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EN LO PRINCIPAL: Contesta demandas; PRIMER OTROSÍ: Forma de notificación

especial; SEGUNDO OTROSÍ: Acredita personería, patrocinio y poder.

S. J. L. DEL TRABAJO DE LA SERENA

HUGO PUEBLA GASSET, abogado, en representación convencional, según


se acreditará, de Farmacias Ahumada S.A., sociedad anónima del giro de su
denominación, Rut N° 76.378.831-8, domiciliada en Los Jardines N°972, comuna
de Huechuraba, Ciudad de Santiago, representada legalmente por don Nelson
Rodríguez Messina, cédula nacional de identidad número 10.206.423-2, factor de
comercio, en los autos caratulados “González con Farmacias Ahumada”, causa
RIT T-16-2018, a Su Señoría, con respeto digo:

Que dentro de plazo legal, contesto las demandas deducidas en contra de mi


representada:

I.- DEMANDA DE TUTELA DE GARANTÍAS FUNDAMENTALES

Doña Darinka Carla Andrea Gonzalez Pinochet, chilena, guardia de


seguridad, actualmente cesante, soltera, domiciliada en Pasaje Magallanes N° 967,
La Encina, Población San Juan, comuna y ciudad de Coquimbo, cédula nacional de
identidad Nº 12.570.365-8, interpone denuncia por supuesta lesión de sus derechos
fundamentales de los números, particularmente los contenidos en los números 1 y
4 del artículo 19 de la Constitución Política de la República, que según señala habría
sido cometido con ocasión del despido de que fue objeto, y de indemnización por
daño moral, en contra de Farmacias Ahumada S.A.

I.-A.- EXCEPCION DE CADUCIDAD

Sin perjuicio de no ser efectivos los hechos en los que la denunciante funda
su acción, lo cierto es que ella ha sido promovida fuera de plazo, lo que desde ya
impide que sea acogida, y en consecuencia opongo la excepción de caducidad y/o
extemporaneidad de la acción de tutela deducida, en conformidad al artículo 486
inciso final del C6digo del Trabajo.

Esto es así pue, como sabemos, la regulación de la acción de tutela


contempla su procedente frente a dos escenarios posibles y cuyo plazo de
caducidades es diverso: a) Vulneración durante la relación laboral, y b) Vulneración
con ocasión del término de la relación laboral.

Cuando los supuestos actos vulneratorios sean perpetrados durante la


vigencia de la relación laboral, el plazo de caducidad es de 60 días "contados desde
que se produzca la vulneración" (artículo 486, inciso final).

Pues bien, más allá de la forma como la demanda se propone, esto es, que
la supuesta vulneración de garantías se habría producido con ocasión del despido,
del análisis del libelo fluye claramente que el relato transmite la supuesta existencia
de actitudes que la denunciante considera hostiles, provenientes de compañeros de
trabajo, y que habrían sido presuntamente tolerados por su ex empleador. Por
consiguiente, lo que realmente denuncia la actora son supuestos actos vulneratorios
ocurridos durante la relación laboral

Ahora bien, no cabe duda de que cuando los actos de vulneración son
verídicos, ellos generalmente se prolongan en el tiempo, a través de conductas
reiteradas de las que el trabajador es víctima.

Lo anterior, no obstante, no puede significar que no exista un hito al que


atribuir la cualidad de evento vulneratorio desde el cual debe comenzar a correr el
plazo para la interposición de la denuncia. De otra forma, la norma general del
artículo 486 del Código del Trabajo se desnaturaliza totalmente, toda vez que
siempre sería el hecho del despido el hito hábil para iniciar el cómputo del plazo,
independiente de la escena temporal de la supuesta vulneración

En la especie, la demandante hace alusión a eventos que habrían ocurrido el


año 2016. Luego señala tuvo licencias médicas entre diciembre de 2016 y julio de
2017, reintegrándose el 1 de agosto de 2017, tras lo cual sostiene que “Las nuevas
molestias dieron lugar a que con fecha 28 de Septiembre pasado sufriera yo una
nueva crisis, que se manifestó en una descompensación, que motivó se me otorgara
una nueva licencia con reposo total por 12 días más, tras lo cual hice uso de mi
feriado anual pendiente”

