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Formación de maestros y maestras

Entrevista

Revista Educación y Pedagogía, vol. XX, núm. 50, Enero - Abril de 2008 175
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Formación de maestros y maestras

La importancia de la literatura
de tradición oral.
Entrevista a Pascuala Morote Magán
Entrevistadora: Teresa Zapata Ruiz*

generación en generación, y cuya característi-

L
a profesora Pascuala Morote Magán es
licenciada en Filosofía y Letras, sección ca esencial es la oralidad y el uso de una len-
de Filología Románica, y doctora en Fi- gua versátil, que se transforma continuamen-
lología Románica. También es profesora Cate- te, dando lugar a infinitas variantes en todos
drática del Departamento de Didáctica de la los géneros. Cada informante deja en ellos su
Lengua y la Literatura de la Universidad de forma de hablar.
Valencia (España) y profesora de literatura
Es difícil acertar con una sola denominación,
de tradición oral, que ha vivido su profesión
pues si nos basamos en el diccionario de la Real
como un acontecimiento vital.
Academia Española de la Lengua, los vocablos
popular, tradicional y tradición tienen puntos de
Pascualita, como cariñosamente es llamada por contacto en su significado, que permite utili-
sus discípulos, es una maestra que ha hecho zarlos indistintamente. Veamos, pues, qué in-
de su profesión un acontecimiento vital. Su trans- dica el citado diccionario al respecto. De popular:
currir profesional como profesora e investiga-
dora en el campo de la literatura de tradición 1. Perteneciente y relativo al pueblo.
oral evidencia la pasión y el compromiso con 2. Del pueblo o de la plebe. 3. Que es
los que ella ha hecho destacar, en el panorama acepto y grato al pueblo.
de lo estudios universitarios de literatura in-
fantil y juvenil, en España, esta área de inves- De tradicional:
tigación literaria.
Perteneciente o relativo a la tradición
¿Qué es la literatura de tradición oral? o que se transmite por medio de ella.

La literatura de tradición oral, denominada Y de tradición:


también “tradicional”, de tipo tradicional, “po-
pular”, de tipo popular o simplemente “oral”, 1. Comunicación o transmisión de doc-
es la que se transmite de boca en boca y de trinas, ritos costumbres, hechos de pa-

__________________________________________________
* Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, licenciada en Psicopedagogía, y especialista en Teoría y clínica
psicoanalítica. Universidad de Valencia (España). Profesora de tiempo completo en la Facultad de Educación de la
Universidad de Antioquia (Medellín-Colombia). Integrante del Grupo de Investigación en Didáctica y Nuevas
Tecnologías (Sede de Investigación Universitaria —SIU— Universidad de Antioquia).
E-mail: tzapata@ayura.udea.edu.co

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dres a hijos al correr los tiempos y su- tiempo, la vejez, la juventud, la pobreza, la ri-
cederse las generaciones. 2. Noticias de queza, la envidia, la bondad, la maldad, la
un hecho antiguo transmitida de este belleza, la fealdad, el eterno enfrentamiento
modo. 3. Doctrina, costumbre, etc. con- entre el hombre y la mujer, el tiempo visto
servada en un pueblo por transmi- desde el punto de vista de las estaciones del
sión de padres a hijos. año, por ejemplo: “Marzo airoso, / abril lluvio-
so / sacan a mayo / florido y hermoso”, “En
La literatura oral se consideró, durante muchos abril / aguas mil”, “En enero se hiela el agua /
siglos, como propia de gente poco cultivada e en el puchero”...
incluso no se la consideraba auténtica litera-
tura, pues la definición que circulaba en ma- ¿Se podrían citar más géneros de literatura oral?
nuales y diccionarios se basaba en considerar
literatura “a la consecución de la belleza por Sí; los poéticos-narrativos, como el romance,
medio de la palabra escrita”, hasta que Rafael la leyenda, la fábula y la canción romanceada,
Lapesa, que fue un prestigioso catedrático de todos ellos se suelen escribir en versos de ocho
la Universidad Complutense de Madrid y Pre- sílabas, en serie ilimitada y con rima asonante
sidente de la Real Academia de la Lengua Es- en los versos pares, y rima libre en los versos
pañola, completó dicha definición con estas impares. En lengua española, éste es un géne-
palabras: “Y aun cuando no se haya escrito, ro del que se tienen muestras muy numerosas
sino transmitido de boca en boca y de genera- y tiene puntos de contacto con la leyenda his-
ción en generación”. tórica y religiosa, con el mito y con el cuento.
Se necesitaría toda una entrevista dedicada a
¿Qué campos de estudio o géneros comprende? este género por su variedad y riqueza. Merece
la pena conocer el romancero hispánico. En
Comprende todos los géneros de origen oral. Madrid está la Fundación Menéndez Pidal,
Yo, hace tiempo que los he clasificado, basán- que fue la casa del escritor y allí se encuentran
dome en su forma de expresión, es decir, los todo tipo de versiones romancísticas, algunas
escritos en verso y los escritos en prosa, que anotadas por él mismo y toda la bibliografía
dan lugar a los géneros poéticos y a los géne- que se necesite para abordar el género. Toda-
ros narrativos. Entre los primeros figuran vía se siguen encontrando romances en los
los cantos de cualquier temática: coplas amo- pueblos españoles, aunque se haya perdido la
rosas, de trabajo (entonados por segadores, costumbre de cantarlos y recitarlos. Es un gé-
vendimiadores, pastores, albañiles...), oracio- nero oral en constante transformación y revi-
nes, villancicos, nanas, juegos, retahílas para talización. En estos rasgos y en sus temas veo
echar suertes, trabalenguas, adivinanzas, etc. yo el interés para que los romances formen
Y entre los segundos: mitos, leyendas, cuen- parte del canon en todos los niveles de la edu-
tos y fábulas. cación, desde la infantil a la universitaria.

¿Se completa con estos géneros la clasificación? ¿Hay también géneros dramáticos orales?

