salas,
Morales-Romero,
& ±leming (2003)
yerbabuenae
Fl
Gonzalez-Terrazas
et al
. (2016)
Vespertilionidae
Antrozous
pallidus
Fl
±rick
et al
. (2009)
Rodentia
Muridae
Neotoma
lepida
R, N
Observación personal
Peromyscus
eremicus
R, N
Observación personal
Sciuridae
Neotamias
obscurus
R, N
Observación personal
Spermophilus
tereticaudus
R,N
Observación personal
Tabla 6.
Especies de mamíferos que se
asocian a la presencia del
cardón gigante en la península
de Baja California, México.
Fuente: Elaboración propia.
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Pachycereus pringlei
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península de Baja California,
México |
Mariana Delgado-Fernández, Jonathan
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pp. 11-18
con bacterias endofíticas
capaces de crear grietas
en
rocas volcánicas (sin
suelo) y colonizar nuevos
sitios,
incluso acantilados,
coadyuvar a la formación
de sue-
los y dar sucesión a otras
plantas (Bashan, Li,
Lebsky,
Moreno & de-Bashan,
2002; Puente
et al.,
2009); por
otro lado, Arnaud,
Carbajal-Márquez,
Rodríguez-Can
-
seco & Ferreyra (2014)
han propuesto que los
cardo
-
nes, junto con otros
elementos orgánicos
como raíces
y ramas, que son
arrastrados hacia el mar
en la tem
-
porada de huracanes son
dispersores de fauna hacia
las islas, como es el caso
de
Crotalus ruber
que se
registró en Isla Coronados
recientemente. Todo esto
destaca la importancia y
servicios que brinda esta
es-
pecie no solo a la fauna
con la que interactúa, sino
con todo el ecosistema
Cardón o Dato
Nombre Común: Cardón o Dato
Nombre Científico: Stenocereus griseus (Haworth) Buxb.
Familia: CACTACEAE
Jardín Temático: Jardín Xerófilo
Descripción: El Dato o Yarure como se le conoce popularmente, es una planta
arborescente que crece hasta los 9 m de alto, con un tronco principal corto y
usualmente ramificado desde la base. Se caracteriza por la presencia de frutos de
color redondeados de color rojo intenso y rodeados de espinas.
Distribución: Esta especie es de amplia distribución en las zonas semiáridas de
Venezuela. Prefiere los taludes bien drenados de las montañas
Usos y Curiosidades: Este cardón junto a otras especies arborescentes de las
regiones semiáridas es muy importante como fuente de alimento (frutos y néctar)
para la fauna vertebrada de estos ambientes. Sus frutos son comestibles.
Ficha Realizada por: Ricardo Rico. Febrero 2002
Referencias Bibliográficas: Sosa, M. Y P. Soriano (1992), Los Murciélagos y los
cactus, Carta ecológica 61: 7 – 10; Rico, R. (1995), Composición y estructura de
un cardonal en el estado Mérida, Venezuela, Trabajo de Ascenso, Facultad de
Ciencias, Universidad de los Andes, 34 pp.; Rondón, J. A. (2001), Catáceae de la
zona xerófila del estado Mérida, Venezuela, Universidad de los Andes, Talleres
Gráficos Universitarios, 161 pp.