Es decir, para ser consistentes con el relato, es dable afirmar que el hito
desde el cual debe contarse el plazo de 60 días para la caducidad de la acción
de tutela, es precisamente lo que habría provocado esta supuesta última
crisis, que se gatilló, según afirma, el 28 de septiembre de 2017. No se
advierten, con posterioridad a esa fecha, nuevos eventos que puedan denotar la
presencia de abusos u hostigamientos de ninguna especie, hasta su
desvinculación, ocurrida a fines del mes de noviembre de 2017, y que se fundó en
lo dispuesto en el artículo 160 N°3 del Código del Trabajo.
Así las cosas, el plazo para la presentación de tutela, conforme a la
norma antes citada, expiró el 12 de diciembre de 2017, mientras que la
demanda fue recién ingresada con fecha 8 de febrero de 2018

Sostener, como dice la contraria, que el despido constituyó el “último


eslabón en la cadena de complicidad de la empresa en la situación de acoso
laboral” de la que habría sido víctima, no es sino un intento por generar
artificialmente una extensión del plazo que, como creemos, se encontraba ya
extinto

I. B.- EN SUBSIDIO, DEFENSA DE FONDO: 1.- IMPRECISIÓN, FALTA


DE CLARIDAD Y VAGUEDAD DEL RELATO; 2.- INEFECTIVIDAD DE LOS
HECHOS

Para el improbable evento de que VS no acoja la excepción de caducidad,


opongo las siguientes defensas de fondo:

1.- Imprecisión, falta de claridad y vaguedad del relato:

No obstante lo extenso del libelo, lo cierto es que contiene una serie de


afirmaciones genéricas, poco claras, imprecisas y vagas, sobre hechos que se
habrían producido en algún momento entre mediados y fines del año 2016.

Dice la actora: “En efecto, la señora Aguirre es bastante amiga de una


vendedora del local, y ambas asumieron a partir de entonces una sistemática
cadena de abusos a mi respecto. En efecto, comenzó a ser habitual que estas
personas me gritaran en el lugar de trabajo y durante la jornada que yo era una
persona cochina, ladrona, que era una “escort”, es decir, una prostituta, y otros
insultos similares, aseveraciones que además se encargaron de esparcir entre el
resto de los trabajadores del local, e incluso a personas que se desempeñaban en
otros establecimientos de la Farmacia, perjudicando en esa forma gravemente mi
reputación. Además, estas personas se burlaban continuamente de mí, haciendo
gestos obscenos y profiriendo insultos a mis espaldas cada vez que pasaba delante
de ellas, lo que hacían cuando había público presente pero de manera que yo me
diera cuenta, pero que no pudiera reaccionar. Todo esto como es natural me generó
gran estrés y ansiedad”

Luego, indica que entre diciembre y julio de 2017 tuvo reposo por licencia
médica, retornando en agosto de 2017 y hasta el 28 de septiembre de 2017,
momento en que nuevamente afirma se le prescribió reposo por 12, para
posteriormente hacer uso de su feriado legal. Seguidamente indica que “Tras el
término de mi feriado pendiente volví a integrarme a mis labores, pero,
considerando que ya me aquejaba, como he relatado, una enfermedad
profesional, en razón de la cual estaba sometida a una medicación bastante fuerte,
y dado que no cesaron los acosos por parte de mis hostigadoras, se generaron
recaídas en virtud de las cuales se me otorgaron nuevamente en nuevas
oportunidades licencias médicas”

En resumen, la denunciante habría sido objeto de trato hostil en algún punto


del segundo semestre del año 2016, lo que se habría repetido en momentos del
segundo semestre del 2017, aunque no se expresa qué, cómo ni cuándo.

Tanto es vago e impreciso el relato, que la primera resolución librada por el


tribunal reza: “Para proveer, venga en forma el poder o en su caso cúmplase con
el artículo 6 de la ley 20.886 y el artículo 47 del Acta N° 71 dentro de tercero día,
bajo apercibimiento de tener por no presentada la demanda.
Sin perjuicio de lo anterior, cumpla el demandante con lo dispuesto en
el artículo 490 del Código del Trabajo, en orden a indicar las fechas en que
habrían ocurrido los hechos constitutivos de acoso y en qué consiste cada
uno de ellos.” (énfasis agregado)

Es decir, el propio tribunal, al proveer la demanda, estimó que los hechos


esgrimidos no revestían los caracteres de claridad y precisión suficientes para
darle curso.