No. Hay muchos más. Por ejemplo, las pare- Sí. A veces no totalmente orales. Por ejemplo,
mias o refranes están entre el verso y la prosa, en la comunidad valenciana se conservan unas
aunque en una gran mayoría de ellos, el pa- cuantas muestras de teatro tradicional: El mis-
reado es la estrofa más utilizada. Sus temas son terio de Elche se representa en Eche (Alicante)
tan ricos como pueden ser los de las coplas todos los años el día 15 de agosto y El Belén del
(hay coplas de cuatro versos que son auténti- Tirisiti en Alcoy (Alicante), un nacimiento que
cos refranes), aunque con predominio de lo se representa con títeres y en el que se mez-
filosófico: la brevedad de la vida, el paso del clan los motivos religiosos con los cotidianos

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y festivos de la ciudad. Ambas representacio- que posee un legado cultural propio y la ge-
nes han sido declaradas Patrimonio Mundial nerosidad de entregárselo a los demás a cam-
de la Humanidad, por la Unesco. bio de nada, pues ni siquiera pone su nombre
en sus creaciones, que se diluyen en la colecti-
Ocurre, con este tipo de teatro, que aunque vidad. Todos sabemos que hay un autor con
sus originales sean escritos, el pueblo, que nombre y apellidos detrás de cada cuento, de
ritualmente acude cada año a sus representa- cada leyenda, de cada mito que se cuenta,
ciones, aprende el texto de memoria y lo folclo- de cada copla que se entona para rondar a una
riza, transformándolo de la misma manera que mujer, de cada juego, de cada oración, villan-
los otros géneros. cico, retahíla, trabalenguas…; pero lo impor-
tante para estos autores populares no son ellos
Aparte de estos dos ejemplos, en muchos pue- mismos, sino la herencia cultural que dejan a
blos de España se representa también la pa- los demás. De ahí la ilusión y el entusiasmo
sión y muerte de Jesús y sucede lo mismo. que sienten al ser entrevistados por universi-
tarios, porque es la primera vez que alguien,
¿Se conoce siempre la literatura oral a través de la que no pertenece a su clase social y a su mun-
escucha? do, se interesa por lo que ellos conocen y que
ha sido infravalorado durante tanto, tanto
Siempre no. Muchas veces sí. Ya he hablado
tiempo, que les ha conducido a pensar que no
de mi experiencia personal a este respecto, en
son cultos, cuando en realidad practican
torno a los relatos, escuchados de viva voz.
una cultura no institucionalizada, que debe-
Aunque muchos de ellos los conocemos me-
mos conocer para tener la posibilidad de
diante la lengua escrita, algunos a través de
conectar con la Cultura Universal (con ma-
escritores como Fernán Caballero, el padre
yúsculas), pues todos los pueblos del mundo,
Coloma, Palacio Valdés, Juan Valera... todos
hasta los más alejados entre sí, han sido capa-
ellos grandes novelistas del siglo XIX, que re-
cogieron cuentos orales y los sometieron a pro- ces de crear una cultura vastísima, una de cu-
cesos de reelaboración literaria; otros, los he- yas manifestaciones más interesantes es la li-
mos conocido en recopilaciones y estudios de teratura oral, donde se reflejan los problemas
folcloristas españoles importantes, como An- del hombre de todos los tiempos, sus creen-
tonio Machado y Álvarez, padre de los herma- cias, sus modos de vida, sus ritos, sus pen-
nos Machado y Francisco Rodríguez Marín, samientos, sus sueños, su miedo o su acepta-
que fueron los primeros en darse cuenta de la ción de la muerte, su relación con el más allá...
belleza literaria y la riqueza temática de los De ahí su carácter intertextual y su universali-
cantos andaluces; y otros nos han llegado tra- dad, que nos hace pensar que el hombre pien-
ducidos desde otras lenguas, como los cuen- sa, siente y reacciona de la misma forma en
tos de Perrault, los de los hermanos Grimm, cualquier espacio geográfico. Por eso sus rela-
los de Italo Calvino... Las traducciones son, tos tienen tantos rasgos en común.
muchas veces, el único medio de acceso al co-
nocimiento de estos géneros y nos dan la po- ¿Cuáles son las motivaciones personales que te han
sibilidad de analizarlos y compararlos parcial- llevado a investigar en este campo?
mente o en su totalidad, con otros de temas
parecidos o casi semejantes. Mi motivación más importante ha sido mi fa-
milia. Yo era la menor de tres hermanos. Vi-
¿Por qué has investigado en el campo de la literatu- víamos en un pueblo de la provincia de Mur-
ra de tradición oral? cia (España), en Jumilla, un hermoso pueblo
lleno de jardines y parques. En aquella época
Porque es tan interesante y rica como la escri- apenas existía peligro alguno para los niños,
ta. Porque procede directamente del pueblo, los coches eran muy escasos, conocíamos a

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muchas personas y en los jardines jugábamos año”; se arreglaba un dormitorio con el mejor
las niñas, por una parte, y los niños, por otra, juego de cama para que descansara el alma de
después de salir del colegio. algún familiar que iba en la procesión e, inclu-
so, en la mesilla de noche, se colocaba un vaso
En esos juegos aprendí infinidad de letras poé- de agua para que pudiera beber, si tenía sed.
ticas de gran valor literario que nos servían Se contaban milagros hechos por santos, cu-
para jugar al corro, a la comba, al escondite..., pa- raciones rituales como la del “mal de ojo”
ra echar suertes, para bailar, para lanzarnos (creencia y práctica que sigue viva y muy ex-
sobre una fila grande de niñas que con las tendida en la actualidad). Se contaban leyen-
manos entrelazadas soportábamos el peso de das, sucedidos, anécdotas, chistes... muchos de
otra que representaba un pez encima del agua, ellos se pueden considerar cuentos, pues esta
mientras cantábamos: “Al agua el pez, / que se tendencia existe desde el Renacimiento y la
ahoga el pez /que nade el pez...”; la represen- estudia muy bien Anderson Imbert.1
tación del agua en un pueblo del interior de la
provincia avivaba nuestra imaginación sobre La importancia de contar es destacada por
el mar, pues la mayoría de nosotras lo conoci- muchos estudiosos; entre otros, Arthur Rows-
mos siendo ya adolescentes. Al anochecer, an- han nos indica que contar favorece habilida-
tes de “hacerse de noche” —como se decía des como escuchar, visualizar y comprender,
allí— teníamos que estar en casa. habilidades esenciales para fomentar la comu-
nicación comprensiva desde la infancia.
Y la familia constituyó un estímulo auditivo
extraordinario, pues hasta la hora de dormir ¿Se relataba algo sobre medicina popular o de tipo
nos contaban cuentos y nos enseñaban juegos tradicional?
de manos, como “manos calientes”, “puño,
puñete”, juegos de cartas como el del “burro”, Aprendimos medicina popular auténtica: có-
retahílas y trabalenguas cómicos y absurdos; mo curar catarros, verrugas, fiebres; cuáles
jugábamos a acertar adivinanzas, inventába- eran los conjuros y oraciones para alejar
mos lenguajes especiales: “hablar con la ti” o las tormentas de granizo, tan peligrosas para
“con la pe”, por ejemplo, que consistía en an- los viñedos; qué fechas especiales del calen-
teponer estas sílabas a todas las palabras que dario eran importantes para la siembra y la re-
empleábamos en nuestras conversaciones para cogida de algunos frutos; para averiguar cuál
que no nos entendieran los adultos. sería la profesión de nuestro futuro marido
(ésta era una práctica de la noche de San Juan,
Además de cuentos, ¿se contaban otro tipo de histo- que se hacía derritiendo plomo en aceite hir-
rias o sucedidos? viendo, dejándolo enfriar y viendo qué figu-
ras se habían formado; si un arado, el marido
Se contaban muchas historias de muertos que sería labrador; si un bisturí, médico...). Las ado-
se aparecían, porque habían dejado en vida lescentes preguntábamos mirando fijamente
una promesa incumplida; de la procesión de sin parpadear a la luna llena, si nos íbamos a
las ánimas o de la “Santa Compaña” (como es casar, recitando tres veces sin equivocarnos
conocida en Galicia), que recorría el pueblo a la siguiente retahíla poética: “Oh luna, cándi-
partir de las doce de la noche del 1.o de no- da luna / tú que sabes mi destino / hazme so-
viembre, que coincidía con el inicio del día de ñar esta noche / quién ha de ser mi marido”.
difuntos. Se creía que el último de la proce- Mi generación tuvo la última oportunidad de
sión “era un vivo que se iba a morir ese mismo escuchar a los ciegos los martes, día del mer-

