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Solo para Jóvenes

Vaya, un tema rudo. El título es sugerente, ¿no? Sin embargo,


hubiéramos podido ponerlo entre signos de interrogación. Eso de que tu
cuerpo es de tu exclusiva propiedad pudiera ser sensacional, cuando menos
a primera vista. Pero si nos vamos un poco al fondo de la realidad,
encontraremos que el asunto no es tan real.

Vayamos por partes … ¿tu cuerpo es tuyo? Bueno, es cuestión de


enfoques, sin duda que hoy tú eres responsable de lo que pueda acontecer
a tu cuerpo, tus elecciones o decisiones son el elemento que genera las
consecuencias buenas o malas de acuerdo a lo que elijas.

Y es verdad, tú elijes tanto para las cosas pequeñas como para aquellas
que están “de pelos” o peliagudas. Por ejemplo, tú decides si te tiñes el
pelo de cuatro colores, de tatuar todo tu cuerpo, o pintarte los dientes de
negro, de permitir que alguna parte de tu cuerpo sea perforado para fijarle
un percing o un arete; o decides usar una blusa ombliguera, o una mini
falda.

Tú decides si te disfrazas de bruja, o de conejo y así salir por las calles, el


resto del mundo tal vez te vería con malos ojos, pero tú estarías ejerciendo
un supuesto derecho.
SOY DUEÑA DE MI CUERPO… ¡¡Y QUÉ!!

Y visualizando las cosas a un ámbito mas grave, el hecho de pensar que tu


cuerpo te pertenece, te permitirías, por ejemplo, tener una relación sexual
ilícita con quien tú quisieras en el momento en que se te antojara, o ingerir
alguna droga o beber cerveza sin control. Y si a esas vamos, también
podrías darte un golpe en la mano y dejártela toda cucha; o mojarte en la
lluvia hasta pescar una fulminante pulmonía, te harías daño, pero
supuestamente nadie debería reclamarte porque, después de todo, se trata
de tu cuerpo, ¿cierto? Bueno.. pues hay que ver.

TU CUERPO.
Analicemos el motivo de esta picadísima disertación. ¡¡Tú tienes un
maravilloso y asombroso cuerpo!! Posee mecanismos mucho más
sofisticados que cualquier super computadora. Es
una auténtica obra de arte de la ingeniería, de la
genética, de la biología, de la química, y desde luego
de la estética y la geometría. Tu cuerpo no existe por
sí mismo.

Y el Dios de paz os santifique en todo; para que


vuestro espíritu, y alma y cuerpo sea guardado
Dentro de tu entero sin reprensión para la venida de
cuerpo, hay un nuestro Señor Jesucristo. 1 Ts. 5:23
alma y un
espíritu. En tu interior hay un espíritu y una alma, estos dos
ámbitos poco conocidos poseen mecanismos, y son
los que generan todas las condiciones para que tu
pensamientos, razonamientos, tu memoria, tu
conciencia, tus sentimientos y emociones funcionen ¡¡al tope!! en ese
interior existe una inteligencia (que suele bloquearse en época de
exámenes) y que está regulada por mecanismos cientos de veces superior
a la inteligencia artificial más perfeccionada… ¿cómo ves?

Ese cuerpo que supuestamente es tuyo, es el único que tienes.


Hasta ahora, no conozco a nadie que tenga cuerpos de reserva por si el que
está utilizando se descompone; pues una vez que se daña o se enferma o
sufre un accidente, deja de funcionar , y lo hace para siempre, no hay de
otra. ¿Hasta aquí vamos bien? ¡¡perfecto!! Hablemos un poco de lo que
es la libertad.

DERECHOS Y OBLIGACIONES.
La libertad es algo bastante complicado; podríamos definirla como el
derecho que todos tenemos para decidir o elegir, haciendo lo que nos gusta
sin perjudicar a nadie, y mucho menos a nosotros mismos. Bueno,

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SOY DUEÑA DE MI CUERPO… ¡¡Y QUÉ!!

primeramente debiéramos considerar la posición de Aquel que es el Dueño


Legal de nuestro cuerpo, al Señor Jesucristo.

En cuanto se hacen malas elecciones o decisiones, la libertad se acaba y se


convierte en una prisión. Esto de la prisión es una gran verdad. Por
ejemplo, si tú robas un banco, es totalmente probable que termines tras las
rejas. Si ejerces tu libertad para drogarte, para embriagarte, o tener una
aventura sexual ilícita, eso dará al traste con la libertad y te esclavizará más
efectiva y peligrosamente que si te pusieran en una celda.

Bueno, entonces resulta que la libertad está compuesta de derechos y


obligaciones. Incluso un hombre que viviera en una isla desierta, tendría la
obligación de procurar la comida si no quiere morir
de inanición.