Vale hacer presente en este punto que en la reposición pedida por el actor
en escrito de folio 7, se limita a repetir el mismo relato ya contenido en el libelo, de
modo que nada se agrega, ni se clarifica, ni se precisa respecto de los hechos.

En consecuencia, no se ha cumplido en la especie el estándar mínimo


establecido por la ley para acoger una denuncia como la aquí incoada, y por
consiguiente pedimos que así sea declarado

2.- Inefectividad de los hechos

Sin perjuicio de lo dicho en el punto anterior, mi representada controvierte


expresamente los hechos que a juicio de la denunciante serían vulneratorios de
garantías, pues no le consta su veracidad, ni cuándo ni cómo habrían ellos
ocurrido, y niega particularmente haber tenido conocimiento de situaciones de
abuso como las que la denunciante describe.
En consecuencia, la actora deberá acreditar todos y cada uno los –vagos,
poco claros e imprecisos- hechos en los que funda su denuncia, así como la
circunstancia de ser ellos conocidos por la demandada

I.- DEMANDA DE DESPIDO INJUSTIFICADO, INDEMNIZACIÓN POR


DAÑO MORAL, Y COBRO DE PRESTACIONES

Doña Darinka Carla Andrea Gonzalez Pinochet, ya individualizada, interpone


subsidiariamente demanda despido injustificado, indemnización por daño moral y
cobro de prestaciones, en contra de Farmacias Ahumada S.A., también ya
individualizada

Funda su acción subsidiaria en los mismos antecedentes de hecho en los


que basa su demanda principal, y en consecuencia pido que lo dicho en tanto
defensa de fondo respecto de esa acción, esto es, imprecisión, falta de claridad y
vaguedad del relato e inefectividad de los hechos.

Sin perjuicio, agregamos que la causal invocada se encuentra plenamente


justificada.

En efecto, las inasistencias sin causa justificada por más de dos días de la
actora se enmarcan plenamente en lo dispuesto en la norma que contiene la causa
basal de su despido, esto es, el artículo 160 N° 3 del Código del Trabajo

Por otra parte, la carta de aviso cumple cabalmente con los requisitos legales,
de suerte tal que el despido no admite reproche ni sustantivo ni procedimental,
careciendo en consecuencia de sustento la acción subsidiaria, razón por la que
debe ser rechazada, con costas

IV.- PRESTACIONES DEMANDADAS:

Todos los montos demandados deben ser rechazados, tanto los pedidos en
la acción principal como los solicitados en la acción subsidiaria, pues ni en uno ni
en otro caso se configuran las causales invocadas por la demandante que las dichas
sumas sean procedentes.
POR TANTO;

En virtud de lo expuesto, normas citadas y lo dispuesto artículo 452 y siguientes, y


486, 490 y demás pertinentes del Código del Trabajo, y demás normas aplicables

RUEGO A SS; tener por contestadas las demandas, rechazándolas en definitiva en


todas sus partes, declarando:

1.- Respecto de la acción principal:

a) Que la acción para la denuncia de tutela por vulneración de garantías se ha


interpuesto extemporáneamente

b) En subsidio, que se rechaza la acción, por no haber incurrido la demandada en


las vulneraciones que se le imputan

c) Que se condena en costas a la demandante

2.- Respecto de la acción subsidiaria:

a) Que se rechaza la demanda despido injustificado, indemnización por daño moral


y cobro de prestaciones, por no se efectivos los hechos en que se funda

b) Que se condena en costas a la demandante

PRIMER OTROSI: A SS. solicito que, de conformidad a lo dispuesto en el artículo


442 del Código del Trabajo, se disponga en lo sucesivo que todas las resoluciones
dictadas en la presente causa sean notificadas a través del siguiente correo
electrónico: hpuebla@morenoycia.com

SEGUNDO OTROSÍ: Con el mérito de la copia digital de la escritura pública de


mandato judicial que acompaño, cuya autenticidad puede verificarse en sitio
www.fojas.cl con el Certificado N°20180814155647NOT acredito mi personería para
actuar en representación judicial y convencional de FARMACIAS AHUMADA S.A.,
y asumo el patrocinio de mi representado y poder del demandado, fijando domicilio
en calle Colón N°370, comuna y ciudad de La Serena

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