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1 Los lectores pueden encontrar las referencias de los textos citados en la “Bibliografía” (N. de la Entrevistadora).

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cado; entonar romances de distintos temas: re- En el colegio donde estudié el bachillerato ele-
ligiosos, amorosos, históricos, truculentos, que mental, la profesora doña María Cruz Mateos,
luego vendían por unos céntimos en unas ho- nacida también en Jumilla, nos motivó tanto a
jitas de colores... la literatura, que desde entonces fue para mí
una vocación irrenunciable. En sus clases a-
¿Era un tipo de vida rural o urbana? prendimos, además de los autores “que to-
caban” (como decíamos), romances de tipo
Era un pueblo grande, en el que predominaba tradicional, cuyas letras practicábamos en
lo rural sobre lo urbano. Sus principales fuen- algunos corros y que, después, mucho más
tes de riqueza agrícola eran la vid, el olivo y el tarde, aproveché en mis primeras investiga-
esparto. ciones. En sus clases recitábamos, leíamos en
voz alta, dramatizábamos... algo que nunca
En el campo, en la época de recolección de las podré olvidar, porque, además, constituye el
cosechas, en la vendimia y en la recogida de la eje básico en Didáctica de la Literatura: entu-
aceituna, yo he escuchado y visto cómo se can- siasmar al estudiante por todas las manifesta-
taban las coplas amorosas y picarescas con que ciones y géneros literarios.
los vendimiadores pretendían a las vendimia-
doras; los bailes espontáneos que surgían, ¿Cuáles son las motivaciones profesionales que te
acompañados de una música rural y primiti- han llevado a investigar en este campo?
va, con instrumentos musicales que no eran
tales, sino utensilios caseros como una cucha- Esta respuesta, en realidad viene a ser conti-
ra y una botella de anís, una zaranda de nuación de la anterior. Cuando terminé el ba-
limpiar el arroz y un tenedor. También escu- chillerato superior y comencé a estudiar en la
chábamos los acompasados cantos de los pisa-
Universidad de Murcia, Filología Románica,
dores de la uva, con que acompañaban su
especialidad de tres años comunes a la carrera
trabajo, a veces en turno de noche.
de Filosofía y Letras, tuve la gran suerte de
encontrar al profesor don Manuel Muñoz Cor-
Y una de mis principales fuentes de informa-
tés, catedrático de Dialectología y Gramática
ción han sido trabajadoras de las antiguas
Histórica, que fue el gran impulsor de todo
fábricas de picar el esparto. Allí cantaban y con-
aquello que desde la lengua o la literatura se
taban todo tipo de coplas y romances, de cuen-
tos y leyendas, que les servían de evasión relacionara con “lo popular”. Junto a él empe-
de ese trabajo tan duro que realizaban duran- zamos a interesarnos por el folclore: costum-
te muchas horas. La burla y la crítica de los bres, creencias, fiestas, refranes, dichos, juegos,
ricos frente a los pobres era un motivo temáti- cantos, cuentos, leyendas, romances, léxicos
co recurrente. especiales..., en general, de toda España y,
en especial, de toda la provincia de Murcia.
Y en el colegio, ¿les motivaron de alguna forma ha-
cia la literatura oral? ¿Puedes decirme algo más en torno a cómo trabaja-
bas en la Facultad estos aspectos?
En la educación infantil y primaria apenas si
recuerdo nada en este sentido; pero, en reali- Mis recuerdos me conducen al entorno más
dad, no era tampoco necesario, porque el tiem- próximo de la ciudad: la huerta. Y fue, preci-
po de descanso escolar, el recreo y la calle fue- samente ahí, donde iniciamos pequeñas inves-
ron una escuela literaria para mí. Rara era la tigaciones. Previamente, en las clases confec-
niña que no sabía letras de juegos que ponía- cionábamos encuestas no muy extensas, que
mos en práctica, como he dicho antes, en los nos ayudaban a preguntar a los hortelanos in
jardines y todas habíamos escuchado cuentos situ toda lo relacionado con el cultivo del li-
tradicionales y relatos de todo tipo. món: cómo y cuándo se plantaba, se injertaba,