Para vivir libremente, debes cuidar ese cuerpo, esa


es tu obligación.
Debes valorarlo, estimarlo, y protegerlo, pues tarde
o temprano deberás dar cuenta de su condición y su
Tu cuerpo manejo. El Dueño Legal de tu cuerpo, te da el
tiene un derecho de disfrutarlo, de usarlo para todo aquello
Dueño Legal que sea para tu bienestar. Bueno, esto excluye todo
pensamiento y acción inmoral.

Tu cuerpo te fue dado para que vivieras libremente,


no para que lo lastimaras y lo llenaras de ataduras, y lo esclavizaras a lo
inmoral y a lo malo.

Todo esto que hemos dicho, podría parecer obvio, pero no lo es para todas
las personas. Existen muchos motivos, algunos muy complicados, que
llevan a una persona a atentar contra su propio cuerpo.

¿PORQUÉ SE ACTÚA GENERANDO SU MISMO DAÑO?


La respuesta mas regular, es que se actúa así debido a una “rebeldía”
interna. El inconciente deseo de venganza conduce a decidir participar o
cometer actos ilícitos en donde el cuerpo saldrá lastimado, y el alma y
espíritu serán aprisionados y ensuciados. Incluso, los hijos hacen cosas
muy “fuera de onda” debido a que quieren que sus padres sufran.

Otra causa por la cual se hacen decisiones que generan daño a sí mismo,
es por “impulso”. Esto sucede con más frecuencia en el caso de las
relaciones sexuales ilícitas, o de los intentos de suicidio, o el generar o
participar en riñas o peleas. Sin embargo, siempre “existe un momento

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exacto” que dura una fracción de segundo, en la que puedes controlarte y


detenerte, o bien dejarte llevar por la emoción y sumergirte en actos
impropios sin medir las consecuencias.

Otro motivo: “es el deseo de autocastigo”.


Aquí estamos ya en el terreno de la patología, pero vale la pena
mencionarlo. Hablemos de las personas con sobrepeso, saben que por su
bien no deben excederse en comer, y sin embargo, se sienten mal consigo
mismas, tan a disgusto con su imagen, y con tan pocas ganas de mejorar,
que se atiborran de todo lo prohibido como si esto fuera un autocastigo.

EL AMOR A UNO MISMO.


Esta es la base por donde se debe comenzar. Si
realmente te amas y sabes lo que te conviene, es
poco probable que ejerzas un derecho
equivocado de propiedad sobre tu cuerpo.

Debes, antes que nada, analizar tus motivos para


En un hacer lo que quieres hacer. En vez de vociferar
cristiano, que tu cuerpo es tuyo y haces con él lo que se te
el cuerpo es dé la gana, piensa primero en:
el templo del Si tienes la mínima posibilidad de salir mal del
Espíritu asunto.
Santo…
Por “salir mal” me refiero a si vas a contraer una
enfermedad, o se van a incrementar los riesgos
de un daño físico, mental emocional, o espiritual.
Ante la mínima duda, detente, no lo hagas.
Si realmente es necesario que lo hagas.
Esto tiene que ver con tus motivos. Si quieres dañarte a ti misma, antes de
hacerlo, busca ayuda de alguien en quien confíes.
Definitivamente, no es normal que alguien quiera autolastimarse.
Si con eso vas a dañar a alguien más.
Tú te debes a ti en gran parte, pero vives en un mundo lleno de gente y eso
hace que te debas, aunque sea en una pequeña proporción a los demás.
Aunque no lo creas, lastimar a los demás, te lastimará en más de una
forma.

Tu cuerpo entonces, tiene un Dueño, tú solo eres un administrador de él.


Nadie va a cuidarlo si tú no lo haces, y nadie va a quererlo como tú.

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,


el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros? 1 Cor. 6:19

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SOY DUEÑA DE MI CUERPO… ¡¡Y QUÉ!!

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios


mora en vosotros? Si alguno violare el templo de Dios, Dios
destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros,
santo es. 1 Cor. 3:16-17

Busca entonces, cosas que sean buenas para ti. Come sabiamente, haz
ejercicio, vive sanamente. Tu objetivo primordial aparente, es buscar la
felicidad, pero debes saber que la felicidad es solo un efecto, es la
consecuencia de vivir una vida apegada al Manual del Fabricante, a lo que
dice Dios en Su Palabra. Por lo tanto, no olvides alimentar sanamente tu
alma y tu espíritu de manera constante, y ello por medio de la oración, de
leer o estudiar la Palabra de Dios, de asistir a la iglesia y participar en las
actividades de la iglesia…. ¿cómo ves? ….

Estas Notas son elaboradas en base


a un Artículo de: Pilar Obón

Redacción: Sergio Gasca C.


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