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se podaba, se aclaraba, se recogía... Al mismo Esta idea de la vinculación de la cultura local a la


tiempo, anotábamos los nombres de los ape- universal a través de la literatura oral, ¿la has vuel-
ros o herramientas para estos trabajos, las en- to a utilizar en tus últimas investigaciones?
fermedades de los árboles, las creencias en tor-
no al valor curativo de algunos de ellos, como Ésta es una idea que he reafirmado en investi-
la curación del niño herniado. La noche gaciones actuales, sobre todo, en literatura in-
de San Juan, un matrimonio que se tenían que fantil y juvenil. Para trabajar las nociones de
llamar Juan y Juana, pasaban al niño por la globalización, inclusión y multiculturalidad en
herida de la rama de una higuera recién injer- nuestras clases de formación de profesores,
tada, de los brazos de uno al del otro y reza- hay que dar a conocer los relatos y la poesía
ban la oración, que, con variantes, se conoce popular de todo el mundo, que aunque expre-
en casi todas las regiones españolas: sada, en ocasiones, en lenguas diferentes, son
más los rasgos comunes que acercan unas cul-
Dámelo, Juana. turas a otras, que los que las separan, por lo
Tómalo, Juan. que pueden erigirse en la educación actual en
Dámelo sano, enlaces interculturales, esenciales para favo-
como una manzana. recer la integración de estudiantes proceden-
tes de diversos países y etnias. Creo que si,
Hemos escuchado y presenciado en directo desde pequeños, los niños se dan cuenta del
algún tipo de curación como las verrugas, por valor de la cultura literaria de los otros, esta-
rán avanzando por un camino educativo co-
distintos medios (contándolas, enviándolas a
rrecto, y aquí quiero resaltar lo que piensa mi
un animal que vaya a pasar por la calle —éste
compañero Pedro Guerrero, catedrático de la
es el fenómeno denominado transferencia—).
Universidad de Murcia, y en lo que estoy de
En concreto, la curación de ciertas verrugas,
acuerdo, y es que la literatura es esencial en el
me han comentado algunos médicos, cuando
proceso de construcción de la convivencia, y
realizaba el trabajo, que sí se curan de esa for-
que la interculturalidad no se debe hacer des-
ma, porque influye la psicología del individuo,
de la sumisión y el sometimiento lingüístico,
junto a la creencia y al rito.
sino desde la inclusividad. De ahí que para no-
sotros las palabras sean sinónimo de comuni-
¿Les sirvió todo esto para alguna investigación pos- cación, y por eso creemos que culturas y
terior? lenguas distintas crean expectativas de com-
prensión a través del valor de sus textos, de
Todo esto nos sirvió para la realización de al- sus historias y de su poesía.
gún trabajo de investigación, que, aunque cen-
trado en Murcia y su provincia, servía como ¿Cuál es el método de investigación que has aplica-
elemento de comparación de lo que se creía y do en tus trabajos?
se practicaba en muchas zonas de España, e
incluso en otras partes del mundo, lo que nos El trabajo de campo con observación participante
permitió ya, desde entonces, enfocar su estu- ha sido el método que más he utilizado, tenien-
dio desde perspectivas que valoraban la cul- do en cuenta que la actitud de acercamiento
tura local en relación con la cultura universal. amistoso al grupo investigado supone siem-
Muchas tesinas sobre léxico, costumbres y li- pre lograr del mismo más cantidad de infor-
teratura oral murciana surgieron de estas prác- mación.
ticas y se realizaron con el asesoramiento de
don Manuel Muñoz Cortés. Él nos introdujo Respecto a las técnicas aplicadas, la primera
en el método alemán de palabras y cosas, y más ha consistido, desde hace muchos años, en
tarde en el trabajo de campo. anotar sistemáticamente todo lo que escucho,

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en grabar las informaciones, en entrevistar a me Chevalier y Julio Camarena. Hoy, estos


personas y grupos de personas... He utiliza- cuestionarios son imprescindibles para
do, a veces, la encuesta y el cuestionario. Cuan- cualquier estudio de narrativa oral. Y, por su-
do estaba haciendo mi tesis doctoral sobre puesto, en la base de todo, aunque no eran
cultura tradicional y expresión lingüística y li- estructuralistas, pues estas teorías surgen pos-
teraria, me sirvieron de ayuda algunos cues- teriormente, están Menéndez Pelayo y Menén-
tionarios como el de Dialectología y tradiciones
dez Pidal para la lírica popular, junto a la
populares, que se había publicado por la Uni-
investigadora actual Margit Frenk Alatorre. Así
versidad de Murcia bajo la coordinación del
director de mi tesis, Muñoz Cortés, junto a dos mismo, García de Diego, que tanto trabajó en
profesores, José Guillén y Eusebio Aranda. Por leyendas españolas y universales. Y por su-
cierto, este cuestionario se volvió a revisar y puesto, no podemos dejar de citar la labor del
ampliar con mi participación y estamos espe- antropólogo español Julio Caro Baroja, del que
rando su publicación. También utilicé la Guía no se puede prescindir en ningún aspecto que
para el estudio de la cultura popular del profesor queramos investigar, tanto de literatura oral
San Valero, de la Universidad de Valencia. Y, como de costumbres o tradiciones. Sus libros
además, confeccionaba mis propios cuestiona- y sus trabajos, conocidos universalmente, son
rios, los que yo redactaba según lo que fuera a necesarios; sus aportaciones poseen aún,
recopilar. en estos momentos, plena vigencia, porque
son estudios que han alcanzado ya la catego-
Desde hace años estoy también filmando ría de clásicos y no podemos prescindir de ellos.
las entrevistas, labor en la que colaboran algu-
nos estudiantes universitarios, por lo general
¿Te ha servido la psicología en tus investigaciones
los que se matriculan en la optativa de Litera-
tura oral, que están muy motivados. Ahora sobre los cuentos?
mismo tengo un archivo impresionante de
cuentos, leyendas, juegos, romances, cantos Mucho. Las teorías psicológicas las he tenido
populares de tipo religioso y profano, que se en cuenta por la vinculación que existe entre
estaban perdiendo o permanecían cada vez la vida y la cultura oral. Me ha ayudado mu-
menos en algunas familias y estamos recupe- cho el libro de Bettelheim Psicoanálisis de los
rándolos para las aulas de infantil, primaria y cuentos de hadas, y otros como La bruja debe mo-
secundaria. Ahora está en prensa un libro rir, de Sheldon Cashdan y, Mujeres que corren
sobre leyendas y una gran parte de las que tras los lobos de Clarissa Pinkola Estes... Este
hemos incluido han sido recopiladas por alum- último, aparte de que me pareció un libro in-
nos nuestros; siempre damos a conocer teresante por el planteamiento de problemas
sus datos personales, así como los de sus in-
sobre la mujer, me atrajo porque su autora
formantes.
es una mujer antropóloga y psiquiatra, que
¿Has empleado la metodología estructural? convivió en su infancia y juventud en comu-
nidades de aborígenes estadounidenses y sud-
Me he basado en los métodos estructuralistas, americanos, y aparte de la ideología que trans-
sobre todo en las teorías de Propp, para anali- mite su obra, adquirió una habilidad especial
zar y clasificar cuentos, mitos, romances, le- para narrar cuentos y mitos, cuestión sobre la
yendas... Sus ideas siguen siendo fundamen- que insisto tanto, desde la Didáctica de la Li-
tales para abordar los relatos, junto a las de teratura, por la creación de vínculos afectivos
Lévi-Strauss, Malinowski, Greimas, Todorov, que supone entre narrador y oyente. Y porque
Van Gennep... También he manejado los catá- abre las puertas de la memoria individual y
logos de Thompson, que han sido aplicados a contribuye a la preservación de la memoria
los cuentos tradicionales españoles por Maxi- colectiva.

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La importancia de la literatura de tradición oral

¿Y el método comparativo? Mi madre y mis tías fueron también informan-


tes de excepción.
El método comparativo es necesario en estas
investigaciones para relacionar unos hechos Contacté con personas de todas las edades y
folclóricos-literarios con otros literarios y no todas las categorías sociales, hasta niños y ni-
literarios, que nos ayudan a darnos cuenta de ñas que me informaron sobre sus juegos. Los
que la cultura es un fenómeno complejo, en- vi jugar y fue impresionante observar cómo
marcado en una serie de conceptos y prácti- algunos juegos de mi infancia todavía per-
cas religiosas, mágicas, supersticiosas... A la viven con variaciones mínimas y se han crea-
literatura se vincula todo lo que nos dicen los do otros nuevos. También me sirvieron
informantes a otras culturas que nos condu- mucho mis recuerdos de infancia.
cen a la universal, como vengo diciendo. Y
todo esto nos abre las puertas para compren- ¿Qué experiencias o anécdotas te enseñaron algo
der la noción de intertextualidad y de intertexto significativo al realizar tus investigaciones?
del informante, que aun siendo, a veces, anal-
fabeto o semianalfabeto, posee una cultura li- Muchas. Con mis estudiantes, me ha aporta-
teraria y lingüística que le ha sido transmitida do mucho la investigación que he venido rea-
oralmente y de la que tanto podemos apren- lizando durante varios años, sobre los recuer-
der todos. dos literarios de su infancia y adolescencia, en
las que afloran muchas cuestiones interesan-
¿De qué modo realizaste la investigación folklórica tes de su motivación o desmotivación por la
que presentas en tus libros Los cuentos popula- literatura, partiendo de su ambiente familiar,
res. Cultura tradicional de Jumilla, El cancio- seguido del escolar y del extraescolar. Muchos
nero popular de Jumilla, y La medicina popu- de ellos se sienten más unidos a los familiares
lar de Jumilla? que les han contado cuentos; se nota cierta
amargura en aquellos cuyas familias ni conta-
Durante cinco años estuve viajando todos los ban nada, ni jugaban con los hijos, ni apenas
fines de semana desde Valencia a Jumilla. El se comunicaban con ellos. De los centros es-
contacto directo con la gente de mi pueblo, colares salen muy bien recordados los profe-
quizá sea una de las experiencias más hermo- sores que les han sabido inculcar, desde pe-
sas de mi vida. Como todo hay que decirlo, en queños, el amor por la literatura en todas sus
mi labor me ayudó mucho una gran amiga, manifestaciones expresivas, es decir, aquellos
Trini Poveda, que, aunque ya no vive, siempre con los que han hecho teatro, han recitado, han
estará presente en mis recuerdos y en mis ora- cantado y han hecho de las clases de lengua y
ciones. Ella fue un auténtica auxiliar de mi in- literatura algo vivo, donde el alumno era un
vestigación, pues cuando yo llegaba, ya tenía receptor activo y participativo. Y los alumnos
preparadas a las personas que había de entre- que han vivido en pueblos tienen también más
vistar y lo curioso es que unas me conducían a experiencias en este campo, por los juegos de
otras. Entrevisté a muchísima gente y aparte ciertas épocas del año y los juegos callejeros,
de las informaciones antropológicas-literarias, aunque se nota que cada vez se van perdien-
que eran muy ricas, entablé amistad con mu- do más estas costumbres.
chas personas, que me contaban incluso his-
torias reales de su vida que algunas ponían en Y anécdotas podría contar muchas; en estos
verso después. Me hicieron prometer que no momentos recuerdo a una alumna mía de un
las diera nunca a conocer y es lo que estoy pueblo, que me trajo un trabajo de recopila-
haciendo, aunque muy bien podrían dar pie ción sobre su abuela, casi analfabeta, pero que
para crear relatos o publicarlas como me las sabía unos romances y unos cuentos muy her-
contaron. mosos. Éste es un trabajo que guardo con su

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consentimiento para publicarlo en alguna oca- ¿Por qué es importante para la formación de los ni-
sión, indicando sus datos personales; este tra- ños, de los adolescentes y de los jóvenes el contacto
bajo lo tituló “La sabiduría de mi abuela” y con la literatura de tradición oral y con el cuento,
aparte de la recopilación, le introdujo todo lo en especial?
que le había aportado de géneros, que apenas
si conocía, y a la vez plasmó en él el acer- Porque a los niños a los que les han cantado
camiento afectivo hacia su abuela y la ilusión en la cuna y les han contando cuentos u otras
que sintió renacer en ella, al darse cuenta de que historias, suelen ser buenos contadores, tienen
su nieta, estudiante de la universidad, apren- capacidades imaginativas que no poseen otros
día algo importante que le supo transmitir. niños, aprenden a juzgar a determinados per-
sonajes y valoran lo bueno y lo malo, dos
¿Qué encuentras de interés en este campo de inves- características que están en toda persona. Los
tigación para la formación lingüística y literaria de niños, mediante los cuentos, aprenden el
los maestros de educación infantil, de educación sentido de la justicia, de la bondad, de la inte-
primaria y de educación secundaria? ligencia o de la astucia que triunfan sobre la
fuerza bruta, del poder de los débiles, de
Estas investigaciones son necesarias. No po- los pobres, de la importancia del trabajo; al-
demos permitirnos el lujo de no tener en cuen- gunos héroes populares no son príncipes, sino
ta la primera literatura que llega a oídos de los hijos de carpinteros, leñadores, pastores, pes-
niños, pues a través de ella se llega a la litera- cadores... que son capaces de superar a los hi-
tura de autor. Los maestros han de partir de jos de los nobles en valor e inteligencia y de
esta literatura para todo lo que se relacione con ayudar y socorrer a personas necesitadas que
la formación lingüística y literaria de sus alum- tienen mal aspecto, huelen mal y visten con
nos. Los conocimientos literarios que han andrajos. Recordemos a las protagonistas que,
aprendido jugando y viviendo en una familia por sus buenas acciones, son recompensadas,
donde hay amor y buenas relaciones, consti- y la recompensa consiste en que cada vez que
tuyen sus ideas previas, de las que tanto ha- hablen, salgan de su boca perlas y diamantes,
blan los pedagogos, para que el aprendizaje o en su frente aparezca una estrella reluciente
sea significativo. Según Ausubel, los conoci- que aumenta su belleza; por el contrario,
mientos previos de los estudiantes en cual- las que sienten asco de los pobres y no les ofre-
quier materia, les sirven para conectar con los cen de su comida y de su bebida, son castiga-
nuevos. Los profesores de lengua y literatura das a que de su boca salgan sapos y culebras
no pueden desaprovechar en sus aulas este y a llevar en su frente un rabo de burro. Hay
bagaje de tipo oral que todo individuo conoce protagonistas animales personificados que
desde su infancia, porque también los escrito- ponen en evidencia la maldad de algunos prín-
res los utilizan en sus obras. Por ejemplo, la cipes; por ejemplo, en una de las versiones del
métrica les cuesta mucho trabajo de entender, cuento del Medio Pollito, este gana por su ge-
porque algunos profesores no parten de los nerosidad y por su inteligencia al príncipe, a
metros y estrofas que sus alumnos han practi- quien ridiculiza finalmente con una cancion-
cado en juegos, cancioncillas, adivinanzas, etc. cilla, en la que se pone de manifiesto que tan-
Todos los recursos del leguaje figurado que to el rico, como el pobre, tienen la mismas
conforman la función lúdico-estética de la li- necesidades fisiológicas.
teratura está en la oral, que es, por tanto, el
eslabón de una cadena que nuca se puede rom- Al que le gusta escuchar, tiene muchas posibi-
per, porque se perdería toda una literatura lidades de ser un buen narrador, e incluso, a
importantísima en la vida y en la formación veces, de inventar sus propios relatos, oral-
de los individuos. mente y por escrito.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XX, núm. 50, Enero - Abril de 2008 185
La importancia de la literatura de tradición oral

De la misma forma, el niño que conoce roman- das las obras que he nombrado utilizan temas,
ces, coplas, refranes, adivinanzas, letras de jue- ideas, personajes y técnicas que estaban mu-
gos... está más dotado y más motivado hacia cho antes en el cuento popular.
la literatura de autor. Además, se suelen crear
vínculos de afecto entre la familia y los maes- ¿Habría que resaltar el contacto (experiencia-viven-
tros que cuentan y enseñan a leer, a cantar, a cia) con la literatura de tradición oral para la for-
recitar, que también son esenciales en la for- mación de lectores y escritores?
mación de personalidades más equilibradas.
Sobre esta cuestión hemos hecho algún traba- Sí, es fundamental. El habla y la escucha sur-
jo de investigación sobre los recuerdos litera- gen de los primeros contactos humanos con la
rios de los estudiantes, que nos han conduci- literatura oral, que contribuyen a conformar
do a pensar de esta forma. las competencias lingüístico-literarias del in-
dividuo, que con el paso del tiempo se enri-
¿Qué experiencias didácticas puedes comentar, como quecen y se desarrollan hasta que se completa
muy significativas, para la formación de los maes- el dominio de una lengua y la afición por la
tros y profesores en el campo de la literatura infan- lectura y la escucha de la misma, que es posi-
til y juvenil y la tradición oral? ble que no puedan dejar nunca e incluso fo-
mente en algún alumno la vocación para ser
Lo que observo año tras año es el entusiasmo escritor. En la escuela se empieza jugando con
con que acogen los alumnos las propuestas la literatura y se puede terminar creando
de trabajos de campo para recopilar y analizar con total libertad. En esto el profesor debe ser
literatura oral. Es muy bonito cuando traen cauto y crítico: cauto, para no despreciar algo
que puede estar germinando; y crítico, para
transcritos cuentos, romances y leyendas de
sugerir la mejora y el enriquecimiento cons-
abuelos que casi no saben leer, ni escribir, y
tante.
cómo valoran esta sabiduría que preserva la
memoria literaria de su familia y de sus pue-
La literatura es una extraordinaria fuente de
blos. Últimamente están llegando ya a la uni-
recursos para la enseñanza-aprendizaje de la
versidad hijos de inmigrantes latinoamerica-
lengua, pues nadie la maneja mejor que los
nos que también traen a clase sus cuentos,
buenos narradores y los buenos escritores, en
leyendas, juegos, creencias, con lo que se en- los que hallamos modelos variados para po-
riquece el panorama y se analiza, cuando se der trabajar en las aulas de todos los niveles
cree conveniente, los puntos de contacto con educativos. No podemos olvidar, como dijo
la literatura oral española y las diferencias, que José María Valverde, que “la literatura empie-
también las hay entre ambas. Esto es muy sig- za y termina por ser lenguaje”.
nificativo en su formación como personas y
como futuros maestros, pues se dan cuenta de ¿Conviene recuperar la valoración de la literatura
que esta literatura hay que llevarla a las aulas de tradición oral en la formación de los maestros
para que no se pierda. Es ya considerada lite- (de niños, adolescentes y jóvenes) y de los alumnos
ratura clásica, sin fronteras, que ha traspasa- (en la infancia, en la adolescencia y en la etapa ju-
do la barrera del tiempo y está vinculada a las venil)?
grandes obras de la literatura infantil y juve-
nil como Alicia en el país de las maravillas, Alicia La literatura oral ofrece posibilidades de pro-
a través del espejo de Lewis Carroll; Peter Pan de fundizar en símbolos, metáforas, imágenes,
J. M. Barrie, El maravilloso viaje de Nils Holgerson comparaciones, paradojas… que se dan de for-
a través de Suecia de Selma Lagerloff y otras ma hablada, a veces de manera inconsciente y
obras más modernas, como La historia intermi- espontánea, como por ejemplo, cuando se ron-
nable de Michel Ende. La lista que podríamos da o se piropea a una mujer comparando
dar resultaría también interminable, pero to- su belleza con el brillo del sol, la luna, las es-

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Formación de maestros y maestras

trellas, el clavel, la rosa. Además, el empleo de adineradas, que se podían permitir esos abu-
textos literarios orales es un medio de trans- sos con los pobres niños. Estos personajes ima-
misión cultural, del que hoy no se puede pres- ginarios eran aprovechados por los padres
cindir, pues cuando hablamos de literatura, para que los hijos llegaran pronto a sus casas,
hablamos de lengua y hablamos de cultura, antes de anochecer, es decir, que tenían una
noción que no podemos relegar, pues cuando función represiva.
se aprende una lengua, se aprende también
su literatura, su civilización y sus costumbres, Por otra parte, en los cuentos encontramos
en suma, su cultura concebida como un todo un simbolismo profundo que responde a la
(Tylor), que abarca aspectos antropológicos, vida humana y los personajes arquetípicos
folclóricos etnográficos, lingüísticos, literarios... representan algo que está presente en la hu-
que constituyen una serie de hábitos a través manidad.
de los cuales se diferencian unos pueblos de
otros y también se parecen. ¿Se podría ampliar la idea en torno a la relación de
la vida y la literatura?
¿Qué valores existenciales se desarrollan con la li-
teratura de tradición oral? Sí, y en especial en los cuentos donde la vida
se alía con la ficción y no se pueden concebir
Muchos. El realismo es un rasgo general de sin ambas. Un ejemplo bien claro de esta idea
todos los géneros orales, desde los poéticos a la encontramos en los cuentos de tipo tradi-
los narrativos. Podríamos decir que la vida cional o populares. Partiendo del hecho de que
penetra en ellos y que tanto en los refranes relatos hay en todos los idiomas, vamos a des-
como en adivinanzas, canciones de juegos, tacar la fusión que se encuentra en este géne-
romances, leyendas, cuentos, fábulas... están ro y entre vida y literatura. Rivera recoge esta
impregnados de cotidianidad, con todo lo que misma idea aplicándola a los cuentos, sobre
implica de religiosidad, creencias, preocupa- los que señala: “son parte sustancial de la ex-
ciones habituales (el amor, el desamor, los periencia humana” [Rivera, 1977: 15]. Por mi
celos, la ambición, la generosidad, el enfren- parte, yo he estudiado no sólo en los cuentos
tamiento entre personas de sexo diferente, la recopilados por mí, en mi tierra, sino los que
violencia doméstica, en especial en cuentos y recogen mis alumnos, que hay tal simbiosis
romances; la orfandad, la soledad, la envidia). entre una y otra, que la mayoría de las accio-
Además, hay una cierta familiaridad en nes transcurren en los espacios cotidianos
los cuentos para niños pequeños con perso- propios del lugar en que se cuentan; así mis-
najes fantásticos, que algunas veces destacan mo, muchos de sus protagonistas son reales y
por sus travesuras, pero son inofensivos, como pueden aparecer perfectamente en cualquier
los duendes caseros que buscan compañía. sitio, como pastores, viudas, niños, estudian-
Aunque también están los llamados “asusta- tes, pescadores, cazadores… junto a persona-
dores de niños”, como en España: el coco, el jes fantásticos y maravillosos como gigantes,
sacamantecas, el tío del saco, el que chupa la hadas, elfos, brujas, duendes... Y en casi todos
sangre (sustituido en la actualidad por la le- los cuentos de todos los países encontramos
yenda urbana del ladrón de órganos), que personajes femeninos con las mismas caracte-
si nos fijamos un poco en ellos, responden a rísticas: mujeres hermosas y buenas, feas y
situaciones sociales concretas (excepto el coco); malas, madrastras, hermanastras, etc. También
por ejemplo, cuando había épocas de hambre se hallan referencias directas a muchas costum-
o tuberculosis, en los pueblos empezaban a bres tradicionales propias de todos los pueblos,
contar la aparición de estos personajes para como la gastronomía, el trabajo, los juegos, la
sacar sangre o despojar de sus grasas a los ni- religiosidad… [Morote, 1992: 39-51]. Esto se
ños sanos para dárselo a personas enfermas puede aprovechar en las clases para que los

Revista Educación y Pedagogía, vol. XX, núm. 50, Enero - Abril de 2008 187
La importancia de la literatura de tradición oral

estudiantes de cualquier país recojan sus rela- la producción oral y escrita, partiendo de la
tos, cantos y poemas y los cuenten, porque con literatura.
ellos van sus costumbres y su forma de ser y
pensar. El mismo Bettelheim se detiene en la ¿De qué modo se puede observar la influencia o la
fusión vida-literatura cuando dice: presencia de este tipo de experiencias literarias, en
diferentes obras importantes de la literatura escrita
[…] aunque las cosas que ocurren en o de autor?
los cuentos de hadas sean a menudo
improbables e insólitas, se presentan A mí me cuesta hablar de influencias. Sí creo
siempre como normales […] incluso que hay una simbiosis entre la literatura oral y
los momentos más extraordinarios se la de autor, porque éstos beben en las fuentes
narran de modo casual y cotidiano orales de su ambiente cuando son niños, lo que
(1984: 54). aflora después en sus creaciones de escritores.

También Italo Calvino reflexiona en torno a la En la literatura española clásica podemos dar
muchos nombres, entre los que voy a destacar
vida, basándose en los cuentos populares ita-
tres grandes obras clásicas de la literatura es-
lianos a los que toma como
pañola y universal: El Libro del Buen Amor del
Arcipreste de Hita, La Celestina de Fernando
[…] una explicación general de la vida,
nacida en tiempos remotos y conser- de Rojas y El Quijote de Cervantes. En las tres
vada en la lenta rumia de las concien- se da esta fusión que acabo de citar.
cias campesinas hasta llegar a nosotros;
son un catálogo de los destinos que En la literatura latinoamericana los ejemplos
puede padecer un hombre o una mu- más sobresalientes, desde mi punto de vista,
jer sobre todo, porque hacerse con un son: Gabriel García Márquez (sus novelas Cien
destino es precisamente, parte de la años de soledad y El amor en los tiempos del cólera
vida (1993: 19). no se conciben si detrás del escritor genial no
hay una tradición oral escuchada, interiorizada
Junto a la vida, resalta en la literatura el arte, la con el paso del tiempo y convertida en mate-
comunicación, el compromiso, la evasión, ria literaria de extraordinario valor). Lo mis-
la fantasía... tras cualquier manifestación lite- mo veo en La tía Julia y el escribidor de Vargas
raria se esconde el alma del hombre, tanto del Llosa, y en muchos poemas de Gabriela
que canta o cuenta, como del que escribe. Igual Mistral.
da que sean o no extranjeros.
¿Por qué se desvaloriza o se ignora, tan frecuente-
El receptor de cualquier género literario se mente, la literatura de tradición oral?
sumerge en la vida de los demás, lo que
incrementa su formación como persona, por- En general, se lee poco, porque antes se ha
que le permite adquirir una mayor capacidad escuchado poca literatura. Y mucha gente
de comprensión de los problemas y actuacio- piensa que con la literatura no se gana dinero;
nes humanas. Esto se ve perfectamente cuan- por tanto, es una pérdida de tiempo contar
do escuchamos literatura y cuando la leemos, cuentos, que los niños escuchen y pregunten,
pues sufrimos con las desgracias de los perso- que canten y jueguen, que reciten, que dra-
najes, nos emocionamos ante la descripción de maticen, que narren sus propios relatos... por-
un paisaje, nos alegramos de los acontecimien- que algunas personas creen que “con todas
tos gratos, participamos del humor de los es- estas tonterías” se pierde un tiempo precioso
critores, e incluso, a veces nos oponemos como para que vean la televisión y no molesten. Hay
críticos a ideas y recursos retóricos que noso- padres que con tanto trabajo no tienen ni un
tros hubiéramos expresado de otra forma. Esto segundo para contar o leer junto a sus hijos.
es importante para trabajar la comprensión y Algunos prefieren que sepan muchas mate-

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Formación de maestros y maestras

máticas, aunque luego fracasen en ellas, por- Referencias bibliográficas


que no comprenden los enunciados de los pro-
blemas y los conceptos demasiado abstractos. Bettelheim, Bruno, 1984, Psicoanálisis de los cuentos
Incluso hay profesores que desde la educación de hadas, Barcelona, Crítica.
infantil relegan la literatura, que es sustituida
por libros de series que no son en absoluto Calvino, Italo, 1993, Cuentos populares italianos, Ma-
literarios, o siguen al pie de la letra las lecturas drid, Siruela.
de los libros de texto, muchas veces, fragmen-
tarias e incompletas, para que el niño, rutina- Morote Magán, Pascuala, 1992, Cultura tradicional
riamente, haga unas fichas o unos ejercicios de Jumilla. Los cuentos populares, Murcia, Real Aca-
escritos, de los que están ausentes la creativi- demia Alfonso X El Sabio,
dad y la estética de la literatura...
Puértolas, Soledad, 1998, “La vida contada. El va-
Por supuesto, no siempre es así, pues estaría- lor de los cuentos III”, en: El valor de los cuentos,
mos trazando un panorama demasiado nega- Barcelona, Separata de los Cuadernos de Literatu-
tivo. Hay padres que narran, leen y juegan con ra Infantil y Juvenil (CLIJ núm. 117).
sus hijos, y maestros sensibles y preparados
que, en sus clases, hacen mil y una virguerías Rivera, Jorge B., 1977, Nota preliminar a El cuento
para motivar a sus alumnos a disfrutar, prime- popular, Buenos Aires, Centro Editor de América
ro con la literatura oral y después con la escri- Latina.
ta; que no dejan pasar un día sin “la hora del
cuento”; que saben fomentar los hábitos lec-
tores de sus alumnos, teniendo en cuenta sus Bibliografía
niveles de maduración psicológica, sus gustos
personales y sus necesidades; que investigan Alatorre, Margit Frenk, Nuevo corpus de la antigua
en las aulas y que se dan cuenta de que la lite- lírica popular hispánica (siglos XV a XVIII), México, Fon-
ratura abre caminos al individuo para com- do de Cultura Económica, 2003.
prender los problemas y las actitudes huma-
nas. Porque en la literatura, tanto oral como Anderson Imbert, Enrique, Teoría y técnica del cuen-
de autor, encontramos, junto al arte de la ex- to, Buenos Aires, Marymar, 1979.
presión, la ficción, la evasión, el compromiso,
Aparisi, Julián San Valero et al., Guía para el estudio
el juego, la filosofía, el amor, el odio, la religio- de la cultura popular, Valencia, Universitat de
sidad, la crítica, la aventura, el sueño... Es tan Vàlencia, 1980.
complejo el hecho literario que siempre nos
quedaremos cortos en la búsqueda de unos Aranda Muñoz, Eusebio; José Guillén García; Ma-
términos que nos sirvan para aclarar su con- nuel Muñoz Cortés y Pascuala Morote Magán,
cepto. Por eso me viene a la memoria en este “Cuestionario de dialectología y tradiciones popu-
momento parte de la definición de “poesía” lares”, Revista murciana de antropología, Murcia, num.
de Antonio Machado: “palabra en el tiempo”. 1, 1994, pp. 251-260.

Quisiera terminar también aludiendo a unas Ausubel, David Paul, Psicología educativa: un punto
a
palabras de la escritora española Soledad de vista cognoscitivo, 2. ed., México, Trillas, 1983.
Puértolas, quien en una ocasión, escribiendo
Bettelheim, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de ha-
sobre el valor de los cuentos, dijo que la litera- a
das, 2. ed., Barcelona, Crítica, 1975.
tura permanece siempre. De ahí la importan-
cia de los recuerdos infantiles en torno a los Camarena, Julio y Máxime Chevalier, Catálogo
primeros relatos escuchados o leídos, porque tipológico del cuento folklórico español, 2 vols., Gredos,
llevan “el germen de algo y cuando acaba no Madrid, 1995-1997.
se acaba, está destinado a permanecer, a vol-
ver a ser contado, a ser inmortal [...]” (Puérto- Caro Baroja, Julio, De los arquetipos y leyendas. Ensa-
las, 1998). yo sobre literatura de cordel, Madrid, Istmo, 1990.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XX, núm. 50, Enero - Abril de 2008 189
La importancia de la literatura de tradición oral

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Referencia
Zapata Ruiz, Teresa, “La importancia de la literatura de tradición oral.
Entrevista a Pascuala Morote Magán”, Revista Educación y Pedagogía,
Medellín, Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, vol. XX, núm.
50, (enero-abril), 2008, pp. 177-190.

Original recibido: agosto 2007


Aceptado: octubre 2007

Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos de


los autores.

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